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Ciencia y tecnología como sistemas culturales - c3si.org

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de siglo por una nueva vueha de tuerca al giro sociológico. La investigaciónsociológica de la ciencia rechazó las delimitaciones mertonianas,para tomar <strong>como</strong> objeto propio de estudio empírico no ya la estructurasocial de las comunidades científicas, sino el mismo conocimiento científicoy su producción específica. La nueva sociología del conocimiento científicoabordó directamente, para escándalo de filósofos de la ciencia, laexplicación causal del origen y el cambio de los hechos y las teorías científicassegún intereses, fines, factores y negociaciones sociales. Sus tesismás características pueden resumirse en una concepción de la ciencia<strong>como</strong> resuhado de procesos de construcción social.Este giro sociológico-construccionista inició su andadura europea en laScience Studies Unit de la Universidad de Edimburgo, y encontró su primeraarticulación programática en el Strong Programme, formulado porDavid Bloor en 1976. El Programa Fuerte defendía una explicación sociológicade la naturaleza y el cambio del conocimiento científico quehabía de ser causal (especificaba los factores sociales determinantes), imparcial(la verdad o falsedad de los supuestos investigados era irrelevante),simétrica (podía aplicarse tanto a creencias verdaderas <strong>como</strong> falsas) y reflexiva(su aplicación incluía la sociología misma). En 1983, H. M. Collinsformulaba con el nombre de Empirical Programme 01 Relativisrn unprograma metodológico de carácter más operativo, en el que quedabanaún más claros los planteamientos abiertamente relativistas del construccionismosociológico (González García, López Cerezo y Luján, 1996).La idea de que la ciencia podía explicarse <strong>como</strong> cualquier otro tipode creencias, junto con la realización de numerosos estudios de casos particularesdonde se mostró la importancia de las influencias sociales y <strong>culturales</strong>,contribuyeron a apear definitivamente la ciencia de su pedestalsupracultural, para tratarla, al igual que cualquier otro resuhado de lapráctica humana, <strong>como</strong> un producto sociocultural. Esto atrajo a «historiadoresy antropólogos hacia el estudio de la cultura de la ciencia y latecnología contemporáneas... Los antropólogos se acercaron al estudiode la ciencia mediante etnografías, biografías de científicos, análisis retóricosdel discurso científico, comparaciones <strong>culturales</strong> cruzadas e investigacionesde las imágenes y representaciones populares de la ciencia» (Nelkin,1998: 50). De esta forma, se establecieron en los años 80 y 90 losllamados estudios <strong>culturales</strong> de la ciencia, con los que se consuma el quepuede llan1arse giro antropológico.En su conjunto, los diversos giros reinterpretativos no se han desarrollado<strong>como</strong> secuencias históricas que se sucedían estrictamente unasa otras. Más bien, se han ido solapando y entrecruzando en el tiempo,componiendo, a veces, sus fuerzas y repeliéndose, otras veces, <strong>como</strong> contrarios,para dar paso a procesos de demarcación e institucionalizaciónde nuevas disciplinas, programas y can1pos académicos. Dichos procesoshan sido más o menos largos y han tenido mayor o menor éxito en distintospaíses. Pero, sin lugar a dudas, la dinámica de la totalidad de losgiros, con su diversidad de direcciones y fuerzas, ha generado una im-[74Jpresionante espiral reinterpretativa que ha transformado radicalmente laimagen de la tecnociencia para el siglo XXI.De hecho, cada uno de los giros ha ido configurando una concepciónde la tecnociencia actual que equivale, de algún modo, a una reivindicaciónintegradora de la complejidad frente a las grandes divisionestradicionales entre ciencia, tecnología, sociedad y cultura. Al yuxtaponer/ los términos que dichas separaciones habían disociado, los mismos nombresde los nuevos programas y disciplinas indican que tratan de reunificar,en un complejo entramado cultural, lo que había sido separadoanalítica y académicamente.LA TRADICIÓN PROMETEICA DE LA CONCEPCIÓN INTEGRADADE LA CULTURALas concepciones divisorias de la cultura no son la única tradicióninterpretativa ni, mucho menos, la más originaria. En los más antiguostestimonios escritos de la cuhura griega, las obras de Homero, se anunciaya una interpretación integrada muy diferente. Homero y Hesiodo,autor este último de la primera versión del mito de Prometeo, escribieronlos primeros relacos conocidos sobre el origen de la cultura. Segúnéstos, las formas de vida, las realizaciones y las capacidades característicamentehumanas tienen su oriaen en un don de los dioses. Así, Homeroseñala repetidamente a HeEestos y Atenea <strong>como</strong> los transmisores delos saberes que dan paso a la cultura humana. En su himno a Hefestosse dice:i5=ama, Musa de voz clara, a Hefesco, el de gran sabiduría!El, con Atenea, la de los ojos de lechuza, enseñó espléndidas obras a los mortales,que vivían hasta enconces en cuevas, en los montes, <strong>como</strong> fieras.Pero desde que han aprendido de Hefesco, el famoso récnico, las obras,pasan, a lo largo del caer del año, una vida tranquila en sus propias casas.¡Sénos, pues, propicio, Hefesro, concédenos vinud y riqueza!Se relata, pues, con claridad el paso de un estadio primltlvo, en elque los hombres vivían de un modo parecido al de los animales, a lasformas de vida propiamente humanas. Este can1bio se debe a que los humanossaben apropiarse las capacidades técnicas contenidas en las «espléndidasobras» que les transmiten Hefesto y Atenea. En este contexto,«el hombre se define <strong>como</strong> un ser que se distingue, fundamentalmente,de los animales por su dominio de la técnica» (Schneider, 1986: 94).La concepción de la cultura <strong>como</strong> un sistema integrado de técnicasno se encuentra sólo en Homero, sino también en otros importantes autoresgriegos de los siglos V1 y V a.e. Al igual que Homero, Salón, Píndaroo Sófocles consideraron <strong>como</strong> technai tanto la mtisica y la medicina<strong>como</strong> la adivinación y la poesía, y asociaron el ejercicio de las técnicascon la sabiduría (sopbía). Para Homero techne significaba formas de actua-[75J

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