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La fiebre: ¿Fuego de vida o castigo divino

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<strong>La</strong> <strong>fiebre</strong>: ¿fuego <strong>de</strong> <strong>vida</strong> o <strong>castigo</strong> <strong>divino</strong><br />

en recién nacidos y adultos) se asocia con<br />

mayor mortalidad.<br />

Los pocos estudios correlacionales en humanos<br />

se compensan con una gran cantidad y variedad<br />

<strong>de</strong> investigaciones efectuadas en diversas<br />

especies <strong>de</strong> animales, pudiéndose afirmar que<br />

<strong>de</strong> una revisión sobre el tema se pue<strong>de</strong> concluir<br />

que unas dos terceras partes <strong>de</strong> los estudios en<br />

animales (invertebrados y vertebrados y endo y<br />

ectotérmicos), con infecciones experimentales,<br />

<strong>de</strong>muestran categóricamente los efectos benéficos<br />

<strong>de</strong> la <strong>fiebre</strong>.<br />

En cuanto a los estudios <strong>de</strong> antitérmicos<br />

e hipotermia, también se dispone <strong>de</strong> gran<br />

número <strong>de</strong> ellos llevados a cabo igualmente en<br />

una gran variedad <strong>de</strong> animales, encontrándose<br />

en la mayoría argumentos a favor <strong>de</strong> la <strong>fiebre</strong><br />

como mecanismo protector <strong>de</strong>l huésped. Estudios<br />

con diferentes mamíferos infectados con<br />

iguales dosis <strong>de</strong> patógenos y tratados con antipiréticos<br />

o sin ellos muestran mejor evolución y<br />

supervivencia en los animales que no recibieron<br />

antipiréticos ni fueron sometidos a medidas que<br />

llevaran a la hipotermia.<br />

Se argumenta que la in<strong>de</strong>fensión <strong>de</strong> los<br />

niños recién nacidos ante variadas infecciones<br />

bacterianas, incluso graves, se <strong>de</strong>riva en parte<br />

<strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> que son prácticamente incapaces<br />

<strong>de</strong> producir <strong>fiebre</strong>, careciendo entonces <strong>de</strong> su<br />

papel protector. Se han hecho estudios en conejos<br />

recién nacidos, que tampoco son capaces <strong>de</strong><br />

producir <strong>fiebre</strong> ante las infecciones, a los que<br />

se les inyecta endotoxinas <strong>de</strong> Pseudomonas; los<br />

conejos infectados en un ambiente <strong>de</strong> más calor<br />

(con lámparas <strong>de</strong> calor radiante) tienen mejor<br />

evolución que el grupo <strong>de</strong> las que no tienen<br />

esta opción comportamental para aumentar su<br />

temperatura corporal a expensas <strong>de</strong> una fuente<br />

externa <strong>de</strong> calor.<br />

Analizando los resultados <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> investigaciones<br />

se pudiera cuestionar la supuesta<br />

conveniencia <strong>de</strong> la frecuente recomendación<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>svestir y abanicar a los niños durante los<br />

estados febriles para disminuir la temperatura<br />

corporal; fuera <strong>de</strong>l efecto nocivo que para el niño<br />

pudiera <strong>de</strong>rivarse <strong>de</strong> la extrapolación <strong>de</strong> la observación<br />

anotada en los conejos, más a<strong>de</strong>lante se<br />

hará referencia a la cuestionable utilidad <strong>de</strong> los<br />

medios físicos para el control <strong>de</strong> la temperatura<br />

en los estados febriles, produciéndose talvez con<br />

ellos más incomodida<strong>de</strong>s que beneficios.<br />

Daños causados por la <strong>fiebre</strong><br />

Se ha <strong>de</strong>finido la posibilidad <strong>de</strong> un riesgo teórico<br />

<strong>de</strong> producción <strong>de</strong> daños por la <strong>fiebre</strong> cuando el<br />

alza térmica provocada por ella rebase la cifra<br />

<strong>de</strong> 41,7ºC, hecho que es supremamente improbable<br />

si se tiene en cuenta la acción <strong>de</strong> los criógenos<br />

endógenos en el sistema <strong>de</strong> regulación<br />

<strong>de</strong> la elevación <strong>de</strong> la temperatura durante la<br />

respuesta febril.<br />

En cuanto al injustificado temor a las convulsiones<br />

febriles, el estado actual <strong>de</strong> conocimientos<br />

permite <strong>de</strong>finirlas como eventos asustadores,<br />

pero no peligrosos; a<strong>de</strong>más, es <strong>de</strong> resaltar que<br />

no se ha <strong>de</strong>mostrado que los episodios <strong>de</strong> convulsiones<br />

febriles (<strong>de</strong> primera vez o recurrencias)<br />

se puedan prevenir con terapia antipirética<br />

(ver más a<strong>de</strong>lante).<br />

Mirando las cosas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> otro punto <strong>de</strong> vista,<br />

se pudiera <strong>de</strong>cir que más que la <strong>fiebre</strong>, el factor<br />

genético que predispone a la convulsión febril es<br />

su verda<strong>de</strong>ro causante, pues un niño sin dicha<br />

predisposición no convulsionará por <strong>fiebre</strong>.<br />

Como ya se dijo, la hipertermia sí pue<strong>de</strong><br />

alcanzar temperaturas mayores que 41,7ºC y<br />

producir daños, que en el caso <strong>de</strong> la <strong>fiebre</strong>, son<br />

apenas teóricos. Recientemente se publicó un<br />

pequeño pero importante escrito sobre este<br />

tema, en el que se <strong>de</strong>ja muy claro que nunca<br />

se ha <strong>de</strong>mostrado que el aumento <strong>de</strong> la temperatura<br />

central en humanos durante procesos<br />

febriles sea dañina per se.<br />

Se <strong>de</strong>be, entonces, ser temeroso en cuanto<br />

a la posible causa <strong>de</strong> la <strong>fiebre</strong>, pero no se <strong>de</strong>be<br />

tener temor a la <strong>fiebre</strong> en sí. Sobre este asunto, es<br />

necesario traer a colación una cita <strong>de</strong> Mackowiak<br />

sobre los posibles efectos dañinos <strong>de</strong> la <strong>fiebre</strong>:<br />

si alguna vez pudiéramos atribuirle a la <strong>fiebre</strong><br />

una <strong>de</strong> estas consecuencias, no po<strong>de</strong>mos ol<strong>vida</strong>r<br />

que los procesos evolutivos no aparecen para<br />

preservar a un individuo, sino para preservar<br />

la especie.<br />

Sin preten<strong>de</strong>r profundizar en el aspecto<br />

causal <strong>de</strong> los procesos febriles agudos en el niño,<br />

36 Precop SCP Ascofame<br />

la <strong>fiebre</strong>.indd 36<br />

25/06/2004 09:45:32 a.m.

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