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Del 06 al 12/mayo/2016
Del 06 al 12/mayo/2016
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ENTREVISTA ENTREVISTA
Walter J. Broderick
EXPERTO EN CONFLICTO GUERRILLERO
UN AUSTRALIANO
EN COLOMBIA
TXOMIN LAS HERAS
Bogotá
El pasado 30
de marzo representantes
del gobierno
de Colombia
y del Ejército de Liberación
Nacional (ELN)
anunciaron formalmente
en Caracas el inicio de
conversaciones con el
fin de permitir al grupo
armado pasar a la legalidad.
La noticia fue recibida
con optimismo por
quienes apoyan el proceso
de paz colombiano en
virtud de que es la pata
de la mesa que falta para
completar las ya muy
adelantadas negociaciones
con las Fuerzas Armadas
Revolucionarias
de Colombia (FARC). Sin
embargo, muchas incógnitas
aún siguen abiertas
respecto al desarrollo de
estos diálogos. Walter J.
Broderick, uno de los mayores
conocedores de la
guerrilla elena, está entre
quienes no vislumbran
un final feliz a esta iniciativa
negociadora con
la segunda guerrilla más
importante de Colombia.
“En este momento todas
las conversaciones
están congeladas debido
a la renuencia del ELN a
dejar de secuestrar. Ese
es un obstáculo concreto
porque el gobierno del
presidente Juan Manuel
Santos ha dicho que no
comienza las conversaciones
hasta que el ELN
deje de cometer este delito.
Sospecho que ellos no
son capaces de controlar
el secuestro dentro de sus
propias filas porque a diferencia
de las FARC que
es una organización piramidal
con un secretariado
y un jefe que da órdenes,
una cosa muy militar, el
ELN es una confederación
de frentes muy autónomos”,
afirma.
Broderick sustenta también
su pesimista argu-
mentación en las diferencias
que existen entre los
dos mayores grupo insurgentes
de Colombia. Cuenta
que durante el gobierno
de Belisario Betancur
(1982-1986) -un conservador
que actuó como un liberal,
refiere- por primera
vez se trató a la insurgencia
como un problema político
y no delincuencial,
lo que trajo aires frescos
en Colombia y fue aprovechado
por las FARC, “que
siempre han sido políticamente
muy astutos”, para
entablar diálogos en aquel
momento. En cambio, en
el ELN, “algo muy típico
en ellos”, dijeron en su costumbre
de cortar a todos
DOS
GUERRILLAS
Las FARC: “Nació
como una organización
enraizada en el movimiento
campesino para defenderse
de los atropellos de los
terratenientes y del Estado.
Ese movimiento comenzó
a armarse y a defenderse
y fue aprovechado luego
por el Partido Comunista
que mandó cuadros para
orientarlo políticamente.
Fue liderada por un hombre
como Manuel Marulanda
Vélez que con el tiempo se
convirtió en un sabio tanto
de las cuestiones de guerra
de guerrillas como en la
manipulación de situaciones
políticas. Un viejo zorro”.
El ELN: “En contraste, el ELN
nace con un pequeño grupo
de estudiantes pequeños
burgueses, muy de izquierda
e influenciados por la
revolución cubana, que son
adoctrinados y entrenados
militarmente en Cuba para
volver y formar una guerrilla
foquista-guevarista. Adquirió
un tinte muy religioso a
partir de la adhesión del
sacerdote bogotano Camilo
Torres y después de él de
muchos seminaristas, curas
y monjas”.
con la misma tijera que
esa era otra trampa de la
burguesía.
“El ELN lleva casi tres
años en conversaciones
preliminares con el gobierno
y ahora suscribe
un documento donde dicen
que empiezan lo que
llaman unos diálogos.
En el documento evitan
ex profeso, obviamente
no es una casualidad, la
palabra negociación. No
se habla de negociar con
el gobierno, sino de tener
conversaciones públicas,
seguir charlando como lo
venían haciendo en privado
pero ahora en público.
Ese documento es tan
baboso y tan sin dientes
que realmente es imposible
creer que conduzca a
algo”, sostiene.
