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2º semestre - Año XXVI - aespat

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ÍNDICEEDITORIAL REVISTA DE ANÁLISIS TRANSACCIONALY PSICOLOGÍA HUMANISTA ................................................................................. 205Revista deARTÍCULOS ORIGINALESTERRITORIO BERNE: RELACIONES EXTERNAS DE LA TEORÍA DEL GUIÓN.Mariano bucero romanillos ........................................................................ 207EL GUIÓN DE VIDA EN EL CUERPO: LAS DECISIONES SOMÁTICASY ABORDAJE TERAPÉUTICO PARA SU INTERVENCIÓN.Mario C. Salvador ........................................................................................ 238ANÁLISIS FUNCIONAL DE LA PERSONALIDAD Y TRANSACCIONESEN LA TERAPIA TRANSACCIONAL. Rafael Sáez Alonso ......................... 247CIBERADICCIÓN: LOS RIEGOS DE INTERNET. Mª Consuelo Llinares Pellicery Mercé Lloret Boronat ............................................................................... 267PSICOLOGÍA CLÍNICA: CONTENIDOS Y APLICACIONES.Ángel Izquierdo Martínez y Ángeles Izquierdo Dopf ............................... 297SOBRE EL NIÑO RETRAÍDO: Otro estado del yo apropiado, ademásdel Niño Sumiso y el Niño Rebelde. Jordi Oller Vallejo ............................. 321ARTÍCULOS CLÁSICOSEL SUICIDA: SER MATADO, MATARSE, MORIR. Ken Mellor ............................. 335CÓMO HACER A UNA PERSONA PASIVO-AGRESIVA O PODERY CONTRAPODER. Molly Cole ................................................................... 343LOS CONTRATOS. Shepard D. Gellert y Grace Wilson ..................................... 350INFORMACIÓN DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLADE ANÁLISIS TRANSACCIONAL ............................................................... 358PUBLICIDAD DE CURSOS Y CONGRESOS ........................................................ 361NOVEDADES BIBLIOGRÁFICAS .......................................................................... 369NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS EN LA REVISTA ............. 384REVISTA DE A. T. Y PSICOLOGÍA HUMANISTA VOL. <strong>XXVI</strong>, Nº 59, pp. 201-396ANALISIS TRANSACCIONALy PSICOLOGIA HUMANISTACARTAS AL DIRECTOR ........................................................................................ 391BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN A AESPAT Y REVISTA .......................................... 393Nº 59, 2 ọSEMESTRE/2008, AÑO <strong>XXVI</strong>RApartado de Correos 60144 • 28080 MADRID


REVISTA DE ANÁLISIS TRANSACCIONAL Y PSICOLOGÍA HUMANISTA–La Revista es el Órgano Oficial científico de AESPAT para la investigacióinformación y formación de profesionales y amantes del Análisis Transaccional. Se publica semestralmente–EQUIPO EDITORIALSUPERVISOR GENERAL: Felicísimo Valbuena de la Fuente, Catedrático de la Facultad de Ciencias de la Información de la UniversidadComplutense de MadridEDITOR: Rafael Sáez Alonso, Presidente de la Asociación Española de Análisis Transaccional.Universidad Complutense de MadridCONSEJO EDITORIAL:Alejandro Ávila Espada. Universidad Complutense de MadridCarmen Sandoval. Asociación Catalana de Análisis Transaccional. BarcelonaElvira García de Torres. Universidad San Pablo-CEU, ValenciaJesús Cartón Ibeas. Universidad de Deusto, BilbaoJosé Luis Camino Roca. Universidad de BarcelonaMaría Teresa Sádaba. Caja de Ahorros de Navarra. PamplonaMario Arias Oliva. Universidad Rovira i Virgili, TarragonaMercedes Sáez. Asociación Catalana de Análisis Transaccional. BarcelonaRosa Berganza Conde. Universidad Rey Juan Carlos de MadridSalomé Berrocal Gonzalo. Universidad de ValladolidDIRECTOR: Juan García Moreno. Universidad Complutense de MadridSECRETARIO: Mariano Bucero Romanillos. Clínico TransaccionalistaSECRETARÍA: 679755725 - Teléfono y Fax: 913942169, elcorreodegraci@hotmail.comApartado de Correos: 60144, 28080 MadridLa Página Web de AESPAT: www.<strong>aespat</strong>.com Ofrecerá información actualizada sobre la RevistaCONSEJO DE REDACCIÓN O COMITÉ EDITORIAL– COMITÉ DE CONTENIDOS:Antonio Ares Parra. Universidad Complutense de MadridCeledonio Castanedo. Universidad Complutense de MadridEva Aladro Vico. Universidad Complutense de Madrid– COMITÉ DE REDACCIÓN (CORRECTOR Y UNIFICADOR DE ESTILO GRAMATICAL):En Español e Inglés: Felicísimo Valbuena de la Fuente, Universidad Complutense de MadridEn Francés: Carmen López-Manzanares Hervella, Catedrática de Francés– COMITÉ DE FORMATO:Carmen Thous Tusset. Universidad Francisco de Vitoria.MadridGraciela Padilla Castillo. Universidad Complutense de MadridCONSEJO ASESOR o COMITÉ CIENTÍFICOAnna Rotondo. Co-directora de Cuaderni di Psicología, Analisi Transazionale e Scienze Umane, MilánClaude Steiner. Miembro Didáctico de la International Transactional Analysis AssociationEloisa Gómez-Stern Sánchez. Universidad de SevillaEnrique Fernández Lópiz. Universidad de GranadaGloria Noriega Gayol. Instituto Mexicano de Análisis TransaccionalIsaac Garrido Gutiérrez. Universidad Complutense de MadridJosé Grégoire. Miembro Docente y Supervisor en Análisis Transaccional, ArrasJosé Luis González Almendros. Universidad Complutense de MadridJosé Luis Martorell Ypiens. Universidad Nacional de Educación a DistanciaJosé María Román. Universidad de ValladolidJuan Antonio Cruzado Rodríguez. Universidad Complutense de MadridRoberto Kertész. Universidad de Flores, ArgentinaSusana Ligabue. Psicóloga y psicoterapeuta, Analista didacta transaccional. –TSTA–P ,EATA,ITAA, Milán(Abierta la lista de especialistas asesores en caso necesario)DELEGADOS DE ZONA (COMUNIDADES AUTÓNOMAS DE ESPAÑA)Andalucía: Rafael Vidarte GonzálezIslas Baleares: Melchor Bennasar BennasarAragón: Jesús F. Serrano GarcíaIslas Canarias: Juan Antonio Saavedra QuesadaCastilla y León: José Manuel Martínez RodríguezMurcia: Mª Amparo Sánchez OrtegaCataluña: Joseph María Ferran i TorrentNavarra: Francisco Javier Lecumberri AyerraComunidad Valenciana: Juan Cruz Moreda Pérez de Eulate País Vasco: Jesús Cartón IbeasGalicia: Isabel Aschauer LópezRioja: Francisco Javier Romero FernándezBASE DE DATOSLa Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista está indexadaen las siguientes “BASES DE DATOS”: PSYKE, elaborada por la Biblioteca de laFacultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid;COMPLUDOC, de la Universidad Complutense de Madrid; PSICODOC, delColegio Oficial de Psicólogos de Madrid; CIDE, Biblioteca del Ministerio de Educación y CienciaDIALNET, de la Universidad de La RiojaIMPRESIÓNGráficas DEHON c/ La Morera 23-25 - 28850 Torrejón de Ardoz (Madrid)Depósito Legal: M-36843-1981 - ISSN: 0212-9876. R.P.I. nº 1095554.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


202ÍNDICEEDITORIAL REVISTA DE ANÁLISIS TRANSACCIONAL Y PSICOLOGÍA HUMANISTA ....205ARTÍCULOS ORIGINALESTERRITORIO BERNE: RELACIONES EXTERNAS DE LA TEORÍA DEL GUIÓN.Mariano Bucero Romanillos .....................................................................................EL GUIÓN DE VIDA EN EL CUERPO: LAS DECISIONES SOMÁTICAS Y ABORDAJETERAPÉUTICO PARA SU INTERVENCIÓN. Mario C. Salvador ..............................ANÁLISIS FUNCIONAL DE LA PERSONALIDAD Y TRANSACCIONES EN LA TERAPIATRANSACCIONAL. Rafael Sáez Alonso ...................................................................CIBERADICCIÓN: LOS RIEGOS DE INTERNET. Mª Consuelo Llinares Pellicery Mercé Lloret Boronat ..............................................................................................PSICOLOGÍA CLÍNICA: CONTENIDOS Y APLICACIONES. Ángel Izquierdo Martínezy Ángeles Izquierdo Dopf ..........................................................................................SOBRE EL NIÑO RETRAÍDO: Otro Estado del Yo apropiado, además del Niño Sumisoy el Niño Rebelde. Jordi Oller Vallejo ........................................................................207238247267297321ARTÍCULOS CLÁSICOSEL SUICIDA: SER MATADO, MATARSE, MORIR. Ken Mellor ...........................................CÓMO HACER A UNA PERSONA PASIVO-AGRESIVA O PODER Y CONTRAPODER.Molly Cole ...................................................................................................................LOS CONTRATOS. Shepard D. Gellert y Grace Wilson ....................................................INFORMACIÓN DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ANÁLISIS TRANSACCIONAL ....PUBLICIDAD DE CURSOS Y CONGRESOS .......................................................................NOVEDADES BIBLIOGRÁFICAS ........................................................................................NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS EN LA REVISTA ............................CARTAS AL DIRECTOR .......................................................................................................BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN A AESPAT Y REVISTA ........................................................335343350358361369384391393Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


203CONTENTSEDITORIAL OF TRANSACTIONAL ANALYSISAND HUMAN PSYCHOLOGY JOURNAL ............................................................................205ORIGINAL ARTICLESBERNE’S TERRITORY: SCRIPT THEORY EXTERNAL RELATIONS.Mariano Bucero Romanillos .....................................................................................SOMATIC LIFE SCRIPT: SOMATIC DECISIONS AND THERAPEUTIC APPROACHFOR HIS TREATMENT. Mario C. Salvador ...............................................................FUNCTIONAL ANALYSIS IN TRANSACTIONAL THERAPY. Rafael Sáez Alonso ............CYBERADDICTION: THE INTERNET RISKS. Mª Consuelo Llinares Pellicery Mercé Lloret Boronat ..............................................................................................CLINICAL PSYCHOLOGY: CONTENTS AND APPLICATIONS. Ángel Izquierdo Martínezy Ángeles Izquierdo Dopf ..........................................................................................ON THE WITHDRAWN CHILD: Another appropiate Ego State, in addition to the CompliantChild and the Rebellious Child. Jordi Oller Vallejo ....................................................207238247267297321CLASSIC ARTICLESSUICIDE: BEING KILLED, KILLING, AND DYING. Ken Mellor ............................................HOW TO MAKE A PERSON PASSIVE-AGRESSIVE, OR THE POWER STRUGGLEGAME. Molly Cole ......................................................................................................CONTRACTS. Shepard D. Gellert and Grace Wilson ........................................................INFORMATION FROM TRANSACTIONAL ANALYSIS SPANISHASSOCIATION (AESPAT) ..........................................................................................COURSES AND CONGRESS ADVERTISING .....................................................................BIBLIOGRAPHIES NEWS ....................................................................................................NORMS FOR PUBLISHING IN THE JOURNAL ...................................................................LETTERS TO THE EDITOR ..................................................................................................SUBSCRIPTION TO AESPAT AND TO THE JOURNAL .....................................................335343350358361369384391393Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


204TABLE DE MATIÈRESEDITORIAL DU MAGAZINE D´ANALYSE TRANSACTIONNELLEET DE PSYCHOLOGIE HUMAINE .............................................................................205ARTICLES ORIGINAUXTERRITOIRE BERNE: RELATIONS EXTERNES DE LA THÉORIE DU SCÉNARIO.Mariano Bucero Romanillos .....................................................................................SCRIPT DE VIE SOMATIQUE: DES DÉCISIONS SOMATIQUES ET DES APPROCHESTHÉRAPEUTIQUES POUR SON TRAITEMENT. Mario C. Salvador .......................ANALYSE FONTIONNELLE DE LA PERSONNALITÉ ET DES TRANSACTIONSEN THÉRAPIE TRANSATIONNELLE. Rafael Sáez Alonso ......................................CYBERADDICTION: LES RISQUES D'INTERNET. Mª Consuelo Llinares Pellicery Mercé Lloret Boronat ..............................................................................................PSYCHOLOGIE CLINIQUE: CONTENUS ET APPLICATIONS. Ángel Izquierdo Martínezy Ángeles Izquierdo Dopf ..........................................................................................SUR L´ENFANT RENFERMÉ: Un autre état de l´ego approprié en plus de l'EnfantSoumis et de l'Enfant Rebelle. Jordi Oller Vallejo .....................................................207238247267297321ARTICLES CLASSIQUESLE SUICIDÉ: ÊTRE TUÉ , SE TUER, MOURIR. Ken Mellor ................................................COMMENT FAIRE UNE PERSONNE PASSIVE-AGGRESSIVE OU POUVOIRET CONTREPOUVOIR. Molly Cole ............................................................................LES CONTRATS. Shepard D. Gellert et Grace Wilson ......................................................INFORMATION DE L'ASSOCIATION ESPAGNOLED'ANALYSE TRANSACTIONNELLE .........................................................................PUBLICITÉ DE COURS ET DE CONGRÈS .........................................................................NOUVEAUTÉS BIBLIOGRAPHIQUES .................................................................................NORMES POUR LA PUBLICATION D'ARTICLES DANS LE MAGAZINE .........................LETTRES AU DIRECTEUR ...................................................................................................ABONNEMENT À AESPAT ET AU MAGAZINE ..................................................................335343350358361369384391393Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


EDITORIALHemos escogido dos palabras para caracterizar este número de la Revista: consolidacióny avance.Efectivamente, nuestra Revista ya ha empezado a entrar en varios Índices deprestigio y difusión. Destacamos Dialnet, de la Universidad de la Rioja, que gozade una gran reputación. Ahora pensamos que es cuestión de tiempo el que entremosen el Latindex, un Índice que viene a ser el contrapunto, en español, delThompson norteamericano. La Biblioteca Nacional nos ha pedido todos los númerosde la Revista de AT que no figuraban en sus fondos y que, después de conseguir reunirlos todos, los entregaremos en seguida. Esto es señal de que cada vezhay más interesados, estudiosos e investigadores que quieren saber más y máscosas sobre el AT. También es un indicador muy importante de difusión que tengamosen la Página Web de AESPAT las versiones en PDF de los artículos publicadosen la Revista desde su fundación. Próximamente incorporaremos un buscadorde términos.Hemos recorrido un terreno muy considerable en la presentación científica de lrevista; os transmitimos nuestra satisfacción por el funcionamiento casi de reloj delos Comités del Consejo de Redacción.Estamos enviando un ejemplar de la Revista a las Bibliotecas de las Universidades.De esta forma, creemos que estamos facilitando mucho el trabajo de profesoresy estudiantes.Contamos con la incorporación de nuevos socios clínicos después de pasar el correspondienteexamen.Después de referirnos a la consolidación de la Revista, queremos explicar cómoconcretamos el avance. Os presentamos una iniciativa que puede resultar muyimportante. La Universidad Complutense organiza una Escuela de Verano cuyosCursos tienen, como norma, una duración de 100 horas. A los estudiantes esashoras les computan como ocho créditos. Hemos presentado, para la Escuela deVerano de 2009, una Propuesta de Curso: Análisis Transaccional: Un modeloefectivo de aplicación multidisciplinar. Dentro de la Revista podéis ver el Programa.Esperamos que la Universidad Complutense apruebe nuestra propuesta yque se inscriban alumnos de los orígenes que hemos especificado.En cuanto al número de la Revista que tenéis en las manos, observaréis que respondemuy bien al título: Hay artículos sobre AT – fundamentalmente, de quienespresentaron Ponencias en el XIV Congreso de AT– y otros que podemos inscribirdentro de la Psicología Humanista. También seguimos en la línea de difundir artículosclásicos que pueden resultar muy útiles para los investigadores y los profesionales.El artículo de Mariano Bucero profundiza en lo que él ya denominó en el númeroanterior como Territorio Berne. Desde luego, las contribuciones de este autor vana ser de obligada consulta para quienes tengan dudas sobre cómo emplear el len-205Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


206guaje de AT con garantías de rigor. Mario Salvador aporta una visión que sigue siendo muy necesariaen AT: las bases fisiológicas de esta Escuela Psicológico-Comunicativa. El artículo dRafael Sáez Alonso ensambla muy bien con el de Salvador, aunque los dos autores no hayanacordado preestablecer esa armonía. El resultado de leer las dos contribuciones es obtener ungran marco sobre el AT como Psicoterapia. María Consuelo Linares y Mercé Lloret se adentranen los riesgos de las nuevas formas de comunicación que Internet ha hecho posibles y muestranla importancia de hacer frente a esos nuevos retos. Ángel Izquierdo Martínez y Ángeles IzquierdoDopf sistematizan seis grandes grupos de terapias en Psicología Clínica. Facilitan, por tanto,un mapa orientador que puede contribuir al autoconcepto de cada terapeuta. Jordi Oller Vallejovuelve a uno de sus temas favoritos, por los que ha logrado ya un reconocimiento internacionalen el TAJ: el Niño Retraído. Con lo cual, demuestra cómo su práctica profesional le obliga aplanterarse revisiones conceptuales que aumentan la precisión que siempre es tan necesaria enun trabajo científico.Entre los artículos clásicos, hemos escogido el de Ken Mellor, porque sigue teniendo una granvigencia. Una segunda o tercera lectura descubre la profundidad de lo que Mellor aborda y lasgrandes posibilidades que contiene para plasmarlo en una narración novelística y/o cinematográfica,con una profundidad mayor que las obras de Peter Shaffer, como Equus o Amadeus. MollCole demuestra, en el suyo, una minuciosidad cartesiana para ir siguiendo, paso a paso, el juegode poder y contrapoder. Shefard D. Gellert y Grace Wilson, con su estudio sobre los contratos,nos estimulan para que sigamos investigando sobre este concepto, tan querido para Berne.Tenemos muchas esperanzas puestas en lograr colocar a esta Revista entre las mejores dentrode la Psicología y la Comunicación. No es una entelequia predecir que, en un año y medio, habremossituado a nuestra Revista en el grupo de cabeza dentro de las que hay sobre Psicologíay Comunicación. Todo esto redundará en aumentar la reputación del AT como marca y el prestigiode quienes lo cultivan.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Territorio Berne: Relaciones externas de la teoría del guión 207ARTÍCULOS ORIGINALESTERRITORIO BERNE: RELACIONES EXTERNASDE LA TEORÍA DEL GUIÓNMARIANO BUCERO ROMANILLOS 1RESUMENEn varios lugares de su obra, Berne expresa de forma explícita las relaciones delanálisis de guiones con otras teorías y autores. Comenzando por la cuestión de las influenciasen su obra, este artículo expone este aspecto, quizás poco conocido, mostrando referencias a la relación con Freud y otros psicoanalistas, con el conductismo, elanálisis existencial, Laing, el psicodrama, la literatura, el teatro y el cine.Palabras clave: Guión, bibliometría, psicoanálisis, conductismo, análisis existencial,psicodrama, fenomenología, existencialismo, estructuralismo, funcionalismo,humanismo.BERNE’S TERRITORY: SCRIPT THEORY EXTERNAL RELATIONSABSTRACTIn several parts of his works, Berne specifically expresses the relations betweescript and other theories and authors. Starting with the issue about the influences in hiworks, the author displays this aspect, perhaps not much known, bringing forward referencesabout the relation with Freud and other psychoanalysts, with behaviourism,existential analysis, Laing, psychodrama, literature, theatre and cinema.Key words: Script, bibliometrics, psychoanalysis, behaviourism, existential analysis,psychodrama, phenomenology, existentialism, structuralism, functionalism, humanism.TERRITOIRE BERNE: RELATIONS EXTERNES DE LA THÉORIEDU SCÉNARIORÉSUMÉDans plusieurs passages de son oeuvre, Berne exprime de manière spécifique les relations de l’analyse de scénario avec d’autres théories et auteurs. En commençant parla question des influences dans son oeuvre, cet article expose cet aspect, peut-être, peconnu, en montrant des références par rapport à Freud et à d’autres psychanalystes, lebéhaviorisme, l’analyse existentielle, Laing, le psychodrama, la littérature, le théâtre etle cinéma.Mots-clé: Scénario, bibliométrie, psychoanalyse, béhaviorisme, analyse existentielle,psychodrama, phénoménologie, existentialisme, structuralisme, fonctionnalisme,humanisme.1Licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y Psicoterapeuta.info@psicologoclinico.orgRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


208 Mariano Bucero RomanillosMás allá de lo que se dice que Bernedijo, y más acá de lo que se dice que quisodecir, está lo que escribió en inglés y publicóen ese idioma. Ese lugar es lo quenombro como Territorio Berne. Ahí estánplasmados algunos de los “mapas” que sobreel “territorio humano” elaboró ese singularterrícola –tal vez aspirante a marciano–que vivió hace tiempo y que tal vezmurió cumpliendo en parte su siguienteaseveración:Si por una gran desgracia muere en el polvoy el silencio, sólo los que le conozcan mejorcaptarán correctamente su lema, y todoslos que se encuentren fuera de las cámarasprivadas de la amistad, el matrimonio y la medicinalo verán erróneamente (Berne, 1975c,p. 51, 1972)Posiblemente, incluso para los inquilinosde esas cámaras privadas, sea imposiblesaber qué sintió y qué pensó Berne, o tansiquiera conocer bastante de lo que hizo.Sin embargo, podemos averiguar parte delo que expresó si leemos sus obras, preferentementeen inglés para evitar las distorsionesde las traducciones. Este es un conocimientomás allá de los rumores y másacá de las conjeturas e interpretaciones.Un conocimiento que no es cuestión delpunto de vista, sino cuestión de la vista, ypunto.Pero ello, más que proporcionar el sabersobre cómo sentía y pensaba Berne,es sólo un paso para aproximarse a talconocimiento, necesario cuando se aspiraa que el Análisis Transaccional (AT)sea un modelo aceptablemente decorosopara la Psicología Académica. Un acercamientodificultado en el caso de loshispanohablantes por la diversidad delos campos semánticos de las palabrasen inglés y en español, lo cual suponecierta dosis de interpretación. Dificultadotambién porque una persona, incluidoBerne, no siempre dice –o escribe– loque siente y piensa, y no siempre piensay siente tal como lo que dice. Además dificultadoporque el significado que, deforma idiosincrásica, atribuimos a lo quecaptamos unas veces converge y otrasdiverge del que el autor quiere que leatribuyamos.Así, Antoine de Saint-Exupéry al comienzode El Principito cuenta que, cuandotenía seis años, hizo el dibujo número1 de la siguiente figura, que para él representabauna boa que digería a un elefante.Las personas mayores a las que se lomostró lo interpretaron como un sombrero.Para aclarar el malentendido hizo el dibujonúmero 2.Fig. 1: Dibujos 1 y 2 de Saint-Exupéry.Esta historia ilustra las tres directricesque he adoptado para explorar el TerritorioBerne: reparar en lo obvio (el punto en elextremo derecho del dibujo 1), encontrar lorecóndito (un elefante) y mostrar dichos hallazgos(exponer ambos dibujos) siguiendoel estilo de Mario el marciano, el personajeque según Berne «viene a la Tierra y ha deregresar y contar cómo es, no cómo lasgentes de la Tierra dicen que es, o cómoRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Territorio Berne: Relaciones externas de la teoría del guión 209quieren que él piense que es» (Berne,1975c, p. 61, 1972).En el presente trabajo la exploración comienzacon un reconocimiento global, “avista de pájaro”, sobre cuáles pueden serlas relaciones entre la obra psicológica bernianay otras teorías y autores, basándoseen menciones explícitas hechas por Berne.Esto nos permite ubicarnos en el contextosintónico con el objetivo específico de estartículo: la exploración detallada de las relacionesexternas de la teoría del guión: suconexión con otras escuelas, corrientes,modelos y autores.En este recorrido de lo general a lo particular,de lo global a lo detallado, de nuevoutilizo la práctica de que el primer año delas citas sea el de la edición utilizada, y elsegundo, en cursiva, el de la publicacióndel original. También continúo usando el títuloinglés de la obra, indicando su traducciónla primera vez que la cito, y abreviandoa partir de la segunda mención medianteel uso de las primeras palabras del títuloseguidas de “puntos suspensivos”.Una vez más, declaro mi auténtico respetopor la decisión de quien lea de saltarselos párrafos que quiera o incluso el artículoentero. En este sentido suscribo lafrase bellamente paradójica que le oí a unpariente de un pariente: “Nuestro vínculoes la libertad”.1. APROXIMACIÓN A LASINFLUENCIAS EN LA OBRAPSICOLÓGICA DE BERNEAl acercarme a una mejor comprensiónde lo que quiso expresar Berne, evoco elcapítulo cuarto de su obra What Do YouSay After You Say Hello?, donde puede entenderseque para el análisis del guión deuna persona es mejor obtener informaciónsobre sus antepasados. Así menciona que«en lo que se refiere a las influencias acestrales, la cuestión sencilla más productivade preguntar es “¿Qué tipo de vida llevabansus abuelos?”» (Berne, 1975c, p.90,1972). La dificultad surge cuando no haacuerdo sobre quiénes fueron los abuelos,ni consenso sobre el propio origen, y sebuscan las raíces de la identidad entre opinionesabstrusas y ocurrencias momentáneas,que sostienen que tiene los rasgos delos Herrero, de los Sastre, o del fontanero.En el ámbito del AT es recurrente el debateacerca de por cuáles escuelas, corrientes,modelos o autores pudo estar influenciado Berne, y hacia cuáles se aproximansus teorías y sus prácticas. ¿Adaptadoridiosincrásico del psicoanálisis? (ver prefaciode Abrahan Brill en Berne, 1947, pp. IX-X, 1947) ¿Psicoanalista vocacional que trasno ser aceptado en el cielo del Instituto Psicoanalíticobuscó un camino en el inframundo?(ver Jorgensen y Jorgensen, 1984,pp.152 y ss.) ¿Elaborador de una alternativade precisión frente a la vaguedad psicoanalítica?(ver Harris, 2003, p. 12, 1969) ¿Integradorprofundamente influido por el movimiento de la Psicología Humanista? (verMartorell y Casado, 2001, pp. 7 y 8).Esta variedad de consideraciones sobreBerne y su creación “AT”, me evoca el manidocuento de los tres ciegos que quisieronconocer cómo era un elefante, no el deSaint-Exupéry, sino otro cuyo color cambiasegún quien lo cite, variando su origen dehindú a chino, pasando por sufí.Al igual que en tantos campos del saberhumano, en la aproximación al conocimientode las influencias en Berne, surgen varios escollos, algunos relacionados con loserrores en el procesamiento de la informaciónmencionados por Beck (2003, pp.21 y22, 1979) y que a la lectora y al lector avisadosles resonarán con los conceptos delos Schiff de 1971 (Friedlander, 2007, pp.46 y ss.), los de Kertész (2003, pp. 83 yss.) y las “gafas del guión” de Martorell(2000, pp.165 y ss.). La poligénesis existey está entre nosotros.Un escollo son las opiniones basadas enotras opiniones que a la vez lo están enotras, y sin que alguna esté basada en lo escritopor Berne. Esto pertenece al ámbito dela “teoría del rumor” sobre la que han tratadoRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


210 Mariano Bucero RomanillosAllport y Postman (1988), a la vez que tienerelación con el concepto de mistificación dLaing (1965). Un ejemplo podría ser la historiade que Berne antes de morir comentó alos médicos que para un hombre era doblementedifícil vivir sobrepasando la edad enque murió su madre. Según los Jorgensen,sus médicos nunca le oyeron hablar de ello(Jorgensen y Jorgensen, 1984, p. 1).Otro obstáculo es lo que podríamos llamarel “síndrome de Procusto”: conocida laobra de Berne, se mutila un aspecto o se“estira” otro para que encaje con la etiquetaque previamente se le ha atribuido. Esteproceder estaría relacionado con la inferenciaarbitraria y la abstracción selectiva querelata Beck (2002, pp. 21-22). Por ejemplo,puede haber una tendencia a “encoger” laproducción de Berne comentando muypoco que en 1968, en plena época transaccionalista,hizo la 3ª edición del libro A Layman’sGuide to Psychiatry and Psychoanalysis(“Guía de psiquiatría y psicoanálisispara legos”). Tal vez sea porque el título yel tema no encajan bien con una imagen deBerne disidente del psicoanálisis. En otrocaso, puede tenderse a “estirar” su consideracióninicial de que el guión es inconsciente(Berne, 1975ª, p.23), ya que encajamejor con el concepto del guión de vida generalizadoen el ámbito de AT. Mencionarque llegó a afirmar que no era inconscient(Berne, 1973b, p. 148, 1970; 1975c, pp. 80y 91, 1972) desencaja con dicho concepto.Un escollo más es considerar el empleode un término como demostrativo de unaadscripción de Berne a una escuela o unateoría. Esta actuación estaría relacionadacon la abstracción selectiva, la generalizacióny la maximización y minimización queexpone Beck (2002, p.22). Por ejemplo, elempleo reiterativo del término conducta (behavior)es una tentación para afirmar quBerne era conductista, al igual que sucedecon otros términos tales como fenómeno oexistencial y sus respectivas adscripciones.El pensamiento dicotómico, que relataBeck (2002, p.22), es otra dificultad presente. En este estilo, Berne está o no estáinfluido por un autor, escuela, etc., sin posibilidad de gradaciones y de matices, siguiendoun pensamiento binario, dondereina el “o” y está desterrado el “y”. AsíBerne es psicoanalista o es humanista,como si fuera imposible estar en una posicióncon algunos puntos comunes con unoy otro grupo, sin pertenece a ninguno. Enapoyo de esta posibilidad parece encontrarselo expuesto por Martorell al respecto(2000, pp. 65 y 66)Por cierto, ya que estoy citando reiteradamentea Beck, cabe mencionar que éstecita a Berne (Beck, 2002, p.18 y p.378), lomismo que hace Albert Ellis (2003, p.18)que afirma que a finales de la década1940, unos cuantos terapeutas, adiestradoscomo él en el campo del psicoanálisis,al ver las limitaciones y mitos psicoanalíticos«reconociéndolo o no, se habían inclinadomás hacia Adler que hacia Freud. Algunosde estos eran Karen Horney (1939),Franz Alexander y Thomas French (1946),Eric Berne (1957), Alexander Herzberg(1945), George Kelly (1955),…». El “reconociéndoloo no”, tiene ecos de atribución yde la imposibilidad de refutación que MaríaJesús Barrios critica al AT (Barrios, 1991,p. 70), pero si leemos a Adler (2000), quizáscoincidamos con Ellis.Más allá de estos escollos, hay dos maneraspara acercarse a la comprensión deBerne, menos afectadas por esas distorsiones.Son acercamientos basados en elestudio de los contenidos de sus textos(p.e. Casado, 2008) o en el estudio de lascaracterísticas y circunstancias de su viday del contexto de su época (p.e. Jongerseny Jongersen, 1984; García Moreno, 2007ay 2007b). A la postre, también hay un procesode interpretación, una atribución designificado a los datos conseguidos, perconsidero que llegar a la interpretación trasun recorrido más libre de distorsiones,caso de que no permita saber la realidad–supuesto constructivista–, al menos facilitauna mayor aproximación a la misma–constructivismo crítico– (Feixas y Villegas,2000, pp. 24 y 25).Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Territorio Berne: Relaciones externas de la teoría del guión 211Hace unos meses, poco después de exponeren el XIV Congreso Español de AnálisisTransaccional la ponencia TerritorioBerne: Influencias, inconsciencia y determinismo en el guión, que es la base de esteartículo, se me ocurrió que puede haber untercer modo de acercamiento a la cuestiónde las influencias en Berne y su proximidaa otras teorías. Consiste en verificar quautores del ámbito de la Psicología y quétérminos de las diversas escuelas mencionabaexplícitamente. Inicialmente sería unrecuento numérico y por lo tanto cuantitativo,que mejoraría la posibilidad de llegar ala fase de interpretación, con menos de lossesgos antes expuestos.En mi creencia de que la poligénesisexiste, indagando encontré dos estudios relacionadoscon ese método, aunque posiblementehaya otros más. Uno, provenientedel campo de las Ciencias de la Información,es el artículo El análisis cualitativo decitas como instrumento para el estudio dela transmisión y evaluación de las ideascientífica (López Yepes, Ros, Prat y FernándezBajón, 2005). En éste, desde laperspectiva del análisis de la obra de uncientífico, se parte de «la noción de basecientífica deudor o conjunto de ideas tomadasde otros autores como base de unnuevo conocimiento para dar cima a suobra…» (López Yepes y otros, 2005, p.87), y se realiza un análisis de una obra delprimero de los autores, de un modo cuantitativoy cualitativo. El otro estudio, procedentedel campo de la Psicología, es el artículoLa influencia de la Psicología de lGestalt en la elaboración del sistema teóricode Jean Piaget (Grau y Peiró, 2000),que es un trabajo basado en el análisis decitas y en el análisis de textos y contenidos.Cuando encontré estas voces consonantes,ya estaba realizando el estudio que acontinuación relato. El planteamiento ha sidoverificar qué autores de los más destacadoy representativos de diversas escuelas, corrientesy modelos relacionados con la Psicologíason mencionados por Berne y cuálesno, así como cuáles términos menciona, deentre unos cuantos que están relacionadoscon las escuelas. Esto se ajusta a la directrizde exploración de “reparar en lo obvio”.El campo del estudioEl campo de trabajo está formado pornueve libros y ocho artículos, lo que constituyela mayor parte del Territorio Berne.Los libros son los que se exponen a continuación,y la notación que precede a cadauno es la referencia utilizada en las tablasque luego se mostrarán.Berne, 1947. The Mind in Action (Lamente en acción). Editado originalmente en1947. No traducido al español.Berne, 1957a. A Layman’s Guide toPsychiatry and Psychoanalysis (Guía depsiquiatría y psicoanálisis para legos). Editadooriginalmente en 1957. Traducido alespañol en 1959 como Mecanismos de lamente.Berne, 1961. Transactional Analysis inPsychotherapy (Análisis Transaccional enpsicoterapia). Editado originalmente en1961. Traducido al español con dicho títuloen 1975.Berne, 1963. The Structure and Dynamicsof Organizations and Groups (La estructuray dinámica de las organizaciones ylos grupos). Editado originalmente en 1963.No traducido aún al español.Berne, 1964. Games People Play (Juegosque juega la gente). Editado originalmenteen 1964. Traducido al español en1966 como Juegos en que participamos.Berne, 1966. Principles of Group Treatment.(Principiosde tratamiento de grupo).Editado originalmente en 1966. Traducidoen 1983 al español como Introducción altratamiento de grupo.Berne, 1968. A Layman’s Guide to Psychiatryand Psychoanalysis (Guía de psiquiatríay psicoanálisis para legos) Editadooriginalmente en 1968. No traducido al español.Berne, 1970. Sex in Human Loving(Sexo en el amor humano). Editado originalmenteen 1970. Traducido al español enRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


212 Mariano Bucero Romanillos1975 como Hacer el amor. ¿Qué hace usteddel amor cuando hace el amor?.Berne, 1972. What Do You Say AfterYou Say Hello? (¿Qué dice usted despuésde decir hola?) Edición original en1972. Traducido en 1974 al español condicho título.Los artículos son los recopilados en Intuitionand Ego States (Intuición y estadosdel yo), editado por la ITAA en 1977 y notraducido al español. Son los siguientes,precedidos por la referencia que se utilizaen las tablas y que indica el año de su publicación:Berne, 1949. The Nature of IntuitionBerne, 1952. Concerning the Nature ofDiagnosisBerne, 1953. Concerning the Nature ofCommunicationBerne, 1955. Primal Images and PrimalJudgmentBerne, 1957b. The Ego ImageBerne, 1957c. Ego States in PsychotherapyBerne, 1958. Transactional Analysis: ANew and Effective Method of Group TherapyBerne, 1962. The Psychodynamics of IntuitionLa elección de autores y términosEn la selección de autores, la condiciónes que sean de la época contemporánea,relevantes en su respectivo campo del sabera la par que representativos y, obviamente,coetáneos o anteriores a Berne. Laatribución de relevancia y representatividadha estado basada en las opiniones de autoresgeneralmente reconocidos como autoridadesen la materia.Para escoger los autores del campo dela Psicología he utilizado lo expuesto porMandolini (1960), Foulquié (1965), Mayor(1974), Riviere (1975), Martorell (1996),Hergenhahn (2001), Martorell y Prieto(2002), Labrador, Cruzado y Muñoz (2004),y Tortosa y Civera (2006).En el caso de los autores que a la vez serelacionan con la Filosofía, he utilizadoademás la referencia de Störig (2004).En cuanto al constructivismo, también heusado la referencia de Neimeyer y Mahoney(1998) y de Feixas y Villegas (2000).Por lo relevante en la obra de Berne delconcepto de juegos, he seleccionado autoresrelacionados con la teoría de juegosmatemáticos basándose en Poundstone(2006) y Aguado (2007).He escogido los autores del Análisis Transaccional,incluido el propio Berne, se han escogidoen base a los que él mismo mencionaen más ocasiones en las obras consideradas.El mantenerse en un número de autoressuficientemente amplio, pero dentro de lolímites marcados por el espacio de un artículo,ha conllevado la exclusión de autoresque pueden ser relevantes, sean del campopsicoanalítico (Abraham, Stekel, Menninger),del conductista (Anrep, Mowrer), o dela Terapia Gestalt (Goodman, Weiss). A lavez la adscripción de algún autor a una escuelaes habitualmente motivo de discusiónen los ámbitos académicos (p.e McDougall,Lewin, Kantor, Kelly). Más allá de estas limitaciones,parafraseando a Labrador (2004),puede decirse que aunque no están todoslos que son, al menos son todos los que están,es decir, los 128 autores.Los términos relacionados con las escuelas,son los nombres y términos fundamentalesde las mismas, o palabras que,aún siendo similares, pueden ser empleadascon un significado distinto a como semplean en dichas escuelas. Son 53.El análisis cuantitativoEn el Diccionario de la Lengua Españolala palabra mención tiene las acepciones de«recuerdo o memoria que se hace de unapersona o cosa, nombrándola, contándolao refiriéndola» y también de «nombrar a alguien o algo, hablando o escribiendo»(RAE, 2001 p. 1485). Cita tiene las acepcionesde «nota de ley, doctrina, autoridado cualquier otro texto que se alega paraRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Territorio Berne: Relaciones externas de la teoría del guión 213prueba de lo que se dice o refiere» y también de «mención» (RAE, 2001 pp. 561-562). De modo que mención tiene un significadomás amplio que cita, pudiendo considerarseésta como un tipo de aquella.En este trabajo he contabilizado mencionesy citas. Así, por ejemplo, Virginia Satires mencionada al comentar que algunos delos escritores sobresalientes en terapia familiar«son Ackerman, Bell, Grotjahn y Satir»(Berne, 1966, p. 200, 1966) y por lo tantose la contabiliza al igual que cuando secita que «el libro más legible de terapia familiares Terapia Familiar Conjunta, de VirginiaSatir» (Berne, 1971, p. 301, 1968). Enconsecuencia, el número resultante serásensiblemente mayor que el de las citas enun sentido más restrictivo, precisamenteporque el recuento es más exhaustivo.Por tanto, en el análisis cuantitativo hecontabilizado cada vez que se menciona elnombre de un autor o un término de los seleccionados,sea la mención en el texto, apie de página, en las notas y referencias bibliográficasde final de capítulo, en el índide autores y materias del final de la obra,en la bibliografía final. Esto proporciona lodatos de qué autores y términos son losmencionados, cuántas veces en cada obra,en cuáles obras, en qué cantidad total deellas, y qué número de veces en total. Dichosdatos se recogen en las tablas de resultadosque están al final del presente artículo.Los autores y términos están agrupadosen apartados que corresponden a escuelasy teorías. Dentro de cada apartado, aparecenprimero los autores ordenados alfabéticamentey a continuación los términos relevantesde dicho apartado. A cada autor y acada término se le ha asignado un “númerode índice (Ind.)”, lo cual, al ser mencionadoen este artículo, facilita su localización enlas tablas finales si queremos consultar dforma más específica en qué obras aparece y con qué frecuencia.Huelga decir que el estudio se ha hechoen los libros en inglés y que por lo tanto lostérminos se han buscado en inglés, en sunombre principal y en sus formas derivadas,como por ejemplo en fenómeno: phenomenon,phenomena, phenomenological,phenomenologically.The Mind in Action (Berne, 1947, 1947),A Layman’s Guide to Psychiatry and Psychoanalysisde 1957 (Berne, 1973a) y ALayman’s Guide… de 1968 (Berne, 1971)son tres ediciones de la misma obra, enlas que se varió el título, se hicieron ligerasmodificaciones en el texto de la segundacon respecto a la primera, y notablescambios de la tercera en relación a las anteriores.Por ello, en vez de sumar lasmenciones en las tres obras de un mismoautor o término, he optado por elegir el númeromás alto de menciones en cualquierade las tres. El no hacerlo así sumaría lamisma mención varias veces por estar repetiday hubiera falseado el recuento comparativoentre autores y términos. Porejemplo, Sheldon (Ind.73) aparecería con10 menciones, varias de ellas repetidas, yparecería mucho más mencionado queWilliam James (Ind.26) que aparece con3, pero sin repetir. Sin embargo, sí he creídoconveniente contabilizar el número deobras de la trilogía The Mind… en queaparece un autor o término, ya que por lasvariaciones entre ediciones, no siemprehay una constancia de su presencia. Porello Sheldon aparece con 4 menciones en3 obras.Es posible que algún autor o términohaya sido mencionado por Berne algunavez más de las contabilizadas, aunque estaeventualidad haya aparecido raramente enlos muestreos realizados. No obstante, esnecesario tenerla en cuenta pues indicaque no es adecuado afirmar rotundamentque un autor o término nunca es mencionadoo citado en la parte del Territorio Berneobjeto de este estudio.Consideraciones cualitativassobre el análisis cuantitativoPermitámonos ponernos en el punto devista de Mario el marciano y reparar nue-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


214 Mariano Bucero Romanillosvamente en lo obvio: encontrar que Bernenombró a un autor o un término nos indicaque conocía la existencia de esos nombres.Y aquí termina el terreno de la absolutacerteza y comienza el de la suposicióny la probabilidad, puesto que haceresas menciones, no implica necesariamenteque conociera parcial o totalmentelas concepciones de ese autor o los significadosespecializados de ese término.Podremos aproximarnos a conocer su conocimiento,estudiando el contexto de susmenciones y el contenido de las mismas.Y luego, más temprano o más tarde, conmenor o mayor consciencia, reconociéndoloo no (como podría decir Ellis), haremosuna comparación de lo encontradocon nuestros conocimientos sobre esosautores y términos.A partir de ahí, podemos seguir varioscaminos que varían desde “¡Estoy hechoun lío, esto es un rollo al que no merece lapena dedicarle más tiempo y lo dejo!”, hastala relativamente rápida calificación dBerne como conocedor o no del autor o deltérmino, pasando por la decisión de que esnecesario estudiarle más a fondo para llegara una conclusión. Pero, la llegada al“etiquetaje” final, siempre es por comparación con nuestros conocimientos; y nuestrasinsuficiencias y distorsiones en los mismos teñirán nuestra evaluación. Así porejemplo, ¿es adecuado concluir que Berneconocía el significado psicoanalítico del término transferencia conociéndolo deficientemente nosotros?Mario el marciano, también puede reconocercomo obvio que si para valorar losconocimientos de Berne acerca de todoslos autores y términos que menciona, fuerapreciso que tuviéramos un conocimientoexhaustivo de ellos, además de estar bajoel influjo del driver (conductor, impulsor“Sé perfecto”, no podríamos hacer más queunos pocos etiquetajes. Entiendo que esconveniente alejarse tanto de la poquedadperfeccionista como del exceso fantasioso,y en esa mesura procurar introducir términostales como “creo que”, “opino que”,“considero que”, mejor que los de “Berneclaramente es”, “Berne evidentemente conoce”,“Berne obviamente piensa”, y demás.Es un alejarse de las zonas “contaminadas”del estado del yo Adulto que a vecesse ocultan tras en la rotundidad.Desde esta mesura, el hallar que Bernenunca, o muy pocas veces, nombró a unautor o un término, no nos autoriza parasuponer que no lo conociera o no tuvierarelevancia para él, pues es posible que, pordiversos motivos, no considerase oportunoexpresar dicho conocimiento o dicha relevancia.Considero que, la escasez de menciones,lo que nos indica es la necesidadde prudencia para establecer que Bernefue influido por un autor que no aparecmencionado. Por ejemplo, afirmar que estuvo influido por el estructuralismo, cuandno menciona ni a Wundt (Ind.2) ni a Titchener(Ind.1), será pretencioso a menos quese aporte un sofisticado análisis. Con sofiticado me refiero a algo bastante distinto dla exposición de Hergenhahn (2001, p.597) sosteniendo que George Kelly eraexistencialista.En el mismo estilo, el comprobar que unautor o un término fueron mencionados numerosasveces, no permite afirmar máallá de que Berne, a saber por qué motivos,consideró relevante hacerlo en determinadosmomentos. Por ejemplo, ni sabemossus motivos para mencionar solamenteen una ocasión a H. S. Sullivan (Ind.56),oficialmente creador de la teoría interpersonalde la psiquiatría (Berne, 1973a, p.272, 1957), ni para utilizar 1.800 veces eltérmino juego (Ind.180). Esto, por sí solo,no nos permite afirmar ni negar que para étuviese poca relevancia Sullivan y mucharelevancia el juego. Será el estudio delcontenido de sus textos y de sus contextoslo que nos dará más pistas, si bien los datoscuantitativos sugieran que en el casodel juego se encontrarán referencias directas,y en el de Sullivan habrá que hacer unrefinado análisis. O de otra manera: lcuantiosa o la escasa mención es algo obvioque sirve para llamar la atención e ini-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Territorio Berne: Relaciones externas de la teoría del guión 215ciar una búsqueda más allá, de modo similara que fijarse en el punto de la derechdel dibujo número 1 de Saint-Exupéry permiteplantearnos que a lo mejor no estamosante un sombrero.También parece obvio que es convenienteconsiderar que el hecho de que Bernemencione a un autor o un término, yasean pocas o muchas veces, no implica sunecesaria adscripción al mismo. Sirva deejemplo su mención de Hitler en tres ocasiones(Berne, 1975c, p.181 y p. 502,1972). En este sentido es paradigmático elejemplo de Adler, que en su obra El carácterneurótico (1993) cita en numerosas ocasionesa Freud: para discrepar de él en lamayoría de las veces.Como última llamada a la mesura en lasconclusiones a partir del análisis cuantitativocitaré al documentalista del CINDOCJavier Bruna cuando expone que «…laexistencia de cualquier cita no implica, necesariamente,que el autor citado hayaejercido influencia en el autor citante.(Bruna, 2006, p.4).ResultadosA continuación expongo dos tablas quemuestran los autores y términos, de entrelos seleccionados, que son mencionadosen al menos 4 obras, es decir, el 23,5 % delas 17 estudiadas. Considero que esto conjugaequilibradamente el mostrar resultadosrepresentativos y mantener un tamañoreducido de la presentación. No obstante,como ya he dicho, al final del presente artículo expongo las seis tablas que muestrande forma pormenorizada los resultadosdel recuento.Aplicando a los autores el criterio de sermencionados en al menos 4 obras, obtenemos24 puestos de mayor frecuencia deaparición, a los que corresponden 28 autores,donde 13 son del ámbito del psicoanálisis,6 del AT, 2 del constructivismo, 1 delpsicodrama, 1 de la neurología, 1 de la cibernética/teoríade sistemas, 1 de la terapiasistémica, 1 de la psicobiología, 1 de lafenomenología/existencialismo y 1 de lapsicometría.Tabla 1: Autores seleccionados más mencionados.Puesto12345678910101112131415Nº Índice Autor Escuela Nº Obras Nº menciones46162434941425586174501724414839137149Sigmund FreudEric BernePaul FedernCarl Gustav JungHelen DeutschErik EriksonRené SpitzJacob Levy MorenoClaude SteinerEugene KahnDavid KupferOtto FenichelAlfred KorzybskiAlfred AdlerWilder PenfielJean PiagetPsicoanálisisAnálisis TransaccionalPsicoanálisisPsicoanálisisPsicoanálisisPsicoanálisisPsicoanálisisPsicodramaAnálisis TransaccionalPsicoanálisisAnálisis TransaccionalPsicoanálisisConstructivismoPsicoanálisisNeurologíaConstructivismo151211109887666665552141023537113724173816161410211915➡Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


216 Mariano Bucero Romanillos➡Puesto151617181920202121222324Tabla 1: Autores seleccionados más mencionados.Nº Índice Autor Escuela Nº Obras Nº menciones173 Raymond Poindexter Análisis Transaccional51545 Sándor Ferenczi Psicoanálisis513115 Norbert WienerCibernética-Teoría sistemas 512120 Gregory Bateson Terapia Sistémica51140 Franz Alexander Psicoanálisis510136 Adolfo MeyerPsicoanálisis57167 Franklin ErnstAnálisis Transaccional578 Soren Kierkegaard Fenomenología/Existencialismo 41253 Otto RankPsicoanálisis41151 Melanie KleinPsicoanálisis48168 Robert Goulding Análisis Transaccional46140 David Wechsler Psicometría43Con el mismo criterio de la aparición enal menos 4 obras aplicado a los términos,obtenemos 24 puestos de mayor frecuencia,a los que corresponden 24 términos,donde 8 son del ámbito del AT, 5 del psicoanálisis,4 de la cibernética/teoría de sistemas,4 del conductismo, 2 de la fenomenología/existencialismo y 1 del psicodrama.Tabla 2: Términos seleccionados más mencionados.Puesto123456789101112131415161718Nº Índice Autor Escuela Nº Obras Nº menciones12761141115717758591811781751186018011217916176SistemaInconscienteFenómeno/lógico/menteConducta/conductualPsicoanálisisEstado del yoPsicoanalítico/aPsicoanalista/sGuiónTransacción/esAnálisis TransaccionalPrograma, programaciónFreudianoJuegosPatrones de conductaPasatiempo/sExistencial/menteAnalista transaccionalCibernética-Teoría sistemasPsicoanálisisFenomenología/ExistencialismoConductismoPsicoanálisisAnálisis TransaccionalPsicoanálisisPsicoanálisisAnálisis TransaccionalAnálisis TransaccionalAnálisis TransaccionalCibernética-Teoría sistemasPsicoanálisisAnálisis TransaccionalConductismoAnálisis TransaccionalFenomenología/ExistencialismoAnálisis Transaccional17161615131111109999988776277237154672210763203911.467602407287391.800232159251➡Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Territorio Berne: Relaciones externas de la teoría del guión 217➡Puesto192021222324Tabla 2: Términos seleccionados más mencionados.Nº Índice Autor Escuela Nº Obras Nº menciones87 PsicodramaPsicodrama621109 Reflejo condicionad Conductismo610117 ComputadoraCinernética-Teoría sistemas 532182 ArgumentoAnálisis Transaccional523108 CondicionadoConductismo57116 CibernéticoCibernética-Teoría sistemas 413Comentario de los resultadosA cada lectora o lector, la observaciónde estas tablas y de las que aparecen al final del artículo le puede evocar diversasrespuestas, pudiendo ser una de ellas elponer en duda su validez y querer comprobarsu fiabilidad replicando el estudio, o realizando uno mejor diseñado, lo cual seríatedioso para él o ella, pero enriquecedorpara el AT.En mi caso, concluyo que es evidente lapredominancia de menciones de autorespsicoanalíticos, seguidas por las mencionesde transaccionalistas. Esta predominanciade aquellos sobre estos no pareceestar derivada del hecho de que de las 17obras estudiadas, únicamente 8 sean netamentetransaccionalistas, ya que si comparamoslas menciones en dichas 8 obras,equiparando el número de autores de ambosgrupos mediante la elección de los 13más mencionados, encontramos los resultadosde la tabla 3. Nuevamente apareceuna predominancia o nivelación en la mayoríade las obras, salvo en Games…Tabla 3: Comparación entre menciones a autores psicoanalistas y transaccionalistasen las obras de AT.ObraBerne, 1957c. Ego States in PsychotherapyBerne, 1958c. Transactional Analysis: A Newand Effective Method of Group TherapyBerne, 1961. Transactional Analysis inPsychotherapyBerne, 1963. Structure and Dynamicsof Organizations and GroupsBerne, 1964. Games People PlayBerne, 1966. Principles of Group TreatmentBerne, 1970. Sex in Human LovingBerne, 1972. What Do You Say AfterYou Say Hello?TotalNº Mencionesde 13 psicoanalistas7564369482090279Nº Mencionesde 13 transaccionalistas1015101730996178Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


218 Mariano Bucero RomanillosOtra sugerencia de los datos encontrados,es el lugar destacado que ocupanKahn, Federn y Erikson, profesor y psicoterapeutasde Berne, al igual que el lugarpreferente de Steiner como el transaccionalistaque más menciona, después de símismo. También me resaltan las mencionesde Korzybski y de Piaget, que actualmentelos constructivistas incluyen en sugrupo; grupo que en época de Berne todavíano despuntaba. A la vez me destaca,la variedad de autores de campos queera de esperar estuvieran relacionadoscon su formación (psicobiología, neurología)o su vecindario (terapia sistémica), yotros menos esperables (cibernética, psicometría).En cuanto a los ausentes, pueden analizarseen las tablas del final del artículo yse observará que parece osado afirmar rotundamenteque Berne es fenomenólogo(no se ha encontrado que mencione aautor alguno), que es funcionalista (pareceque menciona a solo 3 autores siendoel mejor situado William James, con 3menciones en un total de 3 obras), que esconductista (se ha hallado que nombra a4 autores con dos menciones cada uno, ya ninguno de los destacados de esta escuela),o que estaba muy interesado en lateoría de juegos (se ha encontrado quesólo menciona a Luce y Raiffa, por su libroJuegos y Decisiones y a ninguno delos otros autores). Naturalmente que esposible hacer tales afirmaciones, pero paraque sean respetables requerirán un estudiocuantitativo muy minucioso o un análisissofisticado de textos, yendo más alláde vagas impresiones, inferencias arbitrariasy demás errores en el procesamientode la información.Reconozco que tales afirmaciones rotundaspuedan ser consecuencia de la utilizaciónque hace Berne de algunos de lostérminos que aparecen en la tabla 2. Eluso reiterado de sistema, o fenómeno ysus derivaciones, pueden ser cantos de sirenasi olvidamos que quizás no esténsiendo utilizados con el mismo significadque las escuelas o modelos respectivos. Oincluso que pueden ser términos de usocomún como ocurre con conducta y comportamiento(en ambos casos behavior obehaviour).Sobre la tabla 2 también resalto que elhallar que menciona el término guión(script) 1.467 veces y 23 el término argumento(plot), parece ser un argumentocuantitativo que confirma mi pasada afimación de que Berne utiliza reiteradamentescript para referirse al plan de vida.Concluyendo con el análisis cuantitativocomo aproximación a las influencias en lobra psicológica de Berne, creo que seráconveniente realizar un estudio más sistematizado,analizando las menciones y utilizandouna clasificación del tipo de la qusegún Bruna (2006, p. 7) propone LópezYepes, tipificando el lugar del texto dondse encuentren (cuerpo del texto, pie de página,notas o referencias bibliográficas,etc.), calificando si evalúa al autor mencionado, en qué sentido lo hace, si suscribe ocontradice sus opiniones, etc.. Ardua tarea,que complementaría el análisis de los contenidosde los textos que resulta más amenoy que es lo que me dispongo a hacer enla siguiente sección, centrada en las relacionesexternas de la teoría del guión.2. RELACIONES EXTERNASDE LA TEORÍA DEL GUIÓNEn la sección anterior me he centrado enlas influencias sobre todo el Territorio Berney he seguido, sobre todo, la directriz dereparar en lo obvio, aunque también parcialmentela de encontrar lo recóndito. Enla presente sección focalizo el estudio en elcampo de la teoría del guión y sus relacionescon otras escuelas, corrientes, modelosy autores. Continúan vigentes ambasdirectrices, enfatizando más la segunda enla expectativa de que pueda surgir algo parecidoa un elefante de Saint-Exupéry.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Territorio Berne: Relaciones externas de la teoría del guión 219Freud: ¿“Querencia” en la obrade Berne?Si el tema de la relación del AT y el psicoanálisisa veces puede parecer un “territoriocomanche” esquivado por viajerosprudentes y recorrido, con peor o mejor fortuna,por infrecuentes exploradores sistemáticosy por aventureros temerarios, lacuestión de las relaciones entre el TerritorioBerne y Freud se asemeja a un “campode minas”, que podemos sortear como artificierosmetódicos si nos circunscribimoal cotejo de las relaciones explícitamentedeclaradas por Berne.Comenzando cautamente, en la p. 116de Transactional Analysis in Psycotherapy(Berne, 1975a, 1961) encontramos la quepuede ser la primera afirmación de la relación entre la teoría del guión y el psicoanálisiscuando expone que «los guionespertenecen al reino del fenómeno de transferencia».Ante esto, podemos suponer aqué se refería Berne con el término transferencia,consultando un Diccionario dePsicoanálisis como hace coherentementeSáez (2001, p. 68). O podemos averiguar aqué decía referirse consultando su obraque trata del psicoanálisis, sea en su “protocolo”original The Mind… (Berne, 1947,1947), o en sus dos “palimpsestos” posteriores:A Layman’s… de 1957 (Berne,1973a, 1957), o la edición que con el mismotítulo publicó en 1968 (Berne, 1971). Enellas encontraremos:Transferencia: la relación emocional quese desarrolla entre cualesquiera dos o máspersonas, especialmente entre un asesor y sucliente o un doctor y su paciente, cuando estábasada en actitudes emocionales residualesdesde la infancia que son transferidas a lasituación actual (Berne, 1947, p.309, 1947;1973a, p. 309, 1957; 1971, p. 407, 1968).Si nos apresuramos, este hallazgo puedehacernos caer en la generalización deBeck (2002) o de Kertész (2003) y creerque estamos ante la identidad de la teoríadel guión y el psicoanálisis. Sin embargo,si somos paseantes habituales del Territoriopodremos saber que Berne recurrentementeenfatiza las semejanzas –que noidentidad– y diferencias entre la teoría delguión y la teoría freudiana, pareciendo diferenciara esta última de la teoría psicoanalítica,en ocasioens. Veamos algunas citas.En The Structure… (Berne, 1975b, 1963)hallamos el siguiente texto:El conjunto original de experiencias queforma el patrón para el plan es llamado elprotocolo. El complejo de Edipo de SigmundFreud es un ejemplo. En el análisis transaccionalel complejo de Edipo no es consideradocomo un mero conjunto de actitudes [lacursiva es mía], sino como un drama continuado,dividido, como lo está el Edipo Rey deSófocles, Electra, Antígona y otros dramas,en sencillas escenas y actos que requieren alos otros representar determinados papeles.(Berne, 1975, pp. 218-219, 1963)Principles… (Berne, 1966, 1966), contieneun texto que puede ser crucial para elconocimiento de la teoría del guión y de surelación con los conceptos de Freud, por loque, a pesar de su extensión, me atrevo acitarlo:La Compulsión de Repetición. El guión tienealguna relación con la compulsión de repeticiónde Freud, y aún más con lo que llama“compulsión de destino”. Freud las relacionacon el instinto de muerte, y efectivamente,la muerte es el largamente esperadocumplimiento de muchos guiones. En psicoanálisisno hay un término para las experienciasoriginales que modelan la vida del individuo;los analistas transaccionales lo llamanel “protocolo”. Lo que se repite entonces enel guión es alguna versión del protocolo original.En algunos casos, esta re-promulgaciónpuede llevar toda una vida, ya que aunqueen principio el guión es repetitivo, puedeno haber suficiente tiempo para una repetición verdadera. En otros casos, sin embargo,el guión total es re-promulgado varias veces,como con la mujer que se casa con un alcohólicotras otro, o como con el hombre quepierde un empleo tras otro.El Regreso al Infinito En un modo más sutil,el guión es también reactuado como partede sí mismo, y estas reactuaciones a suRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


220 Mariano Bucero Romanillosvez contienen versiones de sí mismas (comolas famosas pulgas, que tenían pulguitas sobreellas picándolas, que a su vez tenían pulgasmenores, y así ad infinitum). Así, la vidtotal de un paciente es su guión a gran escala,sus reactuaciones anuales (por ejemploperdiendo su empleo) son versiones menorescontenidas en esa matriz; y durante el añopuede recorrer su guión total cada semanaen alguna versión menor (…).Escenas y actos: Como algunos psicoanalistas,el análisis transaccional habla del “dramade transferencia” (más bien que de “reacciones”de transferencia), y reconoce esto comouna adaptación especial del guión. Esteconcepto ofrece considerable alcance y coherenciaen el tratamiento de las manifestacionesarcaicas. Así Edipo llega a ser no meramenteun “personaje” que exhibe “reacciones”,sino el protagonista en una construccióndramática… (pp. 302 y 303).Aunque respecto al concepto de “compulsiónde destino” no he encontrado algunamención de Berne, sí podemos averiguarqué decía sobre la “compulsión de repetición”.Consultando la trilogía TheMind… hallaremos que cuando trata de losmodos de la conducta neurótica expone:Todos ellos emplean una y otra vez de nuevolos mismos métodos inútiles o perjudicialespara esta expresión encubierta. Esta es llamadala “compulsión de repetición”. El individuoparece ser compelido a usar los mismos patronesde reacción una y otra vez cuando el Yopierde el control. (Berne, 1947, p.137, 1947;1973a, p. 137, 1957; 1971, p. 174, 1968).En What Do You…, en relación con losdos textos citados de The Structure… y dePrinciples…, encontraremos las siguientescitas:Freud relaciona directamente muchos aspectosde la vida humana con un solo drama,el mito de Edipo. En el lenguaje psicoanalítico,el paciente es Edipo, un “personaje” queexhibe “reacciones”. Edipo es algo funcionandoen la cabeza del paciente. En el análisisde guiones, Edipo es un drama en cursoque verdaderamente está teniendo lugar justoahora, dividido en escenas y actos, con undesarrollo, un clímax y un desenlace (Berne,1975c, p. 79, 1972).Freud habla de la compulsión de repeticióny de la compulsión de destino, pero susseguidores no han seguido estas ideas muylejos para aplicarlas a los cursos de vidacompletos de sus pacientes. Erikson es elpsicoanalista más activo en hacer estudiossistemáticos del ciclo de vida humano desdeel nacimiento a la muerte y, naturalmente,muchas de sus conclusiones están corroboradaspor el análisis de guiones. En general,puede decirse que el análisis de guiones esfreudiano, pero no es psicoanalítico [la cursivaes mía] (Berne, 1975c, pp. 79-80, 1972).Hemos podido observar que en todas estascitas se enfatizan las analogías y distincionesentre la teoría freudiana y la teoríadel guión. Es obvio que esto es debido aque los textos que he seleccionado son losoportunos para tal fin, como suele hacecualquiera que quiera apoyar una afirmación en una serie de citas. No obstante, hehecho la selección convencido de que sontextos representativos de los que generalmentepueden hallarse en la obra de Bernecuando trata de las relaciones entre ambasteorías. Pero esto ya no es obvio, por lo quesiguiendo con mi promoción del turismo literario,invito a quien esté leyendo a que visite,explore y habite el Territorio Berne, ypueda pasar de la creencia a la sapiencia.Tras esta publicidad nada subliminal,centrándonos en la última cita expuesta,me surgen dos cuestiones: ¿Cuál era la diferenciaque establecía Berne entre freudianoy psicoanalítico? y ¿A qué se referíacon «puede decirse que el análisis deguiones es freudiano»?En el Territorio no he encontrado unadistinción explícita entre freudiano y psicoanalítico,pero sí una relación explícita entreambos. En 1968, dos años antes de lafrase considerada, en A Layman’s Guide…,repite en el glosario lo dicho en las edicionesde 11 y 21 años atrás, ofreciendo la siguientedefiniciónPsicoanálisis Un sistema de estudiar,cambiar, y pensar acerca de la conducta humanadesarrollado por Sigmund Freud. Trataprincipalmente con la psicología del Ello y elRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Territorio Berne: Relaciones externas de la teoría del guión 221modo del Yo de manejar las tensiones delEllo. Como un método de tratamiento, habitualmenterequiere sesiones casi diarias deuna hora durante un año o más, dado que elEllo es difícil de domesticar. (Berne, 1947,p.306-307, 1947; 1973a, pp. 306-307, 1957;1971, pp. 404-405, 1968).Desde un abordaje exclusivamente doxográfico(ordenar opiniones de un filósofo autor, en torno a un tema) puede existiruna contradicción puesto que si bien en estacita parece identificar freudiano y psicoanalítico, dos años después (Berne, 1975c,pp. 443-443, 1972) parece hacer una distinciónentre ambos. Claro que Mario elmarciano, afrontaría la cuestión pensandoque Berne pudo cambiar de opinión enesos dos años.Si adoptamos una posición hermenéutica(arte de bien interpretar el discurso o lostextos) podemos, entre múltiples interpretaciones,considerar que puede referirse aque es freudiano el admitir la compulsiónde repetición y la compulsión de destino, yel no admitirlo no es freudiano aunque puedaser psicoanalítico. Y en la medida enque el análisis de guiones admita ambas“compulsiones” puede adjetivársele defreudiano en un sentido no literal, comocuando el decir que un niño es “un angelito”no significa que de hecho tenga alasel rango de querubín.En la misma comarca de What Do You…muchas páginas después encontramos unparaje dedicado a las objeciones a la teoríadel guión. Considero que este capítulo21 –al igual que el capítulo 13 de Principles…–,es un lugar que conviene recorrerpara conocer o recordar parte de lo queBerne expuso acerca de las relaciones entreaspectos del AT y aspectos del psicoanálisis.En dicho capítulo 21, encontraremoslo siguiente:Las objeciones doctrinales caen dentro dedos clases: religiosas y psicoanalíticas. Desdeel punto de vista religioso, la cuestión delguión es la de la predestinación o algo similarfrente a la libre voluntad [¿libre albedrío?].Presbiterianos frente a judíos, católicos frentea miembros de la ciencia cristiana, etc. Talesdiferencias en los puntos de vista, tal comoestán habitualmente expuestos, estánmás allá de la competencia de la investigacióncientíficaLas objeciones psicoanalíticas son jesuíticas.Como doctrina, el análisis de guiones noes independiente de, o irrelevante para, elpsicoanálisis, es una extensión de él, y portanto, es considerado por algunos como antianalítico,y como, en efecto, no pagano perosí como una herejía dentro de la doctrinamisma. Así, la herejía monofisista fue meramente una extensión de la doctrina católicaromana, y ello inquietó a la Iglesia muchomás que el paganismo, para el cual la penaera solamente la conversión, más que la decapitación(Berne, 1975c, p. 441, 1972).Las acepciones del uso vulgar del términoinglés jesuitical son similares a las delespañol jesuítico, por lo que en el contextodel texto no parece que el calificativo seun elogio de dichas objeciones.Continuaré exponiendo este texto, aunquesea marcadamente extenso, pues loconsidero imprescindible para el conocimientode lo que Berne dijo respecto a lasrelaciones entre la teoría del guión, Freudy el psicoanálisis.Para tratar las objeciones presentadas poralgunos psicoanalistas (generalmente cuandoson confrontados por un miembro del personalresidente el cual realmente quiere haceranálisis de guión en una clínica u hospitalorientado psicoanalíticamente), es necesarioencontrar el significado de “antianalítico”.Los analistas de guión se suscriben a lasdoctrinas de Freud en su totalidad [la cursivaes mía], y sólo desean añadir algo a la luz demás experiencia. Las diferencias entre la visiónortodoxa y la del análisis de guión sonde énfasis. Realmente, los analistas de guiónson “mejores freudianos” que los analistas ortodoxos.El autor, por ejemplo, junto a haberrepetido y confirmado las observaciones convencionales de Freud, además cree plenamentecon él lo concerniente al instinto demuerte, y lo penetrante de la compulsión derepetición. Por esto, ha sido llamado “antifreudiano”.También cree que las palabrasRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


222 Mariano Bucero Romanilloscortas pueden expresar lo que conocemossobre la mente humana más concisamente,convincentemente, e inteligiblemente que laspalabras largas, y que la terminología deFreud ha sido mal empleada para un propósitoque Freud mismo hubiera criticado – paraoscurecer los hechos [la cursiva es mía].Ha sido llamado “antianalítico” por esto; nopor hacer algo al respecto, sino meramentepor expresar la idea. Los analistas de guióncreen en el inconsciente, pero enfatizan elconsciente cuando tratan con pacientes paraquienes el psicoanálisis ortodoxo es más omenos inadecuado, de acuerdo con los propiosplanteamientos de Freud. Y lo que esmás, los analistas de guión no pretenden quelo que hacen es psicoanálisis, dado que nolo es. (Muchos terapeutas que hacen terapiapsicoanalítica, la cual no es psicoanálisis, intentanseguir las reglas establecidas por lospsicoanalistas, las cuales son naturalmenteinadecuadas y dificultan el tratamiento). Dahí que el análisis de guiones puede ser llamado“para-freudiano” (por alguno que tienerazones particulares para hacer de ello unacuestión), pero no puede, de manera justa,ser llamado antianalítico, y desde luego tampocoantifreudiano (pp. 442-443).Por la resonancia que pueda tener estetexto, continúo tentando la paciencia dellector o la lectora y expongo que la cita 1es la siguiente:Giovanicchini, P. L. “Aspectos caracteriológicosde la interacción marital”. PsychoanaliticForum 2: 7-29, Primavera, 1967, con debatede E. Berne y réplica de Giovanicchini.(p. 448).¿Lo expuesto en las pp. 441 a 443 nosestá mostrando algo parecido al “elefante”de Saint-Exupéry? A diferencia de lo queocurrió con el autor de El Principito, no estáBerne para aclararnos con un nuevo “dibujo”qué representa este “dibujo”. Hastadonde yo sé, no podemos averiguar a quese refería con dicho texto, sólo suponerlo,sólo interpretar, y, al hacerlo, siempre dudode en qué medida estamos desentrañandoun significado (descubriendo) y hasta dónde estamos atribuyendo, “proyectando”o “construyendo” un significado (inventando).Ante lo chocante de la afirmación “losanalistas de guión se suscriben a las doctrinasde Freud en su totalidad”, podemosreaccionar pensando que Berne no corrigiólas pruebas de imprenta de What Do You…y atribuir que, de haberlo hecho, hubieracambiado esos párrafos. ¡Y es posible! Perosi fuéramos coherentes con este argumentode la “no corrección de galeradas”podríamos poner en duda cualquier partede What Do You…, o la obra entera. Y estoimplica una conmoción mayor que laocasionada por el texto mencionado, locual resuena a lo que dice Watzlawick(2007) acerca de que a veces una solucióninadecuada a una dificultad, transformaesta última en un problema.También podemos interpretar que esospárrafos son una declaración de adscripcióna la teoría freudiana. ¡Y es posible!Pero concluir que hay una identidad entrela teoría del guión y la freudiana supone unsalto lógico triple mortal y sin red, pues enlos textos que he expuesto anteriormenteaparece una clara insistencia en remarcardiferencias, y en el texto que estamos considerandose dice “los analistas de guiónno pretenden que lo que hacen es psicoanálisis,dado que no lo es”.Tras haber jugado dos veces al “Si…,pero…” expondré mi interpretación, mi invención.Creo que en el texto que nos ocupahay una queja hacia algunos psicoanalistas,no sé si muchos o pocos, pero nohacia el psicoanálisis, y que Berne puedeestar reivindicando que no se le etiquete deantianalítico, ni al análisis de guiones se lecatalogue como enemigo de la teoría psicoanalítica,a la cual, como buen conocedor,distingue de los supuestos freudianosy de las terapias psicoanalíticas. Animo ala lectora o lector a averiguar dichas distincionesconociendo lo que al respecto aportaMartorell (Martorell, 1996; Martorell yPrieto, 2002)Otra invención mía es que, a la vista delnúmero de menciones sobre Freud halladasen el análisis cuantitativo (tabla1 y ta-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Territorio Berne: Relaciones externas de la teoría del guión 223bla 4b con Ind.46) y de las citas expuestasen relación al guión, considero que, por losmotivos que sean, en la obra de Berne estápresente una “querencia” respecto aFreud, considerando “querencia” en cualquierade las siguientes acepciones reconocidaspor el Diccionario de la Lengua Española:– Acción de amar o querer bien.– Inclinación o tendencia del hombre yde ciertos animales a volver al sitio enque se han criado o tienen costumbrede acudir.– Tendencia natural o de un ser animadohacia algo.Para abundar sobre esta “querencia” recomiendola lectura del prefacio de TransactionalAnalysis… (Berne, 1975a, pp. 12y 13, 1961), de The Structure… (Berne,1975b, pp. 47, 50 y 51, 1963), de Principles…(Berne, 1966, p. 99 y de la 292 a la305, 1966), y de What Do You… (Berne,1975c, pp. 256 y 257, 1972)Vecinos psicoanalistas díscolosBerne en What Do You… (Berne, E.;1975c, 1972) también comenta relacionesde la teoría del guión con las teorías de diversosallegados al modelo psicoanalítico;disidentes que no pueden alinearse con loscaballeros de la mesa freudiana y sus fieles seguidores. Así, cita a Joseph Campbell,«el cual se basa a su vez en Jung yFreud» (p. 79) y en cuyo libro El héroe delas mil caras, escrito en 1948, «la idea generalde que las vidas humanas siguen lospatrones encontrados en mitos, leyendas, ycuentos de hadas, es muy elegantementeelaborada» (p. 79). De dicho libro dice que«es el mejor libro de texto para el analistade guiones» (Berne, 1975c, p. 68, 1972).Sugiero que se visite y experimente lo arduoque puede ser a veces el recorrido delhéroe lector, o de la heroína lectora, a travésde las diversas mitologías. Y en relacióncon este autor, agradezco a LLuís Casadoque, en la presentación de la ponenciaen que se basa este artículo, informaraque Campbell fue mentor de George Lucasa quien asesoró en la elaboración del guiónde la Guerra de las galaxias.Dejando la saga de los Skywalker, continuemoscomo caminantes de la tierra deWhat Do You… (Berne, E.; 1975c, 1972),obra a la que se referirán todas las citas siguientes.En ella, y en relación con elguión, Berne menciona que Jung «está afavor de pensar sobre mitos y cuentos dehadas, y ésa es una parte importante de suinfluencia» (p. 79)Sobre Rank, otro algo díscolo de la ortodoxiafreudiana, comenta que «mostróque los mitos y cuentos de hadas más importantesproceden de un solo argumentobásico, y dicho argumento aparece en lossueños y vidas de gran número de personasen todo el mundo» (p.79). Posteriormente,en la p. 90 y en un capítulo en quehabla de guiones de nacimiento, vuelve areferirse a Rank y al mito del nacimientodel héroe en relación con el “guión de expósito”.Merece la pena darse un paseo delectura por el libro El mito del nacimientodel héroe (Rank, 1961), como al parecer hizoBerne.Acerca de Erikson (por favor, con “k” ysin “c”, para no confundirlo con MiltonErickson), el finalmente psicoanalista heterodoxo de la psicología del yo que fue suterapeuta y tocayo homófono, dice que es«el psicoanalista más activo en hacer estudiossistemáticos sobre el ciclo vital humano»(p. 80) y que «naturalmente, muchosde sus descubrimientos son corroboradospor el análisis de guiones» (p.80).Respecto de Adler, prístino disidente deFreud (Mandolini, 1960), si es que algunavez fue su discípulo, además de comentarque «de todos los que precedieron al análisistransaccional, Alfred Adler viene a serel más cercano a hablar como un analistade guiones» (p.80), le transcribe una cita ala cual sólo objeta «(1) que el plan de vidageneralmente no es inconsciente, (2) quela persona no es la única responsable deRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


