1El <strong>de</strong>recho a<strong>la</strong> dignidad<strong>de</strong>l silencioIván IllichVersión <strong>de</strong> Jean RobertEn 1982, en Tokio, Japón, durante el People’s Forum: Hope, Iván Illich pronunció <strong>la</strong> presente conferenciaque está recopi<strong>la</strong>da en su libro In the Mirror of the Past. Lectures and Adsresses 1978-1990 1 .Aunque el pretexto para su reflexión es <strong>la</strong> insta<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> los misiles Pershing en territorio alemán, <strong>la</strong>hondura con <strong>la</strong> que trata <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong>l silencio frente al horror <strong>de</strong> <strong>la</strong>s máquinas genocidas, llámense cohetesnucleares, cámaras <strong>de</strong> gas u otras tantas inventadas por <strong>la</strong>s estructuras técnicas y burocráticas <strong>de</strong> <strong>la</strong> mo<strong>de</strong>rnidad,o <strong>de</strong> lo que el propio Illich l<strong>la</strong>mó <strong>la</strong> “Era <strong>de</strong> los sistemas”, es fundamental para enten<strong>de</strong>r el sentido<strong>de</strong>l silencio ante el horror in<strong>de</strong>cible en el que vive México.Manifestación silenciosaen Berlín, 1981.Fotografía <strong>de</strong> Pete ShackyEl invierno pasado, transeúntes <strong>de</strong> <strong>la</strong>s calles <strong>de</strong>cierta ciudad <strong>de</strong> Alemania fueron testigos <strong>de</strong> unaescena poco común. En <strong>de</strong>terminados momentos,y sólo durante una hora, algunas personas secongregaban en intersecciones <strong>de</strong> calles muy frecuentadasy permanecían silenciosas. Se quedabancal<strong>la</strong>das en el frío, moviendo a veces los piespara calentarlos, sin pronunciar una pa<strong>la</strong>bra, sincontestar preguntas. Después <strong>de</strong> una hora se ibansiempre en silencio. Esa gente muda tenía cuidado<strong>de</strong> no obstaculizar el tráfico y <strong>de</strong> no estorbar alos peatones. Su ropa era casual. Generalmente,uno o dos llevaban una pancarta que explicaba <strong>la</strong>razón <strong>de</strong> su silencio: “Yo me mantengo en silencioporque no tengo nada que <strong>de</strong>cir sobre el aniqui<strong>la</strong>mientonuclear”.En ocasiones, me uní a ellos. Y no tardé en notarque esa gente silenciosa podía resultar chocantepara los que pasaban por allí: el silencio <strong>de</strong> estasreuniones sonaba con una c<strong>la</strong>ridad irreprimible.El mutismo pue<strong>de</strong> tronar y transmitir un horrorin<strong>de</strong>cible. Los alemanes están bien informados1Marion Boyars Publishers Ltd, Londres 1992; existe otraversión en español hecha por Patricia Gutiérrez-Otero enIván Illich, Obras reunidas, vol. II, FCE, México, 2008.sobre los efectos <strong>de</strong> artefactos nucleares. Sin embargo,<strong>la</strong> <strong>mayo</strong>ría <strong>de</strong> ellos <strong>de</strong>soye <strong>la</strong>s evi<strong>de</strong>nciascientíficas sobre <strong>la</strong>s consecuencias <strong>de</strong> esas armas.Algunos, gente honorable y religiosa, aceptan losriesgos inherentes sobre suelo alemán <strong>de</strong> un númerocreciente <strong>de</strong> misiles estadouni<strong>de</strong>nses Cruisey Pershing. Sin embargo, una minoría no <strong>de</strong>spreciabley que no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> crecer se opone con <strong>de</strong>terminacióna todo aumento <strong>de</strong> armamento nuclear,y muchos entre ellos están a favor <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sarmenuclear incondicional.La gente <strong>de</strong>l silencio representa una provocaciónviva para los halcones, pero también para <strong>la</strong>spalomas <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s ten<strong>de</strong>ncias. Los que escogenparticipar en este ritual <strong>de</strong> esquinas se comprometena no <strong>de</strong>cir una pa<strong>la</strong>bra ni contestar ningunapregunta. Cierto día un hombre furioso me acosódurante media hora. Estoy convencido <strong>de</strong> que estaba,tanto como yo, a favor <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sarme nuclearuni<strong>la</strong>teral; simplemente que para él, el silencio noera <strong>la</strong> forma a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r esta convicción.Pero en aquel momento y en aquel lugar no lepu<strong>de</strong> contestar.Ahora puedo mencionar cuatro razones que lojustifican, que muchos comparten como un im-5
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