La suposición de Broderick
es que el presidente
Santos, ya acercándose
al final de su mandato y
ante la imposibilidad de
mostrar resultados más
concretos con el ELN, se
ha decantado por mostrar
que su gobierno hizo
la tarea, hizo todo el esfuerzo
posible y lo máximo
que consiguió fue lograr
más conversaciones.
“Por eso creo que no va a
ser fructífero. Es muy difícil
que el gobierno crea
que eso va a conducir
a algo y mientras tanto
atacará con todos sus cañones”.
-¿Por qué tardó tanto
el ELN en incorporarse
a unas conversaciones
públicas?
-Yo creo que básicamente
no quieren negociar. Sentarse,
como las FARC,
y decir yo cedo aquí si
usted cede allá. Buscar
un punto mínimo de
consenso para firmar un
acuerdo. La demora en
incorporarse se debe simplemente
a la vaguedad
de su pensamiento y probablemente
a la incapacidad
de tener una voz única
que represente a toda
No creo que
conversaciones
con el ELN vayan
a ser fructíferas
Foto TLH
su organización, es decir
a la falta de autoridad del
Comando Central. Esa
podría ser la explicación
de por qué no han podido
llegar a nada hasta ahora.
No tienen el poder.
-¿Es posible que se generen
grupos disidentes
tanto en las FARC
como en el ELN que no
acepten los acuerdos y
continúen con la guerra
de guerrillas?
Aunque yo no
creo que se
vaya a llegar
a acuerdos
con el ELN
porque no hay la base
para eso en el documento,
obviamente si el día de
mañana los que hablan en
nombre de la organización
fueran a llegar a acuerdos
es muy difícil que tengan
la adhesión unánime de
todos sus frentes.
-¿Y el que no haya un
acuerdo puede llevar
a que el gobierno desarrolle
una ofensiva
militar para aniquilar
al ELN?
-Pienso que estamos en
ese escenario en este
momento. La última declaración
del presidente
Santos es que está aburrido
(harto) y creo que
Australiano de origen
irlandés, Walter J.
Broderick (Melbourne,
1935) llegó a Colombia
en 1969 como secretario
del Nuncio Apostólico.
Pronto se vinculó a
los sacerdotes que
seguían la Teología de la
Liberación agrupados en
la asociación Golconda y
al poco tiempo dejó la vida
religiosa y se estableció
definitivamente en el
país. En 1975 publicó una
biografía sobre Camilo
Torres, Camilo, el cura
guerrillero, Icono Editorial,
que ya va por su octava
edición y desde entonces
ha venido siguiendo y
estudiando el devenir del
Ejército de Liberación
Nacional (ELN), al punto
que la prestigiosa revista
Semana no ha dudado
en calificarlo como uno
de los mayores expertos
en ese grupo armado.
En 2000, escribió la
vida de otro connotado
líder de esa agrupación
guerrillera, el fallecido
cura español Manuel
García, El guerrillero
invisible, Intermedio
Editores. Su obra también
incluye traducciones
y adaptaciones de
Shakespeare y Samuel
Beckett, entre muchas
otras. Es profesor de la
Universidad Nacional de
Colombia.
él ya no cree en las posibilidades
de negociación
con el ELN. Ha dado órdenes
a las fuerzas armadas
para atacarlos con
todo el vigor y abrir fuego
contundente contra
ellos. Ahora, que tenga
éxito es otra cosa porque
la guerra de guerrillas en
este país tiene una larga
historia y una gran capacidad
de sobrevivencia.
Y hay en el ELN ese espíritu
de dar testimonio, de
hacer presencia, de voz
de protesta permanente,
de sacrificio. Me da la
impresión de que para
ellos es más importante
que la eficacia política,
la integridad, la fidelidad
a la causa, la entrega,
el sacrificio, todos esos
conceptos muy católicos
y muy cristianos que lo
identifican.
-Es previsible, como
ha ocurrido anteriormente
a raíz de la desmovilización
de otros
grupos armados, que
el vacío que dejen las
FARC y el ELN sea llenado
por las llamadas
Bandas Criminales?
