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Del 06 al 12/mayo/2016<br />
RAFAEL UZCÁTEGUI<br />
CORAZÓN <strong>DE</strong> TINTA<br />
De la Constituyente<br />
a la Destituyente<br />
En 1998 la vertiginosa campaña de Hugo Chávez,<br />
asesorada por Luis Miquilena, puso de moda entre<br />
sus bases de apoyo universitarias el texto<br />
“El poder constituyente” del italiano Antonio<br />
Negri. Resumiendo groseramente, sus ideas<br />
planteaban una radicalización de la democracia en<br />
días en que el universo revolucionario intentaba<br />
recomponerse de la caída del Muro de Berlín,<br />
mediante el despliegue de las denominadas<br />
“capacidades constituyentes” del pueblo en contra<br />
de lo que antagonizó como “poder constituido”,<br />
“una red de vínculos que destruyen los<br />
mecanismos de exclusión inherentes al capitalismo<br />
y a las distopías políticas que las elites y las clases<br />
dominantes han impuesto desde el siglo XVI”.<br />
Sin embargo, fuera de la pirotecnia verbal, sus<br />
traductores endógenos realizaron una mediocre<br />
adaptación y, más pronto que tarde,<br />
el “poder constituyente” se convirtió en<br />
“poder constituido”, reproduciendo todas y cada<br />
una de las estructuras y prácticas de poder que<br />
había prometido dejar atrás.<br />
A casi a dos décadas de aquella promesa,<br />
las multitudes en movimiento –para seguir<br />
la terminología del postmarxista- comienzan a<br />
configurar un amplio movimiento destituyente,<br />
sin teóricos que la prefiguren, indetenible.<br />
Si revolución es cambiar lo que necesita ser<br />
cambiado, la ruptura hoy es la revocación del ícono<br />
del poder en el país, para generar un nuevo mapa<br />
sociopolítico que permita la<br />
reconfiguración de un horizonte más allá, y<br />
en antagonismo, de la polarización que ha<br />
hegemonizado los últimos años.<br />
Hoy, a pesar del agobio cotidiano, somos testigos<br />
del escenario más interesante de los últimos 30<br />
años. Como nunca antes las matrices culturales<br />
que han dominado el imaginario de los venezolanos<br />
se encuentran cuestionadas:<br />
Económicamente el extractivismo rentista,<br />
políticamente el modelo de dominación basado<br />
en el “gendarme necesario”, en un contexto de<br />
crisis de la representatividad que, necesariamente,<br />
hará emerger nuevas identidades y formas de<br />
relacionamiento. La crisis terminal del modelo de<br />
dominación populista autoritario será dramático,<br />
no cabe duda, pero si quienes apostamos por<br />
una alteridad en todo sentido comenzamos a<br />
recrear el tejido social devastado, a mediano plazo<br />
movimientos sociales autónomos e independientes<br />
podrán protagonizar la VI República, promoviendo<br />
cambios de largo aliento.<br />
Independientemente si ocurre este año o en el<br />
2017, la revocación de Nicolás Maduro tendrá un<br />
impacto de tal magnitud que el bolivarianismo,<br />
como lo conocemos, tendrá sus días de hegenonía<br />
contados. Y lo que vendrá después, aunque quieran,<br />
no será acaparado por los actuales partidos<br />
políticos opositores. Diferentes encuestadoras<br />
cuantifican la crisis de representatividad. Keller y<br />
Asociados, para el primer trimestre de 2016 ubicaba<br />
a los independientes con un 39%, mientras que el<br />
Proyecto Integridad Electoral de la UCAB en 37,7%<br />
en el pasado abril.<br />
@fanzinero<br />
Maduro, aunque mantenga<br />
poder, ya es un<br />
perdedor. El modo<br />
antidemocrático como<br />
reacciona frente a su<br />
fracaso continuará agravando<br />
las calamidades<br />
que están sufriendo los<br />
venezolanos y echando<br />
abajo al país.<br />
Es casi imposible mejorar<br />
el dilema cuando el<br />
Presidente sólo quiere<br />
arrebatarle al país el<br />
único salvavidas que<br />
queda para alejarse del<br />
