Revista Nana #05
Epidural, una ventaja frente a muchos inconvenientes. Cesárea ¿Sí o no?. El síndrome del tercer día. Grupos de apoyo a la lactancia en las Islas Canarias. Colecho a demanda. Prohibido no disfrutar del verano. Porteo, mucho más que una manera de transportar al bebé. Pasar todo un verano en pareja y no morir en el intento. Recomendaciones y sugerencias de lectura.
Epidural, una ventaja frente a muchos inconvenientes. Cesárea ¿Sí o no?. El síndrome del tercer día. Grupos de apoyo a la lactancia en las Islas Canarias. Colecho a demanda. Prohibido no disfrutar del verano. Porteo, mucho más que una manera de transportar al bebé. Pasar todo un verano en pareja y no morir en el intento. Recomendaciones y sugerencias de lectura.
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Prohibido no<br />
disfrutar<br />
del verano<br />
Con tu bebé<br />
Colecho<br />
a demanda<br />
Buen descanso<br />
para toda la familia<br />
nro.5<br />
julio/agosto<br />
2015<br />
Epidural<br />
Una ventaja<br />
frente a muchos<br />
inconvenientes
Vive<br />
LA EXPERIENCIA<br />
MATERNITY<br />
Atesora<br />
EL RECUERDO<br />
NEWBORN<br />
BABIES&KIDS<br />
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618 39 23 05<br />
www.sara-acosta.com
Sumario<br />
página<br />
05<br />
página<br />
08<br />
página<br />
12<br />
página<br />
16<br />
página<br />
18<br />
Epidural<br />
Una ventaja frente<br />
a muchos inconvenientes<br />
Cesárea ¿Si o no?<br />
Preocupación a nivel mundial por el<br />
incremento de cesáreas<br />
El síndrome del tercer día<br />
Maternity blues o la tristeza de la<br />
maternidad<br />
Grupos de apoyo<br />
a la lactancia materna<br />
Islas Canarias<br />
Colecho a demanda<br />
Buen descanso para toda la familia<br />
página<br />
22<br />
página<br />
24<br />
Prohibido no<br />
disfrutar del verano<br />
Recomendaciones<br />
Porteo<br />
Mucho más que<br />
una manera de transportar al bebé<br />
página<br />
28<br />
página<br />
30<br />
Pasar todo un<br />
verano en pareja<br />
y no morir en el intento<br />
Recomendaciones<br />
Sugerencias de lectura
Editorial<br />
Editorial<br />
ivana@revistanana.com<br />
605 54 11 21<br />
Dirección Comercial<br />
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Colaboran<br />
Esta edición nos damos el lujo<br />
de presumir de portada con está<br />
mágica foto de Sara Acosta,<br />
gracias ♥<br />
Es una producción de<br />
koloryforma.com<br />
Impresión: Litografía Solano<br />
Depósito legal GC 1012-2014<br />
<strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong> no se hace responsable de la opinión de<br />
sus colaboradores.<br />
www.revistanana.com<br />
<strong>Nana</strong> fue creada para compartir información, generar<br />
inquietud, invitarte a reflexionar, averiguar, comentar...<br />
En este número veraniego seguimos sumergiéndonos en<br />
temas polémicos como la epidural o la cesárea, siempre<br />
con una mirada crítica, consciente y respetuosa.<br />
Pero tambien queremos que saborees lo bueno del<br />
verano. Y cuando decimos verano es inevitable pensar en<br />
vacaciones, casi como si fueran sinónimos. Vacaciones<br />
es el plural de vacación, un termino que procede del<br />
latín vacatio y que hace referencia al descanso de una<br />
actividad habitual. Para algunos serán días relajados, tal<br />
vez algún viaje, visitas, a otros se les trastocará la rutina.<br />
Si tenemos hijos en edad escolar deberemos reorganizar<br />
la agenda familiar y probablemente pasemos más tiempo<br />
con nuestros hijos y nuestra pareja. En este número<br />
encontrarás algunos consejos para sacarle provecho.<br />
Si le preguntas a tu hijo, probablemente lo que más<br />
quiera será jugar contigo. Y si tú tomas aire, te calmas<br />
y te concentras nada más que en el juego, te aseguro<br />
que al cabo de unos días practicando esta actividad te<br />
sentirás de vacaciones.<br />
Vivimos en un escenario privilegiado para regalarnos<br />
y regalarles a nuestros hijos baños de sol y mar y<br />
atardeceres en la playa. Te acercamos algunos consejos<br />
para hacerlo adecuadamente si tienes un bebé.<br />
¡Feliz lectura y feliz verano!<br />
Gracias por acompañarnos
Epidural<br />
Una ventaja frente a muchos inconvenientes<br />
Hace mucho tiempo, en los primeros<br />
años de la década de los 80, viviendo en<br />
Euskadi, me iniciaron en la asistencia de<br />
partos domiciliarios. Sí, digo me iniciaron<br />
porque entré en ese mundo casi de puntillas,<br />
requerida por mis amigos Elena y<br />
Santi, que se empeñaron en parir conmigo<br />
y en su casa. Nada menos que después de<br />
un anterior parto domiciliario con resultado<br />
de muerte neonatal. Un reto por el que<br />
les estaré agradecida de por vida.<br />
Nunca fui demasiado intervencionista,<br />
pero tampoco tenía muy desarrollado un<br />
criterio propio acerca de cómo ejercer mi<br />
profesión. Había recibido una buena formación<br />
ortodoxa y un ejercicio profesional<br />
de tres años aproximadamente. Y me<br />
dejé llevar. Ellos me enseñaron a no hacer<br />
nada... aunque yo, con toda mi buena<br />
voluntad y todo mi bagaje académico, le<br />
propiné una episiotomía que todavía me<br />
duele. No obstante quedaron satisfechos y,<br />
después del nacimiento de José les atendí<br />
también el de Luna.<br />
Desde entonces quedé deslumbrada por la<br />
naturaleza de los partos, y enganchada a<br />
la no intervención.<br />
Después de José, y antes y después de<br />
Luna, hubo muchos más...<br />
A su vez, en esos años, llena de sana inquietud,<br />
comencé a acudir a las Jornadas<br />
de Châteauroux, organizadas por aquel<br />
hombre tan pintoresco, sabio, pasional,<br />
luchador, generoso y entrañable que fue<br />
Max Ploquin (obstetra francés quien promovió<br />
toda su vida el respeto a las madres,<br />
a los bebés y a los padres durante el<br />
nacimiento; hasta su muerte, en 2012). Y<br />
fue en Châteauroux, a comienzos de la década<br />
de los 80, precisamente, cuando comencé<br />
a oír hablar de la anestesia epidural<br />
para los partos.<br />
En estas Jornadas se juntaban muchas personalidades<br />
del parto natural a nivel mundial,<br />
la traducción simultánea era a cinco<br />
o seis idiomas, y los debates y exposiciones<br />
muy interesantes. Estar allí era un privilegio<br />
bastante asequible a cualquier<br />
bolsillo.<br />
Sin entender demasiado de qué se hablaba,<br />
me quedé con una frase que decía Max<br />
Ploquin sobre las epidurales: “La anestesia<br />
epidural en el parto es el primer eslabón<br />
de una cadena de intervenciones”.<br />
“La anestesia epidural en el parto<br />
es el primer eslabón de una<br />
cadena de intervenciones”<br />
MAX PLOQUIN<br />
Mucho he pensado, aunque el cerebro<br />
hace tiempo que me arde, si atreverme a<br />
acometer la tarea de lanzar el tema a debate,<br />
de ponerlo en cuestión y de encontrarle<br />
a este asunto su justo lugar. Y por fin<br />
he decidido sacar el valor de la trastienda,<br />
desempolvarlo y poner a bailar a las<br />
epidurales.<br />
He de confesar que me gusta leer, pero<br />
me traiciona la memoria y fácilmente olvido<br />
los datos. De cualquier manera, todos<br />
sabemos cómo se manipulan los mismos,<br />
de tal forma que nos pueden servir para<br />
apoyar una tesis o la contraria, dependiendo<br />
de quién o para quién se interprete y,<br />
además tampoco se nos esconde que hay<br />
datos para todo. Por eso voy a ser un poco<br />
más atrevida y voy a hablar de mi experiencia<br />
y mis conclusiones.<br />
Mi tesis es que, un parto con epidural, no<br />
es un parto normal porque es un parto<br />
intervenido.<br />
Parto<br />
<strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong> •<br />
5
Parto<br />
Lo primero que constato<br />
es que, efectivamente exige, de entrada,<br />
monitorización constante y vía intravenosa.<br />
Y en el transcurso de la dilatación, es<br />
bastante probable que se precise también<br />
administrar oxitocina sintética y controlar<br />
cambios posturales. En el expulsivo, es muy<br />
frecuente que los pujos deban ser dirigidos<br />
y que el parto se instrumentalice (hacer<br />
uso de elementos externos para sacar al<br />
bebé del canal del parto como fórceps, espátulas<br />
o ventosa). En estas circunstancias<br />
es habitual la aparición de fiebre durante<br />
el proceso del parto, con la consecuente<br />
taquicardia fetal, que aumenta la posibilidad<br />
de tener que administrar antibióticos a<br />
la madre y pinchar al bebé para ver que sus<br />
analíticas sean normales.<br />
También es usual que se altere la postura<br />
fetal, concretamente, en lugar de nacer<br />
con la barbilla pegada al pecho y la parte<br />
delantera mirando hacia la espalda de la<br />
madre (posición fetal correcta), los bebés<br />
se colocan con el cuello estirado y mirando<br />
hacia la parte delantera de su madre, lo<br />
cual dificulta bastante la bajada, retrasándola<br />
en el mejor de los casos.<br />
Estas son sólo consecuencias<br />
en el aspecto mecánico,<br />
al que habría que<br />
sumar un capítulo sobre<br />
los efectos secundarios, y<br />
otro sobre los desajustes<br />
hormonales que provoca<br />
el uso de anestesia epidural<br />
en el parto. Me limito<br />
aquí a comentar los<br />
efectos en la marcha del<br />
parto en sí mismo, lo que<br />
ve a simple vista alguien<br />
mínimamente observador.<br />
Pero lo que no puedo omitir<br />
es el des-empoderamiento<br />
creciente de las mujeres.<br />
Las parturientas se ausentan<br />
de su propio parto, perdiéndose<br />
el privilegio exclusivamente femenino<br />
