You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
arraigo y vigor de la ciencia en cinco tiempo<br />
contraparte histórica. Ambas son el soporte de un<br />
programa de investigación sobre el método. Con la<br />
publicación de la segunda edición de esta obra por el<br />
Fondo de Cultura Económica tenemos acceso a una<br />
investigación monumental que busca comprobar<br />
cinco tesis dialécticamente integradas:<br />
1) Que la ciencia es un factor de la historia, razón<br />
por la cual no podemos entender el desarrollo<br />
de las ideas y las realizaciones de la ciencia y de<br />
la tecnología si no conocemos la historia que las<br />
hizo posibles.<br />
2) Que la ciencia, además de ser un factor de la historia,<br />
es un componente esencial de la cultura,<br />
la cual no podríamos comprender cabalmente<br />
sin advertir que los procesos científicos están<br />
entrelazados y recíprocamente condicionados<br />
con situaciones económicas, políticas, sociales<br />
concretas, realidades que caracterizan a nuestra<br />
cultura contemporánea.<br />
3) Que el conocimiento de las tendencias, posibilidades<br />
y limitaciones de la historia de la ciencia<br />
puede contribuir a mejorar nuestras investigaciones<br />
debido a que las hipótesis son formuladas<br />
por continuidad, similitud, analogía o en contraposición<br />
con ideas del presente y el pasado.<br />
4) Que la historia de la ciencia desempeña un papel<br />
fundamental en el aprendizaje de las ciencias,<br />
pues nos previene contra el dogmatismo (“las<br />
cosas siempre han sido así”) al puntualizar que<br />
las conquistas del conocimiento son producto<br />
de procesos que implican correcciones, ampliaciones<br />
y mejoras del saber; no hay, por ende,<br />
verdades eternas.<br />
5) Que la ciencia en la historia de México comprende<br />
cinco momentos: la ciencia indígena,<br />
el contacto y la influencia mutua de culturas<br />
indígena-española, la introducción de la ciencia<br />
moderna, el motor de la reforma liberal y el desarrollo<br />
del positivismo, y, por último, el periodo<br />
posrevolucionario y contemporáneo.<br />
La praxis y las revoluciones antropológicas<br />
La ciencia en la historia de México muestra una<br />
gama de factores que pudieron dar surgimiento<br />
a la cultura humana, base material de la ciencia.<br />
En este contexto aborda los orígenes del hombre<br />
americano y conjetura cómo se habría dado el surgimiento<br />
de la escritura, la creación de los procedimientos<br />
de cálculo elemental y la construcción<br />
de los instrumentos y las herramientas. Sus interpretaciones<br />
corresponden obviamente al nivel de<br />
conocimientos de la época. Para dar cuenta de los<br />
datos arqueológicos se apoya en definiciones de arqueólogos<br />
de orientación marxista de las décadas<br />
de los treinta y cuarenta del siglo xx. Por ejemplo,<br />
usa el concepto revolución neolítica (del arqueólogo<br />
británico Gordon Childe, cuyo libro, Los orígenes<br />
de la civilización, fue traducido al español<br />
por el propio De Gortari en 1954 para el Fondo de<br />
Cultura Económica). La revolución neolítica sería<br />
el tránsito de la vida nómada a la vida sedentaria<br />
y comprendería el cambio de una economía recolectora<br />
(caza, pesca y recolección) a una economía<br />
productora (agricultura y ganadería). Con base en<br />
investigaciones de destacados antropólogos mexicanos,<br />
De Gortari hipotetiza cómo se habría dado<br />
la revolución urbana en América (otro término de<br />
Gordon Childe), que habría resultado, por un lado,<br />
de la acumulación laboriosa de un conjunto de conocimientos<br />
científicos (topológicos, geológicos,<br />
astronómicos, químicos, zoológicos y botánicos)<br />
y, por el otro, de experiencias en la agricultura y<br />
las artesanías.<br />
La escritura de los mayas<br />
y el español como lengua científica<br />
De Gortari da un paso más en el examen histórico<br />
al abordar la “ciencia indígena”. Expone los principales<br />
descubrimientos científicos de los mayas y<br />
puntualiza, por ejemplo, que el método de numeración,<br />
perfeccionado por los mayas, ofrece novedades<br />
únicas: “fue elaborado inicialmente por los olmecas<br />
de La Venta, esto es, un millar de años antes<br />
de que cualquier otro pueblo del mundo contara<br />
