Corresponsables 23 - Jesuitas del Perú
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editorial<br />
No basta con recordar<br />
Hace unas semanas se celebró un año de la entrega <strong>del</strong> Informe<br />
Final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación. Podría ser<br />
fácil repetir en esta columna el número de muertos producto <strong>del</strong><br />
conflicto armado, enumerar las zonas afectadas, recordar que<br />
hasta ahora no se han realizado acciones concretas para poner<br />
en práctica al menos las recomendaciones más urgentes y necesarias<br />
que dio tal Informe. No basta con eso, no basta decir algo<br />
que la gran mayoría de peruanos quizá ya ha escuchado, como<br />
quien oye la misma canción todos los días en el auto camino al<br />
trabajo. Y eso, muchas veces, cansa.<br />
Han pasado 365 días desde que ese Informe nos hizo redescubrir<br />
el Perú. Sin embargo, al amanecer <strong>del</strong> 29 de agosto <strong>del</strong> 2004 sólo<br />
seguimos viendo oscuridad, confusión, indiferencia, desprecio,<br />
racismo y más racismo. Parece que los peruanos seguimos siendo<br />
los mismos de la década de los ochentas que sólo reaccionamos<br />
cuando estalla una bomba al costado de la casa. Da la impresión<br />
que estamos esperando a que se repita la violencia para actuar.<br />
Es hora que no sólo reaccionemos sino que aprendamos a hacerlo.<br />
Y eso indudablemente pasa por sensibilizarnos. Introducir<br />
realmente en nuestro imaginario colectivo ese sentimiento que<br />
nos hará entender, con la herida en el cuerpo, todo lo que sufrieron<br />
aquellas personas que, por ser humildes y sencillas, se<br />
convirtieron en víctimas inocentes.<br />
La RAI, en coherencia con la misión asumida en nuestro III Encuentro<br />
Nacional 2004 de ser sujeto apostólico de espiritualidad<br />
ignaciana con una presencia creíble y esperanzadora como<br />
ciudadanos cristianos, está desarrollando diversas acciones<br />
orientadas a la concreción de nuestro compromiso de impulsar<br />
procesos de reconciliación y ejercicio de ciudadanía de pleno<br />
derecho. Entre las cuales cabe destacar su articulación con el<br />
Movimiento Ciudadano Para que no se repita a fin de expresar<br />
al Estado y a la sociedad civil en su conjunto que aquí estamos,<br />
trabajando por mantener viva la memoria y activo nuestro deseo<br />
de transformación y humanización social en nuestro país.<br />
2<br />
Edición:<br />
Compañía de Jesús. Provincia <strong>del</strong> Perú<br />
Costa Rica 256 - Jesús María. Lima 11<br />
Telf.: (511) 463-5006 / 461-8803 Fax: (511) 461-9368<br />
Correo electrónico: jrgonzales@tsi.com.pe<br />
moncho@terra.com.pe<br />
Consejo Editorial:<br />
Linda Egúsquiza<br />
Moncho González, sj.<br />
Javier Uriarte, sj.<br />
Kurth Mendoza Gutiérrez<br />
Diseño / Pre-prensa / Prensa:<br />
GMC digital s.a.c.<br />
Av. Arequipa Nº 4550 Miraflores<br />
Telfs.: 2424<strong>23</strong>9 / 2429683<br />
gmcdigital@hotmail.com<br />
Desde esta columna valoramos el enorme e incansable esfuerzo<br />
<strong>del</strong> Movimiento Para que no se repita por seguir rescatando las<br />
tareas que nos dejó la Comisión de la Verdad. No obstante, para<br />
la gran mayoría de peruanos no ha pasado nada. Los pocos<br />
que hemos acogido el interés por la CVR seguimos siendo los<br />
mismos que vimos cómo Salomón Lerner, el ilustre Presidente<br />
de la CVR, entregó en manos <strong>del</strong> Presidente Alejandro Toledo la<br />
verdad de nuestra historia. Quizá el gran error de la Comisión fue<br />
no haber llevado a los peruanos más allá de la simple línea de la<br />
información. Faltó una estrategia real de comunicación para que<br />
esa verdad no sólo sea escuchada, leída o vista, sino asumida<br />
en nuestras vidas como tal.<br />
A pesar de todo ello, el Perú no está derrotado. Parafraseando<br />
a Jorge Basadre, el Perú es más grande que sus verdades,<br />
sólo que primero tenemos que aceptarlas y luego empezar a<br />
crecer juntos. La tarea nos sigue comprometiendo como RAI<br />
a seguir extendiendo nuestras redes para no seguir coreando<br />
lo que ya sabemos, sino hacer el mayor esfuerzo y obligar al<br />
Estado y órganos competentes a no dejar que la historia siga<br />
pasando sin que nos detengamos, pensemos y corrijamos<br />
los errores.<br />
El Consejo Editorial