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ANTROPOLOGÍA<br />
63<br />
proceso cognoscitivo que, partiendo desde abajo, formule al final<br />
un concepto universal a través de una serie de pasos lógicos. En<br />
este sentido, decimos que las facultades no son agentes (no en el<br />
sentido de que sean absolutamente inertes y pasivas). La razón es<br />
cerebración o psicomatización de la inteligencia, queriendo decir<br />
con ello que la elaboración compleja del concepto, aunque necesaria,<br />
sería ella misma imposible sin un acto intuitivo que la dirija.<br />
Así las formulaciones racionales que damos de nuestros conceptos no<br />
son entendidas como idénticas a la verdad. Antes que nada porque<br />
la misma intuición de la verdad es parcial, proporcional a la apertura<br />
del espíritu, a su grado de unión; además porque las fórmulas son<br />
la traducción de la “visión” en términos conceptuales. La “dura<br />
condición” de los sentidos internos y externos y de las facultades es<br />
también el límite de nuestra capacidad de conceptualización.<br />
Decir que el origen del conocimiento no es sensible es muy diferente<br />
a decir que no tiene origen en la experiencia. Porque lo que viene<br />
negado es precisamente el axioma según el cual la intuición es<br />
solamente sensible. Al contrario, sabemos que la experiencia<br />
originaria, la experiencia más pura 67 es la de la divina presencia<br />
constitutiva, o de la inspiración por parte del Espíritu Santo. Es<br />
gracias a la inmediata comunicación de nuestro espíritu con el acto<br />
absoluto (bajo la dura condición de los sentidos y de las facultades)<br />
como la inteligencia puede conocer tanto las realidades sensibles<br />
como las espirituales. Ni los sentidos ni las facultades son agentes<br />
transcendentales. “El único agente es nuestro espíritu […] Las<br />
facultades y los sentidos son las ventanas de nuestro conocimiento,<br />
pero no en el sentido de que a través de las ventanas se conoce<br />
la realidad del mundo, sino en el sentido de la limitación que el<br />
estrecho marco de la ventana comporta para el conocimiento del<br />
ambiente. La vista a través de una ventana es parcial porque no se ve<br />
por encima, por debajo, a derecha ni a izquierda. Es necesario salir<br />
del edificio para contemplar todo el exterior. Lo mismo sucede con<br />
67 F. Rielo, Roma 1981, p. 39. Conferencia no publicada<br />
BERNARDO DE ANGELIS / PAOLO ZORDAN