You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
INTRODUCCIÓN<br />
Las zonas áridas y semiáridas ocupan en la actualidad casi dos quintos de<br />
la superficie total de la superficie emergida del planeta, siendo el soporte<br />
donde se desarrolla la vida de más de mil millones de personas (Reynolds<br />
2001).<br />
La región sur-occidental o Tumbesiana del Ecuador (Best y Kessler 1995),<br />
es muy rica en cuanto al número de especies vegetales, encontrándose aquí<br />
representado el 30% de la flora ecuatoriana; el Matorral seco incluido dentro<br />
de la zona Tumbesina representa algo menos del 8% del total de su territorio,<br />
ocurre en las partes bajas y el relieve es relativamente plano con pocas<br />
colinas. La vegetación se presenta poco densa, aislada, xerofítica, espinosa,<br />
achaparrada con presencia de cactus columnares como Armatocereus<br />
cartwrightianus e Hylocereus polyrhizusy plantas con látex como Croton<br />
wagneri, Euphorbia laurifolia, Jatropha nudicaulis e Ipomoea carnea.<br />
Los pocos remanentes de vegetación natural en las zonas secas de altura<br />
en el callejón interandino han estado sujetas a gran presión humana<br />
desde épocas prehispánicas y se encuentran en su mayoría alteradas por<br />
actividades antrópicas. Estas zonas han recibido muy poca atención por<br />
parte de los botánicos y ecólogos por lo que es difícil hacer una evaluación<br />
de su importancia ecológica; sin embargo, cabe resaltar la belleza escénica y<br />
el agradable clima que ofrecen algunos de los valles secos por lo que podrían<br />
convertirse en centros adecuados para el turismo.<br />
área. El inicio de estudios de tipo ecológico y de conservación son imposibles<br />
de llevar a cabo si no se tiene un conocimiento adecuado de la flora. Las<br />
prospecciones florísticas son en definitiva el inevitable paso inicial para<br />
poder encarar cualquier estudio posterior, ya sea ecológico, corológico o<br />
para la elaboración de pautas de manejo en programas de conservación. La<br />
disparidad en el conocimiento florístico de las distintas regiones del mundo<br />
implica que en algunos lugares la exploración es o ha sido exhaustiva mientras<br />
que en otros aún se requieren trabajos que conduzcan a un conocimiento<br />
básico de su flora. (Prina & Alfonso, 2002).<br />
Según Cueva y Chalan (2010), el Matorral seco alto y bajo se distribuye<br />
en la parte occidental de la provincia de Loja, la primera formación está<br />
conformada por arbustos caducifolios no superiores a los 6 mts de alto,<br />
las especies más representativas son “faique” Acacia macracantha (Humb &<br />
Bompl ex. Willd), “Ceibo blanco” Ceiba insignis (Kunth) P.E. Gibbs & Semir,<br />
“arabisco” Jacaranda mimosifolia, “wilco” Anadenanthera colubrina se ubica en<br />
los valles de Vilcabamba y Malacatos en el cantón Loja, en Playas y Yamana<br />
en el cantón Paltas, las zonas altas del cantón Catamayo y las zonas bajas de<br />
Calvas y Sozoranga hacia el rio Macará con una superficie total de 82.145 ha.<br />
El Matorral seco bajo se considera una vegetación arbustiva que no supera<br />
los 2 mts de alto, muchas veces se puede evidenciar afloramientos de suelo<br />
(suelo desnudo) y ocasionalmente se presentan arboles aislados de varias<br />
especies como Acacia macracantha, Capparis flexuosa y otras, mientras que las<br />
especies de arbustos dominantes son Croton sp, Licyanthes lycioides.<br />
Son pocos los estudios de diversidad florísticos que se han realizado en<br />
áreas del territorio ecuatoriano donde se desarrolla este tipo de vegetación,<br />
en los últimos cinco años en los Matorrales del suroccidente de Loja se han<br />
realizado esfuerzos aislados con el fin de documentar la diversidad florística,<br />
pero aún faltan estudios de fenología y distribución de numerosas especies<br />
claves, métodos de reproducción, estado actual de conservación, etc.<br />
El conocimiento florístico de una zona implica sin dudas y en primera<br />
instancia, la tarea de revisión de herbarios y la prospección florística del<br />
8