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Diagnóstico y mecanismo de un desarreglo intervertebral ... - sofmmoo

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Cinésiologie 1973.47:1-24Diagnóstico y <strong>mecanismo</strong> <strong>de</strong> <strong>un</strong><strong>de</strong>sarreglo <strong>intervertebral</strong> menorR. MaigneTraducción: F. Colell (GBMOIM)Resumen: El estudio <strong>de</strong> los dolores vertebrales com<strong>un</strong>es <strong>de</strong>bidos a movimientos enfalso, a esfuerzos, a malas posiciones mantenidas, a problemas estáticos o posturales,lleva a concebir la existencia <strong>de</strong> « <strong>de</strong>sarreglos <strong>intervertebral</strong>es menores », que amenudo son reversibles con la terapia <strong>de</strong> la manipulación. Primero es el estudiosemiológico <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>sarreglos lo que muestra su existencia a<strong>un</strong>que no prejuzga s<strong>un</strong>aturaleza.Se hace inicialmente con los signos locales en don<strong>de</strong> nos esforzamos solicitando almáximo el movimiento <strong>intervertebral</strong> segmentario (presión axial <strong>de</strong> las espinosas,presión lateral <strong>de</strong> la espinosa, presión lateral contrariada <strong>de</strong> las espinosas adyacentes,búsqueda <strong>de</strong> la sensibilidad <strong>de</strong>l ligamento interespinoso correspondiente, búsqueda <strong>de</strong>la sensibilidad <strong>de</strong> <strong>un</strong> macizo articular posterior con la palpación).Posteriormente se completa con el estudio <strong>de</strong> los signos <strong>de</strong> irritación <strong>de</strong>l nervioraquí<strong>de</strong>o correspondiente en la rama anterior y la posterior, que inervan todos losplanos <strong>de</strong> la espalda y los planos paravertebrales. Buscaremos los signos clásicos <strong>de</strong>sufrimiento radicular. A<strong>de</strong>más el autor llama la atención sobre todo <strong>un</strong> cortejo <strong>de</strong>manifestaciones que acompañan a menudo a estas irritaciones radiculares que élllama Síndrome célulo-tendino-miálgico compuesto por:• Placas <strong>de</strong> celulalgia muy sensibles al pinzado-rodado en alg<strong>un</strong>as partes <strong>de</strong>l<strong>de</strong>rmatoma <strong>de</strong> la raíz concerniente.• Fascículos musculares indurados y muy sensibles (como « contracturas »localizadas) en alg<strong>un</strong>os músculos tributarios <strong>de</strong> la raíz afecta.• Dolores teno-periósticos que a menudo solo se manifiestan con la palpación yque se encuentran en el territorio inervado por la raíz concerniente (dolorepicondíleo para C6, dolor en el trocánter mayor para L5, etc.).Estas zonas <strong>de</strong> sensibilidad cutánea, muscular o teno-perióstica, generalmente<strong>de</strong>sconocidas por el paciente, solo aparecen con el examen sistemático. Pue<strong>de</strong>n serresponsables <strong>de</strong> la persistencia <strong>de</strong>l dolor radicular inicial; o si éste no ha existido, <strong>de</strong>dolores aparentemente aislados, fuente <strong>de</strong> errores <strong>de</strong> diagnóstico. Hay que buscarlascon atención ya que son <strong>un</strong> elemento útil para el diagnóstico e indispensables para laterapia manual. Pero a<strong>un</strong>que si los signos locales eventualmente asociados a lossignos <strong>de</strong> irritación radicular ponen evi<strong>de</strong>ncian el sufrimiento <strong>de</strong> <strong>un</strong> nivel vertebral, noprejuzgan en absoluto la causa <strong>de</strong>l mismo. Únicamente el examen clínico completoasociado a los datos <strong>de</strong> laboratorio y los <strong>de</strong> la radiología podrán aportar respuestas ypermitir el diagnóstico y <strong>de</strong>cidir el tratamiento.En fin, a la vista <strong>de</strong> estos signos <strong>de</strong> los exámenes, el autor emite las hipótesis <strong>de</strong>l<strong>mecanismo</strong> <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>sarreglos <strong>intervertebral</strong>es menores. Para su aparición pareceindispensable <strong>un</strong>a lesión <strong>de</strong>l disco, piedra angular <strong>de</strong>l sistema vertebral. Pero éstapue<strong>de</strong> ser perfectamente muda y crear el sufrimiento <strong>de</strong> <strong>un</strong>a articulación


interapofisaria –casi siempre implicada- <strong>de</strong>l ligamento interespinoso. Será entonces laarticulación o el ligamento el origen <strong>de</strong>l dolor que siente el paciente. Las causasarticulares puras parecen posibles pero mucho más raras.Es indispensable consi<strong>de</strong>rar también la perturbación f<strong>un</strong>cional auto-mantenida quecrea toda lesión vertebral en el sistema automático <strong>de</strong> f<strong>un</strong>cionamiento que es lacolumna vertebral, <strong>de</strong> la que la expresión más palpable es la contractura muscularparavertebral, siempre presente a<strong>un</strong>que sea mínima.Por fin, el autor insiste en el umbral <strong>de</strong> sensibilidad que hace que numerosos<strong>de</strong>sarreglos <strong>intervertebral</strong>es menores no causen ning<strong>un</strong>a molestia al paciente si lairritación que provocan está por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> dicho umbral.En la práctica diaria hay numerosos casos en los que la afectación raquí<strong>de</strong>aes evi<strong>de</strong>nte (dolor tras <strong>un</strong> movimiento en falso, mantener <strong>un</strong>a mala postura)pero en los que el atento examen no permite encontrar signos <strong>de</strong> sufrimientovertebral y menos aún mostrar la responsabilidad <strong>de</strong> <strong>un</strong>o u otro nivel vertebral.Un caso típico es el <strong>de</strong> las meralgias parestésicas, <strong>de</strong> las que con frecuenciase sospecha <strong>un</strong> origen vertebral pero en las que el examen clásico no muestra<strong>un</strong>a afectación particular <strong>de</strong>l raquis lumbar superior y las mejores radiografíasson silentes. Se pue<strong>de</strong> añadir que incluso si mostrasen <strong>un</strong>a afectación artrósicao <strong>de</strong>generativa <strong>de</strong>l disco correspondiente no sería más que <strong>un</strong> signo <strong>de</strong>pres<strong>un</strong>ción y no <strong>de</strong> certeza, tan frecuentes son las afecciones artrósicas mudas<strong>de</strong> la columna.Cuando <strong>un</strong>a terapia mecánica como la manipulación vertebral que actúadirectamente en el raquis alivia instantáneamente <strong>un</strong> dolor persistente <strong>de</strong>epicondilitis o <strong>un</strong>a cefalea rebel<strong>de</strong>, permite pensar en el origen vertebral <strong>de</strong>estas manifestaciones ; más aún cuando la manipulación inversa las agrava ocuando <strong>un</strong> maniobra mal hecha pu<strong>de</strong> provocarlas. No es con la simpleimpresión clínica que se <strong>de</strong>be « probar » la manipulación, ni se <strong>de</strong>ben juzgarsus efectos solo con las impresiones <strong>de</strong>l paciente. Hay que evi<strong>de</strong>nciar este« <strong>de</strong>sarreglo segmentario » y precisar sus características. Esto es capital parael empleo y la justificación <strong>de</strong> las manipulaciones; pero no lo es menos para lacomprensión <strong>de</strong> los dolores vertebrales com<strong>un</strong>es y para su tratamiento, en losque la manipulación está lejos <strong>de</strong> ser el único tratamiento.Nos proponemos mostrar aquí que existen <strong>un</strong> cierto número <strong>de</strong> signos <strong>de</strong>examen fáciles <strong>de</strong> buscar, <strong>de</strong> los que su asociación permite evi<strong>de</strong>nciar elsufrimiento <strong>de</strong> <strong>un</strong> nivel vertebral y, eventualmente su responsabilidad en <strong>un</strong>síndrome doloroso. En ningún caso estos signos son suficientes para afirmar lanaturaleza benigna o mecánica <strong>de</strong> la afectación. Simplemente son la expresión<strong>de</strong>l sufrimiento en el nivel concerniente. Es con la anamnesis, el examenclínico, los datos radiológicos y los exámenes complementarios eventuales quepodremos colocar la etiqueta <strong>de</strong> « Desarreglo <strong>intervertebral</strong> mecánico menor »benigno. Va <strong>de</strong> lo que podríamos llamar esguince vertebral crónico a herniadiscal.


