Revistas Personas Agosto 2017

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Andrea en los Sudamericanos de Uruguay 2017 junto a su compañero de remo.
¿En qué aspectos crees que el
deporte contribuye en tu vida
personal como laboral?
En lo personal es formar parte
de una comunidad vitalicia,
poder viajar con la delegación
representando al país. En lo
laboral, haber practicado remo
desde pequeña, me entregó
mayor tolerancia, perseverancia y
disciplina para enfrentar las cosas.
Cuéntanos respecto a tu otra
faceta, la botánica.
Hice un magíster en biología
molecular en España y este año
fui a hacer clases de botánica a
una isla en la Patagonia, a una
escuela de escasos recursos. Tuve
que tomar una avioneta para
llegar, una amiga es profesora
allí, este lugar es una de las zonas
más vulnerables de la región de
Aysén. Los niños que viven en
este lugar, tienen poco acceso a
salud y educación, tampoco tienen
muchas opciones de trabajo
aparte de ser leñador o pescador.
Es por esto que fui hacerles una
clase botánica de la flora y fauna
nativa de la Patagonia, para
fomentarles otros intereses.
El deporte es más personal, lo
hago sólo para mí, en cambio
la botánica lo hago para ayudar
a otros. Además, trabajamos
en conjunto con unos amigos
geólogos para instalar un sistema
de calefacción sustentable en el
colegio, a través de unos tubos
que se conectan a la tierra y se
va extrayendo el calor hacia la
superficie. Para ayudarlos con el
frío, debido a las características
climáticas de la zona que son
muy bajas y los escasos recursos
económicos que poseen.
En conclusión encuentro que es
muy importante complementar la
vida laboral, realizando distintos
tipos de actividades de gustos
personales y no olvidarse de lo
que realmente disfrutas haciendo.
Muchas personas se pierden en
la rutina, entonces es importante
hacer el esfuerzo a lo largo de
toda la vida de seguir haciendo las
cosas que te llenan el alma.
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