CONGRESO SOBRE LA VIDA COMUNITARIA ESCOLAPIA

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Permite ser corregido cuando sea necesario. Toda corrección, incluso cuando no sea del
todo objetiva por parte del que corrige, puede ser una bella oportunidad de crecer en el amor.
(Mt 18, 15-18)
No te encierres en el victimismo. No eres la única persona que sufre en el mundo
pasando por un trauma o una dificultad. Así aprenderás a reírte de ti mismo y a sonreír frente
a lo que te suceda; aprenderás a simplificarlo todo y, lo que es más importante, aprenderás a
confiar más en la bondad que Dios te regala especialmente por ser TÚ.
La vida fraterna en comunidad es gracia (don) y proyecto (responsabilidad) personal.
No te des por vencido, no te dejes vencer en tu deseo de amar a todos. El día en que
comprendas cuánto te ama Dios, cuánto confía en ti, aprenderás a amar a todos y a confiar en
todos. Éste es el secreto de la vida, escondido en tu corazón. Porque tú eres amor, tu
auténtico nombre y DNA es “amor”. (1 Co 3, 16-17) Ese día descubrirás la alegría profunda de
la que habla Jesús: “Vuestra alegría nadie será capaz de quitárosla”. (Jn 16, 22)
La vida en comunidad nos ayuda a ser personas maduras. Y si esto no ocurre seguro
que es porque no estamos bien enfocados en el en el sentido vital de nuestros ser religiosos
escolapios.
Un proceso de santidad que no te haga más humano y más centrado no viene de Dios.
Los conflictos y problemas relacionales son causados por inconsistencias de un pasado no
bien resuelto. (Jn 10, 10)
Nuestra vida fraterna en comunidad es condición esencial para que nuestro apostolado
y ministerio escolapio sean creíbles. (Jn 17, 23)
Nuestro testimonio de vida es nuestro apostolado principal. La gente espera de
nosotros mucho más de lo que nos pensamos. Ésta es la voluntad de Jesús: “Padre, que sean
uno como Tú y yo; yo en ti y tú en mí; para que el mundo crea que me has enviado”.
Piensa que los hermanos son un regalo, no una amenaza. Si actúas desde esta
convicción, verás qué bello y agradable es vivir juntos, aprendiendo y enriqueciéndose
mutuamente, pues cada cual tiene sus done al servicio de los demás. (Ef 4, 1-6)
CONCLUSIÓN
Háblame de tus comunidades y te diré cómo es tu demarcación. Dime hacia dónde trabajas a
nivel comunitario y te diré si tu demarcación tiene futuro.