Primero estudiaremos estos signos. Posteriormente intentaremoscompren<strong>de</strong>r a qué correspon<strong>de</strong>n estos « <strong>de</strong>sarreglos » que son la base <strong>de</strong> lamayoría <strong>de</strong> los dolores vertebrales com<strong>un</strong>es.Diagnóstico <strong>de</strong> <strong>un</strong> <strong>de</strong>sarreglo <strong>intervertebral</strong>menor (DIM)Buscaremos los signos en:• El mismo nivel vertebral.• En el territorio <strong>de</strong>l nervio raquí<strong>de</strong>o correspondiente:- en la rama anterior que inerva los miembros y las caras anterolaterales<strong>de</strong>l tronco,- en la rama posterior que inerva los planos posteriores <strong>de</strong>l dorso <strong>de</strong>s<strong>de</strong>la coronilla al coxis.• Sin olvidar la posibilidad <strong>de</strong> dolores “proyectados” o “referidos” a partir<strong>de</strong>l sufrimiento <strong>de</strong> los elementos <strong>de</strong>l nivel vertebral (ligamento, cápsulaarticular, músculo) tal y como han <strong>de</strong>mostrado los trabajos <strong>de</strong> LEWIS yKELLGREN.Nivel vertebral: signos localesLas siguientes maniobras revelarán <strong>un</strong>a cierta sensibilidad <strong>de</strong> <strong>un</strong>a vértebra,sensibilidad que no se encontrará en las vecinas; son:• Presión axial en la espinosa.• Presión contrariada lateral <strong>de</strong> las espinosas.• Presión <strong>de</strong>l ligamento interespinoso.• Presión en la articulación interapofisaria.Presión axial en la espinosa (Fig. 1) .Es la maniobra más utilizada en el examen clásico <strong>de</strong>l raquis. Tiene interés sila presión axial lenta ejercida sobre la espinosa revela <strong>un</strong> dolor prof<strong>un</strong>do; másaún si reproduce o aumenta el dolor espontáneo que siente el paciente.Presión lateral en la espinosa y presión lateral contrariadaLa finalidad <strong>de</strong> esta maniobra que proponemos es provocar en el SegmentoMóvil <strong>un</strong> movimiento selectivo <strong>de</strong> rotación forzada, primero a la <strong>de</strong>recha y<strong>de</strong>spués a la izquierda. Se empieza con <strong>un</strong>a presión lateral en las espinosas <strong>de</strong>la región examinada.


Fig. 1Fig. 2 Presión lateral en la espinosa (a). Presión lateralcontrariada <strong>de</strong> las espinosas (c). La manipulación en <strong>un</strong>caso como este se hará forzando la rotación <strong>de</strong> B en el Fig. 3sentido no doloroso y eventualmente con <strong>un</strong> contra-apoyoen la transversa izquierda <strong>de</strong> C. (Regla <strong>de</strong>l no-dolor).Primero <strong>de</strong> <strong>de</strong>recha a izquierda, luego <strong>de</strong> izquierda a <strong>de</strong>recha. Si <strong>un</strong>a <strong>de</strong>estas maniobras sobre <strong>un</strong>a vértebra es sensible en <strong>un</strong> sentido y más si exagerao reproduce el dolor <strong>de</strong>l paciente, se efectúa la maniobra siguiente quepermitirá saber si en nivel responsable es el superior o el inferior a la vértebrasensible (Fig. 2) . Manteniendo en B la presión que provoca el dolor se hará contrapresiónsimultáneamente y en sentido opuesto en la espinosa A suprayacente y<strong>de</strong>spués en la espinosa C subyacente. Una <strong>de</strong> las dos maniobras (en C)aumentará el dolor provocado inicialmente, la otra no. Ello nos precisa el nivelque sufre (nivel B C). En el sistema terapéutico que preconizamos esto nosdará el sentido preciso <strong>de</strong> la manipulación que se ejecutará en el sentido <strong>de</strong>l nodolor.Presión en el ligamento interespinoso(Fig. 3)Es habitual comprobar que el ligamento interespinoso <strong>de</strong>l nivel comprometidoes netamente más sensible a la presión que en los otros. Esta sensibilidad quese explora con el canto <strong>de</strong> <strong>un</strong>a llave pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>saparecer tras la manipulación.Pero a veces pue<strong>de</strong> persistir mientras que los <strong>de</strong>más signos han <strong>de</strong>saparecido.En alg<strong>un</strong>os casos este sufrimiento ligamentoso residual mantiene <strong>un</strong> dolor localo proyectado rebel<strong>de</strong> que <strong>de</strong>saparece tras la infiltración anestésica <strong>de</strong>lligamento. Constituye <strong>un</strong> test útil y a veces el tratamiento. En los casosrebel<strong>de</strong>s la esclerosis según el procedimiento <strong>de</strong> HACKETT propuesto porBARBOR y TROISIER, será la terapia a escoger..Señalemos que la sensibilidad aislada <strong>de</strong> <strong>un</strong> ligamento interespinoso amenudo traduce <strong>un</strong>a “inestabilidad vertebral” que otros llaman “hipermovilidad”.Aquí la esclerosis pue<strong>de</strong> ser también <strong>un</strong> buen tratamiento, no hay quemanipular. Se pue<strong>de</strong>n encontrar en estos casos signos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarreglo


muy rápidamente que permite darse cuenta con rapi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las zonasvertebrales perturbadas encontrando lo que llamamos el « P<strong>un</strong>to paravertebral». En efecto, la palpación superficial a penas insinuada con el pulpejo<strong>de</strong> los <strong>de</strong>dos recorriendo <strong>de</strong> arriba a abajo los canales paravertebrales,permitirá encontrar signos familiares al operador entrenado en <strong>un</strong>a pequeñasuperficie <strong>de</strong> menos <strong>de</strong> <strong>un</strong> centímetro cuadrado. Esta zona se sitúa a <strong>un</strong> través<strong>de</strong> <strong>de</strong>do <strong>de</strong> la línea media y generalmente solo existe en <strong>un</strong> lado. El <strong>de</strong>do quela palpa tiene la sensación <strong>de</strong> e<strong>de</strong>ma muy localizado y <strong>de</strong> <strong>un</strong>a tensión en losmúsculos subyacentes. Este signo es particularmente neto en los <strong>de</strong>sarreglostóraco-cervicales.Esta zona correspon<strong>de</strong> a la proyección <strong>de</strong> la articulación interapofisariasubyacente, <strong>de</strong> la que traduce su sufrimiento. Si el operador aumentasensiblemente la presión en este p<strong>un</strong>to efectuará la maniobra anteriormente<strong>de</strong>scrita y provocará <strong>un</strong> dolor vivo, cosa que no podrá hacer con las zonasvecinas o simétricas; esta presión a menudo hace que el paciente recuer<strong>de</strong> sumolestia habitual. Es totalmente sorpren<strong>de</strong>nte para el paciente y más aún paraaquellos que no están familiarizados con las terapias manuales el comprobarque el operador encuentre tan rápidamente y con gran exactitud el lugardoloroso, incluso sin interrogar al paciente. ¡Y ello simplemente paseando sus<strong>de</strong>dos índice y medio a lo largo <strong>de</strong> la línea para-espinosa!La rapi<strong>de</strong>z, la certeza y precisión milimétrica <strong>de</strong> la localización <strong>de</strong>l nivelperturbado gracias a este « P<strong>un</strong>to Paravertebral » han animado mucho,primero a los Osteópatas y <strong>de</strong>spués a otros, a atribuir a este examenpuramente palpatorio más <strong>de</strong> lo que razonablemente se le pue<strong>de</strong> pedir.Por sorpren<strong>de</strong>nte y divertido que sea este signo no permite más que <strong>un</strong>alocalización y no <strong>un</strong> diagnóstico.Bien es cierto que la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong>l « P<strong>un</strong>to Posterior » es extremadamentecómoda, por <strong>un</strong>a parte para la localización <strong>de</strong>l nivel, pero también para juzgarcon su <strong>de</strong>saparición o disminución la eficacia <strong>de</strong> <strong>un</strong>a maniobra terapéutica.Signos <strong>de</strong> irritación radicular: signos regionales y a distanciaRecor<strong>de</strong>mos que el sufrimiento <strong>de</strong> <strong>un</strong> nervio raquí<strong>de</strong>o clásicamente se traducepor:• Signos sensitivos en el <strong>de</strong>rmatoma correspondiente en forma <strong>de</strong> híper ohipoestesia o incluso anestesia.• Signos motores en el miotoma correspondiente que se traduce en <strong>un</strong>apérdida o disminución <strong>de</strong> la fuerza muscular que a veces se manifestarácon <strong>un</strong> test muscular bien hecho.• Signos reflejos con abolición o disminución <strong>de</strong> <strong>un</strong> reflejo tendinoso.• A veces alteraciones simpáticas.Con la topografía <strong>de</strong> los signos sensitivos motores y reflejos se <strong>de</strong>termina elnivel en el examen neurológico clásico. Pero el examen sistemático <strong>de</strong> losplanos musculares y cutáneos en estos pacientes nos ha mostrado que lairritación <strong>de</strong> <strong>un</strong>a raíz nerviosa se acompaña a menudo <strong>de</strong> <strong>un</strong> cierto número <strong>de</strong>


modificaciones <strong>de</strong> estos tejidos que llamaremos «síndrome célulo-tenomiálgico<strong>de</strong> los sufrimientos radiculares».Fig. 5: Síndrome célulo-teno-miálgico <strong>de</strong> los dolores radiculares S1 con celulalgia (en líneasfinas) y fascículos musculares indurados y sensibles: glúteo mayor, parte inferior <strong>de</strong>l bícepscrural y gemelo externo (trazos gruesos).Fig. 6: Síndrome L5 con territorio celulálgico sensible al pinzado-rodado (en líneas finas), ycordones musculares indurados (trazos gruesos): glúteo medio y tensor <strong>de</strong> la fascia latasobretodo; más raro, extensores <strong>de</strong> los <strong>de</strong>dos y peroneos; sensibilidad teno-perióstica(círculos) <strong>de</strong>l trocánter y <strong>de</strong> la articulación tibioperonea superior.Fig. 7: Síndrome C6 en trazos finos: zonas <strong>de</strong> celulalgia; en trazos gruesos: fascículosmusculares indurados y sensibles (infraespinoso); y círculos: dolores teno-periósticos:epicóndilo, estiloi<strong>de</strong>s radial (epicondilitis o estiloiditis <strong>de</strong> origen cervical).Estas modificaciones se observan con mucha frecuencia en las regionesradiculares en los planos cutáneos y musculares. Su conocimiento aportatambién nuevos elementos para la comprensión <strong>de</strong> los dolores vertebralescom<strong>un</strong>es, para su diagnóstico y su tratamiento.Este “síndrome célulo-teno-miálgico” se encuentra:• Acompañando <strong>un</strong> dolor radicular conocido,• sobreviviéndolo y manteniendo dolores rebel<strong>de</strong>s o simulando más omenos el dolor radicular,• pero también en casos en los que no ha habido sufrimiento radicularclínicamente evi<strong>de</strong>nte. Está entonces aislado, pero el examen vertebralpermite encontrar los signos <strong>de</strong> <strong>un</strong> « <strong>de</strong>sarreglo <strong>intervertebral</strong> menor »en el nivel vertebral correspondiente. Más aún, el tratamiento <strong>de</strong> estenivel a menudo hace <strong>de</strong>saparecer instantáneamente estasmanifestaciones a distancia, permitiendo confirmar su origen vertebral.La celulalgia localizadaEn el <strong>de</strong>rmatoma <strong>de</strong> la raíz afectada la maniobra <strong>de</strong>l pinzado-rodadoevi<strong>de</strong>nciará alg<strong>un</strong>as zonas, más o menos extensas (<strong>de</strong>l tamaño <strong>de</strong> <strong>un</strong>amoneda al <strong>de</strong> la palma <strong>de</strong> la mano) asiento <strong>de</strong> <strong>un</strong>a « celulalgia » en las que el


pliegue es espeso. Son muy sensibles a la maniobra <strong>de</strong>l pinzado-rodadocomparándolas con las zonas vecinas y las simétricas. Pue<strong>de</strong>n hacer queperduren los dolores rebel<strong>de</strong>s (alg<strong>un</strong>os casos <strong>de</strong> ciáticas prolongadas) y serorigen <strong>de</strong> error diagnóstico, como en la pared abdominal en las quemayormente simulan dolores ginecológicos o vasculares.Los cordones musculares induradosEn alg<strong>un</strong>os músculos inervados por la raíz afecta la palpación podrá revelarla existencia <strong>de</strong> fascículos duros, muy sensibles a la presión, <strong>de</strong> diámetrosvariables (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el <strong>de</strong> <strong>un</strong>a aguja al <strong>de</strong> <strong>un</strong> puro), <strong>de</strong> <strong>un</strong>o a dos centímetros <strong>de</strong>longitud. Estos cordones miálgicos son bastante sorpren<strong>de</strong>ntes en <strong>un</strong>a afecciónradicular en la que generalmente el músculo está hipotónico. Pero loscalambres no forman parte <strong>de</strong>l cuadro <strong>de</strong> sufrimiento radicular. Sin duda estoscordones no tienen analogía con los calambres, en <strong>un</strong> plan patogénico. Lapresión sobre estas induraciones provoca <strong>un</strong> dolor que recuerda al dolorespontáneo. Estos cordones indurados pue<strong>de</strong>n mantener los dolores rebel<strong>de</strong>s.A menudo son responsables <strong>de</strong> la persistencia <strong>de</strong>l dolor en los casos <strong>de</strong>cruralgias o <strong>de</strong> ciáticas por ejemplo. Casi siempre se localizan en el mismomúsculo para <strong>un</strong>a misma raíz y siempre en la misma parte <strong>de</strong>l músculo (parteexterna <strong>de</strong>l gemelo externo (S1), recto anterior (L3 o L4), parte inferior <strong>de</strong>lbíceps femoral corto (S1), etc.Su tratamiento primeramente es vertebral y posteriormente local: estiramientomantenido <strong>de</strong>l músculo, infiltración anestésica en el p<strong>un</strong>to doloroso y a vecesmasajes <strong>de</strong>slizantes prof<strong>un</strong>dos.Los dolores teno-periósticosEl examen sistemático a veces permitirá encontrar sensibilidad viva enalg<strong>un</strong>os tendones o en inserciones tenoperiósticas. Este examen se hará encontracción isométrica <strong>de</strong>l músculo contra resistencia a la que asociamos –esimportante- la palpación simultánea (cuando es posible) <strong>de</strong>l músculo y <strong>de</strong>ltendón explorados. De esta forma podremos encontrar (en <strong>un</strong>a ciática rebel<strong>de</strong>)<strong>un</strong>a viva sensibilidad <strong>de</strong> la inserción <strong>de</strong>l glúteo menor en el trocánter, a menudoignorada por el paciente. La manipulación lumbar sola o asociada a veces a lainfiltración local, curará el dolor rebel<strong>de</strong> pseudociático que pue<strong>de</strong> mantenereste sufrimiento tenoperióstico.En <strong>un</strong> dolor <strong>de</strong> hombro, el examen practicado <strong>de</strong> esta manera pondrá enevi<strong>de</strong>ncia, por ejemplo, la responsabilidad <strong>de</strong>l supraespinoso, infraespinoso o<strong>de</strong>l bíceps. Pero incluso en ausencia <strong>de</strong> dolor radicular evi<strong>de</strong>nte habrá quesaber buscar los signos <strong>de</strong> sufrimiento segmentario <strong>de</strong>l raquis cervical. Si seencuentran en el nivel correspondiente a la inervación <strong>de</strong>l músculo consi<strong>de</strong>rado–supraespinoso (C5), bíceps e infraespinoso (C6), epicondíleos (C6 y C7)- amenudo con el puro tratamiento cervical se podrá curar instantáneamente alpaciente <strong>de</strong> su tendinitis <strong>de</strong> hombro o <strong>de</strong> su epicondilitis. En el 60% <strong>de</strong> loscasos <strong>de</strong> epicondilalgia hay <strong>un</strong> factor cervical.


