Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Del 06 al 12/mayo/2016<br />
OTRAS HISTORIAS<br />
19<br />
actividades delineadas<br />
en el informe del año<br />
pasado en relación a la<br />
introducción de ejes de<br />
seguridad cilíndricos y<br />
con respecto al equipamiento<br />
de ejes cuadrados<br />
con solapas metálicas en<br />
máquinas aserradoras<br />
de madera”, dice el primer<br />
párrafo del texto.<br />
¿Cuántas de esas introducciones<br />
formales no<br />
preceden a cuentos como<br />
La construcción de la Muralla<br />
China, o el Informe<br />
para una academia, o Un<br />
artista del hambre?<br />
Revisando esos trabajos<br />
que Franz Kafka escribió<br />
en sus horas de oficina,<br />
aflora de inmediato<br />
la veta kafkiana. Cualquiera<br />
de ellos, con apenas<br />
una breve edición,<br />
parecen escritos no por<br />
el abogado Kafka, sino<br />
por su demonio. Y como<br />
el genio parece ser la concreción<br />
de muchas faenas<br />
previamente a medio hacer,<br />
podemos presumir<br />
que Kafka no fue el único<br />
que usó ese estilo kafkiano,<br />
sino quien logró darle<br />
una mejor manufactura.<br />
Borges no estaba descaminado<br />
al decir que<br />
Kafka había engendrado<br />
textos previos, legalizado<br />
esos precedentes.<br />
Del mismo modo en<br />
que la escritura de Kafka<br />
es, en parte, resultado de<br />
su trabajo en una aseguradora,<br />
Pinkerton no<br />
solo dio a Hammett los<br />
conocimientos “de calle”<br />
para concretar su tarea,<br />
también lo entrenó en su<br />
escritura. “Los informes<br />
para los clientes tenían<br />
que satisfacer las expectativas<br />
de laconismo y<br />
´objetividad´ alejada de<br />
lo sensiblero”, dice Harris.<br />
El novelista abandonó<br />
el colegio cuando tenía<br />
catorce años de edad. Su<br />
verdadera escuela fue la<br />
redacción de esos informes.<br />
Y al parecer, se sentía<br />
orgulloso de su destreza<br />
en la escritura, pues su<br />
reputación creció en base<br />
a esos resúmenes.<br />
Ward, el autor de The<br />
Lost Detective, compara los<br />
comienzos de Hammett<br />
con los de Ernest Hemingway,<br />
señalando la influencia<br />
que tuvo el periódico<br />
The Kansas City Star en su<br />
formación.<br />
LA TRANSFIGURACIÓN <strong>DE</strong> HAMMETT<br />
Una anécdota que Hammett<br />
solía repetir a sus familiares<br />
era que en cierta ocasión,<br />
mientras trabajaba para<br />
Pinkerton, le ofrecieron cinco<br />
mil dólares para asesinar<br />
a un agitador izquierdista.<br />
La escindida personalidad<br />
de Hammett, la misma que<br />
luego asignó a sus detectives,<br />
especialmente a Sam<br />
Spade, se enorgullecía de<br />
haber sido considerado apto<br />
para cometer un homicidio.<br />
Al mismo tiempo, se sentía<br />
avergonzado y culpable.<br />
¿Tan bajo había caído?<br />
En vez de fusionar esa<br />
contradicción, la transformó<br />
en uno de los elementos de<br />
sus novelas.<br />
En cuanto a su vida personal,<br />
el vuelco fue drástico.<br />
Hammett abandonó Pinkerton,<br />
y además de ponerse a<br />
escribir, se hizo comunista.<br />
John Walton señala en The<br />
Legendary Detective que<br />
esa combinación de amoralidad<br />
en la lucha por la vida, y<br />
el anhelo de justicia, crearon<br />
al moderno Private Investigator,<br />
un caballero andante<br />
en constante búsqueda de<br />
expiación.<br />
Doctor Jekyll and Mr. Hyde<br />
es una divisoria de aguas,<br />
porque después de la<br />
narración de Robert Louis<br />
Stevenson es muy difícil<br />
separar el bien del mal de<br />
un personaje. Quien mejor<br />
pueda trabajar la ambigüedad<br />
de la naturaleza<br />
humana, creará personajes<br />
más perdurables. Hammett<br />
dio al Private Investigator<br />
indelebles atributos gracias<br />
a sus comienzos como<br />
detective. En muchas<br />
ocasiones, es un ídolo con<br />
pies de barro. Ese perdurable<br />
