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Cuentos, adivinanzas y refranes populares - Biblioteca Virtual ...

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Si la primera pregunta dejó al Obispo parado, la segunda lo dejó<br />

confundido.<br />

-En el trono celestial -dijo el viejecito-, pues allá está María en cuerpo<br />

y alma.<br />

La mora, a su vez, se quedó confundida con aquella respuesta, y pasó a la<br />

tercera:<br />

-Pues ya que tanto sabéis -dijo al viejecito-, ¿me podréis decir<br />

cuántas leguas hay del cielo al infierno?<br />

-Eso sólo vos podéis saberlo -contestó el viejecito-, pues sólo vos,<br />

Satanás, ángel rebelde, las habéis andado.<br />

Al verse descubierto por aquel viejo, que era San Andrés, Satanás dio un<br />

rugido y desapareció.<br />

Los dos caminitos<br />

Había una vez un hombre que tenía una mujer muy buena y dos hijitos, un<br />

niño y una niña. Murió su mujer, y se volvió a casar con otra que era muy<br />

mala, y aborrecía a sus pobrecitos entenados. Estos, que le tenían mucho<br />

miedo a su madrastra, siempre estaban juntos, recordando y llorando a su<br />

madre. Un día le dijo la madrastra a la niña que fuera a la tienda por un<br />

adarme de seda, y al niño que fuese por un cuarto de especia, y que le<br />

daría un confite al que volviese el primero. El primero que volvió fue el<br />

niño. La madrastra le cogió, le puso sobre la mesa, le mató y cortó en<br />

pedazos, que metió en una orza y guardó en la alacena.<br />

Cuando volvió la niña había salido su madrastra, y se puso a buscar a su<br />

hermanito; pero por más que buscaba, no le encontraba, hasta que abrió la<br />

alacena y le vio cortado a pedazos. Entonces se puso a llorar amargamente,<br />

diciendo:<br />

-¡Ay, hermanito de mi alma! ¡Que me le han matado y cortado a pedazos,<br />

para no enterrarlo en tierra en que descanse!<br />

Y cogiendo uno de los huesecitos, fue al corral y lo enterró.<br />

Al punto vio nacer una azucena, y de ella vio salir a su hermanito, sólo<br />

que estaba mucho más hermoso que antes, y tenía resplandores.<br />

-¡Ay, hermanito! -le dijo- ¿No te había matado la madrastra?<br />

-Sí -dijo el niño-; pero he resucitado y vengo por ti.<br />

-¿Y por qué?<br />

-Para recompensarte de que me enterraste y me lloraste.<br />

-¿Y dónde vamos? -preguntó la niña.<br />

A lo que su hermanito respondió:<br />

-Por un caminito muy clarito, muy clarito, muy clarito, a la gloria.<br />

-Y la madrastra, ¿dónde irá? -volvió a preguntar la niña.<br />

Y el niño contestó:<br />

-Por un camino muy oscurito, muy oscurito, muy oscurito, al infierno.

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