Negópolis Edición N° 31
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Una relación con un socio es como un noviazgo en el<br />
cual se debe congeniar, confiar y cooperar. Cuando<br />
no se contempla un buen vínculo y el compañero de<br />
nuestra aventura empresarial no pone de su parte<br />
para conseguir los objetivos, todo se convierte en<br />
un caos. Es posible que te hayas topado con un socio<br />
tóxico.<br />
En este artículo te daremos pautas para detectar a<br />
aquellos socios que en vez de sumarle al crecimiento<br />
de la empresa le restan posibilidades de desarrollo.<br />
Miente. Si detectas que la mentira forma parte de su<br />
día a día, hay muchas razones para esperar que este<br />
comportamiento continuará tras la asociación. No<br />
se puede trabajar con alguien a quien no se puede<br />
confiar.<br />
Se preocupa más por la plata que por el negocio. Si<br />
todo se reduce a dinero, cuidado. Será difícil tomar<br />
decisiones comerciales racionales e inversiones en<br />
el negocio, si está constantemente peleando por<br />
dónde va el dinero.<br />
Quiere las mismas ganancias habiendo trabajado<br />
poco. Hay socios que esperan que hagas el trabajo<br />
pesado, mientras ellos se sientan y sacan provecho<br />
de tu trabajo o reclaman las mismos beneficios<br />
pensando que el dinero se genera solo. Nadie quiere<br />
repartir las ganancias cuando el esfuerzo no es<br />
compartido.<br />
Es fanático del control. Quieren controlar el negocio,<br />
y a ti. Empiezan a discutir acerca de los cargos, de la<br />
autoridad y sobre quien toma las decisiones.<br />
Es amenazante. Un socio que amenaza con involucrar<br />
a abogados o demandarte, no va a hacerte la vida<br />
más fácil en el caso de que surja un conflicto.<br />
14