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Horacio Verbitsky Los retornos de Perón | Horacio Verbitsky, El ...

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se habían dispuesto carteles <strong>de</strong> SMATA, la UOM y el sindicato <strong>de</strong> la Carne, que eran los únicos autorizados apermanecer allí.–Estamos armados, para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rnos e impedir la infiltración, les confió uno <strong>de</strong> los dirigentes52–¿Y esos emponchados que cercan el acceso al puente?, preguntaron algo inquietos.–También son nuestros. Debajo <strong>de</strong>l poncho tienen las metras.–¿Para qué las metras?–Para recibir a los zurdos que gritan por la Patria Socialista.Sintieron que ese no era el sitio más apropiado para un pastor y una enfermera y se <strong>de</strong>spidieron. Debajo <strong>de</strong>l palcoconocieron al encargado <strong>de</strong> una ambulancia <strong>de</strong> la Unión <strong>de</strong> Obreros y Empleados Municipales, que protestaba contrala gente <strong>de</strong>l interior que había llegado para la manifestación. <strong>El</strong> problema es que <strong>de</strong>spués no quieren irse y hay que<strong>de</strong>spacharlos a la fuerza en vagones jaula para ganado, rumió.Siguieron caminando en procura <strong>de</strong> mejores compañeros.51. Rogelio González, jefe <strong>de</strong> la custodia presi<strong>de</strong>ncial: informe al ministro <strong>de</strong> Bienestar Social, José López Rega, en lasección documental.52. Testimonio <strong>de</strong>l pastor <strong>Horacio</strong> Gualdieri y su esposa María <strong>de</strong>l Carmen Bigorella, ante la JP.Ya eran las diez <strong>de</strong> una fría noche cuando fueron acogidos con simpatía por médicos y enfermeras <strong>de</strong>l MBS queatendían las obras sociales <strong>de</strong> los sindicatos <strong>de</strong> la Alimentación y la UOCRA. <strong>El</strong> doctor Avalos los inscribió en suregistro y pasaron la noche colaborando con ellos.Más o menos a esa hora se pidió por radio la presencia <strong>de</strong> Osin<strong>de</strong> o Norma Kennedy, pero en lugar <strong>de</strong> ellos llegóalguien que los médicos conocían como el secretario <strong>de</strong> Osin<strong>de</strong>, el señor Iglesias. Era el responsable <strong>de</strong> la seguridad<strong>de</strong>l palco53. Se dirigió a la lomada <strong>de</strong> la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l palco y conversó con los emponchados. Poco <strong>de</strong>spués laguardia fue reforzada con más hombres en armas.A la izquierda <strong>de</strong>l puente se ubicaron los que se hacían llamar Halcones. Llevaban escopetas <strong>de</strong> doble cañorecortadas, su jefe se apelaba Cacho y <strong>de</strong>scribían su misión como preventiva para que nadie pudiera colocarexplosivos en el palco.La madrugada no fue tranquila. En torno <strong>de</strong>l palco había una multitud <strong>de</strong> entre 40 y 100.000 personas. Presionaronpor acercarse a las líneas <strong>de</strong> contención y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el puente <strong>El</strong> Trébol los efectivos <strong>de</strong> la Comisión Organizadoraabrieron fuego a las 2.10. Cuando concluyó el <strong>de</strong>sban<strong>de</strong>, una ambulancia se abrió paso y retiró el cuerpo <strong>de</strong> unhombre joven caído54. Tenía dos balazos en la espalda y la cabeza <strong>de</strong>strozada. También se atendieron en el palco aotros heridos <strong>de</strong> bala, mientras se producía una avalancha sobre el cordón <strong>de</strong> seguridad <strong>de</strong>l puesto sanitario55.A las 3 otro <strong>de</strong> los Halcones ubicados en la torre <strong>de</strong> los altoparlantes disparó su escopeta. La multitud respondió agritos y comenzó a arrojar piedras contra el puesto sanitario, al que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces i<strong>de</strong>ntificó como la JuventudSindical, cuyo estandarte flameaba <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su perímetro.–Vázquez dice que no hay que palpar <strong>de</strong> armas a la gente con brazalete ver<strong>de</strong> porque es la que colabora,escucharon el pastor y la enfermera.Vázquez vestía guardapolvo <strong>de</strong> médico, pero daba or<strong>de</strong>nes a la gente armada:–Hay que i<strong>de</strong>ntificar a todos los que no tengan el brazalete ver<strong>de</strong> y controlar a los que se acerquen diciendo quenecesitan atención médica.Escaramuzas, con heridos <strong>de</strong> bala y contusos, se repitieron durante toda la noche y arreciaron al llegar los ómnibusque traían al Frente <strong>de</strong> Lisiados Peronistas.Con las primeras horas <strong>de</strong>l día aumentó la cantidad <strong>de</strong> jóvenes y adolescentes ebrios. Muchos necesitaron laatención <strong>de</strong>l puesto sanitario.–Vinimos a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r al general <strong>de</strong> los enemigos. <strong>Los</strong> vamos a matar, explicaban.Cacho condujo hacia el puesto sanitario a medio centenar <strong>de</strong> adolescentes <strong>de</strong> Quilmes, que relevaron <strong>de</strong> la custodiaa los Halcones. A la luz <strong>de</strong>l miércoles 20, el pastor y la enfermera vieron que los accesos laterales al puente estabancontrolados y sólo se permitía el acceso a quien bajara a la rotonda <strong>de</strong> la ruta 205. La guardia armada en el sector <strong>de</strong>lpuente seguía las or<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> Juan, que disponía relevos cada dos o tres horas, en tandas que sumaban centenares<strong>de</strong> hombres. Todos estaban tensos y fatigados.Poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mediodía se escenificó otro cuadro premonitorio. Un helicóptero H 16 <strong>de</strong> la VII Brigada Aérealevantó nubes <strong>de</strong> hojas y tierra al practicar el <strong>de</strong>scenso a un costado <strong>de</strong>l puente <strong>El</strong> Trébol. Cuando la curiosidad <strong>de</strong>lpúblico lo acercó a la máquina, centenares <strong>de</strong> custodios lo impidieron, tomándose <strong>de</strong> las manos alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>lhelicóptero, y unos cuarenta jóvenes vestidos <strong>de</strong> sport hincaron rodilla en tierra y apuntaron a la gente con pistolasautomáticas, carabinas <strong>de</strong> caño recortado y metralletas56.Faltaba menos <strong>de</strong> una hora para la tragedia.53. Informe <strong>de</strong> Osin<strong>de</strong> a la Comisión Ministerial Investigadora, en la sección documental.54. Clarín, 21 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1973.55. Gualdieri-Bigorella, testimonio citado.56. Así, 22 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1973.Iñíguez se va a la guerraCon 15 grúas, tres camiones y dos coches <strong>de</strong>l Automóvil Club, el general Miguel Ángel Iñíguez coordinó las

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