AGUA
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[ CAPÍTULO 2. EL DECENIO HIDROLÓGICO INTERNACIONAL, EL PRINCIPIO DEL PHI Y OTRAS INICIATIVAS<br />
El tercer grupo lo formaron Organizaciones<br />
No Gubernamentales (ONGs). Muchas de ellas<br />
creadas en el periodo entre las dos guerras<br />
mundiales. Son demasiado numerosas para<br />
ser mencionadas aquí; baste mencionar que la<br />
mayoría de ellas pertenecían a la familia del<br />
Consejo Internacional para la Ciencia (CIUC, o<br />
ICSU por sus siglas en inglés). En relación con<br />
las zonas áridas, la Asociación Internacional<br />
de Ciencias Hidrológicas (AICH) y la Asociación<br />
Internacional de Hidrogeólogos (AIH) merecen<br />
especial mención. Estas asociaciones aportaron<br />
sus mejores científicos, en razón solamente de<br />
sus capacidades técnicas y no con el fin de<br />
satisfacer un criterio de distribución geográfica.<br />
La experiencia adquirida en el Proyecto para las<br />
Zonas Áridas más tarde permitió a la UNESCO<br />
poner en marcha sus programas para el agua.<br />
Cualquier proyecto, ya sea local, nacional o<br />
regional, requiere la comunicación entre diversos<br />
niveles; desde reuniones de coordinación<br />
de proyectos con el personal contratado<br />
localmente hasta un intercambio general de<br />
conocimientos. Esta necesidad dio origen a una<br />
variedad de seminarios, simposios, conferencias<br />
DE IZQUIERDA A DERECHA:<br />
Sr. Batisse, autor del libro «The UNESCO Water<br />
Adventure».<br />
Luna Leopold antes de su nominación como<br />
Hidrólogo Jefe del USGS.<br />
e incluso organismos gubernamentales para<br />
la toma de decisiones. La ventaja de estas<br />
reuniones era el libre intercambio de opiniones,<br />
lo que facilitó la aparición de un proyecto de<br />
alto nivel, satisfactorio para toda la comunidad<br />
científica. Estas reuniones sentaron las bases<br />
para la evaluación de los logros y la generación<br />
de ideas para el futuro. Aunque con frecuencia<br />
no había una clara consciencia de las posibles<br />
consecuencias de las deliberaciones, estas<br />
reuniones se pueden considerar como el origen<br />
de los consiguientes programas para el agua de<br />
la UNESCO.<br />
En un proyecto sobre zonas áridas, el interés<br />
no estriba en aridez misma, sino en el agua<br />
que se requiere para la población y para la<br />
agricultura. En ese entonces, la industria no<br />
jugaba un papel importante en los países en<br />
cuestión. De hecho, con frecuencia se afirma<br />
que sólo se hacía énfasis en los aspectos<br />
cuantitativos. Los parámetros biológicos<br />
jugaban un papel menor, pero la salinidad y la<br />
dureza estaban bien reflejadas en el proyecto.<br />
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