Crónica Fotografía de Noelia Toledo Cares. Las redes sociales han concentrado los reclamos de diversos padres a nivel nacional Tareas escolares: la excesiva carga académica y el cuestionamiento a la Jornada Escolar Completa Apoderados de alumnos en etapa preescolar y educación básica se unieron con el fin de mostrar su descontento con las continuas actividades extracurriculares. Los docentes, en cambio, indican que el error no está en las aulas, sino que en el sistema educacional. Por Noelia Toledo Cares Paz Muñoz, educadora de párvulos: “La JEC no me gusta porque siento que los estresa (…) ya es una jornada extensa, en la básica es lo mismo, y los resultados no han mejorado, entonces no sé qué sacan con tener un sistema escolar de jornada completa”. Paola Ormeño, educadora de párvulos: “Los apoderados son la base de la enseñanza de los niños, pero actualmente se desligan de esa labor por la continua carga laboral. Nosotros ayudamos y aportamos un poco más durante el transcurso de la etapa académica, pero los primeros educadores son ellos”. Fotografía de Noelia Toledo Cares. 14
El regreso a la democracia trajo consigo diversas reformas en áreas trascendentales del país. Es así, como desde 1997, en pleno gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, la educación sufrió uno de los cambios más trascendentales de su sistema, debido a la implementación de la Jornada Escolar Completa (JEC), la cual pretendía funcionar en su totalidad en 2002. Este cambio se efectuó para potenciar una educación de más calidad, intensificando los horarios académicos y profundizando en las capacidades, los conocimientos y las actitudes de cada alumno, a través de actividades extracurriculares. De esta manera, a 19 años de su implementación, la normativa rige los horarios de la mayoría de los establecimientos educacionales en Chile. Sin embargo, la reforma no se ha librado de críticas a nivel país, así quedó claro en 2006, donde el movimiento estudiantil de secundarios, también denominado “Revolución Pingüina”, exigió el estudio y la reformulación de la polémica JEC, aludiendo a una mala ejecución y al incumplimiento de su meta inicial, debido a que las horas que se pretendían utilizar en actividades que potenciaran las habilidades y preferencias de cada estudiante no se estaban empleando en eso, sino que los docentes continuaban reforzando las materias habituales, como matemática o lenguaje. Hoy, esta polémica reforma educacional se ve inmersa en una nueva problemática, siendo esta vez los apoderados quienes levantan la voz por sus hijos, específicamente los de educación básica y preescolar, aludiendo a un hecho en particular: el excesivo envío de tareas para realizar en el hogar, tanto en educación básica como en jardines infantiles. De esta manera, la carga académica de los estudiantes es identificada por los padres como una limitante para el desarrollo personal y la infancia, agregando, además, que daña las relaciones familiares debido a la falta de tiempo. Ante esto, diversas han sido las formas de manifestarse por parte de las familias, quienes incluso se han reunido a través de las redes sociales con el fin de hacer entender a la población de que la excesiva carga académica es dañina. Es así, como “La tarea es sin tarea”, grupo de Facebook creado a modo de protesta por la psicóloga Vinka Jackson y la abogada Paulina Fernández, se ha convertido en un canal de descargos y organización de más de 9.000 apoderados motivados por defender el derecho a la infancia y recreación de sus pequeños. Además, un dato clave del Ministerio de Educación, en respuesta a una de las organizadoras del grupo de debate según lo indica el diario nacional La Tercera, señala que estas actividades extraprogramáticas no son obligatorias para cumplir con el programa educacional, a pesar de que colegios, docentes y apoderados, asuman la necesidad de reforzar las materias en casa, según menciona Paulina Fernández. Respecto a esto, y tomando en cuenta que los jardines infantiles también han sido afectados por el reclamo ante constantes tareas, disertaciones y otras actividades, Paola Ormeño, educadora de párvulos egresada de la Universidad de Concepción, menciona que, si bien entiende las quejas por parte de los padres, considera que la responsabilidad del problema no es de los docentes, sino del cambio en el sistema educacional. De esta manera, afirma que: “Les encuentro razón, es mucha la carga