de ser agentes activos de la maravillosa<br />
experiencia corporal y espiritual<br />
de ser dadoras de vida.<br />
Ahora se conduce, se pilota su proceso y<br />
vuelve a ser otro el que sabe, otro el que<br />
dirige, otro el que ostenta el poder. Si seguimos<br />
en esta línea, ese momento sagrado<br />
en que una mujer corona el rito iniciático<br />
de convertirse en madre puede pasar<br />
a la historia.<br />
¡Qué sutil y... qué fácil! vendiendo la moto<br />
de quitar el dolor. Lógico, el dolor no nos<br />
gusta nada. Ni el físico, ni el psíquico, ni<br />
el afectivo, ni el espiritual... Pero el dolor,<br />
por ser dolor, no es malo. El dolor, por ser<br />
dolor, no es inútil. El dolor, en muchos de<br />
nuestros procesos, tiene su papel que va<br />
mucho más allá de molestarnos. El dolor<br />
nos avisa que estamos de parto- Eso está<br />
bien, pero claro, una vez avisadas, ¿para<br />
qué queremos más dolor?.<br />
Viendo a las mujeres parir con epidural he<br />
querido ir más allá buscándole sentido a<br />
ese dolor.<br />
El parto, desde el más doloroso al más llevadero,<br />
mueve tantas energías en todas<br />
nuestras estructuras que nos deja exhaus-<br />
6 • • <strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong> <strong>Nana</strong>
tas. De hecho, la mayoría de las mujeres<br />
cuando se ponen la epidural, si no se realiza<br />
demasiado precozmente, lo primero<br />
que hacen es quedarse profundamente<br />
dormidas un largo rato, quietecitas, desconectadas,<br />
evadidas, ausentes... ¡ah, y<br />
calladas!<br />
Entretanto hay un bebé, sin epidural,<br />
que sigue experimentando contracciones.<br />
Antes, había también un movimiento<br />
materno que las acompasaba y le guiaba<br />
en la bajada. Como los movimientos<br />
de la Madre Tierra de rotación y traslación,<br />
como las mareas y la luna, como<br />
todo lo que vive. Había una pareja, madre<br />
e hijo, trabajando al unísono para reinventarse<br />
como dos nuevos seres. Pero de<br />
pronto, ¡avería!. Algo se funde, se desconecta<br />
y hay un movimiento que deja de<br />
producirse, o que parece estar dirigido<br />
por una fuerza extraña, exterior, que más<br />
que acompasar, desentona. Como si a una<br />
peonza, mientras rota, se le impidiera la<br />
traslación... las probabilidades de que su<br />
danza termine en desastre son muchas ¿Y<br />
si la Tierra se olvidase de su movimiento<br />
de traslación?... No debería sorprender que<br />
los bebés se coloquen en forma errónea.<br />
La sabiduría de la mujer-naturaleza en su<br />
parto integra también el dolor. El dolor genera<br />
movimiento por muy agotada que se<br />
esté. Entonces el dolor es una energía universal<br />
que mantiene a la madre alerta y en<br />
movimiento. Las endorfinas se encargan<br />
de hacer de moderadoras.<br />
No quiero terminar mi comunicación sin<br />
manifestar que las epidurales son buenas.<br />
Como también son buenas las cesáreas,<br />
los fórceps, las espátulas y las ventosas.<br />
Como también lo son las inducciones y las<br />
episiotomías. Es decir: exactamente en su<br />
justa medida.<br />
¿Y ahora? Una vez que se ha convencido a<br />
la población de que la epidural es la gran<br />
panacea del parto, maravilla de la ciencia,<br />
completamente inocua y a la que se accede<br />
por derecho ¿qué hacer?<br />
Para empezar, ayudar a tomar conciencia<br />
a la población en general y a las mujeres<br />
en particular de que, como todo en medicina,<br />
perseguimos una gran ventaja a costa<br />
de una serie de inconvenientes; perder<br />
el miedo a hablar, claramente y al alcance<br />
de todos, de las consecuencias que existen<br />
a distintos niveles.<br />
Los profesionales encargados de la atención<br />
al parto deberíamos hacer un curso<br />
acelerado de “Una ventaja frente a muchos<br />
inconvenientes” y ser un canal de información<br />
veraz para que la mujer tenga<br />
los conocimientos necesarios para tomar<br />
sus decisiones totalmente consciente.<br />
Las embarazadas deben saber que después<br />
de cinco-seis centímetros, normalmente<br />
queda poco. Que pueden parir, que<br />
el dolor tiene un sentido. Que pueden pedir<br />
la epidural en el momento que deseen<br />
(aunque incordie al anestesista). Que lleguen<br />
hasta donde lleguen, deben contar<br />
con el apoyo de quien acompañe su parto.<br />
Que el respeto y el ánimo que les transmitan<br />
en ese momento aportará mucho al<br />
buen desarrollo del proceso. Cuando sientan<br />
que realmente no pueden aguantar<br />
más, probablemente ya esté muy cerca el<br />
momento del expulsivo, y eso, en muchos<br />
casos, es suficiente estímulo para no usar<br />
la epidural.<br />
Yo, como comadrona asistencial, estaré<br />
siempre agradecida y disfrutaré del regalo<br />
que se me ofrece de participar en el nacimiento<br />
de un nuevo ser y poder darle la<br />
bienvenida al mundo, y te felicitaré de corazón<br />
por haber llegado al punto que hayas<br />
llegado•<br />
Pilar de Armas Díaz<br />
Matrona<br />
Parto<br />
<strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong> • •<br />
77
Parto<br />
Cesárea<br />
¿Sí o no?<br />
La cesárea es la intervención quirúrgica<br />
mediante la cual se realiza la extracción<br />
de un niño a través de una incisión en la<br />
pared uterina o matriz.<br />
La cesárea surge como alternativa segura,<br />
frente a procedimientos más peligrosos,<br />
en casos de desproporción entre la cabeza<br />
del niño y la pelvis de la madre, es decir,<br />
cuando la mujer llega a los 10 centímetros<br />
de dilatación pero la cabeza del bebé no<br />
desciende con los pujos. Esto contribuyó,<br />
en un primer momento, a disminuir la<br />
morbimortalidad materna y perinatal (la<br />
tasa de cesáreas por desproporción, a<br />
nivel mundial, es de aproximadamente un<br />
6%-9%).<br />
Sin embargo, en la actualidad nos encontramos<br />
ante un aumento progresivo del<br />
número de cesáreas, sin que se haya<br />
relacionado con mejores resultados en los<br />
niños o en las madres.<br />
La tasa óptima de cesárea<br />
será aquella que combine<br />
los mejores resultados para la<br />
madre y para el niño con la<br />
menor intervención posible<br />
En algunos países se publican cifras de<br />
hasta el 45% (como en Brazil). En España,<br />
según el Instituto Nacional de Estadística<br />
para el 2010, la tasa de cesárea global en<br />
los hospitales públicos españoles fue del<br />
27,2% y en privados estas cifras superaban<br />
el 45% ¿Y estas cifras son elevadas?<br />
Para contestar a esta pregunta nos tenemos<br />
que trasladar hasta 1985, año en el<br />
que la Organización Mundial de la Salud<br />
(OMS) publica “no existe justificación para<br />
que la tasa de cesárea supere el 10-15%”.<br />
En la actualidad se afirma que no es posible<br />
hablar de una tasa ideal de cesáreas,<br />
puesto que las características de la población<br />
y los medios son diferentes en los<br />
distintos centros y países. La tasa óptima<br />
de cesáreas será aquella que combine los<br />
mejores resultados para la madre y para<br />
el niño con la menor intervención posible.<br />
Teniendo en cuenta, que una tasa superior<br />
al 10 o al 15% no se ha relacionado con<br />
una disminución de la mortalidad.<br />
Este incremento, ha provocado la preocupación<br />
en las distintas Sociedades<br />
Científicas y Organismos como la OMS,<br />
que han intentado averiguar las causas y<br />
desarrollar estrategias que ayuden al<br />
control.<br />
Los motivos por los que han aumentado la<br />
tasa de cesárea en los últimos años<br />
podrían estar relacionados con prácticas<br />
clínicas que algunos obstetras han ido<br />
adoptado, ignorando las recomendaciones<br />
de las sociedades científicas, como el no<br />
intentar un parto vaginal si la mujer tiene<br />
antecedentes de cesárea en el anterior<br />
embarazo o la realización de esta<br />
intervención a todas las gestantes con<br />
niños de nalgas.<br />
Otras razones que explicarían este<br />
incremento están relacionados al aumento<br />
de factores de riesgo como: el elevado<br />
número de primeros embarazos en<br />
mujeres con una edad superior a 35 años,<br />
la obesidad, los embarazos gemelares, las<br />
técnicas de reproducción asistida, etc.<br />
Sin embargo, uno de los motivos que más<br />
está influyendo en la actualidad, es la<br />
petición por parte de la madre, debido a la<br />
creencia de que este tipo de intervención<br />
es igual de segura que el parto vaginal.<br />
La cesárea, a pesar de su alta seguridad,<br />
no está exenta de complicaciones.<br />
8 • <strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong>
Parto<br />
Al comparar la vía de parto vaginal con la<br />
cesárea, se encuentra que esta última está<br />
asociada a un aumento de morbilidad y<br />
mortalidad tanto para la madre como<br />
para el niño.<br />
Un niño al nacer por vía abdominal, tiene<br />
riesgo de sufrir un corte accidental con<br />
bisturí durante la apertura del útero,<br />
mayor incidencia de dificultad respiratoria<br />
(se adaptan peor al exterior), especialmente<br />
en niños prematuros, mayor frecuencia<br />
de ingresos en las Unidades de Cuidados<br />
Intensivos Neonatales y por tanto mayor<br />
estancia hospitalaria.<br />
En la madre, se observa un aumento de la<br />
mortalidad seis veces superior a la<br />
acontecida tras el parto vaginal. Aunque<br />
en los casos de cesárea programada<br />
dicho incremento se reduce, sigue siendo<br />
superior, multiplicando el riesgo por tres.<br />
Por tanto, la cesárea en comparación al<br />
