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No. 12 - Facultad de Ciencias Sociales - Universidad de Chile

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Ilustración: Marian Salamovich ©HTML y diagramación: OscarAguilera© 1998 Programa <strong>de</strong> Informática, <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong><strong>Ciencias</strong> <strong>Sociales</strong>


24 a Bienal <strong>de</strong> São PauloEntrevista al Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Bienal


<strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Chile</strong><strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciencias</strong> <strong>Sociales</strong>LA CUERDA FLOJA - <strong>No</strong>. <strong>12</strong>, noviembre <strong>de</strong> 1998Margarita SchultzEl Po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la Música«Allí (en el rancherío <strong>de</strong> los indios'pampas') escuché una vez a alguien quetocaba guitarra. Y no era un pampa sino unpaisano, un gaucho que hacía tiempohabía elegido ese lugar, tal vez comorefugio. Como en esos años no se ofendíacon la pregunta a nadie, el hombre estabatranquilo. ¿De dón<strong>de</strong> había llegadogalopando? ¿Qué cosas lo llevaron hastael rancherío <strong>de</strong>l cacique Benancio? Esoera <strong>de</strong> averiguar. Y el paisano cumplíaarando, sembrando maíz, amansandopotros. Y alguna que otra vez, la guitarra learrimaba en la tar<strong>de</strong> la sombra <strong>de</strong> algunaquerencia. Porque esa virtud tiene lavihuela: Despierta antiguos duen<strong>de</strong>s,<strong>de</strong>sbarata el olvido, borra leguas y acerca,i<strong>de</strong>alizado, el recuerdo <strong>de</strong> seres y momentos que el hombre cree haber <strong>de</strong>jado atrás parasiempre.Es enorme el po<strong>de</strong>r evocativo que se escon<strong>de</strong> en la guitarra. Es la única llave con que elpaisano pue<strong>de</strong> enfrentar y vencer a los fantasmas <strong>de</strong> la soledad.Esa tar<strong>de</strong> en la tol<strong>de</strong>ría, entre pobrísimos ranchos, la vida me regaló otro espectáculo: el <strong>de</strong>lgaucho andariego, inclinado sobre el instrumento, rezando su trova, sin molestarse <strong>de</strong>l bullicio<strong>de</strong> los muchachitos, ni <strong>de</strong> alguna risa guaranga <strong>de</strong> los pampa. Allí estaba el hombre,batiéndose con su propia sombra, mientras un la menor le ofrecía las seis melgas sonoras <strong>de</strong>lencordado, para que sembrara cualquier semilla, menos la <strong>de</strong>l olvido. (Y vuelven a mí las


