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La séptima gracia y prerrogativa denominada singular de Ca·
talina es la solemne canonización. Porque en Roma, en la basílica
del Príncipe de los Apóstoles, con la concurrencia del pueblo, ele·
ro y un ser:nón predicado por el propio Ponrífice sobre la vida y
milagros de la Santa, se celebraron Misas solemnes y, llevadas a ca·
bo las acostumbradas ceremonias de la canonización, se procedió
así, con estas palabras:
Para el honor de Dios Omnipotente y Eterno, Padre, Hijo y Es·
píriru Santo, para la exaltación de la fe católica e incremento de la
religión cristiana, con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de
sus bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y la nuestra, siguien·
do el parecer de nuestros hermanos, declaramos que Catalina de
Siena, virgen de ilustre e indeleble memoria, cuyo cuerpo se conser·
va en la iglesia de los Frailes Predicadores, que aqu í en Roma lIa·
man de !\\inerva, ha sido ya recibida en la Jerusalén celestial entre
los coros de las vírgenes bienavenruradas, pues lo mereció por su
virtud. con la ayuda de la divina gracia, y decretamos y definimo~
que debe ser venerada pública y privadamente, y mandamos sea
colocada e inscrita en el catálogo de las Santas vírgenes que venera
la iglesia romana. Determinamos que la Iglesia universal celebre su
fiesta el primer dO'llingo de mayo.
Así Dios, admirable en sus Santos, exaltó de manera sublime a
Catalina en una y otra, en la triunfante y militante Iglesia. A El ro·
guemos que por los méritos e intervención de ella se digne incluir·
nos en la vida bienaventurada. El sea bendito en los siglos de los si·
glos. Amén .
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Termina felizmente la obra celebérrima sobre las alabanzas de los
Santos, compilada por el Reverendo en Cristo Padre Fray Roberto
Carazolo (sic) de Lecce, de la Orden de Menores, Obispo de Aqui·
no . Impresa en Nápoles, bajo el augusrísimo rey Fernando, por Ma·
tías Moravo, el 30 de Enero de 1488.
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