-Esas Bandas Criminales
representan un nuevo
resurgir del paramilitarismo
con una intención
política. Y obviamente
son políticos porque tienen
mucha influencia
en las gobernaciones y
alcaldías. Representan
al narcotráfico y son una
fuerza de defensa de los
narcoterratenientes, de
gente que ha usurpado
a la fuerza tierras a los
campesinos y forzado el
desplazamientos de varios
millones de colombianos.
Su objetivo es resistir
al proceso que por
ley estableció este gobierno
para restituir tierras
tomadas por la fuerza.
-¿Y existen posibilidades
de que estos grupos
paramilitares retomen
el control de territorios
que dejen las guerrillas?
-Evidentemente tendrán
más facilidades y menos
oposición.
-Los acuerdos con las
guerrillas no necesariamente
significan el
fin del conflicto si otros
actores los suplantan.
-Si se llega a firmar el documento
de acuerdo con
las FARC, que es una verdadera
posibilidad porque
tanto el gobierno como esa
guerrilla reconocen que
lo necesitan, esa no va a
ser una firma de paz sino
el fin del conflicto con esa
insurgencia en particular.
También en este caso puede
suceder que aunque las
FARC sea una organización
muy vertical algunos
frentes se resistan y que
no entreguen las armas.
Aunque creo que sería una
minoría.
-Entonces, las referencias
que se hacen al
postcoflicto o al postacuerdo
no son un simple
asunto semántico.
Conflicto habrá.
El hecho
de que las
huestes de
Álvaro Uribe
están organizadas en oposición
férrea a los acuerdos
también pone en duda
el resultado del plebiscito
porque el presidente Santos
ha insistido repetidamente
y hasta el día de hoy
en que va a haber una consulta
sobre los acuerdos
pues él no les va a dar un
estatus legal hasta que el
pueblo se pronuncie. Pero
no hay garantía de que
vaya a ganar el plebiscito y
menos con la movilización
de una cantidad grande de
gente bajo la bandera de
Uribe, que representa algo
muy serio en el país, casi
el 50 por ciento de la población
votante en las últimas
elecciones. Y no han bajado
la guardia, han seguido
insistiendo en su oposición
férrea a los acuerdos
y conversaciones.
-¿Ve alguna posibilidad
de que en algún momento
confluyan las
polarizadas posiciones
sobre los acuerdos que
se observan en la sociedad
colombiana?
--Yo creo que no. Me parece
que Santos está tratando
desde hace varios años,
por todos los medios, de
convencer a Uribe, su exjefe,
para que acepte lo que
está acordando con las
FARC. Y me parece muy
iluso porque eso no le interesa
al expresidente, a él le
interesa la guerra, su posición
es de oposición a eso.
Ellos creen en la guerra y
guerra es good for bussines.
En el fondo Uribe se
mantuvo en el poder por
8 años por su actitud beligerante
contra las FARC, a
las que pintó como el gran
problema del país.
-¿Qué peligro hay de
que a partir de una
desmovilización de las
FARC y eventualmente
del ELN se pueda producir
un fenómeno parecido
a la masacre de
la Unión Patriótica en
los años 80?
-Claro. La guerrilla va
a salir a trabajar en la
legalidad frente a enemigos
despiadados. Y
por eso es que están discutiendo
ahora cómo el
Estado va a garantizar
su integridad física. Esa
es la razón por la que
no quieren entregar las
armas de buenas a primeras.
Quieren entrar
en el juego pero protegiéndose.
Este es un país
armado. Aquí hay una
tradición de gente armada
desde hace mucho
tiempo. Tanto los campesinos
como los terratenientes
-¿Qué papel jugará Venezuela
en estas conversaciones?
En realidad el
ELN lo que
siempre ha
querido es
una zona de
distensión dentro de Colombia
similar a la que
otorgó el expresidente
Andrés Pastrana a las
FARC en San Vicente del
Caguán. Desde entonces
están pidiendo un espacio
similar para reunir
a la sociedad en las conversaciones.
Ellos han
dicho que no querían
mesas fuera de Colombia.
Fue el gobierno
quien insistió en eso.
-No había entonces un
interés especial en que
fuera Venezuela.
-No. Y supongo que el gobierno
escogió Ecuador
porque hay una situación
mucho más estable y hay
una buena relación con el
presidente Correa, mientras
que no la hay con el
presidente Maduro.