parto vaginal, presenta un mayor riesgo<br />
de hemorragia y necesidad de transfusión,<br />
mayor riesgo de lesión de órganos vecinos,<br />
mayor riesgo de infección y complicaciones<br />
anestésicas, mayor estancia hospitalaria<br />
y puerperios más dolorosos que incluso<br />
pueden interferir con la lactancia materna<br />
y mayor riesgo de complicaciones en<br />
futuras gestaciones.<br />
A pesar de lo comentado en el punto<br />
anterior, hay que tener en cuenta que<br />
muchas mujeres y niños se beneficiarán de<br />
una cesárea. Pero siempre que se indique<br />
debe ser por motivos médicos de la madre<br />
o del niño y nunca por conveniencia del<br />
médico o de la gestante.<br />
La cesárea es una operación quirúrgica,<br />
por lo tanto como tal se realizará en un<br />
quirófano. En el Complejo Hospitalario<br />
Universitario Insular Materno-Infantil de<br />
Gran Canaria, el personal implicado en el<br />
procedimiento de la cesárea son: dos<br />
ginecólogos, encargados de realizar la<br />
cirugía y la extracción del niño, un<br />
anestesista, de dos a tres enfermeros, una<br />
auxiliar y el equipo de neonatología<br />
encargados de atender al recién nacido.<br />
Piel con piel en las cesáreas<br />
El postparto inmediato es un periodo<br />
sensible de gran importancia para el<br />
desarrollo del vínculo Madre-Recién<br />
Nacido. El contacto piel con piel durante<br />
este tiempo ofrece una serie de ventajas<br />
tanto para el niño como para la madre.<br />
En el niño facilita el reconocimiento<br />
temprano del olor materno importante<br />
para el vínculo con la madre y el inicio de<br />
la lactancia, se recupera más rápidamente<br />
del estrés del parto, normaliza antes su<br />
temperatura y otros parámetros como la<br />
glucemia (azúcar en sangre). En la madre<br />
disminuye el tamaño uterino (matriz) más<br />
precozmente y aumenta la duración de la<br />
lactancia.<br />
<strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong> •<br />
9
Parto<br />
En muchos centros se fomenta el contacto<br />
piel con piel de la madre con el niño<br />
durante la cesárea y que un acompañante<br />
pueda permanecer al lado de la madre<br />
durante toda la intervención. En la actualidad,<br />
en los quirófanos del Complejo<br />
Hospitalario Universitario Insular Materno<br />
Infantil no se lleva a cabo esta iniciativa.<br />
Sin embargo, existe habilitada una zona<br />
donde las parejas que lo deseen, si no<br />
existe contraindicación, pueden permanecer<br />
en contacto piel con piel con el recién<br />
nacido•<br />
Luisa Gutierrez García<br />
Ginecóloga<br />
Un poco de historia<br />
Hay varias teorías que podrían explicar<br />
de dónde procede la palabra CESÁREA:<br />
1 Caedere o Scaedere, palabra del origen latino que significa cortar.<br />
2 La “Lex Regia” de Numa Pompilius (siglo VIII AC) que impedía enterrar a la mujer<br />
muerta embarazada sin haber sacado previamente al niño por una incisión en el abdomen<br />
y en el útero o matriz. Denominada como ”Lex caesarea”.<br />
3 Los escritos de Plinio, historiador de la antigüedad, aseguraba que el primero de los<br />
Césares nació por vía abdominal.<br />
Existen diversas creencias alrededor de la cesárea: antes de 1500, el Islam se oponía a<br />
este tipo de procedimiento y señalaba que cualquier niño nacido por este método era<br />
descendiente del demonio y debía ser sacrificado, la iglesia cristiana estaba a favor<br />
de la operación, en el Talmud (obra que recoge principalmente las discusiones rabínicas<br />
sobre leyes judías, tradiciones, costumbres, narraciones y dichos, parábolas, historias<br />
y leyendas), se relata el nacimiento de Indra y se detalla cómo se negó a nacer por<br />
vía natural, existe la creencia de que Buda nació del costado de su madre, se dice que<br />
Brahmá (Dios creador hinduista) emergió a través del ombligo materno.<br />
Adentrándonos en cómo ha evolucionado la cesárea, cabe destacar que la primera referencia<br />
histórica a la realización de una cesárea en una mujer viva corresponde a la<br />
practicada por Nufer en 1500, un castrador de cerdos, que le hizo una cesárea a su mujer<br />
por un parto prolongado. Empleó una navaja de rasurar y el niño nació vivo.<br />
En 1582, Rousset publica un libro en el que por primera vez apoya el uso de esta operación<br />
en mujeres vivas. Sin embargo autores como Paré, un cirujano francés, no aceptaba<br />
la utilización de esta operación en mujeres vivas.<br />
Durante esta época no había anestesia; la incisión solía hacerse lateralmente en el abdomen<br />
para proteger a la vejiga de la orina. Por tanto, el niño se extraía por el costado<br />
de la madre. Solía hacerse una incisión longitudinal en el útero que se dejaba abierto.<br />
Rousset, aconsejaba en ese momento colocar una infusión de hierbas y una cánula<br />
para la salida de los loquios hacia la vagina, dado que la causa de la muerte principal<br />
era la infección. Aunque no se cerraba el útero, la incisión abdominal se aproximaba<br />
con algunos puntos y un empasto pegajoso.<br />
La mortalidad era el problema fundamental, en Gran Bretaña e Irlanda en 1865 oscilaba<br />
entorno al 85%. Sin embargo, las medidas claves en la reducción de la mortalidad<br />
fueron la aplicación de los principios de la asepsia, la introducción de la sutura uterina,<br />
el cambio del tipo de incisión o corte en el útero o matriz a transversal baja, los avances<br />
en la anestesia, la transfusión de sangre y el uso de antibióticos•<br />
10 • <strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong>
“...donde las mujeres encuentran<br />
escucha activa, cariño, armonía, paz,<br />
tranquilidad y pueden dar rienda suelta<br />
a sus emociones...”<br />
EN JULIO<br />
NUEVO<br />
Curso Intensivo<br />
Integral de<br />
Preparación<br />
al Parto<br />
Descubriremos<br />
cuales son las<br />
necesidades básicas<br />
de las mujeres<br />
que potencian<br />
y facilitan<br />
el parto<br />
• Consulta matrona. Consulta de lactancia.<br />
• Preparación al parto, a la maternidad / paternidad.<br />
• Yoga y Pilates embarazadas.<br />
• Parto en casa.<br />
• Valoración de suelo pélvico.<br />
• Acompañamiento y asesoramiento en<br />
el posparto inmediato. Visita domiciliaria.<br />
Apoyo a la lactancia.<br />
• Yoga y Pilates postparto con bebé.<br />
• Curso de masaje para bebé.<br />
www.blossomcentromaternal.com<br />
info@blossomcentromaternal.com<br />
Móvil 619 918 666<br />
C/ Peregrina, 16 - Triana - LPGC<br />
Blossom Centro Maternal
El síndrome<br />
del tercer día<br />
“Cuando llegué a casa<br />
con aquella criaturita en brazos<br />
me sentí perdida...<br />
12 • <strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong>
... Me abrumó la idea de pensar que<br />
dependía de mí para todo y me sentí débil,<br />
incapaz de soportar las noches en vela y<br />
de entender lo que mi bebé quería comunicarme<br />
en determinados momentos<br />
con su llanto. Apenas le sentía moverse,<br />
le ofrecía el pecho, que agarraba gustosamente…<br />
no era un bebé llorón pero yo sí<br />
lo era… era una madre llorona y desagradecida,<br />
que aun teniendo un bebé bueno y<br />
precioso era incapaz de sentir felicidad y<br />
solo me sentía una mujer débil y, de rebote,<br />
culpable”<br />
Esta historia podría ser real, de hecho, 8 de<br />
cada 10 mujeres sienten lo que llamamos<br />
tristeza posparto o síndrome del tercer día,<br />
en inglés Maternity blues o la tristeza de la<br />
maternidad.<br />
Se habla largo y tendido de los cambios<br />
que se suceden durante los meses de embarazo,<br />
sin embargo, se habla mucho menos<br />
de lo que ocurre al volver a casa tras el<br />
nacimiento del propio hijo, creyendo que<br />
la vuelta a la “normalidad” física y mental<br />
será , o deseando que sea instantánea,<br />
cuando en realidad, cuerpo y mente necesitan<br />
un tiempo indeterminado (que dependerá<br />
de cada mujer) para adaptarse a<br />
la nueva etapa.<br />
Si bien es cierto que hormonas como la<br />
prolactina y la oxitocina predisponen al<br />
comportamiento maternal y las endorfinas<br />
favorecen ese vínculo con el bebé que<br />
le garantiza la supervivencia, tan bien lo<br />
es que, no importa el embarazo o el parto<br />
que hayas tenido, lo maravillosa y comprometida<br />
que seas, cualquier mamá puede<br />
sentir esa montaña rusa emocional”que<br />
supone el puerperio o posparto. Todos los<br />
cambios que se han sucedido en tu cuerpo<br />
y en tu vida en los últimos meses culminan<br />
con el crecimiento de la familia, dentro de<br />
la cual, cada miembro debe buscar su sitio,<br />
adaptándose los unos a los otros y a la<br />
nueva situación.<br />
Quizás estos sentimientos tengan un origen<br />
físico, hormonal, mental, pero es seguro<br />
que están potenciados por los retos<br />
o expectativas que nos imponemos como<br />
madres y como mujeres. Es habitual que<br />
aparezca alrededor del tercer día del posparto<br />
y puede durar hasta 2-3 semanas.<br />
De hecho, si pensamos en la posible incomodidad<br />
por los puntos si los hubiera, las<br />
ganas de volver a tu casa/tu nido si has<br />
dado a luz en un hospital, las expectativas<br />
del parto cumplidas o no, la separación física<br />
del bebé que supone el fin del embarazo,<br />
el cansancio acumulado tras el parto<br />
y falta de sueño de los primeros días, la<br />
preocupación por si serás una buena madre,<br />
las dudas (muchas veces infundadas e<br />
infundidas, aunque comprensibles) sobre<br />
si tu leche le está alimentando bien, la autoexigencia<br />
de volver a las actividades de<br />
