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El Club de la Comedia - Alfaguara

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AUDIENCIA PÚBLICA DESCENTRALIZADA DESERVICIOS DE RADIODIFUSIÓNNORMATIVA APLICABLE A LOS SERVICIOSDE RADIODIFUSIÓNCONCURSOS PÚBLICOSDirección General <strong>de</strong> Autorizaciones en TelecomunicacionesDr. Martín Ramírez SeminarioiTrujillo, 25 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2009


ÍndicePrólogo <strong>de</strong> José Manuel Lorenzo . . . . . . . . . . . . . . 11¡Es pa’ los niños!Esos locos bajitos suicidas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17Los cuentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21Profesores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27Querido diario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33Cosas inútiles que nos enseñanen <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39<strong>El</strong> cuerpo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>litoDominados por el cuerpo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45Cuándo nos sentimos culpables . . . . . . . . . . . . 49Fantasías sexuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55Sabes que eres gay cuando… . . . . . . . . . . . . . . . 59Ventajas <strong>de</strong> ser gordo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65Ventajas <strong>de</strong> ser feo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71Tener razón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77<strong>El</strong> listo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83


Ocio creativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209Qué pasaría si no existiera <strong>la</strong> tele . . . . . . . . . . . 215Ma<strong>de</strong> in SpainBaños <strong>de</strong> mujeres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223España es un bar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 227<strong>El</strong> g<strong>la</strong>mour <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 233<strong>El</strong> turismo rural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237Las sa<strong>la</strong>s <strong>de</strong> urgencias <strong>de</strong> un hospital . . . . . . 243Los ve<strong>la</strong>torios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249<strong>El</strong> vi<strong>de</strong>oclub . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253La Guardia Civil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259Otra vez NavidadMontar el belén . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 265Los vil<strong>la</strong>ncicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 271La Navidad es para los niños . . . . . . . . . . . . . . . 277Nochevieja feliz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 283Agra<strong>de</strong>cimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 289


PrólogoDe repente les abren <strong>la</strong>s puertas <strong>de</strong>l camerinoy entre muecas que disimu<strong>la</strong>n su estado <strong>de</strong> excitación,y gran<strong>de</strong>s aspavientos con los que tratan<strong>de</strong> rebajar su tensión, atraviesan el estrechopasillo, bajan unas poco iluminadas escaleras, y<strong>de</strong> repente, se olvidan <strong>de</strong> sí mismos, entran en elteatro y una banda <strong>de</strong> música y un ruidoso publicoles reciben con <strong>la</strong> sonrisa dibujada, dispuestosa disfrutar <strong>de</strong> una nueva narración, acerca <strong>de</strong> algocotidiano, sobre lo que durante quince <strong>de</strong>lirantesminutos ironizarán, sentados en un taburete,circundados por una emblemática luz <strong>de</strong>cabaret y <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> un micrófono: es <strong>El</strong> <strong>Club</strong> <strong>de</strong><strong>la</strong> <strong>Comedia</strong> en su estado más puro.<strong>El</strong> día que nos propusieron escribir un libroque recopi<strong>la</strong>ra los mejores (siempre según <strong>la</strong> opinión<strong>de</strong>l editor) monólogos, no sabíamos si cometeríamosun error, ya que parecía que dichospasajes estaban escritos para ser interpretados. Sinembargo, al leer el primer libro aprendimos que11


teatro que goza <strong>de</strong> una entusiasta legión <strong>de</strong> seguidores,es un contenido diferente en Internety es un pequeño gran libro. Ninguno <strong>de</strong> los quelo empezamos suponíamos que nos iba a divertirtanto y que nos permitiría hacer tantas cosas, y siha sido así es por que aunque nosotros creyéramosque estábamos locos, <strong>la</strong> realidad nos dice quelos locos <strong>de</strong> verdad son uste<strong>de</strong>s, nuestros lectores:locos en busca <strong>de</strong> humor.Gracias y que lo disfrutenJosé Manuel Lorenzo13


¡Espa’losniños!


