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Sin embargo, esos 1.1 millones de escolapios evaluados, pertenecen a más de 33 mil escuelas.
¡PÚBLICAS Y PRIVADAS!
Ahí es cuando se demuestra que la reforma administrativa al sistema educativo público que
combate la venta de plazas, la venta de promociones laborales y la capacitación permanente
y constante de los profesores de las escuelas públicas del país, etc; está errónea. Porque las
escuelas privadas, que no comparten los mismos vicios que el sistema público (tienen sus
propias aberraciones); salieron en la mayoría de los casos, en el mismo promedio.
Por lo tanto, lo que se encuentra mal plateado es el Modelo Educativo; los Planes de Estudio,
la Supervisión de la SEP a las escuelas privadas y la participación social.
Por otro lado existe algo aún más aberrante que el Sindicato y la SEP: las Escuelas
¿“Normales”? Algún día sería muy ilustrativo conocer la exégesis del calificativo “Normal”;
pero mientras hay esa oportunidad procedamos a un análisis de lo que realizan.
Las escuelas normales, tienen su origen en la búsqueda de abatir el analfabetismo del pueblo
mexicano; principalmente en el ámbito rural; ya que en la época de sus fundaciones, la
población nacional era predominantemente rural.
Entonces se pensó que preparando un ejército de profesores, se haría el gran cambio
educativo; así se fundaron en números escandalosos, escuelas de maestros y más aún, se
favoreció que su ingreso se diera a partir de concluida la Secundaria; durando su preparación
tres años. Así que en muchos casos, se utilizó como un medio para estudiar una educación
media superior y tener posibilidades laborales a partir de los 18 años de edad.
Este modelo tardó en fracasar solo tres generaciones; por mencionar algunas razones:
1. Las escuelas para infantes no fueron suficientes para la cantidad de maestros
egresados;
2. La edad de jubilación para los maestros que iniciaron sus servicios en el sector
público, llegó al ridículo de 43 años para las mujeres y 48 para los hombres;
3. El sindicato llegó a ser considerado como la unión de trabajadores más grande del
mundo, hoy en día son más de 1.5 millones de profesores agremiados.
Si a lo anterior se suma que las escuelas normales rurales, tienen como principio rector la
reivindicación social, esto es, la sobre posición de una clase social sobre las demás,
generando un caldo de cultivo ideal para el estallamiento de ideas comunistoides y
revolucionarias; con las que se pretenden justificar toda clase de desmanes y disturbios;
resultando en auténticos campos de adiestramiento guerrillero como la Escuela Normal Rural
Isidro Burgos, con la denominación popular de Ayotzinapa y cuyo egresado preclaro se
llamó Lucio Cabañas.
Pero la responsabilidad en este fracaso es compartida, el gobierno, ¿cuándo ha sido un buen
patrón, un buen administrador o ha dado un resultado positivo en algo? Todas las empresas
públicas terminan por quebrar; las canonjías para mantener el control del gremio rayaron en
el absurdo y el deterioro lógico de la sobre explotación de las instalaciones llegó al caos.