con un sistema análogo”. Destaca su exposición de<br />
la cultura maya, que incluye una explicación muy<br />
didáctica del cálculo aritmético de aquellos pueblos<br />
prehispánicos. Entre las hazañas científicas<br />
sobresalientes están el sistema vigesimal de numeración<br />
y su respectiva notación simbólica (utilizada<br />
en la astronomía y el comercio); la invención<br />
y uso del número cero (concebido ocho siglos antes<br />
de que los científicos de la India realizaran el<br />
mismo descubrimiento de manera independiente),<br />
así como la fabricación del papel (amatl), a base de<br />
fibras de la corteza de varios amates y, en algunos<br />
casos, de fibras de maguey, y el portentoso calendario<br />
anual derivado de agudas observaciones astronómicas.<br />
El análisis de la ciencia española inicia con<br />
una reflexión sobre los orígenes del castellano y<br />
su evolución. Al respecto De Gortari advierte: “el<br />
hecho de que la ciencia española fuera expresada<br />
precisamente en castellano es algo que la destaca<br />
peculiarmente dentro de su época”. Antes de<br />
ello, como es sabido, el latín era el idioma universal<br />
de la ciencia. “Por tanto, la adopción del<br />
español para la expresión culta fue fruto de una<br />
temprana madurez de la burguesía española y<br />
un síntoma de la integración de la nacionalidad,<br />
o sea, una característica distintiva de la modernidad<br />
[…] porque en el desarrollo histórico de la<br />
cultura, el hecho de servirse de la lengua popular<br />
para el trabajo científico es algo que representa<br />
una etapa más desarrollada.”<br />
El descubrimiento de América<br />
y la hispanidad<br />
Sobre el descubrimiento de América por los europeos,<br />
De Gortari se propone superar las descripciones<br />
anecdóticas, adentrándose en el análisis de<br />
las condiciones científicas y sociales que hicieron<br />
posible esa aventura. Astronomía, tecnología, y<br />
desde luego, matemáticas, fueron los puntales de<br />
un evento que cambió el rumbo de la humanidad.<br />
La ciencia en la historia<br />
de México muestra una<br />
gama de factores que<br />
pudieron dar surgimiento<br />
a la cultura humana, base<br />
material de la ciencia. En<br />
este contexto aborda los<br />
orígenes del hombre<br />
americano y conjetura<br />
cómo se habría dado el<br />
surgimiento de la<br />
escritura, la creación de<br />
los procedimientos de<br />
cálculo elemental y la<br />
construcción de los<br />
instrumentos y las<br />
herramientas.<br />
Igualmente, examina las consecuencias inmediatas<br />
de todo ello: el conjunto de los viajes de exploración<br />
“aportó el conocimiento irrefutable de que<br />
nuestro planeta es un cuerpo aislado, que puede<br />
recorrerse en todas direcciones en un mismo sentido<br />
acabando por regresar al punto de partida y,<br />
que, por consiguiente, no se encuentra sumergido<br />
ni tampoco está sostenido, como lo representaban<br />
las creencias antiguas”.<br />
En cuanto al periodo de la Colonia, De Gortari<br />
subraya la influencia recíproca de las culturas.<br />
Por lo que hace al continente europeo, resalta la<br />
incorporación de los saberes del medio oriente y,<br />
por lo que hace a la Nueva España, destaca el influjo<br />
recíproco de los saberes indígenas y españoles<br />
que se dio en muchos terrenos, englobando los<br />
conocimientos agrícolas, botánicos y de medicina,<br />
además de las palabras de origen indígena. Describe<br />
el nacimiento de diversas instituciones educativas,<br />
como el Real y Primitivo Colegio de San<br />
Nicolás Obispo, fundado por Vasco de Quiroga en<br />
Pátzcuaro en 1540, la institución de enseñanza superior<br />
más antigua del continente americano. Ninguna<br />
organización permanece indiferente al cambio<br />
y es por ello que las instituciones educativas<br />
fueron progresivamente recibiendo la influencia<br />
de la modernidad.<br />
La historia poscolonial es dividida por De Gortari<br />
en tres etapas. La primera es efecto de la filosofía<br />
y de la ciencia de los siglos xvi y xvii, con dos<br />
características que se prolongan hasta los inicios<br />
del siglo xix: independencia de la teología y una<br />
concepción del universo apoyada en bases comprobables<br />
por medio del experimento y el desarrollo<br />
de explicaciones racionales de los procesos.<br />