224 Mariano Bucero Romanillosél y (3) que la meta y la manera de alcanzarla(las transacciones reales, palabra porpalabra) pueden ser predichas con másprecisión incluso que lo que Adler sostuvo»(p.80).Quizás las citas precedentes que hacenreferencia a Freud y otros habitantes delámbito psicoanalítico, pudieran despertar laesperanza de utilizarlas para fundamentaruna corriente pro-AT-psicoanalista, si esque tal cosa pudiera existir. Pero el caso esque en la misma zona donde Berne parecereivindicar que se le valore con propiedad,hay un pasaje relativo a la diferenciaciónde la teoría del guión con la teoría delos estilos de vida de Adler y con la de losarquetipos de Jung. Es el siguiente texto:La esencia de la teoría del guión reside enel análisis estructural. Sin la teoría de los estadosdel yo, y específicamente los estadodel yo Padre, Adulto y Niño, pueden existir uninfinito número de observaciones y afirmacines, pero no existe teoría del guión. (p. 443).Ante ello podemos decir: así habló EricBerne.El vecino conductistaEn el mismo libro, apenas unos minutosde lectura después, puede leerse la afirmación siguiente: «Por tanto, la teoría delguión no es conductismo [la cursiva esmía]. No postula que todo, o incluso mucho,de lo que deben hacer las personas esel resultado del “condicionamiento”»(p.445).Esta afirmación se refiere específicamentea la teoría del guión, pero creo oportunohacer una digresión para tratar brevementela cuestión de las relaciones delconductismo y la obra de Berne, sobre lacual quizás nos lleguen más leyendas quehechos.Tal como se ha expuesto en la secciónanterior, en el análisis cuantitativo de términosse ha encontrado que el término estadounidensebehavior y el inglés behaviour,(conducta o comportamiento en español)con sus derivados tales como el pluraly behavioral (conductual, comportamental),ocupa el cuarto lugar en frecuencia deaparición, con una presencia en 16 obras yen 649 ocasiones. Sin embargo en esemismo análisis, behaviorism (conductismo),solo se ha encontrado en 1 ocasión, y esprecisamente la de la cita que se acaba deexponer. Behaviorist (conductista) no se haencontrado una sola vez. El término behaviortherapy (terapia de conducta) se ha encontradoen 5 ocasiones en 1 obra. Deconditioning (condicionamiento) se encuentran2 menciones en 1 obra, de conditionedse encuentran 7 menciones en 5 obras, deconditioned response (respuesta condicionada)se ha hallado 1 mención en 1 obra yde conditioned refle (reflejo condicionadose han contabilizado 10 menciones en 6obras. Patrón de conducta (pattern of behavior)se encuentra en 8 obras con 23menciones. Por tanto, merece un análisisrefinado para afirmarse un carácter conductistade la obra de Berne, sobre todo teniendoen cuenta la cita anterior.En Sex in Human Loving (Berne, 1973b,1970), cuya traducción al español comoHacer el amor ¿Qué hace usted del amorcuando hace el amor? refuerza mi confianza en la capacidad creativa del ser humano,hay dos citas sobre el condicionamiento(pp. 120 y 140). La primera trata sobreel condicionamiento para demorar el impulsoinicial en la sexualidad. En la segunda,expone que «me he referido al impulso inicialcondicionado como “posible” porque notengo material clínico para probarlo» y acontinuación hace varios comentarios queme sugieren un tono humorístico.En A Layman’s Guide to Psychiatry andPsychoanalysis (Berne, 1971, 1968), obraque por su título tal vez pueda producir receloen una corriente pro-AT-conductista, sies que ello pudiera existir, se encuentrantextos que valoran positivamente a la terapiade conducta. Así la menciona como métodode psicoterapia junto con otras como laexistencial, la gestalt y la no directiva(p.286). Más adelante dice que «la terceraRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Territorio Berne: Relaciones externas de la teoría del guión 225aproximación que está basada en un teoríacuidadosamente comprobada es la terapiade conducta» (p. 288) y también que «quizásla terapia de conducta es el mejor tratamientopara curar ciertos síntomas especialesde neurosis (…) pero esta conclusión noes aceptada en el presente por la mayoríade los psiquiatras convencionales» (p. 288).En las notas finales del capítulo (p. 300), como libro fácilmente accesible recomienda eldocumento Técnicas de Terapia de Conductade J. Wolpe y A.A.Lazarus y en la p.375 expone que «de las varias formas depsicoterapia, el psicoanálisis, el análisis transaccional,la terapia en grupo, y la terapia deconducta muestran dar los mejores resultados».En la p. 377 menciona a los terapeutasde conducta, al igual que a los psicoanalistas,al comentar la dificultad de evalualos resultados de los tratamientos.Mi impresión es que Berne, aunque muyinteresado en la conducta, no estaba especialmenteencandilado con el conductismo.Puede ser interesante hacer un análisisrefinado para indagar sobre posibles características conductistas de Berne, perocon los datos comentados, afirmar rotundamente su conductismo es un salto lógicotriple mortal sin red ni seguro de asistenciasanitaria.Otros vecinos de al ladoEn Principles… en su capítulo 13, hallaremosla siguiente cita de relación de lateoría del guión con el análisis existencial:Una persona libre de guión está preparadapara una intimidad sincera libre de juegossi encuentra a alguien como ella que está librede juegos, o que puede llegar a estarlobajo las circunstancias adecuadas. Un encuentrotal es probablemente la forma máselevada de lo que los existencialistas llamanun “encuentro”. Así, en términos transaccionalesun encuentro es una preparación parala intimidad (Berne, 1966, p.311, 1966).La misma obra, muestra un texto referenteal psicodrama que se relaciona con lacuestión del guión:El psicodramatista puede deliberadamentedisponer para que el paciente represente partede la historia de su vida. El analista transaccionalconsidera cuanto ocurre espontáneamenteen una reunión de un grupo sedentariocomo una representación de todo oparte del guión del paciente (no “simbólicamente”,que evade la cuestión, sino realmente,en una convincente, condensada, y no trabajosamenteforma codificada) (Berne, 1966p.313, 1966).En What Do You… (Berne, 1975c,1972), nos encontramos con una mencióna Laing, del que Berne dice que en unaemisión de radio reciente –reciente en1970– describió «un punto de vista de la vidaque es prodigiosamente similar, inclusoen su terminología, a la teoría discutida eneste libro» (p. 81).Siguiendo con el vecindario, nombrarévarios autores que Berne menciona en estamisma obra, en la parte dedicada alguión en la práctica clínica. Indico entre paréntesisuna ocupación (posiblemente tendríanvarias) a la que se dedicaban, segúnhe podido averiguar. Así dice que «el primerintento de alguna aproximación al análisisde guión fue el libro de Freud sobreLeonardo da Vinci» (p. 339). Continúamencionando, y resumo, que el siguientehito es la biografía de Ernest Jones (neurólogopsicoanalista) sobre el propio Freud.Cita que Erikson (psicoanalista) había estudiadolos cursos de vida de Lutero y deGandhi y que las biografías de León Edel(crítico literario) sobre Henry James (literato)y el estudio de Zeligs (psicoanalista) sobrela relación Hiss-Chamberlain (estadista)revelan muchos elementos de guión.Menciona que la aproximación más cercanaa un estudio científico de los guiones ede McClelland (psicólogo social) que estudióla relación entre historias oídas y leídaspor niños y sus motivos vitales, trabajo seguidoaños después por Rudin (psicólogo)que estudió la causas de muerte de los motivadospor tales historias, hallando, segúnBerne, una relación con los guiones detriunfadores y de poder. Berne comentaRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


226 Mariano Bucero Romanillosque dicho estudio «cuadra fácilmente en laestructura del análisis de guión aquí dada»(p. 340).Las actividades escénicas relacionadasEn la primera aparición en escena delconcepto de guión en la página 23 de TAin… (Berne, 1975a, 1961), se establece elvínculo con el teatro al hablar de guión como«un extenso plan inconsciente de vidaque es llamado guión, siguiendo los guionesteatrales que son derivados intuitivosde estos dramas psicológicos».A partir de ahí, los paralelismos con elteatro aparecen reiteradamente comopuede consultarse en las pp. 116, 117 y164 de TA in.. (Berne, 1975a, 1961), enlas pp. 218 y 219 de The Structure…(Berne, 1975b, 1961) y en la p. 228 de lamisma, donde se encuentra la única declaraciónexplícita que he encontrado (noquiere decir que no haya otras) entre lateoría del guión y el cine: «El parecidocon el desarrollo de los guiones teatralesy de cine es evidente, y a veces extraordinario»(p. 228)En Games... (Berne, 1968, 1964), hayescasas apariciones del concepto de guióny no pude ver ninguna que se refiriese a srelación con el teatro o el cine, pero enPrinciples… (Berne, 1966, 1964), hay unamención en la p. 303 cuando habla de escenasy actos. En Sex in… (Berne, 1973b,1970) en las pp. 150 y 151 se muestra unaclasificación de los guiones en cuanto atiempo, en los tipos de Nunca, Siempre,Hasta, Después, Una y otra vez y de FinalAbierto, estableciéndose su paralelismocon los mitos griegos, aunque no lo hagacon el teatro. En el capítulo 11 de What DoYou… (Berne, 1975c, 1972), Berne haceuna reposición (¿o mejor un palimpsesto?)de dicha clasificación de los guiones, locual tiene la honestidad de declararlo en lanota al pie de la p. 234.En esta última obra, en el capítulo 3 puedeverse la más nítida secuencia de analogíasentre el guión de vida y el de teatro,que comienza con la afirmación de que«Los guiones teatrales son intuitivamentederivados de los guiones de vida, y unbuen modo de empezar es considerar lasconexiones y similitudes entre ellos» (p.55). En las siguientes tres páginas, Bernedesarrolla dichas semejanzas, y animo alespectador a que vea entera la secuenciaoriginal leyendo la obra citada. A continuaciónpresento un sumario, utilizando la numeraciónque Berne utiliza:1. Ambos están basados en un númerolimitado de temas, de los cuales elmejor conocido es la tragedia edípica.Los demás pueden asimismo ser encontradosen el drama griego y la mitologíagriega. (p. 55).2. En ambos, el teatro y en la vida real,las entradas deben ser memorizadasy dichas exactamente y así los demásresponderán de un modo quejustifique el avance de la acción (p56)3. Un guión debe ser ensayado y reescritoantes de que esté listo para larepresentación más dramática. En elteatro hay lecturas, reescrituras, ensayosy pruebas antes del gran momento.(p. 57)4. Casi todo guión tiene papeles de “buenoschicos” y “malos chicos”, y de“ganadores” y “perdedores”.(p. 57)5. Todos los guiones, sea en el teatro oen la vida real, son esencialmenterespuestas a la cuestión básica delencuentro humano “¿Qué dice usteddespués de decir hola?” (p. 58)6. Las escenas del guión de vida han deser establecidas y motivadas antesdel momento, justo igual que las escenasteatrales. (p. 58)Posteriormente, en la p. 217 menciona eltriángulo del drama de Stephen Karpman yen la 241 el estudio de Richard Schechnerde «los patrones temporales en el teatroque también se aplican a la dramaturgia delos guiones de la vida real»Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Territorio Berne: Relaciones externas de la teoría del guión 227Aunque hay más textos que establecenel paralelismo con el teatro a lo largo de laobra de Berne, quiero acabar este apartadocon una cita perteneciente a la secuenciade las pp. 78 a 81, la cual recomiendovisitar, pues es un regalo de frescor paralos viajeros acostumbrados a soportar losefectos abrasadores de la ficticia originalidad de quienes no citan sus referencias nisus fuentes. Es la siguiente:Pero antes de entrar a considerar cómolos guiones son elegidos, reforzados, y puestosen funcionamiento, y diseccionar los elementosque los forman, deberemos establecerque la idea no es enteramente nueva.Hay muchas alusiones en la literatura clásicay moderna al hecho de que todo el mundo esun escenario y todas las personas en él meramenteactores, pero las alusiones son distintasde la investigación sobre la materiafundamentada e informada. Tales investigacioneshan sido llevadas a cabo por muchospsiquiatras y sus discípulos, pero no han podidollegar muy lejos en una forma sistemáticaporque no tenían a su disposición las potentesarmas del análisis estructural (transaccionesdiagramadas y clasificadas), análisis de juego (descubrimiento del estafador,del timo, el conmutador, y el saldo), y el análisisde guión (la matriz del guión con los sueños,las camisetas, los cupones, y otros elementosderivados de ello) (Berne, 1975c, pp.78 y 79, 1972).Una vez más podemos observar que señalasimilitudes y diferencias, nunca identidad.3. LA VIDA DE BRIANY LA CONCLUSIÓNEn la película La vida de Brian (1979)de la factoría Monty Python, hay una secuenciaen la que el protagonista, huyendo,pierde una sandalia que es recogidapor parte de una muchedumbre quele sigue puesto que cree que es un mesías.Continúa corriendo después de saciarsu sed con el agua de una calabazaque, al arrojarla, es recogida por el restode los seguidores. La siguiente escenaes que unos proclaman que la sandaliaes la señal del maestro y se conviertenen seguidores de la misma, mientrasque los otros hacen lo propio con lacalabaza. La acción siguiente es queambas facciones comienzan a pelear entresí para imponer su concepción. Desdeun punto de vista marciano, pareceríanterrícolas aspirantes a ser de Uranopor sus deseos de “comerse” a los queconsideraban que ponían en peligro laprimacía de su creencia.Al recorrer el Territorio Berne encontraremosdeclaraciones explícitas sobre influencias,parentescos y relaciones de vecindad entre la teoría del guión y otras teorías,autores y materias. También nos puedeparecer entrever fugazmente, palparmomentáneamente, o escuchar brevemente,“señales” que nos permiten realizar unainterpretación de la relación con teorías,autores y materias a los que somos proclives.Como ya he dicho, para mí la interpretaciónconlleva la dificultad de distinguihasta dónde es descubrimiento y hastadónde es invención, por lo que creo convenientecierta meticulosidad en las inferenciasy deducciones.Considero conveniente apartarse de loserrores en el procesamiento de la informacióny en especial de una actuación de Procustoy su lecho, o de las hermanastras deCenicienta ante el zapato-patrón-selectorde-princesas-consortes,en la versión alemanadel cuento (Grimm, 2006 p. 215 y s).Se puede degustar el Territorio paladeándoloy aceptar que lo que nos desagradetambién es parte del plato servido, sin empeñarseen mantener un “euhemerus” (verBerne, 1973b, p. 33, 1970) a toda costa.Procede alejarse de adscribirse a ultranzaa “sandalias” o “calabazas” y ello nos permitirádisfrutar de la cotidianidad y grandezade Eric Berne, un peculiar miembro dela especie humana que hace un tiempo vivióen la Tierra, quizás buscando siempresu asteroide 3251.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


228 Mariano Bucero RomanillosTabla 4a: Cotejo de menciones en las obras de Berne de autores y términos relacionados con la Psicología.NºÍndiceEstructuralismo1 Titchener, E.B.2 Wundt, W.Fenomenología / Existencialismo3 Brentano, F.4 Buber, M.5 Heidegger, M.6 Husserl, E.7 Jaspers, K.8 Kierkegaard, S.9 Ponty, M.10 Sartre, J.P.11 Scheller, M.12 Fenomenología13 Fenomenólogo/s14 Fenómeno/lógico/mente15 Existencialismo16 Existencialista/s17 Terapia existencial18 Terapeuta existencialista19 Existencial/mente 2Funcionalismo20 Angell, J.R.21 Baldwin, J.M.22 Carr, H.23 Catell, J.M.24 Dewey, J.Escuela/Autor/términoBerne19474Berne19494Berne1952Berne19531Berne19554Berne1957a21Berne1957b3Berne1957c1Berne19581Berne19614166Berne19622Berne1963321211Berne196436Berne1966298 17 23 30 424Berne19684241Berne19708Berne19721328NºTotalobrasNºTotalcitas412261116221215433417 92➡Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Territorio Berne: Relaciones externas de la teoría del guión 229➡Tabla 4a: Cotejo de menciones en las obras de Berne de autores y términos relacionados con la Psicología.NºÍndice24 Dewey, J.25 Hall, G.S.Escuela/Autor/términoBerne1947Berne1949Berne1952Berne1953Berne1955Berne1957aBerne1957b26 James, W. 1 2 2 3 327 McDougall, W.3 1 328 Mead, G.H.3 1 329 Münsterberg, H.30 Woodworth, R.S.31 funcionalismo32 funcionalista/s33 pragmática/mente7 62 13Berne1957cBerne1958Berne1961Berne1962Berne1963Berne1964Berne1966Berne1968Berne1970Berne1972NºTotalobrasNºTotalcitasTabla 4b: Cotejo de menciones en las obras de Berne de autores y términos relacionados con la Psicología.NºÍndiceEscuela/Autor/términoBerne1947Berne1949Berne1952Berne1953Berne1955Berne1957aBerne1957bCognitivismo34 Ellis, A.35 Cognitivismo36 Cognitivista/s37 cognitivo/a1 4 23 738 cognición 11 14 3 16Psicoanálisis39 Adler, A.12112107 5 2140 Alexander, F.24 1515 1041 Deutsch, H.3 1 1 1 322 2 1 9 1142 Erikson, E.1 4 4 5 4 3 3 16 8 3743 Federn, P.5 1 1 6 6 2 2 9 4 4 4 11 3544 Fenichel, O. 2 1 4 2 4 3 6 14Berne1957cBerne1958Berne1961Berne1962Berne1963Berne1964Berne1966Berne1968Berne1970Berne1972NºTotalobrasNºTotalcitas➡Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


230 Mariano Bucero Romanillos➡Tabla 4b: Cotejo de menciones en las obras de Berne de autores y términos relacionados con la Psicología.NºÍndice45 Ferenczi, S.46 Freud, S.47 Fromm, E.48 Horney, K.49 Jung, C.G.5311132 1521 4 59 5 3 28 1 20 4 26 43 13 4422141850 Kahn, E. 8 16 4 3 26 1651 Klein, M. 2 3 2 1 4 852 Lacan, J.Escuela/Autor/términoBerne1947Berne19496Berne1952Berne1953Berne1955Berne1957aBerne1957b53 Rank, O. 3 3 2 8 4 1154 Reich, W. 2 1 255 Spitz, R. 1 2 73 3 6 31 8 2456 Sullivan, H.S. 1 1 157 Psicoanálisis 82 1 80 1 3 31 1 7 8 51 84 8 15 13 21058 Psicoanalítico/a 59 55 2 1 35 10 2 66 51 8 20 11 20359 Psicoanalista/s 49 143 6 2 8 44 1 23 10 9160 Freudiano/s 22 1 2 23 1 1 2 2 8 139 3961 inconsciente 140 4 110 149 3 2 14 1 22 7 3 113 3 16 16 23762 Mente/Mental 288 10 2 2 11 288 4 4 2 49 1 69 25 68 167 56 72 17 66663 Sentir/sentimiento/emoción 504 5 5 4 436 2 4 134 88 74 177 558 93 206 13 1.345Berne1957cBerne1958Berne1961Berne19622Berne19633Berne19642Berne19663Berne196889Berne19702Berne1972226NºTotalobras5152310NºTotalcitas1321441437Tabla 4c: Cotejo de menciones en las obras de Berne de autores y términos relacionados con la Psicología.NºÍndiceTeoría de Juegos64 Dresher, M.65 Flood, M.Escuela/Autor/términoBerne1947Berne1949Berne1952Berne1953Berne1955Berne1957aBerne1957b66 Luce, R.D. 3 2 2 5Berne1957cBerne1958Berne1961Berne1962Berne1963Berne1964Berne1966Berne1968Berne1970Berne1972NºTotalobrasNºTotalcitas➡Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Territorio Berne: Relaciones externas de la teoría del guión 231➡Tabla 4c: Cotejo de menciones en las obras de Berne de autores y términos relacionados con la Psicología.NºÍndiceTeoría de Juegos67 Nash, J.68 Raiffa, H. 3 2 2 569 Tucker, A. W.70BiotipologíasVon Neumann, J.71 Jaensch, E. R. 1 2 2 372 Kretschmer, E. 2 2 2 3 273Sheldon, W. H. 4 4 2 3 4Teoría de la Gestalt74 Bender, L. 2 2 2 475 Kofka, K.76 Köhler, W. 1 1 177 Lewin, K. 2 2 2 478 von Ehrenfelds, C.79 Wertheimer, M.80 Psicología de la Gestalt 0 081 Concepto Gestalt 1 1 2 282 gestáltico 0 083 Perls, F. 3 2 3 3 884 terapia gestalt 9 9 3 3 2185PsicodramaEscuela/Autor/términoTerapia gestálticaBerne1947Berne1949Berne1952Berne1953Berne1955Berne1957aBerne1957bterapeuta gestáltico 1 2 2 386 Moreno, J. L. 2 2 2 4 7 3 1 7 1787 Psicodrama 4 4 2 10 8 1 6 2188 Psicodramatista/s 2 1 2 389 psicodramático/a 3 1 3Berne1957cBerne1958Berne1961Berne1962Berne1963Berne1964Berne1966Berne1968Berne1970Berne1972NºTotalobrasNºTotalcitasRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


232 Mariano Bucero RomanillosTabla 4d: Cotejo de menciones en las obras de Berne de autores y términos relacionados con la Psicología.NºÍndiceConductismo90 Bandura, A.91 Bechterev, V.92 Eysenck, H. I.93 Hull, C. I.94 Kantor, J.95 Kuo, Z. Y.Escuela/Autor/término96 Lazarus, A. 2 1 297 Pavlov, I. V. 1 1 2 298 Sechenov, I. M.99 Skinner, B. F.100 Thorndike, E. L. 2 2 1 3 2101 Tolman, E. C.102 Watson, J. B.Berne1947Berne1949Berne1952Berne1953Berne1955Berne1957aBerne1957b103 Wolpe, J. 2 1 2104 Conductismo 1 1 1105 conductista 0 0106 terapia de conducta 5 1 5107 Teoría condicionamiento 2 1 2108 Condicionado 1 1 2 2 1 5 7109 Reflejo condicionad 3 3 1 4 2 3 6 10110 respuesta condicionada 1 1 1111 Conducta/conductural 99 2 5 65 91 5 2 2 84 70 32 76 144 34 122 15 672Berne1957cBerne1958Berne1961Berne1962Berne1963Berne1964Berne1966Berne1968Berne1970Berne1972NºTotalobrasNºTotalcitas112Patrones de conducta(incluido en 111)1 2 4 6 4 2 2 3 8 23Cibernética - Teoría de sistemas113 Ashby, W. 2 2 2 3 6➡Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Territorio Berne: Relaciones externas de la teoría del guión 233➡Tabla 4d: Cotejo de menciones en las obras de Berne de autores y términos relacionados con la Psicología.NºÍndiceEscuela/Autor/términoBerne1947Cibernética - Teoría de sistemasBerne1949Berne1952Berne1953Berne1955Berne1957aBerne1957b114 von Bertalanfty, L. 2 1 2115 Wiener, N. 2 1 5 2 2 5 12116 Cibernético/a 2 10 1 1 4 13117 Computadora 3 2 9 8 10 5 32118 programa/programación 1 1 55 11 23 32 6 40 120 9 287119 sistema 70 6 2 4 2 69 5 6 2 33 1 25 12 30 78 36 35 17 277Berne1957cBerne1958Berne1961Berne1962Berne1963Berne1964Berne1966Berne1968Berne1970Berne1972NºTotalobrasNºTotalcitasTabla 4e: Cotejo de menciones en las obras de Berne de autores y términos relacionados con la Psicología.NºÍndiceTerapia Sistémica120Bateson, G. 1 3 4 2 1 5 11121 Haley, J.Escuela/Autor/término122 Jackson, D. D. 2 1 2 3123 Satir, V. 5 2 2 7124 Watzlawick, P.Berne1947Berne1949Berne1952Berne1953Berne1955Berne1957aBerne1957b125 Weakland, J. H. 2 1 2126 Sistémico/a 0 0127 terapia sistémica 0 0Berne1957cBerne1958Hipnosis / Psicobiología / Nosología / Neurología / Psicología clínica / Psicometría128 Binet, A.129 Bleuler, E.130 Breuer, J. 2 4 3 3 9131 Charcot, J. M.132 Gesell, A. L. 3 3 2 3 3133 Guilford, J. P.134 Janet, P.Berne1961Berne1962Berne1963Berne1964Berne1966Berne1968Berne1970Berne1972NºTotalobrasNºTotalcitas➡Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


234 Mariano Bucero Romanillos➡ Tabla 4e: Cotejo de menciones en las obras de Berne de autores y términos relacionados con la Psicología.NºÍndiceEscuela/Autor/términoBerne1947Berne1949Berne1952Berne1953Berne1955Berne1957aBerne1957b135 Kraepelin, E. 2 2 3 3 3136 Meyer, A. 2 3 2 2 3 5 7137 Penfield, W 8 4 4 2 1 5 19138 Ribot, Th. 1 1 1139 Terman, L. W.140 Wechsler, D. 2 2 1 2 4 3141 Witmer, L.142 Yerkes, R. M.Constructivismo143 Bartlett, F. B.144 Bruner, J.145 Helmholtz, H.146 Kant, E. 2 2 3147 Kelly, G. 1148 Korzybski, A. 4 1 3 3 2 3 6 10149 Piaget, J. 3 1 1 10 3 5 15150 Vaihinger, H. 2 2 2 3 2151 Vico, G.152 Vygotski, L. S.Berne1957cBerne1958Berne1961Berne1962Berne1963Berne1964Berne1966Berne1968Berne1970Berne1972NºTotalobrasNºTotalcitasTabla 4f: Cotejo de menciones en las obras de Berne de autores y términos relacionados con la Psicología.NºÍndiceHumanismoEscuela/Autor/término153 Allport, G. W.154 Binswanger, L.155 Bugental, J. F. T.Berne1947Berne1949Berne1952Berne1953Berne1955Berne1957aBerne1957b156 Laing, R. 2 1 2Berne1957cBerne1958Berne1961Berne1962Berne1963Berne1964Berne1966Berne1968Berne1970Berne1972NºTotalobrasNºTotalcitas➡Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Territorio Berne: Relaciones externas de la teoría del guión 235Tabla 4f: Cotejo de menciones en las obras de Berne de autores y términos relacionados con la Psicología.NºÍndiceHumanismo157 Maslow, A.Escuela/Autor/términoBerne1947Berne1949Berne1952Berne1953Berne1955Berne1957aBerne1957b158 May, R. 3 2 2 5159 Rogers, C. 1 2 2 3 4160 humanismo 1 1 1161Berne1957chumanista 1 1 2 2Análisis Transaccional162 Berne, E. 2 1 7 1 10 1 6 11 20 16 5 31 12 102163 Cheney, W. D. 1 1 1164 Crossman, P. 2 8 2 10165 Dusay, J. 8 3 2 11166 English, F. 2 1 2167 Ernst, F. 1 1 2 2 1 5 7168 Goulding, R. 2 2 1 1 4 6169 Harris, T. 3 1 3170 James, M. 5 1 5171 Karpman, S. 16 1 16172 Kupfer, D. 3 1 3 2 4 3 6 16173 Poindexter, R. 1 1 3 7 3 5 15174 Steiner, C. 1 1 1 2 9 24 6 38175 Análisis Transaccional 1 11 69 25 13 139 67 19 64 9 407176 Analista transaccional 1 1 26 12 1 10 6 51177 Estado/s del yo 18 32 20 202 10 74 37 140 55 74 101 11 763178 Transacción/es 0 1 17 56 167 73 129 24 16 119 9 602179 Pasatiempo/s 0 36 42 79 19 17 7 15 7 215180 Juego/s 4 277 117 622 297 117 171 195 8 1.800181 Guión (script/s) 2 2 117 48 9 49 14 77 1.153 9 1.467182 argumento (plot/s) 1 1 2 3 18 5 23Berne1958Berne1961Berne1962Berne1963Berne1964Berne1966Berne1968Berne1970Berne1972NºTotalobrasNºTotalcitasRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


236 Mariano Bucero RomanillosREFERENCIASAdler, A. (1993). El carácter neurótico. Barcelona:Editorial Paídós Ibérica, S.A.Adler, A. (2000). El sentido de la vida. Madrid:Ahimsa Editorial.Aguado, J.C. (2007). Teoría de la decisión y delos juegos. Madrid: Delta Publicaciones Universitarias.Allport, G.W.; Postman, L. (1988). Psicología delrumor. Buenos Aires: Editorial PsiqueBarrios, M. J. (1991). El Análisis Transaccional ylos límites del método científico Sevilla: EdicionesAlfar, S.A.Beck, A. T. (2002). Terapia cognitiva de la depresión.Bilbao: Editorial Desclée De Brouwer, S.A.Berne, E. (1947). The Mind in Action. New York:Simon and Schuster (2ª reimpresión).Berne, E. (1966). Principles of group treatment.New York: Grove Press Inc.. (9ª reimpresión).Berne, E. (1968). Games People Play. London:Penguin Books Ltd. (2ª edición, 35ª reimpresión).Berne, E. (1971). A Layman’s Guide to Psychiatryand Psychoanalysis. London: PenguinBooks (reimpresión 1976)Berne, E. (1973a). A Layman’s Guide to Psychiatryand Psychoanalysis. New York: BallantineBooks Edition (5ª reimpresión 1982).Berne, E. (1973b). Sex in Human Loving. London:Penguin Books Ltd. (3ª reimpesión, 1976).Berne, E. (1975a). Transactional Analysis in Psychotherapy.London: Souvenir Press (Educational& Academic) Ltd., (reimpresión 1986).Berne, E. (1975b). The Structure and Dynamicsof Organizations and Groups. New York: BallantineBooks.Berne, E. (1975c). What Do You Say After YouSay Hello? London: Corgi Books.Berne, E. (1977). Intuition and Ego States. SanFrancisco: International Transactional AnalysisAssociation.Bruna, J.S. (2006). Recepción de la obra otletianaen España a través del análisis cualitativode citas. Documentación de las ciencias de lainformación, 29, 25-56.Casado, Ll. (2008). ¿Qué dice usted después dedecir “hola” o psicología del destino humano?Revista de Análisis Transaccional y PsicologíaHumanista, 58, 37-42.Ellis, A. (2003). Manual de Terapia RacionalEmotiva. Bilbao: Editorial Desclée De Brouwer,S.A.Feixas, G. y Villegas, M. (2000). Constructivismoy Psicoterapia. Bilbao: Editorial DescléeDe Brouwer, S.A..Foulquié, P. (1965). Psicología Contemporánea.Barcelona: Editorial Labor, S.A.Friedlander, M. G. - Editora (2007). Artículos seleccionadosde Análisis Transaccional. Madrid:Editorial CCS.Grau, R. M. y Peiró, J. M. (2000). La influencide la Psicología de la Gestalt en la elaboracióndel sistema teórico de Jean Piaget. Revistade historia de la psicología, Vol. 21, 2-3,575-588García Moreno, J. (2007a). Orientación psicosocialde la psicoterapia como contexto de laorientación psicosocial de la psicoterapia delAnálisis Transaccional. Revista de AnálisisTransaccional y Psicología Humanista, 56,40-57 y 57, 211-227.García Moreno, J. (2007b). Orientación psicosocialde la psicoterapia como contexto de la orientaciónpsicosocial de la psicoterapia del AnálisisTransaccional. Revista de Análisis Transaccionaly Psicología Humanista, 57, 211-227.Grimm, J. y Grimm, W. (2006). Todos los cuentosde los hermanos Grimm. Madrid: EditorialRudolf Steiner, S.A., (5ª edición)Harris, Th. A., (2003). Yo estoy bien, tú estás bien.Barcelona: Random House Mondadori, S.L.Hergenhahn, B.R. (2001). Introducción a la Historiade la Psicología. Madrid: InternationalThompson Editores Spain.Jorgensen, E.W. y Jorgensen, H.I. (1984). EricBerne: Master Gamesman. A Transactionalbiography. New York: Grove Press, Inc.Kertész, R. (2003). Análisis Transaccional Integrado.Caseros: Editorial IPPEM.Labrador, F.J.; Cruzado, J.A.; Muñoz, M. (2004).Manual de técnicas de modificación y terapide conducta. Madrid: Ediciones Pirámide.Laing, R. (1965). Mistificación, confusión y conflicto. En L. Foti, La otra locura. Barcelona:Editorial Tusquets (1976).López Yepes, J., Ros, J., Prat. J., FernándezBajón, M.T. (2005). Diagnóstico y evaluaciónde la actividad científica Murcia: Diego Marín,Librero Editor.Mandolini, R.G.; (1960). Historia General delPsicoanálisis de Freud a Fromm. Buenos Aires:Editorial Ciordia, S.R.L.Martorell, J. L. (1996). Psicoterapias. Escuelas yconceptos básicos. Madrid: Ediciones Pirámide.(reimpresión 2004)Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


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238 Mario C. SalvadorEL GUIÓN DE VIDA EN EL CUERPO: LAS DECISIONES SOMÁTICASY ABORDAJE TERAPÉUTICO PARA SU INTERVENCIÓN 1MARIO C. SALVADOR 2RESUMENEl guión de vida es un grupo complejo de patrones relacionales inconscientes basadosen reacciones fisiológicas de supervivencia, conclusiones de la vida implícita(aquellas compuestas de reacciones inconscientes para las que todavía no hay lenguaje,capacidad de secuenciación de eventos o pensamiento consciente) y decisiones explícitasformadas bajo estrés en cualquier momento del desarrollo, que inhiben la espontaneidady limitan la flexibilidad en la resolución de problemas, el mantenimientde un estado saludable y las maneras de relacionarse con las personas.Palabras clave: sentido profundo del yo, curación del guión, la relación terapéutica enpsicoterapia, terapia somatosensorial, guión de vida corporal, memorias implícitas del yo.SOMATIC LIFE SCRIPT: SOMATIC DECISIONS AND THERAPEUTICAPPROACH FOR HIS TREATMENTABSTRACTThe script system is a complex matrix of unconscious relational patterns based onsurvival physiological reactions, implicit life conclusions (those compound by unconsciousreactions to which we don´t have yet language, ability to sequent events or have aconscious thought) and explicit decisions taken under stress whatever phase of our development,and that inhibit our spontaneity and limits the problem solving flexibilitythe maintenance of a healthy state and the way we relate with others (Erskine, 1986).Key words: Deep sense of self, script cure, the therapeutic relationship in psychotherapy,somatosensory psychotherapy, somatic life script, self implicit memories.SCRIPT DE VIE SOMATIQUE: DES DECISIONS SOMATIQUESET DES APPROCHES THERAPEUTIQUES POUR SON TRAITEMENTRÉSUMÉLe scénario de vie est un assemblement complexe de modèles des relations inconscientesfondées sur des réactions physiologiques de survivance, des conclusions de vie implicites(celles qui sont composées par des réactions inconscientes pour lesquelles il n’y apas encore de langage, une capacité de mettre un événement en séquence ou une penséeconsciente) et des décisions explicites formées sous le stress dans n’importe quelle étapedu développement, qui inhibent la spontanéité et qui limitent la flexibilité pour résoudrdes problèmes, le soutien d’un état en santé et les façons de relation avec les autres.Mots-clé: un sentiment profond du self,guérison du scénario de vie. La relation thérapeutiqueen psychothérapie, la thérapie somatosensorielle, le scénario de vie somatique,des mémoires implicites du self.1XIV Congreso Español de Análisis Transaccional, 6 de marzo de 2008, 17,30.2Mario C. Salvador es analista Transaccional Docente y Supervisor provisional por EATA-ITAA; Psicoterapeuta IntegrativoDocente y Supervisor por la IIPA y Clínico y Consultor en EMDR. E-mail: msalvador@cop.esRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


El Guión de vida en el cuerpo: las decisiones somáticas y abordaje terapéutico para su intervención 239El guión se desarrolla por el niño comomedio de afrontar los fallos relacionales conlas personas significativas de las que depende, y que fracasan repetidamente en darsatisfacción a las necesidades. Habitualmente,estos patrones inconscientes fueronformulados, reforzados y elaborados a lo largode diferentes edades en el desarrollo dela persona como consecuencia de rupturasy faltas de sintonía en la relación con otros;es decir, se forman a raíz de fallos acumulativosa lo largo de la relación con el otro.Antes de tener lenguaje, el ser humano tieneya una vasta experiencia de “estar en relación”y de cómo manifestarse para ser respondido,o al no ser respondido. Así, losguiones de vida son sistemas inconscientesde organización psicológica y autorregulaciónconstruidos primordialmente como recuerdoso memorias implícitas y expresadosa través del malestar fisiológico, escaladao inhibiciones de las respuestas afectivas ya través de relaciones transferenciales repetitivasque tienen lugar en la vida cotidiana,aquellas que responden a expectativasacerca de la relación con otros.Como señalé, antes de que el niño tengalenguaje, ya ha aprendido somáticamenteun patrón de apego o de estar en relación,que está codificado en el cuerpoEste es un concepto fundamentado por diversosautores en la literatura psicológica.Bowlby (1969) habla de “modelos de apego”(“working models of attachment”) comorepresentaciones mentales conscientes einconscientes del yo y del otro; la terapiacognitiva (Beck, 1976) de esquemas; Safran(2003) habla de esquemas interpersonales;el análisis transaccional de marco dereferencia, creencias de guión acerca delself y del otro; Adler (1929) habla del plande vida; y la teoría de Daniel Stern de Rigs(1985) muestra las “representaciones de interaccionesgeneralizadas”. Por otra parte,Fosha (2000) encontró el constructor deesquemas como un factor común en las diferentespsicoterapias integradoras.Estos patrones relacionales inconscientesformados en las etapas tempranas ypre-lingüísticas influyen en las reaccionesexpectativas que definen para cada uno dnosotros el mundo en el que vivimos, quiénessomos y qué podemos esperar de lasrelaciones personales con los demás. Dichode otra forma, la auto-identidad es una productoemocional y conductual de la experienciadel yo en una relación; en otras palabras,el individuo emerge en una díada.Estos patrones de respuesta, codificados físicamente en los tejidos corporales y la bioquímica,en los afectos como estimulaciónsub-cortical y de manera cognitiva, comocreencias, actitudes y valores, conformanuna huella que guía la manera en la que vivimosnuestras vidas. Estos patrones oguiones implican complejas y extensas redesde conexiones neuronales compuestasde creencias, afectos, reacciones bioquímicasy fisiológicas que se activan y disparainterconectadas constituyendo estados dela mente (Siegel, 1999) o estados del yo talcomo los definió Eric Berne (1961)John Bowlby (1969, 1973, 1980) tambiénrefiere extensos patrones de guionede vida con su descripción del imperativobiológico del vínculo afectivo y físico en lacreación de un núcleo visceral a partir delcual emergen todas las experiencias del yoy de los otros. Daniel Stern (1985) señalaque el niño desarrolla representacionesgeneralizadas de cómo estar con otra personamuy pronto en la vida. La experienciasomática, sensorial, motora y emocionalayuda a esculpir las redes neuronalesdurante los primeros años hacia un sentidofísico del yo.Estos esquemas se desarrollan antes detener lenguaje. Después del desarrollo dellenguaje, los elementos simbólicos se unencon los elementos afectivos, conductualesy fisiológicos de los esquemas. Uno de loconceptos clave y nucleares del análisistransaccional integrador de Erskine (1979)es el concepto de Sistema de guión (ScriptSystem). Este modelo describe los diferenteselementos de los esquemas relacionales(cognitivos, afectivos, conductuales y fisiológicos). Muestra cómo las representa-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


240 Mario C. Salvadorciones internas se manifiestan como conductas y como experiencia subjetiva y cómose refuerzan los esquemas momento amomento. También explica que algunas experienciasse reprimen debido al mantenimientode los esquemas defensivos y proporcionauna herramienta muy práctica paracomprender el sistema de la persona yrealizar la terapia. Podemos decir que el organismoes un sistema complejo que seestructura en base a estados de la mente(estados del yo), que implican patrones deconducta, pensamiento, emociones y reaccionesfisiológicas interconectadas que sdisparan juntas ante una situación que estimuleel patrón.Los Estados del Yo fijados –estados Niño del Yo– (debido al abuso, la negligenciao la falta de contacto) representan partesreprimidas y defendidas. Cuando los esquemasrelacionales se activan, experimentamosun estado del yo específico qucontiene la experiencia histórica y la vivenciasubjetiva asociada a este esquema. Losesquemas relacionales no pueden observarsedirectamente. Pero los estados delyo son la manifestación observable de losesquemas relacionales. La clave o estímuloque active un esquema relacional puedeser interna (pensamiento, recuerdos, sensaciones,etc.) o externa (una mirada, untono de voz, etc.).Los esquemas relacionales que son elprotocolo del guión de vida sirven para organizarla experiencia y hacer la vida predecible.Un adecuado funcionamiento denuestras estructuras cerebrales sirve a dosfunciones básicas: organizar la experiencia;es decir, darle forma y significado, y asimilar la información y la experiencia actualdentro de lo que ya conocemos. De estaforma, la estructura y la plasticidad paraasimilar lo nuevo, nos permiten afrontar losretos de la vida de manera adaptada a losrequerimientos de la situación actual e integrarcontinuamente nuevos aprendizajes.Pero cuando ha habido experiencias traumáticas,negligencia o estrés severo, estospatrones relacionales se elaboraron comoestructuras rígidas en aras a prevenir el dolor.Así, el niño que no es respondido adecuadamentepor su madre pudo haber cerradoel ciclo de satisfacción de sus necesidadesde una manera artificial reprimiendo su dolor, desensibilizándose a sus necesidades(“mejor no sentiré y no necesitaréde nadie” ) y estableciendo conclusionestempranas sobre sí mismo ( “soy invisible”,“no importo”). Cuando esta situación es repetidamenteasí, se convierte en un patrónrígido que no permitirá incorporar experienciasnuevas y reparadoras porque no sonconocidas (“no merezco que me quiera nadie,no puede ser verdad” ).La auto-organización del yo es diádica,ocurre en la interacción y en la relación entredos personas y refleja la manera fundamental en que la mente se autodefine dentro de interacciones interpersonales y procesosneurofisiológicos. En este sentido, lmadre del bebé funciona como un córtexauxiliar externo para identificar, satisfacerdar forma a la experiencia interna del niño.De esta forma, nos vamos autodefiniendoEn la interacción hay un patrón específicde flujo de energía en el cerebro que creuna red neuronal de activación particular, oestado de la mente. El desarrollo de lamente y del sentido del yo se ven afectadospor los estados de la mente de una figura de apego (attachment) para ayudar aorganizar el funcionamiento de su propioestado interno. El alineamiento y sintoníamomentánea de los estados depende de lasensibilidad parental a las señales del niñoy permite a la mente del niño tanto regularseen el momento que ocurre, como desarrollarcapacidades regulatorias que puedeemplear en el futuro. Tanto la madre comoel niño se ajustan el uno al otro los gestos,conductas y sonidos en una suerte dedanza y canción lírica (Trevarthen, 1993).La disponibilidad, sintonía y organizaciónde la interacciones emocionales de la madreson internalizadas durante este enlacecon el niño de hemisferio derecho a hemisferioderecho (Schore, 1994). Este alineamientode los estados entre dos perso-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


El Guión de vida en el cuerpo: las decisiones somáticas y abordaje terapéutico para su intervención 241nas se llama “Estado de Resonancia Mental”;implica que cada estado de cada personainfluye y es influenciado por el dotro. Los autores del campo de la psicologíallaman a este fenómeno interpersonal“estar en sintonía con el otro”.Cuando la madre establece una comunicacióncooperativa en sintonía con las necesidadesy estímulos internos del niño, éstepuede autodefinirse como “digno de serquerido y cuidado”, “los otros están parami”, “puedo confiar en la vida y pedir”.Cuando la sintonía fracasa y tiene un carácteracumulativo, tal como puede ocurriral niño con una madre deprimida, el niñono encuentra a alguien fuera que entienday responda a su mundo. Al no encontrarsatisfacción fuera y, más aún, frustraciónse retira adentro del sí mismo tratando deencontrar un cierre artificial a sus necesidades: “no importo”, “me bastaré sólo”, “retendrémi cuerpo anestesiándolo para nosentir y no necesitar”. En las etapas tempranas,esto ocurre no verbalmente, simplementeel organismo deja de luchar y dedemandar ante la falta de una respuestacooperativa.Estos engramas somato-sensoriales sonla base del yo, el sentido más profundo delyo está en la consciencia somática. Hablamosde lo que Bollas (1987) llama “lo sabidosin pensamiento” (‘unthought known’),aquellas experiencias que nunca fueronrespondidas en sintonía, lo que nunca ocurrió,para formar parte de nuestro mundoíntimo, y nunca pudieron ponerse en palabras.Son experiencias que el paciente nopuede relatar porque ni siquiera conoceque hayan existido. Cuando el cuidador primarioestá crónicamente estresado, ansiosoo enfadado puede que nunca hayan tenidolugar las interacciones relacionalesmás importantes de la infancia temprana.Algunos ejemplos de estas interaccionescríticas son el contacto ocular con la madre,el empleo del contacto físico para calmar,o el verse reflejado en la cara del padre cuando el niño se siente contento o estresado.Estos fallos continuados en la sintoníay la respuesta a las necesidades evolutivasdel niño se denominan negligenciapsicológica. El resultado de esta negligenciase llama por algunos autores en la literatura“trauma acumulativo” (Lourie, 1996;Khan, 1963) y por otros “síndrome de estréspostraumático complejo” (Van derKolk, 1996). Khan (1963) afirma que “eltrauma acumulativo es el resultado de lasrupturas en el papel de la madre como unescudo protector a lo largo del curso deldesarrollo del niño, desde la infancia a laadolescencia”. Estos fallos no son en generaluna elección voluntaria de los padres.Suelen ser causados por la ignorancia, elcansancio o la preocupación por otrosasuntos en los padres. El niño experimentaentonces de una forma somática y sentida“mama no tiene tiempo para mí”, “nosoy bastante importante”, “hay algo maloen mí por lo que mamá me rechaza, quesoy una carga por necesitar”.El estado arcaico del yo resulta pues deun estancamiento del crecimiento ligado ala no-satisfacción de necesidades vitalesde contacto. Las defensas del niño contrael malestar provocado por esta situaciónhan sido fijadas e incorporadas al yo y esta experiencia no podrá ser plenamente integradaal estado del yo Adulto hasta queestos mecanismos de defensa se disuelvan.Para contravenir esto, hemos de proporcionara la persona una relación terapéuticaen sintonía con los procesos internosdel paciente, de manera que proporcioneuna experiencia nueva de contactointerpersonal que ayude al paciente a conocere integrar las partes del self que hatenido que apartar de la conciencia para nosufrir.Cuando definimos el guión como un plade vida inconsciente basado en reaccionesfisiológicas de supervivencia, conclusioneexperimentadas de manera implícita y decisionesexplícitas formadas bajo estrés, tenemosen cuenta patrones de guión queestán formados de memorias explícitas incorporadase incrustadas en decisionespre-conscientes de etapas previas del de-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


242 Mario C. Salvadorsarrollo. Asimismo, incluimos el resultadode la organización de memorias implícitasy las maneras inconscientes de relacionarnoscon otros (esquemas relacionales),procesos somáticos inconscientes, aspectosinconscientes del trauma agudo y la disociación,los efectos inconscientes de lasfaltas de sintonía acumulativa y la negligencia,la introyección inconsciente y la organizacióninconsciente pre-lingüística delos estilos de apego, las necesidades relacionalesy la autorregulación. Cada uno deestos aspectos del guión requieren una formaespecífica de psicoterapia que haga posible que las experiencias inconscientes sehagan conscientes y el facilitar la emergenciade patrones nuevos de pensamiento,sentimientos, procesos somáticos, conductasy formas de contacto interpersonal.Cada forma de psicoterapia enseña supropia perspectiva acerca de cómo debeentenderse el self. La psicoterapia, al igualque la crianza con los padres, se centra entorno al yo del psicoterapeuta (Spence,1982). En este sentido, los clientes del mismoterapeuta forman una especie de clan,ya que comparten un mundo interno conformadopor las metáforas del terapeuta.La terapia no es simplemente reescribir lahistoria del cliente; es enseñar un método,un proceso de integración, una evaluacióny re-calibración de la percepción, y un conjuntode principios para la organización futurade la experiencia. En este sentido, laterapia es tanto una forma de reparentalizacióncomo el aprendizaje de una estrategiapara reeditar el yo.INTEGRACIÓN DEL YOY PSICOTERAPIALo que la mayoría de la gente considera“memoria consciente” está habitualmentecompuesta por la memoria explícita –el tipode recuerdos que son accesibles como imágenes,emociones o voces de lo que ocurrióen el pasado–. Como he señalado, la experienciaque es inconsciente frecuentementeno tiene recuerdos explícitos de un acontecimientopero se vive como tensiones psicológicas,afectos indiferenciados, anhelos oaversiones, y como patrones de relaciónpre-lingüísticos y de autorregulación.El Análisis Transaccional clásico se centróen explicar el guión como una combinaciónde mandatos, contramandatos,adaptaciones y protocolos tempranos deldesarrollo. Generalmente, la dinámica detratamiento de estos patrones de guiónconsistía en la explicación, ilustración, confrontacióne interpretación. Los Goulding(1979) formularon una manera de tratar lasmemorias explícitas en la que una escenareal de la infancia se recuerda de maneraconsciente, se identifica el mandato parental y la decisión original del niño y se invitaa una redecisión. Los Allen (1977) asimismosugieren los permisos para vivir diferente,que ha de proveer el terapeuta paraequilibrar o alterar los efectos del guión,ya que los permisos proporcionan nuevosrecuerdos explícitos de otra persona queestá implicada en el bienestar del cliente.La psicoterapia del guión implica comprendery validar la individualidad única dela persona (comprender los motivos y lasfunciones de su comportamiento) así comosus ajustes creativos al entorno (defensas),las maneras adaptativas de afrontar la viday el resultado de los fallos en el contactointerno e interpersonal.Los guiones más persistentes y difícilesde modificar no están formados por recuerdosexplícitos sino por un compuestode conclusiones y experiencias implícitas yreacciones somáticas de supervivencia.Estas memorias implícitas no son accesiblesa través de la narración verbal de laexperiencia vital del paciente, se manifiestan a través de las reacciones corporales,pequeños gestos y micro-movimientos, patronesrelacionales no explicables, y latransferencia en la relación terapéutica y enlas relaciones cotidianas.Asimismo, cuando hay estrés y negligenciaen la infancia temprana, y es prolongadoo extremo, el funcionamiento cerebral yRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


El Guión de vida en el cuerpo: las decisiones somáticas y abordaje terapéutico para su intervención 243la conducta se organizan en torno al miedo,la rigidez y la evitación de la estimulación yla exploración (Cozolino, 2002). Cuanto mástemprano tiene lugar la falta de sintonía, lanegligencia y el trauma físico y emocional,más probable es registrar el guión en elcuerpo y no ser directamente accesible a laconsciencia y la narración. Estos guionesson fisiológicos –están en el cuerpo– comresultado de reacciones de supervivenciadentro del eje hipotalámico-adrenal-pituitariodel cerebro y de la tensión muscular.Tratar el guión pre-lingüístico requieredel terapeuta observar y centrarse en losprocesos somáticos del cliente, e inclusoen los micro-movimientos o silencios comoexpresión de las reacciones fisiológicas dsupervivencia. Estos guiones grabados enel cuerpo requieren una psicoterapia en laque la relación terapéutica ocupa un papelcentral y que ha de manifestar el respeto,la fiabilidad, y el poder depender de unpersona real preocupada, implicada y hábil(Erskine, 1993, 1997). A través de la presenciaterapéutica, el terapeuta observa yreconoce las diferentes manifestaciones dela experiencia que está presentando elcliente y su “narración física”. Así el terapeutaconduce la atención del paciente aaspectos inconscientes, tratando de realzarla consciencia, de promover el movimientofrenado en el cuerpo, de estimular las sensacionesfísicas para que traigan las memoriasasociadas de la experiencia. Comoejemplo, Elena estaba tratando la vergüenzade ser observada por mí y como necesitabaapartar la mirada para que yo no vieraalgo malo en ella; simultáneamente unay otra vez cogía su falda y trataba de taparsus rodillas. Al ver este movimiento comoalgo repetitivo pensé que estaba narrandoalgo argumental y la invité a realizar el movimientode manera consciente. Al realizarlo,comienza a sentirse más turbada y agitaday empieza a recordar y contar cómocon 4 años, un amigo fraile de la familia veníaa casa, la sentaba en sus rodillas y luegole tocaba por debajo de las bragas; ellano podía contarlo a su madre porque ésta,sabiendo que al fraile le gustaba, le decíaque fuese para sus rodillas; tampoco podíacontarlo a su padre porque también le tocaba.A la edad de 6 años, cuando ella bailaba,escucha a su padre decir “esta niñaapunta maneras”; lo que ella interpreta comoque es una niña sucia y sexual. Posteriormente,cuando la madre y el padre seseparan escucha repetidamente a su madre“no necesitamos un hombre, podemosbastarnos solas”. De esta manera Elenafue ocultando su sentimiento de ser inferiorcomo mujer y de que ser sexual era algosucio y algo que ocultar; no disfrutó en susrelaciones sexuales y fracasó en su matrimonio.La manera de acceder a este aspectode su guión fue a través de su manifestaciónfísica, ya que era algo que ellahabía “borrado” de su consciencia para nosufrir; sólo sabía que cuando la abrazabaun hombre hoy ella se sentía incómoda.El neurofisiólogo Schore (1996) investigel papel del cuidador primario en la maduracióncerebral y el aprendizaje de la regulaciónemocional. Él afirma que muy pronto, después del nacimiento, el niño y su cuidadordesarrollan un patrón de interacciónque es central para el proceso de regulación.Aprenden a estimularse el uno al otroa través del contacto cara a cara, lo quecapacita al niño para aclimatarse gradualmentea niveles de estimulación y activaciónmás elevados. Schore (1994) define lautorregulación diferenciando entre formasinteractivas y no interactivas; describiendola autorregulación tanto como “regulacióninteractiva en un contexto interconectadovía interpersonal” como “autorregulación enun contexto autónomo a través de una psicologíaintrapersonal”. Tal como observaSchore (1994), la regulación interactiva delterapeuta sobre los estados del paciente lecapacita para empezar a etiquetar verbalmentela experiencia afectiva (y sensomotora).La regulación interactiva proporcionalas condiciones para que el paciente puedacontactar de manera segura, describir yregular su experiencia interna. Cuando seha desarrollado por completo la autorregu-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


244 Mario C. Salvadorlación, el paciente puede observar, articulare integrar las reacciones sensomotoraspor si mismo así como emplear las relacionespara autorregularse. Afirma Schoreque el terapeuta, al igual que la madre enedades tempranas, funciona como un “córtexauxiliar externo” que identifica y regulel funcionamiento del niño. El niño es unacriatura sub-cortical que registra su experienciade una manera somatosensorial; suprocesamiento cerebral es de abajo-arriba(bottom-up processing) ya que aún no estánmaduras sus estructuras neocorticales.En una psicoterapia profunda que persiguela modificación profunda del guión, eterapeuta proporciona la relación terapéuticaen contacto con el cliente para que éstepueda recuperar y reconectarse con sumundo interno de sensaciones, fantasías,pensamientos, experiencias sensomotoras,emociones y pueda recobrar un sentido delyo unitario e integrado (Erskine, 1993,1997, 1999). Ogden y Minton (2000) en suenfoque de psicoterapia sensomotora ayudanal paciente a centrar su atención consciente(mindfullness) sobre la vivencia somáticaimplicando el procesamiento y la direcciónneurológica superior-inferior (topdownprocessing) para apoyar, más quepara manejar, el procesamiento de la experiencia;de esta manera, el paciente puedeempezar a integrar su recuerdos somáticosde manera neo-cortical. Así, el terapeutaha de observar los patrones fisiólogos y conductuales que manifiesta el paciente para acceder a la narración somáticadel guión. Como señalé en una artículoanterior (Salvador, 2006), pedimos al pacienteque observe atentamente (mindfullness)o que intensifique la experiencia somática y que siga la secuencia de las sensacionesfísicas e impulsos (procesamientosensomotor) a medida que se producenen el cuerpo. A veces, cuando hay traumasevero y disociación, es necesario que elpaciente aparte temporalmente las emocionesy pensamientos que vienen, hasta quelas sensaciones e impulsos se resuelvan ypuedan estabilizarse en el cuerpo. El pacienteaprende a observar y seguir lasreacciones sensomotoras no asimiladasque fueron activadas en el momento deltrauma.El procesamiento inferior-superior (bottom-up),que invita a simplemente activar yexpresar los afectos, dejado a su voluntadno resuelve el trauma, pero si el terapeutaguía al paciente para que emplee la funcióncognitiva del rastreo y articulación de la experienciasensomotora, mientras, cuandoes necesario, inhibe voluntariamente laconsciencia de las emociones, el contenidoy el pensamiento interpretativo, el pacientepuede asimilar la experiencia sensomotora.Posteriormente, es crucial que se impliquela dirección cognitiva para ayudar al pacientea aprender a autorregularse. Paraimplicar este procesamiento cognitivo delpaciente, es imperativo que exista una relaciónterapéutica específica. Como he señalado, de manera similar a la interacciónde la madre con el niño, el terapeuta ha deactuar como un “córtex auxiliar” (Diamondy otros, 1963) para el paciente a través dela observación y articulación de su experienciasensomotora hasta que él sea capazde apreciar, describir y rastrear estasexperiencias por sí mismo. Tal comunicaciónrelacional es un proceso de “regulaciónpsico-biológica interactiva”, que asemejala sintonía e interacción de la madrecon los estados fisiológicos y emocionaledel niño (Schore, 1994). En términos deAnálisis Transaccional, el paciente observacon su Adulto la fenomenología de la experienciapsico-fisiológica fijada en el estdo del yo Niño; la observación es posiblecuando el terapeuta mantiene una relaciónde contacto pleno y presente, transmitiendoprotección y comprensión al pacientepara que este pueda estar en contacto consu experiencia interna y reintegrar los aspectosdel yo que fueron apartados de laconsciencia.En una terapia centrada en una relaciónde contacto (Erskine, 1999) que trabaje conel sistema sensomotor, la relación terapeuta-pacientesirve para regular y modular laRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


El Guión de vida en el cuerpo: las decisiones somáticas y abordaje terapéutico para su intervención 245activación. El terapeuta actúa como alguienque ofrece una relación nueva en la historiadel paciente; alguien presente, respetuosoe implicado que protege y sirve decontenedor ayudando a calmarse y a regularla intensidad de sus respuestas afectivas.A través de este proceso se ayuda alpaciente a cambiar desde estados de parálisise hiperactivación a una participacióncompleta en la interacción social.Tanto en el tratamiento del trauma porestrés agudo, como el tratamiento de lasconclusiones de guión tomadas a lo largode la vida del cliente debido a un traumaacumulativo, la terapia de redecisión y la“desconexión de los elásticos” no será suficientepara disolver el sistema de guiónHemos de proporcionar una terapia relacionalcontinuada y una experiencia terapéuticade contacto continuo en la que elpaciente pueda incorporar una figura decuidados nueva que provea las bases paraun sistema de autorregulación actualizadoy flexible.En un análisis transaccional integradorpretendemos la cura del guión en todos susáreas de funcionamiento: cognitivo, afectivo,conductual y fisiológico. Es sólo a través de un cambio profundo en el mundo Intra-psíquicoque el cambio será permanentey estable.REFERENCIASAllen, J.R. & Allen, B.A. (1997). A new type oftransactional analysis and one version ofscript work with ionist sensibility. TransactionalAnalysis Journal, <strong>XXVI</strong>I, 2, 89-98.Bollas, C. (1987). The shadow of the object: Psicoanalysisof the unthought known. NewYork: Columbia University Press.Cozolino (2002). The neuroscience of psychotherapy,building and rebuilding the humanbrain. Nueva York: W.W. Norton & Company.Erskine, R. G. (1993). Inquiry, Atonement andInvolvement in the Psychotherapy of Dissociation.Transactional Analysis Journal.Erskine, R. G. & Trautmann, R. L. (1993,1997b). The process of integrative psychotherapy.In R. G. Erskine, Theories and methodsof an integrative transactional analysis:A volume of selected articles, pp. 79-95. SanFrancisco: TA Press.Erskine, R. G., & Trautmann, R. L. (1996,1997a). Methods of an integrative psychotherapy.En R.G. Erskine, Theories and methodsof an integrative transactional analysis: A volumeof selected articles, pp. 20-36. SanFrancisco: TA Press.Erskine, R. G., Moursund, J. P. & Trautmann,R.L (1999). Beyond Empathy. A Therapy ofContact-in-Relationship. Nueva York: Brunner/Mazel.Goulding, M.M. & Goulding, R.L. (1979). ChangingLives Through Redecision Therapy. GovePress.Khan, M.N. (1963). The concept of cumulativetrauma. The Psychoanalitic Study of theChild, 18, 286-306.Lourie (1996). Cumulative trauma: the nonproblemsolving. Transactional Analysis Journal,26, 276-283.Ogden, P. & Minton, K. (2000). SensorimotorPsychotherapy: One Method for ProcessingTraumatic Memory. Traumatology.Salvador, M. (2006). Implicaciones neurobiológicasdel trauma e implicaciones para la psicoterapia.Revista de Análisis Transaccional yPsicología Humanista, 55, 44-57.Schore, A. N. (1994). Affect regulation and theoriging of the self: the neurobiology of emotionaldevelopment. Hillsdale, NJ: Erlbaum.Schore, A. N. (1996). The experience-dependentmaturation of a regulatory system in theorbito prefrontal cortex and the origing of developementalpsychopathology. Developmentand Psychopathology, 8, 59-87.Siegel, D. (1999). The developing mind: towarda neurobiology of interpersonal experience.New York: Guilford.Trevarthen, C. (1993). The self born in intersubjectivity:The psychology of an infant communicating.In U. Neisser (Ed.) The perceivedself: Ecological and interpersonal sources ofself knowledge, pp. 121-173. Cambridge:Cambridge University Press.Van der Kolk, B.A. (1996). The body keeps thescore. Approaches to the psychobiology ofposttraumatic stress disorder. En B. Van derKolk, A.C. McFarlane, & L. Weisaeth (Eds).Traumatic stress: The effects of overwhelmingexperience on mind, body, and society(pp. 214-241). Nueva York: Guilford.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


246 Mario C. SalvadorBIBLIOGRAFÍAHerman, J.L. (1994). Trauma and Recovery.Nueva York: Harper & Collins Publishers.Ogden, P., Minton, K. & Pain, C. (2006). SensorimotorPsychotherapy: One Method forProcessing Traumatic Memory. Nueva York:W.W. Norton & Company, Inc.Parnell, L. (1999). EMDR in the treatment of AdultsAbused as Children. Norton: Professional Book.Rothschild, B. (2000). The Body Remembers.The psychophysiology of Trauma and TraumaTreatment. Norton: Professional Book.Shapiro, F. (1995). Eye Movement, Desensitizationand Reprocessing Basic Principle, Protocolsand Procedures. Nueva York: Guildford Press.Van der Hart, O. Ph.D., Kathy Steele, R.N.,M.N., C.S.Suzette Boon, Ph.D. and Paul Brown, M.D.(1993). The Treatment of Traumatic Memories:Synthesis, Realization, and Integration.Dissociation, 6(2/3), 162-180. Posted atwww.trauma-pages.com with permission ofthe first author (OvdH) and Editor (R. Kluft).Van der Kolk, B.A, & Ducey, C.P. (1989). Thepsychological processing of traumatic experience:Rorschach patterns. J Traum Stress,2, 259-274.Van der Kolk, B.A. & Van der Hart, O. (1991).The intrusive past: The flexibility of memorand the engraving of trauma. American Imago,48, 425-454.Recibido: 28 de Agosto, 2008Evaluado: 30 de Octubre, 2008Aceptado: 15 de Noviembre, 2008Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Análisis funcional de la personalidad y transacciones en la terapia transaccional 247ANÁLISIS FUNCIONAL DE LA PERSONALIDAD Y TRANSACCIONESEN LA TERAPIA TRANSACCIONALRAFAEL SÁEZ ALONSO 1RESUMENEl Análisis Transaccional es una teoría de la personalidad y una psicoterapia sistemáticapara el crecimiento y el cambio personal. En Psicoterapia trabajaba EricBerne cuando tuvo la intuición de los Estados del Yo. En Psicoterapia trabajaba,igualmente, Berne cuando intuyó las transacciones como base de las relaciones humanas.El análisis funcional de la personalidad en la terapia transaccional sirve para aclararlas interacciones entre las personas. El modelo funcional divide los Estados del Yopara mostrar cómo usarlos y descubrir así las posibles patologías funcionales y lasanomalías de la estructura psíquica.Igualmente, el análisis de los aspectos sociales, las transacciones, explica toda lavida social del individuo y será de interés terapéutico analizar tal estímulo y tal respuestadesde unos precisos Estados del Yo. De esta forma, se analiza terapéuticamentela comunicación interpersonalPalabras clave: Análisis Transaccional, Terapia Transaccional, Psicoterapia, AnálisisFuncional, Transacciones.PERSONALITY AND TRANSACTIONS FUNCTIONAL ANALYSISIN TRANSACTIONAL THERAPYABSTRACTTransactional Analysis is a theory of the personality and a systematic psychotherapyfor the personal development. Eric Berne was working on Psychotherapy when he discoveredthe Ego States and the transactions as a base of human relations.Functional analysis of the personality in the transactional therapy is a tool to clarifythe interactions between people. Functional model divides the Ego States in order toshow how to use them and discover the possible functional pathologies and anomaliesof the psychiatric structure.In addition, the analysis of the social aspects and transactions, explains the person’ssocial life. It will be interesting from the therapeutic point of view to analyze the stimulusand the answer from precise Ego States. This way it is possible to analyze the interpersonalcommunication from the therapeutic point of view.Key words: Transactional Analysis, Transactional Therapy, Psychotherapy, FunctionalAnalysis, Transactions.1Profesor Titular de Universidad. Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid. Tel. 91 394 6201. Cor. Electr. rasaez@edu.ucm.esRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


248 Rafael Sáez AlonsoANALYSE FONTIONNELLE DE LA PERSONNALITÉET DES TRANSACTIONS EN THÉRAPIE TRANSATIONNELLERÉSUMÉL´ Analyse transactionnelle est une théorie de la personnalité et une psychothérapiepour le développement personnel. Eric Berne travaille dans la psychothérapie quand ildécouvre les États d’ego et les transactions comme une base des relations humaines.L’analyse fonctionnelle de la personnalité dans la thérapie transactionnelle est utilepour clarifier les interactions entre personnes. Le modèle fonctionnel divise les étatd’ego pour montrer comme les utiliser et découvrir ainsi les possibles pathologiesfonctionnelles et les anomalies de la structure psychique.En outre, l’analyse des aspects sociaux et des transactions explique toute la vie socialede la personne. L’analyse du stimulus et de la réponse depuis des précis étatsd’ego est d’intérêt thérapeutique. Comme ça on analyse thérapeutiquement la communicationinterpersonnelle.Mots clé: Analyse Transactionnelle, Thérapie Transactionnelle, Psychothérapie,Analyse Fonctionnelle, Transactions.INTRODUCCIÓNEl Análisis Transaccional es una teoríade la personalidad y una psicoterapia sistemáticapara el crecimiento y el cambio personal.El Análisis Transaccional es una teoríay una psicoterapia. En Psicoterapia trabajabaEric Berne cuando tuvo la intuicióny el conocimiento de los Estados del Yo.En Psicoterapia trabajaba igualmente Bernecuando intuyó las transacciones comobase de las relaciones sociales.En un trabajo anterior se ha descrito laestructura de los Estados del Yo. Se hapretendido responder a la cuestión: ¿quéson los Estados del Yo? El modelo estructuralclasifica los recuerdos y estrategias almacenadas en la persona. El modelo estructurales el adecuado para considerarqué es lo que ocurre en el interior del individuo.Las cuestiones intrapsíquicas debenestudiarse a través del modelo estructural.El modelo estructural muestra qué hay encada Estado del Yo (Sáez Alonso, 2008).Ahora, se quiere responder a la preguntacómo funcionan los Estados del Yo. El modelofuncional clasifica las conductas observadas. El modelo funcional sirve paraaclarar las interacciones entre las personas.Los aspectos interpersonales del trabajoterapéutico transaccional requieren elestudio y dominio del modelo funcional. Elmodelo funcional divide los Estados del Yopara mostrar cómo usarlos. La figura 1 nopresenta, de forma intuitiva, estos pasos.Figura 1: Análisis Estructuraly Funcional de la Personalidad.Análisis Funcional del Estado PadreEl Estado Padre del Yo posee las funcionesde poner firmeza, orden, límites. Puedmanifestarse como Padre Crítico o PadreRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Análisis funcional de la personalidad y transacciones en la terapia transaccional 249Controlador: señala “lo que hay que hacer”;vigila y exige que sus derechos sean respetadospor los demás. Él nos ofrece lo que sedebe hacer, sin excesiva presión, pero con lafirmeza necesaria para protegernos y proteger a los otros, a través de las normas y de laconvivencia social. Como tal forma de vivir,da seguridad y se le llama Padre Protector.Un ejemplo: “Chico, no te subas a la tapia,que te vas a caer”. El Padre Crítico positivoenfoca las directrices parentales hacia los demáspara proteger y fomentar el bienestar.El Padre a veces se manifiesta comoPadre Crítico negativo. Es tajante, burlón,irritable. Descuenta a las personas.Frente a otros, tiende a desvalorizar o insultar.Hace de las normas un absolutomás importante que el hombre. Más queproteger, apabulla y se le llama PadrePerseguidor. El siguiente ejemplo lo describe:“No sirves para nada; eres un inútil”.Sin embargo, su fuerza educadora esfundamental. Ver cuadro 1 de Massó(1995), donde se ofrecen pautas de higienepsicológica que pueden ayudar ala educación del ciudadano para unaconvivencia útil para sí mismo y para losdemás.Cuadro 1: Decálogo del Padre Crítico Protector.Cuando el proceso de crecimiento personal y parentalización ha sido integrador y fértil, elPadre Crítico positivo o protector se ajusta a las reglas siguientes:1. Centrar la crítica sobre el comportamiento: no tenemos nada que decir sobre la manerade ser, pensamientos y emociones; sólo podremos opinar sobre el comportamiento.2. Limitar la crítica a la descripción exacta de los hechos y sus consecuencias.3. Sugerir y alentar la modificación de conducta deseable en virtud del principio, normapauta que se hace valer para fundamentar la crítica. Orientar es una función positivadel Padre Crítico. No hay nada que decir sobre conductas que la persona no puedamodificar4. Atenerse a los aspectos relevantes; las pequeñeces, anécdotas y cuestiones secundarias,nos las podemos ahorrar.5. Empezar destacando lo que la persona ha hecho bien, o las cualidades y habilidadesque tiene, para garantizar que puede mejorar. Es muy protector que quien critica, demuestreque tiene confianza en el criticado y en sus posibilidades de cambio6. Respetar los límites: por encima de todo hay que ser respetuoso con nuestro papel, lasexpectativas establecidas y los objetivos que se persiguen en la situación.7. Restringir la crítica a los hechos inmediatos, evitando la arqueología que nos lleva asacar del yacimiento de la memoria errores y fallos antiguos, que ya no son corregibles.Este proceso arqueológico sólo busca que el otro se sienta incómodo, avergonzado,culpable o ridículo.8. Imputar los hechos a su autor, dejando de costado a sus parientes, vecinos, correligionarios,paisanos, etc.9. Hacer evaluaciones positivas de todos aquellos comportamientos que sean oportunosy redunden en pro de la convivencia.10. Crear pautas, reglas o normas que alejen la ambigüedad y la arbitrariedad y, en cambio,sirvan para vertebrar la actividad, armonizar esfuerzos y favorecer la sinergia.El Padre Nutritivo ofrece apoyo al crecimientoajeno, protección, permiso para disfrutary crecer. Ama y cuida, gratifica a lodemás y se sacrifica por ellos. Un ejemplde esta función es “Puedo ayudarte en esatarea; si quieres, dímelo”. Se llama PadreRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