la vida diaria con prontitud, los cánones de<br />
belleza puerperal que se estilan en los medios<br />
de comunicación… la verdad es que,<br />
lo raro sería estar dando saltos de alegría…<br />
Cada mujer puede tener alguno de estos<br />
sentimientos en mayor o menor medida,<br />
todos o quizás ninguno… cada persona es<br />
distinta e incluso, en la misma mujer, cada<br />
embarazo, parto y puerperio pueden ser<br />
completamente diferentes:<br />
- Irritabilidad<br />
- Llanto<br />
- Dificultad para dormir<br />
- Ansiedad<br />
- Labilidad emocional<br />
- Dificultad para concentrarse<br />
- Impaciencia<br />
- Inapetencia<br />
Estos síntomas van desapareciendo a medida<br />
que te adaptas a la nueva situación<br />
y dicha desaparición se ve favorecida por<br />
el descanso, el alimentarse correctamente,<br />
el sentirse arropada por tus seres queridos<br />
o gozar de un apoyo profesional adecuado<br />
que sepa reconocer por lo que estás<br />
pasando y diferenciarlo de la depresión<br />
posparto que es un trastorno severo, mucho<br />
menos frecuente, que no desaparece<br />
espontáneamente, se alarga durante más<br />
tiempo y suele impedir continuar con el día<br />
a día de la madre. A diferencia de la triste-<br />
Salud<br />
<strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong> •<br />
13
Salud<br />
za posparto que mejora en poco tiempo, la<br />
depresión posparto empeora diariamente.<br />
Entendiendo el “tiovivo emocional” como<br />
el mecanismo adaptativo a la nueva situación<br />
familiar, es natural pensar que cada<br />
mujer tiene en su interior sus propios recursos<br />
y descubrirá herramientas maternales<br />
con tiempo, confianza en sus instintos y<br />
paciencia.<br />
Sin embargo, para sobrellevar estos sentimientos<br />
e inquietudes a veces no basta con<br />
conocer su existencia con anterioridad.<br />
La maternidad es un evento vital de gran<br />
magnitud, reconocer su importancia no tiene<br />
por qué estar reñido con vivirlo con naturalidad.<br />
Lógicamente, en el posparto,<br />
maternar es prioritario.<br />
Concédete el tiempo necesario para convertirte<br />
en madre. Conócete a ti misma<br />
como tal, acéptate y preséntate formalmente<br />
a tu bebé para empezar a conocerle<br />
también a él.<br />
Desahogarse con amigas, familiares o tu<br />
pareja, que entiendan lo que estás pasando<br />
y te apoyen, puede ayudarte a reconocer<br />
cuan frecuentes son estos síntomas. Si<br />
estás dando el pecho, puedes encontrar<br />
alivio en los grupos de apoyo a la lactancia,<br />
compartiendo con otras madres tus<br />
sensaciones a la vez que encuentras ayuda<br />
en el amamantamiento.<br />
Si has dado a luz en un hospital busca una<br />
continuidad en los cuidados profesionales<br />
pidiendo cita con tu matrona en el centro<br />
de salud.<br />
“Nuestra sociedad suele<br />
presentarnos un estereotipo romántico<br />
de la nueva madre,<br />
con un camisón rosa vaporoso<br />
y su querubín en los brazos.<br />
Los cambios de humor del<br />
puerperio pueden proceder<br />
del contraste entre como son<br />
las cosas en realidad y como<br />
piensas que deberían ser”<br />
SHEILA KITZINGER<br />
Trata de aprovechar los descansos diurnos<br />
y nocturnos del bebé para descansar también<br />
tú. Aliméntate adecuadamente. La falta<br />
de sueño y el hambre incrementan la<br />
irritabilidad y el desánimo.<br />
Si así lo sientes, acepta ayuda de tus allegados,<br />
llevar a tus hijos mayores al parque,<br />
poner una lavadora, traerte algo de comida…<br />
pueden ayudar mucho esos primeros<br />
días.<br />
Hemos de mencionar que, actualmente, algunos<br />
padres participan tan intensamente<br />
en la experiencia del parto, que a veces,<br />
experimentan la misma tormenta emocional<br />
que sus parejas. En estos casos, la sociedad<br />
no es más benévola que con nosotras<br />
mismas, esperándose de ellos que<br />
sean los fuertes pilares que ofrezcan su<br />
apoyo a las nuevas madres. Hablad sobre<br />
vuestros sentimientos, con tiempo<br />
y paciencia encontrareis vuestro nuevo<br />
equilibrio.<br />
Todo esto no tiene por qué ocurrir pero, si<br />
ocurre total o parcialmente, permítete hablar<br />
sobre la tristeza, enfado y expectativas<br />
no cumplidas•<br />
Cristina Fernández Iglesias<br />
Matrona<br />
14 • <strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong>
<strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong> • 15
Lactancia<br />
Grupos de apoyo a<br />
la lactancia materna<br />
GRAN CANARIA<br />
LUNES<br />
De 17 a 18,30 h.<br />
Centro de Salud de Arguineguín<br />
Sara y Lía 697 52 17 44<br />
De 18 a 19,30 h.<br />
Centro de Salud de Jinámar<br />
Beatriz<br />
MARTES<br />
De 10,30 a 12 h.<br />
Centro de Salud de Vecindario<br />
Cindia<br />
De 12 a 14 h.<br />
Polideportivo Los Cascajos, La Aldea de SN<br />
Cristina 644 37 38 23<br />
A las 16 h.<br />
Centro El Palmeral - Maspalomas<br />
Susana 606 17 23 70<br />
De 17,30 a 19 h.<br />
Escuela de Música - Telde<br />
C/ Conde de la Vega, 12<br />
Paula, Eli y Goretti 638 28 16 28<br />
A las 18,30 h.<br />
C/ Antonio Manchado Vingletti, 1<br />
Ciudad Jardín - LPGC<br />
Pilar 639 71 17 11 y Carolina 651 39 14 61<br />
MIÉRCOLES<br />
De 11 a 13 h.<br />
Centro de Salud Cono Sur - LPGC<br />
De 11 a 13 h.<br />
Centro de Salud de Santa Brigida - LPGC<br />
Esther<br />
A las 17 h.<br />
C/ Juan Carlos I, 17 - Valsequillo<br />
Victoria 676 58 68 80<br />
De 17 a 19 h.<br />
Centro de Salud Maspalomas<br />
Goretti<br />
De 17 a 19 h.<br />
Centro Sociocultural de Balos - Vecindario<br />
Nohemí 606 42 05 29<br />
Fayna 637 72 44 54<br />
A las 18h.<br />
Albergue Juvenil de Guía<br />
Ana 676 85 47 30 y Paloma 665 97 65 77<br />
A las 18,30 h.<br />
Centro de Salud de Teror<br />
Antonia<br />
JUEVES<br />
De 10 a 12 h.<br />
C/ Suárez Franchi, 22 bajo - Arucas<br />
Nayra 669 82 80 48<br />
De 11,30 a 13,30 h.<br />
Centro de Salud de San Gregorio - Telde<br />
Arancha y María<br />
A las 12 h.<br />
Centro de Salud de Guanarteme<br />
Marian 667 56 40 47<br />
De 12 a 13,30 h.<br />
Espacio Vida - C/ Lepanto, 44<br />
Carol 658 93 12 77<br />
VIERNES<br />
De 11,30 a 13 h.<br />
Centro de Salud de Canalejas - LPGC<br />
Loli 928 30 84 54<br />
A las 18.00 h.<br />
Blossom Centro Maternal<br />
C/ Peregrina, 16 - LPGC<br />
Laura 619 91 86 66<br />
Urgencias Magdalena 610 69 55 75<br />
FUERTEVENTURA<br />
2º y 4º MIÉRCOLES de cada mes, a las 11 h.<br />
CC. El Campanario, 86 - Corralejo<br />
Tribu de Mamás Fuerteventura<br />
JUEVES, a las 12.30 h.<br />
Centro de Salud de Puerto del Rosario<br />
C/ 1° de Mayo, 73 - 928 85 95 50<br />
Mari Carmen Santana y Lidia Santana<br />
Primer LUNES de cada mes, a las 12 h.<br />
Centro de Salud de Puerto del Rosario<br />
C/ Pte. Hormiga, 5 - Tlf. 928 11 25 00<br />
Ana<br />
JUEVES, de 15 a 17 h.<br />
Centro de Salud de Gran Tarajal<br />
C/Isa Majorera, s/n - Tlf. 928 87 08 89<br />
Fernando Santana y Celeste Curbelo<br />
16 • <strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong>
Los grupos de apoyo a la lactancia materna están formados por madres<br />
y profesionales de la salud voluntarios. Ofrecen información y ayuda a<br />
madres lactantes y su entorno en todo el archipiélago, aclarando dudas<br />
y resolviendo problemas. Los grupos son abiertos y gratuitos.<br />
Lactancia<br />
LANZAROTE<br />
MIÉRCOLES Y VIERNES<br />
Asociación Amar y Criar<br />
Miércoles 17,30 a 19,30h.<br />
y los Viernes de 11 a 13h.<br />
Todos los días, con llamada previa<br />
Elena 651 60 86 47<br />
TENERIFE<br />
LUNES<br />
De 17 a 18,30 h.<br />
Herbolario El Verodal<br />
C/ San Pedro, 2 (detrás iglesia) - El Sauzal<br />
Sofía 637 46 01 93<br />
MARTES<br />
De 17,30 a 19,30 h.<br />
Cada 2º y 4º martes del mes<br />
Centro de Salud Guía de Isora<br />
Tlf. 922 76 71 50 - Amanda<br />
De 18 a 19 h.<br />
Ctro. Salud de Candelaria - Tlf. 922 50 53 50<br />
May, Fabiola, Lucy y Lorena<br />
MIÉRCOLES<br />
De 15,30 a 17 h.<br />
Centro de Salud Valle San Lorenzo<br />
Tlf. 922 76 71 50 - María José<br />
A las 16 h.<br />
Baby Shower - Gal. Comercial La Gallega<br />
Avda. Cercado Corazón, 3<br />
Tlf. 822 10 16 06 - Georgette<br />
De 17 a 19 h.<br />
Vacanguro - Avda. Calvo Sotelo, 59<br />
Cruz de Piedra, La Laguna<br />
Gara 699 14 55 92 y Patricia 610 96 70 24<br />
De 17,30 a 19 h.<br />
Centro Cultural Miraverde - Adeje<br />
Jeanina 642 89 13 84<br />
JUEVES<br />
De 15 a 16,30 h. (cada 2º y 4º de mes)<br />
Centro de Salud de San Isidro<br />
Granadilla de Abona - Tlf. 922 39 40 71<br />
Yvonne<br />
VIERNES<br />
A las 12 h. (cada 1º y 3º de mes)<br />
Centro de Salud Barranco Grande<br />
Tlf. 922 62 95 10<br />
Xana<br />
De 12,30 a 14 h.<br />
Centro de Salud de Taco<br />
Tlf. 922 62 96 72<br />
Sonia<br />
De 18 a 20 h. (cada 1º y 3º de mes)<br />
Centro de Kinesiología<br />
C/ Padre Anchieta, 12 - S/C (cerca del TEA)<br />
Tlf. 922 03 55 31 / 678 01 77 22<br />
Esther<br />
SÁBADO<br />
A las 11,30 h. (uno al mes)<br />
Farmacia Goretti - La Vera - Pto. de la Cruz<br />
Mónica 690 93 41 86<br />
A las 17 h. (uno al mes)<br />
Escuela Infantil Tamboril<br />
C/ Hermanos Puelles, 1 - Bajamar<br />
Mónica 690 93 41 86<br />
LA PALMA<br />
Los primeros MARTES de cada mes<br />
A partir de las 16,30 h.<br />
Pabellón Municipal de Deportes de<br />
Santa Cruz de La Palma<br />
Los últimos MIÉRCOLES de cada mes<br />
A partir de las 17,30 h.<br />
Centro de Salud Los Llanos de Aridane<br />
Teléfonos de contacto:<br />
Mari Luz 666 66 96 89<br />
Elena 629 89 21 26<br />
Ángeles 626 11 07 58<br />
Nubia 678 48 63 81<br />
Virginia 649 69 15 50<br />
