11.11.2016 Views

selvas tropicales

1xhPDpUEW

1xhPDpUEW

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

En alguna ocasión posterior, el propio doctor Miranda<br />

me comentó que el profesor Miguel Álvarez del<br />

Toro (1917-1996), otro notable personaje de la biología<br />

tropical mexicana, se unió a su iniciativa con la propuesta<br />

de crear un zoológico en Chiapas. Y que, con relativamente<br />

pocos recursos, ambos lograron crear un<br />

zoológico, un jardín botánico y un museo de historia<br />

natural que en pocos años se convirtieron en instituciones<br />

de gran prestigio, aprecio local y nacional. De<br />

hecho, durante un tiempo estas instituciones estuvieron<br />

compartiendo los espacios que les dio el gobierno<br />

de Chiapas.<br />

En esa visita, el doctor Miranda llevó a nuestro grupo<br />

a conocer su jardín botánico, donde nos dio —en su<br />

forma habitual— informaciones detalladas sobre las<br />

plantas notables que él personalmente había colectado.<br />

Debo confesar que en esa época de mi vida mi interés<br />

por las plantas era bastante escaso. Sin embargo, no<br />

dejaba de impresionarme la sabiduría del doctor Miranda<br />

y en especial su sencillez. Se dirigía a nosotros<br />

—los estudiantes de la expedición— como si fuéramos<br />

botánicos calificados. Lo mismo sucedió en las excursiones<br />

que hicimos en su compañía a distintos ecosistemas<br />

en los alrededores de Tuxtla Gutiérrez para<br />

colectar hongos.<br />

Esta fue mi primera experiencia de visitar una selva,<br />

y lo hice con el privilegio de contar con un guía incomparable.<br />

Sin lugar a dudas, esta circunstancia hizo que<br />

valiera la pena todo este viaje. Sus explicaciones sobre<br />

las plantas y animales al caminar dentro de la selva se<br />

quedaron grabadas en mi mente.<br />

El doctor Miranda fundó el Instituto Botánico de Chiapas<br />

y vivió en ese estado durante muchos años. Tiempo<br />

después, me enteré de que regresaría a la UNAM para<br />

reintegrarse a la Facultad de Ciencias y al Instituto de<br />

Biología, de donde había salido con un permiso especial.<br />

Nunca supe en realidad cuál fue la razón por la que<br />

decidió regresar a la Ciudad de México a retomar sus<br />

clases y sus actividades en el Instituto de Biología, dejando<br />

atrás una gran obra. Supongo que una de las razones<br />

habrá sido el cambio de gobernador en 1952 y<br />

con ello, la cancelación del apoyo a estos importantes<br />

proyectos. Lo único que supe después fue que los terrenos<br />

colindantes con el jardín botánico prometidos para<br />

su ampliación fueron usados para la construcción de<br />

casas habitación.<br />

Años más tarde, en una entrevista que tuve en Chiapas<br />

con el maestro Miguel Álvarez del Toro (1917-1996), me<br />

contó que los puestos de director del jardín y del museo<br />

fueron congelados y sólo quedaron los de los jardineros y<br />

el del director del zoológico, a quien se le redujo el ya escaso<br />

presupuesto. Sin embargo, estas son sólo mis suposiciones,<br />

ya que nunca sabré con certidumbre lo que sucedió.<br />

Otra razón más optimista de su regreso a México<br />

fue la posibilidad de estudiar a fondo sus colectas de<br />

ejemplares de herbario y con ello generar más publicaciones<br />

sobre la flora y la vegetación de este importante<br />

estado tropical. Sin embargo, lo más importante<br />

de su retorno a la UNAM fue la posibilidad de fortalecer<br />

con su prestigio al muy débil Instituto de Biología<br />

y contribuir a la formación de biólogos en su cátedra<br />

de Botánica 3 en la facultad de Ciencias.<br />

Entrada del Jardín Botánico<br />

“Faustino Miranda”, Tuxtla<br />

Gutiérrez, Chiapas.<br />

26

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!