Dragon Army Chronicles

tener implementado un sistema de antirastreo, Lord Pénril piloteó
personalmente la aeronave:
– Marcel, voy a comenzar la prueba final para los diez mil
kilómetros.
– Enterado Pénril. Ya estoy enviando los datos para el
despegue y la ruta. Conteo final para despegue en dos minutos.
Lord Pénril sujetaba el mando del Alpha fuertemente,
temblando por la emoción tan grande que sentía por lo que estaba
a punto de realizar. Su avión secreto ya había logrado alcanzar
casi 200 kilómetros sobre la superficie terrestre, pero sabía que
después de eso las cosas se complicaban enormemente. El temor a
que algo malo pasara a esa altura lo llenaba de preocupación, sin
embargo tenía que ocultarlo. Era muy temprano y el sol apenas
se asomaba por entre las montañas. Los rayos del sol acariciaban
el rostro de Lord Pénril cálidamente mientras giraba su cabeza y
observaba el cielo azul, perdiéndose en aquel destino inalcanzable
del infinito.
Le tenía una fe ciega a su proyecto, por esa razón se encontraba
en ese momento a bordo, no obstante sentía el fuerte palpitar de
su corazón, su respiración agitada y su nerviosismo cual niño que
se encontraba a bordo de un vagón de montaña rusa a punto de
comenzar. Sabía que debía mantener una actitud positiva pero eso
no le impedía pensar en cosas que le hacían morderse los labios
de preocupación, tales como si el propulsor central escapara de
las entrañas del Alpha, haciéndolo pedazos tal y como lo haría
una bala a un espejo. Entonces se tranquilizaba pensando en que
todos sus compañeros habían trabajado arduamente para darle
la mayor seguridad al avión. Sus cientos de pensamientos que le
creaban una enorme tensión fueron esfumados instantáneamente
al escuchar a su amigo Marcel:
– Preparados para despegue. Diez segundos para comenzar.
Lord Pénril ya estaba preparado, y respondió: – Emisores
activados. Toda la potencia al propulsor central.
El sonido proveniente del Alpha se incrementó gradualmente,
parecido a una estación de alto voltaje, mientras se elevaba
lentamente unos cuantos metros sobre el suelo al mismo tiempo
que giraba para quedar en posición perpendicular con el frente
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