Silvia 619 33 23 98<br />
EL HIERRO<br />
Centro Cultural Timijiraque - Grupo Garoé<br />
No hay días fijos.<br />
Contactar con Amparo 649 56 03 24<br />
<strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong> •<br />
17
Reflexiones<br />
Colecho a demanda<br />
Con todo el amor y la inocencia del mundo, aprovechamos los meses de<br />
gestación para armar, decorar y pintar la habitación que ocuparía el nuevo<br />
integrante de la familia. No faltaba nada, la cuna, el mueble cambiador, una<br />
mecedora, una incipiente biblioteca con cuentos y fábulas infantiles, y hasta<br />
una pareja de vaquitas que observaban todo desde la pared.<br />
¡Qué ilusión la de acostar allí al pequeño, leerle un cuento y dejarlo dormido,<br />
tranquilo, entre sus sábanas con puntillas, regalo de la abuela!<br />
Como le suele ocurrir a los padres primerizos,<br />
después viene la realidad y nos da<br />
un guantazo para acomodarnos las ideas<br />
y hacernos caer en la cuenta de que todo<br />
lo imaginado y soñado se asemeja a la<br />
realidad en una pequeña, muy pequeña<br />
proporción.<br />
Uno lee, lee y relee libros de autores de<br />
todo tipo, y escucha opiniones muy diversas<br />
de las personas que nos rodean. Es una<br />
época en la que la mayoría de nosotros<br />
está ávido de información. Por lo menos es<br />
lo que me pasó a mí, meses antes de nacer<br />
mi primer hijo, y meses después de que<br />
el pequeño retoño aterrizara en nuestro<br />
hogar.<br />
Las dudas y los miedos nos llevan a confiar<br />
más en unas palabras escritas en unas<br />
páginas que en nuestros propios instintos<br />
y sentimientos. De ahí, que hemos pasado<br />
de dejar llorar al pequeño en la cuna en su<br />
habitación, porque pensamos que lo que<br />
realmente quería era tomarnos el pelo,<br />
hasta adosar una cuna a la cama matrimonial<br />
creyendo, ilusamente, que la criaturita<br />
respetaría esa línea imaginaria que divide<br />
los espacios y nunca terminaría cruzándose<br />
en medio de sus progenitores, hasta hacer,<br />
incluso, que uno de ellos termine durmiendo<br />
en esa cuna.<br />
Mil y una técnicas para dormir aplicadas<br />
que sólo lograron dos cosas, sacarnos de<br />
quicio a nosotros y alterar aún más al pe-<br />
18 • <strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong>
queño. Al final, nadie descansaba, y al día<br />
siguiente se podía hacer un asaderito con<br />
los humores reinantes en el hogar.<br />
Empezamos a preguntarnos por qué teníamos<br />
que seguir al pie de la letra las indicaciones<br />
de los libros, de los blogs, de la<br />
familia o de los amigos. Si el cuerpo nos<br />
pedía otra cosa ¡pues adelante!.<br />
Fue entonces cuando comenzamos a colechar.<br />
¿colequé? La definición dice: “el colecho<br />
o cama familiar es una práctica en la<br />
que bebés o niños pequeños duermen con<br />
uno o los dos progenitores.<br />
Se practicó ampliamente hasta el siglo XIX<br />
en Europa hasta que las casas comenzaron<br />
a tener más de un dormitorio y los niños<br />
su propia cuna.<br />
En muchas partes del mundo el colecho<br />
se practica simplemente para mantener al<br />
niño caliente durante la noche. En nuestra<br />
cultura occidental, el colecho está siendo<br />
reintroducido por los partidarios de la<br />
‘crianza con apego’, que lo incluyen entre<br />
las prácticas naturales para una crianza<br />
saludable y feliz de los niños”.<br />
En realidad no estábamos inventando<br />
nada, incorporamos una cama tamaño estándar<br />
en la habitación del pequeño, pegada<br />
a la cuna. Esta cama nos permitía<br />
tres cosas fundamentales:<br />
Primero, dormir junto al pequeño en su<br />
habitación si era necesario.<br />
Segundo, si el pequeño se dormía en su<br />
cuna por la noche, podíamos acudir (y seguir<br />
durmiendo junto a él) cuando nos reclamaba<br />
por las noches, ya sea porque necesitaba<br />
compañía o tomar la teta.<br />
Y tercero, si el niño se dormía en ‘nuestra’<br />
cama, cualquiera de nosotros podía recurrir<br />
a la cama de esa habitación y seguir<br />
con el sueño, dejando al otro al cuidado<br />
del pequeño.<br />
Es decir, en esta especie de tetris del sueño,<br />
era una intriga saber cómo nos iríamos<br />
a la cama y mejor aún, nunca sabíamos<br />
dónde nos levantaríamos.<br />
Y digo ‘nuestra’ entre comillas, porque<br />
ese sentimiento de pertenencia del lecho<br />
se fue perdiendo poco a poco. De hecho<br />
la habitación matrimonial cambió, la<br />
cama se pegó a la pared y todo elemento<br />
decorativo, con filo, en punta o de cristal,<br />
desapareció.<br />
Cuando dejamos de preocuparnos por el<br />
lugar en el que debía dormir cada uno, y<br />
priorizamos adaptarnos a las necesidades<br />
del bebé, la cosa marchó mejor y se ordenó.<br />
Descansamos mejor, nos levantábamos<br />
menos irritados y la relación entre nosotros<br />
mejoró. Ya no queríamos matarnos<br />
por la mañana.<br />
Las relaciones sexuales se volvieron más<br />
interesantes, porque como el niño dormía<br />
en distintos lugares, nosotros disfrutábamos<br />
descubriendo nuevos sitios dentro de<br />
la casa, escabulléndonos en horarios intempestivos,<br />
a oscuras y rapidito, vamos,<br />
sexo ninja* en toda regla.<br />
Hay indicaciones muy interesantes de la<br />
OMS (Organización Mundial de la Salud)<br />
sobre el colecho, o libros sobre el sueño<br />
como ‘Dormir sin lágrimas’ de Rosa Jové,<br />
por citar algunas de las fuentes a las que<br />
recurrimos para informarnos un poco más.<br />
De tantas referencias fuimos quedándonos<br />
con lo que nos pareció mejor, y adaptándolo<br />
a los distintos momentos de nuestra<br />
vida cotidiana, a nuestra realidad.<br />
Esta filosofía del sueño familiar la aplicamos<br />
también con la pequeña. Cuando llegó<br />
al hogar, el niño ya tenía 3 años y dor-<br />
Reflexiones<br />
<strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong> •<br />
19
Reflexiones<br />
mía ya, casi todos los días en su cama<br />
(aunque algunas mañanas me despertaba<br />
con él a mi lado o yo a su lado). Al igual<br />
que con el mayor, no nos preocupamos<br />
de quién dormía con quién y en dónde. Si<br />
bien, y como es lógico, desde el principio<br />
y durante el tiempo que duró la lactancia<br />
materna, la bebé dormía con su madre,<br />
ese hecho podía ocurrir en cualquiera de<br />
las habitaciones y camas. En dónde se sintieran<br />
más cómodas en cada momento.<br />
En esta época, mi función como padre era<br />
generar el ambiente más agradable posible<br />
para la madre y la bebé, por lo que se<br />
acentuó mi presencia como compañero de<br />
sueños de nuestro hijo mayor, al igual que<br />
en otros aspectos de la su vida. Un pensamiento<br />
recurrente era: “si como padre me<br />
gusta compartir con mi hijo sus ratos de<br />
juego, las comidas, el momento del baño y<br />
los paseos... ¿por qué no compartir los momentos<br />
de descanso?” Por otro lado, aprovechar<br />
estas edades en las que todavía<br />
nos dejan (incluso nos piden) darles mi-<br />
mos y caricias.<br />
El tiempo fue pasando y ahora los niños<br />
identifican y se acuestan cada uno en su<br />
cama, con 6 y 3 años. Los acompañamos<br />
hasta que caen dormidos, leyéndoles un<br />
cuento o simplemente tumbándonos a su<br />
lado. Algunas mañanas amanecemos con<br />
un ocupa en nuestra cama. Eso que nos<br />
decían de que “no los sacarás más de tu<br />
cama” o ”no se acostumbrarán a dormir<br />
solos”, no se ha cumplido, en nuestro caso.<br />
Siempre me acuerdo una frase de Carlos<br />
González, de no se exactamente qué libro<br />
(me he leído unos cuantos) en la que<br />
dice algo así como que “no conoce a ningún<br />
niño de 18 años que duerma con sus<br />
padres”.<br />
Creo que no hay proformas para definir<br />
cómo será el sueño de nuestros hijos y<br />
cada niño es un mundo. Nosotros mismos<br />
no somos iguales cada día, cada mes o<br />
cada año. Vamos viviendo, cambian nuestras<br />
necesidades y nuestros recursos. Tal<br />
vez la expresión ‘dejarse llevar’ suene demasiado<br />
sui generis, pero dentro de unos<br />
parámetros de seguridad básicos, practicar<br />
el colecho de esta manera me ha llevado<br />
a disfrutar mucho esta etapa de la<br />
crianza.<br />
Mientras escribo estas líneas me viene a la<br />
cabeza una historia verídica que sufrió ,en<br />
carne propia, mi amigo Javier F. cuando su<br />
hijo sólo tenía tres añitos. Una de las noches<br />
en las que el padre intentaba que su<br />
hijo se durmiese sólo en su cama, le soltó:<br />
“Por qué yo que soy más pequeño duermo<br />
solo y tú, que eres más grande, duermes<br />
con mamá? ¿Tienes miedo?”.<br />
Respetar los tiempos y las ganas de los<br />
pequeños, escucharlos y entender sus necesidades<br />
a la hora de dormir, adaptarlas<br />
y ajustarlas a las mías y a las de mi<br />
pareja, es lo que he llamado Colecho a<br />
Demanda.•<br />
Leandro Trilnick<br />
Papá de un par<br />
Paternando.com<br />
*sexo ninja: rápido, silencioso y a oscuras.<br />
20 • <strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong>
Formación completa e<br />
integral, basada en una<br />
educación cercana y<br />
personalizada, con un<br />
trato afectivo hacia el niño/<br />
niña facilitando su posterior<br />
integración en el colegio<br />
y la sociedad.<br />
Ayudamos a los padres a<br />
administrar su tiempo,<br />
aportándoles la posibilidad de<br />
disponer de nuestro centro<br />
como recurso flexible y<br />
alternativo a los<br />
horarios escolares.<br />
Un ambiente de confianza<br />
para que su hijo disfrute<br />
con nosotros.
