Nº 3 - Septiembre 2016
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El Hambre<br />
¿Qué te cuento?<br />
En la escuela secundaria, una profesora de Anatomía dijo:<br />
"el hambre es una sensación agradable"… Y yo pensé: sí, "es<br />
una sensación agradable", siempre y cuando tengas qué comer.<br />
Una vuelta, no tenía plata para comprar comida y pedí fiado<br />
en el kiosco de enfrente de mi casa. Nelly, la dueña, me fió<br />
de todo durante casi seis meses: galletitas, yerba y gaseosas.<br />
Un dato: hoy hace ocho años y once meses que dejé de fumar,<br />
pero en esa época fumaba dos atados diarios. Y sí... me fió los<br />
puchos. Lógicamente, mi deuda.<br />
No la defraudé.<br />
Una cuestión: hay un montonazo de países cuyos habitantes<br />
se mueren de hambre. ¿Recordas los niños africanos con<br />
sus pancitas hinchadas? Son tantos como la cantidad de balas<br />
que se disparan. ¿Y te acordas de los chiquitos de Tucumán y<br />
Jujuy?<br />
Que en paz descansen.<br />
La gente buena luchará sin descanso para alimentar a todos<br />
por igual. ¿Y qué hace Dios? Pues castiga a los culpables.<br />
Premia a los necesitados. "Ojo por ojo y diente por diente".<br />
Ahora: profesora de Anatomía, ¿es el hambre una sensación<br />
placentera?<br />
Leonor Lerer<br />
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