académica, sobre todo en la educación básica, porque claro, la JEC se hizo para que pasaran más tiempo en el colegio, para luego jugar y descansar en la casa. Pero también hay un trasfondo, aumentaron el tiempo en las escuelas y, junto con ello, la exigencia, entonces si antes se aprendía a leer en primero básico, ahora se enseña en kínder. Entonces, las horas de clases, en contraste con la cantidad de materia a enseñar, no son suficientes”. Paola indica que, además, hay muchos factores que influyen en la labor educativa, mencionando que los niños no están entusiasmados ni motivados por aprender, debido a la monotonía en las clases, siendo la transición del jardín infantil a la educación básica uno de los factores principales en este cambio de actitud. Por esto, se genera una discordia entre lo que el Mineduc le exige a los docentes y el tiempo que estos tienen para llevar a cabo el programa anual, situación que también produce que sus jornadas laborales sean excesivas y que no tengan más solución que enviar tareas a sus alumnos. Respecto a las consecuencias de la Jornada Escolar Completa en jardines y escuelas, Paz Muñoz, educadora de párvulos, menciona que: “La JEC no me gusta porque siento que los estresa, mis alumnos no producen más allá de las 11:00 a.m., entonces ya es una jornada extensa, en la básica es lo mismo, y los resultados no han mejorado, entonces no sé qué sacan con tener un sistema escolar de jornada completa”. En cuanto a las tareas y las continuas quejas parentales, la egresada de la UdeC agrega que: “Con eso me contrapongo, yo tengo que mandar tareas porque en la casa no hay refuerzo, aunque sé que hay familias que trabajan y les cuesta más, pero si los niños no trabajan en sala hay que enviar actividades de respaldo, sobre todo a aquellos que necesitan más ayuda”. Para ambas docentes, la labor de la familia, específicamente de los padres, es fundamental en el proceso educativo de los niños, comentando que “los apoderados son la base de la enseñanza de los niños, pero actualmente se desligan de esa labor por la continua carga laboral. Nosotros ayudamos y aportamos un poco más durante el transcurso de la etapa académica, pero los primeros educadores son ellos, sobre todo en lo que se refiere a la entrega de valores, fomentando, por ejemplo, la responsabilidad y el respeto. Los profesores no nos podemos hacer cargo de ese aspecto, sino que nos preocupamos de culturizarlos, pero debe ser en conjunto con el refuerzo de los padres”, afirma Paola Ormeño. De esta manera, la conclusión de las docentes es que sí existe una carga académica excesiva, pero que esta situación se debe a la alta exigencia por parte del sistema educativo hacia los docentes, quienes se ven obstaculizados en su labor por el tiempo que tienen para pasar las materias específicas, el cual es escaso a pesar de que exista la Jornada Escolar Completa, debido a las pocas horas que se le dedica a cada asignatura. Por otra parte, insisten en que estas tareas siempre se hacen en favor de reforzar habilidades en los niños, siendo parte importante del proceso de aprendizaje ya que hacen participar a los padres de este trabajo, sin embargo, se trata de que no sean constantes, puesto que no se deben someter a un ambiente de estrés. Estos esfuerzos, por parte de los profesores, se hacen durante todos los niveles académicos, pero se ven enfrentados a un sistema competitivo, el cual agobia con cargas a los estudiantes durante la enseñanza, no respetando los diferentes procesos de aprendizaje de cada alumno, con el fin de cumplir en las evaluaciones que posicionan a ciertas instituciones por sobre otras. A pesar de estos factores que afectan la labor educativa, los apoderados continúan preocupados por la cantidad de tiempo que sus hijos dedican a labores escolares, las que alcanzarían las tres horas según indican a La Tercera. Por lo tanto, la finalidad de este movimiento sigue siendo fomentar el cambio de paradigma, tanto en los padres como en los establecimientos educativos y el sistema en general, comprendiendo que esto también lleva a los niños a experimentar estrés y frustración. Asimismo, según cuenta Paulina Hernández al mismo diario nacional, como última medida pretenden contar con la ayuda del Mineduc para evaluar y tomar acciones frente a estas actividades que, en primera instancia y en palabras de la abogada, no son amparados legalmente. Fotografía de Noelia Toledo Cares. 15