La segunda etapa abarca acontecimientos como<br />
la Revolución francesa y la Revolución industrial,<br />
dando pie al caudal influyente del positivismo en<br />
México. La tercera etapa corresponde a la era posrevolucionaria<br />
y llega hasta la segunda mitad del<br />
siglo xx.<br />
La Guerra de Reforma<br />
y la Revolución mexicana<br />
De Gortari recalca que México “fue el único país<br />
de la América española donde los separatistas<br />
criollos no pudieron evitar la participación de los<br />
campesinos indígenas, mestizos y mulatos en la<br />
lucha por la independencia nacional”. Con la Reforma<br />
liberal se abre un capítulo novedoso de la<br />
historia de la ciencia y de la sociedad mexicana.<br />
De Gortari había estudiado esta etapa en La ciencia<br />
en la Reforma (1957), escrita en ocasión del<br />
centenario de la Constitución de 1857. En aquella<br />
etapa cambió el carácter de la investigación con<br />
enfoques científicos que sustituyeron los muros<br />
de la escolástica. La culminación se alcanzará con<br />
el positivismo mexicano. En cuanto a esto, De Gortari<br />
distingue dos momentos: uno de ascenso positivista<br />
luminoso, bajo el impulso del movimiento<br />
de Reforma, y otro de esclerosis científica y educativa,<br />
de caída en la especulación idealista, durante<br />
la época del dictador Díaz.<br />
Para examinar la etapa posrevolucionaria y contemporánea,<br />
De Gortari se apega a los lineamientos<br />
del historiador comunista irlandés John D. Bernal<br />
(cuyos libros, La ciencia en la historia y La ciencia<br />
en nuestro tiempo, editados en 1959 y 1960,<br />
fueron traducidos por el propio De Gortari). Entre<br />
otras tesis, De Gortari defiende la posición de que<br />
un Estado nacionalista y popular es el mejor incentivo<br />
para la ciencia, la educación y la cultura. Según<br />
este enfoque, la confianza que los campesinos y los<br />
trabajadores industriales pusieron en sus propias<br />
obras para construir un México independiente, mejor<br />
y más equitativo, se comunica a los científicos,<br />
al tiempo que los gobiernos revolucionarios harían<br />
esfuerzos por llevar la enseñanza elemental a las<br />
comunidades menos desarrolladas y abrían las<br />
puertas de las universidades a los jóvenes de escasos<br />
recursos.<br />
Problemas de la historia<br />
de la ciencia en México<br />
Un primer problema de la historia de la ciencia en<br />
México es el material mismo del estudio. Según De<br />
Gortari, desde la época en que los antiguos mexicanos<br />
quedaron sometidos al colonialismo español<br />
las contribuciones nacionales a la ciencia han<br />
sido muy escasas y muy poco conocidas en otras<br />
latitudes. Un segundo problema es el enfoque de<br />
la selección e interpretación de los datos históricos.<br />
Después de La estructura de las revoluciones<br />
científicas de Thomas S. Kuhn (fce, 1ª ed., 1971)<br />
sería ingenuo suponer la posibilidad de una reconstrucción<br />
histórica “neutral” de la ciencia. De<br />
Gortari realizó la suya con base en modelos derivados<br />
de cierta orientación marxista. Pero eso<br />
sólo delimita su enfoque, no lo hace mejor ni peor<br />
que otros puntos de vista.<br />
Ciertamente, su perspectiva supone que el conocimiento<br />
científico tiene una continuidad lineal,<br />
sin rupturas, ya que lo define como orientado<br />
por una dialéctica en la que cada innovación está<br />
vinculada de manera orgánica a ideas previas. Un<br />
tercer problema es la definición misma de su objeto<br />
de investigación que deja de lado los mitos,<br />
la magia y la religión, que por mucho tiempo se<br />
combinaron con las ideas científicas. Por último,<br />
aunque es inevitable que las obras históricas envejezcan,<br />
La ciencia en la historia de México es<br />
un conjunto de puntos de partida que permiten<br />
renovadas interpretaciones. Apuntemos uno: en<br />
la actualidad contamos con abundantes conocimientos<br />
derivados de las neurociencias, los cuales<br />
permiten replantear muchos indicios y datos de la<br />
evolución del saber y de la formación de las organizaciones<br />
sociales. Como sea, el libro escrito por<br />
Eli de Gortari es un capítulo del materialismo dialéctico<br />
en México y eso tiene un valor histórico en<br />
sí mismo. •<br />
10 la gaceta enero de 2017