250 Rafael Sáez AlonsoNutritivo Permisivo o Positivo, pues proporcionacuidado desde una posición de consideracióngenuina hacia la persona ayudada.Ver decálogo del Padre Nutritivo positivoen el cuadro 2 de Massó (1995), dondeofrece pautas para cubrir las necesidadesfísicas, afectivas y de desarrollo personalde forma permanente.Cuadro 2: Diálogo del Padre Nutritivo.CUANDO OBSERVOQUE EL OTRO/A:DIGO HAGO SIENTO1Necesita mi apoyo.Siente temor de fallar.Confío en tiToco el hombro.Miro a los ojos.Abrazo.COMPRENSIÓN2Está confuso. No se atreve a pedir.llama mal la atención.¿Qué necesitas?Toco el hombro.Miro a los ojos.SIMPATÍA3Teme consecuenciasnegativas por hacer lo que deseay le gusta.Puedes disfrutary divertirte sinpenitencias ni culpa.Miro a los ojos.Toco el hombro.Abrazo.Uso voz firmeAFECTO4Le gustaría saber que me sientobien con él/ella...Estoy contento/ade ser tu: Amigo,Pareja, etc.Miro a los ojos.Expreso alegría.ALEGRÍA5Está sintiendo la emoción.Está sufriendo. No se sientecomprendido.Comprendolo que sientes.Miro seriamente.Toco.Abrazo.EMPATÍA6Necesita elogiospor lo que logró.Estuviste muy bien.Te felicito.Expreso alegríacon todo el cuerpo.Le doy la mano.Lo palmeo.ALEGRÍAORGULLOPODERSATISFACCIÓN7Se siente muy mal por no serperfecto. Teme el rechazo.Cometiste un error.Es humano.Cualquiera puedehacerlo.Lo miro seria yafectuosamente.Abro las manos.ACEPTACIÓNY TRISTEZA8Necesita saber que no está solo.Que tiene protección.Puedes contarconmigo,en las buenasy en las malas.Le doy la mano.Miro seriamente.SOLIDARIDAD9Necesita un permiso para actuary sentirse luego seguro y libre.Tú puedes. Está bienlo que hagas. Tienesderecho.Tono de voz firmeManos en los hombros.Lo abrazo.SEGURIDADY FORTALEZA10Me agrada. Me atrae. Me gusta.Vale. Es buena persona.Te quiero.Te aprecio.Lo estimo.Miro a los ojos.Lo acaricio.Lo abrazo.AMOR.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Análisis funcional de la personalidad y transacciones en la terapia transaccional 251Ahora bien, si la protección es exagerada,puede bloquear el desarrollo psicológicoy favorecer comportamientos deineptitud. Esta protección asfixiante es unmodo más de dominar y manejar que deeducar. Es el Padre Nutricio negativo,también llamado Salvador. Un ejemplopuede ser un maestro que dice a unalumno: “Trae que te ayude que a ti te saldrámal”.Análisis Funcional del Estado AdultoSe puede ir observando que el AnálisisFuncional nos describe conductas que sepueden ver y oír. Si queremos decir quéparte del Estado del Yo funcional estamosempleando, lo deducimos a partir de nuestrocomportamiento. Por este motivo, estassubdivisiones funcionales pueden llamarsede manera alternativa descripciones conductuales(Stewart y Joines, 2007, p.48).Normalmente el Adulto no se subdivide funcionalmente.Como he afirmado con anterioridad, es el razonamiento, la lógica, lafunción fundamental del Adulto para daruna respuesta a la situación de aquí y ahora,utilizando todas las fuentes de la personaadulta.Los transaccionalistas concuerdan generalmenteen que el Estado Adulto no puedefuncionar en sistema negativo.Análisis Funcional del Estado NiñoEl Niño Natural o Libre alberga las funcionesbiológicas. Sus emociones son auténticas;ríe cuando está alegre, rabia antela frustración y siente miedo ante el peligro.Manifiesta directamente lo que piensa y siente. Es el Niño vital. Decir que estoyen el Niño Libre significa que entro ecomportamientos infantiles que prestanatención a las normas o los límites parentales.A veces pueden ser productivos, positivosy mejoran mi vida como adulto.Otras veces, pueden ser negativos siarrastramos en nuestra vida adulta lossentimientos inexpresados allí y entonces,o cuando satisfago mis impulsos de Niñono censurado, por ejemplo, si eructo envoz alta en una cena formal o conduzco avelocidad máxima poniendo en peligro mivida y la de los demás.Si, funcionalmente, predomina en él lonatural «salvaje», aparecerá el Niño Egoísta.Es Natural, pero egoísta.Este Niño Natural empieza pronto aser socializado y condicionado. Así se vahaciendo persona. Desde que nace, el niñoes protegido, se le condiciona a comera determinadas horas; lo mismo se puededecir de la limpieza, del sueño, delaprendizaje verbal y las costumbres sociales.Aprende la moral, las normas sociales.Si esta socialización ha sido brutal,el niño puede reaccionar de modo sumiso:con conductas automáticas y estereotipadas,eliminando sus deseos yemociones. Es el Niño Adaptado Sumiso.Sus conductas estarán en función de “loque se hace o dice”, “de lo que le gustaa la gente”.Si el Niño Adaptado Sumiso no ha conseguidoel reconocimiento y las caricias suficientespor “ser buena persona”, puedepor una formación reactiva, catectizarse enel Niño Adaptado Rebelde. Ésta es la funciónopositora que el Yo ejerce para adaptarse,pero de forma contraproducente. Semanifiesta con conductas típicas desafiates, provocadoras.En resumen, el resultado de la socializacióndel niño en los primeros años de vidaen interacción con el ambiente puedeser que el Niño Natural asimile de modoadecuado los estímulos y los límites de suentorno. En segundo lugar, puede resultarque la presión parental sea tan fuerte quedecida someterse y estar en el Niño AdaptadoSumiso (NAS) o decida enfrentarse aellos y estar en el Niño Adaptado Rebelde(NAR). Podemos hablar de un Niño Adaptadopositivo para describir las formas productivasde comportarse desde nuestroEstado del Yo de Niño Adaptado. Y de unRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


252 Rafael Sáez AlonsoNiño Adaptado negativo cuando revivimospatrones de la infancia que ya no sonapropiados para nuestra situación de adultos,donde podemos preguntar simplementelo que queremos de forma directa.Precisamente, un objetivo de la terapiatransaccional es aprender a reemplazarlos viejos patrones arcaicos por unos nuevosque harán un uso completo de nuestrasopciones de adultos.Como un apunte educativo me pareceoportuno recordar que es positiva la adaptacióncuando el contenido de la misma estambién positivo: es flexible, no ahoga la vitalidad ni entorpece la autonomía. El Niñoasimila los datos y tiene libertad para modificarlosde forma creativaEn el cuadro 3 se describen los seis Estadosdel Yo funcionales con cuatro manifestacionesconductuales.Cuadro 3: Estados del Yo y Manifestaciones conductuales.ESTADODEL YOEXPRESIONESVERBALESTONODE LA VOZEXPRESIONESFACIALESGESTOSY POSTURASPADRECRÍTICODe una vez portodas; yo en sucaso, nuncaolvidaré; ¿qué diránlos demás?Frases hechas.Seco.Tajante.Despectivo.Inquisidor.Ceño fruncido;labios prietos;mandíbula tensa.Índice amenazador,mover la cabezadesaprobando,tronco erecto yarrogante.PADRENUTRICIO¡Ánimo!No te asustes,eres capaz;te quiero.Acariciador.Cálido.Condescendiente.Afectuoso.Sonreír; comisurade los labios haciaarriba; miradafranca.Poner la manoprotectoramente,abrazos de aliento.ADULTOCómo se hizo;Pineos que...;Lo realizaré.Exacto.Déme razones.No alterado.No altanero.Calmado.Informado.Pensativa, serena,atenta, alerta.Gestos mesurados,pero no insípidos.Uniforme ypausado.NIÑONATURALMe gusta; no megusta; ¡Ay! ¡Puaf!¡Qué miedo!Te quiero.Inocente.ConfiadoExpresividadespontánea.Lágrimas,expresión de temornatural: risas,labios temblorosos.Posturassin inhibiciones.Todo lo que indiquevitalidad.NIÑOADAPTADOSUMISOSi pudiera...(potencial y subjuntivo)...Frases tópicas. Sí,lo que Vd. quiera.Quejumbroso.Temeroso.Opaco.Expresiónhuidiza, temerosa,contraída.Parsimonioso;dubitativo; faltade fuerza.NIÑOADAPTADOREBELDEImpertinentes.Estoy harto.¡Ojalá reventéis!Lo pagaréis.Acusador.DesafianteDuro.Resentido.Rencoroso.Expresiónrabiosa; bravío;desafianteSacando el pecho;puños apretados;gestos coléricos.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Análisis funcional de la personalidad y transacciones en la terapia transaccional 253PATOLOGÍA ESTRUCTURALLa patología estructural se ocupa de lasanomalías de la estructura psíquica, descritaanteriormente. Son dos fundamentalmente:la exclusión de Estados del Yo y lacontaminación del Adulto por el Padre y/oel Niño (Berne, 1981, p. 43).La Exclusión DobleLa Exclusión se manifiesta, según Bern(1981), “por medio de una actitud estereotipaday predecible que se mantiene con firmeza y hasta donde es posible en presenciade una situación amenazadora” (p. 43).Esto confiere una estructura rígida al comportamiento. Al emplearse constantementeun Estado del Yo, los dos restantes aparecenprácticamente inexistentes. Otras vecesson dos los Estados del Yo que se activandejando fuera de juego al tercero.Cuando se produce la Exclusión, un Estadodel Yo monopoliza el Yo total, siendoél el que responde a los estímulos.Podemos representar gráficamente laExclusión en la figura 2. Si se excluyen dode los tres Estados del Yo, el Estado delYo operativo se etiqueta como constante oexcluyente. Se muestra en el diagrama conun círculo más grueso. En esta figura smuestran las tres posibilidades.El Padre excluyente del Adulto y del Niñosignifica vivir con el Padre constantemente y se enfrenta al mundo sólo con unconjunto de normas paternales. Sus conductasson de crítica y de control. Tambiénpueden ser conductas de sobreprotección,salvando a los demás o pontificando sobrlo que se debe hacer.La situación de una persona con elAdulto excluyente del Padre y del Niño escomo estar al ritmo de una máquina calculadora,desprovisto del encanto, espontaneidady alegría del Niño e incapaz deadherirse a la convicción o indignaciónque encuentra en el Padre sano. La personaque está en esa exclusión doble funciona,casi únicamente, como coleccionistade información y procesador de datos,respondiendo sólo de forma fría y racional.El Niño excluyente hace que el Padrey el Adulto queden relegados y desalojadosde la vivienda del Yo. Al excluir alPadre, la persona se queda sin valores yexcluyendo al Adulto corta la fuente deinformación objetiva con lo que llegará aser una persona asocial, manipuladora,centrada en sí misma, poco informada,no ateniéndose a obligación alguna. Alguienen Niño constante siempre secomportará, pensará y sentirá como sitodavía estuviera en la infancia. La estrategiade esta persona al enfrentarse aun problema, será de intensificar lossentimientos. Dejará tanto la comprobaciónde la realidad del Adulto como elconjunto de normas paternas. Lo másprobable es que otros vean a esta personacomo “inmadura” o “histérica” (Stewarty Joines, 2007, p.79).La Exclusión SimpleFigura 2: Exclusión doble.Existe la posibilidad de que dos Estadosqueden más catectizados por la energíapsíquica, eliminando y excluyendo, en algunosmomentos o con intensidad distinta, altercero. El gráfico sería así en la figuraRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


254 Rafael Sáez AlonsoFigura 3: Exclusión simple.La persona con el Padre excluido carecede normas éticas, creando sus propias normaspara cada situación. Los conocimientosdel Adulto están a merced del Niño enlas personas que excluyen al Padre. Estagente, con frecuencia, son “trapicheros”, ojefes de la mafia. Insiste en hacer las cosapor gusto más que por deber. Tiene dificultades para proteger, orientar, valorar.Cuando el Padre y el Adulto son los queconstantemente toman las riendas del Yo ydesalojan al Niño tienden a ser personascon baja capacidad para sentir y expresaremociones. A veces se consideran “fríos” o“todo cerebro”. Pero la presencia del Adultomantiene la capacidad de aplicar las normasy de empatizar.Una exclusión profunda es cuando elAdulto de la persona desaparece y aquellaqueda en el fluctuante albergue dirigido poel Padre y el Niño. Los conflictos entre uPadre limitado para ajustarse a la realidadcon la que no contacta y un Niño desbordadopor la energía son imprevisibles, arbitrariose impredecibles.del Niño en el Estado Adulto. Este los admitecomo si se tratara de una informaciónreal. La invasión al Adulto condiciona notoriamenteel comportamiento del sujeto.La Contaminación podemos representarlacomo se ve en la figura 4, donde un Estado del Yo penetra en las fronteras delotro. En el diagrama de la figura, lo reflejmos dibujando círculos que se solapan y sesombrea lo solapado. Las áreas sombreadasrepresentan la contaminación.La ContaminaciónOtra patología estructural es la Contaminación.Se trata de la intrusión de algunoscontenidos de tipo irracional del Padre y/oFigura 4: La contaminaciónde los Estados del Yo.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Análisis funcional de la personalidad y transacciones en la terapia transaccional 255La figura 4a muestra el contenido del YPadre que penetra en el del Adulto, una contaminacióndel Padre. Por su parte, en 4b, lafigura muestra la contaminación del Niño y lfigura 4c, la doble contaminación, ambos, ePadre y el Niño solapando al Adulto.La Contaminación es una forma patológicade actuar frente a un estímulo, situacióno problemas que provienen del exteriory afecta al uso de los Estados del Yo.La Contaminación se refiere al Estaddel Yo Adulto. En páginas anteriores hemosafirmado que para el Análisis Transaccional el Adulto es la parte de la personaque razona, reflexiona, opera siempren forma pensante y por acumulación dedatos provenientes de experiencias internasy externas. Por consiguiente, “el Adultonunca contamina” (Opi, 1999, p. 60).Esta capacidad claripensante del EstadoAdulto del Yo puede verse contaminada dedos formas: por el Padre y por el Niño.La Contaminación por el Padre es cuandolas reglas, opiniones y actitudes de ésteinvaden al Adulto. Los padres influyedesde la primera infancia, ya antes de quese comuniquen verbalmente con sus hijos,les transmiten mensajes sobre las personas,la familia, la vida en general. El Adultocree que esta información es objetiva,contrastada y él no la verifica. Se simboliza superponiendo una parte del Padre enla superficie del Adulto, como aparece ela figura 4a. Cuando confundo los lemapaternales por la realidad del Adulto, estoyen contaminación del Padre. Las creenciasenseñadas por el Estado del Yo Padre setoman como hecho. Berne los llamó prejuicios.Si creo que un prejuicio es una expresiónde realidad, estoy en una contaminación.Otro ejemplo es el de los refranes (Román,1983, p. 28). Estos son un fragmentode la realidad que arroja ciertos datos conalguna lógica interna. Esta lógica se generalizay se vuelve axioma, que algunas vecesse confirma y otras, no. Generalmentcuando no se confirma, se ignoraEl mecanismo de la Contaminación delAdulto por el Padre se debe a la confianza en fuentes de información no confiables.Es decir, se da fe a la persona por elimpacto emocional que se vive ante ella, yasí se traga la información que ofrece lamisma.En caso de una Contaminación por el Niño,el Adulto se muestra lleno de ilusiones.Las sensaciones infantiles, las ilusiones yansiedades, las consideraciones mágicas,voluntaristas, interfieren y enturbian el pensamiento claro y directo del Adulto. La contaminacióndel Niño empaña mi pensamientode adulto con creencias de mi infancia.Las fantasías, evocadas por lossentimientos, se toman por hechos. En lacontaminación, confundo la realidad-evocaciónde las imágenes-ideas arcaicas infantilespor una realidad del Adulto.La Contaminación más común se producecuando existe ignorancia, falta de culturay la influencia ambiental elimina todo posible análisis y también cuando los sentimientosinterfieren con el pensamientoUn ejemplo puede ser: “Los profesorescon gafas dan suerte en los exámenes”. Lagráfica de esta situación aparece en la fgura 4b.La Contaminación también puede serdoble, cuando el Adulto es invadido por elNiño y por el Padre al unísono, es decir,cuando la persona revive un lema paternal,lo acepta con una creencia de Niño y confundelas dos con la realidad. Ver figura 4cEl Adulto está contaminado entonces porlas distorsiones de la realidad del Niño, fantasíase ilusiones, y por los prejuicios delPadre, información hecha de recuerdos, ypor consiguiente, no crítica.Un ejemplo de los prejuicios e ilusionesresultantes de esta situación puede ser laafirmación: “Mis alumnos de Filosofía nme quieren porque soy mujer”.Al finalizar la exposición de los Estadodel Yo me parece oportuno explicar el empleode algunos términos de las páginasanteriores y posteriores. Me refiero a loRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


256 Rafael Sáez Alonsotérminos de ajuste, ajuste personal, ESTARBIEN, NO ESTAR BIEN, ajuste psíquico,sistema positivo o negativo, etc. Y que esuna de los objetivos de la terapia transaccionalEl Análisis Transaccional se dirige desdesus inicios con Berne (1981), al conocimientode los factores que determinan enlas personas una mayor madurez y los factoresque la impiden. El Análisis Transaccionalno se conformó con ser una teoríade Psicología, sino que desde los primerosescritos y prácticas de Berne ha sido unconjunto de teorías aplicadas a mejorar básicamentela salud mental de los que lo reciben.¿Cómo vamos a nombrar lo referente alaspecto del ajuste o desajuste psíquico, almayor o menor desarrollo personal?Así, ESTAR BIEN significa el estar funcionando dentro de lo correcto, el estar funcionandobien, adecuadamente. Por el contrario,NO ESTAR BIEN significa funcionade manera negativa o en desacuerdo “conlo que exige la situación”. Es, pues, un funcionarinadecuado.Podemos afirmar que una persona, unpaciente, un educador o un alumno está“BIEN” cuando funciona en el sistema positivode conductas, fruto del uso de losEstados del Yo: Padre Crítico, Padre Nutricio,Adulto, Niño Libre y Niño Adaptado,positivos frente a los estímulos querecibe.Sin embargo, cuando se activa un Estadodel Yo NO ESTOY BIEN se está enel sistema de NO ESTAR BIEN, ya queel Padre Crítico, Padre Nutricio, Adulto,Niño Libre y Niño Adaptado QUE NOESTÁN BIEN nunca pueden ser adecuados.El crecimiento de la persona, del ambiente,de las relaciones es un incrementodel grado de ESTAR BIEN, es decir un incrementoen la sintonía y coherencia de losEstados del Yo. Una personalidad integrada,ajustada, significa una personalidadque vive con concierto y sin enfrentamientoni contaminaciones los Estados del Yo.Es capaz de sentir, elegir y decidir con elEstado del Yo conveniente al contexto situacional.En resumen, hemos presentado loselementos básicos de los tres Estados delYo: Padre, Adulto y Niño y que se analizanen la terapia transaccional. Son tresmaneras distintas de relacionarnos conlos demás, según el análisis estructuralde primer orden, y nueve maneras distintas,según el análisis estructural de segundoorden. La comunicación con losobjetos, con las personas y con nosotrosmismos se da pasando de un Estado aotro en función de las transacciones querecibimos y en la medida que eliminamosla patología estructural. Las personas nopueden actuar sin tener algún Estado delYo Niño, ni pueden actuar sin el controldirectivo del aquí y ahora del Adulto, asícomo no encajan bien en la sociedad sintener ningún Padre. El conocimiento terapéuticodel análisis estructural y funcionalque hemos expuesto indicando el origen,contenido y funciones de los Estados delYo lo confirman.Los deberes y las normas que hemos recibidoy que residen en el Estado Padre,aquellos que razonamos y pensamos, quese elabora con el Adulto y los sentimientosque sentimos y que radican en el Niño seránanálisis necesarios en la terapia transaccional.TRANSACCIONESHemos terminado de exponer los Estadosdel Yo. Ha sido un estudio de los aspectosindividuales de las personas.Comenzamos el análisis de los aspectossociales, pues las transacciones explicantoda la vida social y constituyen la segundaunidad bien definida en que se apoya eAnálisis Transaccional.Ahora vamos a pensar en el AnálisisTransaccional en términos de relacionesRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Análisis funcional de la personalidad y transacciones en la terapia transaccional 257sociales. El análisis de las Transaccionespropiamente dicho da una definición rigurosa del sistema en conjunto, que será de interésprincipalmente para los que tenganpráctica de metodología científicaEn el Análisis Estructural y Funcional dela personalidad hemos analizado en detallea la persona: su Padre, Adulto y Niño;lo que piensa, siente, dice y hace. Hemostratado de responder a la pregunta cómoes la estructura psicológica del sujeto. Esun Análisis de lo intrapersonal. Ahora intentaremosreferirnos a lo que sucede entrelas personas. Damos respuesta a lacuestión cómo se comunican las personas,cómo se usan los Estados del Yo alrelacionarse un sujeto con otras personas.Las Transacciones muestran cómo aquélse vincula hacia fuera. Es un análisis delo interpersonal.Concepto de TransacciónPodemos definir la Transacción con palabras del propio Berne (1974):Una Transacción consistente en un soloestímulo y una sola respuesta, verbal o noverbal, es la unidad de acción social. Se llamatransacción porque cada parte gana algocon ella, y por eso entra en ella. Todo loque ocurra entre dos o más personas puededescomponerse en una serie de transaccionesindividuales, y esto da todas las ventajasque consigue cualquier ciencia, cuandotiene un sistema de unidades bien definido(pp. 35-36).Y la describimos detalladamente.La transacciónes la unidad de las relaciones sociales.Hay un estímulo y una respuestamínimos. Berne (1966) afirma:Si una o dos personas se encuentran enun juego social, tarde o temprano alguna deellas hablará o dará alguna señal de reconocimientode las otras. Esto es llamado estímulotransaccional. Entonces, otra personadirá o hará algo que está de algún modo relacionadocon este estímulo, y eso se llamarespuesta transaccional (p. 33).En lenguaje formal, la comunicación deapertura se denomina estímulo; la de cierre,respuesta.La transacción es, por consiguiente, unintercambio de estímulos y respuestas. Incluyeel estímulo que puede ser una palabra,un gesto o una conducta que se refierena otros y les afectan. Y la respuesta,es decir, el sujeto estimulado, tieneque responder. Si no hubiera alguna formade respuesta no habría Transacción.El otro tiene que sentirse afectado hastael punto de responder al estímulo. LaTransacción presupone que los que interactúanlo hacen –ambos– dinámicamente,con la concatenación de estímulo-respuesta.No habiendo respuesta, no existeTransacción. La falta de respuesta no esuna respuesta para el Análisis Transaccional.Sin embargo, no responder es unade las numerosas opciones ante un estímulodado, en este caso, respuesta gestualno verbal.Estímulo¿Cuántos alumnos hay? ERespuestaR Hay diez alumnos.He aquí un estímulo y una respuestaque parten del estado Adulto de dos personas.Se ha producido una interacción entredos sujetos a través de su estado Adulto.Es una Transacción que se da entre unestímulo transaccional sumado a una respuestatransaccional.A la Transacción pueden reducirse todaslas relaciones sociales por complicadasque ellas fueren; pueden ser reducidasa Transacciones individuales.Por eso, Berne se refiere a la transaccióncomo la unidad básica del discursosocial.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


258 Rafael Sáez AlonsoLa definición descrita más arriba, de hecho, intenta dar un modelo para todas lasformas posibles de conducta social humana.Es la unidad de relación social, una formade comunicación. Es interrelación, osea, el modo como se vinculan dos personasa través de sus Estados del Yo. Undiálogo es, por ejemplo, una serie de transacciones.En esto radica el valor del empleo de laTransacción como unidad mínima y comomodelo de diversas relaciones. Por elloBerne (1974, p. 36) nos dice que con ellologramos todas las ventajas que consiguecualquier ciencia, cuando tiene un sistemade unidades bien definido. Y así como desde la teoría de los Estados del Yo entendíamostoda la estructura y funcionamientode la personalidad individual; así desde elestudio de las Transacciones, comprendemostodas las posibles formas de relacionessociales, por complicadas que sean.No se ha encontrado ningún ejemplo entremiles o millones de intercambios entre sereshumanos que no pudiera encajarse conel modelo.Las Transacciones se realizanentre los Estados del YoLas Transacciones se realizan desde elEstado del Yo del que estimula y el Estadodel Yo del que responde. En la Transacciónno basta afirmar un estímulo sino tambiédesde qué Estado del Yo procede y haciaqué Estado del Yo se dirige. Lo mismo hayque decir de la respuesta: debe considerarsesu dirección de qué Estado procedey a cuál responde.Esto nos señala la lógica del AnálisisTransaccional. Se afirma que los seres humanos pueden cambiar de un Estado delYo a otro y que si A dice algo y B dice algopoco después, puede verificarse si lque ha dicho B es o no es una respuestaa lo que había dicho A.Otros autores han definido las relacionehumanas en términos de estímulo y respuesta,pero Berne analiza tal estímulo ytal respuesta, mínimos, desde unos precisosEstados del Yo.Los estímulos y las respuestasson verbales y no-verbalesEl hombre, a diferencia de los animales,tiene una característica particular. Y es quese expresa. Es un ser parlante. En la vidaordinaria y en la mayoría de las circunstanciasusa estímulos verbales. Estos estímulosson los que más se ponen comoejemplos, porque son más fáciles de diagramar.Incluso a la hora de describir lasrespuestas emocionales.A lo largo del trabajo se emplean ejemploscasi siempre con estímulo verbal. Perodebemos interesarnos por las pistas noverbales. Dado que son frecuentes, sobretodo en la infancia, a veces pasan desapercibidasy, sin embargo, acompañan,modificándolas, a las verbales. Se encuentran en los tonos de voz, gestos, posturasy expresiones verbales. También hay pistasmás sutiles en la respiración, tensiónmuscular, ritmo cardiaco, dilatación de laspupilas, sudoración. Y las pistas no verbalesestán ahí para que se lean. Los niñospequeños leen estas pistas de forma intuitiva.A medida que crecemos, nos entrenamossistemáticamente para borrar esta intuición(“Es de mala educación mirar fijamente, cariño”). Para ser eficaces al utilizael A.T., necesitamos volver a entrenarnospara interpretar las pistas corporales (Stewarty Joines, 2007). Estos autores nos llevanal siguiente punto: “para analizar cualquiertransacción de forma precisa, deberásconsiderar las pistas no verbales tantocomo las palabras” (p.83).En el apartado pobre a los Estados delYo he expuesto las expresiones objetivasde los mismos, tanto verbales como algunasexpresiones faciales, gestos, posturas,y también el tono y matices concomitantescon las palabras mismas que pueden servirde estímulo o de respuesta, dentro deRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Análisis funcional de la personalidad y transacciones en la terapia transaccional 259determinados Estados del Yo. Lo mismo,en las transacciones.Berne (1974, p. 272) afirma que todo egesto humano, pero más en particular lamovilidad del rostro, es expresivo y sirvepara estimular, responder o modificar ladiversas transacciones. Milímetros de movimiento,imperceptibles para uno mismo,son muy significativos para los observadores exteriores. Por esta razón –y sin quenos demos cuenta– estamos, a través delgesto, comunicándonos constantementecon los que nos rodean.En el calor de un encuentro social, a travésde los músculos faciales, estamos comenzando,terminando o modificando multitud de transacciones. Nuestro rostro damensajes de los que muchas veces no somosconscientes. Son, a veces, mejor expresiónque nuestras propias palabras, queresponden más bien a lo que pretendemosy creemos ser y sentir; y no a lo que realmentesentimos o somos.Los gestos son más sinceros. Es perfectamenteposible que, con los gestos,mandemos un estímulo en contradiccióncon nuestras palabras. Podemos emplearun gesto depresivo acompañando a palabrasalegres, o enseñar una cara amargacon palabras muy dulces. De todo esto vienela importancia del gesto, del estímulono-verbal.Finalmente, los estímulos y las respuestastransaccionales verbales y no-verbalesconstituyen una unidad de comportamiento;por lo que la palabra y las expresiones seinfluyen mutuamente en el mensaje o respuesta finalLa dinámica de las Transaccionesen la búsqueda de las CariciasEn la transacción cada participante ganaalgo. La transacción tiene una relación fundamentalcon las Caricias. Estas son el alimentode los Estados del Yo, la satisfacciónde sus necesidades (Sáez Alonso,2001, 2006).Hemos afirmado que nos comunicamoa través de las transacciones. En la comunicaciónse da información. Es evidenteque las transacciones pueden ser analizadasdesde el punto de vista de un intercambiode información (Martorell, 1983, p.42). Sin embargo, enseguida nos damoscuenta de que muchas de nuestras transaccionescotidianas son difícilmente justificables,pensando sólo en la cantidad dinformación que intercambian.Parece que hay un valor intrínseco a lapropia comunicación. Este algo es el reconocimientopsicológico, reconocer a alguieny ser reconocido por él, atender y ser atendido.A este reconocimiento en AnálisisTransaccional se denomina con la palabraCaricia.Berne (1974) resalta este aspecto cuandoexplica el porqué del nombre de Transacción,como hemos descrito anteriormente:“Se llama transacción porque cadaparte gana algo con ella, y por esto entraen ella” (p. 35). Y en otro lugar afirma: “Ucambio de caricias constituye una Transacción,la cual es la unidad de las relacionessociales” (p. 17).Es, pues, la transacción un medio pararecibir mutuamente un don; una caricia. Todaslas relaciones sociales son fuente deCaricias. Y las Transacciones son el caminomás corriente y natural para obtenerlas.Cada persona usa una clase de transaccionesy busca una clase de ganancias.Este uso y búsqueda dependen de la programacióninfantil, del guión de vida, ámbitospersonales que se analizan detalladamenteen la terapia transaccional.Representación de las TransaccionesLa representación de las Transaccioneses gráfica, clara, sencilla y eficaz. Se colocfrente a frente, el diagrama de los Estadosdel Yo del que estimula y del que responde.El estímulo transaccional se representa poruna flecha que en lenguaje formal se denomina vectores y, que va desde el Estado es-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


260 Rafael Sáez Alonsotimulante hasta el Estado que busca estimular.Y la respuesta transaccional, con otra flecha, que va desde el Estado que respondehasta el que pretende que reciba la respuesta.Tanto estímulo como respuesta considerandos Estados. Uno desde qué Estadoparte; y otro, a qué Estado se refiere. Recordemos el ejemplo escrito anteriormente.El Adulto del Emisor del Estímulo (profesor,jefe, compañero) pregunta al Adultodel Receptor: “¿Qué hora es? Mi reloj seha parado”.Y el Adulto del Receptor del Estímulo(alumno, amigo, compañero de trabajo)responde al Adulto del Emisor: “Son lasseis de la tarde”.Se pueden considerar solamente los tresEstados Estructurales (figura 5). Pero parmayor precisión se recomienda el AnálisisFuncional de los Estados del Yo.El número teórico de las mismas (posiblesestímulos y respuestas desde Estadosespecíficos) es de unos cuantos millaresBerne (1974, p. 36) presenta nueve complementarias,setenta y dos cruzadas, seismil cuatrocientas ochenta dobles y treinta yseis angulares. Pero, afortunadamente, enla práctica se emplean sólo unas pocas,unas quince; el resto queda para el estudioen las sesiones clínicas.Se pueden clasificar las Transaccionepor el número de Estados del Yo de losparticipantes. Y son simples y ulteriores,participando en aquéllas dos Estados solamentey tres o más en éstas.Por el origen de las respuestas son complementariasy cruzadas. Estas pueden sertransferenciales, contratransferenciales,deshumanizadas, exasperantes, del infinity de quejas o lamentos mutuos.Por el número de mensajes emitidos simultáneamente,ulteriores. Y las ulteriores,en angulares y dobles.A continuación explicamos cada categoríade Transacciones.Transacción ComplementariaFigura 5: Transacción con Diagramaestructural.CLASIFICACIÓNDE LAS TRANSACCIONESLa clasificación de las transacciones euno de los valores prácticos del sistemapropuesto por Berne. Cualquier relaciónsocial puede clasificarse y describirse ealguna clase de transacción.Las Transacciones Complementariasson transacciones simples, pues sólo intervieneun único Estado del Yo de cada unade las personas interactuantes.Son abiertas. La respuesta es la esperadapor el estímulo. Por ello, Berne (1974)afirmará que desde el punto de vista de lcomunicación, puesto que no hay trabas,“mientras las Transacciones son complementarias,con flechas paralelas, la comunicación puede proseguir indefinidamente(p.30). Una transacción complementaria esaquella en la que los vectores transaccionalesestán en paralelo y el estado del yodestinatario es el que responde.Veamos un ejemplo con un diagramafuncional:Dos profesores contemplan cómo dosalumnos destruyen algunos libros de otroscompañeros:Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Análisis funcional de la personalidad y transacciones en la terapia transaccional 261Profesor: “Esto no puede ser. Los denunciarépara que no se repita”.Profesora: “Estoy de acuerdo. Estos hechosno se deben dejar pasar”.Se observa que la respuesta vuelvedel Estado del Yo que recibió el estímulo,al Estado del Yo que lo emitió. E intervieneun sólo Estado del Yo por cadarespuesta.Es necesario recordar que al ser estetrabajo escrito, se apelará a los signos deconducta de palabras y frases. En la prácticalas frases, al venir acompañadas porgestos, son más complejas de analizar.Estas Transacciones que son paralelas,complementan sin interrupción la comunicaciónentre los Estados del Yo. Berneconcluyó la primera regla de la Comunicación:la relación y el diálogo tienden a continuarindefinidamente cuando se dan laTransacciones Complementarias.Estas Transacciones son abiertas, directas,y no bloquean la comunicación que hacefluida y agradable la relación entre lapersonas.Transacción CruzadaLas Transacciones Cruzadas son aquellasen las que la respuesta transaccionaldel estimulado no proviene del Estado delYo al que el estímulo transaccional se dirigió.La respuesta llega de otro Estado delYo. No es complementaria. Es una respuestaque bloquea la comunicación.Se llaman cruzadas porque, efectivamente,estímulo y respuesta chocan. Losvectores del diagrama para este tipo detransacción están generalmente cruzados.Un ejemplo con el diagrama de primerorden:Estímulo: El Padre del emisor-profesorse dirige al Niño del receptor-alumno: “Hazlos deberes y ordena tus libros”.Respuesta: El Adulto del receptor-alumnoresponde al Adulto del emisor-profesor:“¿Verdaderamente son cosas tan importantespara Vd.?”.Una transacción cruzada es aquella enla que los vectores transaccionales no sonparalelos, o en la que el estado del yo alque se dirige la comunicación no es el mismoque el que responde.Berne describió la segunda regla de laComunicación basándose en estas Transacciones:cuando la Transacción es cruzada,la relación es, o bien detenida obien modificada. La comunicación sobreun tema se corta y se produce una rupturade la comunicación. Uno o ambos individuosnecesitarán cambiar sus estadosdel yo con el fin de restablecer la comunicación.Stewart y Joines (2007) afirman que Berne calculó que en teoría hay setenta y dosvariedades posibles de transacciones cruzadas.Afortunadamente, dos de ellas sonlas más comunes en la práctica. Tienen lugarcuando un estímulo A-A es cruzadobien por una respuesta N-P o por una respuestaP-N (p. 90).Para Massó (2007, pp. 138-139) latransacción cruzada logra romper el procesode comunicación, porque la respuestatransaccional no sólo satisface lademanda establecida por el estímulo transaccional,sino que produce estupefaccióno confusión en la persona que emitióel estímulo.Berne (1974) diferencia tres tipos fundamentalesde transacciones cruzadas:– Reacción de queja y rebeldía en laque al estímulo transaccional Adulto-Adulto sucede una respuesta Niño-Padre.– Reacción de arrogancia, que ocurrecuando un estímulo de Adulto-Adultorecibe una respuesta Padre-Niño.– Reacción de transacción exasperanteo deshumanizada, que ocurre cuandoel estímulo transaccional que provienedel Niño Natural contiene una demandade protección, cariño o comprensión,pero responde el Adulto con susformas peculiares, técnicas racionalesy asépticas.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


262 Rafael Sáez AlonsoOtros tipos de transacción cruzada: Insolente,del infinito, de queja mutua, de lhorca (que se produce cuando un estímulotransaccional que comporta una conductaargumental, destructora, recibe una respuestatransaccional que refuerza el contenidoperjudicial). A esta transacción la llamaSteiner malvada, típica de personasque activan comportamientos autolesivos.Consideremos las principales TransaccionesCruzadas.Transacción quejumbrosa y de rebeldíaEn esta Transacción el estímulo es deAdulto a Adulto. Se pide información, peroaparece el Niño, como si fuera Padre-Niñoy, por eso, éste responde Niño-Padre. Envez de datos recibimos una reacción emocionalde rebeldía o de sumisión.Estímulo: El Adulto del emisor-profesorenvía el estímulo al Adulto del receptoralumno:“¿Has terminado tus tareas?”.Respuesta: El Niño del receptor-alumnoresponde al Padre del emisor-profesor:“¿Por qué está Vd. metiéndose siempreconmigo?”.Ya no pueden seguir hablando de las tareasescolares.Las personas que tienden mucho a estecruce, tienen muy desarrollado el NiñoAdaptado (por haberse dirigido a ese Estadodel Yo la mayoría de los mensajes tempranosque recibieron en su vida), ya seaSumiso o Rebelde (Kertész, 1985, p. 130).La educación estuvo en manos de los PadresCríticos de sus padres y luego se hanhecho a reaccionar desde el Niño Sumiso.Esta es la típica Transacción transferencialpsicoanalítica, donde el paciente“transfiere” o proyecta a su Padre internsobre el terapeuta, el alumno sobre el profesory el subordinado sobre el jefe (Ibíd.,p. 130).Para el Psicoanálisis, la Transferencia esel proceso en virtud del cual los deseos inconscientesse actualizan sobre ciertos objetos,dentro de la relación analítica. Se tratade una repetición de prototipos infantilesvivida con un marcado sentimiento de actualidad.Dentro de la Transacción CruzadaTransferencial, hemos afirmado que el estímulo Adulto-Adulto lanzado por el emisor,es respondido por el Niño-Padre. Pareceser que despierta en el receptor del estímuloalguna experiencia infantil por lo quese presenta en el Estado Niño y se dirigeal Estado Padre pidiendo protección o descargandoagresividad.Berne (1981) afirma que la cura transferencial en términos estructurales significa lsustitución del padre original por el terapeuta,y en términos transaccionales significaque el terapeuta permite al paciente reanudar con él un juego que se interrumpióen la infancia, o por otra parte, presenta laposibilidad de realizar el juego de formamás benigna que lo que le permitía el padreoriginal (p. 170).El receptor del estímulo o paciente transfiereal emisor, o terapeuta, sentimientograbados en su Niño.Transacción arroganteEsta vez el Estado Adulto del emisor escruzado por el Estado Padre del receptor.Estímulo: El Adulto del emisor-alumnoenvía el estímulo al Adulto del receptor-profesor:“¿Puede decirme Vd. a qué hora esel examen?”.Respuesta: El Padre del receptor-profesorresponde al Niño del emisor-alumno:“¡Pero es que tú estás siempre en la luna!”.El alumno no se enterará de qué hora esla fijada para realizar el examenLas personas con tendencia a este cruceestán acostumbradas o han desarrolladoen exceso al Padre Crítico o Protector.Así están o persiguiendo o salvando, perono computan y resuelven los problemas.Poseen una rigidez en el Estado Padre yuna debilidad grande en el Adulto.Berne la llama contratransferencia. Es elPadre el que transfiere. Podemos recordaRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Análisis funcional de la personalidad y transacciones en la terapia transaccional 263que el Psicoanálisis entiende por Contratransferenciael conjunto de reacciones inconscientesdel analista frente a la presenciadel analizado y especialmente hacia latransferencia de éste.El analista, terapeuta, educador y todo elque fomenta estas transacciones se posicionangeneralmente en niveles de autoridad,no desarrollando el Adulto de sus interlocutores,sino que amenazan constantementecon su posición autoritaria o condescendiente.Procuran, al reaccionar, estarpor encima de los demás.Transacción DeshumanizadaAlgunos llaman a esta Transacción “Exasperante”,porque el Niño se desespera.Es la inversa de la Transferencial. Aquíse pide ayuda y sólo se reciben datos. ElNiño pide a un Padre que le dé ayuda,comprensión, calor y sólo halla datos fríos,computados, del Adulto.Estímulo: El Niño del hijo pide al Padrede su madre: “Mamá, ¿puedes darme uncafé calentito? ¿A que sí?”.Respuesta: El Adulto de la madre respondeal Adulto del hijo: “El café se ha terminadoesta mañana. No hay más”.En una verdadera necesidad como laque manifiesta el hijo, la madre se muestrfría y poco humanizada. Sería positiva si laapetencia del Niño fuera desorbitada.El Adulto materno haría notar esta inadecuación.Transacción InsolenteEs la Transacción inversa de la Contratransferencial.Se espera sumisión, docilidad,comprensión sincera, no salvadora, antecontenidos éticos, y responde un Adulto frío.Estímulo: El Padre Nutricio QUE ESTÁBIEN quiere acariciar al Niño Natural de suhija: “Mira qué collar te he traído de mi viaje”.Respuesta: El Adulto de la hija respondeal Adulto de su padre: “¡Ha gastado demasiadodinero para mí, papá!”.Berne (1974) la llama “Insolencia” porquepara el Padre que se ofrece a ayudary nutrir adecuadamente, la respuesta fríadel Adulto parece un desafío a las actitudesde aquél que emite el estímulo (p. 32).Transacción del InfinitConsiste la Transacción del Infinito eemitir el estímulo de Padre Crítico al NiñoLibre o Adaptado y cruzar la respuesta dePadre Crítico a Niño Libre o Adaptado.Este cruce se produce siempre que seresponde a una agresión o reproche conotra agresión o reproche.Estímulo: El Padre Crítico del Alumno sedirige al Niño de la alumna: “No haces másque pelearte con el profesor de Ciencias”.Respuesta: El Padre Crítico de la alumnaresponde al Niño del alumno: “¡Vayaquién lo dice! ¡Y tú, con la profesora de Matemáticas!”.En esta Transacción, el estímulo del PadreCrítico quiere apabullar imponiéndoseal Niño que, pidiendo ayuda a su PadreCrítico interno, no acepta la crítica y le respondecon otro insulto.Es cruzada y puede durar indefinidamente.Por la forma ( ∞) es un círculo vicioso,dándose “un circuito de mutuo refuerzodel “estar mal”, procurando que elotro se sienta peor, para sentirse uno mejor”(Kertész, 1985, p.133).Transacción de quejaso lamentos mutuosEsta Transacción es parecida a la anterior.Pero, en vez de críticas, ataques o reproches,se dan ayudas para protegersemutuamente, careciendo, sin embargo, deinterés por el otro.Estímulo: El Niño del alumno busca protecciónen el Padre Nutricio de otra alumna:“¡Qué mala suerte tengo… no he aprobadoni una…!”.Respuesta: El Niño de la alumna respondepidiendo ayuda al Padre Nutricio delRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Análisis funcional de la personalidad y transacciones en la terapia transaccional 265La persona olvida pedir información alAdulto: el coche corre demasiado, su economíay la edad de sesenta años no se lo permiten,etc., y la debilidad del Niño toma la iniciativade la respuesta. Si no se engancharael Niño, el Adulto puede responder sin dejarseengañar: ¡Sí, es demasiado rápido paramí; además, con mi edad disminuyen los reflejospara conducir. No lo necesito! Debida esto se le llama Transacción del vendedor.Es halagando al Niño o al Padre como logranvender los productos. En este caso la maniobradel vendedor ha tenido éxito para captaral cliente en el Niño.El ejemplo ilustra un punto general importanterelacionado con las transaccionessegún nos precisan Stewart y Joines(2007). Afirman estos autores que “cuandte ofrezco un estímulo transaccional, nuncapuedo HACERTE entrar en un determinadoestado del yo. Lo máximo que puedohacer es INVITARTE a que respondas desdeese determinado estado del yo” (p.92).Berne, basándose en estas TransaccionesUlteriores, extrajo la tercera regla de laComunicación: Lo que determina el resultadofinal de las Transacciones Ulteriorees la parte psicológica, oculta. O sea, laconsecuencia de la conducta de una transacciónulterior se determina en un nivelpsicológico y no social. Berne escribió “sedetermina” y no “puede determinarse”. Sugiereque cuando las personas se comunicanen dos niveles, lo que ocurre siemprees la consecuencia de los mensajes secretos.Si deseamos comprender la conducta,debemos prestar atención al nivel psicológicode la comunicación.Los transaccionalistas han señalado,ampliado y desarrollado (Kertész, 1985, p.136) transacciones que proceden de Estadosdisfuncionales. Son y tienen los rasgosde las descritas, pero al revés. Son negativas,insanas porque dan caricias negativas,son dobles: ocultan intenciones inaceptablesy finalmente son inoportunas e inadecuadas. Todas ellas se estudian detalladamenteen la terapia clínica transaccional.No olvidemos que una de las aspiracionesde Berne fue conseguir que el AnálisisTransaccional fuera una Psicología y Psiquiatríasocial, porque :Se ocupa de lo que producen realmentelas personas que estudia, mejor que de loque ocurre en su espíritu. Alguien que utiliceuna transacción [...] puede estar motivadopor sentimientos muy intensos, pero éstosestán implícitos o diluidos en el intercambiotransaccional real. De hecho, apoya en lastransacciones, esto es, en la conducta interactiva,el diagnóstico de los estados del yoque cada persona activa (Massó, 2007,p.129).El análisis funcional de la persona y elanálisis de las Transacciones en la terapiatransaccional es, pues, el análisis de la comunicacióninterpersonal. Describen y examinandesde dónde nos comunicamos conlos demás y desde dónde nos viene la respuesta.Pueden entrar en juego más de unEstado del Yo de cada persona. Por mediode una comunicación en la que usamosTransacciones complementarias, sepuede aprender a expresar los sentimientos,aclarar los problemas, analizar situacionesconflictivas propias y ajenas y lograr la intimidad.REFERENCIASBerne, E. (1961). Transactional Análisis in Psychotherapy.New York: Grove Press Inc.;(1981). Análisis Transaccional en Psicoterapia.Buenos Aires: Psique.Berne, E. (1964). Games People Plays: ThePsichology of Human Relatin-ships. NewYork: Grove Press Inc.; (1966). Juegos enque participamos. México: Editorial Diana.Berne, E. (1972). What do you say alter you sayHello? New York: Grove Press Inc.; (1974).¿Qué dice usted después de decir Hola?Barcelona: Editorial Grijalbo.Cirigliano, G. y Forcade, H. (1984). AnálisisTransaccional y Educación (I). Buenos Aires:Humanitas.Kertész, R. (1985). Análisis Transaccional Integrado.Buenos Aires: Ippem.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


266 Rafael Sáez AlonsoMartorell, J.L. (1983). ¿Qué nos pasa una y otravez? Análisis Transaccional en la familia. Madrid:Marsiega.Massó, F. (1995). Curso de formación avanzadade Análisis Transaccional. Madrid: Apuntesde clase.Massó, F. (2007). Análisis Transaccional I. Cómonos hacemos personas. Madrid: CCS.Román, J.M. y otros (1983). Análisis Transaccional.Modelos y aplicaciones. Barcelona:Ceac.Sáez Alonso, R. (2001). Los juegos psicológicossegún el Análisis Transaccional. Dos no juegansi uno no quiere. Madrid: CCS.Sáez Alonso, R. (2006). Los estados del Ego,En, F. Valbuena (Ed.) Eric Berne. Teóricode la comunicación, pp. 23-33. Madrid: EdipoS.A.Sáez Alonso, R. (2008). Terapia Transaccional.Revista de Análisis transaccional y PsicologíaHumanista, 58, 1 er . Semestre, 100-121.Stewart, J. y Joines, V. (2007). AT hoy. Unanueva introducción al Análisis Transaccional.Madrid: CCS.Recibido: 24 de Octubre, 2008Evaluado: 7 de Noviembre, 2008Aceptado: 15 de Noviembre, 2008Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Ciberadicción: Los riesgos de Internet 267CIBERADICCIÓN: LOS RIESGOS DE INTERNETM.ª CONSUELO LLINARES PELLICER 1MERCÉ LLORET BORONATRESUMENEn este trabajo el autor trata de explicar cómo Internet surgió como una herramientapara compartir información y tener acceso a ella de manera remota; posteriormente,surgieron aplicaciones: la publicación de información de interés general, las salasde chat, el correo electrónico, la publicidad, los servicios para adultos, etc. La mayorparte de estas aplicaciones tienen un fin positivo, o por lo menos inofensivo; sin embargo, está el hecho latente de que los usuarios que se exceden en el uso de todas estasprestaciones pueden convertir a Internet en un arma de doble filoPalabras Clave: Adicción a Internet, aplicaciones positivas y negativas, alteracionesde tipo psicológico.CYBERADDICTION: THE INTERNET RISKSABSTRACTIn this article, the authors explain how Internet emerged as a tool for sharing informationand accessing to it remotely; afterwards, emerged applications such as disclosureof general interest, chat rooms, e-mail, advertising, services for adults, and so on.Most of these applications have a positive purpose, or at least harmless; however, thereis the fact that latent users who exceed the use of all these benefits can convert Internet in a double-edged sword.Key Words: Internet addiction, positive and negative applications, psychological disorders.CYBERADDICTION: LES RISQUES D’INTERNETRÉSUMÉDans cet article les auteurs essaient d’expliquer comment Internet est né comme unoutil pour partager de l´ information et pouvoir de loin y avoir un accès; par la suite,ont surgi des applications telles que la publication d ‘information sur un intérêt général,les salles de chat, la messagerie électronique, la publicité, les services pour desadultes, etc. La plupart de ces applications a une fin positive, ou au moins inoffensivecependant, il y a le fait latent que les usagers qui s´attachent trop aux prestations d´Internet,peuvent le convertir en une arme à double tranchant.Des mots clefs: Addiction à Internet, des applications positives et négatives, des altérationsde type psychologique.1Psicóloga Clínica de la Unidad de Alcohología. Departamento 12 de Salud de la Conselleria de Sanidad de la GeneralidadValenciana. mercelloret@hotmail.comRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


268 Mª Consuelo Llinares Pellicer y Mercé Lloret BoronatINTRODUCCIÓNEl progresivo desarrollo de las nuevastecnologías y de manera pareja a ello losnuevos sistemas de comunicación (sobretodo la telefonía móvil e Internet) han permitidoincrementar la velocidad del flujo dinformación y extenderla por todo el mundo.Sin embargo, la otra cara de la monedaes que también ha dado lugar a nuevas patologíasrelacionadas con el uso abusivo odesadaptativo de estas herramientas tecnológicas.Hace una década eran pocos losque conocían en qué consiste Internet, y entan sólo unos pocos años ha pasado a convertirseen algo habitual en nuestra vida cotidianay que podemos encontrar en universidades,comercios, bares y, por supuesto,en nuestro propio hogar.Podemos definir Internet como una rede redes de ordenadores que compartendatos y recursos. Existe una conexión deredes mundiales que permite a los ordenadoresy a las personas comunicarse entresí en cualquier parte del mundo. Esto nospermite tener acceso a información y personasque de otro modo no sería posible.Internet es fundamentalmente un instrumentode comunicación, aunque sus aplicacionesse han ido ampliando a lo largode los años y hoy en día lo podemos emplearcomo herramienta laboral, sistema decompra-venta, búsqueda de información, yhasta para lograr relaciones personales encontextos de ocio. No obstante, la posibilidadde que los usuarios más vulnerablespierdan el control y sustituyan el mundoreal por otro virtual en el que construyen unyo ideal a medida de sus propios deseosnos obliga a prestar atención a una nuevapatología adictiva.Internet es mucho más que un divertimento;para algunas personas se convierteen el medio alrededor del cual gira buenaparte de sus vidas. Desde el punto de vistade la comunicación permite crear grupos,asociaciones y comunidades virtuales conun objetivo o interés en común que sólo esposible en este medio que elimina las distanciasgeográficas. A esto lo llamamoglobalización.El usuario puede escoger entre diferentesmaneras de emplear la red; por un lado,de manera individual (búsqueda de información,música, programas informáticos,sexo) y por otro, de manera colectiva,como método de relación social (foros,chats correos electrónicos). Esta última utilidadparece ser la que posee un mayor potencialadictivo, ya que en el anonimato dela red es posible presentarse a uno mismode la manera más beneficiosa para conseguir la relación buscada.En los últimos años, los estudiosos sehan planteado la necesidad de definir operativamente e incluir como diagnóstico enlas clasificaciones nosológicas las adicciones psicológicas (adicción al juego, a lascompras, al trabajo, y más recientementetambién a Internet). En el caso del D.S.M-TR (A.P.A. 2002), el término adicción quedarestringido a los trastornos en los que seproduce un abuso de sustancias psicoactivas,sin tener en cuenta que otro tipo deestímulos, no químicos pueden producircuadros clínicos similares. Siguiendo elmodelo de descripción de los trastornos deadicción a sustancias psicoactivas de lasclasificaciones diagnósticas, Young (1996ha desarrollado una serie de criterios diagnósticospara el trastorno de adicción a Internet.Aunque en nuestro país no esta tan difundidosu uso en comparación con los paísesdel primer mundo, se encuentra ya a disposiciónde las grandes mayorías a través decabinas publicas que a un precio módicopermiten acceder por horas al servicio.Hemos podido comprobar empíricamentey a través de estudios realizados en elexterior, la gran capacidad reforzante de suuso, lo que podría provocar un condicionamientoque haría cada vez mayor la necesidadde su utilización.Debido a esto, hace pocos meses se haconvertido en noticia el posible síndromeRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Ciberadicción: Los riesgos de Internet 269de dependencia de Internet, La base teóricacon que cuentan los defensores de entidadescomo el IAD (Internet Addiction Disorder)son algunos estudios –descriptivos–acerca de los patrones de uso de Internet,de los que quizá resulte aventuradodeducir que el uso masivo de los recursoson-line sea preocupante, y muy lejos de los30 millones de afectados con los que especulael periodista Hughes Henry. Datosalgo menos dramáticos ofrece la Dra. KimberlyS. Young, cifrando en unos 400.000el número de norteamericanos afectadospor el IAD (de una población de unos20.000.000 de americanos conectados).A estos trabajos debemos añadir numerososescritos periodísticos que, a partir dealgunas declaraciones de los autores y espectacularestestimonios, establecen sinningún genero de dudas la existencia delcarácter “cuasi” epidémico de dicho síndrome.Algunos estudiosos han observado queciertas personas presentan verdaderos problemasderivados de su afición a los ordenadores y al ciberespacio. Cuando a alguienle despiden del trabajo, otro abandonalos estudios o un tercero se encuentrainmerso en una demanda de separación acausa de esta actividad, podemos sospecharla existencia de una adicción.No obstante las “adicciones” en sentidoamplio pueden ser saludables, patológicaso una mezcla de ambas. De este modo,una persona que se sienta fascinada por suhobby y en el que invierte cantidades ingentesde tiempo tiene la posibilidad deaprender, fomentar la creatividad y comunicarse.La dificultad se sitúa en el punto eque debe trazarse la línea entre un uso intensode la tecnología y la aparición de lasconsecuencias derivadas directamente dela actividad.Conocemos el fenómeno que se produceante la adquisición de un sistema de videojuegos,apareciendo una curva de utilizacióncaracterizada por elevadas frecuenciasde uso en las primeras 3-5 semanas,curva que progresivamente va descendiendohasta situarse de modo estable en valoresque constituyen una fracción de los iniciales.Cabe, pues, plantearse si la eclosión deInternet desde finales de 1996 no está produciendo un fenómeno similar al acaecidocon el videojuego a principios de los 90.¿Puede existir un núcleo común a todoslos elementos psicopatológicos ligados conla informática, que es el uso abusivo de losordenadores? Podemos considerar las diferentesmanifestaciones como formas clínicasdiferentes de un único trastorno.Algunos comparan la adicción a Internetcon el juego patológico, la adicción al tabaco,el alcoholismo o las compras compulsivas.Al igual que ocurrió con los videojuegos,el paralelismo con el conjunto de lastoxicomanías es tentador; sin embargo,sólo de una manera superficial es posiblestablecerlo con el juego patológico, yaque en este caso tampoco existe una sustanciaresponsable de la conducta adictivaEl llamado Síndrome de la Adicción aInternet (Internet Adicction Disorder, IAD)está suscitando polémica. Hoy constituyetodavía un interrogante la posibilidad deque una conducta semejante al IAD seauna realidad. El hecho que Internet seconsidere un medio de trabajo, de extraordinariacreatividad y una vasta fuente deinformación y otros recursos, pone enduda para muchos su carácter adictivo.Sin embargo, los partidarios de la existenciade este síndrome definen al ‘reddependiente’como aquel individuo que realizaun uso excesivo de Internet, lo que le generauna distorsión de sus objetivos personales,familiares o profesionales. ElCenter for On-Line Addiction describe estetipo de adicción como un deterioro en sucontrol y uso, que se manifiesta en unconjunto de síntomas cognitivos, conductualesy fisiológicos.La socialización y la comunicación parecenconstituir los elementos últimos delefecto “adictivo” de Internet (Intercambio deRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


270 Mª Consuelo Llinares Pellicer y Mercé Lloret Boronatcorreo, participación en grupos de discusión,conversaciones en tiempo real, juegosen red). Sin embargo, cuando estasmismas actividades prescinden de su soportetecnológico pierden la connotaciónmórbida que se les ha querido dar. ¿Quiénse preocupa por las prolongadas conversacionesde teléfono de los adolescentes trashaber estado juntos todo el día en el colegio?La lectura es otra actividad que puedecaptar completamente la atención sin quepor ello se intente elevar a la categoría dediagnóstico.Cuando alguien es un nuevo usuario odescubre un nuevo recurso en Internet seproduce una fase de encanto, concretadaen elevados tiempos de consumo y cierta“obsesión”. Tiempo después aparece unacaída del uso, que corresponde con unapercepción más objetiva de lo que es Interneten sí o el recurso recientemente descubierto,apareciendo una fase de desencanto.Finalmente, aparece una fase de estabilidaddonde el recurso o el uso de Interneten sí mismo halla su espacio natural en lasactividades del sujeto. De este modo, esprevisible que, una vez alcanzado el primernivel, el sujeto vuelva –episódicamente–a este primer nivel, aspecto demostradopor los trabajos que presentan el carácterfásico en el uso de Internet y que tienensu antecedente en los realizados sobre eluso de videojuegos. Este fenómeno fueconstatado por primera vez por Creasey yMyers en 1986. Probablemente exista unequivalente a este fenómeno en la conductade los sujetos que disponen por primeravez de una conexión a Internet, por lo queresulta evidente una llamada a la prudenciaal interpretar de las observaciones realizadassobre sujetos recién llegados a laRed o que puedan haber descubierto nuevosrecursos que les hayan devuelto a laprimera fase.En cierto modo, comprobaron este fenómenoRoberts, Smith y Pollack (1996), ydemostraron que actividades como el usodel IRC tienen un carácter fásico, apareciendoniveles iniciales elevados que seacompañan de bruscas caídas en el usoque devuelven al sujeto a su nivel basal.Algunos investigadores barajan la ideade que características propias de Internetejerzan alguna influencia sobre la conductde los usuarios; es el caso del modelo“ACE” (anonimato, conveniencia y escape)(Young 1999) para explicar el éxito y la gratificaciónobtenida mediante el cibersexoNo obstante tales modelos teóricos todavíadeben ser validados por futuras investigaciones,existiendo hoy día a modo de merashipótesis.El concepto de anonimato ha sido subrayadopor numerosos autores en relación alas situaciones de abuso (O’Reilly, 1996)También resulta interesante la propuestade King (1996) quien sugiere que quizásean adictos quienes usan Internet, refiriéndose a rasgos de personalidad específicos que determinarían un elevado uso deestos recursos.Una vía alternativa reside en considerarla existencia de un uso abusivo de la tecnologíaen general, hipótesis que algunosautores proponen en la propia red. Esteuso podría evolucionar de modo adaptativo(de hecho son habituales los casos de sujetosque hacen un uso intensivo de sus ordenadores,teléfonos móviles, televisión encualquiera de sus vertientes, etc.) o biendesviarse hacia situaciones desadaptativas,ya sea en modo generalizado o en algúnaspecto específicoEl colectivo médico no considera oficialmentela existencia de una adicción a Internetcomo tal. En los manuales diagnósticostanto de psicología como de psiquiatría,todavía no está considerada comouna adicción, como sí está recogida la ludopatía.En el ámbito internacional tampocoestá recogida como una adicción. Sóloexisten sugerencias individuales o de algunasasociaciones que reivindican quedebería indicarse ya como una adicción.Para considerar la adicción a InternetRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Ciberadicción: Los riesgos de Internet 271como tal, el ámbito científico tendrá queconceptualizarla como una categoría adictivaen sí misma. Llevamos poco tiempoutilizando Internet, y no tenemos conocimientoscientíficos aptos para decir queesto es una adicción y cuáles son las notasque la definen.HISTORIAEn los años cincuenta, Estados Unidosposeía un ineficiente y caótico sistema dcomunicación y ante la amenaza de la guerranuclear y en medio de la guerra fría a finales de los sesenta, el Departamento deDefensa de los E.U., enfrentando problemasestratégicos, sentó los parámetrospara el desarrollo de una red de computadorasque tomó el nombre de ARPANET.La red nació en 1969. Fue creada porun grupo de investigadores, para establecerun sistema de comunicación con otrasagencias del gobierno en un proyecto paracomunicar algunos centros computacionalesalrededor del país. El temor a que unataque pudiera destruir la información almacenadaen un mismo lugar, obligó aque no fuera solamente un poderoso computadorcentral el que la guardara, sino elresultado de la conexión de muchos. Elproyecto llamado ARPANET, consistía endesarrollar un sistema de información militar,el cual mantuviera su operación, inclusosi alguno de estos centros computacionalesfuera bombardeado. De manera quesi uno o dos de estos centros fueran destruidos,el resto pudiera mantenerse comunicado.Cada nodo de la red, recibió una identificación numérica, conocida como dirección,lo cual permitía que las computadoras sediferenciaran unas de otras para facilitar lapuesta en marcha de procesos simultáneos.El esquema se basa en “paquetes” deinformación enviados a diferentes computadorasde acuerdo con el protocolo estándarde Internet (IP). Cada paquete lleva incluidala dirección de la computadora a lacual fue enviada, de manera que, el “paquete”puede ir siendo desviado hasta sudestino. Con el paso de los años, ARPA-NET fue abriendo sus estándares de comunicacióna las universidades, centros deinvestigación y dependencias de gobierno,así como a instituciones extranjeras, convirtiéndoseen una red cosmopolita llamadaInternet.A medida que pasaba el tiempo, ARPA-NET crecía en computadoras conectadasy, a comienzos de los ochenta aparecennumerosas redes. Aquello era un gigantescobanco de datos en el que resultaba muydifícil encontrar lo que se necesitaba y habíademasiados formatos incompatibles.Así nació Internet, que unificó lo que anteera un “rosario” de pequeñas redes y, loque es más importante, introdujo las herramientasnecesarias para su manejo, creandodiferentes programas de acceso.La demanda de estar conectado aumentócon rapidez y pronto se evidenció que lared tendría otros fines que los pensadooriginariamente, y que éstos dependían delas necesidades de los nuevos usuarios.Para solucionar el problema de los distintoscódigos, los científicos desarrollaron protocolos de comunicación que permitieron quelos ordenadores se comunicaran de modotransparente a través de distintas redes interconectadas.Así se desarrollaron los protocolosTCP/IP (Transmision Control Protocol/InternetProtocol). Una vez encontradala solución a la compatibilidad, se fueronañadiendo más redes con nuevos servicio,como el correo electrónico, las listas de correos,entre otros.Hasta finales de los años ochenta Internetera utilizada principalmente por investigadoresy académicos estadounidenses,pero en la actual década, desde que empezóa popularizarse entre todo tipo de personas,ha crecido a un ritmo muy rápido.Sin embargo, llevar a cabo un censo enInternet es como intentar contar las cabezasde los asistentes a una gran manifesta-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


272 Mª Consuelo Llinares Pellicer y Mercé Lloret Boronatción. Teniendo en cuenta la anterior observación,la población de Internet podría estarentre 10 y 100 millones, más o menos.Por extraño que parezca, no existe unaautoridad central que controle el funcionamientode la red, aunque existen gruposque se dedican a organizar de alguna formael tráfico en ella. Tampoco perteneceuna entidad privada o gubernamental. Lamayoría de sus servicios y recursos seofrece en forma gratuita a sus usuarios.Una razón fue la popularidad para consultarinformación con herramientas comoGopher y Archie las cuales fueron opacadascon el desarrollo del World Wide Web(WWW) en 1991 por CERN, (European laboratoryfor Particle Physics).Mientras se desarrollaban herramientasmás sencillas para consultar información, elauge surgió en 1993 con el lanzamiento deMosaic, el primer navegador gráficoEn la actualidad Mosaic, y sus sucesores,como Netscape Navigator, permitenque con sólo hacer un click con el “ratón”en algunas palabras y figuras llamadas hipervínculos (hyperlinks) el navegador leaautomáticamente páginas en cualquiercomputadora conectada en el WWW, naciendocon esto la palabra que hoy conocemoscomo Navegar.Se calcula que el promedio de edad delusuario standard de Internet es de 32 años,y 1 de cada 10 usuarios es menor de 18años. Un 57% de los usuarios son hombresy 43% mujeres.En la actualidad, 30 años después, Internetes ya una realidad que une más de 16millones de redes comunicadas entre ellaspor líneas telefónicas, fibra óptica o vía satélite y más de 60 millones de usuarios, coninformación circulante equivalente a 40 millonesde novelas de 700 páginas c/u.El índice de crecimiento, tanto en redescomo en usuarios finales, es del doce porciento mensual por lo que Internet Societypresume que en el año 2020 habrá algomás de 200 millones de usuarios de Internet.¿EN QUÉ CONSISTE LA ADICCIÓNA INTERNET?El concepto vulgar de adicción incluyetomar drogas, y la mayoría de las definiciones sobre lo que es una adicción se centranen el abuso de sustancias. Sin embargo,hay un movimiento creciente de autores(Echeburúa, 1999; Griffiths, 1998) que encuentranuna serie de conductas potencialmenteadictivas, incluyendo muchos comportamientosque no implican el consumode drogas. Estas adicciones no químicasincluirían conductas como el juego, el sexo,las compras e Internet.Durante siglos la gente se ha encontradodependiente psicológica o físicamente amuchos comportamientos y sustancias.Esto no se debe a un mero interés sino queconsiste en un patrón de uso que puedellevar a un eventual impacto negativo en elfuncionamiento, afectando al matrimonio,relaciones, trabajo, economía e incluso alestatus legal. (Greenfield, 1999 b)La adicción a Internet es un deterioro enel control de uso que se manifiesta comun conjunto de síntomas cognitivos, conductualesy fisiológicos. Es decir, la persona “reddependiente” realiza un uso excesivode Internet, lo que le genera una distorsiónde sus objetivos personales, familiareso profesionales.Podemos considerar que alguien es unciberadicto cuando de manera habitual esincapaz de controlar el tiempo que está conectadoa Internet, relegando las obligacionesfamiliares, sociales y académicas/profesionales.Muchas veces además robanhoras al sueño e incluso se reduce el tiempode las comidas, de manera que el cansancioy la irritabilidad se irán cronificandoasí como la debilidad del sistema inmunológico,y a menudo existe una cierta tendenciaal aislamiento social.Según Echeburúa y Corral, (1994) cualquierconducta normal placentera es susceptiblede convertirse en un comportamientoadictivo. Por lo tanto, lo importanteRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Ciberadicción: Los riesgos de Internet 273en la adicción no es la actividad concretaque genera la dependencia, sino la relaciónque se establece con ella. Es una relaciónnegativa, incluso destructiva que el sujetose muestra incapaz de controlar.Griffiths (1997) señala la existencia de loque él llama “ adicciones tecnológicas”, quese definen como adicciones no químicaque involucran la interacción hombre-máquina.Éstas pueden ser pasivas como latelevisión) o activas (como los juegos dePC o Internet) Ésta sería una modalidad delas adicciones psicológicas o conductuales,que a su vez incluiría la adicción a Internet.Una premisa importante para considerarel potencial adictivo de una conducta, es elperiodo de tiempo que transcurre entre quese emite la respuesta y se recibe la recompensa.Algo parecido ocurre en la Ciberadicción.El hecho de apretar un enlace o hipervínculoy obtener información o fotografíasestimulantes casi al instante es un refuerzoque se repite cientos, miles deveces en la vida de los cibernautas.Esta asociación conductual lleva de unamanera clara a asociar pulsación del mousecon placer, por lo que el sujeto adicto seve abocado a repetirlo hasta el bloqueo desu ordenador o hasta que la fatiga mental,ocular o manual lo hacen retirarse de losestímulos.Si el alcohol, la marihuana y la cocaínapueden considerarse drogas de facilitaciónsocial, la ciberadicción es una patologíaque se desarrolla en solitario, frente a unapantalla de ordenador, o en menor medidacon interlocutores desconocidos.En toda adicción siempre confluyen treelementos:• Una persona.• Unas circunstancias personales determinadas.• Una sustancia o situación que produzcaplacer (Internet puede proporcionarmúltiples sensaciones placenteras).Aunque la conexión compulsiva a Internetconstituye un indicador significativo elos casos IAD (Internet Adiction Disorder),no es posible establecer una correspondenciaentre determinada cantidad de horasde conexión a Internet y adicción, puesel uso de Internet depende de las circunstanciaspersonales de cada uno (algunostrabajadores y estudiantes deben estar conectadoscasi siempre a Internet).Incluso considerando solamente el tiempode ocio que se emplea en Internet, resultadifícil establecer la frontera de la adicciónbasada en el número de horas diariaso semanales de conexión. Como mundo alternativoal “mundo físico”, Internet ofreceinfinidad de ofertas de ocio: lecturas, música, películas, juegos, reuniones y cada personapuede tener sus preferencias.John Suler (1996) señala la existenciade dos modelos básicos de adicción a Internet.1. El primer tipo hace referencia a aquellossujetos muy aficionados e interesados por sus ordenadores que utilizanla Red para recoger información,jugar en solitario, obtener nuevos programas,etc, pero sin establecer ningúntipo de contacto interpersonal(más que el necesario para lograr suspropósitos).2. El segundo tipo le constituiría aquellossujetos que frecuentan los Chats,MOODS (juegos en línea) y listas decorreo. Todos ellos tienen en comúnla búsqueda de estimulación social.Las necesidades de filiación, ser reconocido, poderoso o amado subyacena este tipo de utilización de laRed.En oposición a ellos, los sujetos del primergrupo evitan el “caos” interpersonalque puede ocasionar cualquier canal deIRC. Para ellos la necesidad de control yla predictibilidad son elementos esenciales.Cuando el uso de Internet interfiera dun modo significativo las actividades habituales es cuando podrá ser consideradopatológico. Sin embargo la interferencia sobrelos hábitos de vida no es un criterio es-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


