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La fiebre: ¿Fuego de vida o castigo divino

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Luis Fernando Gómez Uribe<br />

se hará referencia superficial a este importante<br />

aspecto. Como punto <strong>de</strong> partida, en algunos<br />

pacientes es obvia la causa <strong>de</strong> la <strong>fiebre</strong> y a su<br />

vez, talvez para la minoría <strong>de</strong> ellos, se dispondrá<br />

<strong>de</strong> tratamiento específico. Al respecto, hay<br />

estimativos <strong>de</strong> que cerca <strong>de</strong> 90% <strong>de</strong> los procesos<br />

febriles agudos en los niños se <strong>de</strong>be a infecciones<br />

virales, las que en su inmensa mayoría no<br />

disponen <strong>de</strong> tratamiento específico, quedando<br />

entonces únicamente la posibilidad <strong>de</strong>l tratamiento<br />

sintomático <strong>de</strong> la <strong>fiebre</strong> (ver a<strong>de</strong>lante).<br />

En muchas <strong>de</strong> las consultas por <strong>fiebre</strong> en las<br />

que no se logra encontrar la causa, los virus son<br />

también la opción más frecuente en cuanto al<br />

posible origen <strong>de</strong> la misma. Con estas consi<strong>de</strong>raciones,<br />

se pue<strong>de</strong> afirmar que más importante<br />

que saber cuál es exactamente la causa <strong>de</strong> un<br />

proceso febril agudo en un niño, pudiera ser<br />

el estar muy seguros <strong>de</strong> la ausencia <strong>de</strong> alguna<br />

enfermedad bacteriana grave (meningitis, septicemia,<br />

neumonía, etcétera) y, en consecuencia,<br />

po<strong>de</strong>r efectuar vigilancia ambulatoria y conservadora,<br />

como <strong>de</strong>be ser en la mayoría <strong>de</strong> los niños<br />

que se atien<strong>de</strong>n por <strong>fiebre</strong> <strong>de</strong> corta evolución.<br />

Los niños menores <strong>de</strong> dos a tres meses <strong>de</strong><br />

edad que consultan por <strong>fiebre</strong> merecen consi<strong>de</strong>raciones<br />

especiales, <strong>de</strong>bido a la alta posibilidad<br />

<strong>de</strong> infecciones graves sin un cuadro clínico aparente,<br />

así como a una mayor susceptibilidad al<br />

agravamiento y a complicaciones en un corto<br />

período <strong>de</strong> tiempo, lo que pue<strong>de</strong> justificar un<br />

tratamiento menos expectante que el planteado<br />

para los niños <strong>de</strong> mayor edad.<br />

Tratamiento sintomático<br />

<strong>de</strong> la <strong>fiebre</strong><br />

A pesar <strong>de</strong> que algunos autores recomiendan<br />

el tratamiento sintomático <strong>de</strong> la <strong>fiebre</strong> “por razones<br />

humanitarias” (para mermar el malestar<br />

que se le pue<strong>de</strong> asociar), con lo hasta aquí expuesto<br />

se podría dudar <strong>de</strong> la conveniencia <strong>de</strong><br />

ello en muchos casos. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> lo anterior,<br />

algunos autores esgrimen como justificación<br />

<strong>de</strong> tratamiento antitérmico la concomitancia<br />

<strong>de</strong> la <strong>fiebre</strong> con problemas cardiovasculares o<br />

pulmonares, <strong>de</strong>bido al aumento <strong>de</strong> <strong>de</strong>mandas<br />

metabólicas producidas por la <strong>fiebre</strong>, las que<br />

se sumarían a las <strong>de</strong>mandas ya aumentadas por<br />

dichas enfermeda<strong>de</strong>s; sin embargo, la relación<br />

riesgo beneficio <strong>de</strong>l tratamiento antipirético en<br />

estos pacientes no ha sido bien <strong>de</strong>terminada.<br />

En este sentido, se pue<strong>de</strong> traer a colación<br />

a Mackowiak, quien hace un excelente análisis<br />

sobre la posible justificación <strong>de</strong>l tratamiento<br />

sintomático: se justifica, en teoría, si el costo<br />

metabólico <strong>de</strong> la <strong>fiebre</strong> exce<strong>de</strong> su beneficio<br />

fisiológico, si el tratamiento produce alivio sintomático<br />

sin afectar adversamente la evolución<br />

<strong>de</strong> la enfermedad febril o si los costos toxicológicos<br />

<strong>de</strong> los antipiréticos son apreciablemente<br />

menores que sus efectos benéficos.<br />

El mismo Mackowiak da directrices tajantes<br />

respecto a las anteriores consi<strong>de</strong>raciones:<br />

aunque los clínicos han argumentado la vali<strong>de</strong>z<br />

<strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> estas propuestas como justificación<br />

para la terapia antipirética, existen pocas<br />

observaciones experimentales para aceptar<br />

cualquiera <strong>de</strong> estos argumentos.<br />

En estas condiciones, pareciera que los cuestionamientos<br />

al tratamiento sintomático <strong>de</strong> la<br />

<strong>fiebre</strong> siguen siendo válidos, incluso para los pacientes<br />

<strong>de</strong> riesgo arriba anotados. En pacientes<br />

que no tienen dichos riesgos, con mayor razón<br />

el tratamiento sintomático continúa siendo<br />

cuestionable, salvo que se logre <strong>de</strong>mostrar<br />

que el alivio <strong>de</strong>l malestar que se obtiene no se<br />

acompañe <strong>de</strong> efectos adversos en la evolución<br />

<strong>de</strong>l proceso febril o que supere los riesgos <strong>de</strong><br />

toxicidad <strong>de</strong> los medicamentos empleados.<br />

Al respecto, se <strong>de</strong>be recordar las experiencias<br />

ya mencionadas con el tratamiento sintomático<br />

en niños con sarampión y varicela y en adultos<br />

con resfriado común, así como los resultados<br />

adversos en la evolución <strong>de</strong>l proceso infeccioso<br />

<strong>de</strong> base observados en gran cantidad y variedad<br />

<strong>de</strong> experimentos efectuados en animales.<br />

Entre las alternativas más utilizadas para el<br />

tratamiento sintomático <strong>de</strong> la <strong>fiebre</strong> están los<br />

antipiréticos y los medios físicos. Algunos <strong>de</strong><br />

los primeros actúan bloqueando la conversión<br />

<strong>de</strong> ácido araquidónico en prostaglandina E 2<br />

por<br />

inhibición <strong>de</strong> la ciclooxigenasa, lo que lleva a<br />

una disminución <strong>de</strong>l punto <strong>de</strong> ajuste, con la<br />

consecuente reducción <strong>de</strong> <strong>de</strong> la temperatura.<br />

Entre los antipiréticos, tal vez el medicamento<br />

CCAP Año 3 Módulo 2 37<br />

la <strong>fiebre</strong>.indd 37<br />

25/06/2004 09:45:32 a.m.

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