MAYO - Es Madrid

HOMENAJE AL MAESTRO FRANCISCO
ALONSO EN EL 125 ANIVERSARIO DE
SU NACIMIENTO (1887-1948)
El granadino Francisco Alonso sintió desde
niño interés por la música; ya de joven, tras
la muerte de sus padres, Alonso empieza
a pensar en triunfar en el teatro lírico; así,
en 1911 llega a un Madrid apasionado por
el cuplé. Poco a poco va dándose a conocer,
y en 1916 estrena Música, luz y alegría,
simpática revista que será su primer éxito
multitudinario. A partir de 1920 escribe la
mayoría de sus mejores obras líricas.
Al tiempo que grandes zarzuelas, el Maestro
Alonso compone excelentes sainetes y
revistas, mostrando así su versatilidad y
capacidad de trabajo. En 1947 es elegido
Presidente de la SGAE, tras haber servido
a la organización en otros cargos. Madrileño
de adopción, Alonso es uno de los compositores
que mejor supo retratar a las gentes
de nuestra ciudad.
CURRO EL DE LORA (Fantasía)
Orquestación: Manuel Lillo
Alonso proyecta un gran mosaico lírico de
las regiones españolas, al que pertenecen
La linda tapada y La bejarana (de ambiente
salmantino), y también este Curro el de
Lora, de argumento andaluz, escrita por
Luis Fernández Ardavín y que no tendrá el
éxito esperado. Alonso siempre repetirá que
es su mejor obra y su deseo de convertirla
en ópera.
LA PARRANDA (Selección)
El gran cuadro lírico español se completa
con La Calesera (de ambiente madrileño),
La Picarona (que representa a Segovia) y
La Parranda, dedicada a Murcia. De ésta se
aplauden la “Canción del platero” y, sobre
todo, el “Canto a Murcia”, que se convierte
en auténtico himno de la región.
LAS CORSARIAS (Fantasía)
Alonso tiene especial habilidad para los
pasodobles. Uno de los mejores lo compone
para Las Corsarias, revista de Enrique Paradas
y Joaquín Jiménez. El pasodoble “de la
banderita” se escuchará en calles y cafés, lo
cantarán los soldados que van a la guerra de
África y hasta el propio Alfonso XIII confesará
que lo canta mientras se afeita.
LA VERBENA DE LA PALOMA
(Fantasía)
Tomás Bretón
Una de las obras más apreciadas por el
público de zarzuela es La verbena de la
Paloma. Su gracia, su “chispa” melódica
y su emoción madrileña han calado hondo
desde que se estrenó en 1897. Su selección
e instrumentación para la Banda Sinfónica
se debe al que fue Profesor de la misma, don
Francisco Gómez.
LA REVOLTOSA (Selección)
Ruperto Chapí
La Revoltosa, estrenada en 1897 con libro de
López Silva y Fernández Shaw, es posiblemente
la obra cumbre de Chapí. El preludio
ya es todo un acierto genial, que muestra
a un autor preparadísimo y con profundo
conocimiento de la técnica musical. Su
transcripción es del Profesor de la Banda
D. Miguel Linares.
AGUA, AZUCARILLOS Y AGUARDIENTE
(Fantasía)
Federico Chueca
En la numerosa producción de Chueca
destacan muchos títulos pero Agua, Azucarillos
y Aguardiente, compuesta en 1897
sobre libro de Miguel Ramos Carrión, no sólo
es la obra capital del autor, sino de todo el
ámbito del género chico. Su transcripción
para la Banda se debe al que fue Profesor
de la misma, D. Miguel Linares.
5