vihuelas traductoras <strong>de</strong>l paisaje, y escucho a los rústicos hombres <strong>de</strong> la pampa entregandosus salmos <strong>de</strong> distancia y pureza. Hombres <strong>de</strong> vigoroso brazo y <strong>de</strong>cisión rápida. Hombres concoraje y con pudor. Hombres paridos por la inmensa llanura. Y sin embargo, niños, en suacercarse al misterio <strong>de</strong> la música, como quien se asoma al misterio <strong>de</strong> un jagüel pararescatar la luna » (1)El poeta y músico argentino Atahualpa Yupanqui escribió el texto que he transcrito. Fuera <strong>de</strong>lmodo a la vez <strong>de</strong>finido y lírico, firme y tierno <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir eso tan difícil, que la música tiene po<strong>de</strong>rpara capturar el alma humana, me parece <strong>de</strong>stacable el paralelo con este otro pasaje, tandiferente en el tono literario, <strong>de</strong>l escritor argentino Roberto Arlt.El atormentado personaje <strong>de</strong> la novela <strong>de</strong> Arlt Los siete locos (2), Remo Erdosain, habla <strong>de</strong>una fonda concurrida por ven<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> diarios y ladrones. El lugar es un antro, prototipofísico <strong>de</strong> la miseria humana:«En aquel cubo sombrío, <strong>de</strong> techo cruzado por enormes vigas, y que la cocina <strong>de</strong> la fondainundaba <strong>de</strong> neblinas <strong>de</strong> menestra y <strong>de</strong> sebo, se movía el tumulto oscuro, una 'merza' <strong>de</strong>ladrones, sujetos <strong>de</strong> frentes sombreadas por las viseras <strong>de</strong> las gorras y pañuelos flojamenteanudados en el escote <strong>de</strong> las camisetas. (...) En aquella bruma hedionda los semblantesafirmaban gestos canallescos, se veían jetas como alargadas por la violencia <strong>de</strong> unaestrangulación, las mandíbulas caídas y los labios aflojados en forma <strong>de</strong> embudo; (...) A vecesa esta leonera entraban músicos ambulantes, frecuentemente un bandoneón y una guitarra.Afinaban los instrumentos y un silencio <strong>de</strong> expectativa acurrucaba a cada fiera en su rincón,mientras que una tristeza movía su oleaje invisible en esa atmósfera <strong>de</strong> acuario.El tango carcelario surgía plañi<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> las cajas, y entonces los miserables acompasabaninconscientemente sus rencores y sus <strong>de</strong>sdichas. El silencio parecía un monstruo <strong>de</strong> muchasmanos que levantara una cúpula <strong>de</strong> sonidos sobre las cabezas <strong>de</strong>rribadas en los mármoles.¡Quizás en lo que pensaban! Y esa cúpula terrible y alta a<strong>de</strong>ntrada en todos los pechosmultiplicaba el langor <strong>de</strong> la guitarra y <strong>de</strong>l bandoneón, divinizando el sufrimiento <strong>de</strong> la puta y elhorrible aburrimiento <strong>de</strong> la cárcel que pincha el corazón cuando se piensa en los amigos queestán afuera 'escolazándose' hasta la vida.Entonces en las almas más letrinosas, bajo las jetas más puercas, estallaba un temblorignorado».El campo venerado por Atahualpa y la ciudad <strong>de</strong>nostada por Arlt. Ambos mundos aludidos enlos textos, son habitados por personajes marginales, rudos a su modo, diversos en tantosrespectos; cautelan, sin embargo, su vestigio <strong>de</strong> inocencia, su capacidad <strong>de</strong> milagro. La


guitarra, que tanto se ha hecho americana, es la autora <strong>de</strong> esos milagros. Cuántas veces lamúsica está más viva en rincones oscuros y periféricos que en las salas <strong>de</strong> concierto, don<strong>de</strong>se multiplican las luces y la indiferencia <strong>de</strong> asistentes que no se entregan. Quiero <strong>de</strong>jar aquíestas reflexiones; ambos textos comunican sobradamente la i<strong>de</strong>a.________________________1.- Yupanqui, Atahualpa: El canto <strong>de</strong>l viento. Ediciones Honegger. Buenos Aires, ed. 1965.2.-Artl, roberto: Los siete locos. Ed. Losada. Buenos Aires, ed. 1973.Htm diagramación, gráficos, Oscar AguileraF.© 1998 Programa <strong>de</strong> Informática, <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciencias</strong> <strong>Sociales</strong>, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong><strong>Chile</strong>


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<strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Chile</strong><strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciencias</strong> <strong>Sociales</strong>LA CUERDA FLOJA - <strong>No</strong>. <strong>12</strong>, noviembre <strong>de</strong> 1998Entrevista al Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Bienal <strong>de</strong> São PauloSr. Julio Landmann, en São Paulo, el viernes 25 <strong>de</strong> setiembre<strong>de</strong> 1998.Pregunta Margarita Schultz.: Una motivación conduce a la pregunta principalpara esta entrevista, tiene que ver con el lema <strong>de</strong> la Bienal nº 24: "Sólo laantropofagia nos une" . Así comienza, precisamente el Manifiesto Antropófago<strong>de</strong> Oswald <strong>de</strong> Andra<strong>de</strong>, publicado en la Revista <strong>de</strong> Antropofagia <strong>de</strong> 1928, en SãoPaulo. Quiero citar, como punto <strong>de</strong> partida, esta caracterización <strong>de</strong>l conceptopresentada en una enciclopedia: "Canibalismo, práctica, costumbre o rito <strong>de</strong>consumir carne humana por parte <strong>de</strong> seres <strong>de</strong> su misma especie (tambiénantropofagia)."Respuesta: Julio Landmann: Bueno,Tarsila do Amaral: "Antropofagia"respecto a ese lema <strong>de</strong> la Bienal, cuandoinvité a Pablo Herkenhoff a ser el Curador<strong>de</strong> la Bienal, le <strong>de</strong>jé toda la libertad paraelegir el concepto <strong>de</strong> lo que sería la Bienal.Pero le dí algunas líneas <strong>de</strong> conducta que meeran fundamentales, lo fueron también paraél, tenemos una coinci<strong>de</strong>ncia. Una <strong>de</strong> lasdirecciones básicas era que fuese,justamente, un concepto latinoamericano, lomás amplio posible para no restringir elnúmero <strong>de</strong> artistas; que la Bienal, porlocalizarse en São Paulo, a mi juicio <strong>de</strong>bíaser la ventana <strong>de</strong>l arte latinoamericano contemporáneo. Con eso le solicité que el


