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Nro. 22 Marzo 2014 . Año 8
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(figura 13). Insistió en la integridad de
las articulaciones, a excepción de la
interfalángica proximal, en la cual llegó a
encontrar anquilosis como resultado de
lesión no tratada por varios años. Describió
los hallazgos de sus cirugías, realizando
una descripción gráfica del procedimiento
que había perfeccionado, consistente en
fasciotomías transversas, describiendo
mejores resultados en la liberación del
anular que en la del meñique.
Desde que Dupuytren describió la
contractura de la mano, se han publicado
numerosos artículos que han actualizado
la información presentada desde finales
del siglo XIX. Las bases anatómicas
y fisiopatológicas no han cambiado
mucho, aunque actualmente se agrega
la participación de la genética en este
padecimiento. Aun así, el completo
entendimiento de la enfermedad
sigue siendo en parte desconocido. Si
bien se presentaron las características
fundamentales de la contractura palmar, la
asociación a factores laborales y su común
presentación en la población masculina del
norte de Europa, todavía no se han podido
resolver dos grandes conceptos: su causa y
su cura.
Dupuytren ideó también la operación para
la corrección de tortícolis seccionando el
músculo esternocleidomastoideo. Realizó
la primer remoción exitosa de la mandíbula,
y la ligadura de la arteria subclavia en
1812. En 1817 describió la exostosis
subungueal. Descubrió un efectivo
tratamiento de los aneurismas utilizando
la compresión. Inventó el fórceps de corte
(enterótomo), desarrolló una clasificación
de quemaduras, el tratamiento quirúrgico
del cáncer cervical y la invención del ano
artificial.
Describió asimismo una fractura que
también lleva su nombre. Es la que
afecta al extremo inferior del peroné
con traumatismo de la articulación
tibioastragalina y generalmente fractura
del maléolo interno o rotura del ligamento
lateral interno (figura 14). Contribuyó al
estudio de la luxación congénita de cadera
("Mémoire sur un déplacement originel ou
congénital de la tête du fémur", 1826).
En algunos lugares se habla del "absceso
de Dupuytren", en la fosa ilíaca derecha, y
del "anillo o abrazadera de Dupuytren", un
anillo metálico para la fijación de huesos
fracturados en varias posiciones.
Muchos relatos de sus conferencias e
investigaciones fueron publicadas por sus
alumnos, que se conocieron como “Lecons
Orales de clinique chirurgicale”, publicadas
por primera vez en 1832 (figura 15).
Brillante y competitivo, Dupuytren
era amable y generoso con los pobres
(él mismo creció en la pobreza), pero
muchos autores coinciden en que era
despiadadamente ambicioso y cínico
entre colegas y estudiantes. Combinaba
una personalidad obsesivo-compulsiva
sin piedad, más respetada que querida, y
un perfeccionista de una enorme energía,
empuje y capacidad intelectual, con una
ambición implacable y cínico desprecio por
la sensibilidad de sus alumnos y colegas.
Pero también fue un profesor fascinante,
con un vasto conocimiento destacado por
su deslumbrante capacidad de memoria
para casos clínicos y detalles médicos de
todo tipo. Su carácter le hizo chocar con
Laennec, uno de sus ayudantes, quien,
entre otras diferencias, le echó en cara
su ingratitud hacia Bichat en la tesis de
doctorado. Según muchos, este carácter de
Dupuytren fue una suerte para la cirugía
francesa.
Unía a un cuidadoso estudio clínico la
investigación sistemática de las lesiones
anatómicas. Era el primero en llegar y el
último en irse, pero quería controlarlo todo
y apenas dejaba hacer nada a los demás.
Algunos de sus ayudantes, como Marjolin y
Thévenot de Saint-Blaise, lo abandonaron
Figura 17: Vista actual de la entrada del "Hotel Dieu" (foto A. Buzzi, 2012)
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