Una nueva luz sobre el horizonte empresarial - CEO

Asociaciones, UNA A UNA
Asociación de constructores
de Ourense (ACO)
Para los constructores el 99 fue un
año de los que no se olvidan. En Galicia
se superaron todos los récords
posibles tanto en obra pública como
en iniciativa privada. Nunca se invirtió
tanto, nunca generó tantos puestos
de trabajo y nunca la venta de viviendas
fue tan espectacular. El 2000, aunque
algo más flojo, mantiene la tendencia.
La construcción es, desde siempre,
un referente ineludible a la hora de
establecer la situación económica
general de un país. Es, en definitiva,
uno de sus principales motores económicos.
Si sus resultados son malos,
arrastra en la caída a otros sectores; si,
por el contrario, el mercado inmobiliario
se mueve, todos, en mayor o
menor medida, recogen parte de las
ganancias.
Pero en época de bonanza no todo
son ventajas. El sector tiene que hacer
frente a no pocas dificultades. La
importante alza de la iniciativa privada
tiene límites, y los constructores ya
advierten de las consecuencias que
esa mengua de la inversión puede
suponer: una fuerte reducción de los
puestos de trabajo. Es éste, al fin y al
cabo, junto a los servicios, el sector
que acapara un mayor porcentaje de
población activa.
Llegados a este punto, sería la obra
pública y, por tanto, la Administración
la única capaz de compensar la reducción.
El paulatino incremento del coste
de los carburantes tampoco es un
dato desdeñable para las constructoras
que ven como la factura del
imprescindible brebaje de la maquinaria
consume más ceros de los deseados.
El precio del suelo y, sobre todo, la
seguridad laboral y la cualificación de
la mano de obra son otros de los problemas
del sector.
En estos dos últimos aspectos son
en los que más está incidiendo la Asociación
de Empresarios de la
Construcción de Ourense. Su programa
formativo y la campaña de prevención
de riesgos laborales son dos
de sus proyectos más relevantes y en
los que más están incidiendo sus responsables
en los últimos tiempos.
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