Salud<br />
¡Prohibido no<br />
disfrutar del verano!<br />
Por fin llegó el verano y unos de los lugares<br />
más frecuentados para paliar el calor y<br />
disfrutar es, sin duda, la playa.<br />
Todos conocemos los beneficios del sol,<br />
de donde obtener la vitamina D, que ayuda<br />
en la absorción del calcio para que pueda<br />
fijarse en los huesos, contribuye en la<br />
transmisión de señales nerviosas y obtiene<br />
energía de los alimentos. Si a esto le sumamos<br />
los beneficios del agua de mar, hace<br />
que sea un destino más que apetecible. Sin<br />
embargo, cuando hay un bebé en la familia<br />
nos surgen muchas dudas con respecto<br />
a los riesgos que puede suponer visitar<br />
la playa.<br />
La Asociación Americana de Pediatría<br />
(AAP) no aconseja la exposición al sol en<br />
bebés de menos de 6 meses, pues su piel es<br />
aún muy delicada y puede dañarse con los<br />
rayos del sol, ni el uso de filtros solares en<br />
este rango de edad, debido a la cantidad<br />
de químicos existentes en la mayoría de<br />
los productos que están en el mercado.<br />
Ahora bien, de forma general, utilizando el<br />
sentido común y tomando<br />
las medidas<br />
adecuadas de<br />
precaución, dar<br />
paseos por la<br />
arena, darse un baño y disfrutar del sol debería<br />
de poder realizarse a cualquier edad.<br />
A continuación detallo 10 acciones preventivas,<br />
que espero te sirvan de ayuda, para<br />
disfrutar de la playa en familia:<br />
1 Un tejido adecuado -La ropa de algodón<br />
orgánico es la opción estrella, absorbe el<br />
sudor, es transpirable, pero cuidado cuando<br />
se moja, pues favorece el paso de radiación<br />
UVB, así que mejor llevar ropa de repuesto<br />
para que esté siempre lo más seca<br />
posible.<br />
2 Bebés a la sombra -Cuidado con las sombrillas,<br />
su uso no nos protegen del todo y<br />
podría suponer un riesgo para la integridad<br />
cutánea de nuestro bebé. Por eso, mejor<br />
pasear en las primeras horas del día o<br />
bien al caer la tarde, aprovecharemos los<br />
beneficios minimizando los riesgos y el uso<br />
de filtros solares.<br />
3 Uso de gorro -Con visera ancha y a ser<br />
posible de los que cubren también la nuca,<br />
zona que suele quedar al descubierto y ser<br />
olvidada con riesgo de sufrir quemaduras.<br />
4 Hidratación -No olvides de mantenerle<br />
bien hidratado antes, durante y después de<br />
la playa. Si está con lactancia materna exclusiva,<br />
estás ofreciéndole la mejor hidratación,<br />
pero si ya comenzó a tomar agua y<br />
alimentación complementaria, no olvides<br />
ofrecerla a menudo. La mayoría de zumos<br />
y bebidas con aditivos deshidratan, por lo<br />
que no sustituyen la función del agua.<br />
5 Filtros solares -La superficie corporal del<br />
bebé es pequeña y los riesgos de absorción<br />
es más elevada, por lo que poner filtros solares<br />
hechos con químicos que pasan al torrente<br />
sanguíneo, es sin duda más peligroso,<br />
si cabe, que los rayos solares.<br />
22 • <strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong>
Actualmente existen pocos protectores solares<br />
realizados con productos orgánicos y<br />
ecológicos.<br />
En un artículo muy interesante cuya lectura<br />
recomiendo sobre “Protección solar<br />
sin tóxicos” de la Dra. Odile Fernández en<br />
su blog Mis Recetas Anticáncer, recomienda<br />
el siguiente filtro solar, el cual usamos<br />
para toda la familia: Amazonia, Protección<br />
solar SPF 25, producido en España y comercializado<br />
por Conasi.<br />
- Óxido de zinc como filtro solar. Sin otro<br />
tipo de filtro físico o químico.<br />
- Ingredientes vegetales y orgánicos<br />
certicados.<br />
6 Uso de material de flotación -En muchas<br />
ocasiones se confunde este material (manguitos,<br />
flotadores, corchos…) con material<br />
de protección,y nada más lejos de la realidad.<br />
Desafortunadamente ocurren muchos<br />
accidentes a causa de la tranquilidad ilusoria<br />
que estos nos ofrecen, que además impiden<br />
el libre movimiento del bebé y nos<br />
crea una falsa seguridad, incluso en él. Una<br />
buena alternativa puede ser el uso de churros,<br />
tubos cilíndricos de polietileno, como<br />
los que se usan en piscina, que ofrecen mucho<br />
juego-aprendizaje, así como autonomía<br />
al niño.<br />
7 Familiarización del medio -Resulta de<br />
gran utilidad las piscinas hinchables con<br />
un palmo de agua, que se calientan al sol<br />
y son tan divertidas en sus primeros baños.<br />
En el segundo semestre les encanta estar<br />
tumbados boca arriba en ellas y patalear.<br />
Es una buena transición antes de la entrada<br />
al mar. De cualquier forma, hay que<br />
evitar los cambios bruscos de temperatura,<br />
debemos mojarlos poco a poco antes<br />
de zambullirnos junto a él en el mar, por<br />
ejemplo jugando en la orilla, despertando<br />
su curiosidad antes de entrar.<br />
8 Siempre seco -Si usas pañal/bañador en<br />
la playa, recuerda llevar de repuesto para<br />
cuando nos vayamos, mantenerlo seco y<br />
evitar molestas rozaduras y hongos.<br />
9 Vigila uno -No hay nada más peligroso<br />
que estar en familia o amigos y todos vigilamos<br />
a todos, al final nadie se hace responsable<br />
y pasan accidentes donde luego<br />
la pregunta es ¿no lo estabas vigilando<br />
tú?... mejor por turnos, que cada ciertos<br />
minutos se responsabilice uno de vigilar,<br />
así no habrán despistes que lamentar.<br />
Recuerden, vigila uno.<br />
10 Nunca forzar su entrada en el agua, podrías<br />
crearle un mal recuerdo en este medio<br />
solo por no respetar su ritmo. Una vez<br />
en el agua, también es importante respetar<br />
los tiempos para salir de la misma.<br />
Paciencia, prudencia, mucho juego y…<br />
¡a disfrutar del verano en familia!•<br />
Noelia García<br />
Enfermera<br />
Especialista en estimulación acuática<br />
Mamá<br />
Salud<br />
Estimulació acuátic par<br />
embarada bebé<br />
Noelia García www.nacemosjuntos.com 615 17 01 34 (también whatsApp)<br />
<strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong> •<br />
23
El porteo<br />
Mucho más que<br />
una manera de<br />
transportar bebés<br />
En la actualidad el porteo está presente<br />
en la crianza de muchas familias, en los últimos<br />
años se ha incrementado de forma<br />
muy notable el uso de portabebés. Son muchas<br />
y diversas las motivaciones que llevan<br />
a tener ese primer acercamiento al porteo,<br />
entre ellas, poder proveer del contacto<br />
que necesita sus bebés y/o tener mayor<br />
independencia para moverse con libertad.<br />
Sea cual sea el motivo para empezar, es<br />
muy habitual que con el uso se vayan descubriendo<br />
muchas más ventajas y se acabe<br />
utilizando el portabebé de forma más intensiva<br />
de la que se tenía prevista.<br />
Veremos en este artículo que el porteo es<br />
mucho más que un modo de transportar a<br />
los bebés, es una herramienta facilitadora<br />
para cubrir las necesidades tanto del bebé<br />
como de los adultos cuidadores.<br />
La importancia del contacto<br />
El contacto es una necesidad básica para<br />
un óptimo desarrollo del bebé humano. Es<br />
a través de este como se pondrá en funcionamiento<br />
todo el circuito neuronal durante<br />
las primeras horas de vida. El cuerpo de la<br />
madre es el medio del bebé, es su hábitat,<br />
dónde tiene asegurada su supervivencia,<br />
clave para el desarrollo neuronal. Al nacer,<br />
el cerebro tiene dos necesidades básicas:<br />
el tacto y el olfato, a través de las cuales<br />
se pone en funcionamiento todo el circuito<br />
cerebral y eso sólo se consigue a través del<br />
contacto piel con piel.<br />
“Es durante los dos primeros años de vida<br />
cuando se da la mayor fijación neuronal, el<br />
crecimiento del cerebro depende de las experiencias:<br />
las neuronas que se descargan<br />
juntas, se fijan juntas, y las que no lo hacen,<br />
no lo harán”. Carla Shatz, neurobióloga<br />
miembro de la Academia Americana del<br />
arte y las ciencias, de la Academia nacional<br />
de Ciencias y del Instituto de Medicina, fue<br />
una de las pioneras en determinar algunos<br />
de los principios básicos del desarrollo<br />
temprano del cerebro. Descubrió que la<br />
actividad espontánea de las neuronas en<br />
el útero es de vital importancia para la formación<br />
de conexiones neuronales precisas<br />
y ordenadas en el sistema nervioso central.<br />
Esto es un hecho, respaldado con evidencia<br />
en numerosos estudios validados por la<br />
comunidad científica desde hace décadas.<br />
Hoy también se conocen las graves consecuencias<br />
de la falta o ausencia de contacto.<br />
Se incrementa la vulnerabilidad a<br />
psicopatologías en la vida adulta y en la<br />
adolescencia debido al estrés tóxico que<br />
genera una separación materna temprana.<br />
Cabe aclarar que se definen tres tipos de<br />
estrés: positivo, tolerable y tóxico. Para que<br />
se active una respuesta de estrés tóxico en<br />