274 Mª Consuelo Llinares Pellicer y Mercé Lloret Boronattable, ya que varía significativamente dunos sujetos a otros, en función de las disponibilidadesde tiempo, dinero y de numerosascircunstancias tanto personalescomo familiares.El uso abusivo de Internet puede generartrastornos en el comportamiento. Eneste sentido, podemos considerar Internetcomo una nueva adicción. Hay que teneren cuenta que el control de los impulsosestá muy implicado en todo tipo de adiccionesy a veces, cuando usamos Internetde forma desproporcionada, perdemos elcontrol sobre nuestro propio impulso y podemosllegar a desarrollar una auténticaadicción.Entre los signos de alerta respecto a posiblesproblemas con el uso de la Red semencionan:• Comprobación compulsiva del correoelectrónico.• Tendencia reiterada a anticipar la próximaconexión a la Red.• Quejas de terceros respecto a que seinvierte mucho tiempo conectado.• Quejas de terceros respecto a que segasta demasiado dinero en conexionesa Internet.Ahora bien, más que una adicción genéricaa Internet debemos considerar Adiccioneso Usos Compulsivos a determinadosContenidos o Servicios de Internet:• Adicción a buscar Información de todotipo: noticias, webs temáticas, webspersonales, servicios ofrecidos por empresas.Muchas veces incluye pornografía,imágenes o escenas que contienenviolencia. Se buscan sensacionesmás que información.• Adicción a frecuentar los entornos sociales:chats, juegos online, etc.Los usuarios no dependientes tienenmás tendencia a comunicarse con las personasconocidas.Los adictos buscan más conocer gentenueva y encontrar el apoyo en los gruposde la red; a veces “se crean varias personalidadesvirtuales”.• Juego Compulsivo. Internet está llenode webs con todo tipo de juegos, algunosde ellos tipo casino con apuestasen dinero; otros muy competitivos oviolentos, que pueden fomentar ludopatíasen determinadas personas.• Compras Compulsivas: comercio electrónico,subastas.• Ciber sexo adictivo.El catedrático de Psicología Clínica de laUniversidad del País Vasco (Madrid), el DoctorEnrique Echeburúa (1998), advierte queel uso anormal de Internet puede crear adiccióny recomienda que la conexión a la redno se prolongue más de dos horas diarias.MOTIVOS PARA USAR INTERNETEntre los motivos básicos para usar internetlos más importantes son:1. Búsqueda de Información.2. Búsqueda de interacción social: relacionarsecon amigos, conocer nuevagente e intercambiar información conella.3. Mecanismo de escape. Incluye huirde los sentimientos de soledad, evitarsensación de tedio de la vida cotidianay mantenerse en contacto conmás gente evitando la depresión.4. Juego compulsivo. Internet cuentacon todo tipo de juegos, algunos deellos tipo casino con apuestas en dinero.5. Compras compulsivas. Comercio electrónico,subastas.6. Búsqueda de ciber sexo.Algunos investigadores barajan la ideade que las características propias de Internetejercen alguna influencia sobre la conducta de los usuarios; es el caso del modelo“ACE” (anonimato, comodidad y escape)para explicar el éxito y la gratificación obtenida mediante el cibersexo. El concepto deanonimato ha sido subrayado por numerososautores en relación a las situaciones deabuso.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Ciberadicción: Los riesgos de Internet 275APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICAAl ser el propio Internet una herramientacuya implantación es posterior a la edicióndel DSM-IV-TR, no es de extrañar que noaparezca referencia alguna a la Adicción aInternet en este manual. Ahora bien, sonnumerosos los investigadores clínicos queproponen la inclusión de este trastorno enlos Manuales de Clasificación (DSM-IVICD-10), realizando borradores de criteriosdiagnósticos. Este vacío es el que ha empujadoa muchos científicos a desarrollasus propios instrumentos de diagnóstico.La primera persona que estableció criteriosdiagnósticos para la adicción a Internetfue el psiquiatra Ivan Goldberg (1995) elcual propone un conjunto de criterios parael diagnóstico del desorden de adicción aInternet (IAD) basados en los criterios diagnósticosdel abuso de sustancias: Un patróndesadaptativo de uso de Internet, que conllevaun deterioro o malestar clínicamentesignificativo, expresado por tres o más dlos ítems siguientes en algún momento deun periodo continuado de 12 meses:• Tolerancia (definida por los siguientecriterios).Necesidad de incrementar las cantidadesde tiempo conectado a Internet para lograrla satisfacción.Disminución del efecto con el uso continuadode similares tiempos de conexión.• Abstinencia, manifestada por las siguientescaracterísticas:Síndrome de abstinencia. Producido porcesación o reducción del tiempo de conexión(cuando se han dado períodos detiempo prolongados de uso intenso).Dos o más de los siguientes síntomasaparecen después de unos días y hasta unmes de haberse producido el punto anterior.• Agitación psicomotriz.• Ansiedad.• Pensamientos recurrentes (de tipo obsesivo)acerca de lo que estará ocurriendoen Internet.• Fantasías o sueños acerca de Internet.• Movimientos voluntarios o involuntariossimilares a los que se efectúan sobreun teclado.• Los anteriores síntomas producen malestaro deterioran las áreas social,ocupacional o cualquier otra área vital.• El uso de Internet o de otro servicioon-line es preciso para aliviar o suprimirlos síntomas de abstinencia.• El usuario accede a Internet más amenudo o durante períodos de tiempomás prolongados de los que se habíaplaneado.• Existen propósitos persistentes e infructuososde suprimir o controlar elacceso a la Red.• El usuario invierte una cantidad detiempo notable en actividades relacionadascon Internet (adquisición de libros,pruebas de nuevos browsers, organizacióndel material descargado,etc.)• Las actividades sociales, profesionaleso de recreo disminuyen o desaparecena causa del uso de Internet.• El usuario permanece conectado, aunquesabe que ello supone un problemapersistente y recurrente de tipo físico,social, laboral o psicológico (privaciónde sueño, conflictos matrimoniales, negligencia laboral, sentimientos deabandonar a los seres queridos).Para Griffiths, M.D. (1998) cualquiercomportamiento que cumpla con estos seiscriterios será definido operacionalmentcomo adicción:1. Saliencia. Cuando una actividad particularse convierte en la más importantedentro de la vida del individuo ydomina sus pensamientos, sentimientosy conducta.2. Modificación del humor. Experienciasubjetivas que la gente vivencia comoefecto de implicarse en la actividad.3. Tolerancia. Proceso por el cual se requiereincrementar la cantidad de unaactividad particular para lograr losefectos anteriores.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


276 Mª Consuelo Llinares Pellicer y Mercé Lloret Boronat4. Síndrome de abstinencia. Estadosemocionales desagradables y/o efectosfísicos que ocurren cuando unaactividad particular es interrumpida orepentinamente reducida.5. Conflicto. Se refiere a los conflicque se desarrollan entre el adicto yaquellos que le rodean (conflicto interpersonal), conflictos con otras actividades (trabajo, vida social, intereses,aficiones), o dentro de los propios individuos (conflicto intrapsíquico) que están involucrados con laactividad particular.6. Recaída. Es la tendencia a volver lospatrones tempranos de la actividadque vuelven a repetirse, restaurandolos patrones más extremos de la adiccióntras muchos años de abstinenciao control.Ivan Goldberg (1995) prefiere sustituirel término de adicción a Internet por el deUso patológico de Ordenadores, estableciendolos siguientes criterios de diagnóstico:• Cambios drásticos en los hábitos devida a fin de tener más tiempo para conectarse.• Disminución generalizada de la actividadfísica.• Descuido de la salud propia a consecuenciade la actividad en Internet.• Evitar actividades importantes paradisponer de mayor cantidad de tiempopara permanecer conectado.• Cambio los patrones de sueño a fin ddisponer de mas tiempo en la Red.• Disminuir la sociabilidad que tiene comoconsecuencia la pérdida de amistades.• Negligencia respecto a la familia y amigos.• Rechazo a dedicar tiempo extra en actividadesfuera de la Red.• Desear más tiempo para estar frente alordenador.• Negligencia respecto al trabajo y lasobligaciones personales.Correlatos fisiológicoLynne Roberts describió algunos delos correlatos fisiológicos relacionadoscon el uso intensivo de Internet, aunqueno iguala necesariamente estas reaccionescon la adicción en su sentido patológico.• Respuesta condicionada (aceleracióndel pulso, incremento de la TA) a la conexióndel módem.• Estado de conciencia alterada durantelargos períodos de tiempo, con una totalconcentración en la pantalla, similaral de la meditación o del trance (hipoprosexia).• Sueños que aparecen en forma de“Scroll”.• Irritabilidad importante cuando personaso circunstancias de la vida real leinterrumpen mientras está sumergidoen el ciberespacio.Uno de los intentos de validar cuestionariospara el diagnóstico de la adicción aInternet se debe a David N. Greenfield(1999b), el cual administró un cuestionarioa cerca de 18000 sujetos que visitabanla página de ABCNEWS. Com. Dichocuestionario, el VAS (Virtual AddictionSurvey) examinaba el uso general y abusode Internet. Como resultado de esteestudio, Greenfield señala un conjuntopreliminar de siete criterios para la identificacióny predicción de la adicción a Internet:• Nº total de horas que pasa conectado.• Otras personas piensan que tiene problemascon internet.• Experimentar serias consecuencias relacionadascon el uso de Internet.• Tener una intensa intimidad en la red.• Mantener la cantidad de tiempo que sepasa conectado como un secreto.• No poder esperar para llegar al ordenadory conectarse.• Edad (a más joven se incrementa elriesgo de adicción).Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Ciberadicción: Los riesgos de Internet 277PERFIL DEL CIBERADICTOHasta la fecha no existe un perfil biendefinido del usuario adicto a Internet, engeneral se trata de sujetos jóvenes, preferentementevarones, con un elevado niveleducativo y hábiles en el uso de la tecnología.Se especula con la existencia de unsubgrupo de usuarios caracterizado por latimidez, que encuentra en el ciberespaciola posibilidad de liberarse de la ansiedadproducida por las relaciones sociales caraa cara, ganando en autoconfianza, dadoel relativo anonimato que Internet proporciona.El Instituto para el Estudio de las Adicciones(IEA) se ha ocupado de describirqué tipo de personas son las que tienenmás probabilidades de sufrir este tipo dedependencia. Las personas que padecendepresión, desorden bipolar, ansiedad,baja autoestima, o han padecido anterioresadicciones son las más vulnerables, segúnel IEA.En una entrevista concedida a Efe, el Dr.E. Echeburúa aseguró que el colectivo másvulnerable son personas introvertidas, conbaja autoestima y con una vida familiar pobre:Por lo que corren más riesgo de experimentarconductas adictivas a la red informática.Estas personas encuentran en el ordenadoralgo que les da cosas y no les pide nadaa cambio y, además, la máquina tampoco lesvalora si están teniendo un comportamientocorrecto o no; por eso, estos usuarios de Internetson capaces de crear un mundo virtualque les compensa de la insatisfacciones quetienen en el mundo real.Para el catedrático de Psicología Dr. E.Echeburúa, que actualmente está realizandoun estudio sobre la adicción a las redesinformáticas, el perfil de “usuarios adictosse completa con el colectivo de los internautasjóvenes de un nivel cultural medioque disponen de tiempo libre, ciertos conocimientosde informática e inglés y que vivenen grandes ciudades.El doctor Shapira y sus colegas estudiarona 14 personas que habían pasado tantotiempo navegando en Internet, que estabanenfrentando problemas tales como la rupturade sus relaciones de pareja, pérdida delempleo y expulsión de la institución educativa,entre otros.Según este estudio, un hombre de 31años pasaba más de 100 horas semanalesen línea, ignorando a familiares y amigos ydescansando sólo para dormir. Otro casoes el de un estudiante de 21 años que fueexpulsado de la universidad por no ir a susclases. Después de una semana, los guardiasde la universidad lo encontraron en ellaboratorio de computación del campus, endonde había estado conectado a la red durantesiete días consecutivos; algunos inclusoconfesaron que usaban Internetcomo un sustituto para la bebida o las drogas.El grupo, cuya edad media era de 35años, admitió que la medicación suministradapara mitigar la ansiedad les ayudabaa controlarse. Vemos pues que Internet,ahora que empieza a implantarse masivamente,puede tener consecuencias inesperadassobre la sociedad.En España hay 9 millones de usuariosde Internet, de los cuales más del 6% hacenun uso patológico de la Red.Según el Dr. F. Alonso-Fernández el perfildel adicto a Internet suele ser el de un joven entre 18 y 35 años, varón, con pocohábito de comunicación, impulsivo, y conbaja autoestima y un soporte sociofamiliardébil. Normalmente llega a la consulta estimuladopor su pareja o familia, pero muypocas veces por iniciativa propia. Como encualquier otra adicción, el reconocer que setiene un problema es lo más difícil y, eneste tipo de dependencia, se corre el riesgode convertirse en lo que el Dr. Alonso-Fernándezdefine como un “adicto invisible”, lque supone una gran preocupación.El Dr. E. Echeburúa ha pronosticado queen los próximos años aumentará el númerode adictos a la red informática, “ya que el‘boom’ de Internet no ha entrado todavía enEspaña” y añadió que en Estados Unidosya se han creado grupos de apoyo paraRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


278 Mª Consuelo Llinares Pellicer y Mercé Lloret Boronatadictos a Internet, que se ofrecen desde lapropia red.En opinión de José María Prieto, profesortitular de Psicología de la UniversidadComplutense de Madrid y especialista enlas reacciones psicológicas del hombrefrente a las máquinas, el tratamiento paralos adictos a Internet es relativamente sencillo,ya que se trata de cambiar sus esquemasde vida. Pero la verdadera cuestión,según este psicólogo, es llegar a saber queproblemas le han llevado a esa situación,ya que tras esta adicción se esconden problemasmás graves.Los adictos a Internet, concluyó este psicólogo,se reconocen por varios síntomascomo el exceso de irritación si el sistemade conexión falla o el interés desmesuradoen escribir mensajes y responder a los recibidos,además del tiempo desmesurado invertidoa lo largo del día en Internet y el hechode que pospongan, una y otra vez, laúltima desconexión del día. Y es que, y deacuerdo con el psicólogo clínico Pedro Rodríguez,el primer gran problema que seplantea con esta adicción, igual que con lasde otro tipo, es que el sujeto sepa que esadicto. En sus declaraciones a EFE, esteúltimo especialista también señaló que elverdadero problema está en conocer lascausas que han llevado a la persona a estau otra adicción e indicó que existe, no obstante,un perfil de personas propensascualquier tipo de adicción.Estas personas, concluyó, suelen tenerexpectativas muy altas acerca de lo que seespera, en general, de las cosas de la viday son muy dependientes, en el sentido deque necesitan agarrase siempre a algúnobjeto o actividad que les satisfaga.EFECTOS NEGATIVOSUno de los aspectos que diferencian auna adicción psicológica de una adicciónquímica es que la primera no tiene terriblesconsecuencias físicas negativas que puedetener la última. Aun así, en el caso de laadicción a Internet también se han señaladoalgunas consecuencias negativas, sobretodo las derivadas de la privación del sueño(Young, 1999). Ésta se produce por la inhabilidado incapacidad del adicto a cortar laconexión, permaneciendo despierto hastaaltas horas de la madrugada, lo cual podríadar lugar a fatiga, debilitación del sistemainmunitario y un deterioro de la salud.Es evidente que Internet está produciendoun rápido cambio en las costumbres ymodos de vida de las personas, ya que encierto sentido está modificando la forma eque nos relacionamos unos con otros. Unuso exagerado de Internet está asociadocon una disminución en la comunicacióncon los miembros de la familia en el hogar,un achicamiento en el tamaño de su círculosocial y un incremento en su depresión ysoledad.La comorbilidad entre un exagerado usode Internet y el incremento en los nivelesde depresión ha aparecido en varios estudios(Kraut y Cols, 1998; Petrie y Gunn,1998; Young y Rodgers, 1998 b). Sin embargo,existe aún mucha controversia sobresi la depresión es la causa o el efectode la adicción a Internet. Según Pratarelli ycols, (1999) se produce un ciclo vicioso enel que la soledad y la depresión alimentanel uso del ordenador/Internet, y ello lleva auna mayor soledad y depresión. Esto seexplicaría por una conducta compensatoriasegún la cual la actividad de los usuariosse incrementa a medida que aumentan sussentimientos de incomunicación.El medio en el que se desenvuelve laadicción genera también una serie de cambiospsicológicos negativos, consistentesen alteraciones del humor, ansiedad o impacienciapor la lentitud de las conexioneso por no encontrar lo que se busca o aquién se busca, estado de conciencia alterado(total focalización de la atención), irritabilidaden caso de interrupción, incapacidadpara salirse de la pantalla, etc. (Echeburúa,1999).Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Ciberadicción: Los riesgos de Internet 279Los problemas surgidos de la dependenciatranscienden el ámbito de lo intrapersonal.Desde un punto de vista sistémico, losefectos negativos de la adicción se expresanen el ámbito familiar, académico y profesional(Young, 1999). El adicto se aísladel entorno y no presta atención a otros aspectosde las obligaciones sociales (Echeburúa,1999).MECANISMOS PSICOPATOGÉNICOSEl proceso por el cual una persona seconvierte en adicto es siempre una interacciónde factores relativos al objeto de laadicción, a las características de la personaque la hacen vulnerable y al entorno social.Los intentos de determinar las causas de laadicción a Internet deben tener en cuentaque la conducta problema se desarrolla enun contexto virtual que no tiene por qué seguirlas leyes del mundo real.Según Greenfield (1999a), las cualidades de Internet que parecen contribuir alpotencial de la adicción están relacionadascon la velocidad, accesibilidad e intensidadde la información a la que se tiene acceso,de forma similar que la rapidez de absorciónde una droga es directamente proporcionalal potencial adictivo de la misma.La razón de que aparezcan adicciones acomportamientos que no son posibles fuerade la red (adicción a las líneas chat o a losjuegos MUD (Multi Users Dungeons) tieneque ver con esa velocidad, accesibilidad eintensidad de la información. Las relacionessociales son algo que resulta reforzantepara la mayoría de las personas, sin embargo,muchas veces no tenemos libre accesoa ellas por el límite que impone la sociedado nosotros mismos. En las salas dechat se rompen todas esas reglas, una personapuede dirigirse a otra, decir lo que sele antoje, sentirse escuchada, y dejar dehacerlo cuando le apetezca, sin represalias.Algo parecido ocurre en el caso del cibersexo.Un ejemplo que ilustra esta evolución enla fuerza adictiva lo encontramos en elcaso de la adicción a la party line y líneaseróticas. Guerricaechevarria y Echeburúa(1997) señalan varias características relativasal funcionamiento de estas líneas quefacilitan la dependencia: disponibilidad ambiental,refuerzo inmediato, percepción decontrol y gran excitación emocional o sexual.Podemos ver que estas característicasno sólo están presentes en el caso deInternet, sino que aparecen multiplicadas.Otras características que contribuyen a lacapacidad adictiva de la red es el anonimatode las transacciones electrónicas (Youngy Cols, 1999). Este anonimato contribuye aanimar los actos desviados e incluso criminalescomo el visionado de imágenes obscenaso ilegales (ej. pedofilia), proveer ucontexto virtual que permite a los tímidos interactuaren un contexto seguro, facilitar lasinfidelidades vía Internet y permitir la creación de personalidades virtuales dependientesdel estado de ánimo de la persona.MECANISMOS Y REFUERZOSQUE PREDISPONENA LA CIBERADICCIÓNSegún Young (1999) son varios los refuerzosy mecanismos psicológicos que llevana la formación del hábito:Aplicaciones AdictivasLas aplicaciones que más poder adictivotienen son las que permiten al usuario interaccionarcon otros, como los chats y losMUDS.Al parecer lo que diferencia a los usuariosdependientes de los que no lo son, esel tipo de aplicaciones que utilizan. Losusuarios no dependientes usan Internetpara encontrar información y mantener relacionespreexistentes, mientras que los dependientesla usan para socializarse y conocernueva gente, para implicarse en unRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


280 Mª Consuelo Llinares Pellicer y Mercé Lloret Boronatgrupo. De acuerdo con esto se determinantres principales áreas de reforzamiento:a) Apoyo Social.b) Realización sexual.c) Creación de un personaje.a) Apoyo Social. Las visitas continuadasa un determinado Chat o MUD(Multi Users Dungeons) hacen que seestablezca una intimidad con los demásmiembros, alentada por la desinhibiciónque se muestra en la red.Esta desinhibición es consecuenciadirecta del anonimato que proporcionala comunicación mediada por elordenador. Estos grupos llenan la necesidadde apoyo que tenga la personaen situaciones estresantes de enfermedad,jubilación o divorcio.b) Satisfacción Sexual. Muchos chatshan sido diseñados para la interacciónerótica. Estas aplicaciones permitenal usuario elegir la fantasía sexualque le apetezca en el momentocon sólo pulsar un botón; desde lahomosexualidad hasta diversas parafilías,como la pedofília, etc). En estolugares se sienten libres de ataduraspor el anonimato y el sentimiento depracticar “sexo seguro”. Además, personasque se sienten poco atractivasfísicamente se ven liberadas de esteproblema.c) Creación de personalidad ficticia. Internet permite crear una “personalidadvirtual” modificando las propias características físicas que en el mundo realson inamovibles. Por ejemplo, un trabajadorno cualificado, casado y obeso, puede aparecer en la red como unjoven millonario campeón de atletismo.Es una forma de “reinventarse a símismo”, de descubrir necesidades psicológicaspreviamente no afrontadas,enmascarando la inseguridad interpersonal.Dos de estas necesidades psicológicasson: 1. la expresión de unrasgo de personalidad reprimido y 2. lanecesidad de reconocimiento y poder.1) Rasgos de Personalidad emergentes.Internet puede ayudar asacar a la luz aspectos de la personalidadque estaban ocultos oreprimidos, como puede ser laagresividad, el sado-masoquismo,etc. Una vez sacados a la luz, sedebe aprender a incorporarlos a lapropia personalidad, evitando limitaresos roles al ciberespacio yelaborarlos adecuadamente.2) Reconocimiento y poder. Éste esun elemento que se deriva de losjuegos en red, en los que se creaun personaje que va aumentandosu poder a medida que consiguepuntos, pudiendo llegar al lideratode otros jugadores subordinados.Greenfield. D.N. (1999 b) encuentra varios sentimientos que experimentan losusuarios dependientes de Internet y quepueden llevar a la adicción, y éstos son:1. Los adictos informan de una intensaintimidad cuando están conectados.2. Un sentimiento de desinhibición.3. Muchos adictos informan también deuna pérdida de ataduras.4. Sentir que el tiempo se detiene o quepasa muy rápido.5. Sentirse fuera de control cuando seestá conectado.Puesto que hemos analizado las característicasde Internet que pueden llevar a laadicción, cabe preguntarse qué es lo quehace que algunas personas se conviertanen adictos y otros no. Hasta ahora parecehaber quedado claro que Internet en la mayoríade los casos lo que hace es cubrir undéficit en la personalidad del adicto¿POR QUÉ ALGUNAS PERSONASLLEGAN A LA ADICCIÓN?Internet en la mayoría de los casos facilitacubrir o compensar un déficit en la personalidad del adicto. Ya que Internet eseminentemente un instrumento de comuni-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Ciberadicción: Los riesgos de Internet 281cación interpersonal, es en este ámbitodonde el mundo virtual puede convertirseen un sustituto de la vida real para las personascon déficits en habilidades socialestimidez o algún tipo de complejo.La red permite cubrir dos tipos de necesidadesbásicas:1. La estimulación solitaria (búsquedade información, imágenes, sonido,juegos, etc.).2. La búsqueda de interacción social.Hay ciertas características de personalidado estados emocionales que aumentan lavulnerabilidad psicológica a las adicciones.Las personas más susceptibles a estaadicción son aquellas que sufren de depresión,o simplemente aquellos que “quedanatrapados” por las posibilidades que estenuevo mundo presenta.El anonimato que la red ofrece, personificar roles opuestos a los que se viven en lavida cotidiana, dan la oportunidad a estospersonajes virtuales de interpretar sus fantasíasmás íntimas o sus pesadillas másaterradoras.A algunos les permite entablar relacionesque por su inhibición no pueden desarrollaren la vida real, mientras que a otros les proporcionarealizar una serie de fantasías sexuales,que por circunstancias del mundoexterior guardan escondidas en sus mentes.Hay que tener en cuenta un punto muyimportante y es que existe una distanciamuy corta entre el juego y la adicción. Muchasde las personas que entran a Internety a los canales de chat, lo hacen para relajarseo simplemente con fines lúdicos. Percon el tiempo, esta línea puede convertirseen algo más que un juego que envuelve asus personajes en una adicción que a vecespuede resultar nociva para nuestromundo personal, familiar y social.Tabla 1: Factores de riesgo que aumentan la vulnerabilidad psicológica a las adicciones.• Déficits de personalidad Introversión acusada, baja autoestima y nivel alto de búsqueda de sensaciones.• Déficits en las relaciones Interpersonale . Timidez y fobia social.• Déficits cognitivo . Fantasía descontrolada, atención dispersa y tendencia a distraerse.Young y Rodgers (1998a) administraron elcuestionario 16 PF a un grupo de personasauto-seleccionadas, encontrando puntuacionesaltas en términos de confianza en si mismospensamiento abstracto, disconformidad con lasconvenciones sociales, reactividad emocionalhacia los otros y preferencia por las actividadessolitarias. Las personas dependientes de Internetsuelen ser susceptibles, vigilantes y privadas.Esta tendencia a la introversión tambiénfue encontrada por Petrie y Gunn (1998).¿EN QUÉ CONSISTE EL CIBER-ROMANCE?Si es un romance “verdadero” en Internet,la pareja luego querrá conocerse paradesarrollar y satisfacer la relación. Para estaspersonas, Internet fue simplemente unmedio de conocerse. Ésta es una poderosamanera para encontrar gente con interesesy personalidades compatibles.Hay personas que no quieren conocersecara a cara. Éstas prefieren vivir con la fantasía que han creado (consciente o inconscientemente)acerca del ciberamante. La parejapodría estar colaborando en la creaciónde una satisfacción mutua que los retrata demanera diferente a como ellos son en realidadPodrían no querer conocerse porque lafantasía destruiría los hechos de la realidad.Muchas personas buscan la excitación enla fantasía a través de libros, TV, películas oInternet, pero confunden esta fantasía con larealidad. Un ciber-romance es sólo otro tipode “escape de la realidad”, es más interactivo,y por eso mucho más excitante, para esapersona, que los métodos usuales.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


282 Mª Consuelo Llinares Pellicer y Mercé Lloret Boronat¿QUÉ ES EL CIBERSEXO ADICTIVO?Un ejemplo que ilustra esta evolución enla fuerza adictiva lo encontramos en elcaso de la adicción a las líneas eróticas.Las características de funcionamiento deestas líneas que facilitan la dependenciason: disponibilidad ambiental, refuerzo inmediato,percepción de control y gran excitaciónemocional o sexual.Por otra parte, Internet proporciona un contextovirtual que permite a los tímidos introvertidosinteractuar en un contexto seguro, facilitarlas infidelidades vía Internet y permitir lcreación de personalidades virtuales dependientesdel estado de ánimo de la persona.El anonimato de las transacciones electrónicascontribuye a animar la actuaciónde actos desviados e incluso criminales,como observación de imágenes obscenaso ilegales (ej.pedofilia)El cibersexo se ha convertido en un subtipoespecífico de la adicción a Internet. Sestima que 1 de cada 5 adictos está “enganchado”en alguna forma de actividadsexual online (viendo ciberporno y/o enganchadoen el cibersexo).Algunos estudios muestran que los hombresestán más predispuestos a ver ciberpornografia,mientras que las mujereusualmente se enganchan al chat erótico.El modelo ACE de adicción al cibersexoes usado para explicar cómo Internet creaun clima cultural de permisividad que normalmentesirve para estimular y validar comportamientossexuales desviados. El modeloACE; anonimato, comodidad y escape) examinael anonimato de las interacciones onlineque sirven para incrementar la probabilidaddel comportamiento, la comodidad delciberporno y los chats sexualmente orientados,fácilmente disponibles, y finalmente, eescape de las tensiones mentales derivadasde la experiencia, lo cual sirve para reforzarel comportamiento dirigido a la compulsión.• El anonimato de las transaccioneselectrónicas provee al usuario de ungran sentido de percepción de controlsobre el contenido, tono, y naturalezade la experiencia sexual en línea.• A diferencia de las experiencias sexualesreales, una mujer puede rápidamentecambiar de pareja si su ciberamanteno es muy bueno, o un hombrepuede desconectarse después desu orgasmo sin largas despedidas.• Si un hombre secretamente se preguntacomo sería tener sexo con otrohombre y si su mujer siempre ha buscadotratar el sadomasoquismo.• Dentro del contexto anónimo del ciberespacio,los mensajes convencionalesacerca del sexo son eliminados permitiendoa los usuarios interpretar fantasíasocultas o reprimidas en un ámbitoprivado, sin el miedo de ser atrapados.• Para alguien que alguna vez ha tenido curiosidadpor el sadomasoquismo, sexo engrupo, homosexualidad, vouyerismo, el cibersexopermite un modo privado, seguroy anónimo de explorar aquellas fantasías.• Por lo tanto, los individuos que estánmás predispuestos a experimentos sexualesse sienten alentados a engancharseen sus “fantasías validadas”por la cultura ciberespacial.Tabla 2: Signos de riesgo de adicción al cibersexo.• Gastar rutinariamente significativas cantidades de tiempo en salones de chats y mensajes privadocon el único objetivo de encontrar cibersexo.• Sentir preocupación y usar Internet para encontrar parejas sexuales Online.• Usar frecuentemente comunicación anónima para engancharse en fantasías sexuales no realizadastípicamente en la realidad.• Anticipar la siguiente sesión Online con la expectativa de encontrar activación sexual o gratificación• Encontrar que frecuentemente se desplaza del cibersexo a las líneas telefónicas eróticas (o inclusoa reuniones sexuales en la vida real).Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Ciberadicción: Los riesgos de Internet 283• Esconder las interacciones Online de las personas importantes en su vida.• Sentir culpa o pena por el uso de Online.• Accidentalmente activado por el cibersexo al comienzo, y ahora encuentra activación al momentode conectarse.• Masturbarse mientras se está enganchado en un chat erótico.• Menor compromiso con el compañero sexual real, prefiriendo sólo el cibersexo como la principaforma de gratificación• La gente que sufre de una baja autoestima, una distorsión severa de la imagen corporal, una disfunciónsexual no tratada, o una previa adicción sexual tienen mayor riesgo de desarrollar una adicciónal cibersexo.• Particularmente, los adictos al sexo a menudo se dejan llevar por Internet como una nueva y segura salidasexual para satisfacer sus compulsiones sin el costo de las líneas calientes, el miedo de ser vistoen una tienda de adultos, o enfermarse entre las prostitutas.• Rutinariamente gastan significativas cantidades de tiempo en salones de chats y mensajes privadocon el único objetivo de encontrar cibersexo.• Sentir preocupación y utilizar Internet para encontrar parejas sexuales Online.LOS RIESGOS DE INTERNETPese a las infinitas posibilidades quofrece Internet como infraestructura económicay cultural para facilitar muchas de lasactividades humanas y contribuir a una mejorsatisfacción de nuestras necesidades ya nuestro desarrollo personal, el uso de Internettambién conlleva riesgos, especialmentepara los niños, los adolescentes ylas personas que tienen determinados problemas:tendencia al aislamiento social, paradosde larga duración.En el caso de los niños, la falta de unaadecuada atención por parte de los padres(que muchas veces están trabajando fuerade casa todo el día) les deja aún más vía librepara acceder sin control a la TV e Internet,si está disponible en el hogar cuandovuelven de la escuela. Si el ordenador familiarno dispone de filtros que limiten eacceso a las páginas inadecuadas, de formaaccidental o buscando nuevos amigos yestímulos se irán encontrando allí con todaclase de contenidos y de personas. Y loque empieza por curiosidad, puede acabaren una adicción, ya que los niños y los adolescentesson fáciles de seducir.Todas las funcionalidades de Internet(navegación por las páginas webs, publicaciónde weblogs y webs, correo electrónico,foros, chats) pueden comportar algún riesgo,al igual como ocurre en las actividadesque realizamos en “el mundo físico”. En elcaso de Internet destacamos los siguientes:A) RIESGOS RELACIONADOS CONLA INFORMACIÓN. Las personasfrecuentemente necesitamos informaciónpara realizar nuestras actividades,y muchas veces la podemosobtener en Internet de manera másrápida, cómoda y económica que en“el mundo físico”. No obstante hemosde considerar posibles riesgos:1. Acceso a Información poco fiabl .Existe mucha información erróneay poco actualizada en Internet, yaque cualquiera puede poner informaciónen la red. Su utilizaciónpuede dar lugar a múltiples problemas,desde realizar un mal trabajoacadémico hasta arruinaruna actuación empresarial.2. Dispersión, pérdida de tiempo . Aveces se pierde mucho tiempopara localizar la información quese necesita. Es fácil perderse navegandopor el inmenso mar informativode Internet lleno de atractivos“cantos de sirena”. Al final etrabajo puede quedar sin hacer.3. Acceso de los niños a informacióninapropiada. Existen webs quepese a contener información científica,pueden resultar inapropiaRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


284 Mª Consuelo Llinares Pellicer y Mercé Lloret Boronatdas y hasta nocivas; pueden afectara su desarrollo cognitivo yafectivo) para niños y menorespor el modo en el que se abordanlos temas, o la crudeza de lasimágenes (sexo, violencia, drogas,determinados relatos, etc).4. Acceso a información peligrosa.Hay información poco recomendable(pornografía, violencia, todotipo de sectas) y hasta con contenidosconsiderados delictivos queincitan a la violencia, el racismo, laxenofobia, el terrorismo, la pedofilia, el consumo de drogas, participaren ritos satánicos y en sectasilegales, realizar actos delictivos.La globalidad de Internet y las diferentesculturas y legislacionesde los países hacen posible laexistencia; por lo menos temporal,ya que grupos especiales de la policíadedicados a delitos informáticosrealizan actuaciones en el ámbitointernacional) de estas páginaswebs en el ciberespacio.Los primeros riesgos se pueden paliaraprendiendo buenas técnicas para buscarinformación y valorarla con juicio crítico, asícomo adquiriendo hábitos de trabajo en Internetque limiten la tendencia a la dispersiónal buscar contenidos. En cuanto a lossegundos, que afectan sobre todo a losmás jóvenes, exigen una adecuada respuestapor parte de padres y educadoresmediante la instalación de programas deprotección en los ordenadores, que limitenel acceso a determinadas páginas webs yalerten a los niños y jóvenes sobre estosriesgos, explicándoles de manera adecuadaa su edad las razones. Entendemos quelos medios de comunicación social tambiéndeberían alertar a los ciudadanos, en general,sobre estas páginas webs con contenidosilegales y respecto a la convenienciade denunciarlas.B) RIESGOS RELACIONADOS CONLA COMUNICACIÓN INTERPERSO-NAL Las personas muchas veces necesitamoscomunicarnos con personaslejanas o establecer contactossociales. Internet nos proporciona infinidadde canales y oportunidade(e-mail, chats, weblogs) aunque conllevanalgunos riesgos:1. Bloqueo del buzón de correo. Haypersonas que ignorando las normasde “netiquette” (pautas decomportamiento que facilitan laconvivencia entre los usuarios y elbuen funcionamiento de la red) adjuntangrandes archivos a los correossin pedir previamente autorizaciónal receptor del mensaje, con loque acaban bloqueando temporalmentesu buzón de correo.2. Recepción de “mensajes basura”.Ante la carencia de una legislaciónadecuada, por e-mail se recibenmuchos mensajes de propagandano deseada (spam) queenvían indiscriminadamente empresasde todo el mundo. En ocasionessu contenido es de naturalezasexual o proponen oscurosnegocios.3. Recepción de mensajes personalesofensivos. Al comunicarse enforos virtuales, como los mensajesescritos (a menudo mal redactadosy siempre privados del contacto visualy la interacción inmediata conel emisor) se prestan más a malentendidosque pueden resultar ofensivospara algunos de sus receptores,a veces se generan fuertesdiscusiones que incluyen insultos eincluso amenazas. Por otra parte,en ocasiones hay personas queson acosadas a través del e-mail.4. Pérdida de intimidad. A veces,hasta de manera inconsciente alparticipar en los foros, se puedeproporcionar información personal,familiar o de terceras personasa gente desconocida. Y estoRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Ciberadicción: Los riesgos de Internet 285siempre supone un peligro. Tambiénes frecuente hacerlo a travésde los formularios de algunas páginaswebs que proporcionan determinadosservicios gratuitos (buzonesde e-mail, alojamiento depáginas webs, música y otros recursosdigitales.)5. Acciones Ilegales. Proporcionardatos de terceras personas, difundirdeterminadas opiniones o contenidos,insultar, difamar o amenazara través de los canales comunicativosde Internet puedeacarrear responsabilidades judiciales(como también ocurre en el“mundo físico”).6. Malas compañías. Especialmenteen los chats, Muds se puede entraren contacto con personas queutilizan identidades falsas con oscurasintenciones; en ocasionespsicópatas que buscan víctimaspara actos violentos o delictivos, alas que prometen estímulos, experiencias,amistad.Para paliar estos riesgos es convenienteinformar sobre las normas de “ netiquette” yeducar a los usuarios en el uso correcto delos canales comunicativos de Internet, alertándolesdel riesgo de difundir sus datos máspersonales y de las repercusiones legalesque pueden tener sus mensajes y los archivosque se intercambian. Nuevamente estasensibilización resulta especialmente necesariaen el caso de los menores, que resultanmucho más vulnerables, ante las personasque quieran aprovecharse de ellos.C) RIESGOS RELACIONADOS CONACTIVIDADES CON REPERCUSIÓNECONÓMICA (compras y gestiones,envío y recepción de archivos ). El ciberespacioque sustenta Internet esun mundo paralelo en el que se puedenrealizar prácticamente todas lasactividades que realizamos en “elmundo físico”. Y las actividades conrepercusión económica siempre suponenriesgos. En el caso de Internetdestacamos los siguientes:1. Estafas. En las compras y demástransacciones económicas (tiendasvirtuales, bancos, serviciosformativos) que se realizan por Internet,especialmente si las empresasno son de solvencia reconocida,la virtualidad muchas vecesenmascara sutiles engaños yestafas a los compradores.2. Comprar inducidos por una publicidadabusiva. Aprovechando la escasaregulación de las actividades enInternet, las empresas utilizan sofisticados sistemas de marketing paraseducir a los internautas e incitarlesa la adquisición de sus productos.Sus anuncios de reclamo aparecenen todo tipo de webs, y a veces resultadifícil separar los contenidospropios de la web de la publicidad.3. Los menores compran sin autorizaciónpaterna . Niños y jóvenespueden realizar compras sin controlfamiliar a través de Internet,en ocasiones, incluso, utilizandolas tarjetas de crédito de familiareso conocidos.4. Robar. Al facilitar información personaly los códigos secretos de lastarjetas de crédito por Internet, enocasiones, son interceptados porciberladrones y los utilizan para suplantarla personalidad de sus propietariosy realizar compras a sucargo. Con todo, se van desarrollandosistemas de seguridad (firmas electrónicas, certificados digitales) que cada vez aseguran másla confidencialidad al enviar los datos personales necesarios pararealizar transacciones económicas.5. Actuaciones delictivas por violaciónde la propiedad intelectual .Muchas personas, incluso sin serconscientes de ello o de la gravedadde su acción, realizan actosRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


286 Mª Consuelo Llinares Pellicer y Mercé Lloret Boronatdelictivos, violando la propiedad intelectuala través de Internet: búsqueday recepción de programas omúsica con copyright (piratería musical)o software para desactivarsistemas de protección de los productosdigitales, difusión de estosmateriales a personas conocidas.6. Realizar negocios ilegales a travésde Internet . Compra-ventas, subastas,préstamos, apuestas.7. Gastos telefónicos desorbitados .Si se dispone de una conexiónadecuada con tarifa plana que fijel coste mensual por uso de Internet,o el internauta entra de manerainconsciente en páginas enlas que al solicitar un servicio aparentementegratuito le conectan alíneas telefónicas de alta tarifación,las facturas telefónicas puedenproporcionar serios disgustos.Ante la gravedad de estos riesgos y larelativa novedad que supone Internet ennuestra sociedad para la mayor parte delos ciudadanos, entendemos que deberíanhacerse campañas informativas nacionalesa través de todos los medios de comunicación,con una especial incidencia en loscentros docentes. Al mismo tiempo, debeseguir desarrollándose la legislación queregule el uso de Internet y las medidas policialesdirigidas a capturar a los delincuentesdel ciberespacio.D) RIESGOS RELACIONADOS CONLAS ADICCIONES (IAD Internet AddictionDisorder).1. Podemos considerar que una personatiene adicción a Internetcuando alguien que tenía una trayectoriade vida en la que el usode Internet representaba una actividadcompatible con sus relacionespersonales, con su trabajo yno le producía sentimientos deculpabilidad, cambia su comportamientopor un exceso de tiempodedicado a navegar, jugar, comunicarseo comprar por Internet. Elsujeto sufre la pérdida del controlfrente al uso racional de Internet yademás debe percibir que recibeuna gratificación por su conductaExiste un alto nivel de interferenciay de distorsión en la vida personal,familiar y profesional del individuo,y esto se transforma enun problema para el sujeto y laspersonas de su entorno.EVALUACIÓN DE LA ADICCIÓNA INTERNETEl principal obstáculo que podemos encontrarpara detectar la existencia del problemaes la negación. El paciente tiende anegar o minimizar su dependencia de lared, amparándose muchas veces en su utilidad.Por ello, no es fácil que el trastorno sehaga evidente en una exploración inicial.Del mismo modo que en otras adiccionescomo el alcohol y otras drogas o lacompra compulsiva, existen una serie dedisparadores y señales similares en el adictoa Internet, y que debemos evaluar:A.–APLICACIONES. Lo habitual es queel adicto use una aplicación específicaque es la que actúa como disparador. Elpsicólogo, al evaluar, debe examinar suspautas de uso en cada aplicación particular:¿Qué aplicaciones usa en Internet?¿Cuántas horas por semana dedica acada aplicación?¿Cómo clasificaría las aplicaciones de lmás a la menos importante?¿Qué le parece mejor de cada aplicación?Si es difícil saberlo, el psicólogo podríasolicitar un autorregistro para colocarlo allado del ordenador y registrar su uso.B.–EMOCIONES. Los Adictos experimentansensaciones placenteras cuandoestán conectados en contraste a como sesienten cuando están desconectados.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Ciberadicción: Los riesgos de Internet 287Debemos detectar los dos extremos:• ¿Cómo se siente cuando está desconectado?Después debemos determinarsi las respuestas están en un continuode sentimientos negativos (solo,insatisfecho, inhibido, angustiado, frustradoo preocupado).• ¿Cómo se siente cuando está usandoInternet? Respuestas como excitado,feliz, desinhibido, apoyado o deseadoindican que Internet ha modificado eestado de ánimo del paciente.C.–PENSAMIENTOS. El pensamientocatastrófico ofrece un mecanismo de escape psicológico para evitar los problemasreales o percibidos.Los adictos tienden más a menudo a anticiparlos problemas.D.–SUCESOS VITALES. Una personaque no esté satisfecha con alguna área desu vida puede usar Internet como mediopara evitar los problemas u olvidar el dolor,pero cuando se encuentre fuera de la redse dará cuenta de que nada ha cambiado.Es necesario evaluar si el adicto estáusando Internet como medio para evitar unasituación infeliz, como una enfermedad, insatisfacciónde pareja o laboral, desempleo, etc.Uno de los primeros síntomas que notamosse refieren a la gran cantidad de tiempque la persona adicta se pasa en actividadesrelacionadas con Internet. En la evaluacióndebemos determinar si el incremento del usode Internet es algo normal por ser ésta unaherramienta nueva que causa una inicial fascinación,o por el contrario, se ha convertidoen una adicción. En esto es importante eltiempo que hace que se inició el problema.Tabla 3: Modalidades de adicción a Internet.MODALIDADAPLICACIÓNCONTENIDOSAdicción cibersexual. Páginas webs para adultos. Pornográficos o sexualesAdicción a las ciberrelaciones.Compulsiones de la red. Uso obsesivodel ordenador para juegos.Buscadores de Información y “vagabundoselectrónicos”.Grupos de discusión, e-mail,chats, etc.Páginas webs, en la mayoría delos casos comerciales.Robots de búsqueda, FTP,TELNET.Comunicación interactivacon otros usuarios.Juegos de azar, comercio electrónico,subastas.Simplemente navega por la red sinuna meta específica y buscar información sobre un tema de inerés.Es fácil encontrar casos mixtos de genteque utilizan los chats para lograr satisfacciónsexual, o ludópatas que utilizan Internetpara implicarse en juegos de azar; el límitede las modalidades entre sí y con otrostrastornos no está claramente definidoEn la mayoría de estas modalidades loque existe es un trastorno psicológico o carenciaque se expresa a través de Internet.Con el avance de la investigación se haceevidente que la mayoría de las veces la adiccióna Internet no es sino un trastorno secundarioa otros como la fobia social, depresión,adicción al sexo o las diversas parafiliasSi en la evaluación se detecta alguno deestos trastornos, el psicoterapeuta debedecidir cuál es el trastorno que merece unaatención prioritaria.Internet puede fácilmente ser el objetivode comportamientos obsesivo/compulsivos,reforzados por la gran cantidad de recursosque se encuentran en la red para alimentarotras adicciones o compulsiones.INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓNPara la evaluación del problema de adiccióna internet, además de la entrevista psicológicapodemos emplear las siguientestécnicas o instrumentos:Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


288 Mª Consuelo Llinares Pellicer y Mercé Lloret BoronatTabla 4: Internet addiction test (Kimberley y Young).Traducción y adaptación1. ¿Con qué frecuencia encuentra que lleva más tiempo navegando del que pretendía estar?2. ¿Desatiende las labores de su hogar por pasar más tiempo frente a la computadora navegando?3. ¿Prefiere excitarse con fotos o videos a través de Internet en lugar de intimar con su pareja4. ¿Con qué frecuencia establece relaciones amistosas con gente que sólo conoce a través de Internet?5. ¿Con qué frecuencia personas de su entorno le recriminan que pasa demasiado tiempo conectadoa Internet?6. ¿Su actividad académica (escuela, universidad) se ve perjudicada porque dedica demasiadotiempo a navegar?7. ¿ Con qué frecuencia chequea el correo electrónico antes de realizar otras tareas prioritarias?8. ¿ Su productividad en el trabajo se ve perjudicada por el uso de Internet?9. ¿ Se vuelve precavido o reservado cuando alguien le pregunta a qué dedica el tiempo que pasanavegando?10. ¿ Se evade de sus problemas de la vida real pasando un rato conectado a Internet?11. ¿Se encuentra alguna vez pensando en lo que va hacer la próxima ocasión que se conecte aInternet?12. ¿ Teme que su vida sin Internet sea aburrida y vacía?13. ¿Se siente molesto cuando alguien lo/a interrumpe mientras está navegando?14. ¿ Con qué frecuencia pierde horas de sueño pasándolas conectado a Internet?15. ¿ Se encuentra a menudo pensando en cosas relacionadas con Internet cuando no está conectado?16. ¿ Le ha pasado alguna vez eso de decir “ sólo unos minutos más” antes de apagar la computadora?17. ¿Ha intentado alguna vez pasar menos tiempo conectado a Internet y no lo ha logrado?18. ¿Trata de ocultar cuánto tiempo pasa realmente navegando?19. ¿ Prefiere pasar más tiempo online que con sus amigos en la vida real20. ¿Se siente ansioso, nervioso, deprimido o aburrido cuando no está conectado a Internet?Evaluar cada respuesta:1. = Raramente.1. = Ocasionalmente.2. = Frecuentemente.3. = Muy a menudo.4. = Siempre.5. = No.Si la puntuación es mayor de 50 es aconsejable que consulte con un especialista (psicólogo), paraque le realice una evaluación diagnóstica, ya que puede estar sufriendo una Adicción a Internet.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Ciberadicción: Los riesgos de Internet 289Tabla 5: Test de adicción a Internet. (Echeburúa, 1999).1. ¿Dedica más tiempo del que cree que debería estar conectado a la red con objetivos distintos alos de su trabajo?2. ¿Piensa que se sentiría mal si redujera el tiempo que pasa en Internet?3. ¿Se han quejado sus familiares de las horas que dedica a Internet?4. ¿Le resulta duro permanecer alejado de la red varios días seguidos?5. ¿Se resienten sus relaciones por estar conectado a la red?6. ¿Existen contenidos o servicios de la red a los que encuentra difícil resistirse?7. ¿Tiene problemas para controlar el impulso de conectarse a la red?8. ¿ Ha intentado, sin éxito, reducir su uso?9. ¿Obtiene gran parte de su bienestar del hecho de estar conectado a la red?Responder por SI o por NO.0 Y 3, es un usuario sin problemas.4 y 6, es un usuario de riesgo.2. Escala de Síntomas, SCL-90-R. (Derogatis,1977), nos permite una evaluacióngeneral de síntomas psicopatológicos.3. Escala de Inadaptación (Echeburúa,1995), que mide la adaptación en diferentesáreas de la vida cotidiana.4. Escala de Autoestima (Rosenberg,1965), que evalúa el sentimiento desatisfacción que una persona tieneconsigo misma.5. Autorregistro diario de conexión a Internet,que se empieza a aplicar desdela línea de base hasta la finalizacióde la intervención, y que recoge la actividadrealizada y el tiempo de conexiónempleado (en minutos/día: Autoobservaciónmediante catálogo deconductas por intervalo momentáneo).6. Autorregistro de conexión a Internet,en el cual quedan reflejados la hora dconexión, el tiempo de conexión, lasemociones y pensamientos despuésde la desconexión: auto-observaciónmediante escalas de apreciación.TRATAMIENTODejando a un lado la controversia sobresi existe un trastorno de adicción a Interneten sí mismo, lo que parece quedar claro esque existe un incremento en las demandasde ayuda por problemas relacionados conel uso de la red.La dificultad más grande para realizar utratamiento está relacionada con el rechazoo negación del adicto a Internet hacia elproblema. De la misma manera que en elalcoholismo, el adicto a Internet debe comprenderprimero que tiene un problema ycontar con suficiente motivación para buscar ayuda.Muchas personas creen que la únicamanera de superar la adicción a Internetes cortando el modem o tirando el ordenador.Pero esto no sirve de mucho, másaún si tenemos en cuenta que Internet esuna herramienta productiva. Lo importantees encontrar un equilibrio entre el usoeducativo o laboral y el resto de usos y actividades.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


290 Mª Consuelo Llinares Pellicer y Mercé Lloret BoronatPLANIFICACIÓN DEL TRATAMIENTO Y DE LOS OBJETIVOSTabla 6: Objetivos y técnicas.OBJETIVOS1. Descubrir el problema y preparar para elcambio.2. Toma de decisiones y afrontamiento delos problemas.3. Tratamiento psicológico de la Adicción aInternet.4. Problemas Interpersonales.– Entrevista motivacional (consejo, obstáculos, alternativas,empatía, feedback, objetivos y ayudaactiva).– Metáfora del globo azul y metáfora de la balanza.– Hoja de balance decisional.– Entrenamiento en solución de problemas.– Control de estímulos.– Romper hábitos de conexión.– Fijar metas.– Abstinencia de una aplicación particular.– Prevención de recaídas.– Desculpabilizar.– Promover autonomía.TÉCNICASDescubrir el problema y prepararsepara el cambioSegún Miller, W.R. y Rollnick, S (1999)en un primer momento “ la persona” necesitainformación y feedback, a fin de qupueda aumentar su conciencia del problemay su necesidad de cambiar. Dar un consejobasado sólo en lo que debería hacerdesde un punto de vista teórico puede sercontraproducente. Por ello, el primer objetivoterapéutico a plantear será el de colaborarcon el paciente para descubrir el problemay tratar de encontrar respuesta a lasdemandas iniciales que plantea.–¿Por qué, no se ha dado cuenta antesdel problema?–¿Por qué, a pesar de ser consciente deque lo que hace, le está destrozando lavida, no puede dejar de hacerlo?Para intentar encontrar respuesta a estaspreguntas podemos utilizar “la metáforadel globo azul” (Luciano y Cabello, 2001),que se pega en la cara y no deja ver conclaridad ni el propio globo ni lo que hayademás del mismo. Tan sólo hay que cogerloy ponerlo al lado para verlo y podercontemplar otras cosas.Para ilustrar el conflicto de ambivalenciaque suelen presentar muchos adictosa Internet podemos emplear la metáforade la balanza (Miller, W. R. y Rollnick,S.,1999): las personas experimentan motivacionescontrapuestas, ya que existentanto beneficios como costes en ambaspartes del conflicto. Hay dos tipos depeso en ambas partes de la balanza. Unatiene que ver con los beneficios percibidosde un curso particular de acciones(tales como estar continuamente conectadoa Internet). El otro tiene que ver conlos costes percibidos o desventajas de uncurso de acción alternativo (tales comodejar de conectarse). Otro aspecto deesta balanza es el conflicto de aproximación-evitación.A medida que el peso empiezaa ceder hacia uno de los lados, lapersona tiende a resituarse en el ladoopuesto: “No puedo vivir con ello, y nopuedo vivir sin ello”.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Ciberadicción: Los riesgos de Internet 291Asimismo cuando se realiza la hoja debalance decisional se especifica lo que spercibe como beneficioso y lo que se percibe como costos asociados con una conductadeterminada, para aclarar los factoresmotivacionales contrapuestos, y paraestimular la posibilidad de cambio. Los elementosde esta hoja de balance no se sumande una forma sencilla. El valor decada item puede variar a lo largo del tiempo.Los elementos de la lista se agrupanentre sí, y un cambio en uno de ellos significaun cambio en el restoToma de decisiones y afrontamientode los problemasUna de las situaciones que genera másmalestar en los pacientes adictos a Internety que desencadena muchos sentimientos deculpa suele ser la espiral de mentiras en laque suelen caer y en la que se ven frecuentementeatrapados. Por ello, empleamos elentrenamiento en solución de problemascomo método eficaz para que los pacientetomen decisiones para afrontar los problemas.Este procedimiento no garantiza queelijamos la mejor solución, pero aumenta lasposibilidades de hacerlo (Caro, 1997).La solución de problemas implica seguiruna serie de fases progresivas (D´Zurilla,1992):1. Conseguir una buena disposición(Orientación hacia el problema).2. Definir el problema3. Generar soluciones alternativas4. Toma de decisiones. (Valorar y decidir).5. Aplicar y revisar.Para la intervención psicológica de laadicción a Internet empleamos un programade tratamiento de orientación cognitivo-conductual(Echeburúa, 1999). Sin embargo,puesto que en la mayoría de los casos laabstinencia en este tipo de adicción no esposible, (Young, 1999) revisa los modelosde bebida controlada y entrenamiento enmoderación para trastornos alimenticios, yaque Internet parece tener la misma habilidadpara proporcionar alivio emocional, escapemental y maneras de eludir los problemasque tiene el alcohol, las drogas o el juego.Las técnicas que utilizamos son las siguientes:1. Controlar los estímulos vinculados ala adicción. En una primera fase dela terapia evitamos la conexión, perotras un período de abstinencia total,tratamos de limitar el tiempo de conexión(al margen de las obligacioneslaborales) a no más de 120 minutos/ día, atender el correo electrónico1 vez al día y a una horaconcreta, conectarse en compañíasin quitar horas al sueño y eliminarlos pensamientos referidos a la redcuando no se está conectado.2. Romper con los hábitos de conexión.Para ello, promovemos practicarlo contrario en el tiempo de usode Internet. La técnica consiste enromper la rutina para adaptarse a unnuevo horario. Por ejemplo, si lo primeroque hace el paciente al levantarsees chequear el correo, podemossugerirle que lo haga despuésde desayunar; si se conecta al llegara casa, conseguír que se conectesólo después de cenar.3. Fijar metas. Para evitar recaídas,elaboramos un horario realista quepermita al paciente manejar su tiempo(conexiones breves pero frecuentes).El tener un horario flexible puede permitir tener sensación de control.4. Exposición prolongada a los elementossuscitadores del ansia por laconducta adictiva. Evitar los estímuloses insuficiente en la mayoría delos casos, pues el adicto no lo puedemantener indefinidamente, yque aumenta el riesgo de recaídas.La recuperación total se consiguecuando se expone a los indicios deriesgo de forma regular y progresivaRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


292 Mª Consuelo Llinares Pellicer y Mercé Lloret Boronaty es capaz de resistirse a ellos sinescape.5. Interruptores externos. Usar cosasque el paciente tenga que hacer o sitiosadonde ir, como señales que leindiquen que debe desconectar. Paraactivar estas alarmas naturales, puedeusar relojes o alarmas de tiempo.6. Abstenerse de una aplicación particular.En el caso que la aplicaciónmás problemática para nuestros pacientessea los chats, éstos debenestar prohibidos, permitiéndoles conectarseempleando otras aplicacionesde Internet.7. Usar tarjetas recordatorias. Paramantener al paciente centrado en lameta de abstenerse o reducir el uso,podemos pedirle que haga una listade los cinco principales problemascausados por la adicción a Internet,y otra con los principales cinco beneficiosde estar desconectado dInternet o de abstenerse de usaruna aplicación. Podemos transcribirla lista a una tarjeta que pueda llevarconsigo. Le podemos sugerir que lasaque cada vez que piense en usarInternet, y que apunte todos los beneficiosque le ocasionen la abstinencia o reducción de uso así comolos efectos negativos que le causesu uso.8. Desarrollar un inventario personal.Al mismo tiempo que el paciente intentacortar el uso de Internet, podemossugerirle que cultive una actividadalternativa. El paciente debeelaborar un inventario personal delas cosas que ha dejado de hacer acausa de su adicción, para luegoclasificarlas en “muy importante”“importante” o “ no muy importante”.Debemos conseguir que el adictoexamine especialmente las actividades“muy importantes” para que sehaga consciente de lo que ha perdidoy le gustaría recuperar.9. Solucionar problemas específicosDebemos controlar varios aspectosrelacionados con a abstinencia:– Control del ansia por implicarsede nuevo en la conducta.– Control de la depresión.– Control de la ansiedad.– Control de los conflictos interpersonales.10. Crear un nuevo estilo de vida. Loesencial es promover un equilibrioadecuado entre deberes y deseos.11. Prevenir recaídas. Mantener los logrosterapéuticos es más sencillo cuandohay abstinencia total pero, si esto noes posible, el objetivo consistirá en enseñara la persona a usar Internet deforma controlada. Algunas de las estrategiasque podríamos usar son:• Identificar de situaciones de altriesgo.• Respuestas de enfrentamiento asituaciones problema.• Cambiar de expectativas sobre lasconsecuencias de la implicaciónen la conducta adictiva.• Revisar el estilo de vida del paciente.PSICOTERAPIAPsicoterapia IndividualLa adicción a Internet puede consistir sóloen un síntoma o en un trastorno secundario.La depresión, la fobia social o la adicciónal sexo son alguno de los trastornos quepueden ser los responsables de una sobreimplicaciónen la red. En estos casos, eltratamiento específico para estas disfunciones debe ser adaptado al medio en el quese produce, y tratarlo individualmente.Psicoterapia GrupalEl apoyo social de la red contribuye a laadicción de aquellos con estilos de vida so-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Ciberadicción: Los riesgos de Internet 293litarios, por lo que sería conveniente ayudarlesa encontrar un grupo de apoyo quese refiera a su situaciónPsicoterapia FamiliarEs necesaria en aquellos casos en los quelas relaciones familiares se han interrumpidoo han sido afectadas negativamente.La intervención debe centrarse en:• Educar a la familia en lo adictivo quepuede llegar a ser Internet.• Reducir la culpa en el adicto por sucomportamiento.• Promover la comunicación abierta sobrelos problemas premórbidos que llevaronal adicto a implicarse en el abusode Internet.• Animar a la familia a colaborar en larecuperación del adicto, ayudándole aencontrar nuevas ocupaciones, tomándoseunas vacaciones o escuchandosus sentimientos.PREVENCIÓN EN LOS ADOLESCENTESEntre las actividades más comunes en lacomputación los adolescentes prefieren lasiguientes:1. Juegos en red. Son versiones avanzadasde los videojuegos tradicionalesque brindan a los jugadores la posibilidadde armar equipos y jugarunos contra otros desde distintascomputadoras conectadas entre sí.2. Juegos Online. Son similares a los juegosen red, pero en éstos no sólocompiten las personas de un mismociber, sino también aquellas que seencuentran conectadas en las distintaspartes del mundo a través de Internet.3. Chat. Los usuarios se pueden comunicarcon cualquier persona del mundoteniendo sólo una cuenta de correoelectrónico. A la vez pueden versecon cámara Web y hablar por micrófonos.El abuso de tiempo frente a la computadorase produce por problemas afectivos,como la ausencia de los padres, debido aque la mayoría trabaja.Éstos prefieren que sus hijos en lugar destar en la calle jugando, pasen largas horasen un sitio que les agrade y les brindeseguridad, ya sea un ciber o su propia habitación,frente a una máquina.Uno de los datos preocupantes es eltiempo que una persona puede llegar a estarfrente a la computadora. En los menoresde 8 años, se estima que debe ser de 30 a40 minutos; más de una hora es totalmentenocivo para el niño. Pero éstos no siemprecumplen este horario, y suelen estar frentea la computadora unas tres horas seguidas.Adolescentes de 13 y 14 años admitenque si no existieran el chat ni los juegos enred, invertirían el tiempo en hacer actividadesal aire libre, deportes, estar más tiempo conlos amigos y salir con ellos, aprender otroidioma. Otros reconocieron que podrían dormirmás, porque ahora, por culpa de la computadora,cada vez se acostaban más tarde.Consejos prácticos a tener en cuentapor los padres y educadores– Se aconseja tener la computadora enun ambiente familiar, como comedor,biblioteca, para tener más noción deluso, tiempo y material elegido por losniños y adolescentes No es aconsejableen la habitación, ya que se pierdeel contacto con ellos.– En el caso de los ciber, se recomiendadar a los chicos el dinero justo paraque jueguen sólo un par de horas losmayores.– Para los más pequeños, el juego deberestringirse a media hora.– También participar en los juegos conlos niños y/o adolescentes, para saberde qué se tratan y medir mejor su contenidoy efectos.– Conviene que los padres hablen conlos centros educativos para asesorar-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


294 Mª Consuelo Llinares Pellicer y Mercé Lloret Boronatse y conocer cómo se trata el tema enla escuela.– Es recomendable instalar programasprotectores que filtren la informaciónbuscar sitios webs seguros.– Hablar abiertamente con los menoressobre el uso de Internet, su utilidad ysus riesgos. Enseñarles a navegarcon seguridad, explicarles normas básicasde uso y aspectos legales a teneren cuenta.Consejos para los niñosy cibernautas en general– No divulgar información privada personalo de las personas conocidas porInternet.– No enviar fotografías sin el permiso delos padres.– No contestar e-mails que tengan contenidosofensivos o resulten incómodos.– No concertar encuentros con personasconocidas online; Las personasque se conocen online pueden sermuy distintas a lo que parecen (en Interneta veces las personas ocultan suverdadera personalidad).– Si se recibe o se encuentra una informaciónque resulte incómoda, comunicárselaa los padres.ACPI, Acción contra la pornografía infantil2 en uno de sus estudios realizado conjuntamentecon “PROTÉGELES” sobre “seguridadInfantil y costumbres de los menoresen Internet”, resalta que sólo uno decada tres de los menores que utilizan habitualmenteInternet, tiene como objetivoprincipal la búsqueda de información. Lamayor parte, un 66%, lo concibe como unaherramienta de ocio; un 36% se conectafundamentalmente para chatear, otro 17%para jugar y finalmente otro 13% para buscar música.CONCLUSIONESHemos analizado en este trabajo la mayoríade las investigaciones que se hanrealizado hasta el momento sobre la adiccióna Internet. Gran cantidad de estos trabajosson sólo de naturaleza exploratoria odescriptiva.Clínicamente, puesto que ha surgido unademanda real de ayuda, hemos elaboradoalgunos instrumentos de evaluación y técnicasde tratamiento.Debido a la reciente historia de Internet,es un problema de aparición reciente queaún necesita ser estudiado en profundidad.Existen personas que por su trabajo oestudios están en amplio contacto con Internet.Éstas son usuarios normales. Noobstante, existen otras personas que notienen la necesidad de permanecer navegandotanto tiempo, y sin embargo, se hacenadictos a éste, degenerando esto enalteraciones de tipo psicológico (depresión,aislamiento, abstracciones del medio familiaro social en el que se vive).Por lo tanto, el individuo debe ser conscienteque usar Internet para fines de consolación por depresión, o escape de la realidady el contacto físico puede acarrearleproblemas de adicción. La utilización de lasnuevas tecnologías debe ser para el beneficioen la calidad de vida de quienes lautilizan, y no para el aumento de problemasde tipo psicológico y de adaptación a la sociedad.Internet se introduce poco a poco ennuestra vida, y las previsiones es que supresencia sea cada día mayor. Por eso esnecesario que nos anticipemos y aprendamoslo máximo posible sobre cómo Internetpuede tener un impacto negativo en nuestrobienestar psicológico, no sólo desde el puntode vista de la adicción, sino también delos cambios personales y sociales, que puedetraernos la llegada del mundo virtual.2http:/ www. asociación-acpi.org.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


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Psicología Clínica: contenidos y aplicaciones 297PSICOLOGÍA CLÍNICA: CONTENIDOS Y APLICACIONESÁNGEL IZQUIERDO MARTÍNEZ 1ÁNGELES IZQUIERDO DOPFRESUMENEl artículo expone algunas de las bases de la Psicología Clínica, que pueden allanarel camino para su estudio y aplicación y entrelaza sus elementos constitutivos, susfunciones y sus corrientes terapéuticas, para aclarar al profesional las distintas etapasen su formación y la toma de decisiones en su trabajo. Antes de establecer unmarco general de la Psicología Clínica, se mencionan las aportaciones de algunasdisciplinas psicológicas. Las funciones diagnóstica, asesora, pericial y terapéutica,junto con varios principios decisorios en la intervención, constituyen el punto dearranque de la labor del psicólogo clínico. La elección de los métodos terapéuticos seve favorecida por la enumeración y exposición de un gran número de terapias contrastadasque se organizan en seis grandes grupos fundamentales: terapias de orientacióncorporal, cognitiva, expresiva, resolutiva, conductual y grupal. El artículo resaltala importancia de la indicación y del pronóstico, como guía de la actividad delterapeuta. Los autores, a su vez, tratan de encuadrar los contenidos y procesos expuestosdentro de un modelo propio, basado en los procesos psicológicos más decisivos,para el desarrollo de la persona.Palabras clave: Psicología Clínica, funciones clínicas, métodos psicoterapéuticos,grupos de terapias, indicación, formación y actividad del psicólogo clínico.CLINICAL PSYCHOLOGY: CONTENTS AND APPLICATIONSABSTRACTThe article exposes some of the bases of Clinical Psychology, that can smooth theway for their study and application and interlaces their constituent elements, therapeuticfunctions and currents for clarifying to the professional the different stages intheir formation and the decision-making in their work. Before establishing a generalframe of Clinical Psychology, the contributions of some psychological disciplines arementioned.The diagnostic, adviser, expert and therapeutic functions, along with several decision-makingprinciples in the intervention, constitute the starting point of the work ofthe clinical psychologist. Selecting the therapeutic methods is favored by enumeratingand exhibiting a great number of resisted therapies that are organized in six great fundamentalgroups: therapies of corporal, mental, expressive, decisive, behavioural andgroup direction. The article emphasizes the importance of the indication and the prognosis,as a guide of the therapist’s activity. At the same time, the authors try to fit thcontents and processes exhibited within an own model, based on the more decisive psychologicalprocesses for the person’s development.Key words: Clinical psychology, clinical functions, psychotherapeutic methods,groups of therapies, indication, formation and activity of the clinical psychologist .1Angel Izquierdo Martínez. Doctor en Psicología. Universidad Complutense de Madrid. E-mail: aizquier@.edu.ucm.esAngeles Izquierdo Dopf. Licenciada en Psicología. Universidad Autónoma de Madrid. E-mail: angeles.izquierdo@gmail.comRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


298 Ángel Izquierdo Martínez y Ángeles Izquierdo DopfPSYCHOLOGIE CLINIQUE: CONTENUS ET APPLICATIONSRÉSUMÉL´article expose quelques bases sur la Psychologie Clinique,qui peuvent déblayer leterrain pour leur étude et leur application et relie leurs élements, leurs fonctions et leurscourants thérapeutiques et clarifie aux professionels sur les diverses étapes de leur formation et les décisions quant à leur travail Avant d´établir un cadre général sur la PsychologieClinique, des apportations de certaines disciplines psycholochiques sont nommées.Les fonctions diagnostiques, conseillères, expertises et thérapeutiques auprès decertaines décisions de l´intervention constituent le point principal du travail du psychologueclinique. L´élection des méthodes thérapeutiques est appuyée par l´énumerationet et l´ exhibition d´un grand nombre de thérapies contractées qui ont été organisées ensix grands groupes: thérapies corporelles,mentales, expressives, décisives, de la conduiteet du groupe. L´article remarque l´importance de l´indication et du pronostic, commeguide de l´activité du thérapeute. Les auteurs, à la fois, essaient d´encadrer les contenuset processus exposés dans un modèle propre fondé sur le processus psychologique le plusdécisif pour le développement de la personne.Mots clé: Psychologie Clinique, fonctions cliniques, méthodes psychothérapeutiques,groupes de therapies, indication, formation et activité du psychologue clinique.A lo largo de los años setenta del siglopasado, la Psicología Clínica (PC) experimentóun auge vertiginoso, colocándosecasi a la cabeza del resto de disciplinas dela Psicología Aplicada.El motivo de este cambio acelerado podríadeberse a la necesidad perentoria desolucionar unas difíciles condiciones de vida,a la pérdida de unos valores tradicionales,al aumento de los trastornos psíquicospropios de una rápida evolución socialy personal o simplemente a la mejora en laoferta de terapias psicológicas. De ahí, quetodo cuanto se diga en adelante, sólo seráun mero intento de desbrozar y esclarecerun campo cada día más extenso.La PC ha ido desarrollando su propiocampo sobre la base de las aportacionesde las restantes disciplinas psicológicas.La Psicología General le aporta su metodologíay su amplio espectro diagnóstico,desde el examen de las funciones del sistemanervioso central, hasta los más modernostests estandarizados. También leaporta, por ejemplo, sus innumerables experimentosen la psicología del aprendizaje,que han dado pie a una terapia autóctona:la terapia de conducta.El Psicodiágnostico clínico, a su vez, haavanzado, desde la elaboración de un marcogeneral de la personalidad, hasta el estudiopsicopatológico o neuropsicológico dela misma.La Psicología del Desarrollo ofrece a la PClas normas y valores de las conductas y rendimientosesperados, a lo largo de las distintasfases vitales. Tales normas son de granimportancia para aconsejar a padres, niños oadultos, en relación con las medidas psicohigiénicaso sociales que deben tomarse. Lavaloración de la biografía individual y de susdesviaciones psicosociales ayuda, por su parte,a la buena planificación de la terapiaLa PC se ve enriquecida, asimismo, conla Psicología de la Personalidad , a travésde sus modelos explicativos de la construcciónde la personalidad presente y desus correspondientes factores determinantes,tanto endógenos, como ambientales.Sólo habría que pensar, por ejemplo, en lasdimensiones de Cattell y Eysenck sobre lapersonalidad sana y enferma.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Psicología Clínica: contenidos y aplicaciones 299La Psicología Diferencial , que podríaconsiderarse como una rama de la anterior,analiza para la PC las características de losdistintos grupos de personalidad. Un magníficoejemplo de ello serían las investigaciones sobre las diferencias de sexos, basede la práctica terapéutica con las parejasy del tratamiento de los trastornossexuales.La Psicología Social de los grupos transmitelas suficientes hipótesis de trabajo para las distintas formas de terapia grupal ypara la organización de grupos, por ejemplo,en los hospitales o instituciones.La Sociología de la familia, por último,suministra datos valiosos para la terapia yel consejo.Todas estas y otras muchas aportacioneshacen que la PC, junto con sus propiasinvestigaciones, se haya convertido en uninstrumento científico moderno y dinámicocon modelos y teorías muy ambiciosas yuna extensa aplicabilidad empírica.MARCO DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICAPara poder encuadrar de alguna maneralos elementos constitutivos de la PC, estospodrían relacionarse, según el siguientemodelo básico:Figura 1: Elementos constitutivosde la Psicología Clínica.En el centro del modelo se encuentra eltrastorno psíquico . No existe consenso algunoque nos indique, cuándo y a partir dequé grado o nivel una persona puede serdescrita como sana o enferma. Los sabiosintentan acercarse a esa descripción desdetres aspectos: a) desde la media estadística(estar sano o enfermo se corresponderíacon la media de una población con esascaracterísticas); b) desde la norma médica(sano sería lo que funciona correctamente);c) desde la norma cultural (sano sería loque está aceptado por la sociedad y adaptadoa sus reglas). Ni siquiera una combinaciónde las tres normas podría indicarnoscon seguridad, cuándo una persona es“normal”; únicamente las grandes desviacionespueden ser detectadas con algo declaridad.Muy unido al problema de la “normalidad”está el problema de la denominación,clasificación y delimitación de los propiotrastornos psíquicos y de sus síntomas.Tres de los más importantes diagnósticos alos que debe enfrentarse el psicólogo clínicoson: 1) las lesiones orgánicas del cerebro,con el consiguiente retraso mental oevolutivo; 2) las neurosis, como trastornosde la personalidad, mental o ambientalmentecondicionados; 3) las psicosis, comotrastornos graves de la actividad mental ode la vivencia experiencial. Cualquier subclasificaciónde estos trastornos tropiezacon serias críticas, porque apenas existeuna clara independencia de cada uno delos síntomas y eso conduce, a su vez, auna escasa relación entre el diagnóstico decualquier categoría sintomática y su correspondienteplan de tratamiento.De ahí, el gran interés para que el diagnósticono se convierta en una etiqueta, sinoen un intento serio de comprender la naturalezade cada síntoma o trastorno, paraconstruir un buen plan terapéutico. Ésta esuna de las primeras obligaciones de todopsicólogo clínico, sea cual fuere el transfondode su formación teórica o su afiliación terapéutica: conocer la personalidad yRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