cinismo, fraguado en<br />
diálogos perfectos, es una<br />
coraza que suele encubrir<br />
un pasado deshonesto.<br />
Inclusive el hecho de que<br />
Hammett haya permitido<br />
a su héroe transformarse<br />
de anónimo agente en un<br />
ser con nombre, apellido<br />
y un rostro demasiado<br />
explícito, es otra coraza<br />
más. Las partes entre un<br />
agente rompehuelgas, que<br />
consigue buena parte de<br />
su información gracias a<br />
delatores, y un detective<br />
No hay nada como el<br />
periodismo para aprender<br />
a escribir y, especialmente,<br />
a ejercitarse en la<br />
tarea observando al resto<br />
de los seres humanos y<br />
sus curiosos avatares personales.<br />
Un jefe de redacción<br />
arrojará a la basura<br />
toda crónica donde se sospeche<br />
la mínima intromisión<br />
del periodista en el<br />
episodio. (Es también, un<br />
ejercicio en humildad).<br />
Raymond Chandler no<br />
fue periodista ni empleado<br />
en una aseguradora,<br />
pero tuvo también un background<br />
que le permitió<br />
escribir prodigiosas novelas<br />
policiales. Como alto<br />
ejecutivo de una empresa<br />
petrolera, debió escribir<br />
informes escuetos, precisos,<br />
carentes de todo sentimentalismo.<br />
Y cuando<br />
en El simple arte de matar,<br />
mencionó a Hammett, lo<br />
ubicó junto al poeta Walt<br />
Whitman en la persistente<br />
lucha librada contra<br />
el artificio. Dijo que ambos<br />
habían participado<br />
en una “revolucionaria<br />
demolición, tanto del lenguaje<br />
como del material<br />
de ficción”.<br />
privado que se enfrenta solo<br />
a los presuntos defensores<br />
y violadores de la ley, nunca<br />
logran fusionarse.<br />
Spade trata de evitar toda<br />
complicidad en una sociedad<br />
donde nadie se salva<br />
de la corrupción. Súperman,<br />
Batman, son seres de<br />
una pieza, convencidos de<br />
la diferencia entre el bien<br />
y el mal. La mayoría de<br />
los detectives del “noir”, se<br />
ven obligados a defender<br />
sus valores en un mundo<br />
sin valores. En ocasiones,<br />
necesitan aprender cuales<br />
son los valores que es inevitable<br />
defender. La única<br />
coartada que les queda<br />
es defender su honor. Ni<br />
siquiera las damiselas<br />
en desgracia, como ese<br />
incomparable monstruo de<br />
codicia y de seducción que<br />
es Brigid O’Shaughnessy,<br />
merecen ser rescatadas de<br />
la silla eléctrica. La indiferencia<br />
de Sam Spade ante<br />
la suerte de la mujer, es el<br />
clímax de un género que<br />
sólo encontró el esplendor<br />
identificando las fallas de<br />
un ídolo caído.<br />
Ya es hora de que la<br />
oposición se convenza<br />
de que Maduro siempre<br />
sabrá sacar un as de la<br />
manga en los momentos<br />
en que vea seriamente<br />
amenazada la revolución.<br />
Es una jugada maestra,<br />
un lance de filigrana,<br />
un recurso de lujo que<br />
pondrá al adversario en<br />
su sitio y sin capacidad de<br />
respuesta, algo así como<br />
el “bati-boomerang” del<br />
Hombre Murciélago pero<br />
¡uf! muy superior a tan<br />
vertiginoso utensilio.<br />
El más reciente ejemplo<br />
fue su orden de dejar<br />
sin servicio eléctrico<br />
a la impertinente<br />
Asamblea Nacional, lo<br />
que ha causado revuelo<br />
internacional. ¿Por qué<br />
se escandalizan? ¿No<br />
les parece justo que<br />
Nicolás les corte la luz a<br />
quienes quieren cortarle<br />
las patas? Además, él<br />
ya lo ha explicado muy<br />
diáfanamente: “Mientras<br />
más me chantajeen, me<br />
pongo más becerro”. Ahí<br />
tienen.<br />
Si pudiéramos establecer<br />
comunicación telefónica<br />
con los infernales<br />
territorios donde arden<br />
sin chamuscarse Pol Pot,<br />
Kim Il Sung, Don Adolfo<br />
y algún prospecto criollo<br />
tempranamente frustrado<br />
para consultarles sobre<br />
esa movida presidencial,<br />
la respuesta sería<br />
previsible: “¡Genial! ¡Yo<br />
