PRUEBA DE PDF

Del 06 al 12/mayo/2016 3
SEBASTIÁN
BOCCANEGRA
Dos homicidios
por hora
La fiscal Luisa Ortega Díaz
sufrió un repentino ataque de
sinceridad y suministró las
cifras oficiales de asesinatos
ocurridos en Venezuela en el
primer trimestre de 2016. En
estos primeros tres meses
del año se han producido
4.696 homicidios. La cifra
asusta. Son 52 personas
asesinadas cada día, más
de dos por hora. Según la
fiscala, en este número de
homicidios influye mucho la
aparición de bandas organizadas.
Lo que no dice es
cuál es la responsabilidad del
“proceso” en la aparición de
dichas bandas. Y tampoco
se pronuncia sobre cuáles
son las razones para que
actúen con tanta facilidad.
Suponemos nosotros que
la impunidad es una de
las causas de que dichas
bandas hagan y deshagan a
su entera voluntad. En esta
edición reflejamos lo que
viene ocurriendo en Maracay,
donde un pran impone la
“ley”. En el entierro de uno de
sus “luceros” sus acompañantes
iban armados. La policiá
los vio pasar y no actuó.
En Aragua, su gobernador
fue por varios años ministro
de Relaciones Interiores. Las
“zonas de paz”, idea que formó
parte de uno de los más
de veinte planes contra el
delito, le garantizó el control
de amplias zonas del país al
hampa. Desde la llegada del
difunto “eterno” a Miraflores,
se aseguró que la pobreza
producía delincuentes. Luego
de varios años, quienes mandan
aseguran que la pobreza
se ha reducido significativamente,
pero la delincuencia
ha aumentado exponencialmente.
La última ocurrencia
fueron las OLP, operativos
donde han muerto una gran
cantidad de personas, en
algunos casos con violación
de los DDHH, y sin embargo
la criminalidad no baja.
Nos parece muy bien que la
fiscala dé las cifras, también
nos gustaría que fuera más
activa para buscarle solución
a este grave problema.
La MUD se amplía hasta el G8
El G4 puede convertirse en G8. La dirección de la MUD ha estado dando traspiés
desde el pasado 6D, luego del importante triunfo logrado en las parlamentarias.
En ente opositor quedó en manos de cuatro partidos –PJ, AD, UNT y VP-, quienes
han venido superando sus diferencias. Sin embargo, esa dirección de cuatro ha
sido cuestionada también por otros factores que hacen vida en la MUD. Las críticas
surtieron efecto y en una decisión que consideramos acertada se decidió ampliar el
G4 y llevarlo a G8. Pero ciertas condiciones aplican. Para ingresar al G8, Avanzada
Progresista, LCR, Cuentas Claras y Movimiento Progresista Venezolano tendrán primero
que legalizarse ante el CNE. De lo contrario quedarán por fuera. La ampliación
de la dirección de la MUD no incluyó ni a ABP ni al partido de María Corina Machado.
La amplitud, la inclusión deberían ser una política fundamental de la MUD.
El olvido
de Venevisión
El trasplante de médula realizado con
éxito a Anna Vaccarela, para superar el
cáncer que le fue diagnosticado, resultó
positivo, enhorabuena. La periodista
regresó al país y recibió la alegría por
su recuperación de
muchos en este país,
diversas personalidades
y medios de
comunicación, entre
los que nos sumamos.
No era para
menos. Sin embargo,
a algunos les está
causando mucha
extrañeza que el
Noticiero Venevisión,
informativo para el
que laboraba Vaccarela,
haya guardado
un estricto silencio. En ninguna de las
secciones del telediario se ha incluido
alguna información de la comunicadora
durante todo este proceso. Algo extraño,
definitivamente. Esperemos que no
sea por mezquindad.
Régulo firmó
Cada día que pasa hay
más gente decepcionada
del chavismo. La
ilusión y la esperanza
que millones de venezolanos
depositaron
en el heredero del difunto
“eterno” se están difuminando a
paso de vencedores. Uno de estos
ciudadanos es Régulo Pérez. Este
pintor y caricaturista había mantenido
un sólido respaldo al “proceso”. Creyó
firmemente que era lo más conveniente
para el país. Esa expectativa le duró
varios años. Su fe en la “revolución”
podía más que la realidad, pero la
grave crisis que se vive en Venezuela
terminó por hacerle perder las esperanzas
que había depositado en el
presidente Maduro. Ahora está convencido
de la necesidad de que en el
país se produzca un cambio de rumbo.
Su necesidad la ve como inminente al
punto de que se acercó hasta la plaza
Brión de Chacaíto para con su firma
solicitar la activación del revocatorio de
Nicolás Maduro. Más vale tarde que
nunca, Régulo.
Cheverito
con
verruga
En el juego infantil
y digital “Turista
mundial” aparece
Chacumbele. El
inofensivo ludo pone
a los chamitos a
viajar por distintos
países, a golpe de
dado. pero cuando
pasan por Venezuela,
quien aparece en la
casilla es un dibujo
del “comandante
eterno”, como figura
que identifica al país.
Así como en Alemania
sale una mujer vestida
con ropajes típicos del
país teutón, al estilo
de la Colonia Tovar, en
Venezuela el que sale
es ese señor. ¿Quién
va a querer viajar así?
Si quisieran poner el
rostro del venezolano
que seguro se
encontraría un musiú
en estas tierras,
debieron optar por un
dibujo de Cheverito...
pero aquel del
cheverito malandrito,
e incluir una ficha que
sea “salir corriendo y
sobrevivir”.
POR
mi madre
Parrillada “El Ferro”
Si alguien aún se acuerda de la “Cultura
Metro”, y la extraña, que no se monte en el
ferrocarril de los Valles del Tuy. El “ferro”,
como es conocido por sus usuarios más
consecuentes, vive un avanzado proceso
de descomposición. A la falta de vigilancia,
limpieza y comportamiento cívico de muchos,
se suma la venta de comida caliente en los
vagones. Es así que, de noche y cuando
la gente regresa a sus casas, hay quienes
han tomado el negocio de vender la cena:
empanadas, cachapas, bollos, arepas
rellenas. Llegan al vagón, sacan sus cajas y
cavas y simplemente ofertan y comienzan a
vender. Se podrán imaginar que habrá quien
le hinque el diente a los platos en el mismo
tren, la habitual basurilla y derrame directo al
piso del ferrocarril, y demás consecuencias
de tal práctica culinaria. Y mientras tanto, los
carteles que indican la prohibición de ingerir
alimentos y bebidas siguen allí, pegados a las
paredes. Como las autoridades no pondrán
reparo -en esta economía no van a negarle el
pan a la gente, dice uno-, lo invitamos a evitar
comer en el vagón y, en todo caso, hacerlo sin
ensuciar porque “el que lipia no está, el que
está no es el que limpia, así que deje todo
limpio como está
(si acaso)”.