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en cuanto escuchó el sonido de alerta de misil, giró 360° hacia<br />
arriba, en una maniobra imposible para los aviones de combate<br />
existentes, colocándose justo detrás de su enemigo en tan solo un<br />
segundo y ahora era él quien apuntaba al enemigo. Éste último se<br />
llenó de pánico al no saber qué hacer y aceleró su nave, aplicando<br />
la máxima velocidad posible que podía desarrollar. El Alpha no<br />
se despegaba, manteniendo la misma distancia, para asombro<br />
de los pilotos enemigos. Desesperado por seguir con el combate,<br />
Lord Pénril aceleró aún más dándole alcance al líder y disparó a<br />
la nave ráfagas de balas, ocasionando que se partiera en pedazos,<br />
mientras que intensas llamas rodeaban la nave y una espesa nube<br />
de humo negro trazaba su recorrido a estrellarse.<br />
Lord Pénril sabía que no tenía tiempo que perder, por lo<br />
que decidió actuar de inmediato contra sus agresores, quienes le<br />
habían arrojado nuevamente una descarga de misiles hacia la ruta<br />
que llevaba el Alpha, sin embargo no contaban con que éste diera<br />
un repentino giro en 180°, cambiando de dirección abruptamente,<br />
dejando a los misiles sin objetivo que perseguir y a los pilotos<br />
enemigos, estupefactos.<br />
Nuevamente el Alpha tomó la iniciativa y se dirigió en contra<br />
de uno de los pilotos, quien al verlo se fue en picada, mientras<br />
su último compañero se ponía en posición de ataque para darle<br />
apoyo de inmediato. El Alpha se colocó entre los dos aviones<br />
de combate y disparó su arma principal, un cañón láser no muy<br />
potente. Aunque al principio no parecía hacer daño alguno, el<br />
continuo haz del disparo inmediatamente comenzó a hacer un<br />
agujero en la parte trasera justo en la unión de una de las alas, lo<br />
que provocó que ésta se desprendiera y la aeronave perdiera el<br />
control y fijara su rumbo hacia tierra, en medio de fuego y humo.<br />
El otro piloto disparó dos misiles en contra de Lord Pénril, quien<br />
instantáneamente esquivó los misiles girando bruscamente hacia<br />
su derecha y dejando atrás cargas explosivas que los destruyeron.<br />
El último avión de combate no pudo cambiar su trayectoria<br />
rápidamente para evitar ser alcanzado por la explosión de<br />
dichas cargas, ocasionando que se dañara seriamente y diera<br />
veloces giros, dejando una estela negra de humo, en su camino<br />
a estrellarse. Al observar que ambos pilotos se eyectaban de su<br />
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