300 Ángel Izquierdo Martínez y Ángeles Izquierdo Dopfla “psicología” del cliente. Cuanto más “conozca”el terapeuta a su cliente, mejor podráacercarse a su problemática. Conviene,sin embargo, tener en cuenta que no todaslas corrientes terapéuticas muestran el mismointerés por el conocimiento del cliente.También es necesario anotar que no sóloconviene advertir las desviaciones negativasdel cliente, sino también los ámbitos intactosde su personalidad.En el diagnóstico hay que partir, a suvez, del hecho de que los trastornos psíquicossólo pueden entenderse, dentro delentorno del cliente. En él se incluyen, tantolas personas de su círculo más íntimo(pareja, padres, etc…), como otros gruposen los que el cliente participa (lugar de trabajo,etc…). En algún momento dado, tambiéntendrán que ser incluidas las expectativasy exigencias sociales, dependiendode su necesidad de aceptarlas (por ejemplo,adaptarse a un puesto de trabajo) o deexcluirlas, aceptándose a sí mismo (porejemplo, en la homosexualidad). Por tanto,el diagnóstico y la terapia nunca deben interpretarseindependientemente de su entorno.El apartado más extenso de la PC loconstituyen las terapias. El psicólogo clínicotiene la tarea de ayudar a las personasen la solución de sus dificultades y conflitos. Esto sucede tras el análisis exacto dela cantidad y tipo de dificultades, de acuerdo con los distintos métodos diagnósticos yla acertada aplicación de las técnicas terapéuticaso la necesaria derivación a las institucionessanitarias pertinentes.¿Sería suficiente un solo tipo de terapipara todos estos menesteres? Algunos defensoresde alguna corriente terapéuticaconcreta contestarían afirmativamente. Pero a medida que aumenta la experienciadel psicoterapeuta, más se acomoda éste acada cliente en particular y más amplía susmétodos. En principio, sería bueno que elterapeuta tuviera amplios conocimientos, almenos, de algunas de las terapias consideradaspor los expertos como básicas.En el vértice del triángulo con líneas discontinuasdel modelo, se sitúa la prevención.La PC pecaría de parcialidad, si sólose dedicara a las terapias individuales ogrupales. También la población, en general,debe ser considerada como uno de sustemas primordiales, no en el sentido de “terapia”,sino de “trabajo profiláctico”. Estsucede en forma de discusión o de consejocon padres, alumnos, etc., o también,por ejemplo, en la educación sexual, compensatoria,etc… Este “trabajo profilácticoes todavía escaso, si se tiene en cuentaque resulta mucho más económico, dado elextenso círculo de personas al que puedellegar.Por último, quedan los dos polos mágicos:el cliente y el terapeuta. La buena ysana interacción entre ambos será la basede todo el proceso terapéutico. Para ello, elterapeuta deberá dominar la técnica de laentrevista y poner en práctica los principiosde la comunicación, tanto verbal, como noverbal,acomodándose a los niveles de expresióndel cliente. Referente a la interacciónterapeuta-cliente y al proceso terapéutico,existe la discusión de si el terapeutaha de ser directivo o, por el contrario, nodirectivo.Esta difícil cuestión no sólo dependeráde la terapia aplicada, sino tambiénde la personalidad del propio terapeuta.Al fin y al cabo, el terapeuta, además dser un “técnico” en la materia, sigue siendouna “persona” con sus características típicas,que en un momento dado de la terapiapueden influir tanto o más que los mismos métodos que emplea.FUNCIONES DEL PSICÓLOGO CLÍNICOFunción diagnósticaLa mayor parte de los psicólogos clínicosemplean gran espacio de su tiempo en lalabor diagnóstica, a la que se llega por distintoscaminos y, entre otros, por la anamnesis,los tests y el análisis conductual. To-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Psicología Clínica: contenidos y aplicaciones 301dos los caminos acaban confluyendo en loprocesos de toma de decisiones .La anamnesis intenta conocer lo mejorposible al cliente, antes de la terapia. En laanamnesis somática, se toman, de un lado,datos generales que van, desde los datospersonales, hasta el historial concreto delcliente (enfermedades pasadas, estado actualde salud, sueño, etc…) y, de otro lado,datos particulares, relativos a los síntomasy sus causas. En la anamnesis sociológica,se pregunta por la familia, el oficio, la vivienda, etc… Con frecuencia, es más relevante,en este aspecto, la manera que tieneel cliente de vivir todo ello, que los propiosdatos en sí. La anamnesis biográfices más abierta y con ello más subjetiva; seemplea mucho en relación con los niños, ylos padres suelen ser los encargados deproporcionar los datos.Los tests son instrumentos de medidabastante manejables, con una aplicaciónmuy diversa. Entre los bloques más significativos, a los que se asocia su diagnostico,pueden distinguirse: las funciones y capacidadespsíquicas o psicofísicas (funcionessensoriales, motoras, coordinación, fatiga,concentración, capacidad intelectual, percepción,etc…), las propiedades y estructurasde la personalidad (correlatos psico-fisiológicos, cuestionarios de personalidad,tests proyectivos, etc…) y génesis de losdistintos conflictos y trastorno (tests temáticos,frustración, dibujo y juego libres,etc…). Los tests adquieren connotacionesdistintas, según sea su campo de aplicación.Un test de inteligencia, por ejemplo,tenderá a medir el rendimiento escolar enun colegio, los trastornos de pensamientoen una clínica psiquiátrica o el proceso derecuperación mental en un centro de rehabilitación.El análisis conductual intenta extraer deentre toda la variedad de conductas delcliente aquellos momentos que proporcionanla imagen más exacta de su conductaproblemática. No se trata de aclarar la estructurade la personalidad, sino de registrarla proporción, la intensidad, el proceso,la situación, es decir, las características específicasde la conducta que debe cambiarEste estilo de diagnóstico está más cercade un terapeuta de conducta, que de unpsicoanalista. El análisis suele ordenarseen tres etapas sucesivas: 1) análisis de laconducta sintomática (análisis de cada unode los síntomas y de su interrelación), 2)análisis de las metas (análisis de los condicionamientosactuales y del marco de laconducta, junto con la elección de los principiosterapéuticos), 3) planificación de lterapia (propuesta de medidas concretas,control de su aplicación y métodos para suevaluación y seguimiento). El psicólogo clínico,como puede suponerse, se muestraactivo en todo este proceso.Toda la labor diagnóstica desemboca enuna toma de decisiones sobre la amplituddel trastorno y su consistencia o modificabilidad, sobre la elección del método terapéutico,sobre el transcurso de la terapia,etc… La decisión sobre la recogida de datos,que puede considerarse ya como partedel proceso terapéutico, está precedidade otras decisiones anteriores; por ejemplo,de la pertenencia a una corriente terapéuticaconcreta, que obliga a un tipo particularde diagnóstico, o de las experienciaspersonales del psicólogo clínico, durante suformación universitaria o posterior.Cada psicólogo clínico mantiene, a suvez, sus preferencias en la explicación delas causas, de acuerdo con su modelo terapéutico,y actúa, asimismo, según susacostumbradas estructuras mentales (mentalidad),con el peligro de establecer unprejuicio, en lugar de emitir un juicio. Lafunción diagnóstica debe entenderse, pues,como una ayuda en las decisiones a tomar.La clase y la amplitud del diagnóstico estarándependiendo de la necesidad y característicasde los tratamientos. A veces, laenorme cantidad de tiempo dedicada aldiagnóstico en muchas instituciones apenasse corresponde con las escasas posibilidadesterapéuticas que pueden ofrecer.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


302 Ángel Izquierdo Martínez y Ángeles Izquierdo DopfFunción asesoraEsta actividad no puede separarse en elfondo de las funciones diagnóstica y terapéutica.Podría decirse que es el lazo deunión entre ambas. Una de las tareas primordialesdel consejo es la de informar conclaridad al cliente sobre los resultados delos análisis. Esta información adquiere, a lavez, un carácter terapéutico.El consejo puede dirigirse directamente alinterlocutor (pareja, interés profesional, etc…)o estar pensado para una tercera persona(educación, escuela, etc…). El consejo se corresponde,por lo general, con una situaciónlimitada en el tiempo. El tratamiento, por elcontrario, adquiere un carácter de proceso.En el consejo, se recomiendan conductasconcretas. En la psicoterapia, se intenta cambiarlas motivaciones. Como es lógico, la decisiónde aceptar o rechazar el consejo quedaen manos del cliente. De ahí, la importanciade que este disponga de libertad suficiente, para una colaboración activa en la soluciónde sus problemas. Un psicólogo autoritarioque critica al cliente y le corta la palabrao que intenta convencerle por todos losmedios de sus propias ideas acaba por convertirseen un obstáculo para el cliente. Asesory cliente deben, más bien, elaborar en comúnlas posibilidades y circunstancias de uncambio positivo de conducta.Otro punto central de la situación asesoraes la discusión de las medidas que deben tomarse,que pueden abarcar desde el controlde una conducta concreta, hasta la convenienciade un internamiento. En este aspecto,la PC lucha siempre entre las conclusionesobligadas, derivadas del diagnóstico, ylas posibilidades reales de tratamiento o rehabilitación.Por ejemplo, un joven conflictivdebería ser internado, según el diagnóstico,en una institución pedagógico-psicoterapéutica,pero, en la práctica, es fácil que acabeen la cárcel. La fantasía, la iniciativa propia,la constancia y la resistencia serían algunasde las cualidades del buen psicólogo clínicopara semejantes situaciones.El consejo puede orientarse hacia lossíntomas o hacia las personas y suele tratarlos problemas presentes y actuales. Elmétodo es, más bien, individual y sus metasson también más individuales que sociales.No obstante, existen grupos o instituciones(centros juveniles, asistencia social,pisos de acogida, etc…) que atiendena pacientes potenciales (excarcelados, drogadictos,familias problemáticas, etc…). Elconsejo se entendería, en estos casos, comouna vivencia compartida con esos pacientespotenciales y la elaboración comúnde la problemática correspondiente. El psicólogoclínico ampliaría así los ámbitos tradicionalesde su trabajo, adquiriendo ciertainfluencia sociopolíticaFunción pericialEl psicólogo clínico adopta cada día másuna función pericial . Se le reclama, porejemplo, para la elaboración de dictámenesforenses, para cuestiones de asilo, para establecerel derecho de custodia o de visitasde los hijos de padres separados o divorciados,etc. Este trabajo va acompañadode no pocos problemas.El psicólogo clínico que trabaja como peritodebe cuidar su independencia. Su tareano se centra, por lo general, en aclarar loshechos y contenidos o en aportar nuevaspruebas. El psicólogo está, más bien, obligadoa descubrir las relaciones y condicionamientospsicológicos y sociales. Los diálogos,de suyo, no van dirigidos a buscardirectamente la verdad de los hechos, sinoa conocer mejor la personalidad, la motivacióno el criterio de las personas en cuestión.Podría decirse, en pocas palabras,que el psicólogo como perito no debe atendertanto al qué, sino al cómo.La objetividad, como es natural, es la basede todo el trabajo pericial. La actitud propiadel psicólogo ante un delincuente, un violador,un testigo menor de edad o una víctima demalos tratos puede entorpecer el curso de laexploración y suscitar graves desconfianzasRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Psicología Clínica: contenidos y aplicaciones 303difíciles de desmontar. Para poder salvar situacionescomplicadas o enquistadas, quizáfuera conveniente actuar desde el inicio decada caso o de cada investigación.El psicólogo puede verse influido, asimismo, por la lectura del material elaboradoo por las actas, con peligro de sucumbiral efecto-halo. Podría identificarse, biecon la institución, o bien con la persona estudiada.De todas formas, siempre será difícilalcanzar la neutralidad ideal, absteniéndosede cualquier tipo de influenciasalvando las innegables limitaciones. Noobstante, el psicólogo clínico siempre deberámostrar la suficiente prudencia parcontrastar sus hipótesis y nunca se aventuraráa pisar terrenos que no le son del todopropios, como pudiera suceder con granparte de las exploraciones psicopatológicaspertenecientes a la labor del psiquíatra.Función terapéuticaDentro de la psicoterapia, se encuadraun amplísimo grupo de métodos, puesto enpráctica por médicos, psicólogos, trabajadoressociales y educadores. Los campos deactuación terapéutica se diferencian entresí, de acuerdo con los distintos objetivos deltratamiento y sus correspondientes métodos.Así, por ejemplo, los médicos tratarántrastornos psíquicos o físicos, cercanos a laenfermedad; los trabajadores sociales atenderána las diversas dificultades de adaptación social; los pedagogos resolverán losproblemas de niños y jóvenes y los psicólogosactuarán en uno u otro campo, dependiendode su actividad o especialidad. Unosy otros tratarán de mantener en la personaun equilibrio físico, psíquico y socio-cultural.El gran dilema de la psicoterapia comienzapor el hecho de que el psicólogo clínicono ha adquirido la suficiente formación, parllevar a cabo cualquier tipo de tratamiento.Por otro lado, tampoco suele satisfacerle conel tiempo la simple actividad diagnóstica y,quiera o no, deberá estudiar diversas técnicasterapéuticas. Esto se hace, por lo general,mientras se trabaja y con gran sacrificipersonal y hasta económico (por ejemplo, laformación, como psicoanalista podría durarcinco años o más). Después, y esto es unnuevo dilema, deberá poner en práctica pocoa poco sus conocimientos, sin estar segurode sus capacidades y sin poder elegira sus clientes muchas veces (ver Tabla 2).Uno de los problemas centrales de cualquierpsicoterapia es establer sus metas.Todos los síntomas tienen un historial en elcliente que lucha consigo mismo y sus necesidadespor un lado y, por otro, con lasexigencias de su entorno (familia y sociedad).¿En qué aspecto o momento evolutivose debe intervenir? Ante todo, el psicólogoclínico tratará de librar al cliente de susufrimiento inmediato, bien sea objetivo, osubjetivo. Pero luego, ¿deberá llegar al fondodel problema? ¿Será suficiente con modificar los condicionantes de la vida delcliente? ¿Cuándo puede decirse que elcliente ha adquirido su autocontrol suficiente? Sólo la experiencia del psicólogo clínicopuede ir determinando los niveles, máso menos profundos, a los que debe llegarsu función terapéutica.De suyo, la personalidad del cliente y susintomatología deberían marcar el tipo depsicoterapia que debe aplicarse en cadacaso, pero lo típico suele ser que la mayoríade los psicoterapeutas comiencen a trabajarcon una terapia concreta, por la quesienten una especial inclinación. Con el pasodel tiempo, van recogiendo nuevas técnicasde otras corrientes terapéuticas, hastair alcanzando una “integración personal”de los posibles tratamientos (ver Figura 2 yTabla 2). La práctica se adelanta así a lateoría científica, que apenas dispone de“modelos terapéuticos integrados”.Ante tal cúmulo de psicoterapias, tan difícilesde catalogar (ver Tabla 1), cabe preguntarsepor los factores comunes que posibilitanla eficacia de todas y cada una dellas. Muchos autores enumeran como factorcentral la buena relación terapeuta – cliente.Otras variables intervinientes se refieren a laRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


304 Ángel Izquierdo Martínez y Ángeles Izquierdo Dopfexpectativas de éxito, a la activación emocionalo a las características de los reaprendizajes.Sean cuales fueren estos factores, nocabe duda de que existen algunos principiosgenerales con gran influjo en las terapias yentre ellos, los siguientes (ver Figura 2):Principio de la somatización . Cuerpo yalma son una unidad y dos caminos regiosen la terapia. Actuando sobre el cuerpo (terapiascorporales, motóricas, etc…), puedenmejorarse los estados psíquicos y conlas estimulaciones psíquicas (terapias sugestivas)se puede influir sobre el cuerpoPrincipio del reconocimiento . Toda personaalmacena un sinfín de conocimientosque la terapia ayuda a reconocer y emplearde nuevo. El psicoanálisis, ayuda, porejemplo, a reconocer las energías inconscientes.Por otro lado, las terapias cognitivasse esfuerzan en redefinir las “falsascogniciones. El cliente, por tanto, no solodebe “conocer” su problema, sino “reconocer”también que le pertenece.Principio de la mutación . La experienciacambia a la persona y la psicoterapia producenuevas experiencias. El cliente, porun lado, puede “sentirse él mismo”, porquese expresa y se libera de un peso interior(catarsis) y, por otro, “experimentarse”, porqueacepta como suyos elementos externospoco considerados por él hasta el momento(internalización).Principio de la motivación. La persona seguía por intenciones y metas y, si las veclaras, se dejará llevar por ellas. La psicoterapiapuede obrar antagónicamente inyectándole“ánimos” o “temores”, como intentanlas llamadas terapias asertivas deuna parte o las confrontativas de otra. Elcliente aprenderá así a rechazar unas metasy aceptar otras.Principio del condicionamiento . La vidaes un continuo aprendizaje. La terapia, sobretodo la terapia de conducta se encargaráde modificar los “condicionamientosque rigen las conductas. El cliente unas vecesaprenderá conductas nuevas y otras“desaprenderá” las falsas.Principio de la comunalidad . La sociedad,por su propia naturaleza, influye poderosamente en el individuo. Las psicoterapiasgrupales aprovechan este hecho,bien para “acoplar” al sujeto a la sociedad,o bien para “resaltar” su individualidad frentea la misma.Estos seis principios de influencia terapéutica (con sus dos vertientes) actúan eninnumerables combinaciones, a través tambiénde numerosas técnicas. Tomados ensu conjunto, formarían la base de todo procesoterapéutico. A continuación, hablaremosde algunos grupos de terapias que, enbuena manera, irían en paralelo con losprincipios expuestos.ATabla 1: Métodos psicoterapéuticos en Psicología Clínica (con unautor principal).Terapias de orientación corporalTerapias de orientación cognitivaBiofeedback Stoyva Análisis existencial BiswangerBioenergética Lowen Amicoterapia MitchellAguaenergética Bindrim Aprendizaje adaptativo GottwaldFisioterapia Cordes Experiential focusing GendlinEutonia Alexande Análisis caracterial ReichOrgonterapia Reich Gestalt PerlsRecall-Therapy Kagan Logoterapia FranklTerapia motórica Heyer Racional-emotiva EllisRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Psicología Clínica: contenidos y aplicaciones 305Psicofarmacoterapia Janke Terapia existencial MayRolfin Rolf Stop de pensamientos BainTai Chi Chuan Fu Mao Kun Reatribución GoldfriedMétodo Feldenkrais Feldenkrais Terapia eidética SheikTerapia respiratoria Middendorf Terapia situacional v.WeizsäckerTécnica Alexander Alexander Terapia del entorno WernerTerapia no-directiva RogersTerapia cognitiva BeckTerapia filiaGuerneyTraining emocional IzardTerapia primariaJanovTerapias de orientación sugestivaTerapias de orientación psicodinámicaEntrenamiento autógeno Schultz Psicoanálisis FreudRelajación progresiva Jacobson Psicoterapia compleja JungRelajación activa Faust Psicoterapia individual AdlerHipnosis Erickson Neoanálisis Schultz-HenkeTerapia de autoridad Stransky Escuela de Viena FranklTerapia provocativa Farrelly Escuela de Chicago KohutSocial-influence-therap Gillis Análisis del yo EricksonTerapia del sueño Klaesi Medicina psicosomática AlexanderPsicoterapia racional Dubois Antipsiquiatria LaingProgramación Neuro-Interacción centradaLingüística Bandler en el tema CohnPlacebo Fish Psicoterapia dinámica DührssenMeditación transcendental Maharishi Terapia focal MalanMeditación iniciática Dürckheim Psicodrama MorenoMeditación natural Tilman Autoanálisis HorneyMeditación Zen Massa Psicoanálisis humanista FrommHatha-Yoga Yesudian Terapia familiar analítica RichterTerapias de orientación conductualTerapias de orientación comunicacionalTerapia de conducta Eysenck Análisis transacional BerneCondicionamiento operante Skinner Interacción ritual BachDesensibilización sistemática Wolpe Intención paradójica BatesonModelamiento Bandura Terapia comunicacional WatzlawickTerapia aversiva Jones Terapia comunicacionalPráctica negativa Dunlop breve JacksonAprendizaje incompatible Hart Skriptanalysis EnglishAutocontrolKanferFixed-role-therapyNellyCondicionamiento encubierto Cautela Terapias de orientación resolutivaInhibición reactivaMallesonTerapia de implosión Stampf Counseling LevisFlooding Marks Sensitivity Training DäumlingEntrenamiento asertivo Salter Terapia ocupacional SimonRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


306 Ángel Izquierdo Martínez y Ángeles Izquierdo DopfContratos Ferster Solución de problemas D`ZurillaManejo de crisis Greenstone Training creativo TorranceTerapia de conducta Training maratoniano Shepardintermediaria Arnold Orientación pedagógica BommertTerapia multimodal Lazarus Educación holística SchutzInoculación de estrés Sprafkin Terapia expresiva SchwungAgresión creativa Bach Terapia de la identidad Veel ReuBiblioterapia conductual Glasgow Caracterologia KünkelAprendizaje estructurado GoldsteinAutoinstrucciónMeichenbaumTerapia de esquemas YoungTerapia de Aceptacióny CompromisoHayesTerapia CognitivaInterpersonalSafranMindfulnessKabat-ZinnPsicoterapia AnalíticaFuncionalKohlenbergTerapia Dialéctica Conductual LinehanTerapias de orientación integrativaTerapias especialesTerapia humanista Bühler Musicoterapia TeirichPsicoterapia ecléctica Thorne Terapia grupal BradfordPsicoterapia integrativa Petzold Terapia de pareja StuartPsicosíntesis Assagioli Terapia familiar AckermanPsicoterapia diferencial Quekelberghe Terapia feminista LermanTerapia experiencial Emory Terapia social WronskyTerapia actualizante Shostrom Stressmanagement OlsonTerapia de constructo Nelly Terapia de juego AxlinePsicoterapia funcional Hart Terapia sexual MastersEubiotica Kanders Terapia de alcoholicos HarschTerapia de la realidad Glasser Grupos Balint BalintTerapia familiar múltiple Laqueur Terapia breve BartenAnálisis diferenciativo Peseschkian Autodirección FörsterTerapia sistémica estructural Minuchin IntervenciónTerapia sistémica Palazzoli gerontológica LehrTerapia del entorno CummingPsicoterapiaestacionariaBeeseEye Movement(EMDR)ShapiroHakomiKurtzPsicoterapia positiva SeligmanTerapia transpersonal MaslowSelf Relationship GuilliganTerapia de la esperanza SnyderRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Psicología Clínica: contenidos y aplicaciones 307GRUPOS DE TERAPIASTerapias de orientación corporalEn contraposición a otras muchas terapiasque intentan llegar al mundo interior delcliente a través del diálogo y la conversación,las terapias corporales gozan de una gran inmediatez,porque es el mismo cuerpo el quese “expresa” y “dialoga”. Las reacciones corporalespueden explicar así la propia historiadel sujeto o pueden ser integradas en su vidadiaria. Por ejemplo, con ejercicios corporales,tales como el yoga, la relajación funcionalantes de dormir o los ejercicios de Taichidurante las pausas en el trabajo.Las terapias respiratorias cuidan y refuerzanel ritmo de la respiración, consiguiendoque el cliente se encuentre consigomismo y con sus tensiones y reacciones.El terapeuta, presionando con sus manoso deslizándolas sobre las zonas tensas,favorece una respiración más conscientey equilibrada.Muy emparentado con estas técnicas, sehalla el entrenamiento autógeno. Su autor,Johannes Heinrich Schultz (Schultz, 1959),observó que sus pacientes, al ser hipnotizados,hacían referencia una y otra vez alas sensaciones de pesadez y calor. Estole dió la idea de sugerir él mismo esas sensaciones,para conseguir así (por el caminoopuesto) la relajación propia de una hipnosissuave, a través de seis pasos: ejerciciosde pesadez, de calor, de ritmo cardíaco,de respiración y de sensaciones en elestómago (flexo solar) y en la cabezaUna relajación de gran aplicación y másactiva es la relajación muscular progresivade Edmund Jacobson (Jacobson, 1974).La bioenergética, fundada por WilhelmReich (Reich, 1993, 1995) y más desarrolladapor su discípulo Alexander Lowen(Lowen, 1980, 1988, 1995), parte de la ideabásica de que toda represión produce unatensión muscular y un bloqueo del fluir dla fuerza vital (bioenergía). El terapeutabionergético observa en el cliente las contradiccionesque muestra entre lo que dicey su tono de voz, la expresión de sus ojos,su postura corporal o su mímica. Luego pideal cliente que exprese solamente lo quesu cuerpo le comunica. Para ello, le ayudacon una presión, a veces suave y otrasfuerte, sobre las zonas tensas. Llegado elcaso, podría obligar al cliente a adquirir unaposición corporal forzada (“posición de estrés”),para que, con el dolor, surjan las tensioneslatentes. La bioenergética parece indicadapara los trastornos psicosomáticos ylas reacciones depresivas.En 1940, Gerda Alexander fundaba enCopenhague su escuela de eutonia, para laeducación del ritmo corporal (Alexander,1992). El niño pequeño se mueve armoniosamentecomo los animales, pero con ladisciplina y la sobrevaloración de su adaptacióncognitiva va perdiendo con el tiempoesa armonía. Ejercitando la percepción corporal,se pueden unificar la realidad y limagen que todos tenemos del propio cuerpo,armonizándonos.El método de Moshe Feldenkrais trabaja,al contrario que la eutonia, con instruccionesdirectas (Feldenkrais, 1992, 1995).El paciente debe realizar cada vez másconscientemente un movimiento, hasta queconsigue un ejercicio óptimo. La meta secifra en la economía de movimientos, quedeben realizarse con el mínimo esfuerzo.Este método, de suyo, pertenecería más alcampo de la rehabilitación que al de la psicoterapia.Un ejemplo del empleo de aparataje enterapia corporal es el biofeedback. El aparatoregistra eléctricamente el grado de tensión(EMG, tono muscular) del cuerpo, lopotencia, lo filtra, lo integra y lo devuelve acliente, a través de los auriculares con señalesacústicas y/o también con señales visuales.El cliente recibe ese nivel de la señaly debe aprender a modificarla, relajándose cada vez más. Es como una “prótesiselectrónica”, para conseguir la deseada relajación(Labrador y Vallejo, 1993; Schwart& Andrasik, 2003).Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


308 Ángel Izquierdo Martínez y Ángeles Izquierdo DopfMuchos terapeutas con formación psicoanalistao conductista, por ejemplo, integranen sus tratamientos algún tipo de terapiacorporal. El riesgo del “trabajo corporal”puede estar en que algunos principiantes,o también “charlatanes”, inicien conello serios procesos, sin la suficiente experiencia clínica para llevarlos al buen puertode la curación del cliente.Terapias de orientación cognitivaAnte las muchas posibilidades de actuar,toda persona reacciona, según su propiavaloración cognitiva de las cosas. Las terapiascognitivas intentan descubrir los falsosmecanismos cognitivos que emplea cadacual en sus problemas diarios, para intentarmodificarlos. Más que formar una corriente psicoterapéutica estructurada, estasterapias constituyen una serie de técnicasconcretas muy dependientes de cada unode sus autores fundadores.Un ejemplo sobresaliente es la terapiacognitiva de Aaron Temkin Beck, aplicadaen un principio a pacientes depresivos. Sumeta fundamental consiste en entrenar alos pacientes, para que cambien los pensamientosque sostienen la depresión y suescaso grado de motivación y actividad(Beck, 1983).En una primera fase, Beck trabaja con“medidas conductuales”: moviliza al clientepara que haga un listado de sus actividades,le planifica horarios o le propone pequeñas tareas. Luego, le instruye para queidentifique sus pensamientos automáticosque en el depresivo se convierten, por logeneral, en valoraciones negativas sobresu entorno, su futuro y su propia persona(triada cognitiva). El terapeuta crea con todoeste material una hipótesis que ofrece alcliente, sin imponérsela. Si la mayoría delos pensamientos, por ejemplo, son de rechazo,el terapeuta podrá indicar al cliente,si se experimenta a sí mismo como un “rechazado”y le animará a contrastar esta hipótesisen el futuro. Al mismo tiempo, seentrena al cliente, para que cambie su pensamiento.El terapeuta parte para ello delhecho de que el depresivo atraviesa un “túnel”,es decir, no ve otras posibilidades ydesconoce soluciones alternativas (Beck yFreeman, 2006).El cambio de los pensamientos automáticosllega por tres vías: en primer lugar, elcliente debe contrarrestar la sobregeneralización,que consiste, por ejemplo, en cómointerpreta como rechazo el que alguien seolvide de saludarle (análisis lógico); en segundolugar, debe ajustar sus pensamientosa la realidad, adquiriendo nuevas informaciones,constatando, por ejemplo, si la ausenciade una llamada telefónica se debe,más bien, a un fallo técnico (análisis empírico);por último, debe integrar las consecuenciasprevisibles de su conducta en futurasactuaciones, viendo, por ejemplo, queuna excesiva timidez no ayudará a futuroscontactos sociales (análisis pragmático).El terapeuta ayuda, como se ve, a examinarlos hechos, a valorarlos con objetividady a proyectarlos en el futuro, consiguiendouna “reatribución” en la vida delcliente.Otro ejemplo es la terapia racional-emotivade Albert Ellis (Ellis y Grieger, 1990),con su secuencia A-B-C-D-E en la intervenciónterapéutica. No son los acontecimientospasados (A) los que provocanunas consecuencias emocionales (Ce) oconductuales (Cc), sino que, más bien, sonlos procesos autosugestivos y cognitivosen relación con A los que producen esaconsecuencia (C), sobre todo, los procesosde valoración de ciertos “beliefs” (creencias)racionales (Br) y también de los irracionales(Bi). Estos últimos dan paso a lostrastornos psíquicos.En la próxima fase de la discusión (D),el cliente aprende a reconocer las autoindoctrinacionesilógicas y sus falsas creencias,para luego contrarrestarlas con ideasracionales. La fase E tiene como meta elasentamiento de los efectos emocionales(Ee) y cognitivos (Ec) de la discusión, porRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Psicología Clínica: contenidos y aplicaciones 309medio de una experiencia controlada en elentorno real. La aplicación de esta terapiaes, de suyo, multimodal, ya que el propioEllis distingue dentro de ella una terapiacognitiva, una terapia emocional-evocativay otra conductual (Ellis, 1975).Otra terapia cognitiva de gran aceptaciónes el entrenamiento para la autoinstrucciónde Donald Meichenbaum (Meichenbaum &Goodman, 1969, 1971), pensado en principio,para los niños hiperactivos e impulsivos.En ella, el cliente aprende a dirigir su“diálogo interno”, a “hablar antes de actuar”,elaborando así la solución sistemáticade sus problemas.Las terapias cognitivas se acompañan,con frecuencia, de técnicas “encubiertas”–pensamientos, imaginaciones, fantasias–,como pueden ser el contracondicionamientoencubierto, la sensabilización encubierta,el stop de pensamientos o el control de “coverants”.El autor de referencia en muchasde estas técnicas es, sin duda, Joseph R.Cautela (Upper y Cautela, 1983). Tampocopuede olvidarse la reestructuración cognitivade Marvin R. Goldfried (Goldfried yGoldfried, 1987).Terapias de orientación expresivaExiste una serie de terapias, algo difícilesde catalogar y de denominar, que tiendena manifestar la naturaleza de la propiapersona. Pueden tener su arranque en aspectoscorporales o cognitivos y suelenconducir a fuertes vivencias y hasta “explosiones”emocionales. Desembocan, porlo general, en una “vuelta de la persona haciasí misma” y en su “catarsis”. Cuando setrabaja un proceso psíquico con toda intensidady desde todos sus ángulos, el potencialenergético aflora con rapidez, soltando amarras y tensiones largamenteocultas o ignoradas. Éste es el principio porel que actúan estas terapias, a través delmovimiento, la regresión, el contacto o unacombinación de estos y otros elementosexpresivos.El baile, la danza o la gimnasia tienenefectos terapéuticos en su expresión, lomismo que la pintura. Un ejemplo de regresiónexpresiva es la terapia del grito primigeniou originario de Arthur Janov (Janov,1975). Las terapias de contacto corporal,por su parte, son muy numerosas yen casos concretos pueden llevar hasta eléxtasis.Partiendo de una base distinta y con algode audacia, ya que son terapias catalogadas,a veces, como cognitivas, podemosmencionar aquí la terapia no -directiva deCarl Rogers y la terapia “Gestalt ” de FritzPerls.Rogers, que empezó denominando a suterapia “no-directiva” y más tarde “centradaen el cliente”, propuso en 1957 una seriede variables suficientes y necesarias paralcanzar un buen efecto terapéutico y sugran éxito se debió a su clara elaboraciónde algunos principios relativos a cuatro delos elementos centrales de toda buena terapia:el terapeuta, el cliente, el proceso yla meta del tratamiento (Rogers, 1972).Al terapeuta se le exigen tres cualidadesfundamentales: empatía (el terapeuta ve elmundo como lo ve el cliente, convirtiéndoseen un “reflector” de sus manifestaciones), valoración positiva (calor emocional yaceptación y respeto total hacia el cliente)y congruencia (conducta íntegra del terapeutaante el cliente). Al cliente se le exigeuna gran independencia y ser juez de supropio proceso terapéutico. Este procesoincluye entre 6-25 sesiones con una duraciónde 45 minutos cada una. En ellas, elterapeuta no da consejos, ni interpretaciones,ni intenta reconstruir el pasado o planificarel futuro. Tan sólo se limita a “refljar” los sentimientos y los transfondos emocionalesde las manifestaciones del clienteaceptándolos, aunque sean negativos.En cuanto a las metas, puede decirseque se corresponden con la propia idea dela corriente humanista a la que perteneceRogers: el hombre está marcado por sutendencia a actualizarse y autodesarrollar-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


310 Ángel Izquierdo Martínez y Ángeles Izquierdo Dopfse. La meta de la terapia es una “reorientacióny reorganización del yo (self)” queproporcionan al cliente una personalidad enpleno funcionamiento. De hecho, el acercarel yo-ideal al yo-real se considera comouno de los criterios de éxito de la terapia(Rogers, 1978, 1979).La terapia estaría indicada para conflictos actuales y crisis emocionales y no seríaadecuada, por ejemplo, para neurosisde grado medio o severo, ni para trastornospsicosomáticos. Por otro lado, mantieneunas elevadas exigencias para el terapeuta.Es bastante cuestionable que alguienpueda actuar en todas y cada una delas sesiones con el mismo alto grado de interéso la misma participación emocionalen el mundo del cliente.En los años cincuenta del siglo pasado,Fritz Perls, Paul Goodman y Ralph FranklinHefferline fundaron la terapia “Gestalt” (términosin traducción exacta al español, quepuede entenderse como “forma”, “configuración”, “formación de un todo”) (Perls, Hefferline,Goodman, 2002). En ella, la funciónpsíquica se entiende como un proceso dinámicoque va configurando el campo perceptivo externo y el campo cognitivo-emocionalinterno, partiendo de una necesidadcada vez más consciente. Una vez satisfechaesa necesidad, desaparece esa “Gestalt”y surge otra nueva. Cuando un hombre,por ejemplo, duerme con una mujer, sediluye con el orgasmo la “Gestalt” queacompaña a la excitación sexual (imagende la mujer o fantasías sobre sus zonaserógenas) y entra en acción una nueva“Gestalt” (deseo de diálogo o de relajación)(Perls, 1994; Perls y Baumgardner, 1994).El trastorno psíquico emana, cuando lapersona evita, más bien inconscientemente,aspectos importantes de su propio yo–pensamientos, sentimientos, deseos–,porque le producen dolor y/o miedo. Si lapersona no produce la “Gestalt” adecuada,es decir, la posibilidad real de satisfacersus necesidades psíquicas, nunca podráintegrar esos aspectos en su personalidad.Esos aspectos, por otra parte, limitan la actividaddel individuo, robándole una energía,pendiente siempre de las “tareas inacabadas”(concepto tomado de los experimentosde Zeigarnik).El cliente debe trabajar con sus sensacionesy estados corporales actuales, permaneciendoen el “aquí y ahora” e identificarse con todo ello. En ejemplo del propioPerls, si el cliente sueña siempre con undragón, debe convertirse en ese mismodragón, identificándose con él en sus pensamientos y sentimientos. Así, y en diálogocontinuo con el dragón, irá reconociendoaspectos de su propio yo, que antes nopercibía (Perls, 1974).Si no puede negarse que la terapia“Gestalt” empalma con el psicoanálisis deFreud, al acentuar el significado del sueñy del inconsciente, también puede afirmarse que parte de su técnica emplea la perspectivade la terapia de conducta. La conductaneurótica se considera como unareacción de evitación. Ante ella, el clienteaprende, con la ayuda del terapeuta, a enfrentarsesin miedo a las correspondientes“Gestalten” y vencer así sus síntomas.La “Gestalt” se emplea, hoy en día, combinadacon otros métodos –ante todo, elpsicodrama y las terapias corporales–, dentrode grupos asertivos, como los provenientesdel “Human Potencial Movement”,originario de California. De suyo, no se haceun tratamiento grupal como, por ejemplo,en la psicoterapia grupal analítica. Elgrupo, más bien, sirve de transfondo, comoun refuerzo social, que anima al cliente ensu trabajo emocional. La “Gestalt”, en fines una terapia muy intensiva, que no deberíaalargarse demasiado en el tiempo yexige un profundo conocimiento de la psicodinámicade las personas.Terapias de orientación resolutivaToda intervención psicoterapéutica debetender, en último término, a independizar alcliente del terapeuta. Una terapia sería re-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Psicología Clínica: contenidos y aplicaciones 311lativamente infructuosa, si el cliente aprendieracon el tiempo a realizar sus metas,dentro del “setting” con el psicoterapeuta yluego no estuviera en disposición de transferiresas experiencias a su vida normal.Este bloque de terapias, de difícil denominacióntambién, –algunos autores las llaman“terapias de instigación”– ponen suacento precisamente es este punto. El psicoterapeutaelabora con el cliente una seriede ayudas, instrucciones, iniciativas, estímulos,que más tarde deberán ser puestosen práctica por el propio cliente entresesión y sesión. Las sesiones terapéuticassirven, por su parte, como campo abiertopara que el cliente se ejercite, sin temor alguno,adquiriendo, por ejemplo, ciertas habilidadessociales por medio de un juegode rol.Existen, no obstante, algunas terapiasmuy definidas que no pueden ser entrenadas durante la sesión terapéutica. Quizá, elcaso más manifiesto sea el relativo a lotrastornos de la función sexual. Aquí, existenejercicios muy sistemáticos (Masters,Johnson y Kolodny, 1987) para realizar encasa. El psicoterapeuta ayuda a planificarlos, estructurarlos, aclararlos y, llegado elmomento, a discutir y solucionar las posiblescomplicaciones que pudieran surgir.Las terapias resolutivas pueden entendersede manera específica, como técnicbien definida –por ejemplo, la resolución dproblemas– o de manera más amplia, comocualquier método que capacite al clientepara actuar por sí mismo. Por eso, puedenservir de referencia para otras terapiasen los momentos decisivos de los inicios yde su conclusión. Si el cliente se responsabiliza,desde el principio, de la planificación y ejecución de la terapia, su motivaciónpara el cambio será mucho mayor.Las terapias resolutivas tienden aaumentar la colaboración del cliente con laautoobservación, el autorregistro y luegocon pequeñas tareas para casa. Por otrolado, en la fase final de la terapia, el cliente debe adjudicarse, por lo menos, la mayorparte del éxito. Si se mantiene en laidea de que no podrá hacer nada sin el psicoterapeuta,puede darse por segura la recaída.Las terapias resolutivas planificansistemáticamente y con tiempo el paso alentorno natural y asientan, a su vez, la consecucióndel éxito del cliente (el clienteaprende “autoatribuciones” concretas).Las terapias resolutivas están fuertementeinfluenciadas, en sus fundamentoteóricos, por los modelos de autocontrol(Kanfer y Goldstein, 1987), que capacitanal cliente, para cambiar su propio entorno ycontrolar con ello su conducta. El control dela conducta propia se ejecuta de modo similara como se efectúa el control de laconducta ajena, bien modificando sus antecedentes (planificación ambiental), o biereorganizando las consecuencias (programaciónconductual). Para ello, existen, porun lado, las técnicas de control de estímulosy los contratos de contingencias y, porotro, el autorrefuerzo y el autocastigo.Una técnica de amplísima aplicación esla resolución de problemas (D`Zurilla &Goldfried, 1971), que consta de los siguientespasos: 1) Orientación general, enla que se incita a considerar las situacionesproblemáticas como algo normal de la vida,que pueden ser dominadas, si no se actúaimpulsivamente. 2) Definición y formulaciódel problema en términos conductuales, 3)Generación del mayor número posible dealternativas, que no deben ser evaluadasde momento. 4) Toma de decisiones, eligiendola alternativa más económica, encuanto a tiempo, energía, etc., y considerandosus consecuencias a corto y medioplazo. 5) Evaluación , siguiendo el modeloTOTE (Miller, Galanter & Pribram, 1960).Los autores suelen recomendar esta técnicatambién para las “situaciones de crisis”.Existen, a su vez, programas paralelos muyválidos para el trabajo con niños o con susfamilias (Spivack & Shure, 1974).Un campo terapéutico con muy diversasramificaciones lo constituye el entrenamientoen habilidades sociales , derivado,Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


312 Ángel Izquierdo Martínez y Ángeles Izquierdo Dopfen sus fundamentos, del aprendizaje social(Bandura, 1984). Sus distintas técnicas tienencomo objetivo informar sobre las conductasadecuadas, practicarlas, moldearlasy generalizarlas a nuevos entornos.Las sesiones de trabajo en habilidadessociales suelen seguir el siguiente esquemao parecido: instrucción, modelado, ensayoimaginario, ensayo real, autoevaluacióny feedback, refuerzo y tareas a realizaren ambientes reales. En las sesiones,se elaboran aspectos básicos de la conducta(nivel no-verbal, paralingüístico y decontenidos del habla), afianzando toda lsecuencia conductual, por ejemplo: iniciar,mantener y finalizar una conversación. Edifícil ya encontrar un campo en el que notenga aplicación el entrenamiento en habilidadessociales, desde el clínico, en susorígenes, hasta el laboral, pasando por elpsicosocial, educativo, etc… Conviene tenermuy en cuenta también su eficacia preventiva. De todas formas, su puesta enpráctica exige una estructuración previamuy estudiada, un magnifico dominio deprograma por parte del psicoterapeuta yuna motivación continuada por parte delcliente.Terapias de orientación conductualToda intervención terapéutica debeconcluir con un cambio de conducta, tantointerna (pensamientos, imágenes), comoexterna (acción observable).Visto así,todas las técnicas disponibles podrían llamarseen un sentido amplio “conductuales”.No obstante, las denominamos, dependiendode su origen, su campo de actuación,etc…, o en nuestro caso, de suorientación.La terapia de conducta (behaviour therapy),de origen primordialmente anglosajón,se basa en las teorías del aprendizajey su concepto teórico se deriva del Behaviorismoamericano (Watson) y de la Reflexología experimental rusa (Pavlov). La terapiade conducta es, hoy en día, un variadomosaico de métodos terapéuticos, que,a diferencia de otras técnicas, actúan directamentesobre la conducta que debecambiar, sin introducirse en vivencias pasadasdel cliente y en sus interpretaciones.Se cambia primordialmente el síntoma. Estaconcepción está en crasa contradiccióncon el psicoanálisis, defensor de que lossíntomas pueden desplazarse, pero nuncadesaparecer, mientras no cambie la estructuraneurótica que subyace en la personalidad.De ahí, la dificultad, se dice, de trabajar el ámbito psicosomático desde la terapiade conducta.Uno de los principios fundamentales deestas técnicas es que las conductas, tambiénlas problemáticas, son siempre aprendidas.Por eso, las leyes de aprendizajeque aparecen en las conductas normalestienen también validez para las problemáticasy pueden emplearse para su cambio.Dos metas generales caracterizan a todaesta corriente terapéutica: por un lado,deben modificarse o, en su caso, eliminarselas conductas problemáticas y, porotro, se deben construir o aprender lasconductas que el cliente todavía no poseeen su repertorio. El psicoterapeuta actúabásicamente, por tanto, solucionando oeliminando los falsos empalmes entre estímuloy respuesta (por ejemplo, con la extinción)o creando otros nuevos más favorables.En el primer caso, trabajaría contécnicas como la “desensibilización sistemática”o la “terapia aversiva”, y en el segundocon el “condicionamiento operanteo instrumental”.Con la desensibilización sistemática(Wolpe, 1953, 1993) se trabajan, sobre todo,los miedos (fobias) y temores (temor aanimales, exámenes, contactos sexuales,etc…). Se establece una jerarquía de losmiedos, de menor a mayor, –termómetrode 0 a 100– presentándola de forma imaginariaal cliente, mientras este permaneceen un estado de relajación, por medio, generalmentede la “relajación muscular progresiva”de Jacobson (Jacobson, 1974).Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Psicología Clínica: contenidos y aplicaciones 313La terapia aversiva , que no goza de gransimpatía entre los profesionales, provoca unareacción negativa ante un estímulo placentero.Un ejemplo conocido es la aplicación delos productos químicos emetina y apomorfinque provocan nauseas y vómitos en los alcohólicos.Otro es el shock eléctrico. El castigoeducativo puede considerarse tambiéncomo un tipo sencillo de técnica aversiva.El condicionamiento operante (Skinner,1953,1974) intenta crear y fomentar nuevasconductas, en lugar de las problemáticas ylo consigue, por medio de su reforzamientoy recompensa. Para ello, se necesita unanálisis exhaustivo de los sistemas de estímulo-respuestay una posterior ampliación–generalización– de las nuevas reaccionesal ambiente natural del cliente.La terapia de conducta, por tanto, trabajael síntoma concreto y evita las interpretaciones,porque está dirigida a las conductas“presentes” y se orienta hacia el individuo.El psicoterapeuta, por su parte, debemostrarse en ella muy activo e imaginativo.Terapias de orientación grupalLa terapia grupal se establece como unamedida complementaria de la terapia individualo como intervención independiente.Se lleva a cabo en grupos artificiales –psicodrama, sociograma, terapia grupal analítica,etc….– o en grupos naturales –terapiafamiliar, sistémica, etc…–. Una terapia intermediaentre ambos grupos podría ser laterapia de pareja.Existen diversos argumentos a favor dela terapia grupal. Es una medida “económica”que debe tenerse muy en cuenta en elplano preventivo, cuando se quiere llegar auna numerosa población. El grupo es unmicrocosmos social y un modelo de la vidareal, en el que los clientes pueden interactuarsin ningún temor, dentro de una situación“controlada”. En el grupo, tambiénpueden movilizarse unas fuerzas –cooperación,cohesión, apertura, confianza–, favorecedoras del cambio individual.Paralelamente a las grandes terapias individuales,fueron surgiendo terapias grupales,de acuerdo con la situación del cliente,la situación de las instituciones o la distintacomposición de los grupos. Comoejemplo de la gran variedad existente, podemosmencionar algunos aspectos delpsicodrama y de la terapia familiar.El noruego Theodor Schjelderup-Ebbefue el primero en describir las leyes psicodinámicasque rigen los grupos y, un añomás tarde (1924), el psiquiatra austrohungaro,Jacov Levi Moreno, sin conocer quizáel trabajo del autor noruego, publicabaun artículo sobre el teatro Stegreif de los niñosvieneses, que le serviría de base paradesarrollar su “psicodrama” (1931). Se establecíaasí un empalme entre la psicoterapiainfantil y el psicodrama, entre el juegode rol de los niños y el de los adultos,con la diferencia de que estos dramatizansus conflictos conscientemente y los niñoinconscientemente (Greenberg, 1977).En el psicodrama (Moreno, 1966), se exponenprimero las dificultades y problemade los participantes en el grupo. Luego, seinsta al cliente a elegir una escena conflictiva y representarla con la ayuda de algúnotro miembro (o varios) del grupo. A su lado,se coloca un “yo auxiliar” (psicoterapeuta)que le va insinuando nuevas indicaciones,si se atasca en algún momento. Enuna segunda vuelta, se intercambian lospapeles y el cliente asume el rol de su oponente.A veces, se emplea la técnica de la“silla caliente o vacía” y el cliente va cambiandosu rol, levantándose de su silla ysentándose en la vacía. Para que la dramatizaciónno se convierta en un monólogo,sino en una interacción viva, pueden introducirsenuevas variantes: representaciónimitativa (técnica del espejo) por parte deotra persona, playback, proyección hacia elpasado o futuro, etc. (Moreno, 1961).El mismo Moreno juzga que el efecto terapéuticodel psicodrama descansa, sobretodo, en la catarsis, es decir, en la posibilidadde experimentar y expresar los afec-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


314 Ángel Izquierdo Martínez y Ángeles Izquierdo Dopftos, sin ser castigado por ello (“acting out”).Si en lugar de tratar un conflicto individualse elaborase un conflicto grupal, se estaríhablando del sociodrama.La terapia familiar (Andolfi, 1984) va adquiriendo un auge justificado en los últimotiempos. Las poco más o menos dos docenasde sus conceptos terapéuticos másaceptados podrían resumirse en cinco modalidadestípicas de intervención: 1) métodospara las crisis (con ellos se elaboran conflictos actuales o problemas silenciados, iniciandolas reconciliaciones), 2) métodos paralas estructuras (aquí se intenta aclarar lascomplejas relaciones familiares o las combinacionesde los subgrupos familiares, examinandosu relevancia en los trastornos dela familia), 3) métodos para los procesos (sufunción es descubrir los procesos dañinos enla familia y las lagunas en sus relaciones, desarrollandootros nuevos), 4) métodos de actualización(aquí se reflejan los procesos familiares bajo nuevas condiciones, como lascreadas en la sesión terapéutica), y 5) métodosde ensayo (con su ayuda se pruebannuevas formas de familia).El psicoterapeuta deberá ser suficientemente flexible, para acomodar los distintoejercicios y métodos terapéuticos a las variadassituaciones familiares. La decisiónde si un cliente debe ser tratado en grupoo individualmente dependerá del tipo detrastornos.Un aspecto bastante discutido se refiera la configuración del grup , porque puedealterar su psicodinámica. Los grupos muyhomogéneos suelen entorpecer su marchay se prefieren grupos heterogéneos –sintomatología, género, expresión verbal–, sindiferencias muy pronunciadas en la edad.El número de participantes no debería ser,en general, muy elevado (6-9 personas).Sobre la frecuencia y duración de las sesionestampoco existen unos valores fijosSi quisiéramos resumir y estructurar todoslos principios y grupos de terapias expuestos,podríamos incluirlos en el siguientemodelo (ver Figura 2). Se trata del modelo“ANIMAR” (acrónimo derivado delnombre del autor) que encierra cinco procesospsicológicos básicos: percepción,cognición, emoción, motivación y acción.Estos procesos giran en torno a la situaciónparticular de cada cliente, en una continuainteracción e influjo mutuo (Izquierdo, 19962002, 2005). La interrelación de todos loselementos produce un proceso general quelógicamente se inicia con la percepción, perocualquiera de los elementos puede erigirsecomo su “detonador”. Estos elementosy sus procesos pueden ser considerados,a su vez, como fundamento de la personalidady de su desarrollo. El psicólogoclínico deberá también estudiarlos muy afondo, para alcanzar un buen fin en su trabajo terapéutico. La psicoterapia, en el fondo,no debe sanar sólo síntomas, sino personas,para no correr el peligro de convertira los sujetos en objetos. Todo ello obliga,como decimos, a un profundo conocimientode la personalidad y de su dinámica.Gran parte de este conocimiento vienedado por el estudio de la teoría psicoanalítica,merecedora de un apartado propioque desarrollaremos a continuación.Figura 2: Integración de principiospsicoterapéuticos y grupos de terapiasen el modelo “Animar”.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Psicología Clínica: contenidos y aplicaciones 315El psicoanálisisEl psicoanálisis es tan complejo quepuede entenderse como una teoría de lapersonalidad, una teoría de la neurosis,una teoría socio-cultural o una teoría terapéutica,que es la que interesa en nuestrocaso. De todas formas, Freud debe estudiarsesiempre dentro de su época victorianay del marco de sus propias terapias,relacionadas con trastornos histéricos ensu mayoría. Es indispensable, a su vez, estudiara Freud, dentro de su propia evolución(Jones, 2003).El núcleo de su teoría terapéutica es lareelaboración, más bien emocional que intelectual,de los pensamientos, sentimientosy vivencias inconscientes que conduciráa la eliminación de los síntomas. Estostienen su origen en los impulsos reprimidos,con los que el “yo” consciente se protegede los peligros instintivos, sobre todosexuales, en la primera infancia. El “yo” seinterpone así entre el “ello”, la instancia instintiva,y el “super-yo”, la instancia formadapor los controles internalizados, provenientes,sobre todo, de la autoridad de los padres.Estas tres instancias conforman labase de la teoría freudiana de la personalidad.Al principio, Freud –junto con Breuer–trabajaba con la hipnosis, pero, ante las dificultadessurgidas, desarrolló un nuevométodo, para evitar la resistencia de susclientes: la libre asociación, que sigue siendotodavía la técnica estándar en la terapiapsicoanalítica. En ella, se insta al cliente adecir todo cuanto le venga espontáneamenteal pensamiento, aunque le resultemolesto. El psicoterapeuta contribuye aello, evitando toda valoración implícita o explícitade las manifestaciones del cliente–“regla de la abstinencia”–. La ayuda másimportante proviene de la interpretación,que activa la dinámica del proceso analítico.El psicoterapeuta “interpreta” en su debidomomento las producciones inconscientesdel cliente, sus sueños y sus “ocurrencias”,para que las comprenda y vivencie,sin los miedos y temores que le producensu situación conflictiva y sus sentimientos de culpabilidad. El problema centralde la interpretación está, como es natural,en su acierto (Freud, 1982).En el transcurso de la interacción, se llegaa una transferencia del cliente sobre elterapeuta, es decir, a una repetición de lossentimientos, que se activan en relacióncon el terapeuta. Freud la consideró, alprincipio, como un factor distorsionante yluego como material básico del análisis. Enoposición a la transferencia, surge en elpsicoterapeuta la contratransferencia –proyecciónde sus sentimientos, etc… sobre elcliente–. Ante este peligro, Freud exige queel psicoterapeuta haga su propio análisis.De lo contrario, podría estar solucionandosus propios problemas con la disculpa deque realiza una terapia –“ neurosis de lacontratransferencia”–.Según Freud, otros puntos para el análisisde los contenidos inconscientes son lossueños (la vía regia), en los que la censuradel “yo” y del “super-yo” se debilita; loslapsus linguae, en los que el inconscientees más espontáneo y los símbolos en laconducta y en los síntomas del cliente, cuyainterpretación abre el camino del inconsciente(Freud, 2000).Aunque es difícil negarle validez al psicoanálisis,no por eso deja de sufrir fuertescríticas. A veces, se le considera más unarte de la interpretación que un métodocientífico. También se cuestiona su valoprofiláctico y terapéutico, debido al esfuerzo que exige, a su coste y también a su duración,elementos que algunos autores intentaneconomizar con las “terapias breves”.Nuevas discusiones surgen con los criteriosde su eficacia y su indicación. Algunos autores afirman que el psicoanálisissólo está indicado para los clientes integradosen el esquema “YAVIS” – young, attractive,verbal, intelligent, successful–.Han sido bastantes, a su vez, los autoresRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


316 Ángel Izquierdo Martínez y Ángeles Izquierdo Dopfque se han desviado de la teoría analíticade Freud, entre ellos, varios de sus discípulosdirectos. Mencionaremos algunos delos más significativosCarl Gustav Jung fundamenta su teoríade la “ampliación del horizonte existencial”en el inconsciente colectivo (arquetipos)que puede encontrarse en los mitos, religiones,fábulas, cuentos de hadas, poemasy sueños (Jung, 1997).Alfred Adler defiende en su “psicologíindividual” que el sujeto con “carácter nervioso”intenta cubrir su impotencia y suscomplejos de inferioridad con planes de vidaficticios. El neurótico debe curar sus “sobrecompensaciones” y volver al seno de lacomunidad (Adler, 1975, 1993).Harald Schultz-Hencke establece a la“personalidad inhibida” como el centro desu doctrina sobre la neurosis. La educaciónde esta persona es contradictoria. Por unlado, es condescendiente, llevándole a lacomodidad y, por otra, severa, cortándolesus impulsos. Las inhibiciones pueden conducira “explosiones” ocasionales, comoideas sadistas obsesivas o autodestruccionesmasoquistas (Schultz-Hencke, 1971).Erich Fromm llama a su neoanálisis“psicoanálisis humanista” (Fromm, 1998,2003). Para él, la neurosis es la expresióndel fracaso en el camino hacia la maduraciónpersonal. Desde otro punto de vista,tanto la robotización comunista, comola capitalista, impiden la “orientación productiva”de la persona, que puede conseguirseen el ámbito del sentimiento, a travésdel amor; en el campo del pensamiento,a través de la razón crítica e imaginativay en el de las conductas, por mediodel trabajo creativo y del arte (Silva,2006).Karen Horney (Horney, 2003) resalta porsus aportaciones para el autoanálisis y, sobretodo, por sus psicologías femenina ycultural, opuestas, en el fondo, a muchasde las conclusiones de Freud.Victor Frankl introduce en su “logoterapia”la “intención paradójica” y la “dereflexión” (Frankl, 2003). El sentido de la vidaes el centro de su análisis existencial, dedicadoa estudiar la biografía de la personacon sus limitaciones y sus posibilidades(Fizzotti, 2006).Erik Erikson es el fundador del “análisisdel yo”. Gran parte de su obra se ocupa delas crisis de identidad. La identidad del “yo”es para él la experiencia de la continuidadpersonal y se basa en ocho factores (ochoedades del hombre), que componen las“experiencias básicas”. Estas se desarrollan,a su vez, por medio de la “confianzprimigenia” (básica), proporcionada fundamentalmentepor la madre (Erikson, 1974,1983, 2000).Heinz Kohut aparece como el máximorepresentante de la “Escuela de Chicago”.Kohut propone, como temas centrales, elproceso del “encuentro consigo mismo” y laorganización del “yo”. El gran problema secentra en el paso del “narcisismo primario”del niño a la “autonomía secundaria” deladulto (Kohut, 1977, 1980, 1986).INDICACIÓNLos métodos terapéuticos, afirman muchosautores, deberían orientarse por losproblemas, caracterizados por un estadoinicial que el cliente describe como trastorno,desviación, enfermedad, etc… sinllegar a precisarlos, a veces, del todo. Alotro extremo, se encuentra el estado final,la meta, descrita con frecuencia por elcliente negativamente (no tener más miedos,no sufrir más obsesiones, etc…).Formular una meta adecuada puede convertirseen la primera dificultad de una terapia.El terapeuta, contando con el gran arsenalde métodos existente, deberá elegiraquella técnica que mejor salve la distanciaentre uno y otro estado, y que mejor seadapte al cliente, sin producirle efectos secundariosnegativos. Para este proceso dedecisión, no existen criterios seguros, sinoRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Psicología Clínica: contenidos y aplicaciones 317sólo probabilísticos. Por eso, toda planificación debe ir acompañada de una continuavigilancia (diagnóstico concomitante)para, llegado el caso, modificar la terapicon medidas más diferenciadas. En todoello, no debe olvidarse que un equipo multidisciplinarserá casi siempre la mejor delas ayudas para establecer una indicaciónrelativamente racional.Una buena indicación debe acompañarsede un buen examen de los pronósticos.En general, cuanto más duradero es unsíntoma, peor es su pronóstico. Otro criterioes la relación que el cliente mantienecon su propio síntoma. La pregunta obligadaes: ¿Qué posible beneficio saca el cliente con su síntoma? La contestación puededar, a veces, la clave del problema. Otraclave puede ser la reacción del entorno socialante el síntoma. Otros factores seríanla edad y las características cognitivas delcliente. Pueden existir, a su vez, elementosexternos, accidentales si se quiere, que entorpecenel pronóstico, como las distancias,la falta de tiempo o el coste económico dela terapia.Además de todo lo dicho, una indicaciónadecuada debe atender siempre a dos principiosbásicos: 1) Todo método de intervencióndebe fundarse en los conocimientoscorrespondientes de la Psicología (unterapeuta no es un charlatán ni un embaucador).2) Todo método de intervención debeestar contrastado en su eficacia (existesíntomas que se curan mejor con unas técnicasque con otras). Asimismo y aunqueno sea un principio universalmente aceptado,cada vez se aprecia más la tendenciahacia una intervención mínima en la vidadel cliente, es decir, sólo se intentará cambiarel ámbito problemático que el clientecrea oportuno.EL TRABAJO DEL PSICÓLOGO CLÍNICOComo en todo, el primer trabajo del psicólogoclínico comienza consigo mismo ycon su formación permanente, que irá desarrollandosucesivas fases, desde la adquisiciónde la suficiente información,hasta la debida integración de sus conocimientosy tareas terapéuticas. La Tabla2 ofrece un esquema bastante acertadode los pasos que debe dar el psicólogoclínico en su formación y labor terapéutica,desde la exploración, hasta la integración.A la vez, en cada una de las fasesqueda representada una serie de variables,desde la tarea central, hasta loscriterios de eficacia y satisfacción, quevaría de nivel y profundización, de acuerdocon el desarrollo profesional y personaldel propio psicólogo clínico. Las fasesde este proceso de aprendizaje del psicoterapeutatambién podrían quedar representadas,forzando algo su paralelismo,dentro del modelo “ANIMAR”, anteriormenteexpuesto (ver Figura 3).El psicólogo clínico puede actuar en ámbitosmuy diversos. Es frecuente su trabajoen gabinetes de orientación educativa(escuela, familia, jóvenes, niños, etc…), enconsultas para pareja (conflictos de convivencia, disfunciones sexuales, mediación,etc…) y en la solución de trastornos de personalidad(depresiones exógenas, autocontrol,competencias sociales, etc.)Su trabajo en las instituciones clínicas seorienta a trastornos más severos. Puedetrabajar con pacientes con psicosis endógenas(por ejemplo, esquizofrenias) o neurosisprofundas (por ejemplo, compulsiones).En los departamentos de psicosomática,trabajará con trastornos funcionales ycorporales, como asma, úlceras de estomago,anorexias, problemas circulatorios,etc.En el entorno clínico, suele exigírsele ungran conocimiento en el campo psicoanalítico(por ejemplo, conocimiento exhaustivode tests proyectivos). También deberá teneren cuenta la categoría profesional delgrupo en que se integre, ante el que deberádemostrar el alcance de sus capacidadesy el fruto de sus métodos. De lo con-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


318 Ángel Izquierdo Martínez y Ángeles Izquierdo Dopftrario, podría ser falsamente consideradocomo un simple ayudante médico o una“máquina de pasar tests”, dedicado a establecerun diagnóstico tras otro, sin llegar aparticipar debidamente en otra serie de medidasimportantes, como la planificación dlas terapias o la rehabilitación.La actividad del psicólogo clínico serámás completa, si trabaja en el marco de unequipo bien conjuntado, cuyos componenteshan de estar técnicamente cualificadoy tener igualdad de derechos y responsabilidades.El trabajo en común no sólo favoreceráel intercambio de conocimientos yexperiencias, sino que evitará el gran problemadel aislamiento. El psicólogo clínicodebe discutir y contrastar con otros profesionalesel fundamento y alcance de susactuaciones. Esto le ayudará a él personalmentey beneficiará, sobre todo, a suclientes, destinatarios finales de todos suesfuerzos.Tabla 2: Fases y tareas del aprendizaje del psicólogo clínicoAdaptación y ampliación del esquema de Skovholt & Ronnestad (1992).FASETAREACENTRALSENTIMIENTOREINANTEFUENTESDEINFLUJOROLY ESTILODE TRABAJOPROCESODEAPRENDIZAJECRITERIOS DEEFICACIA YSATISFACCIÓNEXPLORACIÓNAprovecharconocimientosSimpatíaLa propia vidaAmistosoSimpáticoInseguroExperiencialConstrucciónde teoríasAceptacióngeneralizadaSin compromisoASIMILACIÓNAsumirinformacionesy aplicacionesmúltiplesEntusiasmoInseguridadSentido críticoAbrumado por elgran número deaspectosimportantesDudando enel intento de unirteoría y práxisElaboracióncognitivaIntrospecciónEnsayo y errorMejora apreciabledel clienteReacciónsupervisoraINTERIORIZACIÓNApertura en elplano teóricoImitación en el planoprácticoProfesionalizaciónDesorientaciónAutoconfianzintermitenteMuy variadas:SupervisiónClienteColegasPropiaexperienciaAdopción dela conductade expertosEstilo algorígidoAutonomía parcialImitaciónde expertosVivenciade métodosVisión complejadel feedback delclienteReacciónsupervisoraCOMPROBACIÓNIr más alláde lo conocidoDesarrollarla autenticidadConfianzy temorSatisfaccióny esperanzaNuevasexperienciasProfesionalizaciónascendenteModificaciódel estilo externoMezcla de rigidezy relajacióninternacontroladaReflexióEstructuraciónAumentode criteriosmás realistasINDIVIDUALIZACIÓNProfundizaren laautenticidadSatisfaccióny disgustoReglas propiasadquiridasInflujoanterioresasumidosEstilo propioprogresivodentrode loslímitesprofesionalesElecciónde métodospersonalesValoraciónpropiaInternalizaciónde criterioscada vezmás realistasINTEGRACIÓNAfirmaciódel estilo propioAceptación Reglas propias Estilo propioMétodospersonalesCreatividadExperienciacontrastadaRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Psicología Clínica: contenidos y aplicaciones 319Figura 3: Paralelismo entre las fasesde aprendizaje del psicólogo clínicoy el modelo “Animar”.REFERENCIASAdler, A. (1975). El sentido de la vida. Madrid:Espasa Calpe.Adler, A. (1993). El carácter neurótico. Barcelona:Paidós.Andolfi, M. (1984). Terapia familiar. Un enfoqueinteraccional. Buenos Aires: Paidós.Alexander, G. (1992). La eutonia: Un camino haciala experiencia total del cuerpo. Barcelona:Ediciones Paidós Ibérica.Bandura, A. (1984). Teoría social del aprendizaje.Madrid: Espasa Calpe.Beck, A. (1983). Terapia cognitiva de la depresión.Bilbao: DDB.Beck, A. y Freeman, A. (2006). Terapia cognitivade los trastornos de la personalidad. Madrid:Paidós.D`Zurilla, T. J. & Goldfried, M. R. (1971). Problemsolvingand behavior modification. Journalof Abnormal Psychology, 78, 107-126.Ellis, A. (1975). Razón y emoción en psicoterapia.Bilbao: DDB.Ellis, A. y Grieger, R. (1990). Manual de terapiaracional emotiva. Bilbao: DDB.Erikson, E. (1974). Identidad, Juventud y Crisis.Buenos Aires: Editorial Paidós.Erikson, E. (1983). Infancia y Sociedad. BuenosAires: Hormé-Paidós.Erikson, E. (2000). El ciclo vital completado.Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica.Feldenkrais, M. (1992). Autoconciencia por elmovimiento. Barcelona: Ediciones PaidósIbérica.Feldenkrais, M. (1995). El poder del yo: la autotransformación,a través de la espontaneidad.Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica.Fizzotti, E. (2006). De Freud a Frankl: El nacimientode la logoterapia. México: EdicionesLAG.Frankl, V. E. (2003). El hombre en búsqueda delsentido último. El análisis existencial y la concienciaespiritual del ser humano. Barcelona:Editorial Paidós.Freud, S. (1982). Obras completas. Buenos Aires:Amorrortu.Freud, S. (2000). La interpretación de los sueños.Madrid: Biblioteca Nueva.Fromm, E. (1998). ¿Tener o ser? México: Fondode Cultura Económica.Fromm, E. (2003). El arte de amar. Barcelona:Editorial Paidós.Goldfried, M. R. y Goldfried, A. P. (1987). Métodosde cambio cognitivo. En F. H. Kanfer y A.P. Goldstein (Eds.), Cómo ayudar al cambio enpsicoterapia. Un manual de métodos, pp.123-165. Bilbao: DDB.Greenberg, I. A. (1977). Moreno y el psicodrama:Biografía e historia. Buenos Aires: Hormé.Horney, K. (2003). El proceso terapéutico. Vitoria:Ediciones la Llave-D.H.Izquierdo, A. (1996). Las zonas vitales de la personalidad.Madrid: San Pablo.Izquierdo, A. (2002). Temperamento. Carácter.Personalidad. Una aproximación a su conceptoe interacción. Revista Complutense deEducación, 13, 617-643.Izquierdo, A. (2005). Personalidad: Aproximaciónteórico-práctica a algunos de sus conceptos ysistemas psicológicos constituyentes. Revistade Psicología y Educación, 1 , 181-202.Jacobson, E. (1974). Progressive Relaxation.Chicago: The University of Chicago Press,Midway Reprint.Janov, A. (1975). El grito primal. Buenos Aires:Sudamericana.Jones, E. (2003). Vida y obra de SigmungFreud. Barcelona: Editorial Anagrama.Jung, C. G. (1997). Teorías del psicoanálisis.Barcelona: Plaza y Janés.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


320 Ángel Izquierdo Martínez y Ángeles Izquierdo DopfKanfer, F. H. y Goldstein, A. P. (1987). Cómoayudar al cambio en psicoterapia. Un manualde métodos. Bilbao: DDB.Kohut, H. (1977). Análisis del self. Buenos Aires:Amorrortu.Kohut, H. (1980). La restauración del sí mismo.Buenos Aires: Editorial Paidós.Kohut, H. (1986). ¿Cómo cura el análisis? BuenosAires: Editorial Paidós.Labrador, F. J. y Vallejo, M. A. (1993). Técnicasde biofeedback. En F. J. Labrador, J. A. Cruzadoy M. Muñoz (Eds.), Manual de técnicasde modificación y terapia de conducta, pp.627-655. Madrid: Pirámide.Lowen, A. (1980). Bioenergética. México: Ed.Diana.Lowen, A. (1988). Ejercicios de bioenergética.Málaga: Sirio.Lowen, A. (1995). El lenguaje del cuerpo. Barcelona:Ed. Herder.Masters, W. H., Johnson, V. E. y Kolodny, R. C.(1987). La sexualidad humana. Barcelona:Grijalbo.Meichenbaum, D. & Goodman, J. (1969). Reflection-impulsivityand verbal control of motobehavior. Child Development, 40 , 785-797.Meichenbaum, D. & Goodman, J. (1971). Trainingimpulsive children to talk to themselves:a mean of developing self-control. Journal ofAbnormal Psychology, 77 , 115-126.Miller, G. A., Galanter, E. & Pribram, K. (1960).Plans and the structure of behavior. NewYork: Holt, Rinehart & Winston.Moreno, J. L. (1961). El psicodrama. Buenos Aires:Hormé.Moreno, J. L. (1966). Psicoterapia de grupo ypsicodrama: Introducción a la teórica y la praxis.México: Fondo de Cultura Económica.Perls, F. (1974). Sueños y Existencia. Santiagode Chile: Ed. Cuatro Vientos.Perls, F. y Baumgardner, P. (1994). TerapiaGestalt. México: Arbol Editorial.Perls, F., Hefferline, R. F. y Goodman, P.(2002). Terapia Gestalt. Excitación y crecimientode la personalidad humana. Ferrol:Ed. Sociedad de la Cultura Valle-Inclán.Perls, L. (1994). Viviendo en los límites. Valencia:Promolibro.Reich, W. (1993). La función del orgasmo. Barcelona:Ediciones Paidós Ibérica.Reich, W. (1995). Análisis del carácter. Barcelona:Ediciones Paidós Ibérica.Rogers, C. (1972). Psicoterapia centrada en elcliente. Buenos Aires: Editorial Paidós.Rogers, C. (1978). Orientación psicológica y psicoterapia.Madrid: Narcea.Rogers, C. (1979). El proceso de convertirse enpersona. Buenos Aires: Editorial Paidós.Schultz, J. H. (1959). El entrenamiento autógeno.Barcelona: Ed. Científico MédicSchultz-Hencke, H. (1971). La persona inhibida.Madrid: Razón y Fé.Schwart, M. S. & Andrasik. F. (Eds.) (2003). Biofeedback:A Practioner`s Guide . New York:Guilford.Silva, J. (2006). El humanismo de Erich Fromm.México: Editorial Paidós.Skinner, B. F. (1953/1974). Ciencia y Conductahumana. México: Trillas.Skovholt, T. M. & Ronnestad, M. H. (1992). Theevolving profesional self. Chichester : J. Wiley& Sons.Spivack, G. & Shure, M. D. (1974). Social adjusmentof young children: A cognitive approachto solving realife problems. San Francisco:Jossey-Bass.Upper, D. y Cautela, J. R. (1983). Condicionamientoencubierto. Bilbao: DDB.Wolpe, J. (1953/1993). Práctica de la terapia deconducta. México: Trillas.Recibido: 8 de Octubre, 2008Evaluado: 28 de Octubre, 2008Aceptado: 15 de Noviembre,2008Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Sobre el niño retraído: otro estado del yo apropiado, además del niño sumiso y el niño rebelde 321SOBRE EL NIÑO RETRAÍDO: OTRO ESTADO DEL YO APROPIADO,ADEMÁS DEL NIÑO SUMISO Y EL NIÑO REBELDEJORDI OLLER VALLEJO 1RESUMENEn este artículo su autor vuelve sobre una de sus primeras contribuciones: la descripcióndel aislamiento, al que ahora llama retraimiento, como una forma de adaptaciónpositiva y negativa a las figuras parentales, además de la sumisión y la rebeldíaya sea en la infancia o en la vida adulta. Con una mirada crítica, analiza posibles circunstanciasque han podido repercutir para que el estado del yo Niño Aislado, al queahora llama Niño Retraído, continúe siendo tomado poco en cuenta. También describelas subformas funcionales del Niño, su neurología y su dinámica emocional. Finalmente,describe la positiva utilidad funcional del Niño Retraído.Palabras clave: aislamiento, retraimiento, sumisión, rebeldía, estados del yo, Padre,Adulto, Niño, Niño Cuidado, Niño Retraído, Niño Sumiso, Niño Rebelde, Padre Introyectado,Niño Regresivo, Análisis Transaccional, Psicoterapia Integrativa.ON THE WITHDRAWN CHILD:ANOTHER APPROPIATE EGO STATE, IN ADDITION TO THE COMPLIANTCHILD AND THE REBELLIOUS CHILDABSTRACTIn this article the author returns to one of his first contributions: the description owithdrawal as a positive and negative form of adaptation to parental figures, in addition to submission and rebellion, either in childhood or later in life. With a critical eye,he examines the possible circumstances that have affected why the Withdrawn Childego state is still so rarely taken into account. He also describes the functional subformsof the Child, his neurology and his emotional dynamics. Finally, the positive functionalutility of the Withdrawn Child is described.Key words: isolation, withdrawal, compliance, rebellion, ego states, Parent, Adult,Child, Caregetting Child, Withdrawn Child, Compliant Child, Rebellious Child, IntrojectedParent, Regressive Child, Transactional Analysis, Integrative Psychotherapy.SUR L´ENFANT RENFERMÉ:UN AUTRE ÉTAT DE L´EGO APPROPRIÉEN PLUS DE L'ENFANT SOUMIS ET DE L'ENFANT REBELLERÉSUMÉDans cet article son auteur revient sur une de ses premières contributions: la descriptionde l´isolement comme une forme d'adaptation positive et négative aux figureparentales, outre la soumission et la rébellion, soit pendant l'enfance soit pendant lavie adulte. Avec un regard critique, l´article analyse des possibles circonstances qui1Certificado en Psicología por la UB. Analista Transaccional Clínico Certificado por la ITAA y EATA. Psicoterapeureconocido por la FEAP. jov@transaccional.net http://www.analisis-transaccional.netRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


