Entrelíneas 08

Fotografía de Manuela Vásquez Venegas.
Fotografía de Manuela Vásquez Venegas.
Entrevista a Rodrigo Infante
“Mi proyecto es
seguir cantando hasta
no poder más”
Rodrigo Alejandro Infante Muñoz
es un cantante de rock de 34 años.
Nació en Concepción, rodeado de una
familia llena de músicos, siendo el
hermano menor de Claudio “Basura”
y Felipe “Basurita”. Actualmente, vive
junto a su pareja y su hijo menor.
Hace 10 años que es uno de los
integrantes de la banda penquista de
rock Peter Ron, grupo que se desenvuelve
en la escena underground de
la música en la ciudad. El origen del
nombre de la agrupación se origina ya
que en la formación original de esta,
estaba Francisco “Pollo” Muñoz y
Paulo “Paulote” Bravo, quienes, según
la opinión de Rodrigo, eran unos dinosaurios
del rock en Concepción, al
igual que lo era Peter Mociulski von
Remenyik, más conocido como Peter
Rock.
Constantemente, Rodrigo busca
maneras de reinventar su forma de
producir música, ejemplo de esto, es
“Dramaturgia en concierto”, una obra
de teatro musicalizada por bandas chilenas,
entre ellas, Peter Ron. Se dramatizará
la obra de George Orwell, “La
granja de los animales” y se presentará
en los próximos meses en el Teatro
de la Universidad de Concepción. El
músico cuenta que se trabajará con
un set de actores y bailarines, donde
ellos serán los protagonistas. Además,
cada integrante de la banda estará caracterizado
como distintos personajes
del libro.
La coincidencia radica en que Infante
se ha inspirado en el mismo escritor
británico para crear sus letras,
por lo que está entusiasmado de participar
de esta instancia. Hoy, el cantautor
chileno espera que este tipo de
actividades sean bien recibidas por el
público y, así, seguir reinventando su
forma de expresar melodías.
El vocalista de Peter Ron busca reinventar el rock and roll y más de 10 años
de experiencia en la escena musical de Concepción lo avalan
El pasado 30 de abril, Peter Ron presentó su nuevo
disco llamado “Maldito”. El evento que reunió a otras
bandas de la ciudad, se realizó en el skate park del Parque
Ecuador, en donde Rodrigo y su grupo musical, estuvieron
acompañados por más de 300 personas que asistieron a la
tocata, a pesar de haber otras agendadas a la misma hora.
Aunque, sin duda, la gran particularidad de este show, es
que es primera vez en Concepción que una banda ofrece
una presentación gratuita, al aire libre y con recursos totalmente
autogestionados, con el objetivo de presentar un
álbum. A pesar de no ser todo un éxito, Rodrigo destaca el
ambiente que se genera en espectáculos de esta índole,
por lo que espera que la ciudad siga abarcando este tipo
de eventos y, así, acercar a las familias penquistas al rock.
Por Alejandro Mora y Manuela Vásquez
Un hombre de familia
Uno de los principales factores que Rodrigo Infante
destaca, es que su familia actúa como una voz autocrítica
en cada canción que produce y, así, como algunos priorizan
su trabajo, él declara protagonistas de su vida a sus hijos y
su familia. Es un padre por sobre todas las cosas.
¿Cómo ha sido vivir con dos hijos en la escena musical
underground?
- “Entretenido. No puedo decir que esto es para ganar
dinero, pero mientras tenga voz y llegue a los tonos, voy a
seguir cantando, de lo contrario, me retiraré dignamente.
Tengo un trabajo como cualquier persona. Soy jefe de trenes
de carga, o sea, me toca prepararlos antes de partir.
Llevo un año ahí y, realmente, es agotador. Después del
trabajo, está mi familia y luego la banda, esos son mis panoramas
siempre. Ahora estoy más viejo y con dos hijos,
por lo que tengo que trabajar apatronado y con contrato”.
Infante cuenta que desde que se inició en la banda
Peter Ron, busca trabajos para solventar los gastos en su
familia. Antes de trabajar en el sector ferrocarril, estuvo
trabajando esporádicamente como intérprete en inglés en
Coyhaique, lugar donde vive su hija mayor, Amparo, por lo
que aprovechaba esos viajes para compartir con ella. También
trabajó como vendedor de instrumentos musicales. El
cantante penquista explica que escoge este tipo de trabajos
pensando en que le dan el tiempo suficiente para seguir
dedicándose a lo que le gusta, la música.
¿Tu familia te apoya en esta preferencia?
- “Sí. Creo que para un músico lo más difícil es mantener
una pareja estable. Hoy, las mujeres son más exitosas
y autónomas que los hombres. El hombre es más mamón.
A los treinta años recién se van de la casa. Hasta se demoran
más en sacar una carrera. Somos así. Entonces, para un
músico que más encima es soñador, es más difícil, ya que
empiezan las exigencias de la pareja. Yo tengo la suerte
tener a mi lado una mujer que estudió artes en la Universidad
de Concepción. Como ella es artista, dentro de todo,
hay un consenso y una democracia en la casa. Entiende
que para mí, la música es fundamental, así como lo es el
arte para ella”.
La relación entre su personalidad y su producción
musical
La banda penquista Peter Ron cuenta con la participación
como vocalista de Rodrigo “Yoyo” Infante desde hace
10 años. Hoy, además, la integran Marcelino Jofré (batería),
Felipe Bustamante (bajo) y Francisco Lara (guitarra).
Estos dos últimos, recién integrados tras la partida de dos
músicos icónicos y amigos de Rodrigo: Paulo Bravo (actual
vocalista de Pegotes) y Gonzalo Nova.
Si bien Rodrigo tiene un trabajo aparte de su rol como
músico, enfatiza que “la pega la uso para mi propio beneficio
y no me someto, ya que me estaría pisando la cola,
siendo que en las letras de las canciones que interpreto, es
justamente eso lo que critico”.
Rodrigo cuenta que el inicio de su relación con la música
parte desde las experiencias con sus hermanos, Claudio
y Felipe, quienes integran la banda pun Machuca, hasta
que es invitado a participar en Peter Ron, siendo el último
integrante, banda a la que ha dedicado una década de su
vida marcando su comienzo en el circuito musical. “Yo era
más bien un melómano, escuchaba música no más. Luego
descubrí que tenía voz, pero que tenía que moldearla y trabajarla,
ya que la potencia estaba pero me faltaba la experticia”,
destaca el músico.
Empezó con clases de canto dirigidas por una cantante
lírica, luego estuvo medio año con un fonoaudiólogo
para aprender a conocer su voz y su cuerpo, con el fin de
cantar profesionalmente. “El instrumento de la voz es más
complicado que cualquier otro, ya que te pegas un resfrío
y cooperaste. Entonces, tienes que aprender a conocer tu
propio cuerpo más que algo externo”, señala el cantante.
Respecto a su guía musical, Lucía Chacón, explica que “ella
no tiene una academia con afiches y publicidad, sino que
es una cantante que produce folclor y es más under, como
uno”.
¿Cómo influyó en ti crecer en una familia de músicos?
- “Eso es lo que me marcó. A los ocho años veía a mis
hermanos que tocaban con Sex Pistols. A los 15 años, los
veía tocando con Bad Religion y Green Day, que son bandas
íconos. Todo el rollo de la familia giraba entorno a la música.
Entonces, si yo entraba a estudiar Ingeniería Comercial
era nada que ver”.
¿Cuáles fueron las desventajas de la trayectoria familiar?
¿Te sentías presionado por destacar en la escena
musical?
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