Pisada de Bruja No. 8. Mabon 2018

- Oh vamos Elsa! No es para tanto, no creerás lo que acabo de
ver - su voz alborozada parecía la de una niña – ¡un enorme,
gigantesco lobo llevando una liebre encima!
- Ay claaro…. Y la liebre traía reloj? – respondió torciendo los
ojos hacía arriba, a veces la imaginación de Magda se desbocaba,
como en ese momento.
- Sabía que no me creerías, esta bien, olvidemos lo que dije – dijo
con voz apagada ahora, mientras apresuraba el paso hacia la
granja próxima.
Elsa sintió pena pero no supo como disculparse o porque
debía hacerlo y camino en silencio junto a Magda, a medio
camino ya hablaban emocionadas de lo que esperaban de ese
encuentro de brujas y brujos, reían bromeando de sus dudas y de
si de verdad volarían en escoba; ambas eran mujeres entre 30 y
50 años y ambas siempre decían así, urbanas totalmente pero
amaban pasar tiempo en contacto con la Naturaleza por poco o
limitado que fuera, amigas de un par de años tan solo pero como
si fuera una vida poco duraban sus enfados así fue esta vez;
pero Magda ya no mencionó lo visto.
Había un pequeño grupo de hombres y mujeres a la entrada
de la parte principal de la granja todos muy animados hacían
presentaciones entre ellos y algunos se reconocían de otros
encuentros, pues como Magda y Elsa, que se conocieron en un
festival místico pagano, así ellos habían coincidido.
Mucho se disfrutó esa tarde, se hicieron grupos pero fueron
rápidamente reintegrados por la guía y la sacerdotisa, el plan era
integrar a todos, al caer la tarde se llevó a cabo una celebración
pequeña como en un campamento pero Magda no podía evitar
que la imagen del Lobo y la Liebre la seguían, la mayoría se
habían retirado a descansar pero ella y unos cuantos se
quedaron alrededor de la fogata, Elsa platicaba animadamente