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Compras por Internet, cada vez más seguras
En España aún nos queda mucho camino por recorrer a la hora de depositar nuestra confianza en el comercio
electrónico. Sin embargo, comprar por Internet es casi más seguro que en una tienda física.
La sociedad ha cambiado, la forma de comprar también, sin embargo
los miedos del consumidor siguen siendo los mismos, al
fin y al cabo. Tanto en la compra física como en la digital, lo que
todo comprador espera es no ser objeto de un engaño. Cualquier
compra está basado, al fin y al cabo, en una cuestión de confianza,
de seguridad, de no ser burlado; y en este sentido, el medio
en el que se desarrolle termina pasando a un segundo plano.
Las leyes que nos protegen
Para proteger a vendedores y consumidores existen una serie de leyes
aplicables tanto en compras presenciales como online. Sin embargo,
en el caso de la compras por Internet, por sus características,
hay que sumar dos leyes más: la Ley Orgánica de Protección de Datos
de Carácter Personal (LOPD) y la Ley de Servicios de la Sociedad
de Información y Comercio Electrónico (LSSI).
La LOPD defiende nuestros derechos como usuarios, garantizándonos
el servicio contratado y que nuestros datos sean usados para el
propósito para el que fueron entregados. La LSSI, por su parte, provee
de un marco de relación entre usuarios y proveedores de servicios
digitales, dando seguridad en todas las actuaciones de relación
en Internet y la Sociedad de la Información.
Doblemente protegidos
Podemos ver por lo tanto, que esa sensación de desamparo que alegan
muchos internautas a la hora de interactuar en la red no está justificada,
e incluso afirmar que no es más que un bulo más de los
muchos que genera diariamente la triple w. Como usuarios, en Internet
no sólo estamos protegidos por las leyes generales de comercio,
sino también por las específicas de Internet.
El usuario debe siempre verificar que una tienda online es segura
El usuario y su responsabilidad
En el mundo de Internet es necesario, al igual que en el mundo de
relación física, tomar unas mínimas precauciones, empezando por
algo a lo que somos poco dados los españoles: leer la política de
relación usuario proveedor y conocer la política de envíos, costes,
devoluciones... Así como asegurarnos de que existen unos datos
de contacto no digitales: domicilio y teléfono. Algo que siempre
nos dará mayor seguridad será buscar opiniones de la tienda en
cuestión en la propia red, que en muchos casos se encarga ella
sóla de dar a cada proveedor la confianza que se merece, a través
de los propios usuarios.
Artículo: Enrique Vargas García
www.cdnm.es
Espera llegada de la lluvia con un paraguas
En pocas semanas saldremos del frío invierno para meternos de lleno en la primavera, por la general más
lluviosa. ¿Quieres ir a la moda Con un paraguas puedes completar tu look con diferentes modelos.
Qué tienen en común Mary Poppins,
El Pingüino, el enemigo de Batman,
o Don Lockwood (Gene Kelly), el
protagonista de la película “Cantando
bajo la lluvia” Pues que a todos les reconocemos
nada más verlos por su
paraguas. Y es que este importante utensilio
que sirve para protegernos de la lluvia y
evitar esa molesta sensación de llevar la ropa
mojada se ha convertido en una pieza
imprescindible de nuestro armario.
Se acerca la primavera, época, por tanto,
de tormentas y hay que estar preparado para
luchar contra las inclemencias meteorológicas.
Nuestras armas: botas de agua,
chubasquero y paraguas. Los diseñadores,
en las pasarelas, y las celebrities, en la calle,
nos muestran cómo llevar un paraguas,
pieza que puede resultar algo engorrosa en
un principio, sin perder un ápice de glamour.
De burbuja transparente
Sin duda la opción desde hace varias temporadas
es el modelo burbuja transparente.
Si te gusta ver llover pero sin mojarte,
este paraguas es el ideal para ti. Es muy resistente
y práctico; su único inconveniente
es el vaho que se queda en sus paredes.
Para que una salida no resulte una mala decisión
puedes optar por los modelos plegables.
Son muy ligeros y caben en el bolso o
mochila, aunque son más informales que los
clásicos paraguas bastón, más elegantes
y con caña de madera, pvc, aluminio, etc.
Para cualquiera de los dos debemos escoger
entre apertura manual o automática, mucho
más cómoda. Los hay de líneas más
bien sencillas, algunos con volantes, encajes
o bolitas colgantes o de telas que cambian
de color al contacto con el agua.