LA VERDAD SOBRE LA INDUSTRIA FARMACEUTICA M ANGELL
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sólo a enfermedades poco frecuentes, pero que en ocasiones se ha aplicado a<br />
medicamentos altamente prescritos, como ha sido el caso de Retrovir®.<br />
Pero en realidad el incremento de los costes de comercialización de los nuevos medicamentos<br />
experimentado durante las últimas décadas es todo un ejemplo de ineficiencia, ya que cada año<br />
el número de medicamentos que entra en el mercado es menor. En todo caso conviene tener<br />
presente que en 2002 los beneficios sobre las ventas de las 10 mayores empresas<br />
farmacéuticas americanas (17%) superaron al apartado dedicado a investigación y desarrollo<br />
(14%), sin embargo los costes de marketing y comercialización fueron mucho más elevados,<br />
del orden del 31%. A la vista de los elevados beneficios obtenidos es poco creíble la afirmación<br />
de que los elevados precios de los nuevos medicamentos son necesarios para financiar el<br />
apartado en I+D. Hay que tener en cuenta que la IF está muy interesada en mantener un alto<br />
margen de beneficios con la finalidad de atraer a los accionistas, pero también porque los<br />
directivos de las grandes IF cobran una parte importante de sus sueldos en forma de “opciones<br />
de compra de acciones”. En 2001 se estimaba que el valor de las opciones de compra de los<br />
altos ejecutivos de las diez mayores compañías farmacéuticas americanas ascendía a 52<br />
millones de dólares de media.<br />
En definitiva el precio de los medicamentos no está determinado por el coste en I+D sino por el<br />
valor que los médicos, los pacientes y los gestores le adjudican.<br />
4. ¿Cómo de innovadora es la industria farmacéutica?<br />
Cuando la FDA recibe una solicitud para aprobar un nuevo medicamento, primero determina si<br />
se trata de una nueva molécula (“nueva entidad molecular”) o no y después si aporta alguna<br />
ventaja sobre otras ya existentes en el mercado. En este último caso, la FDA le dispensa una<br />
mayor atención (“priority review”), frente al resto (“standard review”). Sin embargo, no todas<br />
las nuevas entidades moleculares requieren una revisión prioritaria, del mismo modo que no<br />
todos los medicamentos que requieren una revisión prioritaria son muevas entidades<br />
moleculares.<br />
Entre 1998 y 2002 se aprobaron 415 nuevos medicamentos, a una media de 83 por año. De<br />
estos, 133 (32%) se trataba de nuevas entidades moleculares. El resto (68%) eran variaciones<br />
de medicamentos anteriores. De estas 133, sólo 58 recibieron un tratamiento de revisión<br />
prioritaria, es decir una media de 12 medicamentos innovadores por año, el 14% de total. Estos<br />
datos denotan una auténtica crisis innovadora que se ha agravado en los últimos años, con sólo<br />
7 medicamentos innovadores en 2001 y en 2002.<br />
Pero el auténtico escándalo es que la mayor parte de estos medicamentos innovadores suele<br />
proceder de investigación financiada con fondos públicos, en general realizadas en el ambiente<br />
universitario o en empresas de biotecnología, en aplicación de la ya mencionada ley Bayh-Dole<br />
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