SERIE DE SERMONES DEL DR. ROY LYON -EL SERMÓN DEL MONTE-

Las Bienaventuranzas
– Dr. Roy L. Lyon
Mateo 5:1-12
Estamos viviendo en tiempos muy críticos cuando el señor Kissinger pudiera decir el otro día que en
menos de diez años toda Europa será comunista.
En cuanto a la crisis internacional, nosotros estamos en el tiempo cuando debemos reafirmar nuestra
fe, y saber cuáles son las órdenes del Señor para con nosotros en el futuro. Por lo tanto quisiera
comentar sobre la primera parte del Sermón del Monte.
Alguien ha dicho que el Sermón del Monte es la Constitución del Reino de Dios. Encontramos en
Mateo que el Reino se llama Reino de los Cielos en vez del Reino de Dios. Acabo de recibir un folleto
de un señor en que él me explica en detalle la diferencia entre el Reino de Dios y el Reino de los
Cielos. Los que hemos estudiado el período intertestamentario, ya sabemos que usaban los cielos en
vez de pronunciar el nombre de Dios. Era una costumbre perifrástica que judíos usaron. Predicaré sobre
la convicción de que el Reino de Dios y el Reino de los Cielos son la misma cosa. Cristo reina en el
corazón de os que le siguen; y Cristo reinará sobre esta tierra visiblemente. Repito que Cristo reina
actualmente en los corazones de los cristianos, pero también reinará visiblemente sobre la tierra.
En las Bienaventuranzas que son la introducción del Sermón del Monte, la Constitución del Reino de
Dios, encontramos que Cristo tiene un amor especial para los desamparados. Nosotros, en nuestros
tiempos, ya estamos viviendo el levantamiento del hombre pobre, el levantamiento de las masas.
Parece que esto es lo que quería Cristo hace dos mil años. Nosotros estamos viendo movimientos
sociales dirigidos por personas materialistas y ateas mucho tiempo pero de acuerdo a las normas
morales y espirituales del cristianismo. Encontramos en los herederos de la posición pos-milenaria a
los Teólogos de la Liberación. Los que no queremos ser ni pos-milenarios ni hombres de la Teología de
la Liberación por la violencia que han introducido en sus doctrinas, tendremos que pensar otra vez en
cuál es el espíritu de nuestra fe, y cuáles son las órdenes de Cristo para el futuro. Y para nosotros
espacialmente en este último mes del Seminario yo quisiera dejar en las mentes y en los corazones, no
una serie de sermones, pero un reto para todo el resto de su vida.
Estamos pensando hoy en qué vamos hacer para Cristo en el futuro: y tomaremos en cuenta cuál es la
actitud que debemos tener. Si Cristo ama a los desamparados, ¿qué de nosotros?. Dice mi texto:
Bienaventurados los pobre sen espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Es decir que las
personas que van a formar el Reino de los cielos somos los pobres en espíritu. Cristo está hablando en
el contexto de la mentalidad del tiempo de los Macabeos solamente los pobres levantaron armas par
liberar a Israel. Los ricos estaban bien contentos con la helenización de aquel entonces. Ellos no
querían cambiar el sistema que los habían hechos ricos. Aquí en Venezuela, uno se acuerda que hubo
mucha gente qu no querían tener nada de la revolución ni nada de Bolívar. Estaban muy bien con los
Españoles, y no querían cambiar. Los que quieren cambio son las personas que no tienen nada que
perder y mucho que ganar en una revolución. Esta precisamente, es nuestra posición mis hermanos. No
conozco a ningún rico entre nosotros. No veo ninguno que pueda perder muchas cosas materiales por
estallar una revolución espiritual, no política, con el Señor Jesucristo cambiando este mundo para el