ENERGIA Y GEOESTRATEGIA 2015

Francisco José Berenguer Hernández
Monarquías y revolución
El conjunto de las monarquías árabes del golfo Pérsico, a pesar de una heterogeneidad
mayor de la que suele contemplarse, no cabe duda que presenta
características comunes. Pero lo más destacable como conjunto es su condición
de pivote, no exclusivo pero esencial, del panorama energético internacional.
Por tanto, la sucesión de acontecimientos recientes de naturaleza geopolítica y,
sobre todo, por venir, son de importancia capital para la seguridad energética
global.
Como ya se hizo referencia en el anterior volumen de esta colección, esta posición
de privilegio y los enormes réditos económicos obtenidos por estos países
han tenido el efecto de sobrepotenciar su impacto geopolítico. Capacidades que
no han sido siempre encaminados en una dirección deseable, como demuestra
la frecuente llegada de financiación desde estos países a grupos islamistas más
o menos radicales, algunos de los cuales han terminado por derivar definitivamente
hacia el yihadismo militante. Ha faltado un mejor control y una mayor
determinación por parte de las autoridades para cortar, o limitar en mayor medida,
el importante flujo de donaciones que, desde sus países y por distintas
vías, han llegado a ser uno de los principales músculos financieros del yihadismo
internacional.
Afortunadamente, y a pesar de las graves discrepancias interregionales, con el
largo desencuentro entre Qatar y Arabia Saudí en torno a la significación de los
Hermanos Musulmanes como episodio más significativo, 93 uno de los escasos
efectos positivos que la fuerte irrupción del Estado Islámico en la geopolítica
regional ha tenido es la esperemos definitiva concienciación de los gobiernos
del Golfo acerca de la necesidad de combatir a este tipo de grupos con la mayor
determinación y eficacia. La anunciada ambición del EI de alzar su bandera también
sobre La Meca, 94 con toda su carga emocional y simbólica para el mundo
musulmán es, sobre todo, una declaración de guerra a la dinastía secular de los
Saud, que sin duda ha tomado buena nota de la significación que un movimiento
revolucionario islamista como el representado por el EI puede representar para
sus intereses. Y por extensión, del de sus vecinos en torno a las costas occidentales
del golfo Pérsico.
Pero no es la amenaza que representa, coyunturalmente y con unas perspectivas
de éxito muy reducidas, el EI lo que probablemente más deba de preocupar
respecto a la estabilidad de las monarquías del Golfo. Antes al contrario, es la
transformación social y política pendiente en estos regímenes, situados, con
matices y diferencias entre ellos no obstante, en esquemas políticos de absolutismo
y autoritarismo anacrónicos no ya con nuestras sociedades, sino lo que es
93
Francisco José Berenguer Hernández, «Qatar en horas bajas», IEEE, 2014, http://www.ieee.
es/Galerias/fichero/docs_analisis/2014/DIEEEA16-2014_Qatar_HorasBajas_FJBH.pdf.
94
Francisco Carrión, «La bandera del califato del IS se alzará sobre La Meca, Jerusalén y
Roma», El Mundo, 27 de noviembre de 2014.
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