número <strong>de</strong> los artistas brasileños y latinoamericanos fuera sustancialmentesuperior al <strong>de</strong> la última Bienal. Eso, porque la Bienal <strong>de</strong> Venecia no hace muchafuerza para escon<strong>de</strong>r su eurocentrismo. Entonces tenemos nosotros la misión <strong>de</strong>ser la muestra latinoamericana. Por eso los ‘roteiros’: Latinoamérica tiene unos14, y los brasileños están por todo el espacio. Pablo Herkenkoff me habló unanoche y me dijo que tenía el concepto, era el <strong>de</strong> antropofagia.M.S.: Estaba refiriéndose a una situación metafórica...Julio Landmann: Al principio no estabamuy clara la proyección, pero en cuanto élcomenzó a buscar en los museos, se vió laenorme receptividad al tema. Es un tematípicamente latinaomericano, brasileño,pero que se aplica <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la pinturacuzqueña, con las pinturas religiosas que losincas re-paganizaron <strong>de</strong> alguna forma y loscuadros <strong>de</strong> Tarsila do Amaral, por su toma<strong>de</strong> Léger. <strong>No</strong>sotros hacemos estaantropofagia todos los días, prácticamente;me refiero a toda esa mezcla cultural <strong>de</strong>razas, religiones que hay en Brasil. Como<strong>de</strong>cía Oswald <strong>de</strong> Andra<strong>de</strong> "solamente meinteresa lo que no es mío".M.S.: Lo dice en el mismo ManifiestoAntropófago, pero, Antropofagia escanibalismo, y este concepto tiene maticesnegativos…Julio Landmann: Por eso, otro punto que muy importante es mostrar que losalvaje es <strong>de</strong> los europeos y no <strong>de</strong> los latinoamericanos. En verdad, si tomamosel concepto <strong>de</strong> canibalismo, es mucho menos salvaje que el <strong>de</strong> la tortura europea.<strong>No</strong> hay cómo comparar. Por tanto hay que preguntarse ¿quiénes son los salvajes,


nosotros, los indígenas o los otros? Y a<strong>de</strong>más este choque…, o sea, por lo menoslos indígenas…, ese choque cultural, la corte imperial; por lo menos la corte,vivía con toda la riqueza y el pueblo con nada. Y la brutalidad conque torturabana los prisioneros antes <strong>de</strong> matarlos…entonces comer los prisioneros, comer lacarne es un poco traer la cuestión <strong>de</strong> que no son los indígenas los salvajes, estoycuestionando eso. Cuando Cortés llega a México, ve el valle y ve por otra parte,que en América, los indígenas estaban más a<strong>de</strong>lantados que en Europa, porejemplo, en la limpieza, las cloacas.Hay que traer la discusión, porque los niñosapren<strong>de</strong>n esto, que los indios son salvajes ¿ypor qué así? ¿Por qué hacían eso? Lo hacíanpara obtener los po<strong>de</strong>res, la magia, tanto esasí que el alemán Hans Statten no fuecomido por los indios caníbales, por dosrazones, porque era alemán , por tanto noera enemigo y principalmente porquelloraba, y a ellos les pareció que un hombre que lloraba no era un hombre <strong>de</strong>coraje y así salieron todos estos relatos.Htm diagramación, gráficos, Oscar AguileraF.<strong>Chile</strong>© 1998 Programa <strong>de</strong> Informática, <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciencias</strong> <strong>Sociales</strong>, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong>

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