Todos estos signos clásicos y no clásicos <strong>de</strong> irritación radicular se buscaránsistemáticamente:• ante cualquier dolor vertebral,• en presencia <strong>de</strong> <strong>un</strong> dolor radicular,• e incluso en ausencia <strong>de</strong> dolor radicular evi<strong>de</strong>nte cuando <strong>un</strong> dolor <strong>de</strong>espalda, <strong>de</strong> tórax, o <strong>de</strong> miembros no parece tener <strong>un</strong>a causa local y sesospecha <strong>un</strong> posible origen vertebral.Se buscarán en:• En la zona <strong>de</strong> la rama anterior <strong>de</strong>l nervio raquí<strong>de</strong>o que inerva losmiembros y las regiones antero-laterales <strong>de</strong>l cuello y <strong>de</strong>l tronco,• En la zona <strong>de</strong> la rama posterior que inerva los planos <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el vértex al coxis.EXAMEN DE LA RAMA ANTERIOR DEL NERVIO RAQUIDEONo insistiremos en el examen <strong>de</strong> los signos sensitivos y <strong>de</strong> los signos reflejos,pero recordaremos que la práctica <strong>de</strong>l test muscular es indispensable paraevi<strong>de</strong>nciar <strong>un</strong>a ligera disminución <strong>de</strong> la fuerza en <strong>un</strong> músculo.Como se ha dicho anteriormente, se buscarán atentamente los signos <strong>de</strong>lsíndrome célulo-téndino-miálgico palpando las zonas <strong>de</strong> insercióntenoperiósticas, los planos cutáneos con el pinzado-rodado, y buscando conatención las zonas <strong>de</strong> induración sensibles en los músculos, intentandoreproducir con estas maniobras el dolor espontáneo habitual conocido por elpaciente.EXAMEN DE LA RAMA POSTERIOR DEL NERVIO RAQUIDEOEs precisamente gracias a este « Síndrome célulo-miálgico » que se podráobjetivar el sufrimiento <strong>de</strong> la rama posterior.Esto es tanto más interesante en cuanto nos parece que el papel <strong>de</strong> la ramaposterior ha sido consi<strong>de</strong>rablemente subestimado en el <strong>mecanismo</strong> <strong>de</strong> losdolores vertebrales com<strong>un</strong>es. Se <strong>de</strong>be a G. LAZORTHES el haber señalado supapel en la patología vertebral común y haber mostrado sus íntimas relacionescon las articulaciones interapofisarias. Cualquier lesión en éstas repercute enlas otras. Su irritación es responsable <strong>de</strong> la contractura paravertebral queacompaña la mayoría <strong>de</strong> los dolores vertebrales benignos o malignos. Es <strong>un</strong>verda<strong>de</strong>ro reflejo regional en respuesta a la irritación <strong>de</strong> las fibras <strong>de</strong> lasensibilidad propioceptiva <strong>de</strong> origen articular.El elemento semiológico que proponemos consiste en la frecuente existencia<strong>de</strong> <strong>un</strong>a banda <strong>de</strong> celulalgia aislada que afecta al territorio cutáneo <strong>de</strong> estenervio cuando está irritado (Fig. 8) .


Fig. 8: La rama posterior <strong>de</strong> T8 inerva <strong>un</strong>a zona cutánea situada 3 o 4 niveles vertebralesmás abajo. En el caso <strong>de</strong> irritación crónica la maniobra <strong>de</strong>l pinzado-rodado evi<strong>de</strong>nciará <strong>un</strong>abanda <strong>de</strong> celulalgia muy sensible que ocupa este territorio. El p<strong>un</strong>to • <strong>de</strong>l esquema muestra ellugar <strong>de</strong> emergencia <strong>de</strong>l ramo cutáneo <strong>de</strong>l nervio.La buscaremos atentamente con el pinzado-rodado <strong>de</strong> los planos cutáneos<strong>de</strong> la espalda y las fosas ilíacas. Interesará si está bien aislada en <strong>un</strong> territorionormal y si es <strong>un</strong>ilateral. La maniobra <strong>de</strong>l pinzado-rodado reproduce muy amenudo el dolor espontáneo que siente el paciente. Esta banda generalmentees <strong>de</strong> alg<strong>un</strong>os centímetros y se extien<strong>de</strong> oblicuamente en la parte externa <strong>de</strong> laespalda. Hay que recordar que el territorio <strong>de</strong> inervación cutánea <strong>de</strong> las ramasposteriores dorsales y lumbares se sitúa generalmente 3 o 4 niveles por <strong>de</strong>bajo<strong>de</strong> su lugar <strong>de</strong> emergencia. De esta manera los planos cutáneos <strong>de</strong> la región<strong>de</strong> la cresta ilíaca y <strong>de</strong> la fosa ilíaca externa se correspon<strong>de</strong>rán con los niveles<strong>de</strong> T12, L1, y L2 (Fig. 9) .Fig. 9: Los planos cutáneos <strong>de</strong> la región glútea están inervados en parte por la rama posterior<strong>de</strong> L1 que se hace superficial en la cresta ilíaca. Su irritación es responsable <strong>de</strong> las lumbalgiassufridas en esta zona. La maniobra <strong>de</strong>l pinzado-rodado evi<strong>de</strong>ncia la banda <strong>de</strong> celulalgiaconsecuencia <strong>de</strong> esta irritación.Es en este nivel, y no en el lumbosacro, en el que hay que buscar la causa <strong>de</strong>alg<strong>un</strong>as lumbalgias. De hecho, la mayoría <strong>de</strong> los dolores llamados sacroilíacosse <strong>de</strong>ben a la irritación <strong>de</strong> las ramas posteriores lumbares que inervan lostejidos <strong>de</strong> esta región. Habrá que examinar con cuidado el nivel vertebral