Esos locos bajitos suicidasMi hijo <strong>de</strong> doce meses por fin ha empezado adar sus primeros pasitos. Qué cosa más… jodida.Sí, porque, <strong>de</strong> repente, se ha convertido en un auténticosuicida.Lo primero que uno <strong>de</strong>scubre cuando su hijoempieza a andar es su afición por los <strong>de</strong>portes<strong>de</strong> riesgo: concretamente, a mi hijo los que másle gustan son el «esquining», que consiste en <strong>la</strong>nzarse<strong>de</strong> cabeza contra todas <strong>la</strong>s esquinas. <strong>El</strong> «tresilling»,consistente en subirse al tresillo y tirarse<strong>de</strong> morros contra <strong>la</strong> mesa... Y el más peligroso:el «telefunking», que básicamente consiste en correrhacia el televisor… y empotrarse contra <strong>la</strong>pantal<strong>la</strong>. Sin ir más lejos, mi hijo el otro día se<strong>la</strong>nzó contra Los <strong>de</strong>sayunos <strong>de</strong> Antena 3 y le comiótres churros a Isabel San Sebastián.Bueno, con <strong>de</strong>ciros que para que no se hagadaño hemos tenido que acolchar <strong>la</strong>s mesas, <strong>la</strong>spuertas y <strong>la</strong>s esquinas <strong>de</strong> toda <strong>la</strong> casa... Ahora más17


que en una casa parece que vivo en un psiquiátrico.Que, como yo le dije a mi mujer:—¿Por qué no acolchamos directamente alcrío…?Y el<strong>la</strong> me contestó:—¡Y una leche, yo he parido a un niño, no almuñeco <strong>de</strong> Michelín!Pero seamos justos, ¿eh?: a esa edad <strong>la</strong> vidaes muy difícil. Tiene que ser muy humil<strong>la</strong>nte llorarporque tienes sed y que tus padres lo primeroque piensen es que te has cagado. Es como sitú entraras en un bar, pidieras una caña, y el camareroen vez <strong>de</strong> ponerte una cerveza te olierael culo.C<strong>la</strong>ro, por eso luego quieren vengarse <strong>de</strong> nosotrosy se convierten en kamikazes con pañales:¿se han fijado que los niños intentan suicidarseatacando nuestros puntos vitales? Tú entras encasa, le l<strong>la</strong>mas, «¡Alvarito!», y ves que coge carreril<strong>la</strong>y viene <strong>la</strong>nzado hacia tu línea <strong>de</strong> flotación.En ese momento sólo tienes dos opciones: obien te apartas y <strong>de</strong>jas que se estrelle contra elmueble bar y te <strong>de</strong>scojonas <strong>de</strong> él... o te quedasquieto y <strong>de</strong>jas que te haga impacto y entonces esél el que te <strong>de</strong>scojona a ti. Yo, como le quiero mucho,siempre elijo <strong>la</strong> segunda opción… aunquereconozco que a veces me cuesta un huevo… olos dos.18


Pero volviendo a <strong>la</strong>s manías suicidas, tambiénle ha dado por abrirlo todo: los cajones, <strong>la</strong>s ventanas,<strong>la</strong> cabeza… Es tal el miedo que me da, quehe acabado como Javier Clemente: jugando al cerrojazo...Por toda <strong>la</strong> casa tengo cerrojos: es másdifícil salir <strong>de</strong> mi casa que salir <strong>de</strong> Cuba.¿Y <strong>la</strong> comida, qué? Otro peligro. Tú les intentasdar <strong>la</strong> papil<strong>la</strong> y él que «pa’ tu padre». Y, sinembargo, como <strong>de</strong>jes el jabón a su alcance estásperdido... Que digo yo que los fabricantes <strong>de</strong>beríantener esto en cuenta y hacer potitos con sabora <strong>la</strong>vavajil<strong>la</strong>s: «Compota <strong>de</strong> Fairy». Me imaginoel eslogan… «Dos en uno: les alimenta… yles <strong>la</strong>va el estómago.»¿Y lo <strong>de</strong> meterse cosas en <strong>la</strong> nariz? Otro peligro.Me pregunto: ¿cómo pue<strong>de</strong> nadie encontrarp<strong>la</strong>cer en meterse algo por <strong>la</strong> nariz...? Quitandoa Maradona, c<strong>la</strong>ro… Me estoy refiriendo ameterse canicas, monedas... Bueno, es que lo <strong>de</strong>comerse monedas es una obsesión. Sólo falta queen los ojos les aparezcan <strong>la</strong>s cerezas para ser unamáquina tragaperras. Y luego lo llevas a urgencias,lo miran por los rayos X, y el médico te dice:«Usted no tiene un bebé, usted tiene el BBV».Al final siempre te mandan que le <strong>de</strong>s un <strong>la</strong>xantey que esperes a que lo expulse. Y tú todo eldía persiguiéndolo con el orinal. Vamos, que estásmás pendiente <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong>volución <strong>de</strong>l niño que19


<strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong> Hacienda. Es en esa época cuando <strong>de</strong>scubresque el dinero es una mierda.Y es que no pue<strong>de</strong>s per<strong>de</strong>rles un segundo <strong>de</strong>vista. Yo estoy tan obsesionado, que el otro díallegué al trabajo y le limpié <strong>la</strong>s manos a mi jefecon una toallita.Aunque esto ha sido siempre igual, mi padredice que, <strong>de</strong> pequeño, yo también me tragaba monedas,y aquí estoy. Y eso que <strong>la</strong>s <strong>de</strong> mi época eranmucho más peligrosas: ¡salía Franco!20


