LIBRO-DE-ORO-CIDERE-BIOBIO-50-AÑOS-2015
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Ninoslav Bralic (1926-2007), primer presidente de Cidere Biobio y director honorario<br />
Un visionario que hizo de la justicia social una<br />
exigencia irrenunciable para el desarrollo de las empresas<br />
Alos 85 años, Anita Escríbar Wicks,<br />
viuda del fundador y primer presidente<br />
de Cidere Biobio, Ninoslav<br />
Bralic Luksic, es profesora emérita<br />
en la Universidad de Chile, donde dicta<br />
el curso electivo de postgrado “Ética Narrativa”<br />
en la Facultad de Medicina. Estudió<br />
filosofía en el Pedagógico de esta casa<br />
de estudios y luego en el Instituto de Filosofía<br />
de la Universidad de Concepción,<br />
donde realizó su tesis, aunque dio el examen<br />
de grado en la Universidad de Chile.<br />
Desde 1982, ha desarrollado gran parte<br />
de su carrera en la Facultad de Filosofía y<br />
Humanidades de la mencionada universidad<br />
y en el año 2000 organizó y encabezó<br />
la comisión que dio nacimiento al Centro de<br />
Estudios de Ética Aplicada (CE<strong>DE</strong>A) y también<br />
al Programa de Magister en Bioética<br />
que fue el primero en dictarse en Chile.<br />
“Mi marido decía con frecuencia que estaba<br />
en deuda conmigo por la inspiración<br />
y el apoyo que yo había significado para él<br />
con mi permanente interés en el tema de<br />
la ética desde la perspectiva filosófica. La<br />
verdadesqueyodebomuchoalpermanente<br />
diálogo que entre ambos mantuvimos,<br />
que me sacó del plano puramente<br />
teórico y abstracto en el que yo había siempre<br />
funcionado y me condujo al ámbito de<br />
las éticas aplicadas, cuyos posibles fundamentos<br />
despertaron de ahí en adelante mi<br />
interés”, comenta la señora Anita en el living<br />
de su casa ubicada en Santiago.<br />
Agrega que el rol que su esposo tuvo en<br />
la creación y el desarrollo de Cidere Biobio<br />
la marcó profundamente a ella, a los seis<br />
hijos del matrimonio y también a varios de<br />
los 22 nietos (además tiene siete bisnietos<br />
y dos en camino). “Los tres hijos varones,<br />
Ninoslav, Jorge y Pedro, dieron prueba de<br />
ello trabajando inspirados por su aspiración<br />
de justicia social en las empresas que<br />
juntoaélcrearon,oenelámbitodelasalud<br />
pública a nivel regional. Con el mayor<br />
de sus hijos varones, mi marido formó en<br />
1997 la empresa Tecnología Integral, pero<br />
antes, en 1984, había creado Tecnología<br />
de Procesos Industriales (TPI), que hoy está<br />
a cargo de Pedro. Las tres mujeres, Sonia,<br />
Cecilia y Ana María, lo recuerdan hasta<br />
hoy con gran admiración y cariño, lo que<br />
ha permitido que sus nietos tengan los<br />
ideales y la vocación de su abuelo extraordinariamente<br />
presente en su memoria”,<br />
reconoce.<br />
Hijo del croata Nino Bralic Ljubicic y de<br />
Anita Luksic Repetto, Ninoslav Bralic Luksic<br />
nació en Antofagasta en 1926. Su familia se<br />
trasladó a Santiago cuando él tenía diez<br />
años de edad, ingresó al Colegio Saint<br />
George’s y luego a la Universidad Católica,<br />
donde estudió ingeniería civil, recibiendo<br />
su título en 1948. Dos años más tarde, contrajo<br />
matrimonio con Anita Escríbar.<br />
Inicialmente, Ninoslav Bralic se desempeñó<br />
como ingeniero en la Fábrica Nacional<br />
de Aceites (Fanac) de Ibáñez y Cía, a<br />
partir de 1949. Posteriormente, ejerció<br />
otros cargos directivos en empresas de<br />
Santiago y Quilpué y en 1962 fue contratado<br />
como gerente general de Cementos Bío<br />
Bío, trasladándose junto a su familia a Concepción.<br />
“Junto con la vocación que lo impulsaba<br />
hacia las actividades productivas, Ninoslav<br />
siempre tuvo un profundo interés por definir<br />
la función de la empresa como productora<br />
de desarrollo económico y social.<br />
Repetía incansablemente que la empresa<br />
había que concebirla como una mesa de<br />
tres patas: el capital, que merecía una recompensa<br />
para compensar su riesgo; el<br />
trabajo, que debía ser fuente de bienestar<br />
y realización para los que en ella se desempeñaban;<br />
y la comunidad, que a la vez<br />
posibilitaba y se beneficiaba con su actividad”,<br />
explica doña Anita.<br />
Agrega que la aspiración de que empresarios,<br />
trabajadores y miembros de la comunidad<br />
participaran de esa comprensión<br />
y al llevarla a la práctica impidieran que a<br />
esa mesa le faltara el apoyo de una de sus<br />
patas, causando un enorme daño al desarrollo<br />
económico y humano del país, inspiró<br />
a su marido para gestionar la creación<br />
de Cidere Biobio. “Un pequeño grupo de<br />
visionarios entre los que recuerdo a Aurelio<br />
Lamas, Renato Orellana, Gustavo<br />
Chiang y Edgardo Enríquez, estaban con-<br />
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