naufragio. En cambio, la<br />
estrategia alternativa de<br />
cambio es la oferta para<br />
inventar otro salvavidas<br />
constitucional que lleve<br />
SIMÓN GARCÍA<br />
<strong>DE</strong>L HECHO AL DICHO<br />
Entendimiento y nuevo gobierno<br />
a la orilla, pacíficamente,<br />
al gobernante. Evitar<br />
que se ahogue es obligación<br />
para los demócratas<br />
y lo más conveniente<br />
para reiniciar la reconstrucción<br />
del país.<br />
El modelo, la gestión y<br />
las políticas que sigue<br />
imponiendo Maduro nos<br />
impone la vergüenza de<br />
ser el país con más homicidios<br />
del mundo y de<br />
padecer los estragos de<br />
la inflación más alta del<br />
planeta. Que no se trata<br />
sólo de la caída de los<br />
precios lo demuestra el<br />
hecho de que en ningún<br />
otro país existe la crisis<br />
de agua, electricidad,<br />
seguridad, producción o<br />
valores que nosotros soportamos.<br />
No una crisis,<br />
si no todas la susceptibles<br />
de ser pensadas.<br />
Juntas y sin frenos.<br />
El Presidente va a ser<br />
revocado. Su intentona<br />
de configurar un golpe<br />
de Estado apenas podrá<br />
retardar unos meses la<br />
fecha. El Presidente va<br />
Maduro retrocede lanzando<br />
granadas contra<br />
el entendimiento<br />
a perder la elección de<br />
gobernadores. Y si insiste<br />
en su golpe disfrazado<br />
contra el régimen democrático<br />
y en desmantelar<br />
las instituciones del<br />
Estado y de la economía<br />
habrá que apelar a la convocatoria<br />
a una Asamblea<br />
Constituyente en<br />
contra de la minoritaria<br />
voluntad autocrática de<br />
un poder fuera de la ley.<br />
Las fuerzas democráticas<br />
de cambio, las que<br />
existen en la oposición<br />
y subsisten minoritariamente<br />
en el oficialismo,<br />
no pueden perder el rumbo.<br />
El objetivo inmediato<br />
y urgente de aplicar<br />
medidas para contener<br />
y luego revertir la crisis,<br />
restableciendo la vigencia<br />
de la Constitución,<br />
exige un entendimiento<br />
entre quienes forman<br />
parte de opciones que se<br />
han enfrentado, dura y<br />
desigualmente, durante<br />
años. El entendimiento<br />
es un acelerador del<br />
cambio.<br />
Maduro retrocede<br />
lanzando granadas<br />
contra el entendimiento,<br />
bloqueando los caminos<br />
constitucionales para<br />
abrir las posibilidades de<br />
cambio. Está perdiendo<br />
el juicio democrático<br />
y haciendo todos los<br />
esfuerzos para pasar a<br />
la historia como el gran<br />
responsable de la peor<br />
época que hayamos vivido.<br />
En vez de estimular<br />
la cooperación entre los<br />
dos únicos poderes públicos<br />
que tienen su origen<br />
en los votos, Maduro<br />
resuelve quitarle la luz,<br />
retenerle el presupuesto<br />
y desconocer las atribuciones<br />
constitucionales a<br />
la Asamblea Nacional.<br />
El Gobierno se ha convertido<br />
en el obstáculo<br />
activo para resolver cualquiera<br />
de los grandes,<br />
medianos y pequeños<br />
problemas que padecemos.<br />
Es un tapón que<br />
impide la paz, la reconciliación<br />
y la unificación<br />
de los ciudadanos. El<br />
Gobierno es la catástrofe.<br />
Es el activador de la<br />
crisis humanitaria.<br />
El entendimiento es la<br />
base para una transición<br />
plural y progresiva, el<br />
primer paso hacia la formación<br />
de un gobierno<br />
que atienda a la relación<br />
de fuerzas y a la deseable<br />
participación de la minoría<br />
electoral en la reconstrucción<br />
de la sociedad.<br />
Paradójicamente, es el<br />
medio más a mano de los<br />
ciudadanos para acelerar<br />
y definir desde la base de<br />
la sociedad, las condiciones<br />
para recuperar el<br />
derecho a vivir mejor.<br />
Un entendimiento que<br />
hay que procurar antes y<br />
después del revocatorio.<br />
@garciasim