322 Jordi Oller Vallejoont pu contribuer pour que l´ état de l´Enfant Isolé, qu´à présent, il appelle Enfant Renfermé,continue sans être pris en compte. Il décrit aussi les sousformes fonctionnellesde l'Enfant, sa neurologie et sa dynamique émotive. Enfin, il décrit la positive utilitfonctionnelle de l'Enfant Renfermé.Mots-clé: Isolement, renfermé, soumission, rébellion, états du moi, Parent, Adulte,Enfant, Enfant Pris, Enfant Renfermé, Enfant Soumis, Enfant Rebelle, Père introverti,Enfant régressif, Analyse Transactionnelle, Psychothérapie Intégrative.INTRODUCCIÓNMi primera investigación sobre el conceptode aislamiento, al que ahora llamo retraimiento2 , fue dada a conocer en un artículooriginalmente publicado en inglés en TransactionalAnalysis Journal (Oller Vallejo,1986) de la ITAA y posteriormente, traducidoal español, en TOT AT 3 de ACAT y en laRevista de Análisis Transaccional y PsicologíaHumanista de AESPAT. Se trata de unatercera forma, positiva y negativa, de adaptacióna las figuras parentales, además dla sumisión y la rebeldía. Fue mi primeracontribución al análisis funcional de los estadosdel yo, diferenciado en el Niño Adaptado,además del Niño Sumiso y el NiñoRebelde, el Niño Aislado, al que ahora llamoNiño Retraído (Oller Vallejo, 2001).En base a mi posterior experiencia teóricay práctica, pienso que el término de retraimientoexpresa mejor el sentido de lo que alprincipio llamé aislamiento. De hecho, éstepuede considerarse como la manifestaciónnegativa del retraimiento (tal como se da,por ejemplo, en el autismo y también en losprocesos esquizoides), es decir que comoforma funcional de los estados del yo, elNiño Aislado sería una manifestación siemprenegativa del Niño Adaptado.Pero es difícil que se piense en el NiñoAislado como una manifestación que tambiénpuede ser positiva –y más aún si nossituamos en una cultura como la angloamericana,que valora más participar que aislarse–,mientras que es más fácil entenderque el Niño Retraído puede ser positivo onegativo. Sucede con el término aislamientolo mismo que sucede con el término sumisión,que en español suele interpretarsecomo algo siempre negativo, lo que confrecuencia, por extensión, sucede con elllamado Niño Sumiso.Por otra parte, hay en Análisis Transaccional(en lo sucesivo a veces también utilizarélas siglas AT) temas que se sobresimplificanreiteradamente y que implican descontar la realidad, en el sentido transaccionalde no tomar en cuenta. Así, una y otravez, el que llamo ahora Niño Retraído escasi siempre descontado en los cursos ytextos de AT. O sea, que se repite reiteradamenteconsiderar sólo el Niño Sumiso yel Niño Rebelde, y lo que es aún peor,asignándose Niño Sumiso las manifestacionesque corresponden al Niño Retraído. En2El por qué de este cambio es consecuencia de que cuando escribía el artículo en español y pensando en su traducciónal inglés, dadas mis limitaciones en dicho idioma sólo supe encontrar el término withdrawal como el más aproximadoal concepto que quería identificar. Withdrawal generalmente se traduce por “aislamiento”, de manera queadopté ambos términos, cuando hubiese sido mejor traducirlo por “retraimiento”. Por suerte, en la traducción al francésde mi artículo, publicado en Actualities en Analyse Transactionnelle, muy acertadamente el concepto se tradujopor “le retrait”, es decir, por “el retraimiento”, lo que agradezco al traductor por su intuición y buen entendimiento deltema.3TOT AT era el boletín informativo y técnico que publicaba l’Associació Catalana d’Anàlisi Transaccional –ACAT y delque me hice cargo como Editor durante los años en que fui su Presidente Fundador, cuando ACAT estaba vinculada aEATA.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Sobre el niño retraído: otro estado del yo apropiado, además del niño sumiso y el niño rebelde 323cambio, por ejemplo, es frecuente que elllamado Pequeño Profesor aparezca comouna subforma funcional del Niño Adaptado,lo cual es un error que también se repite,en algún caso incluso favorecido por partede algún destacado teórico del AT (porejemplo, Kahler, 1974). Y es que, desde mipunto de vista, el Pequeño Profesor es unacontribución estructural del cerebro racional(el substrato neurológico de la neopsique),que está presente en todas las manifestacionesfuncionales del estado del yo Niño(incluso, por ejemplo, en las a veces sutilesestrategias de sumisión del Niño Sumiso),pero que en sí mismo no es una forma funcional.Y estas sobresimplificaciones y erroresuceden en presentaciones del AT supuestamentesegún los cánones, pues luego estánlas presentaciones que claramente sealejan de estos, como la que excluye completamenteal enfoque funcional de los estadosdel yo; me refiero en particular al llamado modelo del Adulto Integrado/Integrador(Erskine, 1988; Gobes, 1993; Trautmany Erskine, 1999).No sé cómo ha podido influir en la aceptación del concepto de aislamiento y deNiño Aislado el haber elegido estos términos,pero es obvio que su realidad teórica ypráctica sigue siendo, salvo excepciones,poco tomada en cuenta. Y el hecho es quedesde que escribí el primer artículo sobreel tema hasta la actualidad han sucedidocosas en Análisis Transaccional, algunasde las cuales pienso que en nada han favorecido,ya no sólo tomar suficientemente ecuenta el Niño Retraído, sino incluso, quetodavía es más grave, dar al modelo funcionalde los estados del yo el lugar que lecorresponde en la teoría y práctica del AT.Y estas son las cosas que me propongoanalizar en la primera parte de este artículopor su posible repercusión, presentandoademás en la segunda parte una descripciónde las subformas funcionales del Niño,así como de la utilidad positiva del NiñoRetraído.PARTE ILOS ESTADOS DEL YO SON REALES,NO METÁFORAS REIFICADASLa primera vez que leí que los estadosdel yo no eran reales sino sólo metáforas(Gobes, 1990) y que además estabansiendo “reificadas” (Loria, 1990, 2003), noconocía aún este último término y temíque estaba pasando algo grave con losestados del yo, pensando incluso que talvez yo estaba contribuyendo a ello pese ami trabajo de clarificación sobre los mismos.Y mi preocupación fue a peor cuandoademás me enteré de que se estabacayendo en “hipostatizar” los estados delyo, que después supe que es análogo a lode reificar.¿Y qué es reificar o hipostatizar? Estotérminos –que yo fantaseo como de “dictameninquisitorio” y que tienden a confundirmás que a aclarar– se refieren al procesoresultado por el que un concepto abstracto,hipotético o metafórico, pasa erróneamentea ser considerado teniendo una existenciareal, ya sea como una cosa o como unaentidad, antropomorfizada o no. Respecta la primera posibilidad, viene a ser lo quese entiende por “cosificar”, en el sentido d“convertir a la condición de cosa aquelloque no lo es”.Pero quienes piensan que los estadosdel yo sólo son metáforas y que además,en el peor de los casos, son metáforas reificadas, están perjudicando al Análisis Transaccional,no sólo alejándolo totalmente delenfoque inicial y de lo que fue durante muchosaños, sino “desustanciándolo”, es decir,privándolo de su singularidad y potenciacomo modelo teórico y práctico. Unabuena síntesis del pensamiento original deBerne la encuentro en la replica de Lapworth(1991) a Loria:Más que ser el AT ‘una teoría basada enmetáforas y reificaciones’ (Loria, 1990, pág152), lo veo como una teoría basada en larealidad observable y vivencial (fenomenoló-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


324 Jordi Oller Vallejogica), descrita con diagramas y con términosmetafóricos y coloquiales (pág. 116).Además, el hecho de pensar que losestados del yo son sólo metáforas eficacespero sin realidad, dado que implicaun descuento de su significado, imposibilitael poder avanzar en su investigaciónpara fundamentarlos no sólo de maneraempírica y fenomenológica, sino basadaen los hallazgos neurológicos de la neurociencia,cuyas contribuciones recientementevengo relacionando con los estadosdel yo y sus funciones (Oller Vallejo,2004a). Desde luego, los términos de Padre,Adulto y Niño son metafóricos y coloquiales,aludiendo a contenidos históricobiográficosde la persona y siendo sólotérminos que a Berne le interesó utilizar yresaltar a efectos de la terapia. Sin embargo,aún siendo muy importante, setrata sólo del modelo histórico-biográficode los estados del yo, en el que el Padrees un Padre Introyectado o Yo Introyectadoy el Niño un Niño Regresivo o Yo Regresivo.Pero los términos de Padre, Adulto yNiño no implican todo lo que los estadosdel yo abarcan desde el punto de vista funcional,ya se trate de los de primer ordencomo los de segundo orden, en los cualesse distinguen funciones al servicio de sobreviviry vivir, tal como he descrito en variosartículos (Oller Vallejo, 2001, 2002). Ylas funciones tampoco son metáforas reificadas ni simples roles, sino que cuando están“vinculadas” al yo –que no siempre loestán– es cuando se les llama propiamenteestados del yo. Así, en el modelo funcionalde primer orden distingo los siguientes estadosdel yo: el Padre Cuidador, el AdultoIndividuador y el Niño Cuidado, o simplemente,eliminando lo metafórico y las connotacioneshistóricas, el Yo Cuidador, el YoIndividuador y el Yo Cuidado (fig. 1), quson formas operativas reales y no reificaciones. Desde luego, “reales” como sonreales las manifestaciones y contenidospsicológicos de la psique.Figura 1:Los tres estados del yo funcionalesde primer orden.Desde otro punto de vista, si utilizamos ladefinición de Berne (1972/1974) de los estados del yo como: “sistemas coherentes depensamiento y sentimiento manifestados porlos correspondientes patrones de conducta”(págs. 25-26), me estoy refiriendo a sistemafuncionales reales que tienen una fundamentaciónpsicológica y neurológica (Oller Vallejo,2001, 2004). Y la persona, con su yo, “utiliza”estos diferentes sistemas para “moverse” funcionalmentepor las cambiantes circunstanciasde su vivir, según sus necesidades.EL ENFOQUE INTEGRATIVOY SU REPERCUSIÓNActualmente abundan variedad de lasdenominadas psicoterapias integrativas,cada una con su propia “mezcla” en cuantoa los enfoques que integran, dependiendodel interés, orientación y propósito de suscreadores, que, de hecho, en principio sonlos que realmente actúan integradoramente.Y desde luego, sea cual sea la “mezcla”,sólo es “una” de entre las muchas “mezclas”posibles, perteneciendo todas ellas ala clase conceptual denominada “psicoterapiaintegrativa”, nombre que ninguna puedeatribuirse en exclusiva.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Sobre el niño retraído: otro estado del yo apropiado, además del niño sumiso y el niño rebelde 325La paradoja –me parece a mí– es que entanto que una psicoterapia integrativa esuna metodología a aplicar y en la que formarse,en cierta manera deja de ser integrativa,pues queda “limitada” a lo que integra,“cerrándose” en sí misma. Desde luego,eso no excluye su efectividad, peropienso que aún sería mejor añadir no sóloformarse en aplicar una psicoterapia integrativa,sino también formarse en ejercercomo psicoterapeuta integrativo (Botbol,1995), posibilitando así el desarrollo de lospropios recursos integrativos, de maneraque también pudiera enriquecer individualmenteel enfoque de que se trate.Sin embargo, el principal problema esque, dado que los creadores de una psicoterapiaintegrativa han de “escoger” lo quequieren integrar de los diferentes enfoques,ello lleva inevitablemente, incluso siendojustificado, a un fuerte “recorte” de la teoríy la práctica de los enfoques originales, conel riesgo de desvirtuarlos, por lo menosante quienes no los conocen. Y eso aún espeor si, como sucede con la PsicoterapiaIntegrativa originada por Erskine y Trautman(1996), existe una controversia importanteen cuanto a algunos conceptos fundamentalesdel Análisis Transaccional,principalmente en el tema de los estadosdel yo, hasta el punto que ha provocado uncisma con dos modelos dentro del AT, loque determina también bastante la manerade enfocar la terapia.La Psicoterapia Integrativa se ha desarrolladoa partir de la experiencia de Erskiney Trautman en el Análisis Transaccional,hasta el punto de que al principio, antes deque culminaran desmarcándose del AT, lellamaban Análisis Transaccional Integrativo(Erskine y Trautman, 1997). Dicho enfoquecombina teorías y métodos de los siguientesmodelos: el enfoque psicodinámico, elenfoque centrado en el cliente, el conductual,el cognitivo, la terapia familiar, la terapiagestalt, las psicoterapias corporales, lateoría de las relaciones objetales, la psicologíapsicoanalítica del yo y desde luego elAnálisis Transaccional. Pero actualmentetiene realmente poco que ver con el AT(Steiner, 1998a, 1998b) y todavía menoscon los avances post-bernianos que hanhecho posible el desarrollo de muchas técnicasterapéuticas de probada efectividad(Oller Vallejo, 2005), como, por ejemplo,las relativas al trabajo de redecisión y altrabajo de parentamiento puntual (separándolodel actualmente seriamente en entredichoreparentamiento originado por Schiff[1970]), ambos integrando aspectos de laTerapia Gestalt.Respecto a los estados del yo, la premisafundamental de la Psicoterapia Integrativaes que sólo el Adulto es apropiado, siendoentonces siempre inapropiados el Padrey el Niño, los cuales han de integrarse en elAdulto mediante el trabajo terapéutico. Estoestá en contradicción con la aportación bernianade que existen tres estados del yo:Padre, Adulto y Niño, cada uno con funcionesdiferenciadas y que pueden ser apropiadose inapropiados. Y este enfoque sobrela funcionalidad de los estados del yoiniciado por Berne ha permitido desarrollarlos modelos funcionales de primero y segundoorden, que no tienen valor ni existenpara la Psicoterapia Integrativa.Sin embargo, puede considerarse quehay alguna excepción dentro del enfoqueintegrativo, como la de Little (2001), que ensu artículo sobre los procesos esquizoides,se refiere al estado del yo Niño Aislado y aaislamiento –o sea, lo que ahora llamoNiño Retraído y retraimiento–, citando inclusomi definición del concepto:Tratando sobre los tres estilos del NiñoAdaptado –la sumisión, la rebeldía y el aislamiento–Oller Vallejo (en el original constasólo Vallejo, 1986) describe el aislamientocomo “la conducta adaptativa que acompañaal desespero y resignación después de unapérdida, privación, destrucción, abandono ofracaso de algo, ya sea una persona, cosa osituación (pág. 116).La única salvedad, que es una característicadel enfoque de la Psicoterapia Integrativa,es que en dicho modelo no se con-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


326 Jordi Oller Vallejosidera que el estado del yo Niño pueda tenerfunciones apropiadas al aquí y el ahora,sino que siempre es una manifestación inapropiadadel pasado, aunque tuvo y tengatodavía su utilidad para la supervivencia. Esdecir, que el estado del yo al que se refierLittle (2001) es al inapropiado Niño AisladoRegresivo, no contemplándose las funciónapropiada del aislamiento o, mejor dicho,retraimiento, que yo sí tomo en cuenta,como, por lo general, por lo menos aquí enEuropa, se toman en cuenta los usos apropiadose inapropiados de todos los estadosdel yo funcionales, por parte de quienessuscribimos el modelo funcional. He aportadoalgunas propuestas integradoras (OllerVallejo, 1997, 2003) para solventar la controversia,pero la situación y en consecuenciael cisma, sigue manteniéndose igual.Afortunadamente, lo que todavía no se halogrado solventar a nivel conceptual, hayquienes hacen por resolverlo a nivel práctico.Me refiero a Cuadr 4 (2007) aquí en España,quien como Analista Transaccional Docentey Supervisor de la ITAA y EATA, y tambiénPsicoterapeuta Integrativo Docente y Supervisorde la IIPA 5 , toma en cuenta en su programaformativo tanto el modelo del AnálisisTransaccional tal como en general ha venidosiendo conocido, como el modelo de la PsicoterapiaIntegrativa. Y los aúna recuperandonuevamente para su enfoque el términode Análisis Transaccional Integrativo.PRESERVAR EL MODELO FUNCIONALDE LOS ESTADOS DEL YOUna circunstancia nefasta para el modelofuncional es la promovida por Stewart(2002), quien ha llamado a la acción parala eliminación completa del mismo dentrodel Análisis Transaccional, no sólo del programadel curso 101 (en donde figura com“descripciones conductuales” de los estadosdel yo), sino incluso de los libros detexto de AT, de manera que ya no sea másenseñado como parte de la formación. Nome consta sí Stewart está adscrito al enfoquede la Psicoterapia Integrativa, pero síque suscribe análogos criterios conceptualessobre los estados del yo.Me resulta sorprendente la actitud contradictoriade Stewart en tanto que ha co-escritoy publicado un libro (Stewart y Joines, 1987)que incluye todo un capítulo sobre el enfoquefuncional. Por cierto, un libro que ha sidotraducido y publicado en 2007 en España, yque se presenta como exponente del AT de“hoy en día”, que está visto que no es todo loactual que dice ser. Sin embargo, salvandola contradicción citada, el que no se distingueen el Niño Adaptado los estados del yo funcionalesde segundo orden, ni se consideraninguna de mis aportaciones sobre el tema,en general es un texto completo de AnálisisTransaccional según los “cánones”.Posiblemente no es su intención, peroen mi fantasía es como si para Stewart sialgo presenta contradicciones y es difícil desustentar claramente, lo más sencillo es eliminarlo,no mereciendo la pena trabajar enbuscar aclararlo. Aunque no sea lo que estuvieseen la menta de Stewart, esta manerade proceder me recuerda la aplicaciónnegativa del principio de Ockham, llevadohasta sus últimas consecuencias.DEL PRINCIPIO DE OCKHAMNO SIEMPRE RESULTA LA VERDADBerne recomendaba razonar y explicarlas cosas aplicando el llamado principio deOckham, recomendación que ha quedadoestablecida más o menos como norma den-4Quien, por estar entre las excepciones, aprovecho para citar que además toma en cuenta mi contribución sobre el retraimiento.5International Integrative Psychotherapy Association - IIPA.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Sobre el niño retraído: otro estado del yo apropiado, además del niño sumiso y el niño rebelde 327tro del Análisis Transaccional. Se le llamatambién principio de economía o de parsimonia,que dice que “no ha de suponerse laexistencia de más cosas que las absolutamentenecesarias”, lo que a nivel concreto,ya se trate de una solución, opción o explicación,puede formularse como “en igualdadde condiciones la más sencilla es probablementesuficiente” y también “la pluralidad no debe postularse sin necesidad”. Porejemplo, si uno se encuentra en una ciudadespañola y escucha galopar en la calle, podríallegar a considerar si trata de caballos ode cebras, pero la explicación más probabley sencilla es que se trata de caballos.Sin embargo, el que la solución, opción oexplicación más sencilla sea probablementesuficiente, no implica necesariamente que severdadera, pudiendo no serlo o serlo sólo enparte. Por ejemplo, supongamos que en undía de viento ha caído de un piso una macetaa la calle, de manera que buscando explicación,de acuerdo con el principio de Ockham,lo más sencillo y probablemente suficiente, econsiderar que ha caído por la acción de viento,pero ¿no podría también haber caído por laacción accidental o voluntaria de alguien?Desde luego, la policía no adelantaría demasiadoen sus investigaciones si se ciñera estrictamenteal principio de Ockham. Ni tampocohabría adelantado demasiado la investigacióncientífica, si siempre se hubiese ceñidestrictamente a dicho principio, que habría limitadoen muchos casos la búsqueda de laverdad en aras a mantener la sencillez en elsaber y lo sabido como suficiente.A mi modo de ver, lo que sucede enAnálisis Transaccional con considerar quelas dos únicas formas de reaccionar ante laautoridad parental corresponden al NiñoSumiso y al Niño Rebelde, es, sin ser apropósito, una elegante y tradicional aplicacióndel principio de Ockham (en cierta manera“dos mejor que tres”), pero que dejafuera una tercera forma que es la del NiñoRetraído. Desde luego, es más sencillopensar en sólo las dos maneras tradicionalesde reacción ante la autoridad: la sumisióny la rebeldía, y desde luego puede queesto sea suficiente para describir o explicauna parte de los tipos de reacción, pero ellono permite explicar de manera completatoda la gama de fenómenos que se dan enla realidad, posibilitando por tanto que algunosde dichos fenómenos queden sin posibilidadde ser identificados y analizados.En definitiva, un mal uso del principio dOckham en aras a la sencillez de lo tradicionalmenteestablecido, puede abocar adescontar una parte de la realidad, y en eltema que nos ocupa esta parte es el NiñoRetraído, una de las subformas funcionalesdel Niño Adaptado.LA INERCIA A MANTENEREL SABER ESTABLECIDOCuando publiqué mi primer libro Vivir esautorrealizarse: Reflexiones y creacioneen Análisis Transaccional (Oller Vallejo,1988), mi propósito quedó reflejado en lIntroducción que en su mayor parte transcriboa continuación, ya que veinte añosdespués lo que dije entonces sigue siendoplenamente vigente:Cuando queremos aprender sobre untema, por lo general, el primer paso es conocery memorizar lo que está establecido, locual nos es enseñado por figuras con autoridad (profesores, libros, etc.). Nos “sometemos”a lo enseñado, aprendiendo a razonardentro de ello, según las “premisas” del saberestablecido.Esto está bien, pero después, si queremosseguir desarrollándonos en el aprendizaje deltema, hemos de llegar a reflexionar sobre lenseñado y a crear nuevas ideas útiles. Sino, repetiremos una y otra vez lo aprendido,lo cual, después, si actuamos como figuracon autoridad, enseñaremos a otros, generalmenteinmodificadoSe han publicando bastantes libros deAnálisis Transaccional que suelen repetir,más o menos, las mismas ideas. Algunasfueron útiles en su momento, pero, aunquesiguen repitiéndose, ya están superadas.Otras siguen siéndo útiles ahora y está bienRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


328 Jordi Oller Vallejoseguir repitiéndolas, en tanto no haya algomejor.En cambio, hay ideas nuevas que, con frecuencia,no se divulgan todo lo que sería necesarioy que conviene dar a conocer, pueshacen el modelo del Análisis Transaccionalmás descriptivo de la realidad. Puede que algunasde estas ideas necesiten aun mayorvalidación, pero por el momento aportan yaprobada utilidad (págs 11-12 de la 1ª edicióny págs. 19-20 de la 2ª edición renovada).Ya en esta primera edición describí elNiño Aislado, término que después en la 2ªedición (Oller Vallejo, 2001) cambié por elde Niño Retraído, renovando además todoel contenido. Y en la introducción refiriéndome al libro también añadí:Por otra parte, es también una invitación aseguir reflexionando y creando en AnálisiTransaccional como contrapartida al aprendizaje,también necesario, con el que primerohemos de “someternos” a lo establecido(pág. 20 de la 2ª edición renovada).Sin embargo, la inercia a la que me refiero a seguir repitiendo en Análisis Transaccionallo establecido, sigue actualmente engran medida y, por ejemplo, no conozconingún texto español que tome en cuenta 6el concepto ni de Niño Aislado ni como NiñoRetraído, lo que desde luego no es unabuena manera de “cuidar” al Niño Cuidado.PARTE IILAS FORMAS FUNCIONALES DEL NIÑOEl Niño Adaptado y el Niño LibreEl primer estado del yo funcional quemanifiesta el recién nacido es el Niño Cuidado o también Yo Cuidado (Oller Vallejo,2001a, 2001b) (fig. 2), una denominacióque cada vez uso más cuando quiero evitarconnotaciones respecto a la edad de lapersona, dado que es un estado del yo funcionalque continúa activo durante toda lavida, manifestándose ya sea positiva o negativamente.Cuando la manifestación esnegativa también puedo llamarle Niño Regresivoo también Yo Regresivo. (A lo largode este artículo, la idea de “manifestaciónnegativa” y análogas, ha de entenderse enun sentido relativo, pues de hecho representa“lo mejor” que ha sabido hacer la personapara sobrevivir).Figura 2:Las formas funcionales del estadodel Yo Niño.Obviamente, buscar y recibir cuidadoses una necesidad humana básica (Spitz,1945) que perdura durante toda la vida.Por “cuidados”, en un sentido amplio y positivodel término (pues los cuidados, aligual que las caricias, también pueden serpositivos y negativos), no sólo me estoy refiriendoa la protección, que Bowlby (1969considera como la principal finalidad de lconducta de apego), sino a todas esas6Por formar también parte de las excepciones en referirse al Niño Aislado y tratarse de un colega español, puesel comentario apareció en inglés en Transactional Analysis Journal, quiero mencionar y agradecer aquí una vez másel que Martorell (1994) en su trabajo sobre el desarrollo del AT en España y los libros publicados en español, ha escrito:“Tal vez el ejemplo más relevante sea el de Vivir es autorrealizarse (Oller, 1988), un texto queno sólo presentael modelo del AT, sino que comparte contribuciones originales del autor, incluyendo su concepto del Niño Aislado(Oller, 1986). Este concepto es una de las pocas contribuciones, si no es la única, que ha tenido una difusión internacional”(pág. 299).Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Sobre el niño retraído: otro estado del yo apropiado, además del niño sumiso y el niño rebelde 329conductas, mensajes, enseñanzas e inclusocosas, que son posibles dar o recibirpara poder satisfacer necesidades apropiadaspara vivir y desarrollarse saludablemente.Como es natural, el niño –y después lapersona adulta– ha de adaptarse a los cuidadosque necesita y recibe de las figuracuidadoras que pueden dárselos. Pero tambiéndichas figuras, en alguna manera, promueven y refuerzan la adaptación a dichoscuidados. Esta doble adaptación y las posiblesreacciones a ella, caracterizan la funcióndel Niño Adaptado o Yo Adaptado, quepuede ser positiva o negativa según seanpositivos o negativos los cuidados a los quela persona se adapta o a los que es adaptada,reaccionando a ellos. En dicha adaptaciónestán implicados procesos de apego(Bowlby, 1969), claramente evidentes en lainfancia, pero que continúan también en lavida adulta (Parker, Stevenson-Hinde y Marris,1991), de manera que también continúa,por tanto, la actividad funcional delNiño Adaptado, ya sea positiva o negativa.Pero el niño –y después la persona adulta–también necesita manifestarse por ypara sí mismo, sin los adaptadores cuidadosde figuras cuidadoras, que irán disminuyendo conforme se vaya haciendo mayory que aún disminuirán más una vez en lavida adulta, aunque siga necesitándoloscircunstancialmente, mayormente –aunqueno únicamente– en la forma de figuras cuidadoras sociales. Estas manifestacionespara ser sí mismo están constituidas principalmentepor reacciones emocionales, loque caracteriza la función del Niño Libre oYo Libre, al que Berne llamaba Niño Natural,y la cual pueden ser positiva o negativadependiendo de si incluye cumplir o no conunos mínimos límites protectores, para poderdesenvolverse e irse individuando conseguridad. Pero es sólo un tipo de individuación,más caracterizada por lo emocionaly en la que es importante el juego lúdico,siendo fundamental para la autoestima(por ejemplo: “¡Guaaay!, me gusto un montón”).Sin embargo, es diferente del tipo deindividuación que es propio del funcionardel estado del yo Adulto, más caracterizadapor lo racional, pero que “convive” con laposibilitada por el Niño Libre, pudiendo incluso“colaborar” ambos.Las tres subformas funcionalesdel Niño AdaptadoLa manifestaciones funcionales del NiñoAdaptado son siempre una respuesta enreacción a la adaptación ante figuras cuidadoras, ya sea externas o interiorizadas, sometiéndose,rebelándose o retrayéndoseante ellas, positiva o negativamente. Distingo,por tanto, tres subformas funcionales,que son las del Niño Sumiso, el Niño Rebeldey el Niño Retraído, a las que llamotambién, respectivamente, del Yo Sumiso,el Yo Rebelde y el Yo Retraído (fig. 2). Estas tres subformas intervienen en procesospsíquicos específicos relacionados, respectivamente, con el apego, el contra-apego yel desapego, respecto a las figuras cuidadoras.Respecto al concepto de Niño Sumiso,ha de tenerse en cuenta que, pese a laconnotación con frecuencia peyorativa queel término sumiso tiene en nuestro idioma,de hecho, este estado del yo funcional tieneuna utilidad indispensable al serviciotanto de buscar como de recibir y aceptarcuidados la persona, “sometiéndose” saludablementea ellos. Pero desde luego tambiénse manifiesta como claramente negativo, coincidiendo entonces más con la connotacióndel término en español, comocuando la persona se manifiesta “sometiéndose” a los mandatos inhibidores que rigensu guión, como, por ejemplo, sucede en ladinámica del miniguión, cuando está en losllamados mandatos frenadores. Y también,desde luego, se manifiesta como negativoaunque no lo parezca, cuando la personalo utiliza manifestando los impulsores en elminiguión negativo, “sometiéndose” a losmandatos de contra-guión.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


330 Jordi Oller VallejoCuando la función del Niño Sumiso espositiva, con ella la persona busca un apegomás o menos estable para poder recibircuidados (por ejemplo: “Ayúdame en esetipo de cosas, por favor”), mientras que ladel Niño Rebelde (por ejemplo: “Déjame,no estés diciéndome lo que he de hacer”) yla del Niño Retraído (por ejemplo: “Nosé…, me apena, pero siento que necesitoestar a solas conmigo”) están al serviciodel contra-apego y el desapego, respectivamente.Y estas dos últimas funciones,aún siendo positivas, deberían manifestarsecomo estados del yo funcionales más omenos transitorios, sirviendo entonces parala necesaria separación que facilita pasar ala función del Niño Libre, para avanzar enlogros individuadores.Pero cuando la función del Niño Rebeldey del Niño Retraído son negativas, no seculmina el proceso de separación y transición,quedando la persona estancada ymanifestando entonces un falso individuarse,el cual, sin embargo, también puede seruna opción útil para sobrevivir, a falta deotra mejor. Por ejemplo, Drye (1974), en sutrabajo sobre el Niño Rebelde, describe auna cliente mujer que se refiere a su padrde la siguiente manera: “Mi necesidad deser exactamente lo opuesto de lo que élquería, era mi única manera de sentirmecomo una persona separada, diferente, superior.”También, desde luego, un individuarsenegativo puede ser manifestado poruna persona funcionando con el Niño Retraído,como, por ejemplo, cuando no existiendoya las circunstancias que inicialmentela han inducido a ello, sigue retrayéndosecreyendo que lo mejor es estar sola y ensus cosas.Respecto a la manifestación negativa delNiño Retraído, cabe mencionar también,relacionándola con el miniguión negativo,que es aquella que la persona acaba vivenciandosi completa todo el proceso que tienelugar a partir de entrar en un impulsor,sintiéndose totalmente desesperada y desesperanzada.La persona vive entoncesen la posición vital “yo estoy mal – tú estásmal”, que erróneamente suele atribuirse alNiño Sumiso, cuando realmente correspondeal Niño Retraído negativo.Neurología de las subformasfuncionales del Niño CuidadoCada subforma funcional del Niño Cuidadocuenta con la contribución del cerebroimitativo, el cerebro racional y el cerebroinstintivo-emocional, pero este último es elque aporta el substrato subcortical fundamentalsobre el que se desarrolla evolutivamentecada función. El neurocientíficPanksepp (1998) ha descrito diferentes sistemasoperantes subcorticales, detallandolos circuitos neuroanatómicos y los neuromoduladoresquímicos que intervienen encada uno de ellos. He escrito ya anteriormentesobre la relación de estos sistemascon los estados del yo funcionales de primerorden (Oller Vallejo, 2004a), así queaquí me interesa resaltar su relación enconcreto con las subformas funcionales delNiño Cuidado.Los sistemas subcorticales que intervienenen la dinámica funcional del Niño Sumisoson el sistema del miedo y además elque llamo el sistema del apego filial, es decir, el sistema que está al servicio de lapersona que necesita “someterse” a recibircuidados. A su vez, en este último co-participanantagónicamente, por una parte, elsistema de separación-distrés, cuya funciónes facilitar los sentimientos de ansiedady/o depresión que se viven en las situacionesde indefensión y de pérdida, llevandoa querer mantener o recuperar el“someterse” al apego (Bowlby, 1969). Y porotra parte, a éste le complementa el sistemadel confort afectivo, cuya función es facilitarlos sentimientos de seguridad y tranquilidadque se viven cuando se tiene laprotección y cuidados que da el apego.En la dinámica funcional del Niño Rebeldesubcorticalmente interviene el sistema dela rabia (Panksepp le llama así, pero, desdeRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Sobre el niño retraído: otro estado del yo apropiado, además del niño sumiso y el niño rebelde 331luego, la rabia es sólo la manifestación extremade este sistema, pues también puedemanifestarse simplemente enfado). Otro investigador(Adams, 1979) ha propuesto losque llama sistema defensivo, sistema ofensivoy sistema de la sumisión, pero Panksepp(citado por Adams, 1979) piensa que estospueden llegar a explicarse por los sistemasde la rabia y del miedo que él propone. Desdeluego, siguiendo a Adams, los sistemasdefensivo y ofensivo intervendrían en la dinámicafuncional de contra-apego del NiñoRebelde, mientras que obviamente el sistemade la sumisión lo haría en la dinámica deapego del Niño Sumiso.En cuanto al Niño Retraído, en su dinámicafuncional subcorticalmente intervieneel sistema de separación-distrés, facilitandolos sentimientos depresivos y las conductasde desánimo, laxitud, apatía, etc., quese viven en las situaciones de indefensióny de pérdida más o menos transitorias opermanentes. Anteriormente he descritoeste sistema formando parte del sistemadel apego filial, junto con el sistema deconfort afectivo, el cual –este último– en lafunción del Niño Retraído está inhibido, demanera que neurológicamente todo funcionapara “retraerse” del apego y del contraapego,no encontrando “ventajas” en ellosy favoreciendo desapegarse.Finalmente, en la dinámica funcional delNiño Libre intervienen, por una parte, el sistemadel juego lúdico y, por otra parte, losprimeros desarrollos del sistema buscadorexplorador,facilitando un autodescubrimientoindividuador movido por lo emocionaly relativamente libre del apego, perosólo relativamente. De hecho, la función delNiño Libre necesita aún de una base segura(Bowlby, 1988) a partir de la cual poderejercerla la persona con seguridad.Las subformas del Niño cuidadoy su componente emocionalDesde un punto de vista emocional, encada subforma funcional del Niño Cuidadosubyace o se evidencia alguna emociónprimaria que domina en ella. Así, laalegría, la tristeza y el enfado, dominanrespectivamente en el Niño Libre, el NiñoAislado y el Niño Rebelde, mientras queen el Niño Sumiso dominan el afecto y elmiedo. Estas emociones primarias estánreguladas principalmente por el sistemalímbico, manifestándose a un nivel máscomplejo, regulado principalmente por elneocórtex, respectivamente como lo quepuede denominarse felicidad, depresión,agresividad, amor –un tipo primitivo deamor– y ansiedad.Pero desde luego, aunque alguna emociónen particular domina en cada formafuncional, las otras emociones coexistenfuncionalmente dentro de ella (Gormly yGormly, 1984). Así, por ejemplo, la funcióndel Niño Sumiso lleva a la persona a buscarapegarse con afecto para evitar el miedoy la ansiedad de separación (Bowlby,1980), recibiendo así cuidados para sobrevivir.Si su propósito es frustrado, vivirá enfadoy protesta de separación (Bowlby,1980). Y si finalmente hay privación deapego y de los cuidados que necesita, lapersona se sentira triste y vivirá un procesode duelo. Pero si recibe lo que necesita, sesentirá alegre. Y por tanto, el posible afecto,miedo, enfado, tristeza o alegría, tienenlugar dentro de la propia función del NiñoSumiso.Sin embargo, por ejemplo, el enfadoque acompaña la protesta de separaciónque una persona puede expresar con suNiño Sumiso contra una figura cuidadoraque frustra el apego a ella, tiene una funcionalidaddiferente de la del enfado quedomina en el Niño Rebelde. De hecho, elprimero es un enfado que está al serviciode preservar el apego, mientras que el enfadodel segundo está al servicio del contra-apego,buscando la persona con suNiño Rebelde separarse de una figura negativamentecuidadora que le mantiene enun apego insaludable que le impide la individuación.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


332 Jordi Oller VallejoEL NIÑO RETRAÍDO Y SU UTILIDADFUNCIONALJunto a todo lo descrito en mi primer trabajosobre el aislamiento (Oller Vallejo,1986), una manera de comprender la utilidadfuncional y por tanto apropiada delNiño Retraído es, como ya he mencionadoanteriormente, relacionarla con los procesosde separación-individuación. Y en concretocon los dos subprocesos de separaciónque son el contra-apego y el desapego,los cuales son facilitados respectivamentepor la función del Niño Rebelde y ladel Niño Retraído. Cada función a su manera,implícita o explícitamente y a vecesinteractuando ambas dialécticamente, semanifiesta no sólo en las vicisitudes y crisique vive la persona, sino en los numerososy diversos momentos cotidianos en los queésta avanza poco a poco en su desarrollo.Y así como con la función del Niño Rebeldela separación es facilitada mediantela oposición al otro, o sea, como si inicialmentese expresase: “Yo soy yo, oponiéndomea ti”, con frecuencia, para que el contra-apegoculmine en logros de individuación,ha de seguirle la función del Niño Retraídofacilitando el desapego, o sea, comosi finalmente además se expresase: “Ysoy yo, retrayéndome de ti”. Y entonces,una vez consumada la separación y desapegadala persona, posibilitará que éstatome contacto con la función del Niño Libre,a favor de su individuación. Si no, lapersona puede quedar estancada en unarebeldía o en un retraimiento infructuosos,y con ello, en el peor de los casos, en unapseudo-individuación.Pero por lo general, las manifestacionesfuncionales de desapego y por tanto la funcióndel Niño Retraído, son apenas resaltadaspor los investigadores de los procesosde separación-individuación, pese a su evidencia.Sin embargo, son manifestacionesque ha de vivirse para que puedan cumplircon su utilidad, ya que si no, la personaqueda frenada en su evolución.La función del Niño Retraído viene emocionalmenteacompañada de tristeza e inclusode depresión funcional, cuya manifestaciónconductual suele ser dejadez, pereza,apatía y otras por el estilo. Es el tipo de conductasque, por ejemplo, abundan en la adolescencia,en la que se está dejando la infanciay que generalmente los padres las confundencon manifestaciones del Niño Rebelde,lo que ayuda poco a nadie. Y se trata nimás ni menos que su hijo está viviendo elduelo por la “pérdida” de la infancia.Pero la depresión funcional del Niño Retraídotambién abunda en la vida adulta,tanto en circunstancias críticas (catástrofes,separaciones y pérdidas) como en las menosgraves circunstancias cotidianas del díaa día, en las que la persona ha de desapegarsede cosas para su propio desarrollo,incluido ideas y sentimientos que ya no sirven.Se trata de manifestaciones que, máso menos inconscientemente, van acompañadasde una reflexión reestructuradorapues en el fondo se trata de auténticos procesosde duelo que han de vivirse y completarse(Oller Vallejo, 2004b), ya que si no,se coarta la reestructuración, quedando lapersona fijada en aquello que debería dejarPor tanto, ha de aceptarse y respetarseen la persona –los demás y ella misma– lafunción positiva del Niño Retraído, tanto enla vida cotidiana como en terapia, en la quehasta puede ser útil fomentarla y reforzarla,obviamente dentro del marco de una sólidaprotección terapéutica.CONCLUSIÓNNo obstante las circunstancias que puedantener repercusión en que la función delNiño Retraído no sea tomada más en cuentaen Análisis Transaccional, éste es evidentementeun estado del yo funcional de sumaimportancia en los procesos de apego-separación,además de la función del Niño Rebelde,cara a alcanzar logros de individuación.Tomarla en cuenta en todas sus mani-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Sobre el niño retraído: otro estado del yo apropiado, además del niño sumiso y el niño rebelde 333festaciones positivas y negativas, completalas subformas funcionales del Niño Adaptado,contribuyendo a dar consistencia al modelofuncional de los estados del yo, enfoqueque es en su origen una contribuciónfundamental de Berne, más fundamental incluso,si cabe, que la del modelo históricobiográfico.Y por otra parte, la función del estado del yo Niño Retraído, al igual que la delas demás subformas adaptativas del Niño ycomo la de todos los estados del yo funcionales,tiene una existencia real que se fundamentapsicológica y neurológicamente.REFERENCIASBerne, E. (1972). ¿Qué dice usted después dedecir hola?: La psicología del destino humano.Barcelona: Editorial Grijalbo, 1974. (Originalen inglés).Botbol, A. (1995). ¿Psicoterapia integrativa o terapeutaintegrador? 12º Congreso Internacionalde Psicoterapia de Grupo.Bolwby, J. (1969). El apego (nueva traducciónque sustituye y retitula a El vínculo afectivo )(vol. 1 de El apego y la pérdida ). Barcelona:Paidós, 1998. (Original en inglés).Bowlby, J (1973). La separación afectiva: Ansiedady enfado (vol. 2 de El apego y la pérdida ). BuenosAires: Paidós, 1985. (Original en inglés).Bowlby, J. (1980). La pérdida afectiva: Tristezay depresión (vol. 3 de El apego y la pérdida ).Buenos Aires: Paidós, 1983. (Original en inglés).Bowlby, J. (1988). Una base segura: Aplicacionesclínicas de una teoría del apego. BuenosAires: Paidós, 1989. (Original en inglés).Cuadra, J. (2007). Programa de formación enAnálisis Transaccional Integrativo. Extraído el20 de Octubre de 2007 de www.en-contacto.net/el-gabinete-de-at/entrenamiento-deprofesionales/Drye, R. C. (1974). Stroking the rebellious child:An as-pect of managing resistance. TransactionalAnalysis Journal, 4:3, 23-26. San Francisco:ITAA.Erskine, R. G. (1988). Ego structure, intrapsychicfunction, and defense mechanisms: Acommentary on Eric Berne’s original theoreticalconcepts. Transactional Analysis Journal,18, 15-19. San Francisco: ITAA.Erskine, R. G. y Trautmann, R. L. (1996). Methodsof an Integrative Psychotherapy. TransactionalAnalysis Journal, 26:. (Hay una traducciónal español de una primera parte delartículo con el título “El proceso de la PsicoterapiaIntegrativa” en la Revista de AnálisisTransaccional y Psicología Humanista, 35,Madrid: AESPAT, 1996).Erskine, R. G. y Trautmann, R. L. (1997). Theoriesand methods of an Integrative TransactionalAnalysis: A volume of selected articles.San Francisco: TA Press.Erskine, R. G. (1991). Transference and transactions:Critique from an intrapsychic and integrativeperspective. Transactional AnalysisJournal, 21, 63-76. San Francisco: ITAA.Gobes, L. (1990). Ego states – metaphor or reality?Transactional Analysis Journal, 20:3,163-165. San Francisco: ITAA.Gobes, L. (1993). Ego states: Theoretical consistencyand practical application. TransactionalAnalysis Journal, 23, 129-132. San Francisco:ITAA.Gormly, A. & Gormly, J. (1984). A psychologicalstudy of emotions. Transactional AnalysisJournal, 14, 74-79. San Francisco: ITAA.Kahler, T. (1974). The miniscript. TransactionalAnalysis Journal, 4:1, 27-42. San Francisco:ITAA.Lapworth (1991). Letter to the editor. TransactionalAnalysis Journal, 21:2, 116-117. SanFrancisco: ITAA.Little, R. ( 2001). Schizoid processes: Workingwith the defenses of the Withdrawn Child EgoState. Transactional Analysis Journal, 31: 1,33-43. San Francisco: ITAA.Loria, B. R. (1990). Epistemology and reificatioof metaphor in Transactional Analysis. TransactionalAnalysis Journal, 20:3, 152-162.San Francisco: ITAA.Loria, B. R. (2003). Whither Transactional Analysis:Obsolescence or paradigm shift. TransactionalAnalysis Journal, 33:2, 192-200.San Francisco: ITAA.Martorell, J. L. (1994). Spanish Books on TA:The Light and Dark Sides of TA in Spain.Transactional Analysis Journal, 24:4, 298-300. San Francisco: ITAA.Oller Vallejo, J. [en el original consta sólo Vallejo,J. O.] (1986). Withdrawal: A basic positiveand negative adaptation in addition to complianceand rebellion en Transactional AnalysisJournal, 16:2, 114-119, San Francisco:Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


334 Jordi Oller VallejoITAA. (En el índice consta como "The WithdrawnChild: A contribution to functionalanalysis of the Adapted Child").(Hay una traducción al español con el título“El aislamiento: una forma básica de adaptación,positiva y negativa, además de la sumisión y larebeldía” en TOT AT, 3, Barcelona: ACAT,1986, que se encuentra también en la Revistade Análisis Transaccional y Psicología Humanista,16, 527-534, Madrid: AESPAT, 1987).Oller Vallejo, J. (1988, 2001: 2ª edición renovada).Vivir es autorrealizarse: Reflexionescreaciones en Análisis Transaccional. Barcelona:Editorial Kairós.Oller Vallejo, J. (1997). Integrative analysis ofego state models. En Transactional AnalysisJournal, 27:4, 290-294, San Francisco: ITAA.(Hay una traducción al español con el título“Un análisis integrador de los modelos de losestados del yo” en la Revista de AnálisisTransaccional y Psicología Humanista, 43,11-19, Madrid: AESPAT, 2000).Oller Vallejo, J. (2001). The ego states and the threebasic functions. Transactional Analysis Journal,31:3, 167-172, San Francisco: ITAA. (Hayuna traducción al español con el título “Los estadosdel yo y las tres funciones básicas” en laRevista de Análisis Transaccional y PsicologíaHumanista, 47, 18-25, Madrid: AESPAT, 2001).Oller Vallejo, J. (2002). In support of the secondorderfunctional model. Transactional AnalysisJournal, 32:3, 179-183, San Francisco:ITAA. (Hay una traducción al español con eltítulo “En apoyo del modelo funcional de segundoorden” en la Revista Análisis Transaccionaly Psicología Humanista, 50, 65-72,Madrid: AESPAT).Oller Vallejo, J. (2003). Three basic ego states:The primary model. Transactional AnalysisJournal, 33:2, 162-173, San Francisco: ITAA.(Hay traducción al español con el título “Los estadosdel yo: El modelo primario” en la Revistade Análisis Transaccional y Psicología Humanista,53, 48-54, Madrid: AESPAT, 2005).Oller Vallejo, J. (2003a). In favor of preserving thefunctional model. EATA Newsletter, 77, 4-5.Oller Vallejo, J. (2004a). Neurological substrataof the primary ego states. TransactionalAnalysis Journal, 37, 52-61. San Francisco:ITAA. (Hay traducción al español con el título“Substrato neurológico de los estados del yobásicos” en la Revista de Análisis Transaccionaly Psicología Humanista, 53, 55-66,Madrid: AESPAT, 2005).Oller Vallejo J. (2004b). La personalidad integradora:El doble logro de ser sí mismo y vincularse.Barcelona: Edicions CEDEL.Oller Vallejo, J. (2005). Psicoterapia de los estadosdel yo en análisis transaccional. 6º CongresoVirtual de Psiquiatría, Interpsiquis2005. Extraído el 3 de Marzo de 2005 dewww.psiquiatria.com/articulos/psicologia/19912/.Panksepp, J. (1998). Affective neuroscience:The foundations of human and animal emotions.New York : Oxford University Press.Parker, J. Stevenson-Hinde, & P. Marris (Eds.)(1991), Attachment across the life cycle . London:Routledge.Schiff, J. L. (1970). All My Children. New York:M. Evans & Company.Spitz, R. A. (1945). Hospitalism: An inquiry intothe genesis of psychiatric conditions in earlychildhood. Psychoanalytic Study of Child, Vol.1, 53-74. New York: International UniversitiesPress.Stewart, I. (2002). The myth of the functionalmodel. EATA Newsletter, 75.Stewart, I y Joines, V. (1987). TA today: A newintroduction to Transactional Analysis. Nottinghamand Chapell Hill: Lifespace Publising.(Hay una traducción al español con el títuloAT HOY: Una nueva Introducción al AnálisisTransaccional, Madrid: Editorial CCS, 2007).Steiner, C. M. (1998a). Letter to the editor. TheScript, 28:4, 5-6. San Francisco: ITAA.Steiner, C. M. (1998b). Steiner and Erskine/Trautmanndialogue continues [Letter to the editor].The Script, 28: 6. San Francisco: ITAA.Trautmann, R. L. y Erskine, R. G. (1999). A matrixof relationships: Acceptance speech forthe 1998 Eric Berne Memorial Award. TransactionalAnalysis Journal, 29, 14-17. SanFrancisco: ITAA.Recibido: 19 de Julio, 2008Evaluado: 25 de Octubre, 2008Aceptado: 15 de Noviembre, 2008Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


El suicida: ser matado, matarse, morir 335ARTÍCULOS CLÁSICOSEL SUICIDA: SER MATADO, MATARSE, MORIR 1KEN MELLOR 1RESUMENPara ayudar a los suicidas a que se mantengan vivos, éstos deben cobrar concienciade los tres aspectos del acto de auto-destrucción. Estos aspectos son: ser matado, matary morir. El terapeuta ha de identificar los grados en que cada suicida está motivady/o comprometido con cada faceta de sus muertes. Después, cada suicida potencial hade enfrentarse con sus motivaciones en el proceso de decidir «no suicidarse», «no matarse»y «vivir». El autor del artículo muestra un proceso en cuatro pasos que ayuda aasegurar que cubren todos los puntos y conseguir una integración final. El cliente necesita negociar con cada estado del Ego como parte del proceso hasta tomar las decisionescorrespondientes.Palabras clave: Suicidio, matar, vivir, redecisiones, proceso en cuatro pasos.SUICIDE: BEING KILLED, KILLING, AND DYINGABSTRACTTo help suicidal people stay alive one must be aware of the three aspects of the actof self-destruction. These aspects are: being killed, killing and dying. The degrees towhich each suicidal person is motivated and/or committed to each facet of their owndeaths need to be identified. Their motivations and commitments are then dealt with ithe process of making «no suicide», «no homicide-of self» and «life» decisions. A foursteps process help ensure that all points are covered and a final integration achievedContracts with each ego state may need to be negotiated as part of the process until correspondingredecisions are made.Key Words: Suicide, killing, living, redecissions, four steps processLE SUICIDÉ: ÊTRE TUÉ, SE TUER, MOURIRRÉSUMÉPour aider les suicidés à se tenir vivants, ceux-ci doivent prendre conscience destrois aspects de l´acte d´auto-destruction. Ces aspects sont: être tué, tuer, et mourir.Lethérapeute doit identifier les dégrès pour lequels chaque suicidé est motivé et/ou compromis avec chaque facette de ses morts. Après, chaque suicidé potentiel doit affronter1Mellor, K. (1979). Suicide: Being Killed, Killing, and Dying. Transactional Analysis Journal, IX, 3, Julio 1979, 182-188. Traducción: Milagros Casto Lucas y Antonio Martín Villuendas. Supervisión: Equipo de www.bernecomunicacon.netRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


336 Ken Mellorses motivations dans le processus de décider «pas de suicide» «ne pas se tuer» et «vivre».L´auteur de l´article montre quatre pas du processus pour aider à assurer qu’ils couvrenttous les points et réussir à une integration finale. Le client a besoin de négocieavec chaque état de l´Ego comme part du processus jusqu´à ce qu´il puisse prendre lesdecisions correspondantes.Mots clé: Suicide, tuer, vivre, décisions, quatre pas pour le processus.INTRODUCCIÓNEn un suicida, la misma persona mata,es matada y muere. Karl Menninger (1938)analizó detalladamente tres motivacionesrelacionadas: el deseo de ser matado, eldeseo de matar, el deseo de morir.Según él, estos tres deseos coexisten,en grados diversos, en toda persona queha planificado su suicidio o es potencialmente suicida. Estos últimos años he tratadomás de cincuenta personas suicidas. Miexperiencia confirma los puntos de vista dMeininger en todos los aspectos. Añadoque los suicidas no se distinguen solamentepor el nivel de cada una de estas tresmotivaciones, sino también por la intensidadde su determinación en llevarlas a cabo.¿Cómo tratar, pues, estos tres aspectosde la motivación y de la determinaciónpara prevenir el suicidio? He aquí mi respuesta:para estar definitivamente fuera dpeligro, toda persona suicida tiene una necesidadpotencial de tres redecisiones distintas:«no suicidarse», «no matarse», «vivir».La decisión de «No suicidarse»:Un método establecidoRobert Drye y Robert y Mary Goulding(1973, pp. 171-174) pusieron a punto unmétodo elegante, simple y eficaz: permitevaluar y seguir la evolución de un riesgoreal de suicidio, y asegurar la fiabilidad dla decisión de no-suicidio. Su trabajo salvóla vida a no pocas personas. Para algunas,al menos, era su única posibilidad.El método consiste en estimar el riesgoreal de suicidio animando a la persona aque pronuncie la frase: «Pase lo que pase,no me mataré, ni intencional ni accidentalmente,en ningún momento».Un gran número de terapeutas confirmasu experiencia: «Si el paciente manifiestque se siente confiado con esta frase, siaportar restricciones directas o indirectas ysin acompañarla de tonos de voz o movimientosincongruentes, aquél que evalúa elriesgo puede considerar que el suicidio noes un problema a tomar en consideración».En este momento, la persona ha tomadouna decisión de no-suicidio ilimitada en eltiempo.Por el contrario, si aparecen restricciones,no hay que descartar la posibilidad desuicidio. Una tarea tiene, pues, prioridadabsoluta sobre todas las demás: animar ala persona a hacer un contrato firme de nosuicidio, basándose en la frase de controlque el autor ha presentado arriba. El últimoobjetivo es obtener una decisión de no-suicidioilimitado en el tiempo después de resolverla resistencia. Entretanto, contratosa corto plazo suministran la Protección necesaria.Al principio es posible que la personano quiera comprometerse más quedurante unos minutos, un día, un mes. Enel curso del trabajo, el cliente alarga progresivamenteestos períodos, desde el momentoen que sea posible hasta que alcanceel objetivo final. Durante todo esttiempo, es importante asegurarse de tomartodas las disposiciones para renovar elcompromiso antes de que expire. Si, alprincipio o después, falla, es posible recurrira una acción protectora, como la hospitalización.Con quienes desean suicidarseo pueden hacerlo, la Protección es de unaimportancia primordial.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


El suicida: ser matado, matarse, morir 337Una ligera modificacióRecomiendo vivamente la frase de controlde Drye y Goulding. Es breve y fácil deretener. Sin embargo, algunos de mis pacientesdescubrieron que contenía huecosque podrían aprovechar para matarse a símismos. Por eso, yo me sirvo de una versiónmás larga:«No me mataré, y no me haré daño deninguna manera, ni intencional ni accidentalmente,y no me las apañaré para quecualquier otro me mate o me haga daño»Las personas que pronuncian esta frasey se comprometen realmente están fuerade peligro.Algunos clientes no están dispuestos acomprometerse. Al principio, algunos se limitanal compromiso de no matarse y rehúsandecidir no hacerse mal de algunaotra forma. A veces, no veo cómo puedentener el doble compromiso de no matarsey de no hacerse daño. Todavía no hanaprendido cómo protegerse eficazmente.Éste es el caso, por ejemplo, cuando sufrenmigrañas u otros dolores físicos. A pesarmío, me contento, a fin de cuentas a título provisional, con que decidan no matarse.Mantengo en reserva el compromiso deno hacerse daño, a fin de volverlo a recordar cuando se presente la ocasión. Sin embargo,abordo explícitamente todos los actosexternos: herirse, golpearse o cortarse.Negocio contratos limitados durante unosperíodos en los que !as personas piensanque se sentirán a salvo de sus actos autodestructivos.Como en el contrato de nosuicidio,la Protección es primordial. Mi últimoobjetivo es el mandato y la decisión ilimitadaen el tiempo, de no hacerse daño.La necesidad de ir más lejosDurante largo tiempo, me ha parecidoque el contrato de no-suicidio, con la re-decisióncorrespondiente, era suficiente parayudar a las personas a hacer frente a susideas y a sus impulsos homicidas. Su funcionamientome parecía claro y eficaz. Recientemente, otras experiencias me mostraron,también muy claramente, que algunaspersonas necesitan, además, otras redecisionespara vivir seguras consigo mismas.En su caso, la decisión de no-suicidioes insuficiente para tratar los tres tipos dmotivaciones y las resoluciones que se deducende ellas. En efecto, estas personasrecurrieron a exclusiones para ponerse alabrigo de algunos aspectos de la amenazainterna de muerte. Para ellas, una decisiónde no-suicidio no tiene efecto más que sobresu motivación y su determinación deser matadas. Su motivación de matar, sudeseo de morir y las determinaciones correspondientespermanecen fuera del proceso.Estos casos me animaron a reconocerque, algunas veces, una decisión deno-suicidio no significa la resolución de matar y/o de morir prematuramente. El peligroexpuesto es muy grave: la decisión de nosuicidioles libera de sus impulsos de ofrecerseellos mismos como víctimas, pero noalcanza ni a su parte homicida ni a su decisiónd e morir.La decisión de no matarse: su historiaEn el caso de personas homicidas o peligrosaspara otros era natural modificar asla frase de control de Drye y Goulding: «Nomataré a nadie, y no haré daño a nadie deninguna forma, ni intencional ni accidentalmente,y no me las apañaré para que alguiendañe a otro en mi lugar». En familiasdonde es frecuente la violencia, el impactode estas decisiones es enorme. El objetivoes obtener una decisión de no-homicidio ilimitadaen el tiempo. De la misma formaque para las decisiones de no-suicidio, esútil aceptar contratos provisionales si lapersona no está dispuesta a comprometersea fondo. Un día los problemas de unacliente me animaron a obtener de ella dosdecisiones de no-homicidio. Sin embargo,un elemento nuevo se presentaba: estasdecisiones se referían la una y la otra a laRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


338 Ken Mellorpersona misma, cuyas tendencias autodestructivasinternas formaban una trama estrechay compacta.Ejemplo 1Susana tiene un hermano gemelo, Simón.Éste no tenía problemas graves.Cuando se enrabietaba, lo que no era raro,ella temía por su vida. Yo presentía tendenciassuicidas. En el curso de un trabajocon las dos sillas, me di cuenta de que,en tanto que «Simón», no era conscientede ser Susana. Era también evidente que«Simón», que no escondía sus intencionessuicidas ante Susana, era también suicida,pero lo negaba. Yo también tengo un hermanogemelo. Enseguida pensé que eramuy raro que un gemelo tuviera un problemasin que el otro lo tuviera también. Mepuse a verificar si Susana era homicida ante «Simón». Ella lo negaba, pero yo lo dudaba.Invité a los dos personajes a decircada uno las dos frases de control: no suicidioy no homicidio. Susana tomó rápidamentela decisión de no-suicidio pero rehusabaencarar la de no matar a «Simón».Este último tomó sin dificultad la decisióde no matar a Susana, pero rechazabatambién categóricamente la decisión de nosuicidio.Después de esto, necesité una horade trabajo muy emotiva para obtener decada uno de ellos las decisiones indispensables.A lo largo de todo el trabajo, cadauno se presentaba como una personalidadcompleta con sus tres estados del yo. Perocuando la persona. funcionaba como Susana,no tenía más que una escasa conscienciade «Simón» en ella, o ninguna. Porotra parte, cuando ella era «Simón», lo quejamás se había permitido hacerlo antes,«él» era poco consciente de Susana.Cuando acabamos el trabajo, se sentía aliviaday segura. Su sorpresa era grande aldescubrir y al comenzar a integrar una partede ella misma que había excluido hastaentonces. Me veo obligado a advertir lo siguiente:para muchos gemelos, la simbiosisexplica ciertos aspectos de su relación.Por el contrario, explico mejor otros aspectosen el diagrama de la Figura 1. Cada gemeloposee su propia versión interna de suhermano o de su hermana, pero no actúamás que a partir de su propio lado de la división;normalmente, sin reconocer la presenciadel otro. Cuando se alejan físicamente,sus personalidades a menudo permanecenfragmentadas, porque no activanla parte de ellos mismos que proviene delotro.Figura 1Una parte de esta joven era homicidarespecto a ella misma: sobre esto, una decisiónde no-suicidio no tenía efecto. Para«Simón», efectivamente la decisión de nosuicidiode Susana no tiene el menor efectoen el homicidio que él proyecta ni, loque es también importante, en su resoluciónsuicida. Existía, pues, la posibilidadde que Susana tomara decisiones claras yfirmes de no suicidarse y de no matar«Simón» y que, a pesar de ello, pone finsus días utilizando los problemas no resueltosde «Simón» para animarle a hacerloen su lugar.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


El suicida: ser matado, matarse, morir 339No había razón para creer que tal dinámicafuera sólo el destino de los gemelos.Otras personas pueden tratar de esta manerauna parte de ellas mismas y excluir aun Padre o a un Niño homicidas. Desde entonces,una decisión de no-suicidio puedemuy bien no tener impacto alguno sobre laparte homicida excluida. No hay garantía algunade que no pase a la acción en un momentodado. Es especialmente cierto si unamotivación o una resolución de morir permaneceen las partes no excluidas. Traté ano pocas personas que excluían a su Padre.No encontré exclusión alguna del Niño.Aquí, la entrevista del Padre, que John Mc-Neel puso a punto (1976, Pp. 61-68), se revelómuy importarte. Me permitió abordar alPadre como si se tratara de una personaseparada, lo que corresponde, por otra parte,a la experiencia interna de la persona ya obtener de ella las decisiones necesarias.Ejemplo 2Figura 2El padre de Willy era un tirano. A menudole pegaba, gritando que un día le mataría.En aquel momento, Willy pensaba quesu padre quería realmente matarle. Así incorporóun Padre violento y homicida. Dudabaen tomar una decisión firme de no-suicidio a partir del Niño, pero aceptaba dejarhablar a su padre, «Santiago», que pareceser la causa de su reticencia. Entonces, parecíaque «Santiago» no es duro más quede fachada. En el fondo, tiene miedo de suincapacidad como padre. Pega a sus hijosporque está desesperado. Cree que ésta esla mejor manera de hacerlo cuando se comportanmal. Yo me comprometo con él enuna discusión franca a propósito de los efectosde este comportamiento sobre los niños.Acepta no decir desatinos, se comprometeinmediatamente a tratar a Willy de forma diferente.Toma rápidamente la decisión de nomatar a Willy. Como a veces sus impulsoshomicidas actúan también sobre otros, tomala decisión, más general, de no matar a nadie.Recostado en su propia silla, Willy estáaliviado: su cara se expande en una ampliasonrisa. Dice: «Si Santiago hubiera hecho loanterior un día u otro, no creo que hubierapodido detenerle». Para verificar, yo le digo«Ya sabes, tú habrías tenido que decidir queél se adueñara de la situación». Él responde:«Ya sé, y no creo que le hubiera tenidoporque creí que él era demasiado fuerte».Siguió su trabajo estableciendo un contratoclaro y firme de no-suicidioDe esta experiencia y de otras, concluí quela decisión de no matarse es, a veces, unaetapa necesaria para tratar a una persona potencialmentesuicida. Esta decisión trata de lamotivación o compromiso de una parte dematar a otra. La mayor seguridad parece resultarcuando el cliente especifica en el contrato el nombre del objetivo de su homicidio.Generalmente, esta dinámica se juega entreel Padre y el Niño, pero no siempre, como lomuestra el caso de Susana y Simón. A veces,se trata de diferentes partes del Padre.La decisión de vivirLas personas suicidas manifiestan unmotivación o una determinación de morir.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


340 Ken MellorGeneralmente, este aspecto está mezcladocon los dos precedentes, lo que contribuyea veces a oscurecerlo. Sin embargo, llegaa ser primordial. Es posible, por ejemplo,que las ideas suicidas u homicidas hayansido estimuladas por las ideas de muerte opor una decisión de morir. A la inversa, unapersona puede detenerse al borde del suicidiopor la única razón de que su motivacióno su determinación de morir no es lobastante fuerte. Sea lo que sea, cuando estáausente el compromiso firme de vivir, lprobabilidad del suicidio, o de una vida sinobjetivo y sin alegría, permanece demasiadofuerte para que la persona esté segura.Una cosa es decidir no matarse ni sermuerto; otra es decidir vivir.Abordo este aspecto como ayuda a ladecisión de vivir. Me sirvo de esta frase decontrol: «Yo viviré una vida sana y plena, yla promoveré en los demás».Es útil verificar el sentido de las palabra«vida sana y plena» para la persona quetoma esta decisión, y asegurarse de que noprepara escapatorias.Para algunas personas que tienen problemasde suicidio, a veces lo más fácil escomenzar por obtener esta decisión de vivir.Abre entonces la vía a decisiones ulterioresde no-suicidio y de no-homicidio. Aveces, es más fácil situarla en el curso delproceso, o al finalEjemplo 3Andrea sentía la vida como una curvapermanente y monótona. Se mantuvo díatras día gracias a un consuelo: «Si las cosasvan verdaderanente demasiado mal,siempre podría matarme o matar a los niños».Como resultado de un largo trabajo,decide no suicidarse y no matar.La vemos aquí decidida a vivir. Despuésde su redecisión, luchó durante seis semanascon su pánico y su sensación deestar sumergida en todo a lo que ella debíaafrontar en el momento actual. Hastaentonces, había logrado posponer esto. Laduda la asaltaba: ¿no era de locos habertomado las dos decisiones?. Finalmente,después de su decisión de vivir, desaparecióuna gran parte de su angustia. Sucompromiso de vivir, y no solamente de nomatarse, fue el giro más importante de sucrecimiento. Precisamente en aquel momentoella ya no se planteó la cuestión delsuicidio.Un métodoDespués de convencerme de la necesidadde tratar los tres aspectos de las decisionessuicidas en algunos casos, he puesto a puntoun proceso en cuatro etapas. Me permite,antes de considerar a la persona definitivamente fuera de peligro, estar seguro de habermeocupado de cada uno de ellos.1ª etapa: Identifica la motivación y/o lvoluntad suicida en cada estado del yo.Identifica la motivación y/o la resolucióhomicida en cada estado del yo.Identifica el o los estados del yo que tienen una motivación y/o una resolución demorir.Cada uno de los tres aspectos puede situarseen el Niño o el Padre y estar investidoallí de niveles variables de energía.2ª etapa: Sirviéndonos de las tres frasesde control, obtenemos de la persona las redecisionesnecesarias de no-suicidio, deno-homicidio y de vivir, en cada una de laspartes estudiadas. No consideramos el trabajoterminado si no hemos consideradocada una de ellas. Antes de pasar a la redecisión,el cliente puede necesitar contratosa corto plazo para protegerlo.En este objetivo, consideramos que eltrabajo de redecisión con dos o más sillases una herramienta poderosa para el Padre.Es posible llevar a cabo la entrevistadel Padre, siguiendo el modelo de JohnMcNeel, llamando a cada parte con el nombrepropio. Recordemos la importancia dedesignar nominalmente a la víctima en potenciaen el texto de toda decisión de nohomicidio,ya se trate de un acto del NiñoRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


El suicida: ser matado, matarse, morir 341hacia el Padre, del Padre hacia el Niño, odel Padre hacia el Padre. Por ejemplo,John, en el papel de su madre homicida dice:«No te mataré y no te haré daño, John,ni a ninguna otra persona, de cualquier maneraque sea...».Una observación: a propósito de problemassuicidas y/o homicidas, hay grandesposibilidades de encontrar la locura en elPadre de la persona. McNeel nos previenede no recurrir a la entrevista con el Padresi el padre de la persona está loco. Paramí, esto constituye una advertencia, no unaprohibición categórica, como otros parecenhaber entendido. Los terapeutas experimentadosen el tratamiento de debilidadesprofundas o de la «locura» pueden entrevistarmuy bien a un Padre loco y obtenerexcelentes resultados, sobre todo al trabajaren la línea del reparentalización (Schiff,1970; Schiff y otros, 1975 ). Esto puede seruna condición necesaria de una liberaciónsuficiente del Padre para las decisionesque se imponen.3ª etapa: Antes o durante la toma de decisión,hay que efectuar un trabajo de integración,en el que las diferentes partes de lapersona expresen y discutan sus reaccionesunos frente a otros. A veces, es útil animarlesa poner a punto un sistema de señalespasa advertirse mutuamente de los terrenosa evitar o, mejor todavía, del sostén queellas pueden aportar. Si hay muchas partesinteresadas, este trabajo puede no hacerperder el tiempo. Vale la pena, porque despuésde esto, la persona se siente por primeravez unificada y sólida, sin reliquias dviejas separaciones interiores.4ª etapa: Conviene verificar que todo etrabajo necesario se cumpla, haciendo repetira la persona la frase de control quereúne a las otras tres: «No mataré a nadie,no haré mal a nadie, ni a mí mismo ni aningún otro, ya sea accidentalmente o apropósito; no me las apañaré de ningúnmodo para que nadie me lo haga o lo hagaen mi lugar; viviré una vida sana y plenay la promoveré en los demás».Ejemplo 4: La infancia de Geraldine fueterrible. Después de un aborto fallido, sumadre intentó muchas veces matarla. Aúnbebe, su herma mayor la tiró al suelo queriendomatarla. Más tarde, salía a pasearcon Geraldine y la perdía para desembarazarsede ella. También su padre había intentadomuchas veces matarla. Su madre ysu hermana eran dos suicidas. Su madrequería morir y, hasta el fin de la adolescencia de Geraldine, bebía mucho para suicidarse.Murió tras una serie de escenascon el padres: la violencia era tal que unamuerte parecía inminente. ¿Es extrañoque, desde entonces, Geraldine sea igualmentetan destructiva consigo misma y quetenga no pocas ideas suicidas?La etapa 1ª terminó así: en su Padre,tres personas son homicidas hacia ella, dosson suicidas y una quiere morir. Su padrey su madre mantienen un potencial homicidamutuo. Ella es suicida y quiere morir.En una sesión en la que ella revive el nacimientode su propio hijo, Geraldine reexperimentóde un golpe su propio nacimiento.El resultado fue que decidió claramenteno suicidarse y vivir. Durante dos días, sesintió segura por primera vez en su vida;después, comenzó a sentir pánico. Se diocuenta de que su decisión de morir sirvióde protección contra los ataques internosde su «madre», de su «hermana» y de su«padre». Después de cambiar esta decisión,ellos estaban dispuestos a matarla.Durante tres sesiones sucesivas, celebrétres entrevistas con el Padre, asegurandoen los intervalos la Protección necesariahasta finalizar el procesoEn el curso de la primera, marcada porno y de reparentalización, su «madre» tomalas decisiones de no-homicidio, de nosuicidioy de vivir. En la segunda, es su«hermana» quien toma las decisiones deno-suicidio y de no-homicidio, gracias a unligero trabajo de reparentalización. En latercera, su «padre» decide «no matar»Tengo la impresión de que trabajó para símisma entre bastidores mientras que laRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


342 Ken Mellor«madre» y la «hermana» ocupaban la escena.Finalmente, juntamos al «padre» y ala «madre» para que decidieran «no matarse»el uno al otro.La 2ª etapa se cumplió; el Niño de Geraldinedecidió no suicidarse y vivir y, ensu Padre, la «madre», la «hermana» y el«padre» decidieron lo que Geraldine necesitaba.En el curso de períodos de integración alfinalizar cada sesión, todos estos personajes se descubrieron intereses comunes ymucho amor y compasión de los unos hacialos otros, lo que hasta entonces no habíaaparecido antes en ninguna ocasión.Hicieron inventario de los puntos difíciles yse pusieron de acuerdo sobre la forma deabordarlos. Geraldine se siente segura einteriormente unificada. Ésta es la etapa 3ªque conduce a la integración interna, a lavez producida y marcada por el fin de la exclusión de los aspectos del Padre y del Niñoque hemos considerado.Observaciones generalesEste tipo de trabajo supone tratar a todauna familia y, a veces, todavía más, en elinterior de una sola persona. Hay no pocasanalogías con la terapia familiar. Primero,muchas técnicas se aplican directamente.Por otra parte, la energía disponible es muygrande y el terapeuta recompensa el trabajodel cliente con cambios a la vez sobresalientesy rápidos. Fundamentalmente,es el Niño de la persona quien tiene la direcciónde lo que pasa: es bueno acordarsede ello cuando encuentra resistencia enel Padre. A veces, discutir brevemente conel Niño sobre la energía que invierte paraque el Padre permanezca tal como es, servirápara tratar la resistencia En lo que concierneal orden de los diferentes puntos,estoy convencido de que el método máseficaz es generalmente ponerse en el lugade la persona y adaptarse al orden en quequiere abordar los asuntos. La duración deocuparse de estas cuestiones varía de unasola sesión, cuando los problemas son clarosy fácilmente relacionados, a variosaños, cuando los asuntos son oscuros yestrechamente imbricados.REFERENCIASDrye, R. R., Goulding, R y Goulding, M. (1973).Patient Monitoring of Suicide. American Journalof Psychiatry, 130, 2, 1973, 171-174.McNeel, J. (1976). The Parent Interview. T.A. J.,VI, 1, 61-68.Meininger, K. (1938). Man against Himself, PartII, Londres: Harvest Books.Schiff, J. (1970). All My Children. Nueva York:Pyramid Books.Schiff, J. y otros (1975). Cathesis Reader, pp. 38-90. Nueva York: Harper and Row.Steiner, Cl. (1971). Games Alcoholics Play, pp. 177-180. Nueva York: Ballantine Books.Steiner, Cl. (1974). Scripts People Live, pp. 261-263. Nueva York: Grove Press.Recibido: 4 de noviembre, 2008Evaluado: 11 de Noviembre, 2008Aceptado: 15 de Noviembre, 2008Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Cómo hacer a una persona pasivo-agresiva o poder y contrapoder 343CÓMO HACER A UNA PERSONA PASIVO-AGRESIVAO PODER Y CONTRAPODERMOLLY COLE 1RESUMENLa pasividad-agresividad es inducida; no es un rasgo inherente. El autor presentalos pasos para crear una personalidad pasivo-agresiva y describe el juego de lucha depoder. También, presenta los efectos del juego en la persona pasivo-agresiva, sugiereciertas precauciones para tratarla y cómo remediar los efectos del juego.Palabras clave: Pasividad-agresividad, juego de la lucha de poder, efectos, remedio.HOW TO MAKE A PERSON PASSIVE-AGRESSIVE, OR THE POWERSTRUGGLE GAMEABSTRACTPassive-aggressiveness is induced; it is not an inherent trait. The steps in creating apassive- aggresive personality are presented, and the power struggle game is described.The author also describes the effects of the game on the passive-aggresive person,suggests caveats in dealing with him, and makes suggestions for remedying the effectsof the game.Key Words: Passive-aggressiveness, power struggle game, effects, remedyCOMMENT FAIRE UNE PERSONNE PASSIVE-AGGRESSIVE OUPOUVOIR ET CONTREPOUVOIRRÉSUMÉLa passivité –agressivité est induite, ce n´est pas un trait inhérent. L´auteur présenteles pas qui servent à créer une personnalité passive-agressive et il décrit le jeu de lalutte du pouvoir. Il présente aussi les effects du jeu dans la personne passive-agressiveet il suggère la façon d´arranger les effects du jeu.Mots clé: Passivité-agressivité, jeu de la lutte du pouvoir, effects, remède.El comportamiento pasivo-agresivo es,sin duda alguna, uno de los problemas másfrustrantes para los terapeutas. Cuanto mástrabajan estos para ayudar a su cliente, pareceque éste tiene menos interés por colaborar.A este respecto, es fundamental establecerclaramente el origen de tal actitud.En primer lugar, para no invitar a este juegoa los clientes. Además, para prevenir a loseducadores y que no hagan a sus discípulospasivo-agresivos y ayudarles a que facilitenla salida de aquellos que ya han llega-1Cole, M. (1984). How To Make a Person Passive-Agressive, or «The Power Struggle Game. Transactional AnalysisJournal, XIV, 3,7, 191-194.Traducción: Francisco Massó Cantarero. Revisión: Equipo de www.bernecomunicacon.netRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


344 Molly Coledo a ser pasivo-agresivos. Finalmente, lomás importante, ayudar a las personas pasivo-agresivasa renunciar a los juegos y alos «rackets» conectados con tales juegos.Nadie nace pasivo-agresivo. Se llega aserlo mediante un juego: «Poder y contrapoder».Si han participado en este juego confuerza y durante bastante tiempo, los niñosllegan a adquirir rasgos pasivo-agresivos oincluso toda la personalidad pasivo-agresiva.El juego de «Poder y contrapoder» se pareceal de «Sólo trato de ayudarte». En amboscasos, una persona en rol de autoridad,digamos un padre o un terapeuta, trata deconseguir que la otra persona cambie, diciéndoleque es por su bien. En cualquier caso,los roles en el triángulo dramático sondistintos. En el caso «Poder y contrapoder»,el Perseguidor quiere que el otro haga lo queél considera positivo. En cambio, en el casode «Sólo intento ayudarte», es un Salvadorel que interviene, contando a priori con quesus proposiciones van a ser rechazadas(Berne, 1964, Pp. 143-144; 2007, Pp. 170).«Poder y contrapoder» es una variantedel «Juego de Salvador» de Steiner. Decualquier modo, el Niño aprende a sentirsesin recursos. Reacciona ante la persecuciónteniendo malos resultados escolares,rehusando trabajar, entregándose a la drogay/o haciendo que lo detenga la policía(Steiner, 1974, P. 151; 1992, P. 209).La característica específica de «Podercontrapoder» es que la atención se centra antetodo en las intentonas del Perseguidor paraamedrentar a la Víctima y en el resultado.El juego se desarrolla cada vez que elpoder, bien sea paterno, terapéutico, educativo,patronal o de otro género cualquieraes utilizado para forzar a otra persona aque actúe. A partir de ese momento, hayun Perseguidor y una Víctima.ASPECTOS DINÁMICOSEl primer paso para suscitar una reacciónpasivo-agresiva es: «Intentar que elotro haga lo que yo quiero mediante un métodoque lo deje al margen». Una orden suministradasin ninguna justificación, constituye una invitación casi irresistible para entraren el juego; sobre todo, si tal orden vieneacompañada de una amenaza explícitao encubierta.Una versión más benigna de esta mismainvitación la podemos encontrar así: Increpara alguien hablándole con un tono sarcásticoo despectivo; o también atosigarlocon múltiples exigencias, aunque sean pequeñeces.Segundo paso: Arreglar la situación detal modo que la Víctima no pueda o no quierarehusar. Decirle, por ejemplo: «No protestes»o indicarle por uno u otro medio quela expresión directa de su rabia es inapropiadao «perversa».Los terapeutas pueden dar este segundopaso con facilidad, presentándose comoomniscientes: No es necesario tanto, nimucho menos, para que el cliente se sobreadapteaparentemente y se convierta enpasivo-agresivo.REACCIÓNAsí pues, la Víctima no tiene otro remedioque adaptarse: La persona puede queesté enojada ... pero será raro que tengaconsciencia de ello, toda vez que la expresióndirecta de su rabia es, precisamente,lo que su Perseguidor le ha prohibido.Ante este hecho, ¿qué posibilidades tiene?a) En primer lugar, expresar indirectamentesu rabia haciéndole sufrir alPerseguidor al máximo.b) En segundo, con un poco de suerte,no haciendo nada o haciendo poquísimode aquello que el otro pretendía.Cuando la Víctima se ve obligada areaccionar a regañadientes, podemosdecir que comienza el juego.Según la fórmula berniana de la dinámicadel juego (1972, P. 23; 2002, P. 42), heaquí los movimientos principales:Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Cómo hacer a una persona pasivo-agresiva o poder y contrapoder 3451) Truco o Cebo: La Víctima indica quedesea jugar, removiendo su cebo, comoun engañabobos cualquiera. Porejemplo, cuando es evidente que seespera algo de ella, no hace nada, ohace, justamente, lo que sabe que suPerseguidor no quiere que haga.2) Debilidad o Flaqueza: El Perseguidorpone la flaqueza, el punto débil con eque engancha el cebo. Éste es su deseode conseguir que la Víctima secomporte de tal o cual manera, ya queestá convencido de que tiene poder sobreesa persona. O que es su dueño.3) Respuesta: El Perseguidor trata deconseguir que la Víctima haga aquelloque él desea.4) Cambio: La Víctima se convierte enPerseguidor y elige de entre todo un arsenalde armas pasivas-agresivas. Porejemplo: Se dice a sí misma que no lopuede conseguir y se lo cree; se olvidaráde cumplir su tarea y realmente nolo recordará. Lo dejará para despuéshasta la fecha final y actuará sólo cuando se sienta forzada se entretendrá interminablemente.O bien, cuando atrancas y barrancas, por fin, logre terminar su tarea, será ineficiente a propósito (DSM III, 1980, Pp. 328-329).5) Confusión: En un momento de confusión,el Perseguidor cambia de jefe queejerce su dominio a Víctima burlada.6) Pago o Beneficio fina El Perseguidorsentirá una gran frustración y la tristezaque acompaña a que no le comprendan,porque ¿acaso no pretendíaél algo positivo para la otra persona?.En el plano externo, reflejará muy frecuentemente irritación que tiene todaslas apariencias de la rabia.La Víctima se siente triunfante y reivindicada;sin embargo, probablemente no expresaránada.Cuando ocurre fuera del ámbito familiar,el juego tiende a detenerse aquí. En cambio,cuando se juega entre padres e hijos,es frecuente que desemboque en una escaladabastante más grave. En este caso,la secuencia anterior continúa medianteuna segunda reacción que resulta destructorapara la imagen que el Niño de la Víctimatiene de sí mismo. Las consecuenciaspueden llegar hasta la revuelta pasivoagresivadel comportamiento.En otra versión de este juego, el Perseguidortiende a forzar a la Víctima por todos losmedios de los que dispone y que consideraaceptables: Llora, se enfurruña, se encoleriza yrecurre a diferentes «castigos». Además, expresasu reacción con toda su conducta. Si pretendeque su Víctima «no lo consiga», le diráo le dará a entender que es estúpida. Si la Víctimatiene un olvido, el Perseguidor la tratarácomo a un idiota y le dirá que es un zoquete.Si la Víctima deja algo para más tarde o se entretiene,el Perseguidor destacará tal pereza.Cuando la Víctima se comporta ineficazmenteel Perseguidor dirá que es debido a que se escabulle,a que no piensa o se atolondra.Todas estas atribuciones configuran yrefuerzan la imagen peyorativa del Niño dela Víctima. Así pues, cuanto más duro seael juego y más veces se repita, tanto másel Niño creerá de sí mismo que realmentees «malvado» o «perverso».El Perseguidor, por su parte, se siente ensu derecho para descargar su rabia contrala Víctima. Es bastante frecuente que cambieel rol de Perseguidor por el de Salvador,ante el miedo a que no se vaya a terminara tiempo una determinada tarea, que no vayaa concluirse de forma oportuna o simplementeque no vaya a estar perfecta.En el proceso interno, la Víctima tieneconsciencia de los comportamientos que sele reprochan y admite todas las atribucionesque ha recibido. Su autoestima tiendea ser cero. Piensa que, efectivamente, tienemerecido el castigo. Con el trasfondo deesta imagen de sí mismo tan negativa, correpeligro de tomar decisiones de guióndestructivas, que originen sucesos talescomo la pérdida del empleo, la ruptura delmatrimonio, el abuso de la droga y del alcoholo problemas con la Ley.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


346 Molly ColeFigura 1: El juego de la lucha de poder.El descuento que sufre aquí la víctima essu capacidad para ser autónomo y teneréxito por sí mismo. Al menos, por principio,la persona tiene buenas intenciones: tratade complacer y de hacer una vida feliz. Unsegundo descuento es el de sentimiento dela rabia: la Víctima no es perversa, sinoque tiene rabia, y en tanto no haya resueltoeste sentimiento, no colaborará.¿Cómo salir de «Podery Contrapoder»?Para los padres, terapeutas y otras personasque estén en posición de autoridad,la mejor estrategia consiste en dejar de invertirenergía para hacer cambiar al otro.Muchos padres han constatado que, a partirdel momento en el que han dejado deocuparse en forzar el cambio del hijo, seproduce una mejora muy significativa en lconducta del hijo. Obstinarse en conseguirpor la fuerza que cambie una persona pasivo-agresivaes como clavar a martillazosun tornillo: El comportamiento cristaliza, seendurece cada vez más.Al Perseguidor no le resulta fácil abandonarel juego; teme que la Víctima nuncavaya a hacerse cargo de sí misma. A mayorabundamiento, mientras el Perseguidorcontinúe asumiendo las responsabilidadesque le competen a la Víctima, es seguroque ésta no se responsabilizará jamás. Porel contrario, cuando la Víctima no encuentrea nadie con quien luchar y por tanto carezcade razones para estar rabiosa, se encontrarálibre para comenzar a operar deuna forma responsable. En ese momento,animándola y dándole caricias positivas,podemos ayudar a la Víctima a acometerlos cambios que necesita.Desde la perspectiva de la propia Víctima,el problema crucial estriba en la faltade autoestima personal. La persona desconocesus capacidades auténticas. A buenseguro, las subestima, igual que hacen lasRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Cómo hacer a una persona pasivo-agresiva o poder y contrapoder 347personas que le rodean. Por si ello fuerapoco, como quiera que no ejercita su propiacapacidad, sus relaciones personalesestán impregnadas de dependencia. Éstaes consecuencia directa del mandato «Notriunfes», que la persona aceptó en su infancia,toda vez que sus realizaciones casisiempre eran consideradas insuficientescriticadas (Goulding y Goulding, 1979, P.37). Por todo ello, la persona necesitaráuna gran cantidad de estímulos y caricias,cuando inicie sus tareas y cuando las termine.Es altamente posible que la partepersecutoria del Padre esté interiorizada enel P1 (Padre en el Niño) (Woollams yBrown, 1978, P. 10) y, por tanto, si la personaquiere dejar de luchar consigo misma,necesitará redecidir que, para dejar de lucharconsigo mismo, ha de batallar con esePadre Perseguidor.Para tratar con éxito a la personalidadpasivo-agresiva, es preciso armarse de unagran dosis de paciencia y habilidad. Es importanteque el terapeuta evite confundir aeste tipo de personalidad con las personalidadesantisociales que también resisten yse enfrentan a la autoridad, pueden entregarseal alcohol y a la droga y se confiesaincapaces de mantener un trabajo profesionalsatisfactorio durante mucho tiempo(DSM III, 1980).Estas tres características se encuentranen el caso de Pedro, que tiene 22 años, estáintegrado en un grupo, porque se le haimpuesto una terapia semanal como condiciónpara su puesta en libertad provisional.La dinámica que subyace aparece enseguida:los padres son personalidades controladorasy Pedro los percibe como Perseguidores;para vengarse, Pedro está dispuestoa infringir la Ley, sin importarle cuál sea elprecio, inclusive aunque éste sea la cárcel.La diferencia radical entre la personalidadasocial y la pasivo-agresiva, se sitúaen el plano de los sentimientos. Generalmente,la persona pasivo-agresiva los mantienesecretos e inclusive está dotada deuna sensibilidad extraordinaria. Es frecuenteque este tipo de personas experimentenuna gran ternura por sus padres, aun cuandolos vivencien como Perseguidores, yque les estristezcan la tensión existente ensus relaciones paterno-filiales. Además leasusta su futuro.Confrontar a Pedro con fuerza, que esun procedimiento adecuado para tratar apersonas antisociales, no llevaría más quea acentuar los sentimientos negativos, disminuiraún más la autoestima, prolongar elguión de vida y reforzar las resistencias. Noolvidemos que, desde la infancia, la personapasivo-agresiva se ha entrenado en resistira las duras confrontaciones de las figuras parentales.TRATAMIENTOP. Ware ha publicado una teoría sobrelas adaptaciones ligadas a la personalidady las ha puesto en relación con las «puertas»de la terapia: Puerta de entrada, puertade salida, puerta engañosa (Ware,1983). Para la relación con la persona pasivo-agresiva,la aportación de Ware es deun valor incalculable.La puerta engañosa es el pensamiento.Si accedemos a razonar con una personapasivo-agresiva, ésta enzarza una discusiónestéril o bloquea a su interlocutor respondiéndolecon monosílabos. Se muestramuy disponible cuando se le aborda diciéndole:«Yo creo...», o bien «mi opiniónes ...». Se desconectan ante la más ligeramuestra de poder: Precisamente, este tipode personalidad está programado para lucharcontra el poder. Ser muy protector esmucho más efectivo.En el grupo, Alicia discute casi todas lasfrases. Ante cada interrupción yo respondoamablemente: «Bien, quizá tú tienes razón...».Si el tema es importante, digo: «Noestoy de acuerdo, pero tu opinión cuentarealmente para mí...». Para Alicia esta frasepasa inadvertida, pero ella me la aceptabien cuando se la recalco con dulzura:Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


348 Molly Cole«Tú pareces estar en desacuerdo conmigosobre muchos puntos. Y yo me pregunto sitú sabes por qué actúas así».La puerta de entrada de la persona pasivo-agresivaes la conducta. Se sabotea acada momento, aun cuando rara vez tieneconsciencia de ello. Acariciar al Niño Rebelde,tal como recomienda R. Drye (1974),lleva a la persona pasivo-agresiva a darsecuenta de lo que hace.Por ejemplo, se le puede incomodarchistosamente por su maestría en conseguirvictorias sobre cualquier autoridad. Lapersona se ríe y el grupo comparte esagracia.Juan es un participante de nuestro grupode jóvenes, que se lamenta de lo duroque le resulta levantarse cada mañana, llegarpuntual al colegio y mantenerse allíatento. Con risas, el grupo le da cariciaspor atraer sobre él la atención de sus padres,de sus profesores e incluso de susamigos. Al final, Juan saca la conclusión«Pero todo eso (su conducta de resistencia)raya en lo ridículo». A partir de estaconclusión se dirigió hacia su propio cambio.Sin embargo, hay que tener una cautelaindispensable: Asegurarse de que elcliente se divierta, pues de lo contrario,sentirá que le persiguen y podría tener razónal sentirse así.Finalmente, la puerta de salida es el sentimiento.Al principio de la terapia, auncuando pueda actuar como un duro, la personase siente mal, deprimida y hasta tieneideas suicidas. Si abusa de la medicación,será tanto para cuidarse a sí mismo,como por rebeldía.Para contactar con sus sentimientos, espreciso testimoniarle un gran contingentede sutileza y empatía. Cuando la personapasivo-agresiva confía en el terapeuta, cosaque no es habitual aunque sí difícil, lapersona apenas puede creer que el terapeutala considere como que está bien, dadoque sus padres y muchas otras personasque la conocen mantienen el criterioopuesto.Desde el principio de su terapia, Helioafirma que tiene necesidad de ejercicio; sterapeuta le ayuda a establecer un programapara correr; en un principio, Helio colaboraplenamente; a la sesión siguiente,se muestra avergonzado; en sus ojos, puedeverse un fracaso, como es habitual enél. No ha salido a correr ni una sola vez:Estaba con migrañas y muy cansado. Laencuesta posterior reveló que su madreprocuraba asignarle objetivos sin cesar. Élse sorprendió mucho cuando se dio cuentade que no era «una persona blanda ysin carácter», sino que participa en juegosque le permiten expresar su rabia indirectamente.Veamos ahora una técnica que últimamentese ha mostrado eficaz con las personas pasivo-agresivas: «Dar forma (moldeado)».Es un método de modificación de conducta, que consiste en acariciar positivamentelas aproximaciones sucesivas que lapersona dé para obtener el comportamientodeseado. Es difícil señalar en muchoscasos el punto de partida de la cadena; enalgunos, incluso es necesario inducirlo.Veámoslo con un ejemplo: El cliente seamarga la vida a base de conflictos con suprofesores; el terapeuta le dice: «Realmente,me gusta la forma que empleas paracuidarte a ti mismo colaborando con los demás,inclusive con tus profesores». Es muyposible que el cliente responda algo así:«Pero si yo no he hecho eso nunca jamás».Con todo, si sobreviene la protestadel cliente, el terapeuta no ha de dar marchaatrás: «Sin duda alguna, yo me heequivocado. Tú has llegado a colaborartanto con nosotros y con los demás, que hesupuesto que harías lo mismo con cualquierade tus profesores» (Haley, 1976,P. 67). El terapeuta da así un modelo queel cliente no ha visto nunca en su familia:Admitir el error propio. El terapeuta da tambiénpermiso para equivocarse, sin que ellole lleve a estar mal. Además, y esto es lomás importante, la sugerencia de cambiarRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Cómo hacer a una persona pasivo-agresiva o poder y contrapoder 349está formulada de forma tal que realza laautoestima de la propia persona.Para quien haya entendido cómo evitar«Poder y contrapoder», trabajar con laspersonas pasivo-agresivas es un placer.Generalmente, estas personas tienen unbuen sentido del humor; además aprecian,auténticamente, a todos quienes les reconocensu bienestar y respetan el dolor subyacentea sus conductas de sabotaje.REFERENCIASAmerican Psychiatric Association (1980). Diagnosticand Statistical Manual of Mental Disorders(DSM) (3ª edición). Washington: D.C:Autor.Berne, Eric (1964). Games People Play. NuevaYork, Ballantine Books. Traducción española:Juegos en que participamos (2007). Barcelona:RBA.Berne, Eric (1972). What do you say after yousay hello. Nueva York: Grove Press. Traducciónespañola (2002). ¿Qué dice usted despuésde decir “hola”?. Barcelona: RandomHouse-Mondadori.Drye, R. (1974). «Stroking the rebellious child».Transactional Analysis Journal, 4 (3), 23-26.Goulding, M. & Goulding, R. (1979). Changing livesthrough redecision therapy. Nueva York:Brunner/Mazel.Haley, J. (1976). Problem-solving therapy. SanFracisco: Jossey-Bass.Skinner, B.F. (1948). Walden Two. Nueva York:Macmillan.Steiner, Claude (1974) Scripts People live. NuevaYork: Grove Press. Traducción española:Los guiones que vivimos (1992). Barcelona:Kairós.Ware, P. (1983). «Personality adaptations».Transactionalb Analysis Journal, 13, 11-19.Woolams, S. & Brown, M. (1978). TransactionalAnalysis. Michigan: Huron Valley InstitutePress.Recibido: 4 de Noviembre, 2008Evaluado: 11 de Noviembre, 2008Aceptado: 15 de noviembre, 2008Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


350 Shepard D. Gellert y Grace WilsonLOS CONTRATOSSHEPARD D. GELLERT Y GRACE WILSON 1RESUMENEste artículo repasa algunas de las investigaciones que se han llevado a cabo sobrelas metas en el campo de la Psicología Experimental, y las implicaciones de esos trabajospara el terapeuta que ejerce “la terapia de contratos”. Los autores encuentranlos contratos como algo terapéutico si el cliente experimenta que tiene éxito con losmismos. Algunos ejemplos clínicos de varios niveles de los contratos ilustran el puntode vista de los autores y lo detallan en una técnica, la de «yo me comprometo si tú también»,con fines terapéuticos, como una forma de contratoPalabras Clave: Terapia de contrato, nivel de aspiración, objetivos de sustitución,doble vínculo terapéuticoCONTRACTSABSTRACTThis paper reviews experimental psychology goal research and its implications forthe therapist doing ‘contract therapy’. Clinical examples of various levels of contractsgive illustrations, and a technique, the therapeutic double bind, as a form of contract,is detailed. Contracts can lead to therapeutic success.Key Words: Contract therapy, level of aspiration, substitute goals, therapeutic doublebind.LES CONTRATSRÉSUMÉCet article examine certaines recherches en psychologie experimentale relatives auxobjectifs, ainsi que les implications de celles-ci pour le thérapeute qui pratique la «thérapiepar les contrats. Les auteurs trouvent les contrats thérapeutiques si le clientéprouve du succès avec eux. Des exemples cliniques de divers types de contrat serventde démonstration, et l´on donne des précisions sur une technique, le dilemme thérapeutique,et son emploi comme un genre de contrat.Mots-clé: Contrats thérapeutiques, niveau d´aspiration, buts substitutifs, doublecompromis thérapeutique.El contrato terapéutico: determinarun objetivoEl Análisis Transaccional se define comun método contractual de terapia. Cuandoel cliente concluye su contrato, enuncia unaintención o, diciéndolo de otro modo, se fija un objetivo.Según Kurt Lewin (Lewin, 1935), la necesidado el deseo de una persona engen-1Gellert, Sh. D. y Wilson, G. (1978). Contracts. Transactional Analysis Journal, VIII, 1, Enero, 100-106.Traducido por Milagros Casto y Antonio Martín. Revisado por el equipo de www.bernecomunicacon.netRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Los contratos 351dran en ella un sistema de tensiones psicológicasque cesan cuando obtiene aquellohacia lo que tiende.Asignándose un objetivo, la persona instituyeuna tensión que desaparecerá cuadose alcance el fin. A partir de este punto dvista teórico, los discípulos de Lewin emitierony verificaron experimentalmente unserie de hipótesis. Vamos a recordarlas yaplicarlas en el proceso terapéutico.El efecto Zeigarnik: el retorno a las tareasinacabadasPodemos verificar la hipótesis principapor una de sus consecuencias: si la tarease interrumpe, los sujetos tenderán a recurrira ella más frecuentemente, pues en estecaso la “tensión" no se ha abolido. Esésta la experiencia clásica de Zeigarnik(1927, 9, pp. 1-85): a 82 sujetos, niños yadultos, se les dejó la posibilidad de terminaruna veintena de tareas simples. Al grupode control se le interrumpió antes de finalizar las tareas. Bluma Zeigarnik constatóque las tareas inacabadas se repetíanmás frecuentemente que las tareas acabadas,en una proporción de 1,9 contra l. Sise les interrumpe entre la primera tareaque los sujetos retoman, actúa en 3 casossobre 4 de una tarea inacabada.Más tarde, María Ovsiankina (1928, 2,pp. 302-389) constató que los sujetos a losque se les había interrumpido, terminabanespontáneamente sus tareas, y que las retomabantanto más voluntariamente cuantomás les gustaba, obtenían éxito en ellas omostraban una especial disposición haciaellas.Por su parte, Gita Birenbaum (1930, 13,pp. 218-284) mostró que las personas casinunca olvidan las intenciones u objetivos ligadosa una tarea principal o a una necesidadcentral.El cliente que se asigna un objetivo terapéuticoinstaura, pues, en sí mismo unsistema de tensiones que le ayuda a incorporarviejas escenas para terminar su trabajo.La tensión persiste hasta que alcanzanel objetivo, incluso si la tarea se interrumpe;por eso, el cliente sigue trabajandopara conseguir el objetivo, incluso despuésde las sesionesEl nivel de aspiraciónHaciendo variar el «nivel de aspiración»de los sujetos, podemos medir en ellos lainfluencia sobre las tasas de éxitos o derrores. Ferdinand Hoppe (1930, 14, pp. 1-62) proyectó una nueva luz sobre los factoresque influencian las determinaciones dobjetivos. Proponía a sus sujetos diferentestareas fáciles, medianamente difíciles, o difíciles:lanzar flechas, armar un puzzle, etcDespués del éxito o del fracaso del sujeto,se le pedía a qué objetivo quería dirigirseenseguida. Hoppe constató que la impresiónsubjetiva de éxito o fracaso no estabaligada a cumplir objetivamente la tarea, sinoal ideal de la persona. Un éxito subjetivoaumenta el nivel de aspiración, un fracasosubjetivo lo disminuye. Jamás constatóuna disminución después de un éxito oun aumento después de un fracaso.Sara Jucknat (1937, 22, pp. 89-179) encontróque, si la tarea se cumplía con laayuda del experimentador, sólo la mitad delos sujetos aumentaba su nivel de aspiración;muchos lo disminuían. Si el éxito erafácil, el 96% de los sujetos lo aumentaron.Cuanto más grande era el éxito, más subíala aspiración. En fin, un éxito o un fracasen un terreno pueden influenciar el nivel daspiración de la persona en otro.Sara Fajans (17, pp. 215-267) experimentósobre el éxito y el fracaso en bebésde seis meses a un año, y en niños de unoa cuatro años. Niños de carácter pasivopueden, después de un éxito, pasar a uncomportamiento más bien activo; inversamente,niños más bien activos, pueden,después de un fracaso, pasar a una conductamás bien pasiva.Tasa Dembro (1931, 15, pp. 1- 44) estudiólas reacciones de sujetos frustrados porRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


352 Shepard D. Gellert y Grace Wilsonno haber conseguido su objetivo: manifestaronsu hostilidad contra el frustratorio, abandonaronel terreno o la tarea, o por el contrario,acrecentaron su actividad sobreadaptándoseo actuando; a menudo se refugiaronen el sueño; a veces, en la alucinación.Barker, Dembro y Lewin (1941) mostraronque, después de una frustración, es decir,cuando no se les permite alcanzar unobjetivo, los niños de cinco años y mediomostraron una regresión: sus juegos, eneste momento, no fueron más constructivosque los de los niños de tres años y medio.Max Rosenfeld (Lewin, 1935a) demostróen los niños la disparidad de dos gamas deexperiencias: éxito/fracaso; realizar/fracasaren su objetivo. Además, la gama éxito/fracasovaría mucho según las etapas desu desarrollo.Finalmente, Lewin, Dembro, Festinger ySears (1944) constataron que esta experienciade éxito o de fracaso depende delnivel de cumplimiento de la tarea en el interiorde un marco de referencia (Este término,del que se ha abusado tanto en Psicología,lo introdujo Kurt Lewin), que puedeser la experiencia pasada del sujeto, lasnormas del grupo o un objetivo personal envista de una acción particular.ConsecuenciasSegún Eric Berne (1972) «triunfador esaquél que tiene éxito en aquello que sepropone. El perdedor no llega a realizar susproyectos».Implicaciones: Gran parte de los clientesson unos expertos en el arte de frustrarseellos mismos. Entran en terapia con un nivelde aspiración muy alto, lo cual les garantizael fracaso. Otros,que durante su vidafracasaron la mayor parte del tiempo,llegan con un nivel de aspiración «a ras detierra». De ello resulta que los objetivos ocontratos iniciales deben conducir a un éxitocierto. El terapeuta debe ayudar al clientea alcanzar el éxito o a lograr el contrato,1o que constituye un famoso problema siaquél es muy pasivo. La técnica del «doblevínculo terapéutico», del cual hablaremosmás a delante, ayuda a determinar objetivosalcanzables en cualquier caso.Objetivos de sustituciónEs posible medir el efecto de la tensiónpsicológica a través de la frecuencia de recursoa acciones sustitutivas cuando lossujetos no pueden cumplir la primera tarea.Vera Mahler (1933) constató que una tareade sustitución «real», es decir, una acciónfísica, es más eficaz en este nivel que untarea en palabras o en ideas. El factor determinantepara satisfacer a la persona alcanzarsu objetivo interno.Lissner (1933) averiguó que el valor delobjetivo de sustitución es tanto mayorcuanto más se parece al primer objetivo.Con niños de tres a seis años, Sliosberg(1934) comparó situaciones reales y situacionesde juego. En la vida real, los niñosrechazan los biscuits de chocolate impresosen una tarjeta postal. Por el contrario,jugando con muñecas, el 80% los aceptan,para darlos a comer a las muñecas.Consecuencias: A no pocos clientes lesanimaron en su juventud a alcanzar objetivosque convinieran a sus necesidades ya sus deseos. Les enseñaron a elegir objetivosde sustitución y es probable quepresentaran a uno a guisa de contrato.Ahora se trata de vida real, y no de «hacercomo si». Además, el cliente tiene cuarentao cincuenta años, y no tres. Tiene,pues, poca probabilidad de satisfacer susnecesidades internas, si no alcanza másde un objetivo de sustitución. Esto es tambiéntan poco eficaz a este nivel como edibujo de un pastelito para satisfacer unhambre real.Fácilmente podemos reconocer los objetivosde sustitución, imaginándonos la vidadel cliente después del cumplir su contrato.He aquí dos ejemplos: «Quiero sentirmebien cuando estoy solo», que propuso uncliente solitario; «Quiero expresar mi cóle-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Los contratos 353ra cuando una figura de autoridad me rebaja o me rechaza», en el sentido de: «Deseosentirme rechazado y reaccionar desdemi Padre Crítico»; «Quiero cambiar miGuión», en el sentido de: «No estoy dispuestoa cambiarme a mí mismo».Los contratosLos contratos son terapéuticos si elcliente los siente como un éxito. Son antiterapeúticossi los siente coro un fracaso.Contratos menores1. Cliente: «Quiero hablar de mi situación».Terapeuta: «¿Cuánto tiempo deseas hacerlo?»Cliente: «Diez minutos»Terapeuta: «Muy bien».(El cliente habla alrededor de diez minutosy se detiene)Terapeuta: (caricias positivas): «Admirotu coraje de discutir aquí».2. Cliente: «Quiero saber por qué no llegoa abandonar mi cólera».Terapeuta: «¿Quieres vender las ventajasde encolerizarte en el grupo?».(El cliente lo hace)Terapeuta (caricias positivas): «Es unabonita toma de conciencia como lo has hecho...».3. Cliente: «No estoy seguro sobre quétrabajar» o «No llego a decidir.»Terapeuta: «¿Quieres hacer un contratode no trabajar hoy?» o: «de no decidir...?»4. Cliente: «Quiero cuidar mejor mi habitación»,o «ser más espontáneo», o «tenermenos miedo».Terapeuta: «¿Qué tarea menor vas a hacerdurante la semana para que lo sientas comoéxito?». Y enseguida: «¿Vas a hacerlo?».Cuando el cliente relata un éxito, el grupole da caricias abundantes. El común denominadorde los contratos precedentes esque provienen de unNiño asustado. El lectorcasi puede imaginar al Padre diciendoen el interior: «Deberías hablar de tu situación»;«Deberías saber por qué te encolerizas»;«¿Por qué no cuidas tu habitaciónmejor que ahora?», etc...Una norma del grupo tal como «haceruna regresión» o «redecidir» puede asustaral nuevo participante. Esto irá «mejor» sipuede negociar su contrato en su propiomarco de referencia. Los juicios de valordel terapeuta a propósito del contrato«ideal» provienen probablemente de unPadre Crítico disfrazado de Adulto.Contratos intermediosLos contratos intermedios conducen acambiar comportamientos sin tocar elGuión o, dicho de otra forma, a los «rackets».Todos los contratos que se refierea los juegos, o a las caricias, forman partede ellos. He aquí otros:1. Cliente: «Quiero desembarazarme demi tristeza».Terapeuta: «Entonces, haz la ronda enel grupo y vende las ventajas de estar triste.»(Después de hacerlo el cliente).Haz la ronda en el grupo y enuncia frasesque empiecen por «Yo me pongo tristeen...». Después de esto: «Dispones deuna gran cantidad de formas de ponerte infeliz.¿Cuál o cuáles son las que puedeseliminar la semana próxima?». «¿Quiereshacerlo y contarnos tu experiencia la próximavez?».2. Cliente: «Quiero terminar mi Tesinade Licenciatura en Psicología»Terapeuta: «¿Cómo te sientes cuandoves que no terminas tu tesis?», o «Vendelas ventajas de no terminar», o, con un «doblevínculo terapéutico»: «¿Quieres hacerun contrato de no trabajar en tu Tesina, decontinuar al mismo ritmo, de retrasarla?».Estas intervenciones están indicadascuando, de una forma u otra, el cliente noestá dispuesto a cambiar su Guión. Supongamosque cumple el contrato: «Quieroterminar de encolerizarme contra mi mujery de jugar a `Alboroto' con ella». Le quedaRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


354 Shepard D. Gellert y Grace Wilsonpermitido enfadarse con sus hijos, o con susecretaria, ete... Por lo que declara quererterminar su Tesina buscando un «golpe» oun fracaso, pues todavía no está dispuestoa renunciar a jugar al mártir, a presentarsecomo desprovisto o dependiente, o a recolectarsu beneficio, sea cual seaLa conclusión de un contrato que elcliente pueda cumplir en el aquí y en elahora, o en un futuro inmediato, aumentalas posibilidades de éxito. Los contratosmenores e intermedios llevan a todos, enun cierto grado, a objetivos de sustitución.El doble vínculo terapéuticoCuando los clientes no logran concluircontratos menores o intermedios, o cumplir!os que concluyen, es útil para el terapeutaasignar un objetivo que constituya un«doble vínculo» donde el cliente gana detodas formas. Un ejemplo de doble vínculoterapéutico, combinado con la asignaciónde un objetivo de sustitución, se encuentraen el articulo de R. Zeichnich sobre el exhibicionismo(1976, 6:3).Cuando estableció su Guión, el niño tomóun «doble vínculo» que le arrastró alfracaso, hiciera lo que hiciera. Si jugaba aEstúpido, desordenando sus cosas o perdiendosus cosas, se encontraba en posicióninferior. Si no participaba en el citadojuego, los demás le ignoraban. En los doscasos, inferiorizado o abandonado, se sentíamal.El doble vínculo terapéutico es lo contrariodel de Guión. Más adelante relatamosun caso donde el contrato del cliente es noperder más objetos y no colocarlos en el lugarinadecuado. En el doble vínculo terapéutico,la tarea asignada es perder los objetosy no colocarlos en su sitio (Figura 1).Figura 1: El doble vínculo terapéutico.Si el cliente persiste en perder sus cosas,logra su tarea. En el caso contrario, lograsu contrato. Sea lo que sea, para él esun éxito sentirse bien.Caso clínicoCliente: «No quiero olvidar dónde pongomis cosas. Las pongo siempre en el sitioRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Los contratos 355inadecuado y pierdo una gran cantidad deellas».Terapeuta: «Si quieres, haz la ronda enel grupo y vende a los otros las ventajas deperder tus cosas».Cliente: «Es formidable perder mis cosasporque entonces (hace la ronda entre losparticipantes) puedo pedir ayuda, obtenercaricias, sentirme estúpido, permanecerdependiente, llegar a que los demás haganmi trabajo, tener miedo».Terapeuta: «Continúa con tu miedo.¿Cómo logras sentir miedo?»(En el trabajo real, el cliente participabaigualmente en su juego de Estúpido y enumeróvarias maneras de hacerse inferior)Cliente: (haciendo la ronda en el grupo)«Me doy miedo diciéndome que mi mujerme va a abandonar; cometiendo errores enmi trabajo, convirtiéndome en una cargapara mis hijos, etc.»Terapeuta: «Tienes muchas maneras dedarte miedo. Perder tus cosas no es másque una entre otras muchas. ¿Quieres concluirun contrato que verse sobre tu miedo?»Cliente (palideciendo): «No, yo no quierotrabajar con mi miedo?»Terapeuta (la caricia): «Tienes muchocoraje al ser tan abierto en el grupo. ¿Sobrequé quieres trabajar?»Cliente: «Solamente quiero terminar deperder mis cosas y de dejarlas en el lugarequivocado».Terapeuta: «Bien. Hacemos un contratopara que termines de perder tus cosas. Paralograrlo, ¿quieres una tarea?».Cliente: «Sí»Terapeuta: «¿Cuántas veces por semanallegas a perder tus cosas o las colocasen el sitio equivocado?»Cliente: «Unas dos veces por día».Terapeuta (doble vínculo terapéutico):«¿Quieres también estar tan distraído comopuedas y tan a menudo como puedas -una o dos veces al día-, y nos lo cuentasla semana que viene?»Cliente: «De acuerdo».Tres semanas más tarde, este clientenos dijo dónde estaba: se había vuelto excepcionalque perdiera un objeto o lo colocaraincorrectamente. Además, cuando hacíaesto, no se sentía más asustado o estúpido.El mes siguiente, cuando concluyócontratos, adoptó redecisiones, abandonósu juego: «Tengo miedo y soy estúpido».Cuándo y cómo servirse del doble vínculoNos servimos del doble vínculo con lentitudy teniendo confianza en nuestra intuición. Hay unas excepciones. Lo empleamoscon clientes incapaces de activar suAdulto. Hemos enseñado a poner en acciónunos rudimentos del AT y unas técnicasde doble vínculo a cincuenta profesoresde una institución que alberga a quinientosniños emocionalmente débiles, retrasadoso con lesiones cerebrales. Segúnlos monitores, los resultados fueron excelentes.En el ejemplo citado, si el terapeutahabía enunciado inmediatamente la tarealigada al doble vínculo, el cliente no habríasido consciente de sus numerosas manerasde sentir miedo.Es fácil encontrar los dobles vínculos terapéuticos:son los contradictorios de loscontratos. Imponen al cliente hacer y/o sentirlo que él hace y/o volverlo a sentir en suvida corriente.He aquí tres situaciones donde nosotrosutilizamos el doble vínculo.1. Cuando el cliente se sabotea a símismo no siguiendo las instrucciones.Un cliente tiene como contrato encolerizarse.Está acostado en la colchoneta y elgrupo le estimula: «Suéltate...» Él se bloquea.El terapeuta le susurra al oído: «¿Note atreves a encolerizarte?». Ante esto, casise vuelve loco de rabia. Otro ejemplo: elcliente no responde a una pregunta («Nocontesto.»). El terapeuta le dice: «Es buenono responderme», o «Es bueno no decir....2. Cuando el cliente juega a Pobre demí, Sí pero... u otros juegos externos o internos.El cliente triste oye: «Es bueno es-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


356 Shepard D. Gellert y Grace Wilsontar triste«, o bien recibe la tarea de permanecertriste, de darse la vuelta entre losparticipantes y de lamentarse a cada unopor su tristeza. Al cliente que «no llega ahacer un contrato o a tomar una de cisión:«Es bueno no decidirse enseguida...»,«¿Quieres concluir el contrato de no atormentartey decidir no tomar una decisión ohacer un contrato inmediatamente?». Alque juega a Sí, pero... con él mismo, recibela tarea de añadir Sí, pero... a cada unade sus frases. O aún más, el terapeuta ledice: «Es bueno decirte Sí, pero bastantetiempo hasta que elijas hacerlo».3. Cuando el cliente no ha logrado suscontratos, o cuando pensamos o sentirnosque no logrará lo que quiere hacer. En estacategoría entran muchos contratos quese refieren a detener un comportamientcompulsivo o de «desembarazarse» de unsentimiento.Contratos mayoresLos contratos mayores implican una redecisión(Goulding, 1972). No es motivoaquí de objetivos de rechazo: se trata decambios en los comportamientos o los sentimientossin restricción. «Quiero no tenermiedo en presencia de figuras de autoridad» es restrictivo. Esto no es un contratomayor, pues la persona permanece libre detener miedo en otras circunstancias. Por elcontrario, «No quiero tener miedo» es uncontrato mayor.Si el terapeuta pide a un cliente que concluyaun contrato mayor de permanecer encontacto con su sentimiento y de remontarsehasta una vieja escena, él lo hará, alcanzaráuna vieja decisión y tomará una redecisión.Ésta no se toma a partir del Adulto,se sitúa en el Niño. Un contrato tal noes eficaz más que si proviene del clienteSi el terapeuta «le ayuda», lo más a menudoque sucederá es que el cliente no seremontará hasta la vieja escena. No cambiaráy, en consecuencia, disminuirá su nivelde aspiración.ConclusiónSean cuales sean los grados de «especificidad»o de «generalidad», un contrato eterapéutico cuando el cliente encuentra enello un éxito. Esto es lo que el cliente juzgaa partir de su marco de referencia interno.Es, pues, sabio para el terapeuta invitar algrupo a acariciar los pequeños éxitos tanabundantemente como una redecisión.REFERENCIASBarker, R., Dembro, T. and Lewin, K. (1941).Frustration and Regression: An Experimentwith Young Children. University of Iowa ChildStudies, 18, 1.Berne, Eric (1972). What do you say after yousay hello. Nueva York: Grove Press. Traducciónespañola (2002): ¿Qué dice usted despuésde decir “hola”? Barcelona: RandomHouse-Mondadori.Birenbaum, G. (1930). Das Vergessen einerVornahme. Psychologische Forschung, 13,218-284.Dembro, T. (1931). Der Anger als dynamischerProblem. En Psychologische Forschung, 15,1-44.Fajans, S. (1933). Die Bedeutung der Entfernungfür die Stärke eines Aufforderungschaeraktersbeim Säuglin und Kleinkinf. En PsychologischeForchung, 17, 215-267.Goulding, R. (1972). Decisions in Script Formation.T.A.J, II, 52-63.Hoppe, F. (1930). Erfoig und Misserfolg. PsychologischeForschung, 14, 1-62.Jucknat, S. (1937): Leistung, Anspruchniveauund Selbstbewusstsein. PsychologischeForschung, 22, 89-179Lewin, Kurt (1935a). Principles of TopolologicalPsychology. Nueva York: Mc Graw-Hill.Lewin, K. (1935b). Dynamic Theory of Personality.Nueva York: McGraw-Hill.Lewin, K. (1935c). Levels of aspiration. Personalityand Behavior Disorders. Ronald Press.Lissner, K. (1933). Die Entspannung von Bedürfnissendurch Ersatzhandlunfgen. PsychologischeForschung, 18, 218-210.Mahler, V. (1933). Ersatzhandlungen verschiedenenRealitätsgrades. Psychologische Forschung,17, 215-267.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Los contratos 357Ovsiankina, M. (1928). Die Wiederaufnahmevon unterbrochenen Handlungen. PsychologischeForschung, 2, 302-389.Sliosberg, S. (1934). Zur Dynamik des Ersatzesin Spiel und Ernstsituationen. PsychologischeForschung, 19, 26-89.Zeichnik, R. (1976). Exhibitionism, Genesis, Dynamicsand Treatment. T.A.J., V, 6, 3.Zeigarnik, D. (1927). Über Behalten von erledigtenund unerledigten Handlungen. PsychologischeForschung, 9, 1-85.Recibido: 4 de Noviembre, 2008Evaluado: 11 de Noviembre, 2008Aceptado: 15 de Noviembre, 2008EVALUADORES DE LOS ARTÍCULOSLos evaluadores integrantes del Consejo Editorial, que han actuado revisando los artículospublicados en este número 59 de la Revista, son:– D. Antonio Ares Parra– Dª Carmen López-Manzanares Hervella– Dª Carmen Thous Tusset– D. Celedonio Castanedo– Dª Eva Aladro Vico– D. Felicísimo Valbuena de la Fuente– Dª Graciela Padilla Castillo– D. Jesús Cuadra Pérez– D. Jordi Oller Vallejo– D. Josep Lluís Camino Roca– D. Lluís Casado EsquiusRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


358INFORMACIÓN DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ANÁLISISTRANSACCIONAL Y PSICOLOGÍA HUMANISTA –AESPAT–EXAMEN Y ADMISIÓN DE MIEMBROS CLÍNICOS“El día 3 de Noviembre tuvieron lugar laspruebas para miembros clínicos de AES-PAT en las dependencias de la Fcultad deEducación de la Universidad Complutensede Madrid, amablemente cedidas por la entidadpara tal fin. Fueron tres los candidatos que tras haber completado los requisitosprevios de formación se presentaban,siguiendo el procedimiento previsto por laAsociación AESPAT, ante el tribunal formadopor: Antonio Ares, Mª Ángeles Díazy Lola Campos , miembros docentes clínicosde la asociación. Los candidatos eranEugenio Peiro de Alicante, Cristina Morantde Xátiva y Consuelo Torres de Valencia, alos que presentaba como supervisor JuanCruz Moreda .El examen discurrió en un clima agradable,aunque no exento de nervios, en palabrasde los candidatos: “La experiencia fuemuy buena. Todos me parecieron gentemuy afable, muy nutritivos. Yo me vine cargadade caricias positivas. Sé que ha validola pena estar tantos meses con el fantasmadel examen haciéndose presente encada momento, incluso este verano en vacaciones”.Al final del examen se expresó el resultado a cada candidato, resaltando por partedel tribunal aquellos aspectos de cadauno que les convenía reforzar o que destacabanfavorablemente. Dos de ellos superaronel examen obteniendo la membrecíay quedando el tercero reconocida su laborpero no dándose por válida aun.Al medio día tras los nervios e inquietudespudimos comer todos juntos….”.EN RESUMEN:1. Día del examen.3- NOVIEMBRE-2008.2. Miembros del tribunal: Antonio Ares,Lola Campos, Mª Ángeles Díaz.3. los que aprobaron el examen: EugenioPeiro y Consuelo Torres.4. Lugar del examen. Facultad de Educaciónde la Universidad Complutense.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


359OBITUARIOSEN RECUERDO DE CARLO MOISOEra sábado 29 de noviembre de 2008, eran las 9 de la noche y hacíafrío en Madrid al salir del Instituto Galene.Pero esa noche el frío no solo me golpeaba el rostro y las manos.Había recibido por correo electrónico la noticia de que Carlo Moiso,nuestro amigo, nuestro colega y nuestro maestro nos había dejadodefinitivamente el día anterior de madrugada tras varios años luchando contra el cáncer. Y esta noticia golpeaba también mi alma y mi corazón.Hacía frío por fuera y por dentro esa noche en Madrid.Carlo Moiso había nacido en Roma el 25 de Agosto de 1945. Segraduó en medicina y cirugía en la universidad “La Sapienza” enRoma en 1972. Fue asistente en la clínica psiquiátrica Viarnetto deLugano, ocupándose, entre otros de los programa de psicoterapia ydel servicio antidroga. Además realizó estudios de Psicología.Era Analista Transaccional Docente y Supervisor (TSTA) de la Asociación Europea de AnálisisTransaccional (EATA) y de la Asociación Internacional de Análisis Transaccional (ITAA).Fue el Primer Docente europeo de Análisis Transaccional, e introdujo esta modalidad de psicoterapiaorganizando en Roma y Milán los primeros cursos de formación en Análisis Transaccionalreconocidos por la Asociación Internacional de Análisis Transaccional. Fundó la Asociación Italianade Análisis Transaccional y el Instituto de Análisis Transaccional, del que era Presidente.Autor de varios libros y artículos, recibió en 1987 el Premio Científico Internacional Éric Bernque otorga la ITAA, por sus estudios sobre la Estructura del Yo y los Fenómenos de Transferencia,siendo el primer Premio Eric Berne que se daba fuera de los Estados Unidos.Fue elegido miembro de la Junta Directiva de la ITAA y miembro del Comité de EstándaresProfesionales (PTSC) de la EATA.Fue Profesor de Análisis Transaccional en más de 15 países de los 5 continentes, formó a algunosde los más prestigiosos terapeutas de Italia, Francia y España. Podía enseñar en italiano,inglés, francés, portugués y español.Fue miembro docente del Departamento de Psicología de la Universidad Popular de Tuscolanoy Director del Comité Científico del Instituto Galene de Madrid y Profesor del Master de Psicoterapia Humanista Integradora del mismo Instituto desde su inicio.Fue nuestro Maestro en más de 30 talleres de Formación Teórico-Práctica en Análisis Transaccionalorganizados por la Asociación Aragonesa de Análisis Transaccional ATA desde 1989hasta 2001.Participó como invitado y como ponente en el IX Congreso Español de Análisis Transaccional,celebrado en Zargoza en 1998.De su mano aprendimos tantas cosas…Aprendimos que la autonomía, además de la conciencia, la espontaneidad y la autenticidad enlas relaciones, tenía también el componente de la ética. Él siempre tenía presente los aspectossociales, políticos y económicos de la persona y de la relación y su influencia en la formación dla identidad social y psicológica.Aprendimos que la Filosofía es parte importante no solo de la construcción de la teoría, sino tambiénde la práctica profesional y, por ejemplo, le gustaba decir que el Análisis Transaccional no esuna Psicología Humanista sino una Psicología basada en los principios de la Filosofía Humanista.Aprendimos a comprender los estados del yo en la transferencia y la contratransferencia y denuevo la dimensión social, relacional y psicodinámica del Análisis Transaccional. Él, junto conRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


360Michelle Novellino, fueron los impulsores de la corriente psicodinámica del Análisis Transaccionaloriginal de Berne y a partir de sus aportaciones se recupera con fuerza esta dimensión tanimportante de la teoría y de la práctica en el Análisis Transaccional.Nos enseño la importancia de los roles de entrada y de salida de los juegos psicológicos, ynos recordó cómo tanto estos como los guiones pertenecen a los fenómenos de transferencia. Ycon él aprendimos a trabajar en grupo una forma de hacer terapia que él llamaba neoberniana.Pero sobre todo aprendimos de él sobre los sentimientos, las emociones y los estados de ánimo,sobre su funcionalidad para la vida y el desarrollo de la autonomía. Carlo nos enseño a comprenderel amor en la vida y en la relación terapéutica y el papel que juega en la curación.Carlo era un hombre especial, cálido y divertido, un colega carismático y un amigo. Ahora seha ido, me queda su hueco y la tarea de aprender que la vida es como es y no solo como la idealizamos.Su recuerdo y sus enseñanzas me acompañan y me seguirán iluminando a pesar del frío de estasnoches de diciembre en Zaragoza y en nuestros corazones. “Nada de lo humano le era ajeno.”Jesús Cuadra PérezZaragoza, 11 de diciembre de 2008EN RECUERDO DE MARY GOULDINGLa muerte de Mary Goulding agranda la orfandad de cuantos trabajamos con Análisis Transaccional,no sólo porque se haya ido una figura señera y guía de terapeutas, sino porque dejvacío el papel de madre coraje.Quienes tuvimos el privilegio de trabajar con ella, sabemos bien de su dureza e impasibilidadfrente al chantaje emocional y la manipulación de la patología. Mary era implacable con la pasividad,pero amorosa y cálida cuando el cliente retomaba su poder.Su sinceridad ante el grupo, en paralelo a Bob, su compañero, ni le permitía ocultar su pasadoalcohólico, ni disimular las discrepancias sobre el diagnóstico que requería el caso sobre el queambos iban a trabajar. En público, establecían una única hipótesis terapéutica, a veces de formafulminante y otras después de un espinoso debate entre ellos, que constituía una magnífica lección, tanto para el cliente que se disponía a trabajar, como para el grupo que habría de colaboraren el proceso de redecisión. Antes de iniciar el proceso, todo el mundo sabía cual era la meta final. Con estos ingredientes, confieso que la semana de trabajo en Navacerrada, que compartcon ambos, fue para mí una experiencia cumbre.De mi relación personal, guardo su cercanía en el desayuno que Mary quiso tomar conmigoen Oaxtepec (México): su risa espléndida, su curiosidad por todo lo que pasaba en España y sudisposición a volver cuantas veces fuera posible. Pero sobre todo, me deja su coherencia: sepuso a aprender español, contra el escepticismo y el sarcasmo de Bob. Ella ya era muy mayor,pero “tenía todo su poder” (grandes carcajadas rotundas, personales, a plena garganta, comoacostumbraba a hacer) y claro que logró expresarse en español correctamente, por escrito y verbalmente.Estaba en paz consigo misma, pero ahora sigue luchando con todo el poder espiritual de sumodelo de excelencia.Francisco MassóRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


361PUBLICIDAD DE CURSOS Y CONGRESOSESCUELA DE VERANO EN EL ESCORIALANÁLISIS TRANSACCIONAL: UN MODELO EFECTIVODE APLICACIÓN MULTIDISCIPLINARFUNDAMENTACIÓN:El Análisis Transaccional surgió dentro del campo de la Psicología como un método de psicoterapiarápido y eficaz., a la vez que sus creadores e impulsores fueron elaborándolo comuna teoría de personalidad y de acción social. Posteriormente, sus estudiosos y cultivadores endiversas áreas de la actividad humana lo han ido desarrollando como un instrumento para describir,comprender y transformar. Así es como lo han convertido en un modelo común efectivopara comunicarse los profesionales de diversas disciplinas. Por tanto, impartir su enseñanza posibilitabrindar a los profesionales de diversas ramas y estudiantes universitarios una herramientaeficaz para su ejercicio profesional.OBJETIVOS:1. Identificar los conceptos fundamentales y niveles del Análisis Transaccional como modelo descriptivo de la realidad individual y social.2. Aplicar dicho modelo para resolver problemas fundamentales en las áreas de la psicología,la educación, las organizaciones y empresas y los medios de comunicación y transmisióncultural.3. Explicar las estrategias, tácticas y técnicas de mejora que el Análisis Transaccional aportaen las áreas anteriormente mencionadas.4. Formular planes que tracen nuevos caminos para transformar diferentes situaciones.5. Demostrar, con experiencias de diversos campos, la utilidad del modelo aplicándolo en diversasdisciplinas.PROGRAMA:1. Introducción al Análisis Transaccional (A.T.): 5 horas1.1. Definición de Análisis Transacciona1.2. Características1.3. Situación en el campo del conocimiento1.4. Historia:1.4.1. Eric Berne: biografía y obra1.4.2. Orígenes y desarrollo en EEUU1.4.3. Desarrollo internacional.1.4.4. Inicio y desarrollo del A.T. en España1.5. Áreas de aplicación: clínica, educación, organizaciones y empresas, comunicación.1.6. Elementos1.6.5. Modelo de personalidad: estructura y funcionalidad de los estados del yo, necesidadesbásicas, afectividad, mensajes parentales y posiciones existenciales.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


3621.6.6. Modelo de acción social: niveles de comunicación, estímulos sociales y transacciones.1.6.7. Modelo de estructuración del tiempo a corto plazo: aislamiento, rituales, pasatiempos,actividad, juegos psicológicos, juego lúdico e intimidad1.6.8. Modelo de estructuración del tiempo a largo plazo: guión de vida.2. Modelo de Personalidad: 5 horas2.7. Antecedentes históricos2.8. Concepto de estado del yo2.9. Modelo estructural:2.9.9. Teoría de los órganos psíquicos2.9.10. Estructura de primer orden de los estados del yo: características emocionales,cognitivas y conductuales.2.9.11. Estructura de segundo orden:2.9.11.1. Estados parentales (Padre)2.9.11.2. Estado adulto (Adulto)2.9.11.3. Estados infantiles (Niño)2.9.12. Diálogos internos2.9.13. El yo ejecutivo y el real2.10. Modelo funcional:2.10.14. Distinción estructura/función2.10.15. Funciones evaluadoras y sociales de los estados del yo.2.11. Identificación de los estados del yo: conductual, social, histórica y fenomenológica2.12. Génesis y evolución de los estados del yo.3. Afectividad: 5 horas3.13. Emociones naturales3.14. Gradiente emocional3.15. Emociones sustitutivas, parásitas y elásticas.3.15.16. Aprendizaje de emociones sustitutivas3.15.17. Tipos3.15.18. Acumulación de emociones sustitutivas3.16. Alfabetización emocional3.17. Expresión emocional4. Mensajes parentales, posiciones existenciales y marco referencial: 5 horas4.18. Mandatos, prohibiciones y atribuciones.4.19. Directrices impulsoras.4.20. Génesis de las posiciones4.21. Tipos y características4.22. Marco de referencia5. Necesidades básicas y estímulos sociales: 5 horas5.23. Tipos de necesidades básicas5.24. Componentes de los estímulos sociales5.25. Tipos de estímulos sociales5.26. Leyes de los estímulos sociales y principios de escasez y abundancia.5.27. Modos de petición de estímulos sociales5.28. Extorsión y parasitismo de estímulos sociales.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


3636. Transacciones y estructuración del tiempo a corto plazo: 10 horas6.29. Comunicación: niveles, intercambios y leyes6.30. Definición de transacció6.31. Tipos de transacciones:6.31.19. Simples complementarias y cruzadas: tipos6.31.20. Ulteriores angulares y dobles: tipos6.31.21. Transacciones: remodelación, confrontación, permiso6.32. Aislamiento6.33. Rituales6.34. Pasatiempos6.35. Actividad6.36. Juego lúdico6.37. Intimidad.6.38. El miniguión.7. Los juegos psicológicos: 10 horas7.39. Definició7.40. Fórmulas de juegos y beneficios7.41. Grados de los juegos7.42. Papeles de los juegos7.43. Análisis formal de juegos7.44. Plan de juego7.45. Clasificación de los juego7.46. Tipos principales de juegos7.47. Prevención y transformación de los juegos7.48. Los juegos de poder.8. El guión de vida: 10 horas8.49. Definición y característica8.50. Circunstancias iniciales.8.51. Elementos del guión8.52. Matrices del guión8.53. Evolución y derivaciones del guión8.54. Clasificación de los guiones: procesos, estilos y resultados8.55. Transmisión: guiones familiares y culturales.9. El contrato y el grupo como instrumentos de cambio: 5 horas9.56. Definición de contrato y proceso contractua9.57. Fundamentos de utilización del contrato9.58. Tipos de contratos9.59. Tipos de grupos9.60. Elementos grupales9.61. Dinámica grupal10. Área psicológica: 10 horas10.62. Distorsiones:10.62.22. Estructurales: contaminaciones y exclusiones.10.62.23. Afectivas: rackets y cupones.10.62.24. Cognitivas: descuentos, grandiosidad, sobregeneralización, detallismo,redefinición10.62.25. Relacionales: simbiosis, pasividad, sobreadaptación, agitación, violenciae incapacitación.10.62.26. Trastornos psíquicos.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


36410.63. Actitud modificadora10.64. Intervenciones modificadoras10.64.27. Panorama de escuelas de intervención.10.64.28. Técnicas de Eric Berne: operaciones de esclarecimiento y fortalecimientodel estado Adulto y operaciones de sostenimiento del estado Niño.10.64.29. Reparentalización (Schiff) y autorreparentalización (James)10.64.30. Redecisión (Goulding)10.64.31. Entrevista al padre.10.64.32. Técnicas narrativas.11. Área educativa: 10 horas11.65. El aula: alumnos y profesores11.65.33. Estados del yo y posiciones existenciales11.65.34. Necesidades básicas, estímulos sociales y transacciones11.65.35. Miniguión, juegos psicológicos y juegos de poder11.66. La institución: profesores y jerarquías11.66.36. Estados del yo y posiciones existenciales11.66.37. Necesidades básicas, estímulos sociales y transacciones11.66.38. Miniguión, juegos psicológicos y juegos de poder11.67. Autonomía según el AT y educación12. Área de organizaciones y empresa: 10 horas12.68. Guión de la organización y relación con el guión del líder fundacional y con losguiones de los directivos.12.69. Estados del yo, posiciones existenciales y estilos de liderazgo12.70. Estímulos sociales y motivación laboral.12.71. Conflicto laboral transversal y directivo: estados del yo inadecuados prevalentesdistorsiones afectivas y cognitivas, transacciones disonantes, juegos psicológicosy juegos de poder.12.72. Resolución de conflictos, conciliación y negociación13. Área de comunicación: 10 horas13.73. Guiones culturales e información mediática.13.74. AT y los medios de información masiva: prensa, radio, TV e Internet.13.75. AT en el análisis de las artes:13.75.39. Literatura clásica, medieval, moderna y contemporánea13.75.40. Literatura fantástica: mitología, cuentos de hadas, relatos fantásticos yciencia-ficción13.75.41. Artes plásticas: pintura y escultura.13.75.42. Artes escénicas: música, ópera, opereta y zarzuela, danza, recitales,teatro, televisión, cine13.76. AT en el análisis de eventos sociales lúdicos: celebraciones, deportes y toreo13.77. AT en el análisis de la gestión gubernamental y actividad política.ACTIVIDADES PRÁCTICAS:Análisis de obras literarias y plásticas, películas, series de televisión, debates de televisión yde radio, y noticias en prensa. Ejercicios de autoevaluación, dramatizaciones de ensayo conductualy análisis de grabaciones de dichas dramatizaciones.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


365DURACIÓN DEL CURSO : 100 horas.FECHAS DE REALIZACIÓN : Del 6 al 31 de julio de 2009.HORARIO DEL CURSO: Mañanas de 9:00 a 14:00 horas, de lunes a viernes.AULAS: Aula blanca con medios audiovisuales y grabadora de vídeo.NÚMERO DE ALUMNOS: 40 alumnos.PERFIL DEL ALUMNO:Estudiantes, diplomados, licenciados y doctores de Comunicación, Publicidad y Relaciones Públicas,Periodismo, Psicología, Medicina, Enfermería, Fisioterapia, Pedagogía, Psicopedagogía, Educaciónprimaria, Logopedia, Economía y Administración de Empresas, Sociología, Trabajo Social.SISTEMA DE EVALUACIÓN: Presentación de memoria final, participación de los alumnos etodas las dinámicas, asistencia a clase.ESCUELAS EN LAS QUE SE INSCRIBE :C. Escuela de Comunicación.F. Escuela de Formación de Profesorado.J. Escuela de Organización, Gestión y Recursos Humanos.L. Escuela de Salud y Biomedicina.Date: Mon, 12 Jan 2009 09:38:57 +0100From: secretariadealumnos@rect.ucm.esSubject: Aprobación Cursos ECV 2009To: elcorreodegraci@hotmail.comQuerida amiga y compañera,En sesión celebrada el 18 del pasado mes de diciembre, la Comisión de Formación Continuaha aprobado la programación de la VIII edición de la Escuela Complutense de Verano (ECV).De su lado, el Pleno del Consejo Social de nuestra Universidad aprobó las tasas aplicables alconjunto de cursos que componen la Escuela. Con este motivo, me complace comunicarte queel curso “Análisis transaccional: un modelo efectivo de aplicación multidisciplinar”, por tipropuesto integra dicha programación.Tras el paréntesis impuesto por las vacaciones navideñas, es mi intención convocar a los Directoresde cursos a fin de cerrar algunos aspectos pendientes de esta VIII edición de la ECVentre otros y señaladamente la relativa a las condiciones económicas en que se celebrarán loscursos. Y todo ello, con vistas a que, de manera inmediata, puedan iniciarse las tareas de difusióny matrícula.Deseándote, a ti y a los tuyos, lo mejor para el año que entra y agradeciéndote la decidida colaboraciónque nos prestas, recibe un cordial saludo,Madrid, a 12 de enero de 2009Fernando Valdés Dal-RéCoordinador de la ECVRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


366CONVOCATORIACongreso Internacional de Análisis Transaccional 2009Lima, Perú. Agosto 5-8“NUEVA VIDA DESDE VIEJAS RAÍCES”Organizado por la Asociación Psicológica de Desarrollo Humano (APDEH)Patrocinado por: ITAA, ALAT y APDEHFecha límite: Marzo 15 de 2009Seminarios Pre-Congreso: Agosto 2 y 3Exámenes ITAA y ALAT: Agosto 5AT 101: Agosto 4 y 5Te invitamos a enviar tus propuestas de trabajos para consideración en el programa del congreso.El comité de programa te sugiere enviar propuestas de aplicaciones novedosas y técnicas probadasdel Análisis Transaccional. Favor de diseñar tus presentaciones con base en el tema del congreso:“Nueva Vida desde Viejas Raíces”. Favor de proporcionar toda la información que abajo serequiere utilizando este formato y después enviarlo a Gloria Noriega a la siguiente dirección electrónica:gnoriega@imat.com.mx . El sitio web del congreso es: www.analisistransaccional.org...........................................................................................................................................................Título de la Exposición:...........................................................................................................................................................Nombre y Grado Académico, Certificación ITAA o ALADirección ...........................................................................................................................................Ciudad/Estado/Código Postal/País ...................................................................................................Teléfono............................................... Celular.................................................................................Fax....................................................... Correo Electrónico .........................................................................................................................................................................................................................Nombres y credenciales de otros ponentes en tu exposiciónRESUMEN:Proporciona un resumen de 50 palabras que describa tu exposición. El resumen será utilizadopara la publicidad del congreso.OBJETIVOS:Favor de anotar tres objetivos de aprendizaje en tu exposición:.................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................FORMATO:Conferencia, discusión, panel, taller, vivencial, etc.:...........................................................................................................................................................Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


367DURACIÓN:(Selecciona una)1.5 horas ............3 horas ............50 minutos (ponencia) ............Día completo ............NIVEL DE LA PRESENTACIÓN:(Selecciona una)Principiantes ............Intermedios ............Avanzados ............AREA:Cínica ............Counselling ............Organizacional ............Educacional ............Coaching ............LÍMITE DE PARTICIPANTES:10 ............20 ............30 ............50 ............No hay límite ............IDIOMAEste será un congreso bilingüe Español-Inglés. Nos gustaría poder incluir tu exposición en elprograma en ambos idiomas. Si tu exposición es en español, favor de incluir una traducción eninglés del título y de tu descripción en 50 palabras. Si tu exposición es en inglés favor de incluiruna traducción en español del título y de tu descripción en 50 palabras.Idioma de tu exposición: ...................................................................................................................Requiero de un intérprete voluntario para mi exposición .................................................................DATOS BIOGRÁFICOS:Favor de proporcionar una breve descripción personal en 20 palabras, de ser posible en ambosidiomas. También necesitamos tu foto reciente para el programa.TEMARIO:Favor de proporcionar en no más de dos páginas la descripción de lo que va a suceder en tu exposición,particularmente si es viviencial o involucra a la audiencia. En caso de que existan situacionesde seguridad y protección por experiencias emocionales o físicas esperamos nos desa conocer cuáles son tus requisitos.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


368PAGO DE INSCRIPCIONES:Los expositores que asistan a todo el congreso pagarán la inscripción completa al congreso. Losexpositores que únicamente asistan el día de su exposición pagarán un solo un día de congreso.EQUIPO:Las aulas del congreso tendrán sillas movibles, rotafolio y retroproyectores. Favor de indicar sinecesitas equipo adicional, nosotros haremos lo mejor posible para cubrir tus necesidades. Encaso de que necesites realizar una presentación en Power Point favor de traer tu propia laptop,esta podrá ser utilizada con nuestro número limitado de proyectores. Necesitamos saber que sistemaoperativo utilizas para establecer la compatibilidad con el proyector.HOTEL:Hotel Residencial: Hotel del Círculo Militar en LimaGRABACIONES EN AUDIO:Algunas exposiciones podrían ser grabadas. Favor de indicar lo siguiente: YO DESEO ............../YO NO DESEO ............... dar permiso al congreso para grabar mi trabajo y que APDEH vendalas grabaciones.PARA MAYOR INFORMACIÓN:Contacto: Alejandro Velez:Mobile: +511999377379Email: alejandrovelez@apdeh.orgalvan_1@yahoo.comRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


369NOVEDADES BIBLIOGRÁFICASANALISIS TRANSACCIONAL EN PSICOTERAPIA.ORIGINAL: TRANSACTIONAL ANALYSIS IN PSYCHOTHERAPY.BRILLANTINE BOOKS – NEW YORK. 1961.Autor: Eric Berne.Traductor: Julio Vacarezza.Editorial: Psique. Buenos Aires.Año de publicación: Del original, el 1961. De la traducción, el 1981.Nº de páginas: 285.Encuadernación: Rústica.ANÁLISISPalabras clave: Estructura, personalidad, psicopatología, trato social, juegos, guiones, relaciones,psicoterapia, Análisis Transaccional, fenomenología.Biografía del autor: Eric Berne, a lo largo de una vida de labor intelectual y práctica –murióen 1970- sentó las bases de un sistema terapéutico, cuya síntesis podemos encontrar en la presenteobra. Es el primero de sus trabajos serio y profundo de su labor como terapeuta. Otros librosle siguen y complementan, como Juegos en que participamos, de 1964, e Introducción alTratamiento de Grupo, de 1965, que tuvieron una amplia acogida y fueron estudiados y comentadospor especialistas de la psiquiatría y de la psicología.Fuentes bibliográficas La obra incluye notables referencias a diferentes autores y pone demanifiesto el amplio grado de cultura de su autor. Entre otras referencias podemos hacer mención de: Penfield, Moreno, Spitz, Balzac, Stendhal, Piaget, KierkegaardDescripción de la obra. Este trabajo que comentamos consta de 4 partes, en las que se incluyenun total de 20 capítulos, seguidos de un Apéndice, entre los que podemos encontrar adelantadatoda la teoría global del Análisis Transaccional de Berne. Lo esencial del libro hace referencia aexplicaciones sobre: análisis de la estructura de la personalidad, análisis de transacciones, análisisde juegos, terapia de grupo y la explicación de la formación de la matriz del Guión de vida.Método y estilo. El estilo berniano, no exento de humor, está escrito de forma clara, con unametodología muy didáctica, que va ilustrando los temas con abundancia de casos clínicos. Sulectura es fácil y amena, asequible incluso para los no iniciados, debido a que su lenguaje rehuyetodo exceso de erudición especializada y jerga psicoterapéutica.Resumen. Berne trata de dar en obra una visión general de su nueva línea terapéutica, talcomo lo expone en el Cap. I, 93 “Consideraciones generales”, de la siguiente manera: “El AnálisisTransaccional ofrece una teoría sistemática, consistente en la dinámica de la personalidad social,derivada de experiencias clínicas, y una forma de terapia activa y racional que, siendo adaptable ycomprensible, es apropiada para la gran mayoría de pacientes psiquiátricos”. Esta línea teóricatiene su fundamento epistemológico en la Fenomenología, tal como lo expresa el propio autor enlas dos primera líneas de la Introducción: 93Fenomenológicamente, un estado del ego se puededescribir como un sistema coherente de sentimientos relacionados a un sujeto dado.”Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


370JUICIO CRITICOConsideramos que esta obra Análisis Transaccional en Psicoterapia representa un estudiofundamental para los futuros terapeutas de Guiones de vida, a destacar la tercera parte del libro,que incluye un detenido estudio de las psicosis funcionales y las neurosis. Hemos de referirnos,además, al Cap. XVIII, con el título de “Terapia de matrimonios”, que anticipa otra obra posteriorde nuestro autor, nos estamos refiriendo a Hacer el amor, finalizada en Abril de 1970, murienpoco después, en 15 de Julio del mismo año. Libro de obligada lectura.Dr. Josep Lluís Camino RocaPresidente de ACAT (Associació Catalana d’Anàlisi Transaccional)ERIC BERNE, TEÓRICO DE LA COMUNICACIÓNEditor: VALBUENA DE LA FUENTE, Felicísimo.Madrid, EDIPO. Fundación General de la UniversidadComplutense, 2006.Nº de páginas: 383.Precio: 15 €Para solicitar ejemplares contra reembolso,escribir a permeso@permeso.esANÁLISISEl público hispanohablante estaba reclamando, desde hace muchotiempo, que autores hispanohablantes actualizasen el sistemade Eric Berne para adaptarlo a las diversas oleadas de curiosidad,afición o entusiasmo que viene causando en países muy diferentes. Alemania, Rusia, Brasil y otropaíses están tomando la antorcha. ¿Por qué no España, sobre todo si tenemos en cuenta que TerryBerne, el hijo que más se está preocupando por el legado de su padre, vive en Madrid, España?Este libro nace de un Curso-Congreso que la Universidad Complutense, en su Ciclo de la Comunicación,organizó para conmemorar el 35 aniversario de la muerte de Eric Berne. El título fueEric Berne, 35 años después. Sus aportaciones al campo de la comunicación. En este Cursoparticiparon casi todos los especialistas españoles en Eric Berne. Ahora, sale este libro no sólocon las ponencias de aquel Curso, sino con otras aportaciones que completan el panorama.Está dividido en tres partes. En la primera, diversos autores se ocupan de la Vida y Sistemade Eric Berne: Francisco Massó, Rafael Sáez Alonso, Eva Aladro, José María Jiménez, JoséLuis Martorell, Gustavo Bueno, Jordi Oller, José Zurita y Jesús Cuadra. La Segunda Parte estádedicada a Aplicaciones del Sistema de Eric Berne a algunos campos de la actividad humana ycontribuyen con sus teorías y experiencias José María Román, Pablo Pascual, Elena García, AntonioAres, Rafael Sáez y Vanessa Sáiz. La Tercera Parte acoge la Discusión filosófica sobreAnálisis Transaccional.Intercambian sus puntos de vista Francisco Massó, José Luis Camino y Gustavo Bueno.Una entrevista con Terry Berne, hijo de Eric, remata el contenido del libro.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


371VIVIR INTERCULTURALMENTE: APRENDER UN NUEVO ESTILO DE VIDAAutor: Rafael Sáez AlonsoEditorial: CCSAño de publicación: 2006Nº de páginas: 152.Biografía del autor: Rafael Sáez Alonso, de Nájera (La Rioja),es doctor en Ciencias de la Educación y actualmente profesor titularen la Facultad de Educación de la Universidad Complutensede Madrid. Sus escritos e investigaciones se ocupan de la metodologíade la investigación educativa, la gestión de calidad, la intervencióntransaccional socioeducativa y la educación intercultural.En esta editorial ha publicado Los juegos psicológicos segúnel Análisis Transaccional.ANÁLISISEste libro quiere ser un manifiesto educativo sobre el desafío de vivir interculturalmente qutiene planteada la sociedad actual, globalizada en lo económico y en lo humano.Las cuestiones planteadas afectan y preocupan a todos. La naturaleza de la población, consecuenciade los procesos migratorios, está cambiando la sociedad. En consecuencia, la educaciónintercultural no sólo es un menester de la escuela, sino de la sociedad entera, de los ciudadanos,los políticos, los empresarios, los intelectuales y la opinión pública en general.Las reflexiones de este libro sólo quieren servir para pensar sobre la realidad del mundo, sobre hechos y personas reales de forma rigurosa, sugerente y clara.¿QUÉ DICE USTED DESPUÉS DE DECIR HOLA?ORIGINAL: WHAT DO YOU SAY AFTER YOU SAY HELLO? GROVE PRESS, 1971Autor: Eric Berne.Traductora: Neri Daurella.Editorial: Primera edición en español: Editorial Grijalbo, 1974. En 1997 alcanzó las 21 reimpresiones.El Grupo Random House Mondadori lo reeditó en 2002.Nº de páginas: 490.Encuadernación: Rústica.ANÁLISISPalabras clave: Análisis Transaccional, Estados del Ego, Transacciones, Juegos, Guión de Vida,Materiales del Guión, Programación, Permiso, Aproximaciones Científicas a la Teoría del GuiónRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


372Biografía del autor: Eric Berne nació en Canadá en 1910. Estudio en la Universidad McGillde Montreal, donde se graduó en Psiquiatría. Después, se trasladó a los Estados Unidos, paraejercer como psiquiatra. Creo el sistema llamado Análisis Transaccional y escribió varios librosque tuvieron muchas ediciones, por el favor que le otorgaron millones de lectores, sobre todoJuegos en que participamos, que estuvo durante más de un año en la lista de los libros más vendidos(Tuvieron que pasar treinta años para que ocurriese un fenómeno parecido. Nos referimosa Inteligencia Emocional, de Daniel Goleman). Cuando estaba corrigiendo las galeradas de suúltima obra, precisamente la que ahora reseñamos, murió de un ataque al corazón el 15 de juliode 1970. Tenía sesenta años.El Análisis Transaccional constituye un armazón conceptual que ha servido para formar a millonesde personas en empresas y centros educativos, además de constituir una importante escuelade Psicoterapia individual y de grupo. Precisamente este éxito social ha podido constituir uno desus principales inconvenientes, porque algunos académicos han llegado a atacarlo como simplistay como una corriente que estuvo de moda y que ahora ya ha pasado. Otros piensan que las críticascontra el Análisis Transaccional vienen motivadas por el gran éxito que tuvieron Berne y susseguidores y que, adoptando esta perspectiva, es fácil identificar las inconsistencias de los críticosAhora asistimos a un renovado interés por el Análisis Transaccional (AT): Alemania, Rusia,Brasil... y España, entre otros muchos países. Quizá el interés surge de algo tan difícil de ver enotras Escuelas como son los debates que los propios transaccionalistas mantienen para refinaraquilatar sus conceptos.Este aspecto proviene de Eric Berne que, en la obra que comentamos,se ocupó a fondo de problemas teóricos y metodológicos.Fuentes bibliográficas Eric Berne demostró que tenía una vasta y profunda formación en varioscampos, además del suyo. Le atraían mucho las Matemáticas y la Literatura. Lo notamos entodas sus obras, porque sabe ilustrar con pasajes literarios los puntos más importantes de su teoría,reforzando así la práctica de la Psicoterapia. Como muestra de esta afirmación, sólo hace faltleer su artículo «The Mythology of dark and fair: pyschiatric use of folklore», Journal of AmericanFolklore, volumen 72, Philadelphia, 1959, un modelo de cómo escribir un artículo científico. E¿Qué dice usted...?, encontramos citadas las obras fundamentales de la Psicología publicadashasta entonces, aunque con una preferencia por Adler, Jung y Erikson. También, obras clásicas dela Literatura –trágicos griegos, Shakespeare, Cuentos de Hadas, Poe, Sinclair Lewis y muchosotros.Descripción de la obra. La obra consta de cinco partes. En la Primera –Consideraciones Generales,Capítulos 1 y 2– Berne expone su concepción de la vida, que él encuadra entre un“Hola” y un “Adiós”. «Lo que ocurre en medio entra en el ámbito de una teoría específica de lpersonalidad y de la dinámica de grupo, que es también un método terapéutico, conocido por elnombre de Análisis Transaccional. Para apreciar lo que viene a continuación, primero es necesarioentender los principios de este método». (La traducción de la obra deja que desear. Sobretodo, porque la autora denomina “análisis conciliatorio” a lo que los estudiosos llaman AnálisisTransaccional).El Capítulo 2 le sirve para exponer los principios de sus cuatro análisis: Estructural, Transaccionalpropiamente dicho, de Juegos y de Guiones. También, de forma abreviada, puesto que yalo ha expuesto en otros libros anteriores, expone su idea sobre cómo las personas estructuransu tiempo: Soledad o Apartamiento, Rituales, Pasatiempos, Actividades, Juegos e Intimidad.Berne dedica la Segunda Parte a la Programación Paterna –Capítulos 3 al 10–. En el 3 –Eldestino humano– destaca las interpretaciones que Berne hace de los cuentos de CaperucitaRoja y de la Bella Durmiente. Así es como establece la guía conductora de este libro: Los cuentosy las obras literarias presentan trayectorias de miles y de millones de personas reales. Lo importantees dar con el sentido y dirección de cada destino.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


373Para buscar ese sentido, Berne se adentra en las Influencias Prenatales –Capítulo 4–. Inmediatamente advertimos que Berne ha recogido el testigo de otros psiquiatras y psicólogos y loha pasado a otros profesionales, imprimiendo su huella, que algunos no reconocen, pero queson muy fáciles de advertir. Hay estudiosos de Berne que se han propuesto manifestar, en artículosy publicaciones, las influencias de Berne en tendencias ahora triunfantes y que sus autores no quieren reconocer. Es decir, quieren emitir, sobre éstos, un dictamen parecido al que Ortegay Gasset dio sobre Descartes: Inició la sinfonía de la filosofía moderna, pero se cuidó mubien de esconder la partitura, para que no identificasen las influencias decisivas de otros filófos sobre su sistema.Partiendo de los pronombres, su dirección positiva o negativa y los predicados, Berne identifica las posiciones vitales, un constructo muy útil para distinguir los triunfadores de los fracasados–Capítulo 5–. En la combinación de pronombres y predicados advertimos la afición de Bernelas Matemáticas, como también lo ha demostrado al calcular las transacciones en el Capítulo 2.Para comprobar cuántos niveles podemos observar en las palabras de las personas, Berne llevaa cabo una hermenéutica, llena de humor, porque éste es uno de los rasgos inconfundibles deBerne. Nuestra convicción es que su educación judía le ha facilitado mucho captar esos cinco nivelesque él distingue. “Marciano” es el adjetivo que Berne emplea para denominar a quien es capazde ver los hechos humanos desde una perspectiva original, llena de creatividad –Capítulo 6.El Mecanismo del Guión –Capítulo 7– nos parece una parte fundamental del libro. Identifictres mandos del Guión: Saldo, Requerimiento y Provocación o Seducción y cuatro elementosque sirven para combatirlos: Prescripción, Patrones Paternales, Impulsos juguetones o Demonioy Liberación interna. Son las claves para interpretar la vida de muchas personas, que Berne estructuraen un esquema dinámico.Después, Berne retoma el hilo de las etapas de la vida humana y va interpretando los diferentesaspectos que surgen en la Segunda Infancia, en la Adolescencia, la Madurez y la Muerte.Son tres Capítulos –del 8 al 10–, que forman una red conceptual de grandes posibilidades paraanalizar vidas reales y personajes de ficciónLa Segunda Parte se titula “El Guión en Acción”. En ella se ocupa de los tipos de Guiones, deltiempo del guión y del sexo en los Guiones. En pocas obras encontramos tantas ideas tan concentradasy tan movilizadoras del interés por investigar. En los Capítulos 12 y 13, Berne analizauna serie de Guiones, algunos de personajes literarios –Sísifo, Cenicienta...– y reales –Freud,Florence Nightingale, entre otros.El autor dedica los dos últimos capítulos de esta Segunda parte –14 y 15– a responder a dospreguntas: ¿Cómo es posible el Guión y cómo se transmite? Ahí expone su teoría del RostroPlástico y del Yo Móvil, en la que podemos enmarcar muchas investigaciones sobre ComunicaciónNo Verbal. Y es que el gran cambio de Berne respecto de otros psiquiatras y psicólogos esque ofreció un panorama desde la Comunicación y desde la Cibernética. Con lo cual, ofrece muchasposibilidades para interpretar la Sociedad de la Información y del Conocimiento.En cuanto a la transmisión, Berne se vale de la matriz del Guión que elaboró Claude Steiner,su principal discípulo (que, por cierto, vivió en Madrid desde 1945 a 1953 y habla perfectamenteel español, lo que le facilitó expandir el AT en diferentes Congresos celebrados en Hispanoamérica).Berne profundiza en la transmisión cultural del Guión, aunque demuestra que posee unconcepto claro de “cultura”, y no ese concepto confuso que muchos utilizan sin la menor preocupaciónteórica.La Cuarta Parte –“El Guión en la Práctica Clínica”– abarca de los capítulos 16 al 20.Distingueentre diferentes tipos de terapeutas. Donde Berne despliega su originalidad, inmune al paso deltiempo, es cuando se ocupa de los “indicios del guión”. Más concretamente, el Capítulo 17 es,quizá, lo más completo que hemos leído sobre Comunicación No Verbal.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


374También resulta original el Capítulo 18 –El guión en el tratamiento–, porque Berne se planteano sólo el guión del paciente, sino el del terapéuta. Berne siempre sostuvo que el AT aspiraba a“curar”, no sólo a “hacer progresos”.Por sí el libro suena demasiado a Psicoterapia en algunas ocasiones, Berne dedica el Capítulo19 a la Intervención decisiva, es decir, al Permiso. Es una operación que pueden aplicar los educadores,los trabajadores sociales, los profesionales del “coaching” y muchos otros. Finalmente,en la Quinta Parte Berne se enfrenta con las “Aproximaciones científicas a la Teoría del Guión”Método y Estilo. En el Capítulo 21 presenta las Objeciones a la Teoría del Guión: espirituales,filosóficas, racionales, doctrinales, empíricas, desarrollistas y clínicas. Lo cual nos obligapreguntarnos cuántos autores emplean este Método de enfrentarse autocríticamente a sus aportaciones,suscitar las objeciones y responderlas. Por eso, las ideas propias que un autor no sometea crítica acaban por resultar blandas e inconsistentes, cuando no falsas, en muchos casos.Sin embargo, las ideas que un autor somete a crítica ofrecen mayor consistencia. Sobre todo, sicomo hace Berne, dedica un Capítulo entero –el 21– a los Problemas Metodológicos. Expone lared conceptual y se adentra en los datos aleatorios e indiscutibles.Finalmente, el autor ofrece una “cheklist” o “lista de comprobación del guión”, que ofrece posibilidadesmuy diversas: no sólo en el campo de la Psicoterapia sino en otro tan actual como el delos personajes de ficción en novelas y películasSeríamos injustos si no resaltásemos que Berne, además de su gran erudición, muestra unestilo potente, a la altura de los mejores escritos. Véase cómo comienza la Introducción: «¿Quédice usted después de decir hola? Esta pregunta pueril, aparentemente tan tonta y falta de laprofundidad que es de esperar en una investigación científica, en realidad contiene en sí mismtodas las cuestiones básicas de la vida humana y todos los problemas fundamentales de lasciencias sociales. Es la pregunta que los niños se hacen a sí mismos, para aprender luego aaceptar respuestas falseadas, la pregunta que los adolescentes se hacen unos a otros y planteana sus consejeros, la pregunta que las personas mayores eluden aceptando las preguntas falseadasde sus superiores, y la pregunta sobre la que escribieron libros los sabios filósofos antiguos sin llegar a encontrar la respuesta. Contiene la pregunta fundamental de la psicología social–¿Por qué las personas hablan unas con otras?– y la cuestión fundamental de la psiquiatríasocial –¿Por qué a las personas les gusta agradar?–. Su respuesta es la respuesta a las cuestionesplanteadas por los cuatro Jines del Apocalipsis: guerra o paz, hambre o abundancia, peste osalud, muerte o vida. No es de extrañar que pocas personas encuentren la respuesta durante suvida, pues la mayoría pasan la vida sin encontrar siquiera la respuesta a la pregunta que la precede:¿Cómo dice usted “hola”?Resumen. Un Guión es un plan de vida basado en una decisión tomada en la infancia, reforzadopor los padres, justificado por acontecimientos subsiguientes, y que culmina en una alternativa elegida. Berne subtituló su última obra como “La Psicología del destino humano”. En 23 Capítulos,Berne indica cómo son esos planes de vida y cómo pueden combinarse para llegar a determinadosdesenlaces. Puede haber triunfadores, no-triunfadores y fracasados. Sin embargo,Berne es mucho más sutil y combina esos desenlaces. Efectivamente, puede haber personasbeneficiosas para sí mismas, pero perjudiciales para la sociedad; desgraciadas en su vida personal, pero muy beneficiosas para la sociedad; beneficiosas para sí mismas y para los demásperjudiciales para sí mismas y para los demás. Lo que hace Berne, aunque él no lo diga, es actuarcomo los grandes constructores de guiones en la historia del cine: lo primero que les preocupaera cómo iba a terminar la película y, partiendo de ahí, construían hacia atrás. El estudio deBerne ilustra cómo muchas personas llegan a su desenlace y abre las posibilidades para que sesalgan de los cauces de un guión destructivo o que otra persona, con potencia y protección, lesde permiso para cambiar, pensar, hacer las cosas bien y vivir.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


375Juicio crítico. Nos encontramos ante una obra que ha tenido y sigue teniendo una gran influenciaen los transaccionalistas, que han publicado varios libros sobre la Teoría del GuiónTambién ha dado origen a muchos artículos, publicados fundamentalmente en el TransactionalAnalysis Journal (TAJ), que sigue publicándose trimestralmente y con todas las garantías de lasrevistas más exigentes. Berne era muy exigente cuando de escribir se trataba. En su libro Introducciónal Tratamiento de Grupo, dedicó todo un Capítulo a «Investigar y Publicar». Al aplicárseloa sí mismo, comprobamos la solidez de su red conceptual, la elegancia del estilo y el gransentido del humor que aparece en algunas de sus páginas. Al adoptar una perspectiva comunicativa,y no simplemente psicológica, esta obra ha atraído a profesionales de distintos camposde la actividad humana.El principal desafío al que se enfrenta el Análisis Transaccional en España es lograr que unasola editorial publique todas las obras en una colección, con traducciones muy cuidadas. Nuestrapredicción es que públicos muy diversos los acogerán favorablemente.Rafael Sáez AlonsoFacultad de Educación, MadridPSICOLOGÍA HUMANÍSTICA NORTEAMERICANAAutor: Celedonio Castanedo SecadasEditorial: Herder de MéxicoAño de publicación: 2005Nº de páginas: 337Prefacio: Joseph ZinkerEn la posguerra de la Segunda Guerra Mundial predominaba en la psicología norteamericanauna orientación conductista, a pesar del crecimiento del movimiento psicoanalítico. Sin embargo,a finales de la década de los 50 e inicios de los 60, algunos psicólogos norteamericanos se sentían descontentos y no compartían el punto de vista que tenía el behaviorismo de la naturalezahumana, por lo que fundaron lo que se conoce como la Tercera Fuerza en Psicología. Todo ellodio nacimiento a la División 32 de la APA, conocida como Humanistic Psychology. Después desu fundación otras corrientes se sumaron (Terapia Gestalt, Análisis Transaccional, Psicodrama,Logoterapia, etcétera) al movimiento.El propósito fundamental de esta obra es introducir al lector en el rico tapiz de los enfoques terapéuticoshumanísticos, trazando las diferencias existentes en las cinco corrientes psicológicasque se presentan, de tal forma que el lector pueda distinguir, por ejemplo, entre la autorrealizaciónde Maslow y el concepto de ansiedad de May, encontrando las semejanzas y las diferenciasentre ambos.Este libro inicia presentando a los cinco fundadores (Gordon Allport, Abraham Maslow, CarlRogers, Rollo May y James Bugental) de la Psicología Humanística en los EEUU. Cada autor esanalizado relacionándole con el Behaviorismo, el Psicoanálisis, el Neo-psicoanálisis, el Existencialismo,y la Fenomenología. Seguidamente, Castanedo expone otras fuentes de influencia ela Psicología Humanística (Kurt Goldstein, Psicología de la personalidad, Psicología Gestalt,Pensamiento oriental; y la Percepción de la naturaleza humana).Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


376El Capítulo VIII se centra en la investigación utilizando como instrumento la Escala POI (PersonalOrientation Inventory), elaborada por Everet Shostrom para medir la autorrealización entérminos maslowianos. Los siguientes capítulos enfocan en el campo de la educación: El aprendizajea la luz de la psicología humanística; La aplicación de los principios de la psicología humanísticaa la educación; Una aproximación holística al sistema educativo; El enfoque holístico enpsicología de la educación. Aportes de la psicología humanística al campo de la educación.Otros capítulos tratan: El arte de enfermarse; Los Retos del Humanismo frente al cierre del milenio;El bienestar subjetivo según el enfoque cognitivo-afectivo; El optimismo realista versus el pesimismoy Apuntes sobre los enfoques existenciales-humanísticos en psicoterapia. Todos estoscapítulos producidos por el autor son una novedad en lengua hispana.Otra novedad de este libro es presentar unidos a los ”cinco grandes“ de la psicología humanísticacon sus respectivas corrientes psicológicas. Me uno a lo que escribe Zinker en el prefacio:“Mis felicitaciones para el autor al haber traído magistralmente a la vida, con este libro, laobra de estos hombres…”.Rafael Sáez AlonsoSEGUNDA EDICIÓN RENOVADA DE:VIVIR ES AUTORREALIZARSE: REFLEXIONES Y CREACIONESEN ANÁLISIS TRANSACCIONALAutor: Jordi Oller VallejoEditorial: KairósAño de la 2.ª edición: 2001Nº de páginas: 342Sitio web del libro: www.analisis-transaccional.netBiografía del autor: Jordi Oller Vallejo está Certificado en Psicologípor la Universidad de Barcelona y como Analista Transaccional Clínicopor la ITAA y EATA. Fue Presidente Fundador de l’Associació Catalanade Análisis Transaccional. Es uno de los principales introductores delAnálisis Transaccional en España, a partir de 1974. Ha publicado numerososartículos en Transactional Análisis Journal – TAJ, publicados también en la Revista de AnálisisTransaccional y Psicología Humanista de AESPAT. Es a destacar que ha contribuido con unaamplia investigación en el tema de los estados del yo. Ha publicado también el libro La personalidadintegradora: El doble logro de ser sí mismo y vincularse (Ediciones CEDEL, 2004), cuyocontenido adicionalmente también se relaciona con los conceptos del Análisis Transaccional.ANÁLISISUna buena manera de valorar cuanto de novedoso tiene esta segunda edición ampliamenterenovada del libro, es transcribir tal cual el propio prefacio escrito por su autor:“Hace algún tiempo que vengo pensando que los libros ya publicados también deberían poder“autorrealizarse”, es decir, al igual que las personas, poder ir expresando al máximo todas susRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


377posibilidades, lo que, en el caso de un libro, significa en especial poder renovarse para actualizarse. En cierta manera, a través de la presente edición, Vivir es autorrealizarse : Reflexionescreaciones en Análisis Transaccional es un libro que se ha “autorrealizado” en algún grado, esdecir, que es un libro renovado y puesto al día, ya no sólo en cuanto a información nueva sobreel Análisis Transaccional, sino ante todo en su “espíritu”, con cambios en ambos aspectos queconsidero muy importantes respecto a la primera edición. En parte, naturalmente, estos cambioshan sido el resultado de mi propio desarrollo personal y profesional.A lo largo de los años desde que se publicó el libro, no sólo he vivido y crecido como persona,sino que he trabajado y crecido como psicoterapeuta, teniendo ocasión de seguir verificando, experimentando y reflexionando sobre mucho de lo escrito en la primera edición. Desde luego, esu mayor parte aun sigue siendo vigente, válido y útil, como lo era entonces. Pero también he vividofrustraciones de las que, en definitiva, he obtenido un aprendizaje. Algunas son principalmente de tipo técnico y otras son principalmente de tipo personal, aunque, de hecho, ambas aspectosse entremezclan.Una de las frustraciones –de tipo técnico– fue consecuencia de haber ido dándome cuenta dela confusión y falta de consenso que existía y existe aun en algunos de los considerados temasfundamentales del Análisis Transaccional, siendo a destacar el de los estados del yo . Así, poruna parte, fui descubriendo que, pese a la convicción unívoca con que a veces se hablaba y sesigue hablando del tema –y yo mismo he “enseñado” también así–, de hecho, no se estaba utilizandoni se utiliza un único modelo de los estados del yo, sino que existía una fuerte controversiaal respecto, lo que me llevó no sólo a investigar, sino a buscar alguna solución integradora.Parte de los resultados fueron publicados en Transactional Analysis Journal en el artículo Unanálisis integrador de los modelos de los estados del yo (0ller, 1997), que puede verse en el anexoA. Otros aun no están publicados, pero tienen que ver con habitual confusión de conceptosentre los estados del yo y los órganos psíquicos.Naturalmente, en esta edición he tomado en cuenta estos resultados, hasta el punto de queincluso he reescrito todo el capítulo 3: Nuestros personajes y su mundo y buena parte del capítulo13: El desarrollo para autorrealizarse , pues son los que han sido más afectados por estascuestiones. Pero además, también se encontrarán reflexiones, aclaraciones y cambios sobrotros aspectos teóricos y prácticos, es decir, que he reescrito mucho de otros capítulos. Porejemplo, entre otros, se encontrará el cambio del término aislamiento (Oller, 1986) por el de retraimientoy el de Niño Aislado por el de Niño Retraído, en base a nuevas precisiones conceptualesy ante todo terminológicas, que justifico, pues pese a la difusión que tuvo el concepto en smomento, con frecuencia aun sigue “ignorándose”. También he reorganizado algún material dellibro que antes estaba en el capítulo 2 y que he considerado de menor interés general, colocándoloen los dos últimos anexos del final. En resumen, todo el contenido ha sido revisado y renovado, para ser en lo posible coherente con su subtítulo de Reflexiones y creaciones en AnálisiTransaccional.Otra de las frustraciones –de tipo personal– fue consecuencia de haberme ido dándome cuentade que, en algunos aspectos, el contenido de la primera edición del libro reflejaba cierto triunfalismo, relativamente frecuente en las presentaciones del Análisis Transaccional, respecto a lo quecon su ayuda podía lograrse cambiar de uno mismo, la rapidez en cambiarlo y el estado de bienestarfinal que resultaba. Sin embargo, lo que he ido viviendo posteriormente en mi propia vida personal y profesional, se ha encargado de poner las cosas en su sitio, desde luego, afortunadamente.Ciertamente, el AT es muy útil y he comprobado ampliamente su efectividad tanto en mi mismocomo en mis clientes, pero también tiene sus límites y no explica todas las dificultades qupodemos ir experimentando en la vida, ya no sólo desde el punto de vista espiritual –que, desdeluego, no es su finalidad específica–, sino también en aquellos aspectos de nuestro desarrolRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


378que no tienen que ver propiamente con el guión psicológico, ni tampoco con haber estado viviendosiguiendo un contraguión (es decir, un plan inconsciente aparentemente positivo, que acabaen un desenlace negativo). Desde luego, a veces esto último es posibilitado por ciertas presentacionesy usos que se hacen del Análisis Transaccional, pero, en realidad, me estoy refiriendoaquellas etapas, crisis y cuestiones de tipo psicológico-existencial que no podemos eludir vivirsegún la edad que vayamos teniendo en la vida, como, por ejemplo, la crisis de la medianaedad, el proceso de envejecer, la proximidad de la muerte, etc., por citar sólo algunos temas.Bastantes de estas manifestaciones conllevan lo que llamo separaciones individuadoras , queson necesarias para crecer, si bien conllevan sus propio sinsaborEl Análisis Transaccional es realmente una metodología muy útil para facilitar el logro de unbuen nivel de autonomía psicológica, pero, precisamente y paradójicamente, dicho logro implicatambién su propio nivel de dificultades, en su mayor parte precisamente de tipo existencial. Solas dificultades que ha de vivir y afrontar aquella persona a la que Ken Wilber (1988) denomina ecentauro existencial, alguien que (pág. 114) “no constituye sólo una unidad integral superior alego, el cuerpo, la persona y la sombra, sino una importante transición hacia los dominios sutilesy transpersonales superiores”. Pero al mismo tiempo, también según describe Wilber, una personaen quien (pág. 238) “el yo, que ha aceptado (hasta cierto punto) la muerte y la trascendenciade todos los niveles inferiores, se halla ahora completamente identificado con el ego mental –eego P-A-N (y esta referencia al modelo Padre, Adulto y Niño del AT es de Wilber, no mía)–, yesta nueva sensación de identidad sustitutoria se fortifica hasta los dientes para defenderse de lmuerte y de la trascendencia”.Así pues, no todo queda resuelto con lo que nos podemos facilitar resolver –que es mucho–con el Análisis Transaccional en nuestro crecimiento personal. Aun con la satisfacción de todo loque podemos lograr en cuanto a cubrir nuestras necesidades de individuación y vinculación (queson el tema de mi nuevo libro La personalidad integradora: El doble logro de ser sí mismo y vincularse),existen nuevos posibles logros por delante, con sus propias dificultades, nuestras limitaciones humanas al respecto y las frustraciones que de todo ello resulta. También, claro, elmundo tiene sus propios problemas reales que interfieren en las cosas y que también nos afectan, pues no vivimos solos.En consecuencia, en esta edición me he propuesto poner el triunfalismo en su sitio, en cuantotiene de poco realista, lo que no niega que podemos seguir siendo optimistas en nuestras expectativasrespecto a la utilidad del Análisis Transaccional. Por tanto, en base a lo que he explicado,he revisado todo el contenido del libro desde dicha perspectiva, además de que también he aclaradoy a veces ampliado algunos conceptos, así como he cambiado los títulos de algunos capítulos,como ejemplo, para quien no conoce la edición anterior, cuando el capítulo 10 antes se titulaba:Creamos nuestro propio mundo (al más puro estilo de quienes creen en el poder sin límitesdel pensamiento positivo, creencia que no comparto), ahora se titula: Causamos parte de nuestromundo. Otro ejemplo es el del capítulo 8, antes titulado: Podemos cambiar, no sólo mejorar,que ahora se titula: Podemos lograrlo, no sólo intentarlo y que además añade el concepto de escalaestimativa del logro . Y refiriéndome a nuevos conceptos, otro que he añadido es el de núcleoesencial de los estados del yo , en el capítulo 3. Pero hay bastantes variaciones más, queaclaran, cambian o añaden conceptos.También, desde luego, hay informaciones y datos nuevos, tanto a nivel de nuevas contribucionesde autores transaccionalistas y de otros enfoques, como en la bibliografía en general. Algoque pienso que será útil es que he localizado todo el material que he podido que estuviese traducidoal castellano, ya se trate de libros, como, muy es especial, de artículos. También he revisadolas figuras ilustrativas, aclarando y modificando algunas, así como he añadido algunas nuvas. Así mismo, he revisado el estilo y claridad lingüística del texto.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


379Otra cuestión que quiero comentar tiene que ver con el uso del lenguaje, pues vengo observandoy lo he confirmado de nuevo al revisar el libro, que, a veces, para referirse a según qucosas desde un punto de vista descriptivo-formal, es prácticamente inevitable –o la costumbrepuede más que el propósito– hacerlo como que “son” de tal manera o de tal otra, pareciendo entoncesque “son” de una manera unívoca e incuestionable. Por tanto, aunque en lo posible heprocurado tenerlo en cuenta, a veces, puede que cuando me refiera a algunas cosas como qu“son” de una determinada manera, dicho “son” tenga el sentido de de son generalmente, otras elde son frecuentemente, otras el de son probablemente y aun otras veces el de son dialécticamente,es decir, que no se excluye la interacción con su contrario dialéctico.Para terminar, no pretendo, desde luego, que quienes adquirieron y leyeron la primera edición,adquieran ahora esta, pero si tienen la ocasión de leerla les sugiero que no la desaprovechen,pues creo que también les será de utilidad y tendrán la oportunidad de una experienciaque pienso que es bastante inusual: la de leer un libro que en cierta manera se ha “autorrealizado”,haciendo honor a su título. Mis mejores deseos.”Jordi Oller VallejoANÁLISIS TRANSACCIONAL I: CÓMO NOS HACEMOS PERSONAAutor: Francisco Massó CantareroEditorial: CCSISBN: 978-84-9842-108-8 Madrid, 2007Nº de páginas: 296Cada una de las páginas de este libro está escrita con miras a demostrarque el proceso de convertirse en persona es una tarea diaria y constante,aun a pesar del protagonista; plural y participativa, toda vez que en ese esfuerzocolaboramos, mediante las transacciones, las personas que rodeamosa cada protagonista.En efecto, cada persona es un agente constructor o destructivo para suscongéneres, por las atribuciones de valor que nos asignamos recíprocamente,la confianza que nos otorgamos, las expectativas de desarrollo personal que creamoslas confirmaciones que efectuamos sobre los logros ajenos. Por eso, éste es un libro de AnálisiTransaccional, porque se adentra en averiguar cómo la conducta cotidiana contribuye a la configuración del propio yo de cada persona.El libro puede ser una excelente herramienta para padres y educadores, al proponerles un enfoquepositivo para su labor de acompañamiento y guía de sus educandos.Sin menoscabo de esa pretensión, el autor defiende en todo momento la libertad de cada persona, su derecho a ser diferente y único, a cambiar su modo de funcionar que, a la postre, redundaráen un cambio de estructura, dado que no sólo se hace camino al andar, sino que andandose hace el caminante a sí mismo, con la sinergia de los demás.El libro constituye también una reflexión sobre el Análisis Transaccional, acrisolada durantmás de 25 años de experiencia de utilización de esta técnica. Con la modestia de quien habladesde la práctica, el autor propone ideas novedosas relativas al funcionamiento de los estados delyo y su integración; pero, es preciso destacar el empeño puesto en detraer cualquier tipo de determinismosea para tomar una decisión minúscula, sea para consolidar la estructura psicológica.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


380ANÁLISIS TRANSACCIONAL II: EDUCACIÓN, AUTONOMÍA Y CONVIVENCIAAutor: Francisco Massó CantareroEditorial: CCSISBN: 978-84-9842-676-2 Madrid, 2008Nº de páginas: 244, consta de seis capítulos, presentación, introducción yepílogo.Hay un anexo sobre juegos, glosario y bibliografía.Está prologado por el Dr. Kertész, Rector de la Universidad de Flores (Argentina)El texto está destinado a padres, profesores y a toda persona que tengapor misión acompañar y estimular el desarrollo de otro ser humano. En estesentido, el objetivo general es de carácter preventivo, preservar la salud psíquicadel educando, no hacerle daño. Eric Berne decía primum non nocere, lo primero es no dañar.Es una reflexión, hecha desde el Análisis Transaccional, para destacar y revalidar el papel deeducador, y mostrar el valor que tiene la comunicación diaria verbal, no-verbal y simbólica, dentroy fuera de la familia, en los diferentes grupos que va integrando la persona.A cualquier edad, necesitamos del juego lúdico como espacio creativo para el desarrollo de laintuición y la imaginación, y del banco de pruebas para revalidar habilidades de relación y promovervínculos. Pero, es muy significativa la función terapéutica que el autor otorga al juego, yque éste permite liberar tensiones, resolver conflictos de la vida real y desarrollar empatía. Estes una aportación original y sugestiva.También pretende desdramatizar el conflicto y mostrar cómo el antagonismo, que forma partde la vida, es necesario para un desarrollo psíquico saludable, entrenamiento de la asertividad ycampo de aprendizaje para facilitar la sinergia y la cooperación.En definitiva, el libro estudia al ser humano en relación con sus semejantes, el papel conformador que tienen los grupos sobre la estructura psíquica de cada persona. Cómo es la necesidadde pertenencia, que nos obliga a crear grupos, darles vida y aceptar su desaparición, comosi se tratase de otros organismos. Los papeles que desarrollamos dentro de los grupos contribuyenal desarrollo integral de la persona: nos permiten sentir emociones, integrar valores y adoptarpautas de convivencia.La autonomía, inclusive de pensamiento, es un bien a promover a lo largo del proceso educativo,cuidando la convergencia. La persona se hace humana gracias a su relación con los demás y conellos mantiene un fluido abierto, de índole transaccional, que ha de redundar en beneficio mutuSEIS ENFOQUES PSICOTERAPÉUTICOSAutor: Castanedo, C.Editorial: Manual Moderno. México, 2008Nº de páginas: 451Ahora, en el año 2008 y después de 12 reimpresiones, aparece remozada,actualizada y ampliada la segunda edición de la obra Seis enfoquespsicoterapéuticos con más de 140 páginas sobre la primera edición demil novecientos noventa y tres. Cada capítulo corre a cargo de diferentesRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


381autores expertos en la teoría y temática terapéuticas que presentan. Se puede afirmar que es uexcelente encuentro para conocer, compartir y debatir las ideas de cada uno de estos enfoquespsicoterapéuticos: Psicoanálisis, Terapia Conductual, Terapia Transaccional, Psicodrama, TerapiaRogeriana, Terapia Gestalt y Epílogo. Todos contarán sus experiencias en este encuentroque se desarrolla en diferentes espacios de conocimiento.En el capítulo primero, escrito por Henning Jensen Pennington y Leonardo Dorony Saturno, sedescriben los aspectos básicos del Psicoanálisis Freudiano y neo-freudiano, además del procesohistórico de construcción de la teoría y la práctica psicoanalítica: sus conceptos, postulados y elcontexto científico y filosófico en el que se desarrolló. Así mismo, los personajes que directa edirectamente desempeñaron un papel fundamental para su nacimiento. De igual forma, en laparte final se habla del desarrollo posterior del psicoanálisis a la muerte de Freud con sus divergencias teóricas en la práctica psicoterapéutica.Se ilustra el impacto en el entendimiento de los procesos sociales y su relación con el individuo,lo subjetivo y lo objetivo. La práctica psicoterapéutica con la historia vital del individuo comoparte central de la misma, la relación psicoterapeuta y paciente en términos de transferencia ycontra-transferencia, son algunas de las principales aportaciones del psicoanálisis. Estas páginastienen un atractivo adicional muy importante, ya que aclaran muchos malos entendidos yerrores de los conceptos psicoanalíticos comúnmente utilizados.La Terapia Conductual, capítulo segundo, expuesta por Hermann Lucke Vergara y Ángel Izquierdo,ilustra amena y claramente los principios básicos de esta escuela de terapia, así comolos métodos utilizados desde su propia experiencia. Desde un principio utiliza el análisis funcionalde la conducta, el cual se fundamenta en las relaciones de contingencia entre las variablesantecedentes, organísmica y consecuentes.Los autores ponen el énfasis en las concepciones erróneas acerca de la terapia conductual,analizando el mal uso de la misma. Y se advierte el hecho de que algunos pseudo profesionalesintentan aplicar las técnicas derivadas de esta disciplina terapéutica, sin conocer el método.La terapia conductual desde el punto de vista de los autores, no es simple ni fácil de aplicar.Se describe el proceso de discriminación de estímulos en el análisis funcional de la conductacomo una cierta forma de insight, en el sentido psicodinámico, en donde la interacción del sujetocon su medio ambiente real se modifica. Se delimita el estatus ontológico de los eventos internos-subjetivos asignándoles la categoría de conducta. En general queda de manifiesto la aplicación de la terapia conductual a problemas clínicos tales como respuestas de ansiedad, depresión,obesidad y/o adicciones.Pierre Thomas Claudet y Rafael Sáez Alonso escriben el capítulo tres sobre la Terapia Transaccional.Destacan la concepción humanística de su creador Erick Berne (1910-1970), enfatizandoel concepto de elección conductual basado en una decisión de Niño (decisiones infantilesreversibles) mediante nuevos procesos de aprendizaje conductuales.La teoría del Análisis Transaccional está fundamentada en una estructura dinámica de la personalidad,en donde los Estados del Yo: Padre, Adulto y Niño, son conductas medibles y observables.Los analistas transaccionales, en continua generación de conocimiento teórico y terapéuticosegún se observa en la Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, editada semestralmentepor la Asociación Española de Análisis Transaccional (AESPAT), afirman que lpersona tiene una triple fuente de información, de la cual se sirve para reflexionar, pensar y emitir las mejores respuestas posibles para afrontar cada problema de su vida que se le presente,utilizando conductas apropiadas en el aquí y el ahora.Para terminar, se exponen las técnicas de la terapia transaccional en relación con el análisisestructural y funcional de la personalidad, los juegos psicológicos, y el guión de vida entre otros.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


382Abelardo Brenes Castro y Alfonso González presentan el Psicodrama, en el capítulo cuarto,como un enfoque psicoterapéutico grupal, es decir, un conjunto de técnicas que se pueden aplicara la solución de los conflictos humanos. Es toda una teoría de la personalidad, con una profunda influencia filosófica, particularmente de la vertiente existencialisResalta la bondad del ser humano y su poder creativo. Con respecto a lo último, sostiene queeste está siendo distorsionado por la sociedad, a la cual critica radicalmente. Considera que lasociedad ha dejado de ser el espacio donde la creatividad se pueda desarrollar adecuadamente.Dice que la sociedad califica de anormales a cierto tipo de patrones de conducta y personalidades, cuando en realidad son el producto de ella misma. Es como la “madre que rechaza a sus hijos”.Por esto, el psicodrama parte de la consideración de lo anormal como algo normal, brindandoel contexto en que el drama de la vida se pueda desarrollar en forma creativa.El pensamiento de su creador Jacobo L. Moreno, no es metafísico, sino que se tiñe del acontecerpolítico y social de la posguerra. Análogo al concepto del aquí y el ahora plantea el instantey la situación, donde complementa el concepto de creatividad con el de espontaneidad, la cualincluso considera como no voluntaria.Dentro del psicodrama se puede identificar un director, quien funge como productor, terapeutprincipal y analista social; un protagonista, que es el sujeto de la acción psicodramática; un egoauxiliar, el cual representa los roles requeridos por el mundo del sujeto, es un actor, sirve de guíay agente terapéutico y como investigador social; y el público, que desempeña un papel importanteen relación con el sujeto y los actos y en relación consigo mismo. Todo ello aumenta el númerode respuestas que se pueden dar en el escenario, proporcionando al director un importantematerial para el análisis.En el capítulo quinto, Gerardo Rodríguez Echeverría y José Luis Velasco Lafarga, comienzancon una semblanza de la vida y obra de Rogers, donde enfatizan en la evolución liberal y laorientación centrada en la persona, que caracteriza la Terapia Rogeriana. Una característica fundamentalde la teoría de Carl Rogers, es la conciliación que establece entre los métodos clínicosy experimentales. Para profundizar en la obra de Rogers es necesaria una comprensión profundade sus presupuestos epistemológicos explícitos e implícitos.Rogers hace una profunda crítica de la sociedad, de sus estructuras y derivados. Y la psicoterapiatiene el objetivo de liberar una capacidad de autodeterminación que ya está en el sujeto, inherentea su naturaleza. Resaltan los autores la forma y estilo de la intervención terapéutica deRogers, poniendo de manifiesto la actitud del terapeuta como la condición necesaria y suficiende una terapia centrada en la calidad de la relación humana, entre el terapeuta y el cliente, antesque cualquier otra forma técnica. Esta actitud está fundamentada en la orientación de intimidad,donde Rogers busca la autenticidad con la que las personas aprenden a ser independientes yauténticas. Así mismo, espera que las personas se desarrollen como organismos que se autorregulanbasados en sus experiencias positivas. El desarrollo humano es la base de la terapia.Rogers creía profundamente en la evolución humana, en ese movimiento interno propio de todoslos seres vivos hacia la plena realización de sus potencialidades y posibilidades. Confiabplenamente, como Maslow, en el poder de la autorrealización y la trascendencia.Finalmente, en el capítulo sexto, el artífice y coordinador de esta obra colectiva, CeledoniCastanedo, nos muestra el enfoque de la Psicoterapia Gestalt. Se manifiestan a través de estapáginas toda su experiencia, gran capacidad y preparación de más de 40 años de ejercicio profesionalen diversos países (Canadá, Costa Rica, España, México).La psicoterapia Gestalt se define como un enfoque psicoterapéutico de carácter holista, teniendo como finalidad ayudar a la persona a darse cuenta de la necesidad que tiene y a darse eapoyo para superar sus conflictos y necesidades, ya sean estos de índole interna o externaSe puede decir que científicamente la psicoterapia Gestalt nace en 1912, como psicología dla forma, desarrollada por Max Wertheimer y sus discípulos Wolfgang Köhler y Kurt Koffka. Wert-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


383heimer y sus discípulos trabajaron con todos los procesos del aprendizaje y la solución de losproblemas; también elaboraron conceptos como el insight, leyes de la forma, pregnancia o cierre.Basado en este conocimiento teórico psicológico, la terapia gestáltica recomienda que la personao cliente traiga al presente o reviva en el aquí y el ahora sus experiencias del pasado, osea, sus vivencias “inconclusas”. Para que las viva aquí y ahora “plenamente”.Según Castanedo, el terapeuta guía la atención del cliente en su interrelación con su contextosocial y familiar. Al mismo tiempo, el terapeuta participa en los procesos haciendo acopio de todasu experiencia, técnicas y métodos que le son de gran ayuda y soporte; poniéndolos a disposicióndel cliente, para ayudarlo a modificar poco a poco su experiencia, con el fin de que clarifisus conflictos y problemas para resolverlos y aceptarlos. De esta manera se actualiza el potencial de desarrollo personal.Este capítulo finaliza con un esclarecedor análisis comparativo entre la Terapia Transaccionay la Terapia Gestalt, describiendo las diferencias y semejanzas entre ambos enfoques psicoterapéuticos.El libro se cierra con una magnífica aportación en el Epílogo, rotunda y segura, de GabrielaMunguía-Castanedo, necesaria en una obra de esta envergadura y una novedad en esta segundaedición. La autora describe las tres grandes fuerzas de la psicoterapia actual (psicoanálisis,conductismo y psicología humanística), con cuadros tomados de la APA que presentan diversascaracterísticas de sus miembros, como son: género, edades e investigaciones de las diferentesdivisiones.Seguidamente, realiza un análisis comparativo de los seis enfoques relatando quiénes sonsus seguidores así como la continuidad y los retos futuros. Para ello, presenta un cuadro decada enfoque que contiene definiciones, fuentes de inspiración, técnicas, recursos, y aplicaciones principales.Finaliza el epílogo con esta polémica y eterna pregunta: ¿cuál de estos seis enfoques es elmejor? La lectura completa del libro permitirá al lector, pedagogo, psicólogo, teórico de la comunicación,psiquiatra o educadores encontrar la respuesta, su respuesta.Juzguen ustedes mismos.Rafael Sáez AlonsoRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


384NORMAS DE LA REVISTA DE ANÁLISIS TRANSACCIONALY PSICOLOGÍA HUMANISTAPARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOSPREPARACIÓN DEL ARTÍCULO– El título del artículo, en español, se colocará centrado en la cabecera de la primera página,con mayúsculas y en negrilla, y con una llamada al Pie de Página, si el trabajo fue presentadoanteriormente en algún congreso, para indicarlo si el autor así lo desea;– El nombre del autor/es , centrado debajo del título, con mayúsculas algo menores (dos grados)que las del título, y con una llamada al Pie de Página, para colocar allí:- Titulaciones académicas;- Afiliación profesional completa- Contactos: Domicilio, Teléf., Correo electrónico, Página Web.- Subvención institucional, si la tuviere, dentro de un proyecto de investigación (finalizadoen curso).– El Resumen ha de ser representativo de todo el artículo (no sólo de sus conclusiones), perobreve (150-250 palabras) y claro, y conllevará las Palabras clave (expresarán el contenidototal del manuscrito y servirán para “indexar” el artículo conforme a palabras representativasde las diversas materias);– Formas de presentar la primera página del artículo. El título y el resumen con las palabrasclave, se presentarán, además de en español, en inglés y en francés;– La estructuración del artículo estará bien articulada con sus partes bien diferenciadas, coherentesy enriquecedoras. Los títulos de los apartados y subapartados indicarán claramentey de modo diferente las partes del artículo;– Espaciado mecanográfico y extensió . Los artículos se mecanografiarán en doble espaciocon un máximo aproximado de 30 páginas, con letra bien legible;– La temática de la Revista estará centrada (teoría y práctica) en el Análisis Transaccional(psicología, educación, comunicación y organización laboral y socia) y en la Psicología Humanistaen general;– El artículo deberá resultar interesante para los lectores a nivel teórico y/o práctico profesional;– Se exigirá que los artículos tengan un nivel científico teórico y/o prácticoEn este campo, los especialistas se han lamentado de la gran separación entre los “investigadores”teóricos y prácticos. Quisiéramos que se facilitase la comunicación entre ambos.La Revista pretende integrar a ambos colaboradores en busca de su máxima comunicacióna través de la publicación de artículos, de otras publicaciones, de la página Web, yde otras actividades que se vayan organizando en la Asociación Española de Análisis Transaccional-AESPAT-;– Los artículos deberán ser principalmente originales. Pero si se trata de “republicar” literalmenteartículos (clásicos o interesantes), se incluirán los permisos pertinentes de la editorialresponsable de la revista y el nombre del traductor, cuando se trata de una edición extranjera,consignando además su fuente: el nombre de la revista, volumen, número y páginas;– Los manuscritos utilizarán el lenguaje sexista en sus referencias personales, utilizando elmasculino y el femenino en las referencias globales.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


385– Las Referencias Bibliográfica . El artículo presentará calidad y riqueza en las ReferenciasBibliográfica con aporte de los autores actuales más representativos y con los datos completosexigidos por las Normas de la Revista.FORMATO DEL ARTÍCULOLa Revista asume las normas de publicación de la APA (Publication Manual of the AmericanPsychological Association, quinta edición, julio de 2001). Las instrucciones de mecanografiado,las instrucciones para preparar tablas, figuras, referencias, medidas y resúmenes aparecen en eManual (Apéndice A). Nosotros recogemos las más representativas y las presentamos de formabreve, sencilla, asequible y adaptada las características de la Revista.Formas de citar– Las citas de textos y autores son algo importante en la redacción de un trabajo serio. La ausenciade citas puede significar ausencia de conocimiento de otros autores contextuales eeste campo específico y pobreza de contenidos. Las citas pueden hacerse para recibir apoyo, clarificación, refutación, etc. Siempre encierran una intencionalidad, y si se hacen acertadamente, serán interesantes, clarificadoras y darán categoría bibliográfica al que cit– Existen varios tipos de citas (citas “literales”, “no literales”, “cita de citas” y otras citas), consus normas específica :Citas literales– Cuando la cita no tiene más de tres líneas, se integra en el texto entre comillas, anteponiendola mención del autor, y la fecha entre paréntesis, y situando entre paréntesis el nº de páginaal final del texto literal precedido de la “p.”. or ejemplo: Berne (1983) afirmó que“Aquí es dable que el terapeuta tenga que funcionar deliberadamente como Adulto, másque como Padre” (p.279);– Si se cita al autor, entre paréntesis, después del texto , se añadirá el año y la página. Porejemplo: “Aquí es dable que el terapeuta tenga que funcionar deliberadamente como Adulto,más que como Padre” (Berne, 1983, p. 279);– Si la cita tiene más de tres líneas , el autor y el año entre paréntesis, seguidos de “dos puntos”,suelen ir antes o después de la cita literal, colocando ésta en las líneas siguientes ensangrado (a la izquierda y de 1.cm.) en letra de menor tamaño (dos grados), pero fácilmentelegible, y sin entrecomillado, y poniendo al final entre paréntesis el nº de página. precedido de “p.”, o “pp.” Por ej.: Según García Moreno (1993):Se verifica la curación realmente en y por el mismo paciente: que en la posibilidad del cambio anunciado por el curador (...) y significado por la técnica o el rito, anticipa la curación deseándola, imaginándola y pensándola; que tiende a ejecutarla por “conversión existencial”, “rapport”y “complacencia doctrinal”; y que se verifica a través de mecanismos psicológicos que tienen su base en la fuerza de la sugestión (p.29);– Si se añade algo que no forma parte del texto citado literalmente , se colocará entre corchetes.Por ej. : Según Berne (1973): “Las excesivas directivas que son puestas en el Niño[Berne lo recalca especialmente] y le exceden más allá de las ansias del hambre del guión,pueden ser llamadas epiguión o exceso de guión” (p. 327);– Si se suprime alguna parte del texto citado literalmente , esto se indicará poniendo tres puntossucesivos entre paréntesis (…), y si es al final, también tres puntos sucesivos, y anteRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


386de la cita de página entre paréntesis. Por ej.: “El Análisis Transaccional es (…) una nuevateoría bien construida…(Sáez Alonso, 2008);– Si se quiere resaltar con cursiva, entrecomillas, etc. algo del texto citado, que no apareceen el texto original, se indicará expresamente antes o después de la cita, como añadidopersonal del que cita. Por ej.: En el siguiente texto, pongo el entrecomillado para resaltaralgo para mí muy importante:Yo he tratado de superar esto, no siguiendo necesariamente la fusión con otros sistemas(…) y probando modelos conceptuales de terapia cognitiva. Yo espero que el progreso teóricoen la terapia cognitiva “provenga sobre todo de investigaciones clínicas y experimentales”…(Berne, 1991, p. 197).Formas generales de citar– Si la cita es de un autor concreto, se mencionará sólo, sin el nombre, el primer apellido delautor (los dos apellidos si se trata del primero muy popular y frecuente) , y el año de su publicaciónseparados por una coma y entre paréntesis. Por ej.: La psicoterapia es una actividadintensamente personal -cita resumen no literal- (Villamarzo, 2005; García Fernández, 1977);– Si se citan dos o más autores de una obra , se pondrán éstos entre paréntesis en el mismoorden en que aparecen en la publicación (no necesariamente por orden alfabético), separadospor una coma, y entre el penúltimo y el último irá una “y”. Por ej. “El A.T. es consideradocon propiedad un sistema humanista” (Sáez y Ruiz, Núñez, García Moreno, 2005, p.56);– Al citar varias obras de autores diferentes , respecto de un tema determinado, se colocaránestas citas no por orden cronológico, sino alfabético y separadas por punto y coma. Por ej.:La psicoterapia debe practicarse siempre pensando más en el cliente que en el sistema teórico-texto no literal resumido- (Beck & Emery, 1985; García Fernández, 2003; Horowitz,1977, 1979, 1991; Kohut, 1977; Luborsky, 1990; Marcus & Nurius, 2004);– Cuando se cita sucesivamente varias veces una obra de tres o más autores , se deben consignar,sólo por el apellido todos ellos, la primera vez , pero en las siguientes será citadosólo el primero, añadiendo y otros. Por ej.: Amar es reinar . (Beck, Emery, García Fernández,Horowitz y Ruiz, 2006); (Beck y otros, 2006);– Si se cita una obra, pero en distintas ediciones , se colocarán los años de la ediciones pororden cronológico. Es aconsejable que siempre, en este caso, se ponga en primer lugar lafecha de la primera edición, en cursiva, aunque no haya sido citada en el texto. Por ej.: Lapsicoterapia, de una forma u otra, siempre será integradora si se piensa más en el sujetoque en el sistema teórico (Tyler, 1990, 1997, 2003, 2006);– Cuando se citan varias obras de un autor, de un mismo año, se diferenciarán éstas por lasletras del abecedario por orden sucesivo, añadido al año, sin dejar espacio. Por ej.: (Fernández,2005a; Fernández, 2005b; Fernández, 2005c; etc.);– Si citada una obra con su autor y fecha de su publicación, se repite la misma cita, no hace cefalta que el autor citado lleve la fecha, hasta que la distancia de la primera cita sea importantey exija otra vez, por claridad (podría pensarse en otra fecha), la cita completa de autor y fecha;– La cita-resumen, en gran parte no literal, de un capítulo o texto cualquiera de un autor sehará indicándolo previamente y citando al autor, el año y pp. Por ej.: Hago un resumen libredel capítulo cinco del libro de E. Berne (2000, pp. 30-39);Cita de cita/s.– Cuando un escritor cita a un autor que también ha citado a otro/s , al primero se le cita seguidodel año precedido de una coma, mientras que al segundo se le citará con la fecha en-Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


387tre paréntesis. Por ej.: Valbuena en su artículo dice: “Sáez, 2006, refiriéndose a Rui(1998), afirma que…”– Cuando la cita literal, o no literal, de un autor incluye otras citas, propias o de autores diferentes,éstas no se reflejarán en la Referencia finales, ya que al citar al autor se cita implíctamente a todos los otros citados por él.Citas de trabajos presentados en CongresosCuando se citan trabajos presentados en congresos, la cita hará referencia al autor y año, recogiéndoseen las Referencias el título, lugar, etc.Citas de “diccionarios”, “instituciones”, “manuales famosos”,“textos bíblicos” o de “textos y obras antiguas”– Refiriéndose las citas a “diccionarios”, “instituciones” o “manuales famosos , en la primeracita se menciona el nombre completo, y entre paréntesis la sigla, y en las siguientes sólo seindica la sigla. Por ej.: ( Ministerio de Educación y Ciencia -MEC-, 2005), (MEC, 2006);(American Psychological Association -APA-, 1995), (APA, 1995); (Real Academia Española-RAE-, 2005), (RAE, 2005);– En las citas de la “Biblia” se hace referencia, no a la fecha sino al capítulo y versículo/s dellibro citado. Por ej.: Ex 12, 15; Sal 31,2-4; Mt 7, 8-12; Ap 1, 8.17;– Cuando se cita algún texto u obra de “autor antiguo ”, si no se conoce la fecha, se indicará“s.f.” (sin fecha), pero después en las Referencias Bibliográficas se especificará, siguienlas normas habituales, el autor del que se ha tomado la referencia, y la edición, el traductor,etc.Figuras y Tablas– Las figuras, tablas, notas técnicas, y pies de página deberán ser integrados en el texto demanera adecuada (bien diseñadas y con buena calidad) parar ser manipulados sin problemastanto por los evaluadores como por la Imprenta;– Las Figuras (ilustración, estampa, grabado, gráfico o fotografía) irán señaladas al pie de lasmismas, con la palabra Figura (en negrilla) seguida del número correspondiente (ennegrilla) y “dos puntos”, y a continuación el “texto breve” que describe la figura. Por ej.: Figura1: Protector estrepitoso;– Las Tablas (índice de materias, lista o catálogo de cosas ordenadas, cuadro o catálogo denúmerosordenados para facilitar el cálculo) irán señaladas en la cabecera con la palabraTabla (en negrilla) seguida del número correspondiente (en negrilla) y “dos puntos”, siguiendoel “texto breve” descriptivo de la Tabla. Por ej.: Tabla 5: Mandatos sociales.Pies de páginas– Los pies de página deben ser evitados (a excepción de la primera página del artículo dondede integran datos personales y profesionales del autor), tratando de expresar su contenidoen el texto como aclaración. Cuando sean necesarios para notas técnicas, etc., se numeraránpor orden y se asociarán claramente con la palabra referencial.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


388Distribución estructural de los apartados de un artículoEstá comúnmente aceptado, en artículos científicos, no abusar generalmente de la utilizacióde números y letras para los apartados, y de negrillas para resaltar una palabra o frase, utilizándosegeneralmente, en cambio, la cursiva, el entrecomillado y el guión;Para resaltar discretamente los apartados de un artículo se suelen utilizar:– Mayúsculas, centradas, y en negrilla (para los principales apartados);– Mayúsculas de menor tamaño (dos grados), centradas, y en negrilla (para los principalessubapartados);– Minúsculas, centradas, y en negrilla para subapartados menos principales;– Minúsculas alineadas a la izquierda y en negrilla para subapartados aún menos importantes;– Y en subapartados sucesivos: Minúsculas, centradas, y en cursiva; Minúsculas, y en cursiva,a la izquierda;– El simple guión en apartados próximos sucesivos.Sirva aproximadamente este mismo texto, de las NORMAS de la Revista, de ejemplo.Referencias Bibliográfica– Las Referencias Bibliográfica recogen, después del texto del artículo, los autores citadosen el trabajo con el año, añadiendo aquí la obra literaria con la ciudad y editorial , o la revistaque lo ha publicado con volumen, número y páginas;– La Bibliografía, que recoge autores y obras que no están citados en el artículo, se colocarádespués de las Referencias. Esta “Bibliografía, que puede ser de temática general o específica,es complementaria a las “Referencias Bibliográficas, y ha de procurar no repetobras ya citadas en las Referencias;Normas generales– El tamaño de la letra de las Referencias será menor (dos grados) a la del texto;– En las Referencias todas las líneas “a partir de la segunda” irán con una sangría por la izquierdade 4 espacios (especial “francesa”);– Si se referencia un “libro” , se menciona el apellido seguido de coma, y la letra inicia l delnombre/s del autor, seguido de punto; después se coloca el año de la publicación entre paréntesisseguido de punto, y a continuación el título del libro en cursiva, y los nombres de laciudad y editorial separados por dos puntos. Por ej.: Dandler, R. y Grinder, J. (1980). La estructurade la magia. Santiago de Chile: Cuatro Vientos;– Si se referencia el “capítulo” de un Libro, de autor (es) diferente (s) al del libro que figurcomo Editor (Ed.), se pone el autor (es) del capítulo, como anteriormente expresado; y despuésdel año entre paréntesis y seguido de punto, se pone el título del capítulo seguido depunto, y a continuación, En , inicial del nombre con punto, y apellido seguido de (Ed.) , siguiendoel título del libro ( en cursiva) con coma, página (s) del capítulo con punto, y ciudady editorial. Por ej.: Labrador, F. J., Cruzado, J. A. y Vallejo, M. A. (1986). Trastornos asociadosal stress y su tratamiento. En J. M. Buceta (Ed.) Psicología clínica y salud: Aplicaciónde estrategias de intervención , pp. 245-298. Madrid: UNED. Cuando se trata de un texto,por ejemplo en inglés, se pondrá & en lugar de y, e In en lugar de En;– Si se referencia el “artículo de una Revista”, se pone en “cursiva”, no el título del artículo sinoel nombre de la Revista, añadiendo, después, el tomo con caracteres romanos, número (enRevista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


389cursiva) y página (s) del susodicho artículo publicado. Por ej.: Abadi, J. E. (1987). Teoríasdel yo y del sujeto psíquico en psicoanálisis. Revista de Psicoanálisis, XLIV, 3, 375-397;– Las referencias de conferencias y ponencias presentadas, por ejemplo en congresos , seharán citando como en los artículos al autor, fecha, título, lugar y, si se ha publicado, tambiénla ciudad y la Editorial;– Si se referencia “una misma obra” en ediciones y años diferentes , se colocarán éstas pororden cronológico;– Si se referencian “obras diferentes de un mismo autor del mismo año” , se ordenarán por elorden de publicación, colocando, después del mismo año, las letras del abecedario en minúsculassin espacio por medio , añadiendo después todos los datos de la publicación. Porej.: Ruiz, J. (2006a)…; Ruiz, J. (2006b)…; Ruiz, J. (2006c)…– Si se referencian “varias obras de un mismo autor, en ediciones y años diferentes” , se colocaránpor orden cronológico. Por ej.: Ruiz, J. (1985)…; Ruiz, J. (1998)…PROCESO EDITORIALNormas editoriales de la RevistaLa sumisión que hace el autor de un artículo al enviarlo a la Revista significa que– El manuscrito enviado no ha sido publicado anteriormente y que no está en proceso de publicaciónen ningún otro sitio;– Los derechos de autor (“copyright”) son transferidos a la Revista, que no se opondrá, en circunstanciasnormales a cualquier propuesta razonable para obtener permiso de reimpresióno reproducción;– Las Reimpresiones. El mismo autor u otro (con permiso expreso, por escrito, del autor) puedensolicitar reimpresiones del artículo rellenando una solicitud a la Revista, haciendo frenteal coste derivado, y ateniéndose a las leyes españolas de propiedad intelectual y reimpresiónde trabajos;– Las reproducciones, dentro de la misma o distinta Editorial, necesitarán previamente el permisoexpreso por escrito del autor y de la Revista y se atendrán a las leyes españolas depropiedad intelectual y reproducción, y citarán la fuente de referencia con mención del título,autor, fecha de publicación, volumen, nº de Revista y páginas;– La Revista se coloca en el marco legal español y aclara que el envío del artículo para su publicaciónsupone el conocimiento de estas condiciones que están suficientemente explicitadas en estas Normas de la Revista que son de cumplimiento obligatorio y se publican en laRevista y en la Página Web de AESPAT: www.<strong>aespat</strong>.com ;La petición de información, acerca de la Revista, se dirigirá a la Secretaría de la Revista:Tel. 913942169, Correo electrónico mastcipe@ccinf.ucm.es o al director: Tel. 606807701, Correoelectrónico garlla@yahoo.es;Los cambios de dirección (postal, electrónica, teléfono, etc.) comunicarlos 30 días antes delos envíos para evitar problemas añadidos;La Revista abrirá una Sección de Correspondencia (“Cartas al Director”) por la que loslectores puedan libremente criticar, clarificar o discutir trabajos ya publicados, u opinar acerca dla Asociación de Análisis Transaccional (AESPAT) y de esta Revista en general, enviando susescritos al Apartado de Correos: 60144, 28080-Madrid, o sus mensajes a E-mail: garlla@ya -hoo.es o rasaez@edu.ucm.es Estos mensajes (“Cartas al Director”) serán esmeradamente publicadosy contestados en la Revista.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


390Envío de los artículos– Los artículos, originales se enviarán, para ser evaluados, al “Editor de la Revista”, Presidentede AESPAT, Rafael Sáez Alonso, Facultad de Educación:- Si por Correo Postal : c/ Rector Royo Villabona S/N. Universidad Complutense de Madrid28040, Spain. Tel. 91396201;- Si por Correo Electrónico: rasaez@edu.ucm.es– Los autores deberán guardar copia del artículo para caso de extravío.– Los artículos, utilizados en las evaluaciones, no se devolverán a los autores.Evaluación y aceptación de artículos– Cada artículo recibido pasará el arbitraje evaluador que exige que todos los manuscritos recibidosen la redacción de la Revista sean sometidos a valoración por parte de dos o másmiembros del Consejo de Redacción, con la finalidad de valora :- Si el artículo enviado se ajusta a la temática general de la Revista ( o al tema monográficde una publicación si se elige éste) que consiste en promocionar el conocimiento teórico ypráctico en las áreas de psicología, educación, información y organización laboral y social,dentro del enfoque del Análisis Transaccional y de la Psicología Humanista;- Si puede ser de interés para sus lectores;- Si el nivel científico se fundamenta en una verdadera investigación teórica o práctica conla adecuada metodología, con una estructuración del artículo de partes bien diferenciadascoherentes y enriquecedoras, con una argumentación realista, adecuada y convincente, yunas enriquecedoras referencias bibliográficas representativas del campo temático, actuales y completas de datos;- Si el artículo cumple con las Normas de la Revista en cuanto a formato de presentación;– Por tanto, los responsables de la publicación de la Revista se reservan el derecho de noaceptar artículos cuando no cumplan dichas condiciones;– Si es necesario, el Consejo de Redacción acudirá al Consejo Científico Asesor para que amenos dos especialistas “externos” o “internacionales” evalúen el artículo para orientar alConsejo de Redacción a fin de tomar decisiones en cuanto a su posible publicación, dacuerdo con las directrices de la Revista;– La evaluación de los artículos se hará siempre por el método del doble ciego;– La aceptación de un artículo no supone su publicación inmediata, la cual se hará en el momentoadecuado a las necesidades de la Revista;– En cada artículo publicado aparecerán la fecha de recibido, avaluado y aceptado, y en otroapartado de la Revista se consignarán los evaluadores como grupo evaluador;- La Revista puede no identificarse ni responsabilizarse sobre determinados contenidos deartículo;- Todas las NORMAS anteriores se publicarán siempre en la Página Web de AESPATwww.<strong>aespat</strong>.com y en la Revista para que todos los colaboradores tengan adecuada y fácilinformación de la estructura, dinámica y proceso editorial y se atengan a estas mismasNormas.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


391CARTAS AL DIRECTORSegún las NORMAS, en el apartado “Normas editoriales de la Revista”:La Revista abrirá una Sección de Correspondencia (“Cartas al Director”) en la que los lectorespuedan libremente criticar, clarificar o discutir trabajos ya publicados, u opinar acerca de la Asoci ciónde Análisis Transaccional (AESPAT) y de esta Revista en general, enviando sus escritos al Apartadode Correos: 60144 - 28080 Madrid, o sus mensajes a E-mail: garlla@yahoo.es rasaez@edu.ucm.esEstos mensajes (“Cartas al Director”) serán esmeradamente publicados y contestados en la Revista.Las cartas no excederán de 20 líneas mecanografiadas. No se devolverán originales ni se mantendrá comunicación con el remitente. Las cartas deberán incluir el Nº del DNI, el teléfono, el Correo electrónico y la direcciónde quien las envía. La Revista podrá contestar a las cartas dentro de la misma sección.Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 59, Año 2008


Cortar y enviar a Apartado de Correos 60144 - 28080 Madrid✄Cortar y enviar a Apartado de Correos 60144 - 28080 Madrid✄Boletín de Solicitud Conjunta de Asociación a AESP AT y Suscripcióna la Revista de Análisis T ransaccional y Psicología HumanistaDeseo pertenecer a la Asociación Española de Análisis Transaccional (AESPAT) y recibir su publicación“Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista”, para lo cual me comprometo a abonar 45 €,cuantía de la cuota del año 2009 para España.Nombre y apellidos ..................................................................................................................................................................Actividad profesional ................................................................................................................................................................Domicilio ..................................................................................................................... ... Código Postal .................................Localidad ........................................................................ País .............................................. N.I.F. ......................................Teléfono ..................................... Fax ............................... E-mail ...................................... Web ..........................................Fecha de Nacimiento ...................................... Nacionalidad ............................. Estudios ....................................................Forma de pago:■ Transferencia bancaria a AESPAT: Caja de Madrid - Conde de Peñalver, 6 - 28006 Madrid - c/c/c/ 2038-1006-63-6001231467■ Domiciliación bancaria: Rellenar los datos adjuntos y la autorización, de pie de página, a su Banco o Caja, para que hagaefectivo dicho pago.Entidad Bancaria ......................................................................... Código cuenta/cliente .......... / .......... / ....... / ..............................Domicilio ......................................................................................o Postal ................................. Localidad ........................................Fecha ................ de .................... de ...........FirmaBoletín de Solicitud de Suscripción a la Revistade Análisis Transaccional y Psicología Humanista✄■ Deseo suscribirme a la Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista por el período de unaño, renovable sucesivamente hasta nuevo aviso, para lo cual me comprometo a abonar 30 €, cuantía dela suscripción del año 2009 para España■ Deseo recibir el nº ......... de la Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista para lo cual mecomprometo a abonar 17 €, precio de un número suelto durante el 2009 para España.Nombre y apellidos ..................................................................................................................................................................Actividad profesional ................................................................................................................................................................Domicilio ..................................................................................................................... ... Código Postal .................................Localidad ........................................................................ País .............................................. N.I.F. ......................................Teléfono ..................................... Fax ............................... E-mail ...................................... Web ..........................................Forma de pago:■ Transferencia bancaria a AESPAT: Caja de Madrid - Conde de Peñalver, 6 - 28006 Madrid - c/c/c/ 2038-1006-63-6001231467■ Domiciliación bancaria: Rellenar los datos adjuntos y la autorización, de pie de página, a su Banco o Caja, para que hagaefectivo dicho pago.Entidad Bancaria ......................................................................... Código cuenta/cliente .......... / .......... / ....... / ..............................Domicilio ......................................................................................o Postal ................................. Localidad ........................................Fecha ................ de .................... de ...........FirmaCortar y enviar por usted a su Banco o Caja✄Boletín de Domiciliación Bancaria (a enviar por usted a su Banco o Caja)✄Señores: les solicito que atiendan, con cargo a mi cuenta/libreta, y hasta nueva orden, el recibo queanualmente les presentará la Asociación Española de Análisis Transaccional (AESPAT) para el pago demi cuota como asociado a la misma y de la suscripción a la Revista de Análisis Transaccional yPsicología Humanista.Nombre y apellidos ............................................................................................................ N.I.F. .....................................Entidad Bancaria ......................................................................... 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ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ANÁLISIS TRANSACCIONAL –AESPAT––Al servicio de profesionales y simpatizantes del Análisis Transaccional en España–JUNTA DIRECTIVA:Presidente:Secretario General:Secretario Técnico:Tesorera:Vocales:D. Rafael Sáez Alonso.Felicísimo Valbuena de la Fuente.D. Mariano Bucero Romanillos.Doña María de los Ángeles Díaz Veiga.D. Juan Cruz Moreda Pérez de Eulate.D. Juan García Moreno (Publicaciones)DOMICILIO SOCIAL:c/ Clara del Rey, 44, 7º A - 28002 MadridDATOS DE CONTACTO:– Teléfonos: 91 394 62 01 y 91 394 21 69– E-mail: info@<strong>aespat</strong>.com– Apartado de correo: 60144, 28080 MadridLa REVISTA de Análisis Transaccional y Psicología Humanista: Es el Órgano Oficial Científicode AESPAT para la investigación, información y formación de sus socios y se edita semestralmente.PÁGINA WEB de AESPAT: www.<strong>aespat</strong>.com dirigida por Mariano Bucero.PÁGINA WEB sobre Análisis Transaccional: www.bernecomunicacion.net creada y coordinadapor Felicísimo Valbuena de la Fuente.QUIÉNES SOMOSEn 1978 un grupo de profesionales deseosos de introducir y difundir en España el Análisis Transaccional(A.T.), crean la Asociación Española de Análisis Transaccional (AESPAT), asociación de carácter científicoregida por unos Estatutos que, aprobados por el Ministerio del Interior el 8 de Noviembre de 1978, fueronposteriormente modificados y reconocidos el 23 de marzo de 2000.Esta Asociación, sin ánimo de lucro, tiene como “objetivos principales”:• Difundir el Análisis Transaccional,• Apoyar las investigaciones que se realicen con A.T. como método de trabajo,• Promocionar las aplicaciones concretas del A.T. en centros oficiales y privados,• Mantener relaciones y contactos precisos con otras Asociaciones y simpatizantes del A.T.Constituida por personas interesadas en el Análisis Transaccional, sea a nivel personal y/o profesional,realiza formación en A.T. en las diferentes áreas de aplicación (clínica, educativa, laboral, información) yotorga titulación propia en distintos niveles de formación. Una persona asociada a AESPAT puede situarsecomo uno de los siguientes tipos de miembros: socio, miembro regular, miembro especial, miembro clínico,miembro didáctico especial y miembro didáctico clínico. Para obtener dicha titulación los interesados debencumplir los requisitos oportunos, indicados en los estatutos de AESPAT y en el Reglamento de RégimenInterior. También han de superar los exámenes correspondientes que se realizan en los días previos alCongreso Español de A.T., en los que también tiene lugar un Curso de Introducción al AnálisisTransaccional denominado 101.A este respecto, AESPAT junto con la Asociación Aragonesa de Análisis Transaccional (ATA) y laAsociación Catalana de Análisis Transaccional (ACAT), constituyen la Coordinadora de Asociaciones deAnálisis Transaccional, cuyo objetivo común es divulgar y promocionar el A.T. en España. Con este fin, cadados años se celebra el Congreso Español de Análisis Transaccional, en el que diversos profesionales intercambiansus experiencias, investigaciones y elaboraciones en torno al A.T. La organización de cadaCongreso es asumida sucesivamente por una de las Asociaciones componentes de la Coordinadora, procurandola satisfacción de los socios de todas ellas. En el presente año 2008, se ha celebrado el XIVCongreso Español de Análisis Transaccional, que ha organizado AESPAT con la colaboración de ATA yACAT.Consecuente con sus objetivos de difusión, AESPAT edita semestralmente la Revista de AnálisisTransaccional y Psicología Humanista, en la cual se publican las contribuciones de diversos teóricos yprofesionales acerca del desarrollo e innovaciones teóricas, y las aplicaciones prácticas del A.T., en relacióncon otros modelos psicológicos, educativos, laborales e informativos.

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