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CAF TÉCNICO<br />

Principales diferencias entre siniestro y mantenimiento<br />

José Luis Marín<br />

Director Técnico y de Siniestros de Mutua de Propietarios<br />

Un siniestro es un hecho accidental, amparado<br />

por la póliza de seguro, que obliga<br />

al asegurador a cumplir con la prestación<br />

establecida en el contrato, para lo cual ha<br />

cobrado previamente una prima.<br />

Podemos definir el mantenimiento como<br />

el conjunto de acciones realizadas necesariamente<br />

para que un determinado bien<br />

pueda seguir funcionado de una manera<br />

adecuada. Estas acciones pueden estar<br />

establecidas por el fabricante del producto,<br />

por ejemplo, indicando cuando hay que<br />

realizar las revisiones periódicas en un<br />

coche, y que elementos hay que comprobar<br />

o sustituir: aceite del motor, pastillas<br />

de frenos, filtros, neumáticos, etc., o en<br />

un edificio: cubiertas, revestimientos de<br />

fachadas, instalaciones de agua, electricidad<br />

o gas, alcantarillado o fosas sépticas.<br />

Algunas acciones de mantenimiento<br />

por su especial relevancia se encuentran<br />

supervisadas por las administraciones<br />

públicas y sujetas al cumplimiento de determinada<br />

normativa legal, por ejemplo,<br />

obligatoriedad de realizar periódicamente<br />

inspecciones técnicas de vehículos (I.T.V.),<br />

o de edificios (I.T.E.). Asimismo, es habitual<br />

encontrarnos con contratos de mantenimiento<br />

de determinados bienes: ascensores,<br />

calderas, puertas de parking,<br />

instalaciones de prevención de incendios<br />

entre otros.<br />

Junto con la accidentalidad, una de las<br />

principales características del contrato de<br />

seguro es la aleatoriedad, que implica que<br />

la ocurrencia del siniestro ha de ser completamente<br />

ajena a la voluntad de las partes,<br />

tanto del asegurador como del asegurado.<br />

Esto es, para que un riesgo pueda<br />

ser asegurable debe existir un elemento<br />

de incerteza: el siniestro puede ocurrir o<br />

no, o al menos no sabemos con anterioridad<br />

a la contratación del seguro el momento<br />

exacto en que éste va a ocurrir. Es<br />

decir, es imprevisible.<br />

Las labores de mantenimiento, como<br />

veíamos anteriormente, son previsibles.<br />

En muchos casos están preestablecidas,<br />

por lo que tenemos la certeza absoluta en<br />

cuanto a que hay que realizarlas, incluso<br />

del momento en el que hay que cumplirlas.<br />

Así, parece lógico que los siniestros<br />

ocasionados por la omisión de su realización<br />

queden fuera del ámbito de cobertura<br />

del asegurador. De esta forma, encontramos<br />

habitualmente en las pólizas de seguro<br />

una exclusión general por la que no<br />

quedan amparados los daños ocasionados<br />

por falta de mantenimiento o defectuosa<br />

conservación de los bienes objeto de seguro.<br />

En resumen, el siniestro es un hecho accidental,<br />

imprevisible, ajeno a la voluntad<br />

de las partes, que cuando acaece genera<br />

el derecho a percibir la prestación de<br />

la compañía de seguros. Las labores de<br />

mantenimiento, por su parte son previsibles,<br />

ciertas, su realización o no depende<br />

de la voluntad de del propietario o usuario<br />

del bien (asegurado). Su omisión puede<br />

conllevar la pérdida del derecho a recibir<br />

la prestación del asegurador.<br />

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