038 Revista Evangelizar
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12 | <strong>Evangelizar</strong><br />
XXXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO<br />
Evangelio según San Lucas (19, 1-10)<br />
“En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba<br />
la ciudad.<br />
Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y<br />
rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la<br />
gente se lo impedía, porque era bajo de estatura.<br />
Corrió más adelante y se subió a una higuera, para<br />
verlo, porque tenía que pasar por allí.<br />
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:<br />
—«Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que<br />
alojarme en tu casa.»<br />
É1 bajó en seguida y lo recibió muy contento.<br />
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:<br />
—«Ha entrado a hospedarse en casa de un<br />
pecador.»<br />
Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor:<br />
—«Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a<br />
los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le<br />
restituiré cuatro veces más.»<br />
Jesús le contestó:<br />
—«Hoy ha sido la salvación de esta casa; también<br />
éste es hijo de Abrahán.<br />
Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a<br />
salvar lo que estaba perdido.”<br />
Palabra del Señor.<br />
Pautas de reflexión<br />
Nos decía el Papa Benedicto XVI que se<br />
empieza a ser cristiano con un “encuentro personal”,<br />
en el año de la Misericordia se nos ha insistido en<br />
la conversión como camino para estar con el Señor,<br />
es decir, la conversión abre al encuentro con el<br />
Señor. El texto de hoy nos dice que Zaqueo siente<br />
curiosidad de conocer a Jesús, de poderlo ver y<br />
por eso coloca los medios para ello, se adelanta, se<br />
sube a un árbol y espera. Pero notemos un giro bien<br />
importante cuando Jesús llega, dice el Evangelio,<br />
mira a Zaqueo y lo invita a bajar del árbol, se va con<br />
él a la casa donde lo recibe muy contento.<br />
El misterio de nuestro Dios es que Él nos busca,<br />
él se hace el encontradizo, él sale a nuestro encuentro, se<br />
hace el invitado; a nosotros nos corresponde colocar todos<br />
los medios para percibir el paso de Dios, la disposición para<br />
dejar que él llegue a la vida y la cambie completamente.<br />
El encuentro auténtico con Jesús lleva al cambio de vida,<br />
pasar a vivir desde los valores del Evangelio, optar por<br />
tener en la vida los mismos sentimientos de Cristo.<br />
Dejemos que la Salvación de Dios llegue a nuestra<br />
vida en cada circunstancia y ayudemos para que nuestros<br />
hermanos sientan el deseo de salir de sí para dejarse<br />
encontrar por el Señor. Lo único que de verdad cambia<br />
la vida del hombre es cuando siente de verdad en su<br />
existencia el amor misericordioso de Dios.