correspondiente recordando su inicio y sabiendo que las superposiciones <strong>de</strong>territorio con los niveles vecinos es lo habitual.La infiltración <strong>de</strong> la rama posterior responsable en su emergencia <strong>de</strong>l raquisen contacto con la articulación interapofisaria vuelve insensible la banda <strong>de</strong>celulalgia. Se obtiene también el mismo resultado, a<strong>un</strong>que más dura<strong>de</strong>ro, conla manipulación <strong>de</strong>l segmento concerniente, cuando ésta está indicada.Tales son los signos clínicos locales, regionales, y a distancia que permitenevocar con precisión el sufrimiento <strong>de</strong> <strong>un</strong> nivel vertebral <strong>de</strong>terminado.Faltará hacer la prueba <strong>de</strong> la naturaleza benigna o maligna, mecánica o nomecánica <strong>de</strong> este sufrimiento para finalmente hacer el diagnóstico <strong>de</strong>« <strong>de</strong>sarreglo benigno », y po<strong>de</strong>r abordar el tratamiento con manipulaciones.Con la comparación <strong>de</strong> estos datos locales, el examen clínico general, losdatos <strong>de</strong> laboratorio, y sobretodo con los <strong>de</strong> la radiología, obtendremos larespuesta.Desarreglo <strong>intervertebral</strong> y dolores proyectadosNo forman parte <strong>de</strong> la semiología que podríamos calificar <strong>de</strong> objetiva; perohay que conocer su posibilidad y tenerlos en cuenta en el diagnóstico.KELLGREN y LEWIS <strong>de</strong>mostraron su realidad y establecieron su mapa. Setrata <strong>de</strong> dolores sentidos por el paciente en <strong>un</strong>a región <strong>de</strong>terminada a partir <strong>de</strong>la irritación <strong>de</strong> <strong>un</strong> músculo, <strong>un</strong> ligamento, o <strong>un</strong>a cápsula articular, sin que estaproyección dolorosa siga <strong>un</strong> esquema neurológico conocido; a<strong>un</strong>que latopografía <strong>de</strong> la proyección es sensiblemente la misma en la mayoría <strong>de</strong>individuos para la misma estructura irritada.De ello que los dolores <strong>de</strong>l ligamento interespinoso L1-L2 pue<strong>de</strong>n dar doloresirradiados en el ano. El sufrimiento <strong>de</strong>l glúteo menor pue<strong>de</strong> dar dolorespseudociáticos, lo que se constata frecuentemente con inyeccionesintramusculares <strong>de</strong> productos irritantes. El sufrimiento <strong>de</strong> <strong>un</strong>a articulaciónposterior L4-L5 o L5-S1 pue<strong>de</strong> dar <strong>un</strong>a pseudociática, como en el caso <strong>de</strong>alg<strong>un</strong>as ciáticas <strong>de</strong> las espondilolistesis tal y como <strong>de</strong>mostró TAILLARD.Nosotros, j<strong>un</strong>to con RAGEOT, hemos podido obtener curaciones dura<strong>de</strong>ras enestos casos con la simple infiltración <strong>de</strong> la articulación interapofisariaresponsable.Si existe sufrimiento <strong>de</strong> <strong>un</strong> nivel vertebral las distintas estructurasligamentosas articulares o musculares ligadas a él pue<strong>de</strong>n ser por sí mismas lagénesis <strong>de</strong> dolores locales y también <strong>de</strong> dolores irradiados o proyectados <strong>de</strong>topografía pseudorradicular <strong>de</strong> los que no hay que ignorar su origen. Lainfiltración anestésica <strong>de</strong>l elemento responsable hace <strong>de</strong>saparecer el dolorirradiado.


Radiología y <strong>de</strong>sarreglo <strong>intervertebral</strong> menor¿Qué pue<strong>de</strong> aportar el examen radiológico en el diagnóstico <strong>de</strong> <strong>un</strong> <strong>de</strong>sarreglo<strong>intervertebral</strong> menor?Es indispensable para contribuir al diagnóstico <strong>de</strong> lesión benigna. Laradiografía nos informa <strong>de</strong>l estado vertebral general y <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong>l segmentoa consi<strong>de</strong>rar: artrosis, <strong>de</strong>generación discal más o menos importante, etc. Peropor experiencia sabemos que <strong>un</strong> segmento que presenta <strong>un</strong> disco reducido o<strong>un</strong>a articular posterior artrósica no necesariamente es responsable <strong>de</strong>l dolorcervical o lumbar que presenta el paciente.Los signos clínicos que hemos <strong>de</strong>scrito que, sobretodo la presión lateralcontrariada <strong>de</strong> las espinosas en la región lumbar o la sensibilidad <strong>de</strong> <strong>un</strong> macizoarticular posterior cervical, muy a menudo nos muestran que el nivelresponsable que sufre no es el que radiologicamente está más afectado. Lasdiscografías lumbares han confirmado recientemente esta noción muy conocidaentre todos los terapeutas manuales.¿Pue<strong>de</strong>n observarse en la radiografía estos <strong>de</strong>sarreglos vertebrales?Alg<strong>un</strong>os se han esforzado en evi<strong>de</strong>nciar <strong>un</strong>a disf<strong>un</strong>ción segmentaria para<strong>de</strong>mostrar la utilidad <strong>de</strong> la manipulación vertebral. Es cierto que en alg<strong>un</strong>oscasos, por medio <strong>de</strong> series radiológicas haches en flexión, extensión, yrotación, se pue<strong>de</strong> mostrar (como en el caso <strong>de</strong>l signo <strong>de</strong> ausencia <strong>de</strong>pinzamiento o <strong>de</strong> ausencia <strong>de</strong> basculación <strong>de</strong> De Sèze y Djian en las herniasdiscales lumbares) que <strong>un</strong>a vértebra no sigue al movimiento general, queparece “bloqueada” en alg<strong>un</strong>as posiciones. Pero esto no pruebe gran cosa enlo que concierne a nuestro problema. Primeramente <strong>un</strong>a anomalía <strong>de</strong> este tipopue<strong>de</strong> ser perfectamente muda, <strong>de</strong>spués pue<strong>de</strong> persistir incluso cuando lossíntomas clínicos han <strong>de</strong>saparecido tras el tratamiento.En fin, incluso si la radiografía muestra <strong>un</strong>a disf<strong>un</strong>ción segmentaria evi<strong>de</strong>nte,no aporta nada al sentido <strong>de</strong> la maniobra <strong>de</strong> la manipulación. No se trata, comoalg<strong>un</strong>os creen <strong>de</strong> forma naïf, <strong>de</strong> reponer la vértebra en el « recto camino »aplicándole <strong>un</strong> movimiento <strong>de</strong> corrección en flexión si está aparentementebloqueada en extensión, o a la inversa. Esta lógica falsa, que es la base <strong>de</strong> laquiropraxia, pue<strong>de</strong> conducir a la catástrofe.Hechas estas reservas, es <strong>de</strong>seable, no obstante, que sigan lasinvestigaciones en el terreno radiológico, ya que pue<strong>de</strong>n conducir a conceptosinteresantes en el ámbito médico-legal y aportar contribuciones en el ámbitocientífico.


La palpación <strong>de</strong>l movimiento <strong>intervertebral</strong> ¿es<strong>un</strong> medio <strong>de</strong> diagnóstico?Esta exposición estaría incompleta si no tuviéramos en cuenta el lugar <strong>de</strong>l« diagnóstico palpatorio » en el sentido osteopático <strong>de</strong>l término en la búsqueda<strong>de</strong> estos “<strong>de</strong>sarreglos <strong>intervertebral</strong>es menores”. Para muchos terapeutasmanuales sustituye al examen clínico.Recor<strong>de</strong>mos, <strong>de</strong> paso, que el término <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarreglo <strong>intervertebral</strong> menor queproponemos, no se utiliza entre los osteópatas o sus <strong>de</strong>rivaciones. Ellos hablan<strong>de</strong> “bloqueos <strong>de</strong> mal posición » o <strong>de</strong> « lesiones osteopáticas ».El diagnóstico <strong>de</strong> « bloqueo <strong>intervertebral</strong> » o <strong>de</strong> « lesión osteopática » esesencialmente obtenido por ellos por “la restricción <strong>de</strong> movilidad <strong>de</strong> <strong>un</strong>segmento vertebral con respecto a los <strong>de</strong>más”. Esta restricción <strong>de</strong> movilida<strong>de</strong>s, por ejemplo, a la flexión, mientras que la extensión está libre; o a la inversa.Este examen se hace apreciando la movilidad entre espinosas con el pulpejo<strong>de</strong>l índice. La conclusión es que esa vértebra se mueve bien en flexión(separación <strong>de</strong> la espinosa con la inferior al flexionar el segmento) pero mal enextensión (mal acercamiento <strong>de</strong> las espinosas), o a la inversa. A partir <strong>de</strong> aquí,el esfuerzo (teórico) para efectuar <strong>un</strong>a manipulación forzando el movimiento <strong>de</strong>extensión en el segmento.A<strong>de</strong>más, el práctico hará <strong>de</strong> la misma forma <strong>un</strong> diagnóstico <strong>de</strong>« hipermovilidad » para <strong>un</strong> segmento dado, lo que contraindicaría lamanipulación. Esta es la forma <strong>de</strong> enfoque <strong>de</strong> los osteópatas clásicos; y estambién la <strong>de</strong> numerosos autores, como LEWITT.Teniendo en cuenta el hecho <strong>de</strong> que es prácticamente imposible apreciar <strong>de</strong>esta forma las mínimas modificaciones <strong>de</strong>l movimiento <strong>intervertebral</strong>, no nosparece serio tener esta noción <strong>de</strong> « restricción <strong>de</strong> movilidad » como lajustificación esencial <strong>de</strong> la manipulación, y este examen palpatorio como base<strong>de</strong>l tratamiento manual.Esta concepción es esotérica: es muy evi<strong>de</strong>nte que el movimiento<strong>intervertebral</strong> no es total en todos los individuos en todos los niveles <strong>de</strong>l raquis.A los 15 años quizás; a los 40 seguramente no. El <strong>de</strong>sgaste articular, lasalteraciones posturales estáticas menores, crearán modificaciones mínimasperfectamente silentes y bien toleradas <strong>de</strong>l movimiento <strong>intervertebral</strong> enalg<strong>un</strong>os segmentos. Si se <strong>de</strong>be tratar esto, ¡habría que manipular a todo elm<strong>un</strong>do continuamente!Pero sobretodo, el examen que preten<strong>de</strong> reconocer y analizar esos micromovimientos es <strong>un</strong>a ilusión: la palpación no permite apreciar las modificacionestan sutiles <strong>de</strong> la movilidad interespinosa a través <strong>de</strong> la piel y los planossubcutáneos, con mayor motivo las modificaciones <strong>de</strong> la rotación con lapalpación <strong>de</strong> las transversas que están prof<strong>un</strong>damente enterradas bajo losmúsculos. Por ejemplo, por medio <strong>de</strong> este examen se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>safiar acualquiera, sin riesgo a equivocarse, a que reconozca la existencia <strong>de</strong> <strong>un</strong>


loque vertebral congénito cervical, dorsal o lumbar. Este evi<strong>de</strong>ntemente es <strong>un</strong>caso en el que la “restricción” <strong>de</strong> movilidad es total e indiscutible entre las dosvértebras implicadas.A<strong>de</strong>más, los datos que se podrían obtener <strong>de</strong> <strong>un</strong> examen <strong>de</strong> este tipo, sifuera posible, serían equívocos. Imaginemos que estas “restricciones <strong>de</strong>movilidad” se pudieran evi<strong>de</strong>nciar con la palpación o mejor con radiografíasdinámicas o cinerradiografía. Según la teoría <strong>de</strong>fendida por los Osteópatas opor LEWIT, se precisaría « restaurar » con la manipulación esta movilidadperdida, insistiendo según el sentido <strong>de</strong> la restricción (<strong>un</strong> poco como se haríacon <strong>un</strong>a puerta que abre mal). Es necesario poner <strong>un</strong> ejemplo para compren<strong>de</strong>rla falsedad <strong>de</strong>l razonamiento como este: Abor<strong>de</strong>mos el caso <strong>de</strong> <strong>un</strong> lumbagoprovocado por <strong>un</strong> bloqueo discal posterior <strong>de</strong> L4-L5; la movilidad <strong>de</strong>l segmentoL4-L5 será más o menos normal en flexión. Pero estará muy reducida enextensión. Es <strong>un</strong> caso bonito <strong>de</strong> “restricción <strong>de</strong> movilidad” en extensión. Para« restaurar » la movilidad restringida habría que forzar el movimiento enextensión, lo que es evi<strong>de</strong>ntemente aberrante ya que <strong>de</strong> esta forma sepresionaría el fragmento discal bloqueado como en <strong>un</strong> cascanueces. Cualquiertentativa real hecha <strong>de</strong> esta manera sería espantosamente dolorosa. De hecho,para aliviar a este paciente hay que hacer exactamente lo inverso.En realidad los que preten<strong>de</strong>n ser capaces <strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar estas restricciones <strong>de</strong>movilidad, se ilusionan con lo que perciben. Como hemos expuesto, alre<strong>de</strong>dor<strong>de</strong>l segmento estropeado existen reacciones tisulares tróficas o reflejas. Lo quepercibe el operador son, por <strong>un</strong>a parte estas modificaciones, y por otra lareacción <strong>de</strong> los músculos ante los pequeños movimientos pasivos realizadosdurante el examen. Los interpreta equivocadamente como <strong>un</strong> mínimomovimiento <strong>intervertebral</strong>.A<strong>de</strong>más la palpación pue<strong>de</strong> permitir la localización <strong>de</strong> zonas en las que existe<strong>un</strong>a disf<strong>un</strong>ción, sin por ello revelar su causa, ni su exacta naturaleza, ni ser <strong>de</strong>seria ayuda para <strong>de</strong>terminar el movimiento terapéutico.¿Qué pue<strong>de</strong> ser este DIM? Su <strong>mecanismo</strong>Un <strong>de</strong>sarreglo <strong>de</strong> este tipo solo pue<strong>de</strong> asentar en los elementos móviles <strong>de</strong>lraquis, es <strong>de</strong>cir, en lo que JUNGHANNS llamó el « Segmento Móvil », quecompren<strong>de</strong> lo que reúne a dos vértebras adyacentes: el disco, las articularesposteriores, los ligamentos, y los músculos concernientes (Fig. 10) .


Fig. 10De esta forma <strong>un</strong>a lesión mecánica no pue<strong>de</strong> situarse más que en el disco oen las articulaciones interapofisarias. Pero este <strong>de</strong>sarreglo “mecánico » nopue<strong>de</strong> existir sin provocar <strong>un</strong>a perturbación que nosotros llamaremos« <strong>de</strong>sarreglo f<strong>un</strong>cional ».Veremos primeramente cuales son las posibles lesiones mecánicas(reversibles) <strong>de</strong> las articulaciones posteriores y <strong>de</strong> los discos.Causas discalesPue<strong>de</strong> tratarse <strong>de</strong>:• Hernia discal en la que el anulus está completamente <strong>de</strong>sgarrado y elnúcleo sale fuera <strong>de</strong>l disco,• Bloqueos intradiscales en los que el anulus no está completamente<strong>de</strong>sgarrado.• Insuficiencia discal simple.Hernia discalLa mayoría <strong>de</strong> las veces la hernia discal provoca <strong>un</strong> síndrome radicular. Elcuadro clínico (ciática, etc.) es clásico: comporta alteraciones sensitivas,eventualmente alteraciones motoras más o menos importantes, y alteracionesreflejas. Hemos visto que falta añadirles el « síndrome célulo-teno-miálgico »(MAIGNE) que frecuentemente acompaña a estos dolores radiculares.Recor<strong>de</strong>mos aún que estas zonas <strong>de</strong> sensibilidad (cutánea, muscular o tenoperióstica)no se encuentran más que con el examen sistemático. Pue<strong>de</strong>n serresponsables <strong>de</strong> la persistencia <strong>de</strong>l dolor radicular inicial; o si éste no haexistido, <strong>de</strong> dolores, origen <strong>de</strong> errores <strong>de</strong> diagnóstico.Bloqueos intradiscalesEs el bloqueo <strong>de</strong> <strong>un</strong> fragmento <strong>de</strong> núcleo en <strong>un</strong>a fisura incompleta <strong>de</strong>lannulus. Conocemos sobretodo los bloqueos posteriores que, en la regiónlumbar se consi<strong>de</strong>ran clásicamente responsables <strong>de</strong>l lumbago agudo o <strong>de</strong>alg<strong>un</strong>as lumbalgias crónicas (De Sèze) (Fig. 11 y 12) .


Fig. 11: Bloqueo discalposterior; sus consecuenciassobre las articularesFig. 12: Un boqueo discal posterolateralinterapofisarias y elimplica <strong>un</strong>a disf<strong>un</strong>ción <strong>de</strong> las articularesligamento interespinoso.posteriores.Repercusión <strong>de</strong> <strong>un</strong>a lesión discal en los <strong>de</strong>más elementos <strong>de</strong>l« Segmento Móvil », especialmente en las articulaciones interapofisarias.Señalar que la existencia <strong>de</strong> <strong>un</strong> bloqueo intradiscal o <strong>un</strong>a hernia discal, seaposterior, lateral, o anterior, afecta al f<strong>un</strong>cionamiento <strong>de</strong>l conj<strong>un</strong>to <strong>de</strong>lSegmento Móvil. A causa <strong>de</strong>l mal reparto <strong>de</strong> las tensiones alg<strong>un</strong>os elementos(ligamento, articulación, músculo) sufrirán tracciones o presiones que nopue<strong>de</strong>n soportar, <strong>de</strong>bido a esto, sufrirán.Esto se pue<strong>de</strong> observar:• Durante las afecciones discales clínicamente evi<strong>de</strong>ntes; la hernia discal,con su presencia, modifica el equilibrio <strong>de</strong>l Segmento móvil, el eje <strong>de</strong> lasfuerzas se traslada hacia atrás; con ello las articulares posteriores(sobretodo <strong>un</strong>a <strong>de</strong> ellas si la hernia es lateral) están sometidas apresiones excesivas y el dolor nacido <strong>de</strong> este sufrimiento articularposterior se aña<strong>de</strong> al dolor discal y radicular. Suce<strong>de</strong> lo mismo en losbloqueos discales posteriores responsables <strong>de</strong> los lumbagos agudos o<strong>de</strong> las lumbalgias crónicas.• Durante las lesiones discales clínicamente mudas. Un bloqueo posteriorque no hace suficiente presión sobre el ligamento común posterior paraprovocar directamente el dolor, o <strong>un</strong>a hernia discal postero-lateral queno irrita la raíz, perturbarán <strong>de</strong> la misma manera la dinámica <strong>de</strong>lSegmento Móvil y provocar también el sufrimiento <strong>de</strong> la articularposterior y <strong>de</strong>l ligamento interespinoso. La sintomatología <strong>de</strong> estesufrimiento se añadirá a la <strong>de</strong>l disco si éste con su presión provocaalteraciones, o aislada si el disco no comprime directamente ningúnelemento sensible.Ese sufrimiento pue<strong>de</strong> traducirse en dolores locales o irradiados siguiendo<strong>un</strong>a topografía pseudorradicular, como mostraron las experiencias <strong>de</strong>KELLGREN. Recor<strong>de</strong>mos que éstas consisten, tras anestesia local <strong>de</strong> la piel,en inyectar en el ligamento interespinoso o en <strong>un</strong> músculo paravertebral <strong>un</strong>asolución salina hipertónica al 5%.


Sin duda, modificando sensiblemente la posición <strong>de</strong>l fragmento <strong>de</strong>l núcleoincluso en la fisura <strong>de</strong>l annulus, la manipulación pue<strong>de</strong> restablecer, en estoscasos, <strong>un</strong>a mejor f<strong>un</strong>ción <strong>de</strong> la articulación y transformar en soportables laspresiones que ésta recibe.Causas articulares interapofisariasLas causas articulares <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarreglo pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong>generativas, mecánicas,malformaciones. No son causas directas pero pue<strong>de</strong>n favorecer los <strong>de</strong>sarreglosvertebrales.DegenerativasLa artrosis pue<strong>de</strong> ser primitiva, pero lo más frecuente es que sea sec<strong>un</strong>dariaa la <strong>de</strong>generación estructural <strong>de</strong>l disco, como en el síndrome <strong>de</strong> la postmenopausia(De Sèze y Caroit) en el que las articulares lumbares inferioreshan <strong>de</strong> soportar presiones superiores a sus posibilida<strong>de</strong>s por razón <strong>de</strong>l<strong>de</strong>terioro discal, la laxitud ligamentosa, y la relajación <strong>de</strong> la musculaturaabdominal.Como cualquier artrosis, la artrosis articular posterior:• Tiene efecto «dominó», favorece los agarrotamientos segmentarios y losbloqueos articulares, así pues también los <strong>de</strong>sarreglos <strong>intervertebral</strong>es.• A<strong>de</strong>más, sufre periodos inflamatorios.Pero hay articulaciones artrósicas cuyo f<strong>un</strong>cionamiento es perfectamentemudo. Es lo más frecuente.MecánicasAcabamos <strong>de</strong> mencionar el agarrotamiento articular posterior por artrosis.Fuera <strong>de</strong> las crisis inflamatorias es <strong>un</strong>a buena indicación para lasmovilizaciones o quizás para las manipulaciones vertebrales.Estas articulaciones interapofisarias en el 84% <strong>de</strong> los casos contienen <strong>un</strong>apequeña formación meniscoi<strong>de</strong>. Alg<strong>un</strong>os han pensado que estos “meniscos”(que no lo son) podían explicar <strong>un</strong>a patología menor <strong>de</strong>l raquis al quedar“pellizcados”. De hecho su extrema <strong>de</strong>lga<strong>de</strong>z les impi<strong>de</strong> tener talresponsabilidad (TONDURY, EMMINGER). Pero si el bloqueo <strong>de</strong> <strong>un</strong>aformación meniscoi<strong>de</strong> es poco creíble, no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>scartar la posibilidad <strong>de</strong>lpinzamiento <strong>de</strong> las vellosida<strong>de</strong>s sinoviales ricamente inervadas yvascularizadas; o <strong>de</strong> flecos <strong>de</strong> grasa que entonces se pue<strong>de</strong>n hinchar,congestionarse o incluso encarcerarse.A<strong>de</strong>más nos siendo distintas <strong>de</strong> las <strong>de</strong>más articulaciones pue<strong>de</strong>n sufriresguinces (GUILLEMINET et STAGNARA, DECHAUME et ANTONIETTI,LAZORTHES) con sus consecuencias articulares y periarticulares (e<strong>de</strong>ma,hidrartros, periartritis).Lo que nos parece más frecuente es el sufrimiento sec<strong>un</strong>dario <strong>de</strong> estasarticulaciones, y generalmente <strong>de</strong> <strong>un</strong>a sola, durante <strong>un</strong>a lesión discal se trate<strong>de</strong> <strong>un</strong> bloqueo intradiscal o <strong>un</strong>a hernia discal. Este sufrimiento articular pue<strong>de</strong>


parecer aislado si el bloqueo discal responsable es por si mismo asintomático,lo que nos parece muy frecuente. A<strong>de</strong>más cualquier articulación en disf<strong>un</strong>ción,y con más razón si sufre accesos inflamatorios, presenta reaccionesperiarticulares sensibles y contracturantes. Las articulaciones interapofisariasno escapan a esto.Malformacioneslas malformaciones articulares pue<strong>de</strong>n tener <strong>un</strong> papel facilitador en lapatología mecánica o <strong>de</strong>generativa <strong>de</strong> estas articulaciones; C. GILLOT alestudiar las articulares posteriores lumbares pudo encontrar malformacionesmuy frecuentemente: asimetría articular, existencia <strong>de</strong> crestas horizontalessusceptibles <strong>de</strong> favorecer bloqueos articulares, a parte <strong>de</strong> que en este nivel lasarticulares tienen forma <strong>de</strong> semi-cilindro y no pue<strong>de</strong>n más que <strong>de</strong>slizarse enflexo-extensión.El <strong>de</strong>sarreglo f<strong>un</strong>cionalSeñalemos que si la hernia discal a menudo supone <strong>un</strong>a irritación <strong>de</strong> la ramaanterior <strong>de</strong>l nervio raquí<strong>de</strong>o; el sufrimiento mecánico o inflamatorio <strong>de</strong> laarticulación interapofisaria comporta <strong>un</strong> sufrimiento <strong>de</strong> la rama posterior <strong>de</strong> estemismo nervio ya que como <strong>de</strong>mostró G. LAZORTHES tiene relaciones íntimascon la articulación posterior.Es <strong>un</strong> p<strong>un</strong>to esencial en el que conviene insistir: la columna f<strong>un</strong>ciona bajo elautomatismo integral. Cualquier lesión o sufrimiento <strong>de</strong> <strong>un</strong> elemento rico enreceptores propioceptivos tendrá repercusión en el tono muscular local,provocando contracturas <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa. Así se perturba el f<strong>un</strong>cionamientoharmónico normal. En muchos casos este <strong>de</strong>sarreglo f<strong>un</strong>cional, <strong>de</strong>l que elespasmo muscular es el elemento más objetivo, en todo caso el más palpable,pue<strong>de</strong> iniciarse por <strong>un</strong> <strong>de</strong>sarreglo mecánico mínimo e incluso pue<strong>de</strong> sobreviviral elemento provocador.Este auto-mantenimiento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarreglo vertebral por <strong>un</strong> circuito parásitolocal es sin duda <strong>un</strong>o <strong>de</strong> los aspectos más importantes <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>sarreglos<strong>intervertebral</strong>es menores.El tratamiento que se efectuará sobre él, (reposo, calor, fisioterapia,antiálgicos, etc.) en alg<strong>un</strong>os casos será suficiente si consigue cortar el círculovicioso. No obstante será insuficiente si el <strong>de</strong>sarreglo mecánico es muyimportante. Si éste no traspasa ciertos límites, la manipulación será eltratamiento <strong>de</strong> elección. Parece que su acción esencial es la <strong>de</strong> modificarsuficientemente – sin obligatoriamente corregir, lo que es imposible la mayoría<strong>de</strong> las veces - el <strong>de</strong>sarreglo mecánico para que <strong>de</strong>saparezca la irritaciónanormal <strong>de</strong> los receptores propioceptivos; restableciendo <strong>un</strong> f<strong>un</strong>cionamientoautomático normal <strong>de</strong>l segmento. Ello explica la relativa estabilidad <strong>de</strong>lresultado que se obtiene a menudo.


Hay que señalar también que la manipulación tiene <strong>un</strong>a acción reflejainhibidora potente por el estiramiento brusco que produce en los ligamentos ylos músculos interesados, lo que contribuye a romper el círculo vicioso. Peropara ello es preciso que la maniobra sea indolora, es <strong>de</strong>cir, vaya en el sentidoque disminuye el dolor (regla <strong>de</strong>l no-dolor).La noción <strong>de</strong> umbral en los D.I.M.Suce<strong>de</strong> a menudo que si se examina atentamente el raquis con la técnicaque proponemos, el práctico pone en evi<strong>de</strong>ncia los signos <strong>de</strong> <strong>un</strong> DIM que parael paciente representaban <strong>un</strong>a nula o <strong>un</strong>a ligera y episódica molestia. ¿Es <strong>un</strong>anoción importante sobre la que conviene insistir?• Los signos <strong>de</strong> <strong>un</strong> DIM existen incluso en periodos no dolorosos. Sevolverá molesto, dicho <strong>de</strong> otra manera sobrepasará el umbral, bajo lainfluencia:• De causas mecánicas que aumentan el <strong>de</strong>sarreglo (mala postura,esfuerzo, movimiento en falso, etc.).• De causas externas que aumentan la sensibilidad <strong>de</strong> los tejidos (frío,corriente <strong>de</strong> aire, etc.).• De causas internas que vuelven más receptivo al paciente frente aldolor: fatiga, mal estado general, psicastenia, estado <strong>de</strong>presivo, etc.; o<strong>de</strong> causas que potencian la irritación vertebral (episodio digestivo oginecológico, por ejemplo) como suce<strong>de</strong> frecuentemente con lascefaleas cervicales.En fin, <strong>un</strong>a irritabilidad neuro-muscular que disminuye el umbral y aumentalas reacciones <strong>de</strong> contractura muscular. Por eso los espasmofílicos tienenalgias vertebrales a menudo.Bibliografía— BARBOR (R.). — A treatment for chronic low back pain. In Comptes rendus du 4e CongrèsInternational <strong>de</strong> Mé<strong>de</strong>cine Physique, 1 vol., Excerpta Medica édit., 1966, 661-664.— CAROIT (M.). — Le syndrome trophostatique <strong>de</strong> la post-ménopause. Thèse, Paris, 1953.— DECHAUME (N.J.), ANTONIETTI (C.), BOUVIER (A.), DUROUX (P.). — Sympathique etarthroses cervicales. Documents anatomiques. J. Méd. Lyon, 1961, 493-528.— EMMINGER (E.). — Les articulations interapophysaires et leurs structures méniscoï<strong>de</strong>s vuessous l'angle <strong>de</strong> la pathologie. Rapport du 3° Congrès <strong>de</strong> la F.I.M.M., Monaco, oct. 1971, inAnnales <strong>de</strong> Mé<strong>de</strong>cine Physique, 1972, n° 2, 219.— GILLOT (C). — Confrontations entre certaines variétés <strong>de</strong> lombalgies et les dispositifsanatomiques rachidiens. Annales <strong>de</strong> Mé<strong>de</strong>cine Physique, 1972, n° 2, 246-257.— GUILLEMINET (M.) et STAGNARA (P.). — Rôle <strong>de</strong> l'entorse vertébrale dans les rachialgies.Presse Méd., 60, 274, 1952.— HACKETT (G. S.). — Ligament and tendon relaxation treated by prololotherapy, 1 vol., 150p., C. C. Thomas publ., Springfield (U.S.A.), 1956.— LAZORTHES (G.). — Les branches postérieures <strong>de</strong>s nerfs rachidiens et le plan articulaire


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