Los cuentos¿Alguna vez se han parado a pensar en el tipo<strong>de</strong> cuentos que les contamos a nuestros hijos? Lomás curioso es que se los contamos para que seduerman… ¿Cómo se van a dormir con <strong>la</strong> cantidad<strong>de</strong> barbarida<strong>de</strong>s que suce<strong>de</strong>n en los cuentos?Espejos que hab<strong>la</strong>n, asesinos en serie, ranas quese convierten en tíos buenos, ¡sexo duro!… Loque me extraña es que los niños no se pasen toda<strong>la</strong> noche con los ojos como p<strong>la</strong>tos.Analicemos un cuento cualquiera: CaperucitaRoja.<strong>El</strong> cuento empieza diciendo que a Caperucita<strong>la</strong> l<strong>la</strong>maban así porque siempre iba con <strong>la</strong> mismacaperuza puesta… ¡Que hay que ser guarra!Des<strong>de</strong> luego, hay que ver lo guarros que eran enlos cuentos, no se cambiaban nunca, ¡pero en ninguno!Ahí tienen a Heidi, cuatrocientos capítuloscon el mismo vestidito… O a Pedro, que estabatodo el día con <strong>la</strong>s cabras. Que menos malque los cuentos no huelen…21


Pero sigamos, que se me va. La abue<strong>la</strong> <strong>de</strong> Caperucitaestaba en medio <strong>de</strong>l bosque, enferma yso<strong>la</strong>. ¿Y qué piensa <strong>la</strong> madre <strong>de</strong> Caperucita?«¡Pues que se joda!» En vez <strong>de</strong> mandarle un médico,le manda un pastel… ¡Quiere matar<strong>la</strong>! Conel colesterol que se tiene a esas eda<strong>de</strong>s…La madre <strong>de</strong> Caperucita era una psicópata.Porque, sabiendo que hay un lobo en el bosque,le dice a su hija:—Caperucita, llévale tú el pastel a <strong>la</strong> abuelitaque a mí me da <strong>la</strong> risa…Y manda a <strong>la</strong> criatura. ¡Vestida <strong>de</strong> rojo! Paraque se <strong>la</strong> vea bien <strong>de</strong> lejos… Eso sí, para disimu<strong>la</strong>r,le dice que si se encuentra con el lobo, no lehable. Pues eso le falta al lobo, que encima le caigaantipática <strong>la</strong> niña…¡Y es que los padres <strong>de</strong> los cuentos eranunos bestias! ¿Se acuerdan <strong>de</strong> los <strong>de</strong> Pulgarcito,que abandonan a sus hijos en el bosque? ¡Pobrescriaturas! Menos mal que Pulgarcito fue<strong>de</strong>jando piedras y encontró el camino <strong>de</strong> vuelta.C<strong>la</strong>ro, por eso los niños llevan siempre piedrasen los bolsillos y no paran <strong>de</strong> coger cosas<strong>de</strong>l suelo...—Nene, ¿quieres <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> meterte porqueríasen los bolsillos?Y el niño pensará: «Sí, hombre, luego tú tepiras y a ver cómo vuelvo a casa...».22


Pero sigamos con Caperucita, que, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>ser muy guarra, estaba más colgada que un jamón…Va por el bosque, se encuentra con un loboy se queda tan pancha... Y es que <strong>la</strong> gente enlos cuentos no se inmutaba por nada. A Cenicientase le aparece un hada con un cucurucho en<strong>la</strong> cabeza, le convierte <strong>la</strong> ca<strong>la</strong>baza en carroza, losratones en pajes, y el<strong>la</strong> dice:—¡Ah, pues vale!Y, luego, el hada <strong>la</strong> manda a <strong>la</strong> fiesta pero lesuelta:—A <strong>la</strong>s doce en casa.Pero, ¿qué c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> encantamiento es éste? «A<strong>la</strong>s doce en casa.» Parece un encantamiento <strong>de</strong>madre. Seguro que Cenicienta le dijo:—¡Pues a mis amigas les <strong>de</strong>jan hasta <strong>la</strong> una, jo!Eso porque era una niña <strong>de</strong> antes... Díselo auna niña <strong>de</strong> ahora y verás lo que te contesta:—¿A que vengo a <strong>la</strong>s doce menos cinco y sejo<strong>de</strong> el cuento?Pero sigo con Caperucita ¡Y hagan el favor <strong>de</strong>no <strong>de</strong>spistarme que a este paso no termino el cuento...!Habíamos <strong>de</strong>jado a Caperucita con el lobo…Que vaya numerito monta el lobo para comérse<strong>la</strong>,cuando se <strong>la</strong> pudo zampar en el bosque nadamás ver<strong>la</strong>; pues no: <strong>la</strong> manda por el camino más<strong>la</strong>rgo, se come a <strong>la</strong> abue<strong>la</strong>, se pone su ropa... Yocreo que lo que quería era vestirse <strong>de</strong> abuelita.23


