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ATIENZA- Marx YUMPU

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Presentación: <strong>Marx</strong>ismo y derechos humanos<br />

semejanza con lo que defiende Jaures en Francia, Mondolfo en<br />

Italia y Fernando de los Ríos en España, en las primeras décadas<br />

del siglo, y con lo que hoy se entiende como humanismo socialista<br />

o socialismo democrático.<br />

Engels, en la Crítica del Programa de Erfurt, de 1891, defiende<br />

—mucho más claramente de lo que nunca lo había hecho <strong>Marx</strong>— la<br />

posibilidad de una vía pacífica al socialismo, allí “donde la representación<br />

popular concentra en sus manos todo el poder, donde se<br />

puede hacer por vía constitucional todo lo que se quiera, siempre que<br />

uno cuente con la mayoría del pueblo” 12 , es decir, en las repúblicas<br />

democráticas. Y añadía poco después: “está absolutamente fuera de<br />

duda que nuestro partido y la clase obrera sólo pueden llegar a la<br />

dominación bajo la forma de la república democrática. Esta última<br />

es incluso la forma específica de la dictadura del proletariado, como<br />

lo ha mostrado ya la Gran Revolución francesa” 13 .<br />

Cuatro años después, en su “Introducción” a La lucha de clases<br />

en Francia de 1848 a 1850, de <strong>Marx</strong>, Engels hacía una auténtica apología<br />

del sufragio universal que en su opinión se había convertido de<br />

“medio de engaño” en “instrumento de emancipación” de la clase<br />

obrera 14 y rechazaba la vía insurreccional como medio para llegar<br />

al socialismo, al tiempo que potenciaba en forma inequívoca la vía<br />

parlamentaria y legal: “La ironía de la historia universal lo pone todo<br />

patas arriba. Nosotros, los “revolucionarios”, los “elementos subversivos”,<br />

prosperamos mucho más con los medios legales que con los<br />

ilegales y la subversión. Los partidos del orden, como ellos se llaman,<br />

se van a pique con la legalidad creada por ellos mismos” 15 .<br />

Es importante, sin embargo, señalar que la “nueva” actitud de<br />

Engels no le impide seguir manteniendo una concepción fundamentalmente<br />

negativa acerca del Estado (mas negativa probablemente que<br />

la que <strong>Marx</strong> tuvo en sus “peores” momentos): “el Estado —escribía<br />

12 Engels, F. “Contribución a la crítica del proyecto de Programa socialdemócrata<br />

de 1891”. En: <strong>Marx</strong>, K. - Engels, F. Obras escogidas, tomo 3, p. 455, Editorial<br />

Progreso, Moscú, 1976.<br />

13 Ibidem, p. 456.<br />

14 Engels, F. Introducción a <strong>Marx</strong>, K. “La lucha de clases en Francia de 1848<br />

a 1850”. En: <strong>Marx</strong>, K. - Engels, F. Obras escogidas, tomo I, p. 114, Editorial<br />

Progreso, Moscú, 1971.<br />

15 Ibidem, p. 121.<br />

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