un bebé, tiene que haber sido expuesto a<br />
24 • <strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong>
ese estímulo estresante de forma frecuente,<br />
prolongada y fuerte, este tipo de estrés<br />
es el que puede perturbar el desarrollo de<br />
la arquitectura cerebral. Es importante conocer<br />
la diferencia entre estrés tóxico y tolerable,<br />
el bebé que llora y, de forma puntual,<br />
no puede ser atendido de inmediato<br />
por el adulto sufrirá un estrés tolerable<br />
que no modifica las estructuras cerebrales.<br />
El tacto es el primer sentido en estar presente,<br />
desde la octava semana de gestación.<br />
Es el sentido a través del cual nos<br />
sentimos seguros, acompañados, nos da<br />
calor, es la forma que tenemos de conocer<br />
el mundo que nos rodea. El contacto es<br />
nutritivo, una necesidad básica tan importante<br />
como el alimento, que garantiza la<br />
supervivencia de nuestras crías. Nosotros,<br />
como especie, nos habríamos extinguido<br />
sin ese contacto constante. En el medio natural<br />
el bebé humano que está en una superficie<br />
ajena al cuerpo de la madre (o padre)<br />
corre el peligro de ser atacado por<br />
un depredador o de morir de frío. Estamos<br />
programados para ser gestados, nacer y<br />
crecer en constante contacto.<br />
El bebé humano nace prematuro comparado<br />
con otras especies y requiere de cuidados<br />
activos de nuestra parte para sobrevivir.<br />
Los nueve primeros meses del bebé<br />
aproximadamente se conocen como exterogestación<br />
o gestación fuera del útero,<br />
período durante el cual el bebé espera estar<br />
en condiciones similares a las que tenía<br />
intraútero: alimento, movimiento, temperatura<br />
y contacto constante. El fin de la exterogestación<br />
coincide con el momento en el<br />
que el bebé empieza a desplazarse de froma<br />
autónoma con mayor eficacia. Desde<br />
un punto de vista biológico, le facilita la<br />
huída ante una amenaza. Si bien sigue requiriendo<br />
los cuidados de un adulto, ya tiene<br />
mayores garantías de supervivencia alejado<br />
de este. Son muchos los autores que<br />
han descrito la exterogestación, entre ellos<br />
el pediatra y neonatólogo Nils Bergman,<br />
autor del extraordinario documental<br />
“Restableciendo el paradigma original<br />
para el cuidado de los bebés” (Restoring<br />
the Original Paradigm for infant care).<br />
El porteo y los portabebés son la herramienta<br />
a través de la cual podemos cubrir<br />
esta necesidad de contacto constante<br />
sin desatender el resto de tareas diarias.<br />
Encontramos pinturas rupestres en las que<br />
aparecen mujeres porteando, todas las sociedades<br />
han porteado de una forma u<br />
otra con portabebés más o menos complejos,<br />
desde la evidencia científica también<br />
vemos que el porteo es lo natural; por lo<br />
que consideramos y entendemos al porteo<br />
como lo normal, lo que esperamos al nacer.<br />
Desde esta perspectiva vamos a hablar<br />
de las consecuencias de no portear, más<br />
que de los beneficios de hacerlo.<br />
Consecuencias de no portear<br />
Cuando los bebés no son porteados, por lo<br />
general, lloran más, es su única forma de<br />
decir que les cojamos, que necesitan estar<br />
en contacto para sentirse seguros.<br />
Suelen tener más molestias intestinales,<br />
gases, cólicos, reflujo... el porteo ergonómico,<br />
en posición vertical ayuda a mitigar<br />
estas dolencias propias de la inmadurez<br />
intestinal.<br />
Crianza<br />
<strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong> •<br />
25
Crianza<br />
El bebé que no está en brazos, generalmente,<br />
se despierta más veces y necesita<br />
de nuestra presencia y contacto para calmarse,<br />
esta situación hace sentir que es un<br />
bebé que duerme poco. En los micro despertares<br />
el bebé que está en una superficie<br />
ajena al cuerpo de la madre (o padre)<br />
percibe esta falta de contacto, que le calma<br />
y le da seguridad, como una amenaza<br />
y la reclama a través del llanto. Cuándo<br />
el bebé es porteado suele descansar mejor,<br />
al tener un micro despertar confirma<br />
que todo está correcto y sigue descansando<br />
desde la seguridad que el contacto le<br />
proporciona.<br />
La inseguridad de no estar en contacto<br />
también interfiere en la creación del vínculo<br />
entre madre/padre y bebé generando<br />
un modelo de apego no seguro que tendrá<br />
consecuencias en la salud física, emocional<br />
y psicológica del bebé durante toda su vida.<br />
El estrés producido por no tener atendida<br />
una necesidad vital interfiere en la correcta<br />
puesta en marcha de todo el circuito<br />
neuronal. El estrés tóxico, el que crea un<br />
llanto no atendido, por ejemplo, perturba<br />
la arquitectura del cerebro, y aumenta<br />
el riesgo de enfermedades mentales o físicas<br />
relacionadas con el estrés. Realmente<br />
el estrés tóxico es el que se genera ante<br />
una situación de peligro que se alarga en<br />
el tiempo, cuántas más veces ocurre peor.<br />
Pero debemos ser conscientes de que aunque<br />
sea sólo un día, ese llanto ya está dejando<br />
huella.<br />
Un bebé que no es porteado suele percibirse<br />
cómo un bebé que duerme poco, que<br />
llora más y no deja hacer nada a los padres.<br />
Estos padres suelen percibir la maternidad/paternidad<br />
negativamente, se sienten<br />
menos capaces y viven situaciones que<br />
pueden generarles estrés, factores que in-<br />
Llega el calor...<br />
algunas recomendaciones...<br />
En época de calor también se portea. El bebé necesita del<br />
cuerpo de la madre para regular su temperatura corporal<br />
de una forma óptima. Incluso en pleno verano espera estar<br />
en su hábitat. Aquí, algunos consejos para poder seguir disfrutando<br />
del porteo, incluso en época estival:<br />
• Busca un portabebé de materiales transpirables. Elige tejidos<br />
naturales, más adecuados para el verano cómo el<br />
bambú, lino, cáñamo o algodón.<br />
• Evita salir en las horas centrales del día.<br />
• Portea siempre con una fina capa de tela de material natural<br />
entre el cuerpo de tu bebé y el tuyo, como una camiseta<br />
de algodón, por ejemplo.<br />
• Coloca en las zonas que toquen piel con piel una gasa de<br />
algodón. Facilita la transpiración.<br />
• Mantener una buena hidratación tanto del porteador<br />
como del bebé.<br />
• No olvides proteger las zonas del cuerpo de tu bebé que<br />
quedan expuestas al sol.<br />
26 • <strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong>
ciden en la autoestima del adulto. La sensación<br />
de falta de capacidad para criar<br />
puede derivar en depresión postparto.<br />
No portear también interfiere en la lactancia<br />
materna, cuando el bebé está en<br />
contacto constante con la madre se estimula<br />
la prolactina, hormona que activa<br />
la producción de leche. Si ese contacto<br />
se ve interrumpido, se frena también esa<br />
estimulación.<br />
Otros cuidadores<br />
En la actualidad el papel del padre en la<br />
crianza ha tomado mucha fuerza, los papás<br />
se implican cada vez más y el porteo<br />
es una herramienta que ayuda a fortalecer<br />
ese vínculo de apego seguro.<br />
Criar en la sociedad actual exige que muchas<br />
familias tengan que dejar, desde muy<br />
pequeños, a su bebé al cuidado de terceras<br />
personas (abuelos, cuidadores, educadores...).<br />
El porteo puede ayudar al bebé<br />
a gestionar de forma más eficiente el estrés<br />
que le genera esa separación materna<br />
temprana. El contacto que con éste se proporciona,<br />
hará que la angustia de esa situación<br />
inesperada, alejada de sus expectativa,<br />
sea menor y ayudará a sentir que ese<br />
cuidado materno/paterno de cercanía es<br />
extensible a esa tercera persona. No habrá<br />
una ruptura brusca entre el estilo de crianza<br />
de sus cuidadores principales (mamá<br />
y papá) y los demás cuidadores. Además,<br />
portear, ayudará a crear un vínculo de apego<br />
con el nuevo cuidador con mayor rapidez<br />
y desde una posición ya conocida que<br />
le proporcionará mayor seguridad•<br />
Jeni Rodríguez Serra<br />
Asesora de Porteo<br />
Co-fundadora de Escuelas Canguro<br />
Co-propietaria de Monetes<br />
Crianza
Pasar todo un verano<br />
en pareja...<br />
¡Y no morir<br />
en el intento!<br />
Llegó el verano, esa maravillosa estación<br />
en la que nos despedimos de las rutinas,<br />
muchas personas nos tomamos las tan merecidas<br />
vacaciones, se hacen viajes, se pilla<br />
el mejor moreno del año, se duerme<br />
hasta tarde, se dan largos y estimulantes<br />
paseos a orillas de la playa, se disfruta de<br />
románticos y deliciosos momentos en pareja...<br />
Espera, espera... ¿de veras tu temporada<br />
estival transcurre tan idílica como te<br />
la estoy pintando? La mía, definitivamente,<br />
no. Ni la de mucha gente que conozco<br />
como Mentora de Parejas Ilusionadas<br />
y abogada especializada en Divorcio<br />