Y el<strong>la</strong> le dice:—¿Y por <strong>la</strong> noche qué harás?¿Por <strong>la</strong> noche qué harás? No me quiero imaginarlo que pue<strong>de</strong>n hacer un burro y una rata en<strong>la</strong> cama. Vamos, ni Emmanuelle Negra… Ahora,el burro lo tenía c<strong>la</strong>ro:—¿Que qué te haré por <strong>la</strong>s noches? Iaaa,iaaa…En fin, amigos. Estos cuentos son <strong>la</strong> base <strong>de</strong>nuestra educación, y todos nos hemos criado escuchándolos…No me extraña que estemos comoestamos.25


ProfesoresCuando me preguntaban <strong>de</strong> pequeñito:—¿Y tú qué quieres ser <strong>de</strong> mayor?Yo siempre contestaba:—Médico, abogado, policía, periodista...Vamos, que lo que yo quería era salir en unaserie <strong>de</strong> televisión.Lo que nunca dije fue «profesor». Sí, porqueen el cole mo<strong>la</strong> todo menos los profesores: haycolumpios, p<strong>la</strong>stilina, niñas para tirarles <strong>de</strong> <strong>la</strong>s coletas...Pero tú llegas allí y te tienes que poner aescuchar a un señor, sin coletas, al que pagan paraque te enseñe cosas que a ti no te interesan. Escomo si tus amigos te organizan una <strong>de</strong>spedida<strong>de</strong> soltero y contratan a Karmele Marchante paraque haga el strip-tease.Cuando los padres nos mandan al colegio nosaben en lo que se meten. Porque antes <strong>de</strong> ir alcole, tú creías que tu padre era Dios: «Mi padresabe hacer aritos con el humo <strong>de</strong>l cigarro... Y leda cinco toques al balón sin que se le caiga... y27


vue<strong>la</strong>». Pero luego te das cuenta <strong>de</strong> que no. Deque Dios... es <strong>la</strong> seño. Y llegas a casa:—Pues ha dicho <strong>la</strong> seño que fumar es malo...Y que el fútbol embrutece a <strong>la</strong>s socieda<strong>de</strong>s, alienándo<strong>la</strong>s<strong>de</strong> los verda<strong>de</strong>ros problemas que <strong>la</strong> acucian...Y que no vue<strong>la</strong>s. Lo ha dicho <strong>la</strong> seño.Para ti, <strong>de</strong>cir «Lo ha dicho <strong>la</strong> seño» es como<strong>de</strong>cir «Lo ha dicho el Papa en <strong>la</strong> CNN».Y es que para un niño <strong>la</strong> seño tiene superpo<strong>de</strong>res.Está escribiendo en <strong>la</strong> pizarra, y <strong>de</strong> repentedice:—Juanito, cál<strong>la</strong>te.¡Sin darse <strong>la</strong> vuelta! ¡Vamos, hacía unos mi<strong>la</strong>grosque ni Jesús! Porque Jesús convertiría el aguaen vino, pero es que <strong>la</strong> seño... <strong>la</strong> seño coge azul yamarillo... ¡y hace ver<strong>de</strong>!Y, c<strong>la</strong>ro, te enamoras <strong>de</strong> el<strong>la</strong>. ¡¿Qué vas a hacer?!¡Si no para <strong>de</strong> darte esperanzas! ¡Te mandaa por tiza! ¡Te ata los cordones! ¡Te cura <strong>la</strong>s pupassop<strong>la</strong>ndo! Pues eso: que en cuanto tienes dosaños más lo único que quieres es verle <strong>la</strong>s bragas.Yo me pasaba el día tirando el lápiz al suelo yrecogiéndolo. ¿Por qué se creen que los niños estántodo el rato sacándole punta al lápiz? No esporque escriban mucho, es porque se les <strong>de</strong>spunta<strong>de</strong> tanto tirarlo.Bueno, si hacía falta, tirábamos hasta <strong>la</strong> pluma<strong>de</strong> <strong>la</strong> comunión, lo que fuera. Pero siempre28


sabíamos <strong>de</strong> qué color llevaba <strong>la</strong>s bragas: «¡Hoyazules!, ¡hoy b<strong>la</strong>ncas!, ¡hoy <strong>la</strong>s mismas <strong>de</strong>ayer...!». Yo creo que <strong>la</strong> seño <strong>de</strong>bería aprovecharesto y ponerse publicidad en <strong>la</strong>s bragas... Porsupuesto, publicidad institucional: «A tope sindrogas».Pero llega un día en el que te cambian a <strong>la</strong> señopor un profesor para cada asignatura, cada unocon su mote: <strong>El</strong> Conejo, que tiene unos dientesgigantes; <strong>El</strong> Bombil<strong>la</strong>, que tiene una cabeza gigante,<strong>El</strong> Lequio, que tiene... acento italiano.Había uno al que l<strong>la</strong>mábamos <strong>El</strong> Enrol<strong>la</strong>o. Yocreo que en todos los colegios hay un enrol<strong>la</strong>o. Esese que llega el primer día y dice:—A mí l<strong>la</strong>madme Carlos.Es el que os lleva a ver <strong>la</strong> fábrica <strong>de</strong> choco<strong>la</strong>tes<strong>El</strong>gorriaga... el que te l<strong>la</strong>ma «colega, tronco,campeón»... Pero a mitad <strong>de</strong> curso aquello es un<strong>de</strong>smadre y <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se parece Tómbo<strong>la</strong>. Y entoncesse pone serio y empieza a hab<strong>la</strong>rte <strong>de</strong> usted. Y lehaces el mismo caso que le hacen a Ximo Rovira:ninguno. Es normal, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber sido colegasy compartido choco<strong>la</strong>te...Teníamos otro que era <strong>El</strong> Amargao. Todo eldía poniendo ceros. Éste entraba en c<strong>la</strong>se, y envez <strong>de</strong> buenos días <strong>de</strong>cía:—Fernán<strong>de</strong>z, un cero. Y van dos esta semana.Ya tiene <strong>la</strong> bicicleta.29


Y le encantaba ausentarse y <strong>de</strong>jar a uno apuntandoa los que hab<strong>la</strong>ban.—Javi, ¡una cruz por hab<strong>la</strong>r!—Pero si yo no estaba hab<strong>la</strong>ndo.—¡Uh! ¡Otra!¡Qué obsesión con que los niños no hablen!Los amargados son como <strong>la</strong>s hemorroi<strong>de</strong>s: hayque sufrirlos en silencio. Y, a<strong>de</strong>más, ¿qué preten<strong>de</strong>nal poner a un niño apuntando a sus compañeros?¿Formar chivatos? Así empezó Judas: ¡poniendocruces!Pero, para compensar, en todos los colegioshay una profesora «tía buena». Aunque no nosentusiasmemos, ¿eh? Para ser profesora «tía buena»no hace falta ni ser tía ni estar buena. Sólohay que llevar vaqueros y dar inglés. Vamos, quesi Loli Álvarez hubiera sido profesora <strong>de</strong> inglés,no le hubiera hecho falta operarse.Y a <strong>la</strong> profesora-tía-buena siempre se le inventaun rollo. En mi colegio se <strong>de</strong>cía que estaba liadacon Galván, el cabrón <strong>de</strong> gimnasia. Que era un tíoque estaba todo el día con el pito en <strong>la</strong> boca...—A hacer flexiones, ¡pi, pi, pi! ¡Venga, Fernán<strong>de</strong>z,una más! Es que no le pone voluntad...Y tú pensabas: «A éste me gustaría a mí verlocon <strong>la</strong> profesora <strong>de</strong> inglés en <strong>la</strong> cama... <strong>El</strong><strong>la</strong>,con el pito en <strong>la</strong> boca: ¡pi, pi, pi! ¡Venga, Galván,uno más...! ¡Es que no le pones voluntad!».30


Pero esta época ha pasado. Los profesores yano pue<strong>de</strong>n hacer lo que les dé <strong>la</strong> gana. Ahora losque hacen lo que les da <strong>la</strong> gana son los niños. Sí,porque conocen sus <strong>de</strong>rechos y si el profesor lespregunta:—A ver, Adrián, el sistema Penibético.—¿<strong>El</strong> sistema qué...? No hab<strong>la</strong>ré si no es enpresencia <strong>de</strong> mi abogado.Y que no se le ocurra al profesor abrirle expediente...Porque el niño lo espera en <strong>la</strong> calle yle abre <strong>la</strong> cabeza.Y por eso el tipo <strong>de</strong> profesor que más abundaes... el acojonado:—¿Os parece que pongamos un control <strong>de</strong>literatura el martes?Y todos:—¡¡¡No!!!—¡Vale, vale! Pero leéis La colmena, ¿eh?Y todos:—¡Nooooo!—Bueno, pues... por lo menos veis <strong>la</strong> pelícu<strong>la</strong>...—¡Noooo!—Pues, pues comed miel.—¡Nooo!—Pues ved Gran Hermano, ¡que está lleno <strong>de</strong>zánganos!31


Querido diario¿Se han preguntado alguna vez por qué a <strong>la</strong>gente le da por escribir un diario? Se supone quees para guardar nuestros secretos más inconfesables.Muy bien, ¡y por eso los escribimos en uncua<strong>de</strong>rno! ¡Eso es como tirarse un pedo a escondidasen misa, y grabarlo en un casete! Quiénsabe, a lo mejor un día te dan ganas <strong>de</strong> volver aoírlo...Tu primer diario te lo rega<strong>la</strong> tu madre en plenaedad <strong>de</strong>l pavo: «Cariño, como vas a empezara tener secretos... Esto es para que escribas todolo que te pasa...». Pero en realidad tu madre estápensando: «Esto es para que escribas todo loque no te atreves a contarme y luego yo lo lea...y me entere <strong>de</strong> cuándo <strong>de</strong>jas <strong>de</strong> ser virgen».Pero tú, en tu inocencia, en <strong>la</strong> primera página,escribes: «Está terminantemente prohibido leereste diario». ¡Como si esto parara a una madre!A una madre no <strong>la</strong> para ni un misil Tomahawk.33


¡Si es que los diarios <strong>de</strong>berían ser <strong>de</strong> camuf<strong>la</strong>je,para que tu madre no los encontrara! Puesno: son rosa chillón, con rebor<strong>de</strong>s dorados y, porsi tu madre tiene alguna duda, pone bien c<strong>la</strong>ro en<strong>la</strong> tapa Mi diario. Vamos, <strong>la</strong> mía, cada mañana, envez <strong>de</strong> leer el periódico, leía mi diario. ¡Que sólole faltó escribir una carta al director! Hasta mecorregía <strong>la</strong>s faltas <strong>de</strong> ortografía...Así que empecé a utilizar c<strong>la</strong>ves secretas. Porejemplo, al chico que me gustaba, que era <strong>de</strong> Ibiza,yo le l<strong>la</strong>maba «Seat», y escribía:Estoy muy nerviosa, ayer el Seat me rozó con sualerón.Y c<strong>la</strong>ro, mi madre al día siguiente me sueltacomo por casualidad:—Anabel, ten cuidado con los coches, no crucessin mirar que cualquier día vamos a tener undisgusto...Es curioso, porque aunque a nadie le enseñana escribir un diario, todo el mundo sigue <strong>la</strong>s mismasreg<strong>la</strong>s. Primero haces <strong>la</strong> presentación:Éste es el diario secreto <strong>de</strong> Anabel, tengo doce años,soy castaña y todo el mundo dice que soy altísima. Colorpreferido: azul. Animal favorito: perro. Mejor amiga:Marisa.34


Y luego ponemos: «Querido diario...». ¿Quepor qué ponemos «querido diario»? Pues parahacerle <strong>la</strong> pelota, porque <strong>la</strong> chapa que le vamos adar no <strong>la</strong> aguanta nadie:Querido diario —dos puntos—: esta tar<strong>de</strong> vaMarisa y dice: «Mari Carmen, siéntate al <strong>la</strong>do <strong>de</strong>Anabel» y, c<strong>la</strong>ro, antes a mi <strong>la</strong>do se sentaba el<strong>la</strong>, puesmuy bien, si prefiere sentarse con Bea en vez <strong>de</strong> conmigo,vale, pero que se vaya a <strong>la</strong> porra, o sea, que siMarisa me pregunta quién es mi mejor amiga le diré:«Tú no, por supuesto».Y cuando te pasa algo muy importante, hacesdos cosas: pones <strong>la</strong> hora y lo subrayas tresveces.Cuatro <strong>de</strong> <strong>la</strong> mañana. Querido diario: hoy Marisay yo hemos visto a Tony el Heavy en el quiosco. Ycuando nos ha preguntado si íbamos a ir a <strong>la</strong> piscina,me ha mirado a mí.Subrayado «a mí» tres veces... A mí, a mí, a mí.Y es que hay que <strong>de</strong>cir que toda chica, en <strong>la</strong>adolescencia, necesita escribir un diario porqueestá más llena <strong>de</strong> sentimientos que un christmas<strong>de</strong> Pedro Ruiz:35


2 <strong>de</strong> marzo. Me gusta Aurelio. 3 <strong>de</strong> marzo. Megusta Luis. 4 <strong>de</strong> marzo. Estoy saliendo con Aurelio ycon Luis, aunque me gusta Dani, pero no para salir.Sin embargo, los chicos, como no son tan profundos,no suelen escribir un diario. Total ¿pa’qué? ¿Qué iban a escribir ellos durante <strong>la</strong> adolescencia?«Hoy me he hecho dos...». «Hoy me hehecho diez...». Si hubiera diarios para chicos adolescentes<strong>de</strong>berían llevar <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra «paja» ya <strong>de</strong>imprenta en cada hoja, y el chico sólo tendría queponer el número <strong>de</strong><strong>la</strong>nte. Encontrar algo <strong>de</strong> sensibilida<strong>de</strong>n el diario <strong>de</strong> un chico adolescente esmás difícil que encontrar una aguja en un... pajar.Después <strong>de</strong> <strong>la</strong> adolescencia, no vuelves a tocarun diario hasta <strong>la</strong> siguiente crisis: los treinta años.No sabes por qué, pero un buen día te ves poniendootra vez «Querido diario...». Lo que pasaes que ahora tienes conflictos más profundos:Querido diario: hoy Loli y yo hemos visto a Fernandoen <strong>la</strong> máquina <strong>de</strong> café. Y cuando ha preguntadosi nos íbamos a coger el puente... me ha miradoa mí.Subrayado «a mí» tres veces... A mí, a mí, amí...Y al día siguiente escribes:36


Cuatro <strong>de</strong> <strong>la</strong> mañana. Querido diario: el cerdo <strong>de</strong>Fernando lo que quería es que le sustituyera para irseel puente con una zorra <strong>de</strong> metro ochenta...Subrayado «zorra».Y te sientes tan patética que empiezas a hacerba<strong>la</strong>nce <strong>de</strong> tu vida, y recuperas tus antiguos diarios.Y lees: «Querido diario, cuando sea mayorquiero ser mo<strong>de</strong>lo, como dicen que soy tan alta...».¡Pues ya verás, guapa, ya, en cuanto te venga<strong>la</strong> reg<strong>la</strong> te vas a quedar como estás...! «Me gustaDani, pero no para salir.» ¡Míra<strong>la</strong> a el<strong>la</strong>, quéexquisita! Si yo pil<strong>la</strong>ba al Dani este ahora, me gustaríapa’ salir, pa’ entrar... pa’ salir, pa’ entrar, pa’salir, pa’ entrar...Pero ya cuando te acabas <strong>de</strong> hundir es cuandolees: «Jo, en el año 2000 tendré treinta años...¡Qué vieja!». ¡Pero será asquerosa esta niña! Vale,vieja, pero mira, ¡ni un grano! ¡Y <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> comerTigretones, que mira cómo me has puesto!37


Cosas inútiles que nos enseñanen <strong>la</strong> escue<strong>la</strong><strong>El</strong> otro día tuve que ir a recoger a mi sobrinoal colegio. Y me quedé alucinado. ¿Se han fijadoen cómo salen los niños <strong>de</strong> <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>? Es algo espeluznante.Salen <strong>de</strong>spavoridos, corriendo encualquier dirección, como en<strong>de</strong>moniados, empujándosey gritando... como huyendo <strong>de</strong> algo,que piensas: ¿qué les harán ahí <strong>de</strong>ntro?Yo recuerdo que <strong>de</strong> pequeño no salía <strong>de</strong>l colegio<strong>de</strong> esa forma tan violenta. Francamente,yo <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> <strong>la</strong>s veces... ni entraba. A mí me<strong>de</strong>cían:—Enriquito: si quieres ser un hombre <strong>de</strong> provecho,vas a tener que estudiar un poco más.Y yo les <strong>de</strong>cía:—Vale, pero si no quiero serlo, ¿puedo seguircomo hasta ahora?Pero a ellos les da igual, te cargan con un mochilón...¡así <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>!, y te dicen que todo eso39


