EL MISTERI DE LA SELVA - Tinet

ARGUMENTO
El itinerario de la Madre será una réplica al del Hijo: muerte, sepultura y, tres días después,
resurrección-asunción en cuerpo y alma a la gloria del cielo. La diferencia es que durante los tres
días entre la muerte y la asunción, el alma de María será “allotjada”
(alojada) en el cielo,
después de un recibimiento triunfal por parte de la corte celestial. Mientras, los apóstoles se
preparan para enterrar a María. Juan lleva la palma del Paraíso, que el ángel ha llevado a Santa
María, y es con la que algunos judíos que habían atacado infructuosamente el cuerpo muerto de
María recobraran la vista y accederán a la fe cristiana.
En la parte final del Misteri, Jesús baja del cielo por segunda vez, pero en esta ocasión con el
alma de María. Jesús saluda a los apóstoles que lo esperan cerca del sepulcro de María, después
de que el coro de santos haya expresado enérgicamente la resurrección del cuerpo de la Madre
de Jesús. Los apóstoles son testigos de esta resurrección y ven como Jesús devuelve el alma – la
vida – a María y se la lleva hacia el cielo en cuerpo y alma, y allí la corona. Después, los coros
celestiales entonan diversas cantilenas de alabanza a la Virgen. Finalmente, María se levanta y se
dirige al pueblo que ha asistido a la representación y les habla. De forma magistral, el autor une
así el pasado del relato y el presente de la representación, los intereses de los actores y de los
espectadores, todos unidos por las palabras consoladoras que les dirige Santa María. La
representación de El Misteri de la Selva acaba con los santos y santas del cielo entonando un
último canto de alabanza.
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