Responsable. De hecho, para un gran número<br />
de relaciones sentimentales el verano<br />
se convierte en una tremenda prueba<br />
que incluye crisis de pareja e incierto final.<br />
Los motivos son muchos y muy lógicos. Si<br />
tienes hijos, sabrás de la locura de tenerles<br />
contigo las 24 horas o del estrés de organizar<br />
idas y vueltas de actividades o<br />
campamentos de verano. (Que quede claro<br />
que adoro a mis hijas y me encanta estar<br />
con ellas... ¡pero qué estupendo invento<br />
son los colegios y qué maravillosa es la<br />
rutina escolar!). A esto se añade que habitualmente<br />
familiares y amigos eligen el<br />
verano para hacer sus visitas y que a menudo<br />
nos toca hacer de anfitriones, anteponiendo<br />
las necesidades y deseos de<br />
otros a las nuestras, tanto las individuales<br />
como las de pareja. Por último, pero<br />
no menos importante, le sumamos lo más<br />
crítico: que durante el año llevamos acumulando<br />
pequeñas irritaciones cotidianas,<br />
malentendidos solventados sólo a medias,<br />
necesidades no satisfechas y deseos olvidados.<br />
Y que todo ello lo hemos guardado<br />
a conciencia, con la esperanza de que<br />
desapareciese por sí sólo, ante la imposibilidad<br />
o la falta de un tiempo y un espacio<br />
adecuados para ponerlo todo sobre la<br />
mesa con nuestra pareja.<br />
Estos tres puntos hacen que las vacaciones<br />
de verano adquieran un enorme potencial<br />
de conflicto y se conviertan en la antesala<br />
de una posible crisis. Una etapa en la que,<br />
al pasar más tiempo juntos, aumentan las<br />
tensiones, se producen más desencuentros,<br />
y se hace evidente que la relación de<br />
pareja necesita atención, mimo y una inyección<br />
de ilusión. Sin embargo, todo esto<br />
que te puede estar sonando ahora a catástrofe,<br />
no es tal, te lo aseguro. Es una magnífica<br />
oportunidad, si se aprovecha bien,<br />
de crecer juntos, de recuperar complicidad<br />
y de adquirir nuevas maneras de gestionar<br />
28 • <strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong>
las dificultades. Si sientes que podrías estar<br />
en una situación como esta, no te quedes<br />
con los brazos cruzados, esperando a<br />
ver qué pasa. Ponte manos a la obra y proponte<br />
aprovechar esta posibilidad. Para<br />
ello, te doy algunas ideas de lo que podrías<br />
hacer antes, durante y después de las<br />
vacaciones...<br />
Antes de que empiecen las vacaciones...<br />
- Tómate un ratito para concretar tus expectativas,<br />
lo que necesitas, lo que deseas.<br />
Si puedes, proponle a tu pareja que<br />
haga lo mismo.<br />
- Tómate otro rato, a ser posible en un lugar<br />
agradable y estando relajados, para<br />
expresar las conclusiones a las que<br />
han llegado y para que ambos se escuchen<br />
desde el cariño, desde las ganas de<br />
entenderse.<br />
- Hagan un pequeño plan de cómo podrían<br />
satisfacer lo expuesto, de la manera<br />
en la que podrían distribuir su tiempo<br />
- Tengan en cuenta diferentes tipos de<br />
tiempo -para uno/a mismo/a, de pareja,<br />
con lo/as hijo/as, ocio con amistades y<br />
familiares- y asegúrense de planificar sin<br />
olvidarse de que haya equilibrio entre todos<br />
ellos.<br />
Durante las vacaciones...<br />
- Si ven que su fantástico plan inicial está<br />
siendo difícil de cumplir, ¡sean creativos<br />
y busquen ayuda! Integren a amistades<br />
y familiares en el cuidado de lo/as<br />
niño/as, aunque sean pequeños ratitos.<br />
Hagan trueques de tareas con amigo/as.<br />
Deleguen lo que puedan delegar...<br />
- Persigan momentos divertidos, entrañables,<br />
no situaciones perfectas.<br />
- Enfóquense en el buen humor, en el lado<br />
‘cómico’ de las cosas.<br />
- Asegúrense de empezar el día con un<br />
beso y una mirada.<br />
- No dejen que acabe el día sin haberse<br />
agradecido al menos tres cosas.<br />
Después de las vacaciones...<br />
- Si lo que han practicado les ha dado resultado,<br />
si el haberse enfocado en entenderse,<br />
en hacer planes juntos y en lo<br />
positivo de su relación les ha servido...<br />
¡sigan haciéndolo y llenen de ilusión su<br />
día a día!<br />
- Si no se prepararon para ‘la tormenta’ y<br />
la situación les superó o si, a pesar de haberlo<br />
intentado, sienten que se ha destapado<br />
una crisis que no pueden solventar<br />
sólos, ¡busquen ayuda, no esperen que<br />
desaparezca al regresar la rutina!<br />
- Si regresan saturados y sintiendo que no<br />
desean seguir junto/as, ¡no tiren la toalla!<br />
A lo mejor, efectivamente podrán ser<br />
más felices separados. Pero también es<br />
posible que, con la ayuda adecuada, recuerden<br />
qué les hizo enamorarse, entiendan<br />
qué se ha puesto en su camino y<br />
puedan aprender a sortear los obstáculos<br />
junto/as.<br />
Por último, me gustaría compartir contigo<br />
una reflexión, la conclusión de más de<br />
quince años trabajando con parejas:<br />
1. Primero y principal, la vida está para<br />
crecer cada día y ser feliz... aunque a<br />
veces pasemos malos momentos, o<br />
haya situaciones difíciles, o sintamos<br />
que el día a día nos desborda.<br />
2. Estar en pareja debería servirnos para<br />
ambas cosas, para madurar y para llevar<br />
una vida plena.<br />
3. Una de las fórmulas que mejor funcionan<br />
para tener y mantener una pareja<br />
feliz es la suma de ‘comunicación más<br />
ilusión’, el saber escuchar(se), expresarse<br />
y negociar, unido a la costumbre de<br />
hacer cosas que nos hacen sentir agradecimiento<br />
y alegría de vivir en pareja.<br />
Por todo ello, te deseo de corazón que encuentres<br />
tu particular manera de ser feliz•<br />
Esther Fernández de la Pradilla<br />
Abogada, Coach<br />
y Mentora de ‘Parejas Ilusionadas’<br />
www.ententia.com<br />
Reflexiones<br />
<strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong> •<br />
29
Recomendaciones<br />
Dormir sin lágrimas<br />
Dejarle llorar no es la solución<br />
Los trastornos del sueño infantil son para<br />
muchos padres un verdadero problema,<br />
pero también lo son, por sus secuelas y<br />
efectos nocivos, algunos de los métodos<br />
de adiestramiento que se emplean para<br />
regular este proceso y lograr ¡por fin! que<br />
los niños duerman cuando sus padres así<br />
lo deciden.<br />
“El sueño es un proceso evolutivo y todo<br />
niño sano va a dormir correctamente algún<br />
día”. No hay que alterarlo, puesto que,<br />
en tanto que necesidad vital, se sincronizará<br />
con nuestras necesidades en cada<br />
momento de nuestra vida.<br />
Así pues, dejar a su hijo llorar no es la solución,<br />
porque cuando un bebé llora es<br />
que sufre y por lo tanto necesita atención;<br />
ni tampoco lo es prohibirle las canciones<br />
de cuna o impedirle que encuentre consuelo<br />
al compartir la cama con sus padres.<br />
No se trata,<br />
pues, de aplicar<br />
un método<br />
o unas normas<br />
de disciplina,<br />
sino de abordar<br />
las diferentes<br />
situaciones<br />
con<br />
afecto y comprensión. Ello nos conducirá,<br />
como se demuestra en estas páginas, a<br />
obtener unas noches más tranquilas tanto<br />
para los padres como para los hijos.<br />
Rosa Mª Jové es licenciada en Psicología<br />
por la Universidad Autónoma de<br />
Barcelona, está especializada en psicología<br />
clínica infantil y juvenil y en psicopediatría<br />
(bebés de 0 a 3 años). Madre de dos<br />
niños, su marido, médico, colabora con<br />
ella en las investigaciones sobre el sueño•<br />
AUTOR: ROSA JOVÉ | EDITORIAL: LA ESFERA EDITORIAL, 2006 - 17 a Edición<br />
Mamá come sano<br />
Alimentación saludable en el embarazo y la lactancia<br />
El embarazo y la lactancia son etapas maravillosas, pero repletas<br />
de dudas acerca de la dieta. ¿Conviene recurrir a vitaminas, minerales,<br />
plantas medicinales, complementos alimenticios o fármacos?<br />
¿Cuántas calorías debo tomar? ¿Cuánta agua tengo que beber?<br />
¿Qué es ganar mucho (o poco) peso en el embarazo? ¿Cómo<br />
recupero la figura tras el parto? ¿Puedo ser vegetariana? ¿Es acaso<br />
una cuestión inextricable la alimentación en la lactancia?<br />
¿Qué es (de verdad) una dieta sana? Julio Basulto, dietista y nutricionista,<br />
aborda estas y muchas otras inquietudes, para ayudar al<br />
lector a formarse un criterio para elegir y decidir.<br />
No propone una dieta prodigiosa gracias a la cual tendremos un<br />
bebé extraordinario, recuperaremos el tipo rápidamente tras un<br />
parto fácil e indoloro, y produciremos abundante y nutritiva leche<br />
materna. Por el contrario, nos hará cuestionar muchos de nuestros hábitos alimenticios,<br />
algo absolutamente necesario no solo para la salud maternoinfantil, sino también<br />
para la de toda la familia•<br />
AUTOR: JULIO BASULTO | EDITORIAL: DE BOLSILLO CLAVE, 2015<br />
30 • <strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong>
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32 • <strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong>