La realidad del VIH/sidatras 22 años de su apariciónRicardo AngoraPresidente de Médicos del MundoEste principio de siglo, marcado por importantesavances en el conocimiento yla tecnología biomédica, sufre desde elpunto de vista de la salud pública unade las epidemias de mayor impacto delas registradas a lo largo de toda la historiade la humanidad. La infección porVIH/sida afecta a personas que vivenen los cinco continentes, y no existe ningunasociedad libre de la enfermedad.Desde la detección de los primeros casosen 1981 hasta nuestros días más de65 millones de personas se han vistoafectadas, y 24 millones han perdido lavida.Durante estos 22 años, los progresosen las investigaciones y los recursosdestinados por la sanidad pública hanpermitido que en los países más avanzadosla epidemia se haya estabilizado.El número de nuevos casos disminuyecada año, y las personas afectadas sobrevivengracias a tratamientos cadavez más eficaces y más seguros, si bienlos efectos secundarios y las resistenciascontinúan siendo un reto.Sin embargo, en los países en vías dedesarrollo la epidemia está descontrolada.En África subsahariana y el SuresteAsiático se encuentra el 90% de los 42millones de personas infectadas por elvirus a escala mundial, y de éstos, 2,7millones son jóvenes menores de 15años. Los datos demográficos y epidemiológicosson desalentadores: en estasregiones se siguen produciendo cerca de5 millones de nuevas infecciones cadaaño, y aproximadamente el 50% afecta agente joven. Todo indica que en estas zonaspobres, con limitados recursos parala información, falta de acceso a la educacióny sin posibilidades de desarrollode procedimientos diagnósticos y terapéuticos,el VIH/sida se encuentra en suprimera etapa de desarrollo.En estas zonas más pobres del planetala epidemia tiene una gran potencialidadpara eclosionar en los próximosEn 22 años, más de65 millones de personasse han visto afectadas,y 24 millones hanperdido la vidaaños, y su dinámica evolutiva debe abordarseen términos de décadas. Las mejoresproyecciones actuales indican que,entre 2002 y 2010, otros 45 millones depersonas contraerán el VIH/sida en 126países de ingresos bajos o medianos.Si bien el impacto de la epidemia enla salud de estas poblaciones es sobrecogedor,no debemos olvidar la decisivarepercusión económica en el ámbitofamiliar y social. Las familias ven reducidoslos ingresos por la incapacidad delas personas afectadas para el desarrollode actividades laborales, en tantoque se incrementan los gastos por aumentode las necesidades de atenciónmédica y fármacos. Estas familias queviven en una gran situación de vulnerabilidadpor falta de recursos, se venabocadas a la ruina tras la venta de susúltimas pertenencias para hacer frente ala enfermedad.Socialmente la situación es máscompleja debido al rechazo que se produceen las comunidades de las personasafectadas por el VIH/sida. Éstasven añadido a su problema de salud lapresión de tener que vivir con el estigmade una enfermedad valorada conconnotaciones negativas por parte de lasociedad. Esta situación de discriminaciónles cercena el pleno desarrollo desus derechos de ciudadanía y suponeun factor de desestabilización mental,añadido al deterioro de salud y al empobrecimiento,que va excluyendo a laspersonas afectadas colocándolas en unasituación de desarrollo vital muy complicado.En el ámbito económico, en estospaíses se está produciendo una descapitalizaciónde los niveles técnicos mediosy de los profesionales jóvenes queinfluye directamente en la disminuciónde la producción y, en último términoen el Producto Interior Bruto, y que estáocasionando una brecha en los mediosde producción que van a hipotecar eldesarrollo futuro de estos países.Abordar en las regiones en desarrolloel VIH/sida es complicado, porquesus sistemas de salud son débiles y precarios.Carecen de infraestructuras sanitariassuficientes en número y calidad,y cuentan con un déficit manifiesto enel nivel rural que ocasiona una claradesventaja para las poblaciones que vivenen este ámbito. No disponen delequipamiento adecuado para llevar acabo procedimientos diagnósticos de laenfermedad ni de las complicaciones dela misma. Pero, sobre todo, no disponende personal sanitario adecuadamenteformado para hacer frente a las necesidadesde las personas afectadas. A estose añade una inadecuada gestión sanitariaque ocasiona ineficiencia y falta decalidad en los servicios.32| Sin Fronteras <strong>Profesiones</strong> Noviembre-Diciembre 2003
sin fronterasEn estos países, el gasto sanitarioglobal es inferior a 10 dólares por personay año, en tanto que el gasto mediodirecto para atención por VIH/sida, dejandoal margen el tratamiento con fármacos,se establece en 30 dólares porpersona y año. Es evidente que las necesidadespresupuestarias para afrontarla epidemia sobrepasan con mucho losrecursos destinados por estos Estados acombatirla. Esto no sólo se debe a la imposibilidadde redistribuir partidas presupuestariasadicionales, sino tambiéna una falta de políticas reales comprometidascon combatir la epidemia.El panorama es desalentador paraquienes padecen la infección en los paísesen desarrollo; sin embargo, sin obviaresta realidad, el tratamiento de laspersonas afectadas es posible a pesar dela fragilidad económica y la falta de infraestructuras.Para ello hace falta, segúnlas estimaciones, la puesta en marchade un conjunto integral de medidasEn los países en desarrolloel gasto medio directopara el sida se estableceen 30 dólares por personay añoantes de 2005, con lo que el número denuevas infecciones podría recortarse en29 millones para 2010.Este plan integral para combatir laepidemia en los países en vías de desarrolloaglutina medidas de prevención,programas de reducción de daños yprogramas de atención e intervenciónsocial. De todo el plan, las estrategias deprevención son las más eficaces a largoplazo para el control de la epidemia, yasí lo corroboran los ejemplos de paísescomo Uganda o Tailandia, que haceaños desarrollaron políticas claras enesta dirección y a día de hoy observancómo las cifras se están estabilizando.Las medidas de prevención incluyenprogramas de información, comunicacióny educación dirigidos a disminuirlas conductas de riesgo entre los jóvenes,que se deben acompañar garantizandoel acceso a preservativos. Siguiendocon la prevención, se debehacer un esfuerzo especial para evitar latransmisión madre-hijo en el momentodel parto y la lactancia, facilitando lalactancia artificial y el tratamiento de lamadre con Nevirapina. Otros programaspreventivos incluyen la garantía enlas transfusiones sanguíneas y el controlde las enfermedades de transmisiónsexual.También son importantes las estrategiasde atención sanitaria, que comienzantras los resultados de la realizaciónde los test diagnósticos: asesoramientosobre VIH/sida para convivir de la formamás normal posible con la enfermedad,y protocolos de prevención de enfermedadesoportunistas y procedimientosNoviembre-Diciembre 2003 <strong>Profesiones</strong> Sin Fronteras |33