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con Kiko Mulder<br />
Pá gin a 38<br />
En la casa de las cobijás, parece<br />
como si el iempo, lento y pausado,<br />
pero infalible e inquebrantable a<br />
la vez, haya tomado un atajo para no<br />
molestar, o quizás tenga miedo, miedo<br />
a despertar de la historia que iene<br />
que contarnos.<br />
Mucho he buscado para intentar<br />
conocer el enclave y empaparme<br />
de esos arcanos oscuros que<br />
por alguna extraña razon alguien, me<br />
da mi la sensación, no quiere que<br />
cuente, pero como dice la canción "no<br />
hallé quien de i me dijera". Y es que,<br />
por más que he escudriñado lo mejor<br />
que he sabido hacerlo, no he encontrado<br />
nada sobre esta villa. Pero tengo<br />
la experiencia personal de mi compañero<br />
Juan de Dios Reyes y algún que<br />
otro tesimonio que no dudó lo mas<br />
mínimo en contarme como tuvieron<br />
que salir corriendo una noche sobre<br />
las tres de la madrugada al escuchar<br />
claramente una serie de disparos.<br />
Cuando les pregunté si esos disparos<br />
podían haber venido de algún punto<br />
distante, pues alrededor todo es<br />
campo, con la cara desencajada,<br />
medio temblando y bajando considerablemente<br />
el volumen de su voz,<br />
como si fuera un secreto inconfesable,<br />
me contestaron que ese sonido provino<br />
del paio trasero de la casa.<br />
Desde la vieja nacional 340,<br />
esa que casi todos alguna vez hemos<br />
cogido para recorrer de punta a punta<br />
el país, apenas tardaremos cinco minutos<br />
en llegar a la edificación, eso sí,<br />
teniendo siempre clara su localización,<br />
pues es imposible divisarla, pues la arboleda<br />
que la rodea parece que la esconda<br />
de todo aquel que quiera encontrarla.<br />
Pasaremos dos póricos a<br />
modo de umbral hacia un mundo desconocido;<br />
dos póricos que parecen<br />
hacerte la eterna pregunta, retórica en<br />
nuestro caso, pero no por ello menos<br />
inquietante “¿Te atreves a entrar?”<br />
Una verja completamente oxidada<br />
nos da una mínima idea del<br />
iempo que puede llevar ahí colocada.<br />
Con mucho cuidado de no sufrir ningún<br />
percance, por el hueco que hay a<br />
mano derecha pasaremos para dirigirnos<br />
por un camino cerrado; un camino<br />
que solo gracias a la ínfima luz que nos<br />
proporcionaba la luna podíamos vislumbrar<br />
lo que aguarda su final.<br />
Dejamos el sendero atrás para<br />
llegar a una especie de plaza redonda,<br />
donde pudimos observar una pequeña<br />
caseta frente a un muro; una caseta<br />
que no supimos averiguar cuál sería su<br />
función cuando el lugar aún estaba habitado.<br />
Tardamos en darnos cuenta,<br />
pero cuando lo hicimos una nueva interrogante<br />
nos vino de golpe a la cabeza;<br />
la parte superior del muro era un<br />
torreón que formaba parte de una muralla,<br />
pero entonces ¿Qué tenemos<br />
frente a nosotros? ¿Una casa o una<br />
fortaleza? Lo único de lo que si estábamos<br />
seguros es que si queríamos obtener<br />
alguna respuesta tendríamos<br />
que explorar cada una de las tres plantas<br />
del edificio.<br />
Antes de acceder, nos percatamos<br />
de algo que no parecía muy<br />
normal. Era una puerta de color azul,<br />
que daba a una habitación sin ventanas<br />
con unos huecos en la pared que<br />
daban la impresion que ser.... ¡¡¡Nichos!!!<br />
Sí, nichos perforados en la<br />
pared. Uno se presentaba agujereado,<br />
aunque no había nada en su interior.<br />
Lo mas raro de todo es que la puerta<br />
azul presentaba dos grandes cerraduras<br />
para sellar por fuera y un exiguo<br />
hueco cuadrado en la parte inferior<br />
por el que solo podría colarse algún<br />
animal. ¿Que sería ese habítaculo?<br />
¿Podría haber habido alguien encerrado<br />
que tan solo viera la luz del sol a<br />
través de la compuerta cuando esta se<br />
abría para pasarle la comida?. Lo sé…,<br />
solo son meras especulaciones que no<br />
hacen otra cosa más que provocar un<br />
poco más de intranquilidad y sensación<br />
de desasosiego al lugar.<br />
En la primera planta nos topamos<br />
lo que intuimos que podría ser un<br />
salón comedor. Pero, de nuevo, hay<br />
algo que no cuadra. Parece como si las<br />
personas que vivieron aquí se hubieran<br />
marchado de la noche a la mañana.<br />
¡Qué extraño!, vajilla sobre la<br />
mesa, los enseres de limpieza bien colgados<br />
en la pared, una lámpara de pie<br />
colocada junto a una de las ventanas<br />
que aún disponían de los adornos en<br />
sus repisas. <strong>La</strong> inquietud se empezó a<br />
apoderar poco a poco de nosotros a la<br />
vez que ibamos comentando lo raro de<br />
todo aquello. Sabemos a ciencia cierta<br />
que la villa se encuentra abandonada<br />
desde hacía muchos años, pero os<br />
puedo asegurar, y he estado en muchos<br />
lugares abandonados, que no<br />
guarda el patrón ípico que normalmente<br />
ienen este ipo de enclaves. Y<br />
LA CASA DE<br />
LAS COBIJAS...<br />
LOCALIZACIÓN:<br />
Vejer de la Frontera en Cádiz<br />
INCURSIÓN A CARGO DE:<br />
Códex... Más Allá del Misterio<br />
SUCESOS:<br />
Casa abandonada sin moivo<br />
aparente<br />
Incursión del equipo para intentar<br />
resolver el enigma del abandono,<br />
pues todo sigue como lo<br />
dejaron<br />
Juan de Dios Reyesjunto a dos<br />
compañeros del misterio