no la hubiera pensado<br />
mejor!”.<br />
Para ellos está bien,<br />
pero para uno, simple<br />
mortal sujeto a los<br />
impromptus televisivos<br />
del jefe del Estado,<br />
estas medidas causan<br />
muchas tribulaciones.<br />
Especialmente porque<br />
en política se dice que<br />
“quien puede lo mucho,<br />
puede lo poco”, de modo<br />
que si el presidente<br />
es capaz de lanzar tan<br />
drástica medida contra<br />
todos unos señores<br />
diputados, qué quedará<br />
para los hijos de vecina.<br />
La orden disfrazada<br />
de amenaza, según la<br />
GREGORIO SALAZAR<br />
RETUITEANDO<br />
Temblad, pero alumbrad<br />
costumbre, de dejar<br />
a oscuras a la AN fue<br />
dada el 29 de abril. Esa<br />
noche me fui a la cama<br />
hondamente preocupado<br />
porque uno sabe que a<br />
veces se deja llevar por<br />
el contagioso furor en las<br />
redes sociales y, bueno,<br />
de repente una que<br />
otra vez nos habremos<br />
comportado como una<br />
piraña digital. Pero<br />
con esa pesada carga<br />
emocional y todo fui<br />
llevado rápidamente en<br />
brazos de Morfeo.<br />
Al día siguiente me<br />
enjabonaba a toda<br />
velocidad porque el agua<br />
tiene la costumbre de<br />
irse de repente y hay que<br />
ver lo incómodo que es<br />
quedarse sin haberse<br />
quitado la espuma,<br />
sobre todo de las partes<br />
velludas. Una de mis<br />
hijas me tocó la puerta.<br />
--Papá, allí está un señor<br />
de Corpoelec.<br />
--No, no, nada que ver.<br />
Dile que la última factura<br />
ya se pagó…<br />
Volví a ducharme<br />
sacándome el jabón<br />
a la velocidad de un<br />
torbellino, cuando hubo<br />
otro toc-toc sobre la<br />
madera.<br />
--El dice que no es por eso.<br />
Pregunta que si escribiste<br />
un tuit que decía:<br />
“Oligarcas temblad, os<br />
van a revocar”.<br />
Me quedé paralizado,<br />
como si se me hubieran<br />
solidificado todas las<br />
articulaciones y me<br />
recorrió un escalofrío que<br />
no era precisamente por<br />
estar en pelota. Musité en<br />
forma casi inaudible.<br />
--Coño, sí…<br />
--¿Que qué? Porque si es así<br />
nos van a cortar la luz…<br />
--¡Cómo va a ser eso,<br />
muchacha! ¡Dile a ese<br />
señor que se acuerde que<br />
Maduro dijo que hoy no<br />
es laborable!<br />
Se fue la jovencita y se<br />
fue el agua cuando sólo<br />
nos habíamos sacado el<br />
jabón de la barba y las<br />
axilas, o sea que todavía<br />
faltaban áreas velludas.<br />
Otra vez la emisaria:<br />
--Que tiene que bloquear<br />
toda la suitchera, dice.<br />
--¡Pero qué abuso! ¡Dile<br />
que se nos va a podrir<br />
un kilo de panza que<br />
tenemos atesorado en<br />
el frízer desde antes del<br />
6D para cuando venga la<br />
hambruna-hambruna!<br />
Sin embargo, ya tenía<br />
¿Por qué se escandalizan?<br />
¿No les parece justo<br />
que Nicolás les corte la luz<br />
a quienes quieren cortarle<br />
las patas?<br />
pensado mi contraataque:<br />
cuando se fuera el<br />
señor del Sebin, digo,<br />
de Corpoelec conectaría<br />
la laptop a un enchufe<br />
del pasillo y por mi<br />
madre que le daría RT<br />
a todo el TL de Inesita<br />
La Terrible antes de que<br />
la pusieran presa, a los<br />
tuits de @hramosallup,<br />
de @hcapriles, de @<br />
chuotorrealba y quién<br />
sabe si, ya fuera de sí,<br />
hasta alguno de Cayito (@<br />
yo_cayito).<br />
Oí el fuerte repiquetear<br />
del chorro de la ducha<br />
sobre el fondo del tobo<br />
vacío. Es la fórmula que<br />
uso para despertarme<br />
cuando ponen el agua.<br />
Eran las 5 y 30 de la<br />
mañana y estaba en mi<br />
camita. Nada de intrusos<br />
de Corpoelec ni de cortes<br />
de luz por orden de<br />
Maduro. ¡Qué bien me<br />
sentí! Respiré aliviado<br />
y hasta envalentonado.<br />
Entonces, siendo así<br />
y en vista de que esta<br />
página no es eléctrica ni<br />
desenchufable, ahí les<br />
va otra vez: ¡Oligarcas<br />
temblad, os van a<br />
revocar!