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El proceso es apoyado por instrumentos<br />
totalmente naturales, las cardas<br />
que son la flor que se convierte en semilla<br />
y al estar seca parece un cepillo;<br />
se le conoce como peinado de la lana,<br />
se alinean las hebras que conforman la<br />
lana; el peinado se hace con dos cardas<br />
encontradas de manera opuesta,<br />
debe ser con movimiento rápido, se<br />
hace en sentido de arriba hacia abajo,<br />
la lana que es peinada cubre totalmente<br />
la carda, para después con agilidad<br />
la artesana separa la lana de manera<br />
uniforme, el ancho de la lana depende<br />
del grueso de la carda.<br />
Se da paso al hilado de la lana, para<br />
ello se utiliza una vara corta de madera<br />
en su base tiene una piedra o una<br />
pieza de barro en forma circular, esta<br />
pieza también es herencia familiar, ya<br />
que, sí es de piedra labrada a mano,<br />
si es barro se puede ver las greca de<br />
origen prehispánico; se incrusta la vara<br />
para formar una sola pieza, se le conoce<br />
como “malacate”.<br />
Es momento que baile el malacate,<br />
como una pirinola, en una base lisa<br />
(cazuela, plato), se coloca entre las<br />
piernas y así la lana se tuerza en las<br />
manos y se forme el hilo, cada una de<br />
las porciones que salieron del peinado<br />
con ayuda de la carda, ahora se unen<br />
una tras otra con la ayuda del malacate,<br />
salen metros y metros de hilo.<br />
El urdidor se ve en el corral de la casa,<br />
es elaborado de madera de manera<br />
transversal, cada viga sostiene cinco<br />
pequeños postes, forman en total<br />
quince postes, conocido como el urdidumbre<br />
(conjunto de hilos a una sola<br />
medida), esto define el tamaña del tejido.<br />
En la actualidad los urdidores son los<br />
mismos palos pero ya tienen como<br />
base un trozo de madera, ya pueden<br />
ser utilizados adentro de los hogares<br />
de las gabaneras, esto lo hace más<br />
cómodo. En las carpinterías del pueblo<br />
se hacen las piezas. En la mayoría de<br />
los casos estos palos también fueron<br />
herencia de sus madres.<br />
El atole de masa, es muy común tomar<br />
por estas tierras, también lo usan para<br />
bañar el hilo para dar mayor resistencia,<br />
actualmente el atole de harina de<br />
trigo es utilizado. El atole debe penetrar<br />
bien en los hilos, se deja reposar<br />
por unos minutos. Se saca y ahora<br />
será colocado en el telar de cintura<br />
prehispánico; el telar está compuesto<br />
por otates que extienden los hilos,<br />
después de terminar de colocar en los<br />
otates, se debe tensar de los extremos<br />
y se deja secar.<br />
Separación de la urdidumbre, los hilos<br />
secos deben ser separados, ya<br />
que con el atole se pegaron unos con<br />
otros, después se procede a manipular<br />
cada hilo para iniciar ahora sí el tejido.<br />
Entretejer la tela, un hilo arriba y otro<br />
abajo, sí llegara a estar un hilo mal colocado<br />
esto hace retroceder o impedir<br />
que continué el tejido.<br />
El telar se compone con un otate más,<br />
la espalda, el lanzador de hilo y varas<br />
de medición, ordenados los hilos se<br />
da inicio a tejer la tela. El lanzador cruza<br />
por en medio de los hilos de lana<br />
transversales, este hilo es apretado<br />
por la espada, la cual es jalada con<br />
fuerza hacia la tejedora, de acuerdo<br />
a la cintura de la artesana la estabilidad<br />
es proporcional, al apretar el hilo<br />
es ahí donde inicia el tejido. Se avanza<br />
por parte de abajo del telar; las varas<br />
dan la medición para que se forme<br />
las formas, figuras del tejido, de forma<br />
uniforme, con ayuda de espinas o tachuelas<br />
la varas de una madera suave<br />
se fija y se va recorriendo según se da<br />
el tejido.<br />
El tejido depende de la prenda, puede<br />
tardar de un mes o más tiempo, al terminar<br />
de tejer vienen los acabados con<br />
los amarres, son ataduras entre hilos<br />
que forman figuras, dando el toque a<br />
la pieza. Con ayuda de sus rodillas y<br />
las manos tuercen extensiones de hilo,<br />
para colocarlos a los extremos de los<br />
gabanes. La pieza se lava con jabón<br />
de pasta para liberar el atole y pueda<br />
quedar suave.<br />
A pesar de los años, el proceso se conserva<br />
casi intacto, solo ha cambiado<br />
el uso de nuevos diseños, la creación<br />
de nuevas mezclas de colores; ahora<br />
elaboran morrales, carteras, bolsas y<br />
mochilas.<br />
Con la técnica prehispánica el hilo es<br />
pintado con pigmentos naturales, obtenidos<br />
de plantas y animales del campo:<br />
flor del pericón, jarilla, grana cochinilla<br />
animales del nopal, añil vegetal y<br />
el negro natural del borrego.<br />
Las jovencitas de Hueyapan cuenta la<br />
tradición, que antes de casarse debía<br />
saber tejer, y para demostrar que estaba<br />
preparada, tenía que elaborar el<br />
gabán del futuro esposo.<br />
Hueyapan conocido como la cuna del<br />
chal bordado, las gabaneras saben<br />
muy bien tejer la lana, no intervine máquina<br />
mecánica, todo es manual. Comunidad<br />
donde las mujeres siempre<br />
esta para recibir a la gente que guste<br />
conocer su forma de vida.<br />
Fotografías: Maritza Cuevas<br />
REVISTA DIGITAL PULSART 39