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sabores

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NOTICIAS<br />

17<br />

Hoy que la cocina peruana empieza a<br />

brillar sabemos que la base de su éxito<br />

está en sus ingredientes y tradiciones.<br />

Sin embargo, los responsables<br />

cotidianos de realzarla son los<br />

cocineros.<br />

Para comenzar este ciclo de<br />

entrevistas a chefs peruanos<br />

escogimos a Luis Arévalo. Nombre<br />

extraño para la mayoría de no<br />

iniciados pero muy conocido entre los<br />

interesados en el proceso culinario<br />

peruano. Maneja la cocina del<br />

muy prestigioso restaurante Nkkei<br />

225 en Madrid. Su testimonio de<br />

perseverancia es ejemplar.<br />

Nació un 13 de octubre de “hace<br />

algunos años” en Iquitos, en la<br />

selva peruana. Acabando el colegio<br />

empezó la carrera de Ingeniería<br />

Agronómica, la cual abandonó.<br />

Posteriormente, ingresó a la Facultad<br />

de Administración de Empresas,<br />

estudios que también dejó.<br />

Partió a Lima a buscar su camino.<br />

Una vez allí hizo de todo para poder<br />

subsistir y a la vez buscaba su<br />

verdadera vocación. Servía copas<br />

en algún lugar por las noches, hizo<br />

de asistente en alguna productora<br />

de cine y televisión, fue pintor de<br />

brocha gorda. El destino lo llevó<br />

al restaurante Sushi Ito, en donde<br />

empezó su nueva historia.<br />

Cuando estaba en pleno proceso<br />

de aprendizaje, se le presentó la<br />

oportunidad de viajar a Santiago<br />

de Chile, donde formó parte del<br />

equipo de los restaurantes Sakura.<br />

Años después dio el salto a Europa,<br />

haciéndose cargo durante unos meses<br />

de una pequeña barra de sushi en la<br />

Estación Central de Zúrich (Suiza).<br />

Su siguiente parada fue Madrid, en<br />

donde se integró al grupo Kabuki<br />

apenas llegó. Cuatro años después<br />

se le presenta la oportunidad de<br />

dirigir una cocina: la del 19 Sushi Bar.<br />

Seis meses después, y con la misma<br />

empresa, abrieron el 99 Sushi Bar<br />

de Ponzano y un año después el 99<br />

Sushi Bar de Hermosilla. Un año más<br />

tarde se embarca en un proyecto más<br />

personal, en el que pudo desarrollar<br />

su cocina con total libertad.<br />

¿Cuándo decidiste que te dedicarías a<br />

la cocina?<br />

Sucedió por mera casualidad. Con dos<br />

carreras profesionales abandonadas a<br />

la mitad y sin tener realmente claro lo<br />

que quería hacer con mi vida, llegué a<br />

trabajar al Sushi Ito como bartender.<br />

Al cabo de unos meses de estar allí y<br />

gracias a que tenía la oportunidad de<br />

observar el trabajo de los maestros<br />

de sushi, pude un día ayudar cuando<br />

el local estaba lleno y el equipo no<br />

se daba abasto. Hacer un primer<br />

california roll fue como encontrar la<br />

llave de esa puerta que no sabía cómo<br />

abrir, la de mi futuro. Fue así, de una<br />

forma tan sencilla. Sin embargo para<br />

mí aquel episodio significa tanto,<br />

me cambió totalmente la vida. Me di<br />

cuenta de que a través de la cocina<br />

era capaz de transmitir emociones,<br />

situaciones, contar historias. Creo<br />

que fue el momento más importante<br />

de mi vida. Pero también tuvieron<br />

mucho que ver los responsables<br />

del restaurante. Ellos me dieron la<br />

oportunidad, me apoyaron y tuve<br />

todas las facilidades para aprender.<br />

¿Qué platos de tu infancia recuerdas<br />

que ya no son tan comunes? ¿A qué<br />

restaurantes ibas?<br />

Viví hasta los 24 años en Iquitos.<br />

Las vacaciones del verano siempre<br />

las pasaba en Lima. Entenderás que<br />

todos mis recuerdos de infancia me<br />

llevan a la selva. Tengo grabadas en la<br />

memoria esas tardes de compras en<br />

el mercado con la abuela, comiendo<br />

pescadito asado con tacacho. Añoro<br />

www.<strong>sabores</strong>.com<br />

SABORES

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