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Mundo Desconocido: El <strong>Necronomicon</strong><br />
En 1973, Sprague decidió publicar el manuscrito en facsímil, que apareció en el Owlswick Press de<br />
Filadelfia con el título de <strong>Al</strong> <strong>Azif</strong>, El <strong>Necronomicon</strong>. En un prólogo, Sprague contaba la verdadera<br />
historia de la forma en que lo había conseguido, pero después pasaba a la ficción, asegurando que tres<br />
eruditos árabes, después de haberse comprometido a traducirlo, habían desaparecido, y que esto se debía<br />
probablemente a haber susurrado las palabras mientras las escribían. De hecho, el verdadero motivo de la<br />
publicación de la obra era la esperanza de que algún erudito árabe se interesase por el misterio.<br />
Este es el momento en que aparece Robert Turner en el asunto. Turner es el fundador de un moderno<br />
grupo mágico llamado la Orden de la Piedra Cúbica, que actúa en Wolverhampton. La Orden publica<br />
una revista semestral llamada The Monolith. En el libro Ritual Magic in England, de Francis King, puede<br />
encontrarse un informe sobre la Orden. <strong>Al</strong> igual que yo mismo y que Kenneth Grant, Robert Turner se ha<br />
convencido hace tiempo de que los Mitos Lovecraft no son simplemente una invención romántica, sino<br />
que se basan en una antigua tradición mágica, "un patrón arquetípico que apoya y unifica la masa<br />
aparentemente sin conexión de datos mágicos y mitológicos... ".<br />
El Sr. Turner estaba convencido de la validez básica de la magia por muchas de las mismas razones que<br />
yo. Ingeniero de profesión, admite que lo que le condujo a interesarse por la magia y por la brujería era<br />
puramente un impulso romántico, una fascinación por lo misterioso e insólito. Pero cuando empezó a<br />
estudiar tradiciones mágicas que procedían de todo el mundo y de civilizaciones de un remoto pasado, se<br />
sorprendió de su subyacente consistencia. Si la magia es realmente un producto de la superstición y la<br />
ignorancia, podría esperarse que las creencias mágicas de los esquimales y los indios del Perú no<br />
tuviesen nada en común. Pero el hecho es que existe entre ellas una asombrosa similitud que ha sido<br />
señalada repetidamente por los antropologistas, desde Sir James Frazer hasta Joseph Campbell (cuya<br />
monumental obra The Masks of God es la mejor introducción moderna sobre el tema). Un indio<br />
americano shaman 3o hechicero) no tendría dificultad alguna en comprender los procedimientos mágicos<br />
de un colega de Nueva Guinea o Letonia. Los descubrimientos arqueológicos revelan que la magia de<br />
Babilonia o de Tebas no era muy diferente de la de Paracelso o de Cornelio Agripa. Desde luego, el<br />
lenguaje y los símbolos son diferentes, de la misma manera que lo es la matemática egipcia de la romana<br />
o la árabe. Esto aparte, los conceptos básicos muestran asombrosas similitudes. Todo esto llevó a Turner<br />
a creer que las leyes básicas de la magia son tan válidas objetivamente como las de la física. La principal<br />
diferencia es sencillamente que la física está relacionada con el mundo exterior, mientras que la magia lo<br />
está con el mundo recóndito de la psique humana y su misteriosa relación con el universo exterior.<br />
El Sr. Turner ha explicado algo de su propia concepción de la naturaleza de la magia en el comentario<br />
del <strong>Necronomicon</strong> hecho en esta obra. Así, todo lo que hay que decir aquí es que cuando empezó a leer<br />
los relato4 Cthulhu de Lovecraft, llegó al firme convencimiento de que el mito no era una creación de la<br />
imaginación de Lovecraft, sino que se basaba en la misma tradición mágica que los escritos de Hermes<br />
Trigemisto o de John Dee. Su primera sospecha, dice, es que Lovecraft era un adepto practicante o, por<br />
lo menos, un miembro de alguna orden mágica. Cuando leyó las cartas de Lovecraft quedó sorprendido y<br />
desconcertado al descubrir que, aparentemente, contemplaba todo "ocultismo" como signo de debilidad<br />
mental. Pero cuando releyó las obras principales de los Mitos Cthulhu (At the Mountains of Madness,<br />
The Case of Charles Dexter Ward, The Shadow Out of Time y The Dunwich Horror) volvió a<br />
experimentar la total convicción de que Lovecraft sabía más sobre magia de lo que daba a entender a sus<br />
corresponsales.<br />
Fue en esta época, 1972, cuando apareció Magical Revival, de Kenneth Grant. El Sr. Turner, al principio,<br />
se inclinaba a aceptar el punto de vista de Grant, según el cual se trataba de un caso de "visión interior<br />
inconsciente", como respuesta al problema. En realidad, todavía está convencido de que Grant estaba<br />
fundamentalmente en lo cierto. Pero se sentía inclinado a sospechar que el conocimiento de Lovecraft<br />
sobre textos mágicos era mayor de lo que Grant creía, basando esta creencia en que Lovecraft pudo<br />
haber tenido acceso a ciertas obras, tanto en Nueva York como en Providence.<br />
Robert Turner y yo nos conocimos a través de nuestro mutuo interés por el ritual mágico. Me intrigó<br />
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