10El concepto de “Favor Comercial” es asimilable alconcepto de “Regalo Empresarial”. Y este puedehacerse por dos motivos: 1) Agradecer una sanarelación comercial y nada más. 2) Int<strong>en</strong>tar g<strong>en</strong>eraruna reciprocidad indebida, por parte de un cli<strong>en</strong>teo proveedor, <strong>en</strong> un funcionario de nuestra organización.Puede ser perfectam<strong>en</strong>te legítimo recibirlo,pero <strong>en</strong> determinadas circunstancias existepeligro de escandalizar a otros (escandalizar significa influir directa o indirectam<strong>en</strong>te<strong>en</strong> otra persona para que actúe mal). Si un ger<strong>en</strong>te recibe unregalo de valor y con sana int<strong>en</strong>ción, como puede serlo el agradecimi<strong>en</strong>to,se corre el riesgo de escandalizar indirectam<strong>en</strong>te a funcionarios de la empresaque no sepan por qué lo está recibi<strong>en</strong>do, y se estará abri<strong>en</strong>do unapuerta que puede ser difícil volver a cerrar. La única manera de no caer <strong>en</strong>esta zona gris es t<strong>en</strong>er una política explícita al respecto. Hay que t<strong>en</strong>er<strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que es conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te -si no se prohíbe recibir rega<strong>los</strong>- que estossean de valor insignificante <strong>en</strong> relación al salario del funcionario, de maneraque se minimice la posibilidad de reciprocidad. Por su parte, <strong>los</strong> favores comercialesson contraprestaciones que, al igual queLa únicamanera d<strong>en</strong>o caer <strong>en</strong>esta zonagris es t<strong>en</strong>eruna políticaexplícita alrespecto.DE REGALOS EMPRESARIALESY FAVORES COMERCIALES<strong>los</strong> rega<strong>los</strong> empresariales, g<strong>en</strong>eran la posibilidadde una reciprocidad indebida. Qui<strong>en</strong> recibe el favorqueda “<strong>en</strong>deudado” con qui<strong>en</strong> lo otorga. Tarde otemprano, favor con favor se paga, y esto puedeser <strong>en</strong> contra de <strong>los</strong> intereses de la empresa. Elremedio es volver explicitas las “reglas del juego”,sin dejar librada a la conci<strong>en</strong>cia del funcionario laresolución del dilema de recibir o no rega<strong>los</strong>, pediro no favores, o bi<strong>en</strong> conceder<strong>los</strong> o no. (Lic. JaimeCarrau, Profesor Titular de Administración y deÉtica Empresarial de la UCUDAL)
A esto Carrau agrega: “un código deética puede t<strong>en</strong>er mucha o ningunaimportancia d<strong>en</strong>tro de una empresa.Un código de ética es un manual d<strong>en</strong>ormas para reglam<strong>en</strong>tar las prefer<strong>en</strong>ciasmorales de la compañía, peropara que eso t<strong>en</strong>ga validez requiereuna verdadera participación y cons<strong>en</strong>sode todos acerca de una escalade valores. Un código de ética va aservir <strong>en</strong> la medida del compromisoque <strong>los</strong> miembros de la organizaciónt<strong>en</strong>gan con ese código que crearon. Sino existe ese compromiso, si es meram<strong>en</strong>tecosmética, mejor nunca hubieranpres<strong>en</strong>tado un código de ética,para no perder el tiempo. Un códigode ética es válido si es el producto deun querer g<strong>en</strong>eral de todos <strong>los</strong> participantesde la firma, y están todos dispuestosa reglar su conducta por esecódigo, y además están todos dispuestosa hacerse cargo de <strong>los</strong> problemasque g<strong>en</strong>ere la aplicación del código”.No podemos afirmar que con la creaciónde un Código de Ética ya estátodo dicho. Reg<strong>en</strong>t sosti<strong>en</strong>e que “elCódigo de Ética ti<strong>en</strong>e dos restricciones.Una es la credibilidad de la dirección;y la otra es la capacidad dela empresa para supervisar el Códigode Ética”. A su vez, para el Dr. GastónLabadie -decano de la Facultad deAdministración y Ci<strong>en</strong>cias Socialesde la ORT y catedrático de Comportami<strong>en</strong>toOrganizacional y RecursosHumanos- “es importante distinguirla dim<strong>en</strong>sión de responsabilidad socialde las empresas de lo que es elcomportami<strong>en</strong>to ético <strong>en</strong> el interiorde las mismas, por ejemplo <strong>en</strong> su gobierno.A veces, el ejercicio de ResponsabilidadSocial Empresaria noPreguntas para un chequeo ético□ ¿Es legal? ¿Transgrediré las leyes civiles ola política de la empresa?□ ¿Es equilibrado? ¿Es justo para todos <strong>los</strong>interesados tanto a corto como a largo plazo?¿Favorecerá las relaciones b<strong>en</strong>éficas <strong>en</strong>tretodas las partes implicadas?□ ¿Cómo me s<strong>en</strong>tiré? ¿Me s<strong>en</strong>tiré orgul<strong>los</strong>o?¿Me gustaría que mi decisión se hiciese pública?¿Me gustaría que mi familia se <strong>en</strong>terase?Extraído de “Un dilema ético”. Fu<strong>en</strong>te: Blanchard y Peale, 1988.El texto pres<strong>en</strong>ta un interesante ejemplo que puede leerse <strong>en</strong>http://www.geocities.com/scuotri/dilema.htmnecesariam<strong>en</strong>te se compadece con prácticas de gobierno corporativo. Como <strong>en</strong>cualquier declaración de valores, se precisa también la práctica cotidiana que lorefuerce, a nivel del dueño y a nivel de <strong>los</strong> empleados.Hecho carneFinalm<strong>en</strong>te, cada empresa definirá <strong>los</strong> puntos, las acciones y el alcance que debat<strong>en</strong>er su Código de Ética. Los fundam<strong>en</strong>tos, normas o principios marcados allídeberán estar dirigidos a la organización, adoptando la forma que t<strong>en</strong>ga s<strong>en</strong>tidoy que sea eficaz <strong>en</strong> términos organizativos. Y, aunque la ética individual apele ala conci<strong>en</strong>cia de cada persona y la ética empresarial apele al equival<strong>en</strong>te organizativo,las dos no pued<strong>en</strong> separarse absolutam<strong>en</strong>te, porque qui<strong>en</strong>es realizan lastareas <strong>en</strong> las organizaciones son personas concretas, con su ética privada y susconvicciones personales sobre qué se debe hacer <strong>en</strong> cada mom<strong>en</strong>to.Y hasta ahí llega la subjetividad del asunto, tal como opina Carrau: “Los valoresno dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> de mí. Yo no <strong>los</strong> creo… yo <strong>los</strong> descubro y <strong>los</strong> muestro. Los valoresrequier<strong>en</strong> realización, y una vez que se realizan, se <strong>en</strong>carnan <strong>en</strong> la persona que<strong>los</strong> realizó. De alguna manera, yo me transformo <strong>en</strong> lo que hago. Si <strong>los</strong> valoresfueran subjetivos, todo valdría”.11