te lo tienes que meter en <strong>la</strong> cabeza... ¡Pero quéempeño en meterme cosas en <strong>la</strong> cabeza! ¿No sedan cuenta <strong>de</strong> que no cabe?A<strong>de</strong>más, en el colegio se apren<strong>de</strong>n muchas cosasinútiles. Por ejemplo: ¿para qué se tiran tresmeses enseñándote a diseccionar una rana? Coño,¡que te enseñen a pe<strong>la</strong>r una gamba!¿Y <strong>la</strong>s matemáticas? Para empezar, te enseñanlos conjuntos: estaban los conjuntos conjuntos ylos conjuntos disjuntos. Muy bien, me ha sidomuy útil en mi vida saber esto.Ahora, el que cambió mi vida fue el conjuntovacío: le enseñaba <strong>la</strong>s notas a mi madre y el<strong>la</strong> me<strong>de</strong>cía:—Enriquito, ¿y este cero en matemáticas...?—Mamá, no seas antigua, esto no es un cero,es un conjunto vacío.Luego te enseñan a sumar, restar, multiplicar,dividir... Y dices: «Ahora me enseñarán a pedirun crédito en el banco...». Pero no. Lo quete enseñan es <strong>la</strong> raíz cuadrada... ¡Ay, amigos! ¡Quégran tema <strong>la</strong> raíz cuadrada! ¡Lo bien que me havenido a mí saber calcu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> raíz cuadrada...! Sinir más lejos <strong>la</strong> he usado... nunca. Francamente,¿a uste<strong>de</strong>s no les parece que ha llegado el momento<strong>de</strong> p<strong>la</strong>ntear este asunto al Gobierno? Laraíz cuadrada tendría que ser voluntaria, como<strong>la</strong> mili.40


Y luego llegaba el profesor y <strong>de</strong>cía:—Chicos, os voy a poner unos problemas.Pues... cojonudo: Llevo una mochi<strong>la</strong> <strong>de</strong> ochokilos, me l<strong>la</strong>man Carabesugo, me roban el bocadillo...¡Y encima viene este tío a ponerme más problemas!Y dictaba:—Si Pedrito tiene seis manzanas, viene su hermanay le quita dos, viene su primo y le quita otrasdos y luego el perro se come una... ¿Cuántas manzanastiene Pedrito?Pues no lo sé, pero, francamente, si quiere miopinión... Pedrito es gilipol<strong>la</strong>s.Otra cosa que te enseñaban era el <strong>la</strong>tín y el griego,<strong>la</strong>s lenguas muertas... ¿A uste<strong>de</strong>s les parece bienque les enseñen lenguas muertas a los niños? ¡Conrazón por <strong>la</strong> noche no pue<strong>de</strong>n dormir!¿Y <strong>la</strong> sinalefa? ¡Eso tiene que ser una guarrada!Yo me negué a estudiar<strong>la</strong>... Y hab<strong>la</strong>ndo <strong>de</strong> cochinadas:también te enseñaban los gases nobles... Mireusted, a mí me parece muy bien que los noblesse tiren sus gases como todo el mundo, ¿pero es necesarioestudiarlos?La c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> música... Muy bien, en casa no te<strong>de</strong>jan gritar ni jugar al balón en el pasillo, peropue<strong>de</strong>s sop<strong>la</strong>r <strong>la</strong> f<strong>la</strong>uta hasta que se te salgan loshigadillos. Y tu madre ni mu... Total para apren<strong>de</strong>ra tocar «Debajo un botón, ton, ton...».41


Por no hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> gimnasia... ¿Dequé te va a servir en <strong>la</strong> vida saber dar <strong>la</strong> voltereta?¿Y saltar el potro? ¿Se imaginan que en un <strong>de</strong>bateentre Aznar y Zapatero Aznar dijese: «SeñorZapatero, usted va a subir <strong>la</strong>s pensiones y vaa bajar <strong>la</strong> gasolina, pero, ¿sabe saltar el potro...?Déjese <strong>de</strong> <strong>de</strong>magogias... Salte el potro señor Zapatero,salte el potro»?La única vez en <strong>la</strong> que yo estuve atento en elcolegio fue cuando explicaron <strong>la</strong> reproducciónhumana. Aunque tampoco me sirvió <strong>de</strong> mucho:primero te hab<strong>la</strong>ban <strong>de</strong> un guisante... <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>unas abejas que salían <strong>de</strong> su colmena y llevabanel polen por ahí... Y luego te enseñaban unos dibujitos<strong>de</strong> una pareja en pelotas... Que yo pensaba:«¿Y aquí quién <strong>de</strong> los dos tiene el guisante...?».Pero ahí no se acababa el follón, porque yo sabíaque había una cosa que se metía en algún sitio...Y a<strong>de</strong>más estaba <strong>la</strong> cigüeña... Con lo que me fuia mi casa pensando que <strong>la</strong> reproducción humanaconsistía en que una cigüeña metía un guisanteen una colmena y una abeja lo esparcía... Muybien... Yo no quiero molestar, pero entonces, ¿paraqué me sirve a mí <strong>la</strong> pol<strong>la</strong>?En fin, amigos, que según lo que nos enseñabanen <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>, un hombre <strong>de</strong> provecho es un tíoque hab<strong>la</strong> lenguas muertas, come guisantes, da volteretasy toca <strong>la</strong> f<strong>la</strong>uta... ¡Coño, este tío es Kung Fu!42

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